jueves, 29 de febrero de 2024

ATERRIZAMOS EN EL CAMPO DE AVIACIÓN DE VILAFAMÉS

Hay episodios de nuestra historia reciente que quizás no conocemos tan bien como lo pensábamos. Hay personas que creen que hay demasiadas películas y libros ambientados en la guerra civil española. Con todas hay momentos y lugares que desconocemos punto un ejemplo sería el aeródromo o Campo de Aviación de Vilafamés.


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

Generalmente se le presta una mayor atención aquellos momentos que fueron cruciales dentro del conflicto o los que se desarrollaron en las grandes ciudades coma y pero fuera de ese gran foco la guerra continuó en varios frentes. Frentes en los que muchas personas vivieron y, lamentablemente, murieron. Descubrir esas pequeñas historias es conocernos un poquito mejor.


La guerra en el cielo


Durante la Gran Guerra (lo que después hemos conocido como Primera Guerra Mundial) se vivieron las primeras batallas aéreas de la historia. Si durante siglos (¡o milenios!) se había combatido sobre tierra y en el mar, el inicio del s. XX vivió la conquista de un nuevo escenario de guerra: los cielos. 

La guerra aérea se divide en dos campos. En primer lugar los primeros bombardeos contra ciudades. Ya sabéis como va esto, se cargan bombas sobre los aviones y se lanzan sobre objetivos que deberían ser militares. En segundo lugar y, quizás lo más espectacular y épico, las batallas en las que un aviador se lanza a derribar a otro. Aquí forjaron su leyenda los primeros Ases del cielo (así, en mayúscula). El más conocido fue Manfred von Richthofen, más conocido por su apodo: El Barón Rojo. Pero hubo más héroes, como Roland Garrós, en cuyo honor se bautizó otro tipo de batalla mucho menos cruenta. 


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

Además del uso más ofensivo, la aviación proporcionó una herramienta táctica muy importante. La altura de los vuelos proporcionaron un punto de vista que anteriormente solo estaba al alcance de las aves. Los enemigos ofrecían menos secretos desde el aire y, además, podían ser fotografiados. La guerra había cambiado por completo. 

Aunque el mundo, principalmente los países europeos, se conjuraron para que jamás se repitiera un conflicto como el que se vivió entre 1914 y 1918, todos sabemos que finalmente tres décadas más tarde Europa se sumió en un nuevo conflicto total. La Guerra Civil Española fue el ensayo general. 


La aviación en la Guerra Civil


Entre 1936 y 1939 España vivió una contienda que marcaría el resto del siglo. No sólo en nuestro país, también en otras naciones cercanas. El apoyo que los nazis alemanes y los fascistas italianos le dieron a las tropas comandadas por Franco una ventaja fundamental frente a las tropas republicanas, que recibieron ayuda de la lejana Unión Soviética.

Basta recordar el bombardeo sobre la localidad vizcaína de Guernika por parte de la Legión Cóndor alemana para vislumbrar los estragos que podía ocasionar este tipo de ataques sobre objetivos militares y, especialmente cruento, sobre objetivos civiles que se protegían como buenamente podían.


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

Como curiosidad, el escritor André Malraux dirigió durante la Guerra Civil la película "Sierra de Teruel", un film en parte documental y en parte ficticia que se basa en la experiencia del propio Malraux como piloto de guerra. La película muestra combates aéreos reales que se produjeron durante la Guerra Civil y que rodó de una forma bastante temeraria. Después los negativos tenían que salir hacia Francia, donde se terminó de rodar.


La importancia del Campo de Aviación de Vilafamés


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

Localizar este aeródromo en Vilafamés no fue una tarea fácil. Aunque él GPS permitió llegar de una manera más o menos sencilla. Pero al finalizar la visita nos dimos cuenta que el navegador nos había llevado por un camino que no era por el que debía de hacerlo. Nuestra recomendación es que no vayáis por el camino más cercano a la CV-15.

