domingo, 18 de abril de 2021
EL CASTILLO DE BENISSANÓ, UN PASEO POR LA HISTORIA
jueves, 8 de abril de 2021
LA VILA JOIOSA, COLOR EN EL PARAISO
domingo, 28 de marzo de 2021
L'ALMOINA, EL LUGAR DONDE CONOCER LA VALENCIA ROMANA
jueves, 18 de marzo de 2021
DESCUBRIMOS EL ÁREA RECREATIVA DEL ERMITORIO DE EL SALVADOR DE ONDA
Si seguís habitualmente los post que publicamos en este blog sabréis que nos gustan bastante las áreas recreativas. Para nosotros son un buen lugar pasar un rato entretenido en un espacio más o menos rodeado de naturaleza. Son muy versátiles, y habitualmente solemos aprovechar para comer de picnic, algo que nos encanta.
Por este blog ya han pasado lugares como el área recreativa Santo Espíritu en Gilet (Valencia), el área recreativa Casa Tápena en Onil o Victoria Rojas en Aigües, ambas en la provincia de Alicante, o las áreas de los Pinares de Rodeno, junto a Albarracín, en la provincia de Teruel. Todos lugares super recomendables para ir en familia.
Una pronunciada cuesta abajo nos lleva al aparcamiento del área recreativa, que es bastante extenso. Supongo que un día de mucha afluencia puede llegar a costar encontrar un hueco, pero en condiciones normales no creemos que hay ningún problema. Además en cuanto a encontrar aparcamiento se trata, el ingenio sale a relucir.
El área recreativa del Ermitorio de El Salvador está bastante bien y tiene unos servicios bastante completos. En primer lugar las mesas de picnic, de ladrillo y hormigón. Bastante más cómodas y útiles de lo que puedan parecer por la descripción. Además, supongo que por casualidad, están bastante separadas unas de otras, lo que en estos tiempos pandémicos es más recomendable.
Como gran pega, la inexistencia de juegos infantiles, de columpios. Para compensar el área recreativa de El Salvador es enorme y tiene un montón de espacio para jugar. También tiene un montón de espacio para caminar, tanto entre los árboles como por las escaleras que van paralelas al camino de acceso y que llegan hasta la carretera.
Al otro lado de la carretera, como antes hemos comentado, se encuentra el Ermitorio. Este es un edificio construido en el s. XVIII. El ermitorio consta de una ermita donde se encuentra la figura del Santísimo Salvador, patrón de Onda. Adosado a este templo hay una hospedería, que se dedicaba para dar cobijo y comida a aquellos viajeros que lo necesitaran. Actualmente la hospedería está cerrada, pero no así el restaurante.
Detrás del Ermitorio está la segunda área recreativa, que nosotros no llegamos a ver y que hemos descubierto buscando documentación para este artículo. Además de contar con mesas de picnic y puntos para hacer fuego, tiene una zona de juegos infantiles. Por contra es más pequeña que la otra área que se encuentra en esta zona.
Como veis siempre es posible conocer nuevos lugares para seguir disfrutando. A nosotros, además, nos gusta descubrir lugares así de chulos por casualidad, sin tenerlo planeado. Ese punto de improvisación es muy divertido, aunque no siempre sale bien. Y vosotros ¿os ha pasado alguna vez de encontrar por casualidad sitios que os han gustado? Dejar vuestros comentarios para poder descubrirlos juntos.
lunes, 8 de marzo de 2021
LAS PLAYAS DE TAMARIT
Hace un tiempo, en un post, os contamos que el camping Trillas Platja Tamarit nos encantó. La cantidad de servicios que ofrece, las piscinas, la animación, etc. Pero también que a 60 metros del camping hay dos playas estupendas.
Estas playas son dos, la playa de Tamarit y la cala Jovera. Entre las dos playas se sitúa el castillo de Tamarit, que actualmente es de propiedad privada y no se puede visitar a menos que acudas a uno de los eventos que se realizan, o que vayas a misa en una de las capillas de las que disponen.
