lunes, 28 de junio de 2021

REDESCUBRIMOS EL MUSEO DE BELLAS ARTES DE VALENCIA

Redescubrir es una palabra que a raíz de la pandemia ha cogido un nuevo impulso. Ante todos los lógicos impedimentos de movimiento que teníamos con las restricciones, nos hemos apañado con lo que se encontraba más cerca. Y de esta manera hemos redescubierto lugares que a veces, de cerca que los tenemos, nos pasan desapercibidos. 

Museo de Bellas Artes de Valencia

Uno de esos sitios que "siempre está ahí" y hemos redescubierto recientemente es el Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia. Es habitual leer que este museo es la segunda o tercera pinacoteca más importante de España. Ni afirmamos ni desmentimos. Pero lo que es seguro es que tiene una impresionante colección, que no desmerece a ningún museo nacional (incluso a alguno europeo). 

El Museo de Bellas Artes de Valencia se encuentra a orillas del antiguo cauce del río Turia y anexo a los Jardines del Real (que popularmente son denominados jardines de Viveros). Una ubicación excelente. Tras ocupar varias sedes en diversos edificios religiosos desamortizados, una vez finalizó la Guerra Civil Española la colección, que estaba resguardada en Madrid para evitar daños, vuelve a Valencia al antiguo seminario San Pío V, que es su ubicación actual y de la que toma el nombre. 

¿Qué se puede ver en el Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia? 

Para ser un museo tan importante es necesario, casi imprescindible, que la colección sea impresionante. Y lo es, vaya si lo es. Especialmente en dos categorías. La colección de pintura medieval es de las mejores de toda Europa. El siglo XV fue el Siglo de Oro de la cultura valenciana. La misma ciudad de Valencia era una de las más prósperas del Mediterráneo gracias a su puerto y muchos artistas llegan a estas tierras para trabajar. 

Museo de Bellas Artes de Valencia

Por otra parte destaca sobremanera la colección de pintura de los siglos XX e inicios del XX, con nombres tan destacados como Cecilio Pla, Ignacio Pinazo o Muñoz Degraín y, por delante de todos, Joaquín Sorolla. Las salas dedicadas a Sorolla brillan con luz propia, esa luz que captó de forma prodigiosa en las cercanas playas de Las Arenas y la Malvarrosa. 

Los cuadros que se exponen del genio valenciano combinan escenas tradicionales o costumbristas, con otras que recrean paisajes valencianos. Las playas, los campos, aparecen con ese colorido tan característico de la obra de Sorolla. Solo por esta sala ya merece la pena la visita a este museo.

También es muy interesante su colección de pintura renacentista y barroca. Entre estas destaca el famoso autorretrato de Velázquez, ese que aparece en miles de libros de textos y que comparte sala con otros maestros como José de Ribera, Murillo o Alonso Cano. En esta colección va a tener un lugar preeminente una nueva incorporación: el retrato de Michele Marullo Tarcaniota que pintó el florentino Sandro Botticelli, uno de los pintores más destacados y conocidos del renacimiento italiano. 

Además de esto también es muy destacable la colección Orts i Bosch. Compuesta por una gran cantidad de pinturas, muebles antiguos, esculturas y elementos de artes suntuarias, recorre gran parte de la historia del arte tanto valenciana, como española y europea.

Además de pintura

Museo de Bellas Artes de Valencia

El Museo de Bellas Artes de Valencia es fundamentalmente una pinacoteca, lo que no impide que muestre otras piezas artísticas como esculturas. También se muestran piezas arqueológicas que se han encontrado en varias excavaciones, como figurillas, mosaicos o piezas de cerámica.

Se puede destacar la colección escultórica, donde destaca el escultor valenciano Mariano Benlliure. Precisamente, a pocos metros del museo de Bellas Artes, en la otra orilla del Turia, se encuentra la Casa-Museo de la familia Benlliure, una de las sagas más prolíficas del arte valenciano. En la colección de escultura del museo de Bellas Artes de Valencia, también hay un gran número de obras religiosas, principalmente medievales. La colección abarca prácticamente hasta nuestros días, con piezas muy destacables.


