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lunes, 19 de febrero de 2024

LOS 5 MUSEOS DE VALENCIA MÁS RECOMENDADOS PARA FAMILIAS

Valencia es una ciudad maravillosa llena de posibilidades. Podéis disfrutar de sus jardines, de su gastronomía, de su entorno natural, o de sus playas. Otra opción muy recomendable y muy destacable es visitar algunos de los museos de Valencia. Los hay muy interesantes y os vamos a recomendar cinco perfectos para toda la familia.

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

En este post vamos a citar algunos de los más destacados y curiosos. Algunos son referencia nacional e internacional en su ámbito, así que no hay excusa para no visitarlos de inmediato. Por cierto, pequeño spoiler, no hemos incluido el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, es el museo de Valencia más visitado y conocido, así que creemos que no hace falta descubrirlo. Y si queréis saber más, ya publicamos hace un tiempo un post.


Museo de Bellas Artes


El Museo de Bellas Artes San Pío V se encuentra en una ubicación privilegiada en la ciudad de Valencia, frente al antiguo cauce del río Turia y junto a los Jardines del Real (o de Viveros, como se les conoce popularmente). Sus instalaciones se hallan en el antiguo Convento del Carmen, que como tantos otros edificios en España, pasó a manos públicas tras las desamortizaciones.

¿Qué podemos ver en el Museo de Bellas Artes de Valencia? Este museo está considerado la segunda pinacoteca más importante de España, lo que es mucho, teniendo en cuenta que solo la supera el Museo del Prado de Madrid. Esto hace que sea el más interesante de los museos de Valencia. En primer lugar veremos una importante colección de pintura medieval, probablemente de las mejores de toda Europa.

También es muy interesante su colección de pintura renacentista y barroca. Entre estas destaca el famoso autorretrato de Velázquez, que comparte sala con otros maestros como José de Ribera, Murillo o Alonso Cano.

Este museo destaca también por la colección de pintores del XIX y el XX. Quizás el más destacado y famoso sea Joaquín Sorolla, que tiene varias obras donde se refleja la luminosidad de sus cuadros. También de otros contemporáneos como Ignacio Pinazo, Muñoz Degraín o Cecilio Pla.

El Patio del Embajador Vich

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

No menos interesante es visitar el denominado Patio del Embajador Vich, la primera construcción arquitectónica renacentista que se hizo en España. Jerónimo Vich era embajador de Fernando II de Aragón (V de Castilla, y el Católico para la mayoría) en Roma. Cuando volvió a Valencia se construyó un palacio con materiales italianos (mármol de Génova) y al estilo que imperaba en Roma, que no era otro que un Renacimiento que todavía no había cruzado el Mediterráneo. Después de varios siglos se desmontó y trasladó a este museo.

El museo abre de martes a domingo de 10:00 a 20:00 ininterrumpidamente. Una de las grandes ventajas de este museo es que es totalmente gratuito, todos los días.


IVAM

 

A finales de los años 80 abre sus puertas en Valencia el Instituto Valenciano de Arte Moderno, más conocido por sus siglas: IVAM. Este museo en el corazón de Valencia desata una fiebre por el arte contemporáneo que se adelanta, entre otros, al Museo Reina Sofía de Madrid o al Museo Patio Herreriano de Valladolid.

Se encuentra en el número 118 de la calle Guillem de Castro, junto al antiguo cauce del río Turia. Está especializado en arte contemporáneo, con una importante colección de obras del s. XX, aunque también tiene una importante colección del pintor valenciano Ignacio Pinazo (sí, también está presente en el Museo de Bellas Artes). Es el segundo más visitado de los museos de Valencia, tras el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Podemos distinguir dos espacios principales. Por un lado el denominado Centro Julio González, el edificio principal y, por otro, la Sala de la Muralla. El primero acoge las salas expositivas, tanto de la colección permanente como de las exposiciones temporales. Su nombre se debe al escultor Julio González, que tiene depositada en el IVAM gran parte de su producción artística.


Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

La Sala de la Muralla se encuentra en el subsuelo, y tiene este nombre porque se encontró parte de la muralla medieval que rodeaba Valencia. Esta muralla recorría, entre otros lugares, la actual calle de Guillem de Castro, para encontrarse, por ejemplo, con las Torres de Quart.