El aeródromo 442 fue durante algo más de un año la base más importante de la 4ª Región Aérea de la República Española. Estuvo operativo desde verano de 1937 hasta verano de 1938, con dos etapas. La primera fue, tras su construcción, por el ejército de la República. Desde aquí se dio apoyo aéreo al frente de Teruel. Al final de la primavera de 1938 el ejército franquista tomó Vilafamés y el aeródromo pasó a ser utilizado por la Legión Cóndor. El avance del frente hasta la cercana Batalla del Ebro hizo que se abandonara.  


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

En este año largo de funcionamiento pasaron varios tipos de aeronaves por sus instalaciones: un Hispano Nieuport 52, de fabricación española en la factoría de Hispano-Suiza en Guadalajara (pero diseño francés) y que fue usado por ambos bandos; Polikarpov I-16 “Moscas, de fabricación soviética; Tupolev SB-2 “Katiuskas", también de fabricación soviética, al igual que los Polikarpov I-15 “Chatos”; y, por último, los Messerschmitt BF 109 alemanes. 


442. Campo de Aviación de Vilafamés


En 2019 se inauguró la musealización de este campo de aviación, tras las gestiones conjuntas del ayuntamiento de Vilafamés y el . Las principales piezas que vamos a ver son un perfil a tamaño real en una plancha metálica de un avión Polikarpov I-15 "chato". También se ha reproducido, con una plancha metálica, un piloto de la Legión Cóndor. 

En este espacio se pueden observar varios elementos originales. En primer lugar una torre de telecomunicaciones que también era un transformador eléctrico. Otro elemento son las sinuosas trincheras, que tenían tierra amontonada a ambos lados y que tenían una función de protección en caso de ataque. El personal cercano a ellas podía lanzarse para evitar ser impactado por la metralla. Las trincheras son, quizás, el elemento más destacado del aeródromo, ya que a lo largo de todo el espacio que ocupaba este campo de aviación había una red de túneles que se han recuperado, aunque nosotros no los pudimos visitar.


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

También se ha reconstruido la entrada de un búnker que estaba junto a la zona de aterrizaje y servía para protegerse de los ataques aéreos que pudieran producirse. Sobre éste un edificio del que solo se conservan los cimientos y parte del suelo, y que era uno de los edificios que servía de almacén y polvorín. Al fondo, se encontraban los barracones, hoy desaparecidos.

Por todo el campo de aviación de Vilafamés hay numerosos paneles que nos proporcionarán bastante información y que podrán poner contexto a lo que estamos viendo. No es informativa, pero cabe resaltar que también hay una placa que rinde homenaje a todas aquellas personas que, de un modo u otro, estuvieron relacionados con este campo de aviación. Es bueno tener memoria.


Un trozo de la historia de España


La visita al aeródromo de Vilafamés puede complementar una excursión que incluya el interesantísimo centro de esta localidad en la provincia de Castellón. Siempre es necesario refrescar nuestra memoria y aprender que hubo lugar muy cerca que fueron protagonistas de la historia y estuvieron olvidados.   

Este paseo por la historia está altamente recomendado. Es cierto que este espacio está muy transformado después de 80 años, sobre todo teniendo en cuenta que los terrenos se usaron para cultivar, y hoy están llenos de conejos. De vez en cuando se realizan actividades relacionadas en el aeródromo, en las que hay personas que recrean los uniformes que se utilizaban en la época. Una manera de vivir más intensamente la historia. 


lunes, 19 de febrero de 2024

LOS 5 MUSEOS DE VALENCIA MÁS RECOMENDADOS PARA FAMILIAS

Valencia es una ciudad maravillosa llena de posibilidades. Podéis disfrutar de sus jardines, de su gastronomía, de su entorno natural, o de sus playas. Otra opción muy recomendable y muy destacable es visitar algunos de los museos de Valencia. Los hay muy interesantes y os vamos a recomendar cinco perfectos para toda la familia.