El Patio del Embajador Vich

Otro aspecto muy importante en el Museo de Bellas Artes de Valencia es su arquitectura. Nada más entrar ya podemos admirar el interior de la cúpula que sobresale en el conjunto exterior. Interiormente es un octógono. Está pintado como una cúpula celeste. 

Museo de Bellas Artes de Valencia

Pero si hay que destacar un elemento arquitectónico, sin lugar a dudas hay que hablar del Patio del Embajador Vich. Se denomina así porque era uno el patio que Jerónimo Vich, embajador del rey Fernando II de Aragón (sí, Fernando “El Católico”) en Roma, mandó construir en su palacio valenciano. ¿Qué tiene de especial  este patio? Fue la primera construcción renacentista realizada en España. 

Vich estaba en contacto directo con este nuevo estilo arquitectónico durante su estancia en Roma y al volver a su hogar quiso trasladarla. Tanto que los materiales empleados fueron traídos directamente de Italia, concretamente mármol de Génova. Tras varios siglos, este patio fue desmontado de su ubicación original y trasladado a este museo para su conservación y exposición. 

Cabe recordar que, según los expertos, la primera obra pictórica renacentista en España también se realiza en Valencia. Estos son los ángeles músicos que Paolo de San Leocadio realizó en la Catedral valenciana, en el altar mayor.

Otro patio muy interesante es el claustro que conecta el Museo de Bellas Artes con la Real Academia de San Carlos, una institución que tiene mucha relación con el museo. Además de la propia edificación de este antiguo claustro, es muy interesante la exposición de estelas funerarias y sarcófagos paleocristianos que se exhiben en el perímetro de este lugar. 

Otras actividades 

Museo de Bellas Artes de Valencia

Si visitáis este museo con niños, son muy interesantes los talleres didácticos. Actualmente solo se pueden realizar en grupos de escolares, pero si levantan las restricciones os recomendamos vivamente que participen vuestros hijos porque se van a divertir y van a aprender un montón, el servicio de didáctica del Museo de Bellas Artes de Valencia es excelente.

El Museo de Bellas Artes de Valencia también tiene una importante actividad de actos culturales. No se circunscriben solo a ponencias y conferencias, generalmente relacionadas con alguna exposición temporal que celebra el museo. También se proyectan ciclos de películas, hay presentaciones de libros, representaciones de marionetas para los niños, etc.  

El Museo de Bellas Artes de Valencia abre de martes a domingo de 10:00 a 20:00 ininterrumpidamente. Una cosa absolutamente maravillosa es que este museo es totalmente gratuito todos los días de apertura. A veces nos fijamos en otros museos, como los de Londres, y tenemos aquí mismo un gran museo, grandísimo nos atrevemos a decir, completamente gratuito. 

Esperamos que con todo lo hemos contado os hayan entrado las ganas de visitar este museo. Al menos que os haya picado el gusanillo. En otros artículos de este blog ya hemos dicho que visitar museos con niños es una actividad muy provechosa y, al contrario de lo que pueda parecer, a los peques les encanta. Solo hay que saber afrontarlo y ellos responderán. Estamos convencidos.

viernes, 18 de junio de 2021

ESPAÑASAURUS: UN PASEO POR LA ERA MESOZOICA

Si, al igual que nosotros, sois fans de los dinosaurios, en España tenéis un montón de lugares para disfrutar de estos animales que tanto nos cautivan y que desde hace décadas nos están incendiando la imaginación.

Dinosaurios en España

Todo empezó, o al menos eso creemos, en el momento que se estrenó Jurassic Park allá por 1993. Bueno, en realidad fue cuando comenzó la promoción de esta película, porque duró meses y fue machacona para convertir esta película en el blockbuster que finalmente fue. En aquel momento pudimos ver por primera vez unos dinosaurios que volvían a la vida con un realismo jamás alcanzado hasta la época. Sí, décadas antes ya se habían rodado películas con dinosaurios, pero sus efectos especiales dejaban bastante que desear. 