El IVAM está abierto de 10:00 a 19:00 de martes a domingo. Los viernes alarga su horario hasta las 20:00, mientras que los lunes está cerrado al público. Los miércoles desde las 16:00 h. y los domingos la entrada es gratuita.


Museo de Historia de Valencia



Vamos a empezar con una curiosidad, y es que el museo que trata la historia de la ciudad de Valencia no se encuentra en la ciudad de Valencia. Concretamente está en término municipal de Mislata, a pocos metros del límite con Valencia. Pero el edificio es propiedad de la ciudad de Valencia, ya que fue uno de los depósitos de agua que impulsaron su red de agua potable a partir de mediados del s. XIX para combatir las epidemias de cólera que asolaron la ciudad. 

Este es uno de los principales atractivos de este museo de Historia de Valencia, las hermosas arcadas de ladrillo proyectadas por el ingeniero Ildefonso Cerdá, encargado de diseñar el famoso Ensanche de Barcelona, bajo las que se sitúa la historia de una ciudad que se fundó en año 138 a. C. y que ha sido protagonista de numerosos hechos a lo largo de los siglos hasta llegar a nuestros días. 

La lectura de las salas es un poco peculiar. Se estructura alrededor de unos módulos en el que se proyectan unos vídeos que están muy bien hechos y son bastante didácticos. Rodeando a éstos se sitúan los diversos objetos que protagonizan la historia de cada una de las épocas que ha vivido Valencia a lo largo del tiempo. 


Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

Para los niños (y también los mayores, para que mentirnos) recomendamos unos módulos interactivos denominados Máquina del Tiempo. Gracias a un gran mando se podrá viajar a lo largo de la historia. Los niños lo prefieren a estar mirando vitrinas y objetos inanimados.   

El Museo de Historia de Valencia abre de martes a domingos a las 10:00. Los domingos y festivos cierra a las 14:00 y el resto de días el horario se alarga hasta las 19:00. La entrada general cuesta 2€, y las entradas reducidas, 1€ (entre otros colectivos a familias numerosas). Todos los domingos y festivos de apertura la entrada es gratuita y todos los días a menores de 16 años y otros colectivos. 


Museo de Ciencias Naturales


Ya os hablamos de este Museo de Ciencias Naturales de Valencia en un par de posts anteriores. Uno sobre los museos y yacimientos paleontológicos en territorio nacional. Es uno de los museos que más nos gusta en Valencia, porque es bastante interesante. También por su entorno, ya que se encuentra en los Jardines de Viveros, muy cerquita del Museo de Bellas Artes de Valencia (podéis visitar los dos de tacada, si tenéis fuerzas).

La colección se puede dividir en seis partes. La primera, dedicada a la tecnología y el conocimiento, recrea el laboratorio del premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, que fue profesor en la facultad de Medicina de la Universidad de Valencia (que, por cierto, se encuentra bastante cerca de este museo). A continuación se recrea el aula de un colegio de mediados del s. XX, que tiene poco que ver con una actual.

Los fósiles

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

Acto seguido la exposición se dedica a los fósiles. Está dividida en dos partes. En primer lugar la excepcional colección de fósiles de Rodrigo Botet, un ingeniero valenciano que trabajó en Sudamérica, principalmente Uruguay y Argentina a finales del s. XIX. Allí atesoró una enorme colección de fósiles, que es la que se exhibe aquí. Destacan los grandes mamíferos como el megaterio, una especie de perezoso prehistórico gigantesco, los armadillos, o el smilodon, el famoso Tigre Dientes de Sable.

La colección continúa con más fósiles, destacando los de los dinosaurios localizados en distintos yacimientos de la Comunidad Valenciana. La siguiente parte de la exposición es la colección conquiológica, es de decir, de conchas, que fueron donadas a este museo por Eduardo Roselló. Por último se encuentra una colección de minerales y una explicación de la vida silvestre que podemos encontrar en la ciudad de Valencia, y que es bastante asimilable a casi cualquier ciudad española.

El museo abre de martes a sábado de 10:00 a 19:00, sin descanso, mientras que domingos y festivos cierra a las 15:00. La entrada general cuesta 2€ y la reducida 1€.