EL CASTILLO DE TAMARIT
El castillo de Tamarit está construido sobre un pequeño cabo a orillas del mar. Su historia se remonta al siglo XI, cuando las tropas del rey Jaume I conquistaban los territorios habitados por los musulmanes. Tras la conquista estos territorios pasaron a formar parte del condado de Barcelona. Fue entonces cuando se construyó el castillo, entorno a un núcleo de población.
En el siglo XIV se construyen las murallas que resguardaban, tanto al castillo como a la población, de los ataques de los piratas berberiscos. En esta época el castillo pasó a ser propiedad del arzobispado de Tarragona. Poco después se abandonó tras una epidemia de peste. En el s. XVII se construyó la torre, uno de los elementos más destacados del castillo y se reconstruyó la muralla con intención de volver a poblarlo, sin éxito. En 1916 el arzobispado vende el castillo a un empresario estadounidense que vivía entonces en Cataluña. Hizo una restauración romántica dirigida por el pintor Ramón Casas. Traduzco lo de "restauración romántica": hicieron lo que les parecía, lo que pensaban o creían que algún día fue, sin ningún rigor histórico.
LA CALA JOVERA
Respecto a las playas, vamos a empezar por la cala Jovera. Tiene unos 90 metros de longitud y 20 de anchura. Para llegar hay que hacerlo a pie, pasando junto a la entrada del castillo de Tamarit. Es una cala muy chula y recogida, ideal para ir con niños. Pero descartarla si lleváis carro o con personas con problemas de movilidad, ya que se accede por entre las rocas. No como las cabras, hay una escalera, pero creemos que para algunas personas pueden ser peligrosas.
La cala carece de servicio de socorrismo, por lo que, aunque no hay mucha profundidad en los primeros metros de costa, conviene no perder de vista a los niños. En el extremo sur hay una roca que se adentra en el mar y donde los bañistas se suelen subir. La verdad es que las vistas del litoral son muy chulas, sobre todo de los acantilados que se abren hacia el sur. Para los curiosos, hay restos fósiles de conchas.
El camino que lleva a la cala Jovera continua en paralelo a la costa a través del denominado Camino de Ronda, que llega hasta la playa de la Mora, 1,5 kilómetros más allá. No muy lejos de la cala Jovera se encuentra Jungle Trek, un parque multiaventura que está especialmente pensado para los niños, pero del que también pueden disfrutar los mayores. También junto al camino de ronda se encuentra la torre d'En Segur, una torre vigía construida en el s. XVI, al mismo tiempo que otras en toda la costa mediterránea y la costa atlántica de Andalucía para prevenir los ataques piratas.
LA PLAYA DE TAMARIT
La otra playa es la playa de Tamarit, al norte del castillo. Tiene unos 1.800 metros de longitud por 45 de ancho. Al igual que la cala Jovera, tiene arena fina y dorada. Sí que dispone de servicio de socorrismo. Se puede llegar en coche, pero no desde el castillo de Tamarit, ya que está prohibido el aparcamiento. Pero no mucho más lejos sí que podréis dejar el coche. También se puede llegar en tren o autobús.
Continua por la playa de Altafulla, que aunque tenga distinto nombre es la misma playa. A unos 400 metros del castillo de Tamarit se encuentra la desembocadura del rio Gaià, aunque probablemente lo encontréis seco ya que el pantano que se encuentra unos 11 kilómetros río arriba retiene casi todo el cauce. Hay un intento de dotarlo de un cauce ecológico para que las distintas especies animales y vegetales que viven en y gracias a sus aguas no se pierdan. Hay un sendero que recorre varios kilómetros en paralelo al cauce de este río.