Durante la era mesozoica, es decir, hace entre 256 y 65 millones de años, los dinosaurios poblaron la Tierra, fundamentalmente en el último período de esta era: el Cretáceo. Ocurre que Jurásico, el periodo anterior, suena mucho mejor, o al menos ahora ya nos hemos acostumbrado y no veríamos un Cretaceous Park con los mismos ojos. Las tierras que actualmente ocupa España estaban en gran parte bajo el mar, y poco a poco fueron emergiendo. Además las placas tectónicas continuaron con sus movimientos. Tanto es así que, por ejemplo, parte del continente americano estaba unido a la actual Galicia. Esto explica porqué en algunas zonas de España hay una mayor acumulación de fósiles de dinosaurio, y porqué se han encontrado fósiles de una misma especie en puntos que actualmente están separados por un océano. 

Pero vamos a entrar de lleno en lo que de verdad nos interesa, y es conocer lugares en España donde disfrutar de estos gigantes extintos. Vamos a agrupar los diferentes recursos, que pueden ser yacimientos, museos paleontológicos o parques temáticos, por comunidades autónomas. Abrochaos el cinturón que vamos a dar un salto atrás en el tiempo de 65 millones de años. 


ARAGÓN


Los aragoneses fueros los pioneros en el uso de los dinosaurios como herramienta creadora de riqueza a través del turismo. Su buque insignia, y prácticamente el de toda la paleontología didáctica de España es Dinópolis. Este año ha cumplido 20 años desde su apertura, y se ha convertido en uno de los grandes polos de atracción de la región. Porque la historia de Dinópolis debería ser un ejemplo. No hace falta descubrir que la provincia de Teruel es una de las más afectadas en España por el fenómeno de la despoblación. Actualmente en la capital residen unos 36.000 habitantes y en el conjunto de la provincia unos 131.000, la mitad que hace un siglo. Esto hizo que se hiciera famoso en toda España aquel lema que decía "Teruel existe" y que reivindicaba mayores inversiones en esta provincia. Al final tuvieron que sacarse las castañas del fuego ellos mismos.

Supieron ver el enorme potencial que tenían en los yacimientos paleontológicos que se excavaban en la provincia y pusieron en marcha, a las afueras de la capital Dinópolis, un parque temático en torno a los dinosaurios en el que se encuentra el fantástico museo paleontológico de la provincia. Aquí exhiben los restos, entre otros, del Turiasaurus Riodevensis, el dinosaurio más grande encontrado en Europa.

Pero Dinópolis tenía clara su vocación de colaborar en el impulso económico de toda la provincia y por eso a partir de 2003 comenzaron a abrir subsedes en diversas poblaciones de Teruel, formando lo que se denomina Territorio Dinópolis. Cada una de estas subsedes está especializada en un tema o aspecto concreto, a partir de los hallazgos paleontológicos de la población donde se ubica. 

Dinosaurios en España

Nosotros os recomendamos encarecidamente la visita a Dinópolis y a sus subsedes, gracias a las que, además, descubriréis una de las provincias más bonitas y desconocidas de España.

Pero no solo podéis conocer los dinosaurios a través de Dinópolis. También son muy interesantes los yacimientos de icnitas. Esto son huellas fósiles de dinosaurios. Teruel se encontraba a orillas del mar de Tetis, el antepasado del Mediterráneo. Estas huellas se han conservado, fosilizadas, hasta nuestros días. Nada menos que 13 yacimientos de icnitas se pueden visitar por la provincia de Teruel. 


COMUNIDAD VALENCIANA

La Comunidad Valenciana es otra comunidad autónoma que puede presumir de tener una amplia oferta turística basada en los dinosaurios. Aunque es más intensa en el interior, abarca casi todo su territorio.

Morella es uno de los vértices de un triángulo que trazaríamos con Teruel, de la que acabamos de hablar, y Cuenca, de la que nos dedicaremos un poco más adelante. Este triángulo imaginario inscribiría la zona con mayor presencia de fósiles de España. 

En Morella, precisamente, encontramos un museo paleontológico (Temps de dinosaures; tiempo de dinosaurios) donde la estrella es el Morelladon Beltrani, un dinosaurio de la familia de los iguanadones localizado en un yacimiento de Morella.