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

En este post vamos a citar algunos de los más destacados y curiosos. Algunos son referencia nacional e internacional en su ámbito, así que no hay excusa para no visitarlos de inmediato. Por cierto, pequeño spoiler, no hemos incluido el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, es el museo de Valencia más visitado y conocido, así que creemos que no hace falta descubrirlo. Y si queréis saber más, ya publicamos hace un tiempo un post.


Museo de Bellas Artes


El Museo de Bellas Artes San Pío V se encuentra en una ubicación privilegiada en la ciudad de Valencia, frente al antiguo cauce del río Turia y junto a los Jardines del Real (o de Viveros, como se les conoce popularmente). Sus instalaciones se hallan en el antiguo Convento del Carmen, que como tantos otros edificios en España, pasó a manos públicas tras las desamortizaciones.

¿Qué podemos ver en el Museo de Bellas Artes de Valencia? Este museo está considerado la segunda pinacoteca más importante de España, lo que es mucho, teniendo en cuenta que solo la supera el Museo del Prado de Madrid. Esto hace que sea el más interesante de los museos de Valencia. En primer lugar veremos una importante colección de pintura medieval, probablemente de las mejores de toda Europa.

También es muy interesante su colección de pintura renacentista y barroca. Entre estas destaca el famoso autorretrato de Velázquez, que comparte sala con otros maestros como José de Ribera, Murillo o Alonso Cano.

Este museo destaca también por la colección de pintores del XIX y el XX. Quizás el más destacado y famoso sea Joaquín Sorolla, que tiene varias obras donde se refleja la luminosidad de sus cuadros. También de otros contemporáneos como Ignacio Pinazo, Muñoz Degraín o Cecilio Pla.

El Patio del Embajador Vich

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

No menos interesante es visitar el denominado Patio del Embajador Vich, la primera construcción arquitectónica renacentista que se hizo en España. Jerónimo Vich era embajador de Fernando II de Aragón (V de Castilla, y el Católico para la mayoría) en Roma. Cuando volvió a Valencia se construyó un palacio con materiales italianos (mármol de Génova) y al estilo que imperaba en Roma, que no era otro que un Renacimiento que todavía no había cruzado el Mediterráneo. Después de varios siglos se desmontó y trasladó a este museo.

El museo abre de martes a domingo de 10:00 a 20:00 ininterrumpidamente. Una de las grandes ventajas de este museo es que es totalmente gratuito, todos los días.


IVAM

 

A finales de los años 80 abre sus puertas en Valencia el Instituto Valenciano de Arte Moderno, más conocido por sus siglas: IVAM. Este museo en el corazón de Valencia desata una fiebre por el arte contemporáneo que se adelanta, entre otros, al Museo Reina Sofía de Madrid o al Museo Patio Herreriano de Valladolid.

Se encuentra en el número 118 de la calle Guillem de Castro, junto al antiguo cauce del río Turia. Está especializado en arte contemporáneo, con una importante colección de obras del s. XX, aunque también tiene una importante colección del pintor valenciano Ignacio Pinazo (sí, también está presente en el Museo de Bellas Artes). Es el segundo más visitado de los museos de Valencia, tras el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Podemos distinguir dos espacios principales. Por un lado el denominado Centro Julio González, el edificio principal y, por otro, la Sala de la Muralla. El primero acoge las salas expositivas, tanto de la colección permanente como de las exposiciones temporales. Su nombre se debe al escultor Julio González, que tiene depositada en el IVAM gran parte de su producción artística.


Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

La Sala de la Muralla se encuentra en el subsuelo, y tiene este nombre porque se encontró parte de la muralla medieval que rodeaba Valencia. Esta muralla recorría, entre otros lugares, la actual calle de Guillem de Castro, para encontrarse, por ejemplo, con las Torres de Quart.

El IVAM está abierto de 10:00 a 19:00 de martes a domingo. Los viernes alarga su horario hasta las 20:00, mientras que los lunes está cerrado al público. Los miércoles desde las 16:00 h. y los domingos la entrada es gratuita.