Museo Nacional de Cerámica


El Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, que es su nombre completo, es uno de los museos de Valencia más interesantes y el único perteneciente a la red de Museos Estatales en la capital valenciana. Su interés se centra en dos puntos. En primer lugar por su colección, ya que la cerámica es uno de los primeros materiales que el ser humano aprendió a controlar y con el que fabricó útiles imprescindibles en su día a día. Pero sobre todo por el edificio que lo alberga, el Palacio del Marqués de Dos Aguas.

Este edificio es muy conocido por su fachada, labrada en alabastro, una de las joyas del rococó valenciano. A ambos lados de la puerta están representadas dos figuras que representan a los ríos Júcar y Turia, las "dos aguas" que dan nombre al marquesado de los antiguos propietarios. Numerosas figuras de ángeles se mezclan con elementos naturales como vegetales, frutas, animales, etc. La fachada está presidida por una Virgen del Rosario.

El interior es una muestra clara de la evolución del edificio, que sobre un palacio gótico realiza una profunda reforma. Se incluyen estancias decoradas para una familia noble del s. XVIII. De aquella época se conservan los muebles y la decoración. Destacan los salones y la sala de baile, que recuerda a otras similares que hay tanto en el Palacio Real de Madrid como en el Palacio de Versailles, pero de mucho menor tamaño. También conservan carrozas de paseo ricamente decoradas.

La colección del Museo

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

Respecto a la colección de cerámica hace un recorrido histórico por este material. Desde las vasijas de la antigüedad a verdaderas obras de arte realizadas en los talleres de la cercana localidad de Manises, conocida por su tradición ceramista. Por otra parte también se puede observar otros usos de la cerámica, como el destinado a realizar azulejos para suelos o paredes. Una de las piezas más interesantes son las cerámicas decoradas por Pablo Ruiz Picasso y dedicadas a este museo.

El Museo de Cerámica de Valencia se encuentra en la calle Poeta Querol, muy cerca del Teatro Principal. El horario de apertura es de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00, excepto domingos y festivos que solo abre en horario de mañanas. La entrada general cuesta 3€ y la reducida 1,5€, aunque sábados por las tardes, domingos y algunas festividades es gratuito, así como para numerosos colectivos, como estudiantes, menores de edad y mayores de 65 años, entre otros muchos.


Más museos en Valencia



Esta es solo una pequeña selección de los museos que podéis visitar en la ciudad de Valencia. Como se suele decir, no están todos los que son, pero son todos los que están. La lista es mucho más extensa y llena de buenas propuestas: el Museo de Prehistoria y L'ETNO, el museo de Etnología (nombrado Museo Europeo del Año 2023), ambos en el Centro Cultural la Beneficencia, y muy cerca del IVAM; el MUVIM, también en la calle Guillem de Castro como los anteriores, el Centro Arqueológico de L'Almoina, en plenísimo centro de la ciudad; el Museo Fallero o el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, que hemos comentado al inicio del post. 

Podríamos seguir, con otros museos y centros culturales que no son de titularidad público. Valencia, en ese aspecto, es una ciudad con una oferta inacabable. Os invitamos a conocerla. La vais a disfrutar. 

lunes, 29 de enero de 2024

SISTERNAS, APRENDIENDO DE UN TIEMPO QUE SE NOS VA

Constantemente estamos buscando cosas que hacer, lugares que ver y nuevas sensaciones que experimentar. Nosotros creemos firmemente que esto nos enriquece como personas y que forma parte del aprendizaje vital. Por eso cuando encontramos un lugar que nos permitió hacer un 3x1 nos pareció fantástico. Por ese motivo os recomendamos la visita al Caserío de Sisternas, en la comarca de Utiel-Requena

Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va

Con esta localización es fácil que os suene, ya que es una de las Denominaciones de Origen vinícolas que existen en la Comunidad Valenciana, y no es nueva, ¡reconocida desde 1923! Dentro de ese pack triple de actividades se incluye una cata de vinos de la zona, por supuesto. La visita se complementa con un escape room y una visita a un museo de la vida rural ¿Queréis saber más?

 

Un modo de vida que se está perdiendo


El caserío de Sisternas se encuentra entre las localidades de Venta del Moro y Requena. Se trata de una antigua casa de campo, una explotación agrícola que se podía autoabastecer. En otros lugares también se las conoce como alquerías o masías, con sus pequeñas diferencias dependiendo del territorio. La vida agrícola era muy dura y en algunas partes de España no era lo suficientemente productiva, por lo que era imprescindible realizar diferentes trabajos para subsistir.

Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va


Sisternas es un museo agrícola y etnológico reconocido por la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana. La visita está guiada por uno de los hijos del antiguo propietario, tercera generación de habitantes de este lugar. Esto le da un valor añadido, porque a la explicación se le une ese punto sentimental que mejora sensiblemente la visita.

Durante la visita recorreremos tanto las distintas estancias que se dedicaban a realizar los múltiples trabajos de cada día, como la parte de la vivienda. Nos enseñarán cómo era el trabajo y la vida cotidiana a través de herramientas, vehículos, accesorios para los animales y un sinfín de objetos domésticos, incluyendo una curiosa paridera. Es muy interesante la visita con niños puesto que esta es una forma de vida que se está perdiendo. Ojo, en muchos casos los adultos también desconocen algunos de los procesos que se realizaban para la obtención de alimentos.


Seguro que desde el inicio de la visita os dais cuenta de que las cartelas están realizadas a mano con cartulina y rotulador. Esto tiene una explicación, las realizó el padre del actual propietario que fue quien empezó a recoger los materiales que podemos ver. Poco a poco fue organizando este museo. Su hijo, por cariño a su padre, ha decidido no cambiarlas y mantenerlas, lo que nos parece un bonito detalle.


Colaborar para ganar


Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va

Ahora que ya hemos acabado la visita al museo de la vida rural, vamos a realizar la segunda actividad del día: el reto de un escape room. Ya os contamos en otro post de este blog qué significa este tipo de juegos que está volviendo loca a muchísima gente. En este caso, afortunadamente, fuimos un grupo bastante grande y eso permitió que desde un principio nos pudieran dividir, lo que enriquece el juego.

Nada más entrar ya tuvimos la primera sorpresa y el primer reto. No vamos a hacer spoiler, ni de los acertijos ni de lo que ocurre, que no hay que chafar la experiencia a nadie. Sólo os diremos que está tematizada entre finales de los 60 y principios de los 70 (del s. XX, claro). Los dos grupos tuvimos que tener coordinación extra para lograr salir de la casa, que es el objetivo final.

Este escape room nos pareció bastante divertido, aunque en algún momento nos quedamos un poco atascados. Pero con alguna pequeña ayuda, y más teniendo en cuenta que fuimos con niños, pudimos resolver los acertijos que se nos resistían. Nada más os contaremos que conseguimos salir antes de que acabara el tiempo.¡Reto superado! 

Aunque parezca mentira, ya habíamos agotado media tarde con la visita al museo de la vida rural y después jugando en el escape room. Así que ya era momento de realizar una actividad, digamos, un poco más dirigida a los adultos. 


Cata de vinos de la zona


Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va

Como acabamos de comentar, también a los adultos nos correspondía realizar alguna actividad. Y esta fue una cata de vinos de la zona. En la provincia de Valencia hay dos DO. Una es Requena-Utiel, como se ha indicado al inicio del post, y la otra es Valencia. En ambas zonas se sabe que se elaboraba vino desde que los íberos habitaban estos territorios. 

La marca turística de esta zona del interior valenciano, Tierra Bobal, está plenamente asociada al vino. La bobal es la uva más característica de esta zona. Es una variedad de uva que proporciona unos vinos tintos, con un color menos intenso que otras como el tempranillo, syrah o cabernet sauvignon, por ejemplo, pero de un sabor propio, algo más ácido que otras uvas y que recuerda a la fruta madura. Pero los vinos tienen bastante carácter y entran bien. 

Durante la cata probamos varios vinos. Evidentemente empezamos con un tinto bobal. Los vinos que probamos fueron un blanco, un tinto reserva y, para acabar, un cava. Todos producidos en bodegas de la zona. Sí, también el cava, con DO. Los cavas producidos en Requena-Utiel van ganando popularidad año tras año. Nosotros nos hemos aficionado a los vinos valencianos (también a los de la DO Alicante) y nos gustan bastante. 

La cata estuvo acompañada por una degustación de embutidos y quesos, también de la zona. Todo buenísimo. Todo muy kilómetro cero. De esta manera se consiguen dos objetivos. El primero, aprender a maridar los vinos. El segundo, si no comiéramos algo durante la cata el que debería hacer kilómetro cero es el coche. 