Dinosaurios en España

Alpuente, una localidad del interior de Valencia que linda con la provincia de Teruel, es otro de esos lugares que se va abriendo hueco en el campo de la paleontología nacional.  En su término municipal se pueden visitar dos yacimientos de icnitas, que tienen impresas huellas de dinosaurios tanto herbívoros como cazadores carnívoros. Además en su casco urbano se encuentra un pequeño pero completo museo paleontológico que os recomendamos visitar. 

Los fósiles que se encontraban en los yacimientos de Alpuente antes de que abriera su museo arqueológicos se transportaban a la capital provincial, concretamente al Museo de Ciencias Naturales, que se encuentra en el interior de los conocidos jardines de ViverosEste museo muestra varios fósiles de dinosaurios que se han encontrado en diversas excavaciones en varios puntos de la provincia. Además también podemos ver en este museo una magnífica colección de fósiles de vertebrados (en su mayoría mamíferos) que se hallaron en Sudamérica y que integran la colección Rodrigo Botet.


Más al sur, concretamente en la ciudad de Elche, encontramos otro museo paleontológico que está muy bien: el MUPE. Gestionado por la Fundación Cidaris, el Museo Paleontológico de Elche tiene una colección muy interesante, muy completa y que seguro que os llamará la atención. Repasa de manera rigurosa y didáctica la historia de la vida en la Tierra, desde la aparición de los primeros seres vivos hasta nuestros días. La sala más chula es la que muestra varios fósiles de dinosaurio, entre ellos un cráneo de T-Rex, un velocirraptor y un triceratops. Ya os adelantamos que hacen las delicias de los niños. Muy interesantes también son las vitrinas dedicadas a los fósiles valencianos, con restos de varios dinosaurios que vivieron hace decenas de millones de años en nuestras tierras.  

Pero como todo no van a ser museos, os recomendamos la visita a visita a Dino Park Algar, un parque temático que tiene como hilo conductor a los dinosaurios. Se encuentra en la localidad alicantina de Callosa d’En Sarrià a pocos kilómetros de Benidorm, en el paraje donde también se encuentran las Fuentes del Algar. Este parque os asegura un 100% de éxito. Podréis ver réplicas a tamaño real de diferentes dinosaurios. Algunos son gigantescos, otros tienen movimiento y sonido… y hasta aquí podemos leer para no desvelaros algunas sorpresas. Cuenta con un cine en 3D y una piscina muy recomendable en verano. Sus zonas de picnic permiten que os llevéis vuestra comida. Una curiosidad, podréis ver un ejemplar de un árbol, una conífera parecida a un abeto, que vivió en la época de los dinosaurios y que se creía extinta. 


CASTILLA-LA MANCHA

Dinosaurios en España

Como os hemos comentado al hablar de Morella anteriormente, Cuenca sería uno de los vértices del triangulo de los dinosaurios de España. En la provincia de Cuenca se han excavado varios yacimientos paleontológicos de importancia. Algunos de ellos forman lo que se denomina Ruta de los Dinosaurios de Cuenca, que une tres localidades: Fuentes y Cañada del Hoyo, ambas en La Serranía de Cuenca, y la propia capital. 

En Fuentes y Cañada del Hoyo se abrieron dos centros expositivos donde conocer los yacimientos de Lo Hueco y Las Hoyas, respectivamente. En la capital se encuentra el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, el MUPA En este museo se recogen fósiles de los yacimientos conquenses, incluyendo evidentemente los dinosaurios hallados en Lo Hueco y Las Hoyas. En este último se localizó un carnívoro bautizado como Concavenator Corcovatus, que como elemento más destacado tiene una especie de joroba en su lomo. Si os fijáis cuando veáis Jurassic World 2: El reino caído, aparece un concavenator en la sala de los fósiles de la mansión Lockwood.

Dinosaurios en España

Uno de los grandes encantos de este museo, aparte de su colección, es su terraza, donde hay varias réplicas de dinosaurios sobre el fondo de la ciudad de Cuenca. Sin duda una experiencia única. 