Museo de Historia de Valencia



Vamos a empezar con una curiosidad, y es que el museo que trata la historia de la ciudad de Valencia no se encuentra en la ciudad de Valencia. Concretamente está en término municipal de Mislata, a pocos metros del límite con Valencia. Pero el edificio es propiedad de la ciudad de Valencia, ya que fue uno de los depósitos de agua que impulsaron su red de agua potable a partir de mediados del s. XIX para combatir las epidemias de cólera que asolaron la ciudad. 

Este es uno de los principales atractivos de este museo de Historia de Valencia, las hermosas arcadas de ladrillo proyectadas por el ingeniero Ildefonso Cerdá, encargado de diseñar el famoso Ensanche de Barcelona, bajo las que se sitúa la historia de una ciudad que se fundó en año 138 a. C. y que ha sido protagonista de numerosos hechos a lo largo de los siglos hasta llegar a nuestros días. 

La lectura de las salas es un poco peculiar. Se estructura alrededor de unos módulos en el que se proyectan unos vídeos que están muy bien hechos y son bastante didácticos. Rodeando a éstos se sitúan los diversos objetos que protagonizan la historia de cada una de las épocas que ha vivido Valencia a lo largo del tiempo. 


Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

Para los niños (y también los mayores, para que mentirnos) recomendamos unos módulos interactivos denominados Máquina del Tiempo. Gracias a un gran mando se podrá viajar a lo largo de la historia. Los niños lo prefieren a estar mirando vitrinas y objetos inanimados.   

El Museo de Historia de Valencia abre de martes a domingos a las 10:00. Los domingos y festivos cierra a las 14:00 y el resto de días el horario se alarga hasta las 19:00. La entrada general cuesta 2€, y las entradas reducidas, 1€ (entre otros colectivos a familias numerosas). Todos los domingos y festivos de apertura la entrada es gratuita y todos los días a menores de 16 años y otros colectivos. 


Museo de Ciencias Naturales


Ya os hablamos de este Museo de Ciencias Naturales de Valencia en un par de posts anteriores. Uno sobre los museos y yacimientos paleontológicos en territorio nacional. Es uno de los museos que más nos gusta en Valencia, porque es bastante interesante. También por su entorno, ya que se encuentra en los Jardines de Viveros, muy cerquita del Museo de Bellas Artes de Valencia (podéis visitar los dos de tacada, si tenéis fuerzas).

La colección se puede dividir en seis partes. La primera, dedicada a la tecnología y el conocimiento, recrea el laboratorio del premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, que fue profesor en la facultad de Medicina de la Universidad de Valencia (que, por cierto, se encuentra bastante cerca de este museo). A continuación se recrea el aula de un colegio de mediados del s. XX, que tiene poco que ver con una actual.

Los fósiles

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

Acto seguido la exposición se dedica a los fósiles. Está dividida en dos partes. En primer lugar la excepcional colección de fósiles de Rodrigo Botet, un ingeniero valenciano que trabajó en Sudamérica, principalmente Uruguay y Argentina a finales del s. XIX. Allí atesoró una enorme colección de fósiles, que es la que se exhibe aquí. Destacan los grandes mamíferos como el megaterio, una especie de perezoso prehistórico gigantesco, los armadillos, o el smilodon, el famoso Tigre Dientes de Sable.

La colección continúa con más fósiles, destacando los de los dinosaurios localizados en distintos yacimientos de la Comunidad Valenciana. La siguiente parte de la exposición es la colección conquiológica, es de decir, de conchas, que fueron donadas a este museo por Eduardo Roselló. Por último se encuentra una colección de minerales y una explicación de la vida silvestre que podemos encontrar en la ciudad de Valencia, y que es bastante asimilable a casi cualquier ciudad española.

El museo abre de martes a sábado de 10:00 a 19:00, sin descanso, mientras que domingos y festivos cierra a las 15:00. La entrada general cuesta 2€ y la reducida 1€.