Entre viñas


Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va

La finca donde se ubica Sisternas está rodeada de viñedos. De esta manera es mucho más fácil ponerse en situación. Cuando estuvimos las cepas todavía estaban desnudas. En algunas empezaban a brotar unas tímidas hojas primerizas. Nos dijeron que pronto los viñedos estarían cubiertos de verde y empezarían a crecer las uvas de la próxima campaña. A finales del verano cayó una terrible granizada que arruinó gran parte de la cosecha. Viendo las noticias nos invadió una sensación de tristeza. 

Pero no caigamos en el desánimo. Es lo contrario de lo que se pretende en lugares tan especiales como Sisternas, que procuran felicidad por triplicado. Como los antiguos formularios. Modos de vida que están condenados a desaparecer y que debemos conocer y transmitir.


viernes, 29 de diciembre de 2023

LA EXPOSICIÓN SOBRE MOMIAS EN CAIXAFORUM VALENCIA DE LA QUE TODO EL MUNDO HABLA

El antiguo Egipto ejerce una fascinación irrefrenable a muchísimas personas. Tal vez sea el exotismo del propio país, los misterios que encierra un desierto que es atravesado por un río que cada año le insufla vida, o por sus ritos funerarios entre los que se incluyen la construcción de las tumbas más espectaculares que ha conocido la humanidad y, sobre todo, el rito de la momificación. Por ese motivo la exposición Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas en CaixaForum Valencia está siendo una de las más comentadas de esta temporada.

La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Os prometemos que, como ya hemos dicho en otra ocasión, CaixaForum no nos paga por hacer publicidad, ojalá lo hiciera, nosotros estaríamos encantados, pero es que lleva encadenando varios meses exposiciones muy interesantes y de mucho nivel. Esta exposición,  en colaboración con el British Museum, es un viaje que recorre la historia del antiguo Egipto a través de seis momias.


6 momias, 6 momentos del antiguo Egipto


Como hemos avanzado, la exposición Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas se centra en la exhibición de seis momias de diferentes periodos de la historia del antiguo Egipto. Cada una de estas momias da pie a que se pueda mostrar seis diferentes temas, cada uno referido a una de las momias. Por su parte, cada momia tiene su propia sala.

Quizás sea esta visión transversal de la vida en el antiguo Egipto la que haya conquistado al público valenciano que, a través del boca a boca, ha conseguido llenar esta muestra. Evidentemente la calidad de la exposición ayuda a que nos sumerjamos en este viaje a través de la historia.

La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Si bien las momias son las verdaderas estrellas de la exposición, no podemos dejar de lado todo el material adicional que las acompaña. Es un contenido muy interesante y, en muchos casos, tremendamente sorprendente. Gracias a estas piezas conseguiremos conocer mejor como era la vida cotidiana tanto de las momias como de aquellas personas que las acompañaron a lo largo de su existencia.

La momificación es el más conocido de los ritos funerarios del antiguo Egipto. Se practicaba únicamente a personas cercanas a las esferas de poder. Podían ser el faraón, en primer lugar, pero también podían ser momificados sus familiares directos que, además, solían formar parte de la corte. Es decir, el pueblo llano era enterrado y su cuerpo no se preparaba para la vida en el más allá, o al menos no del mismo modo como lo hacían con los faraones y las clases nobles.


Las momias y su actual estudio


La exposición Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas es un puente entre épocas. En primer lugar vamos a recorrer unos 850 años en la civilización egipcia. Estos ocho siglos y medio son los que separan la primera y la sexta, y última, momia. No hay una progresión lineal, ya que las cuatro momias más antiguas se datan entre el 800 y el 600 aC, mientras que las dos últimas se datan entre el 100 aC y el 55 dC, en los períodos ptolemaicos y romanos, respectivamente. 

Aprenderemos en CaixaForum que las momias también se han visto beneficiadas por la evolución de la tecnología. Hace pocas décadas para estudiar las momias era imprescindible cortar los vendajes. Era la única forma posible para descubrir que se encontraba debajo de las capas visibles. Ahora con técnicas médicas que ya se han incorporado a la investigación como el TAC no es necesario estudiar los cuerpos de una forma invasiva. La incorporación de esta tecnología permite, además, saber de que murieron y, de esta manera, conocer más acerca de la vida cotidiana hace varios milenios. ¡Si hasta se llegaron a machacar las momias para obtener un pigmento!