ASTURIAS

El Principado de Asturias también se apuntó a la construcción de un museo que albergara la colección paleontológica extraída de los diferentes yacimientos de la zona. Así nació el Museo Jurásico de Asturias o MUJA que se encuentra en Colunga en la conocida como Costa de los Dinosaurios. Y hasta aquí os podemos contar porque... ¡no hemos estado!

Lo sabemos, no hace falta que nos lapidéis. El MUJA es una de nuestras grandes asignaturas pendientes y esperamos resolver pronto este borrón en nuestro dinoexpediente.


Por último indicar que hay otras zonas de España donde también se han hallado restos fósiles de dinosaurios como La Rioja, donde se han localizado bastantes yacimientos de icnitas. Y aunque la presencia de dinosaurios es casi testimonial, no podemos dejar de mencionar el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Dinosaurios en España

Y esto es todo, que ya veis que no es poco. Si en nuestra generación la trilogía de Jurassic Park fue decisiva para encender la dinomoda, la trilogía Jurassic World, que se cerrará el año que viene con el estreno de Jurassic World 3: Dominion, no ha hecho más que incrementar el interés en los dinosaurios. Mientras esperamos a verlos de nuevo en la gran pantalla, iremos a conocerlos “en persona”.  

martes, 8 de junio de 2021

NUESTRA SORPRESA EN EL CIRCO ROMANO DE TARRAGONA

Seguro que alguna vez os ha pasado algo parecido. Teníais muchas ganas de visitar algo (un monumento, un museo, un parque, ¡qué sé yo!) y una vez allí os habéis llevado una tremenda decepción. Algo así nos ocurrió en el circo romano de Tarragona, la antigua Tarraco. Aunque esta sensación de decepción vino al inicio de la visita y poco a poco fue pasando. ¿Queréis saber por qué?

Circo romano de Tarragona

Yo personalmente tenía muchas ganas de ver el circo romano de Tarragona porque es una estructura que me llama la atención. Casi tanto como los acueductos. Los circos eran los edificios más espectaculares del Imperio Romano. Solo las ciudades que eran verdaderamente importantes tenían uno. Tal vez esta manía procede de haberme tragado Semana Santa tras Semana Santa Ben-Hur en la tele. Comprendedme, no soy más que una víctima. 

El circo y la sociedad romana


El circo daba cabida al espectáculo con mayor número de seguidores en la sociedad romana, las carreras de carros. Los carros podían estar tirados por dos caballos (bigas), tres (trigas) o cuatro (cuadrigas), que eran los más habituales, pero también se han documentado tiros de 6, 8 y hasta 10 caballos. Los espectadores se agrupaban por facciones, que se distinguían por el uso de alguno de estos cuatro colores: azul, verde, rojo y blanco. Comprenderéis rápidamente su dinámica si decimos que estas facciones (y sus colores) eran similares a los seguidores de los equipos de fútbol (o del deporte que sea) de la actualidad. Las pugnas entre seguidores eran tremendas y se realizaban apuestas que podían arruinar a una familia. Algunos emperadores llevaban a gala ser hincha de alguna facción.

Los aurigas (los pilotos) eran verdaderas estrellas. Eran venerados como semideidades y alguno traspasó fronteras con su fama. Solían ser esclavos o libertos. El más popular fue Cayo Apuleyo Diocles, que compitió durante 24 años, una cifra brutal teniendo en cuenta que los accidentes estaban a la orden del día. Pero Tarraco también tuvo sus grandes aurigas, como Fuscus y Eutiches. De ambos se conservan en el circo de Tarraco sus lápidas, donde glosaron sus hazañas.

El circo de Tarraco

Circo romano de Tarragona

Refiriéndonos concretamente al circo de Tarraco, tenía unas medidas de 325 metros de longitud y 115 de anchura. Para ponerlo en contexto, el terreno de juego de un campo de fútbol para albergar competiciones internacionales tiene unas longitudes entre 100 y 110 metros de largo y entre 64 y 75 metros de ancho. Además se ha calculado que tendría una capacidad para unos 25.000 espectadores. Con todo no es nada comparado con el Circo Máximo, en Roma, y que con unas medidas de 621 metros de largo y unos 150 metros de ancho. Tenía capacidad para reunir en sus gradas a 250.000 personas, siendo uno de los mayores recintos deportivos de la historia de la Humanidad. De hecho, en la actualidad, el mayor recinto deportivo es el Indianapolis Motor Speedway, sede de las famosas 500 millas de Indianapolis, que puede llegar a albergar a 375.000 personas.