Museo Nacional de Cerámica


El Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, que es su nombre completo, es uno de los museos de Valencia más interesantes y el único perteneciente a la red de Museos Estatales en la capital valenciana. Su interés se centra en dos puntos. En primer lugar por su colección, ya que la cerámica es uno de los primeros materiales que el ser humano aprendió a controlar y con el que fabricó útiles imprescindibles en su día a día. Pero sobre todo por el edificio que lo alberga, el Palacio del Marqués de Dos Aguas.

Este edificio es muy conocido por su fachada, labrada en alabastro, una de las joyas del rococó valenciano. A ambos lados de la puerta están representadas dos figuras que representan a los ríos Júcar y Turia, las "dos aguas" que dan nombre al marquesado de los antiguos propietarios. Numerosas figuras de ángeles se mezclan con elementos naturales como vegetales, frutas, animales, etc. La fachada está presidida por una Virgen del Rosario.

El interior es una muestra clara de la evolución del edificio, que sobre un palacio gótico realiza una profunda reforma. Se incluyen estancias decoradas para una familia noble del s. XVIII. De aquella época se conservan los muebles y la decoración. Destacan los salones y la sala de baile, que recuerda a otras similares que hay tanto en el Palacio Real de Madrid como en el Palacio de Versailles, pero de mucho menor tamaño. También conservan carrozas de paseo ricamente decoradas.

La colección del Museo

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

Respecto a la colección de cerámica hace un recorrido histórico por este material. Desde las vasijas de la antigüedad a verdaderas obras de arte realizadas en los talleres de la cercana localidad de Manises, conocida por su tradición ceramista. Por otra parte también se puede observar otros usos de la cerámica, como el destinado a realizar azulejos para suelos o paredes. Una de las piezas más interesantes son las cerámicas decoradas por Pablo Ruiz Picasso y dedicadas a este museo.

El Museo de Cerámica de Valencia se encuentra en la calle Poeta Querol, muy cerca del Teatro Principal. El horario de apertura es de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00, excepto domingos y festivos que solo abre en horario de mañanas. La entrada general cuesta 3€ y la reducida 1,5€, aunque sábados por las tardes, domingos y algunas festividades es gratuito, así como para numerosos colectivos, como estudiantes, menores de edad y mayores de 65 años, entre otros muchos.


Más museos en Valencia



Esta es solo una pequeña selección de los museos que podéis visitar en la ciudad de Valencia. Como se suele decir, no están todos los que son, pero son todos los que están. La lista es mucho más extensa y llena de buenas propuestas: el Museo de Prehistoria y L'ETNO, el museo de Etnología (nombrado Museo Europeo del Año 2023), ambos en el Centro Cultural la Beneficencia, y muy cerca del IVAM; el MUVIM, también en la calle Guillem de Castro como los anteriores, el Centro Arqueológico de L'Almoina, en plenísimo centro de la ciudad; el Museo Fallero o el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, que hemos comentado al inicio del post. 

Podríamos seguir, con otros museos y centros culturales que no son de titularidad público. Valencia, en ese aspecto, es una ciudad con una oferta inacabable. Os invitamos a conocerla. La vais a disfrutar. 

viernes, 9 de febrero de 2024

RECORREMOS LA RUTA DE LOS MOLINOS DE BANYERES DE MARIOLA

Unir naturaleza y patrimonio es una gran idea. Ya sabéis, un paisaje bonito con un edificio bonito multiplica su poder de ser bonito. Si a esa mezcla le añadimos un poco de ejercicio, el resultado es de 10. En esta ocasión vamos a desplazarnos a la población alicantina de Banyeres de Mariola, en el interior de la provincia, para descubrir su Ruta de los Molinos. ¿Os venís a hacer el recorrido con nosotros?

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

El curso del río Vinalopó a su paso por Banyeres hizo que se instalaran varios molinos. Éstos aprovechaban la fuerza motora del río para poner en marcha su maquinaria. La introducción de la electricidad hizo que poco a poco esta industria fuera abandonado esta localización para desplazarse a otras zonas al no depender de esta fuente de energía. Ese patrimonio ha sido recuperado hace relativamente poco para que podamos descubrir su historia y no olvidemos que este río fue mucho más que una corriente de agua.