La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Cada momia se acompaña en la exposición de su correspondiente sarcófago. Vamos a ver una evolución en estos elementos funerarios. Los materiales utilizados o la decoración varían en cada período. Puede que a ojos de cualquiera esto nos pueda pasar desapercibido, pero gracias a las explicaciones podremos observar estas variaciones a través del tiempo, que al fin y al cabo son un reflejo de su momento.

Si en estos días oímos constantemente eso de la apropiación cultural, no es algo nuevo. Los romanos ya la practicaban con los pueblos a los que conquistaban. Adquirían sus costumbres, prácticas y creencias, mientras las transformaban en mayor o menor medida según les convenía. Sus prácticas llegan hasta nuestros días y otras civilizaciones aprendieron de ellos para realizar el mismo proceso. La llegada de la dinastía de los Ptolomeos, tras la conquista de Egipto por las tropas de Alejandro Magno marcó la helenización del arte egipcio. Un proceso que los romanos acelerarían, creando un arte híbrido muy interesante. 


La vida cotidiana del antiguo Egipto



En la primera sala nos encontramos con un anticipo de lo que vamos a ver durante el resto de la exposición. Aquí nos explican el proceso de momificación. Esta práctica no solo era un modo de preservar los cadáveres para prepararlos para la otra vida, sino que también conllevaba un rito que era imprescindible en la religión egipcia. Como temática principal de esta sala nos encontramos la relación del antiguo Egipto con la muerte, no solo ante la modificación. Las piezas formaban parte de los ajuares de las tumbas. Entre otras veremos estelas, papiros, pequeñas reproducciones de elementos de la vida egipcia o un piramidión, la pieza en forma de pirámide que coronaba las pirámides, valga la redundancia.

En la segunda sala la momia de Penamunnebnesuttawy, un sacerdote, nos sirve para adentrarnos en la religiosidad del antiguo Egipto (obviamente nos ha encantado escribir su nombre). Probablemente ya conozcamos parte de su panteón, con dioses que nos suenan, aunque sea de las películas: Horus, Ra, Osiris, Anubis... La religión, como sucede hoy en día, era una práctica pública, pero también privada. Por ese motivo hemos encontrado pequeñas estatuillas que representan a esos dioses, y que protegían hogares y tumbas. 

La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Tendemos a ver el antiguo Egipto como un civilización que apenas sufrió cambios. Pero no fue así. A pesar de que sus esculturas pretendían a través de su hieratismo y de los materiales empleados trascender a todas sus generaciones, su sociedad fue cambiando en algunos aspectos. La adoración de uno u otro dios también tuvo sus modas. 


Otros aspectos que repasa la exposición Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas son la alimentación y los elementos que demostraban el estatus, como las joyas o la ropa. Evidentemente, y una vez más, aquí se aprecia la diferencia entre las clases nobles y el pueblo llano.


El mundo infantil en el país de los faraones


La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Probablemente la momia que más nos sorprende a todos es la de un niño de corta edad. Precisamente por la edad siempre pensamos que las momias se realizaron a adultos, incluso con una edad avanzada. Pero hay que recordar que la esperanza de vida en el antiguo Egipto era muy corta, rondando los 30 años. Ya sabréis que la momia más famosa ever, la de Tutankamón, transitó al más allá con solo 19 años. Puede que la consanguinidad familiar tuviera algo que ver. Todo esto siempre y cuando se consiguiera sobrevivir a la niñez. Hay estudios que cifran la supervivencia en solo uno de cada seis menores.

Esta momia infantil nos trasladará al mundo infantil egipcio. Por las vitrinas de esta sala podremos contemplar diversos juegos o juguetes. Algunos muy parecidos a algunos con los que se puede jugar hoy en día. Calzado y vestuario, además de otros elementos cotidianos, completan esta parte de la exposición. 

Esperamos que os haya picado el gusanillo y tengáis ganas de visitar esta exposición. Este proyecto conjunto con el British Museum se podrá visitar en el CaixaForum valenciano hasta el próximo 21 de enero, para después viajar a Zaragoza. Aprovechad, es una gran muestra, muy interesante y que nos va a redescubrir una civilización que todavía tiene muchos enigmas que resolver.

viernes, 8 de diciembre de 2023

SIN EL BELÉN DE ROCA NO HAY NAVIDAD

No somos una familia muy tradicional, o al menos eso creemos. Tampoco somos una familia religiosa. Pero sí que hay algunas tradiciones que nos gustan. Como ya estamos cerca de la Navidad confesamos que una de nuestras aficiones durante las Pascuas es visitar belenes. Sobre todo si son como el increíble Belén de Roca.

Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Este nacimiento es uno de los más impresionantes que hemos visto. Tiene un gran número de figuras y nació de la mano de un grupo de amigos que tenían una afición común, conocimientos de escultura y pintura y, como es fundamental, espacio suficiente. 


Nos dirigimos a visitar el Belén de Roca 


El Belén de Roca se encuentra en el barrio de Roca, una pedanía de la población valenciana de Meliana. Se encuentra al norte de la capital, bastante cerca, a unos 7 kilómetros. Una de las ventajas, si estáis en la capital, es que podéis llegar con el tren a través de la línea de cercanías C-6, parando en la estación Roca-Cúper.

En caso de que acudáis con un vehículo particular, deberéis de tomar la V-21 y tomar la salida 15 desde Valencia, o la 14 si llegáis desde el norte, y seguir las indicaciones. Para los que tienen nivel experto, se puede llegar a través de Meliana y otros municipios de la comarca de L'Horta Nord.


Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Una vez estáis en el barrio no es excesivamente complicado encontrar dónde se encuentra el Belén. Un letrero luminoso en la calle principal nos lo indica. Además suele haber bastante cola, formada por los curiosos que quieren ver este belén. No es para menos que haya tanta gente expectante para visitar este nacimiento, que ya se ha convertido en un clásico de la Navidad valenciana.


La historia del belén de Roca


Todo comenzó en el año 1980 cuando un grupo de amigos y vecinos de este barrio empezó a montar un pequeño belén. En aquellos años se montaba duranta la temporada navideña en una planta baja que les dejaban. El primer año que montaron el belén ganaron el tercer premio en el concurso local. Eso les animó a intentar mejorar para el año siguiente. Lo hicieron, y consiguieron el primer premio. A partir de ahí cada año ha sido una mejora constante, no solo aumentando el número de figuras, sino también la realización de escenas y dioramas.

En el año 2005 se trasladaron al local donde se puede ver el Belén de Roca actualmente. En sus inicios estaban justo enfrente, donde ahora hay un restaurante. Esto les permitió que no tuvieran que desmontar el belén al final de cada temporada navideña y volverlo a montar al inicio. Hay que tener en cuenta que son miles de figuras. Cada año el Belén ha ido creciendo poquito a poco hasta convertirse en un emblema, casi en identidad de esta zona de Valencia y de su provincia.


Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Y así, como quien no quiere la cosa, cada Navidad son cientos las personas que se acercan a admirar este maravilloso belén que nació de la iniciativa de unos amigos. El boca a boca y las progresivas apariciones en medios de comunicación, locales primero y autonómicos y nacionales después, supusieron un empujón para que cada vez más personas quisieran acercarse hasta el barrio de Roca para ver su fantástico belén.


Un belén monumental


Monumental es la palabra que mejor define el Belén de Roca porque tanto en tamaño como en número de figuras es absolutamente impresionante. Actualmente ocupa una superficie de 50 metros cuadrados (más que algún pido) y tiene más de ¡7000 figuras!, convirtiéndose en el belén con más figuras en España. De esta manera pueden representar numerosas escenas del Belén tradicional como la Huida a Egipto, la Anunciación a los pastores o la Adoración de los Magos.

Además, el Belén de Roca ha introducido escenas costumbristas valencianas en el local. No en el Belén tradicional, si no fuera del espacio central. De esta manera añaden otros dioramas a este completísimo belén con un toque valenciano que permite salir un poco de la ortodoxia, de las escenas más tradicionales.

Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Durante la visita, los numerosos espectadores avanzamos en una procesión lenta porque no queremos perdernos ninguno de los detalles. Porque este Belén tiene detalles… ¡todos! Aquí un niño jugando, allá un perro, un panadero sacando el pan del horno o esta escalera que forma un estrecho callejón lleno de vida. Por no hablar de la búsqueda de caganers y meones... 