En la parte de Altafulla, junto a la playa, hay una gran cantidad de servicios, como bares, restaurantes, supermercados, etc. dispuestos a lo largo de un tranquilo paseo marítimo. Muy cerca del final de la playa se encontró la denominada "Villa dels Munts", una enorme villa romana que en su momento era lugar de descanso de las élites que vivían en la cercana Tarraco.
A pie de playa se encuentra el Club Marítimo de Altafulla. Aquí se puede alquilar un kayak o una tabla de surf para practicar paddle surf. Ofrecen clases de surf, tanto para adultos como para niños. También ofrecen cursos de vela, con diferentes tipos de embarcación, tanto catamaranes, como Optimist o tablas de windsurf.
Como veis las playas de Tamarit están llenas de posibilidades para toda la familia. Hay varios campings alrededor de la playa, pero nosotros os recomendamos el Trillas Playa Tamarit, por servicios y precio. Un lugar estupendo para visitar muchas otras cosas que ofrece la provincia de Tarragona. Lo miréis por donde lo miréis, un planazo.
domingo, 28 de febrero de 2021
ALTEA, UNA PERLA EN EL MEDITERRÁNEO
En la costa de Alicante, bañada por el mar Mediterráneo se encuentra la villa de Altea. Una población que ha sido desde hace décadas refugio de bohemios y hippies y que cada año recibe más visitantes dispuestos a dejarse llevar por esas callejuelas repletas de casas pintadas de blanco.
Podemos dividir el casco urbano de Altea en dos partes: la franja litoral y la parte antigua, que se sitúa en una colina que corona la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, que es la patrona de Altea. La visita la vamos a empezar precisamente por aquí, por todo lo alto.
El centro histórico
Probablemente el haber sido refugio de numerosos artistas que, bien veranearon en Altea, bien residieron temporadas en la ciudad, hizo que la Universidad Miguel Hernández estableciera aquí su facultad de Bellas Artes. Esta universidad que tiene su sede en Elche, cuenta con campus en otras localidades de la provincia de Alicante, como Sant Joan d'Alacant y Orihuela.
Lo más seguro es que desde el aparcamiento desemboquéis en la calle San Miguel, que lleva a la plaza de la Iglesia. Esta es la calle que sale en el 90% de las fotos que veréis de Altea. Nosotros no íbamos a ser menos, por supuesto. Su suelo empedrado, sus paredes encaladas, sus macetas con flores, sus tiendas. Es de esas calles encantadoras por las que nos gustaría pasear a cualquier hora.
Si nos dirigimos justo enfrente de la puerta de la Iglesia y bajamos por las callejuelas hasta llegar a la calle Bonavista (buena vista, en castellano), nos encontraremos con el denominado Mirador Blanco. Desde aquí podremos observar una vista panorámica de la costa alteana, desde el Peñón de Ifach de la vecina Calpe, al noreste, hasta la Sierra Helada. El nombre lo toma de las paredes de las casas que nos rodean.
Las playas y calas de Altea
Tras el tramo donde no existe playa, encontramos la playa de l'Espigó(n), la más nueva, conseguida tras la regeneración de esta parte de la costa. El límite entre esta playa y la de Cap Negret (cabo negruzco) es la desembocadura del río Algar, un río corto pero bastante conocido por su nacimiento, las Fuentes del Algar, en la vecina Callosa d'En Sarrià. El color oscuro del afloramiento volcánico en Cap Negret, da nombre a esta playa.
La desembocadura del río Algar es un sitio muy chulo para visitar con los niños. Principalmente por su interés natural, ya que hay especies de aves marinas que habitan aquí, y de vez en cuando se dejan ver especies que están migrando. Hay una ruta senderista circular que recorre el último tramo de este río. A lo largo del camino hay carteles con indicaciones acerca de la flora y fauna que podemos ver en este lugar. Es una ruta muy facilita, especialmente para los niños.