El río Vinalopó como fuente de riqueza


Nacido en la sierra de Mariola, en el término municipal de la cercana Bocairent (aunque pertenece a la provincia de Valencia), el río Vinalopó recorre casi 100 kilómetros por el oeste de la provincia de Alicante hasta que desemboca en Santa Pola. Las poblaciones que atraviesa el Vinalopó son un eje económico fundamental para la provincia y la Comunidad Valenciana, que combina extensiones agrarias con industrias.

Respecto a los productos hortofrutícolas, aunque hay extensiones de frutales destaca, muy por encima del resto de cultivos, la uva de mesa y los viñedos dedicados para vino. Es bastante probable que recibáis el año nuevo con la uva del Vinalopó, que suele estar disponible para su consumo desde finales de agosto. Una fruta de muchísima calidad protegida por la DOP Uva de mesa embolsada del Vinalopó. Respecto a la industria, el calzado y sus derivados tienen un fuerte peso, desde Villena hasta Elche, pasando por Elda. Esta ha sido una industria fundamental que ha logrado que se haya extendido a industrias auxiliares que, a su vez, han diversificado la economía y sus propias salidas al mercado.

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

El Vinalopó no ha sido ajeno a la historia que ha ido transcurriendo en los territorios que riega. Hay que destacar que fue casi frontera entre los reinos cristianos y los almorávides, y después entre los territorios de las coronas de Aragón y Castilla. Los múltiples castillos que jalonan su recorrido dan testimonio de esta tierra de frontera. De hecho hay una ruta de los castillos que tiene un recorrido muy similar al del río Vinalopó y a la autovía A-31, que desde la capital provincial vertebra la comunicación con el interior de la península.

Por estos motivos el río Vinalopó, a pesar de su corto recorrido, es fundamental para la provincia de Alicante. Ya en el pasado tuvo ese importante carácter económico. De ahí que en Banyeres de Mariola decidieran crear una ruta que combinara esa historia con un fantástico paraje natural.


El paraje natural del Molí de l’Ombria


Para arrancar nuestro recorrido nos acercamos al Molí de l’Ombria. Alrededor de este antiguo molino papelero hay una zona de esparcimiento municipal que está realmente bien. Nos sorprendió encontrar un área recreativa tan completa. Si decidís no hacer la Ruta de los Molinos y únicamente pasar el día en esta área recreativa, creemos que merece la pena.

¿Por qué empezar la ruta de los molinos desde aquí? Porque hay un amplio parking donde pudimos aparcar nuestro coche. Bueno, nuestros coches, porque fuimos un grupo grandecito, tanto adultos como niños, y no cabíamos todos en un solo vehículo. 

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

En realidad el parking pertenece al área recreativa Molí de l’Ombría. Esta completa área recreativa que tiene casi de todo. Y es bastante grande. Entre primavera y principio de otoño ofrece una zona de acampada con numerosas plazas para grupos grandes. Ya lo debéis saber, y si no os lo explicamos, una zona de acampada no es lo mismo que un camping, ya que no dispone de gran parte de los servicios de estos últimos y tampoco está vallado y cerrado. Por ejemplo, aquí sí que hay duchas pero en invierno no están operativas (ni los servicios, por cierto) porque las bajas temperaturas pueden hacer que se congele el agua y destroce las cañerías. En un momento dado os puede sacar de un apurillo, o podéis utilizarlo una o dos noches. Importante, sólo se puede acampar con tienda. Campers, caravanas o autocaravanas no pueden acceder. Por cierto, hay un parking para autocaravanas bastante cerca.

Otros de los servicios que ofrece esta área recreativa son mesas de picnic, una zona de juegos infantiles bastante grande y diversa, y algo que nos llamó mucho la atención: una zona de bicicross con obstáculos para que las personas que practiquen este deporte puedan divertirse. Os advertimos que algunos de estos obstáculos necesitan un poco de mantenimiento porque estaban bastante renqueantes, si vais a practicar bicicross echad un ojo antes.