El circo de Tarraco se encuentra muy cerca del anfiteatro, apenas hay que cruzar una calle para llegar. Se encontraba en el interior de las murallas de la ciudad y en su extremo norte (noreste, si queremos ser precisos) se extendía el Foro Provincial. Esto da cuenta de la importancia que tenía este recinto, y de su carácter propagandístico y de exaltación del poder político. 

Los restos visitables

Circo romano de Tarragona

Por desgracia los circos que hay documentados por los distintos territorios que ocuparon los romanos no se conservan demasiado bien. En el caso del de Tarraco se conserva una de las dos curvas que tenía el circo en cada extremo, usada por los carros para girar, y parte de las gradas. Esta curva es la contraria a las carceres, las caballerizas. 

Las gradas se situaban sobre unos enormes pasillos cubiertos por unas bóvedas de cañón, que llevan 2.000 años en pie. Desde la curva nos podemos hacer una ligera idea de cómo sería el circo, ya que, afortunadamente, dos calles han conservado el trazado de la arena, aunque se cargaran el resto. La spina, la parte central y que separaba las dos rectas del recorrido, se ha perdido. 


La decepción nos (me) llegó cuando solo vi un fragmento de curva y arena. Que al principio puede parecer poco, pero oye, ya es más de lo que se conserva del Circo Máximo de Roma. Pero poco a poco fuimos descubriendo los vestigios restantes. Cada vez nos sorprendíamos más. Y lo mejor estaba por llegar. 

El pretorio

Circo romano de Tarragona

Junto al circo se sitúa el pretorio, el edificio desde donde se administraba la provincia romana y también se administraba justicia. Este cargo lo ostentaba el pretor, y de ahí el nombre del edificio. En este edificio se conservan numerosos restos de época romana, como esculturas, estelas funerarias, restos constructivos como una enorme columna, o un sarcófago realmente bonito. 

El pretorio tiene numerosos añadidos posteriores. El más importante fue la construcción en el s. XII sobre la base del pretorio y aprovechando elementos como la denominada bóveda "de Pallol", de un palacio para los reyes de la Corona de Aragón. Más tarde tendría otros usos, como prisión. Un consejo, no dejéis de subir a la terraza del edificio. La vista del centro de Tarragona y del Mediterráneo es realmente fascinante. 


El pretorio ocupaba una de las cuatro esquinas del Foro Provincial. Poco queda ya y la estructura ha desaparecido prácticamente por completo tras tanto tiempo. Hay una plaza, pero ni punto de comparación en tamaño ni decoración. Quedan algunos restos de muralla anexos al pretorio. Aquí se ha situado una escultura de la Loba Capitolina donada por la ciudad de Roma.

Circo romano de Tarragona

Las entradas para el Circo-Pretorio tienen un precio de 3,30 € individualmente. Existe la opción de comprar una entrada conjunta para 4 monumentos romanos de Tarraco. Este bono cuesta 7,40 € u 11,05 € para todos los edificios gestionados por el Museo de Historia de Tarragona. El precio para las familias numerosas es el mismo, pero la misma entrada es válida para toda la familia y no solo para una persona individualmente. Además hay más descuentos para otros colectivos como discapacitados, desempleados, pensionistas y jubilados, grupos, estudiantes mayores de 16 años o familias monoparentales, que pagarían 1,70 €, 3,65 € o 5,50 €, dependiendo del tipo de entrada que adquieran. Además tienen entrada gratuita los menores de 16 años, grupos escolares y los visitantes del cercano parque temático Port Aventura presentando la entrada a dicho parque.


Sin dudarlo, la visita al circo fue un acierto absoluto. A veces no hay que dejarse llevarse por las primeras impresiones. Quizás también deberíamos informarnos antes de lo que vamos a visitar, pero entonces, ¿dónde quedaría el efecto sorpresa? ¿Dónde quedaría esa sensación de descubrir algo inesperado?