Ya fuera del casco urbano de Altea encontramos, además de Cap Negret, la cala del Soio, la playa de l'Olla, denominada así porque enfrente tiene el islote de La Olla, un peñasco en el mar que parece que tiene forma de este utensilio de cocina. En esta playa se dispara el sábado más cercano a la festividad de San Lorenzo (10 de agosto) un espectacular castillo de fuegos artificiales, el Castell de L'Olla, que reúne a miles de espectadores cada año. Fiesta de Interés Turístico Autonómico, si queréis verlo deberéis reservar todo el día, porque no es fácil llegar a última hora.
Junto a la playa de l'Olla se encuentra Villa Gadea, una antigua villa de recreo construida en el s. XIX por Vicente Gadea, que fue rector de la Universidad de Valencia. En los últimos años ha tenido varios usos, desde sede de un Centro Internacional de la Música de la UNESCO a capilla para la celebración de ceremonias de matrimonio.
Las últimas playas que encontraremos son la de La Solsida y la del Mascarat. El Mascarat es una de las zonas más peculiares de Altea. Además de la cala es un cañón que separa los términos municipales de Altea y Calpe. Hay varios puentes que salvan esta zona, tanto para el ferrocarril como para la N-332, mientras que la autopista AP-7 lo atraviesa con un túnel. Hay algún puente en desuso que se utilizó para realizar puenting hace años. Por la base del cañón discurre una ruta senderista, no muy larga, que se ha puesto de moda en las últimas semanas (o eso nos parece a tenor de las fotos que vemos en Instagram). La ruta puede alargarse por el cercano Morro de Toix, pero no se recomienda para niños. Dice la leyenda que el curioso nombre de esta zona proviene de un bandolero, "El Mascarat" (el enmascarado) que atacaba en esta zona por su estrechez, ideal para emboscadas. Aquí también encontraremos un puerto deportivo, denominado Puerto Greenwich, ya que el Meridiano 0 pasa por este punto.
Un poco antes, siguiendo la carretera N-332 en dirección a Calpe, tras una de las numerosas curvas de este tramo, nos encontraremos con una de las sorpresas que esconde esta zona. Estamos hablando de la Iglesia Ortodoxa Arcángel San Miguel. Por su aspecto parece que la hayan trasladado desde la mismísima Rusia. Y más o menos es así. El promotor es un empresario ruso afincado en Altea, los materiales se importaron desde Rusia, y fue construida por obreros rusos.
Por último, volviendo al casco histórico de Altea, vamos a citar uno de los restos de lo que pudo ser una importante infraestructura hidráulica. Es el acueducto dels Arcs (los Arcos, vaya, que original) situado en la partida del mismo nombre, a espaldas del Club de Tenis. Solo se conservan tres pilares de sillares irregulares y mortero. Algunos expertos creen que podría haber servido para llevar agua del río Algar a la Villa Romana del Albir, un importante centro económico en esta zona, y que ya vimos en otro post.
Queda reseñar que en Altea se come muy bien, y sería un pecado no darse una vuelta por cualquiera de sus restaurantes. La especialidad de la zona son los arroces, especialmente los marineros, que cuentan con una magnífica materia prima. Ca Joan, cerca de la playa de L'Olla, el Cantó de Palasiet, o el restaurante del Club Náutico, son buenos ejemplos. Si buscáis una cocina más vanguardista, cerca de la iglesia del Consuelo está Oustau. Por otro lado, en la calle San Miguel se encuentra la pastelería De Sabors, donde trabajan con chocolate belga y mantequilla traída directamente de Francia.
Como veis Altea merece una visita. Ya sea para pasar el día, o una temporada, ofrece un montón de recursos para toda la familia. Además cuenta con numerosas opciones muy cerca, tanto en el vecino Benidorm, como en El Albir, Calpe o Callosa d'En Sarrià. Durante todo el año es un destino perfecto para aquellos viajeros que busquen tranquilidad. ¿No os parece? Pues será mejor que no os lo perdáis.