Nos ponemos en marcha en la Ruta de los Molinos


Pero vamos a contaros lo que os habíamos prometido, la Ruta de los Molinos. Esta ruta senderista es muy facilita, con poca dificultad. Tiene pocas pendientes y un trazado que, aunque es lineal, podéis dividir e incluso hacer circular para que no sea excesivamente pesado. Nosotros fuimos con bastantes niños y tardamos en recorrer uno de los tramos, más o menos la mitad, en un poco más de una hora.

Esta ruta senderista une, principalmente, tres antiguos molinos papeleros que había en Banyeres de Mariola. Se complementa con otros vestigios que hay en la zona. Uno de los aspectos que más nos gustó fue la numerosa información sobre la flora y fauna de la zona que se recoge en varios paneles informativos repartidos a lo largo del recorrido. Nuestro hilo conductor va a ser el río Vinalopó que transcurre por aquí en sus primeros kilómetros, casi recién nacido desde la fuente que le da vida en la Sierra de Mariola.

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

Por nuestra parte, como ya hemos dicho, solo hicimos un tramo ya que no nos informamos correctamente. Aunque no estuvo nada mal y nos permitió hacernos una idea bastante precisa de en que consiste esta ruta. Una vez finalizamos nos dimos cuenta que el Molí de l’Ombria se encuentra a mitad del recorrido total. Pero ya era tarde para nosotros. Aún así el recorrido estuvo bastante bien. Está bastante bien señalizado, y los paneles informativos ayudan a no perdernos. 


Los molinos y otros elementos en la ruta


En el tramo de ruta que nosotros realizamos solo pudimos ver uno de los molinos. Está en un estado de conservación bastante malo, que es lo que le ocurre a los edificios cuando no llevan un mantenimiento constante. Pero se pueden apreciar algunas características exteriores de estos edificios. En primer lugar un punto para desviar el agua del río. De esta manera tenían fuerza motora para la maquinaria y agua para realizar la materia prima, en este caso, la pasta de papel. En el exterior, pero dentro del cercado del molino se puede ver lo que fue una balsa y el conducto que devolvía el agua al río. 

Otro de los elementos que pudimos ver durante la ruta fue una acequia. De hecho, se transita por dentro del canal de la acequia durante un tramo. Haya tranquilidad, está sin uso. Transcurre en paralelo al río Vinalopó, pero más elevada que este, algo que también llama la atención. Por último, en el otro lado del río, se pueden visitar los restos de un antiguo horno de cal, un elemento imprescindible en la construcción de viviendas hasta hace relativamente poco.   

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

A todo esto se le suma el patrimonio natural a nuestro alrededor durante la Ruta de los Molinos. El elemento principal es el río Vinalopó, evidentemente. Pero también transitamos por un magnífico bosque mediterráneo, con especies propias de estas tierras, como pinos y carrascas, además de abedules. También paseamos junto a flora de ribera. Y pasamos junto a huertos con frutales. 


Llegar a la ruta de los Molinos de Banyeres de Mariola 


Como ya hemos comentado al principio del post, la ruta de los Molinos se realiza en la localidad de Banyeres de Mariola, que se encuentra en el interior de la provincia de Alicante. Para llegar con vehículo propio es bastante fácil. A través de la autovía A-7 que une Valencia y Alicante por el interior, si llegáis desde Valencia tomad la salida Ontinyent, desviaos hacia Bocairent y a partir de ahí seguid las indicaciones. Si vais desde Alicante, tomad la salida de Onil y continuad por la CV-802 o CV-803. La verdad es que está bien señalizado.

Una ruta fantástica para cualquier época del año (siempre que no haga un calor excesivo). Es fácil, al menos el tramo que realizamos. Otra característica fantástica es que se puede escalar y continuar hasta completar los poco más de 5 kilómetros totales (contando ida y vuelta). Estamos convencidos de que vais a disfrutar del paseo en una zona preciosa de nuestro interior.