Cada cierto tiempo hay un pequeño espectáculo de luces y sonido. Hay una proyección de luces y unos efectos que imitan un amanecer, la Anunciación de la llegada del nuevo Dios. En ese momento todo el público se detiene para observar las luces, muy atentos para no perderse nada de este pequeño show.


Tarifas y horarios


La entrada al Belén de roca es gratuita pero hay que aportar un donativo. Este donativo, como ellos mismos explican en su página web, se destina a sufragar los gastos corrientes del Belén y la cantidad restante la dedican a colaborar con una causa solidaria a través de una entidad local. Sin embargo, si la visita se realiza fuera de la temporada navideña, algo que solo se permite a grupos con reserva previa, la entrada cuesta 1 euro.

Otra forma de financiación que tienen es la venta de figuritas y adornos para el belén, para el nuestro, el de casa. Hay figuras listas para colocar, otras que deben pintarse, y objetos de toda clase para darle un poco de realismo y de juego a nuestro nacimiento. Además, es otra manera de poder colaborar un poco con esta iniciativa que, como hemos visto, tiene su cara solidaria.


Sin el Belén de Roca no hay Navidad

En cuanto a las fechas de apertura, el Belén de Roca se puede visitar desde principios de diciembre, cuando parece que la Navidad va tomando velocidad de crucero, hasta pasar el Día de Reyes.  Concretamente en este 2023 será desde el 2 de diciembre al 7 de enero. El horario es de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Durante el período navideño abren todos los días.

Por último un consejo. Os recomendamos que, especialmente si visitáis el Belén de Roca por la tarde, vayáis abrigados. Aunque es una zona urbana se encuentra en un espacio apartado de la ciudad y rodeado de campos, es decir, bastante despejado. La espera se os puede hacer un poco larga ya que estamos en invierno, y aunque en la Comunidad Valenciana las temperaturas son suaves, suele hacer un poco de frío y el viento que sopla es húmedo por la proximidad del mar.



Sí, como a nosotros, os gusta visitar belenes durante las fechas navideñas, uno de los que tenéis que tener en vuestra lista apuntado es el Belén de Roca. No os perdáis este magnífico nacimiento porque estamos convencidos de que os va a encantar y que querréis repetir.

sábado, 18 de noviembre de 2023

DISFRUTANDO DEL MERCADO CENTRAL DE VALENCIA CON LOS CINCO SENTIDOS

Valencia fue fundada por los romanos en el siglo I antes de Cristo. Pero fue más de diecinueve siglos después cuando se levantó el templo pagano más importante que ha tenido la ciudad. Sus dioses provienen de la tierra, del mar, e incluso alguno del cielo. Y además se incita al pecado. Concretamente a la gula e incluso un poquito a la lujuria. Ese templo es el Mercado Central de Valencia.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Este templo es también un lugar donde vivir plenamente eso que sea dado en denominar turismo experiencial. El Mercado Central de Valencia necesita los cinco sentidos para poder ser vivido con plenitud e intensidad.

La historia del Mercado Central de Valencia



Si nos vamos unos pocos siglos atrás en el tiempo veremos que nuestra sociedad no ha cambiado demasiado en algunos aspectos. Uno es la provisión diaria de alimentos. Cuando las ciudades se asientan plenamente y la sociedad se diversifica el grueso de la población ya no se dedica a la agricultura, sino solo una parte que intercambia bienes y servicios. Vamos, lo que ocurre hoy en día. Quien no cultivaba sus alimentos debía ir a la compra para poder tener un cierto surtido. Nada que no conozcamos. 

En el espacio donde actualmente se encuentra el Mercado Central de Valencia se ponía todos los días el mercado ambulante,  parecido a lo que hoy llamaríamos mercadillo. Cada uno en sus puestos o paradas vendía sus productos: carne, huevos, pescado, verduras o fruta, así como especias y otra serie de útiles necesarios para la vida diaria. Fue en este lugar donde a finales del siglo XIX se asienta la idea de levantar un edificio en el que se diera cabida al mercado con unas mejores condiciones higiénico-sanitarias.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Así nace el Mercado Central de Valencia, que es hijo de su tiempo. Una estructura de hierro sostiene un espacio cubierto de 6800 metros cuadrados. En el centro una cúpula a modo de una catedral pagana. Un espacio que cada día miles de personas acuden para hacer la compra. También, simplemente. para visitarlo puesto que se ha convertido en uno de los emblemas turísticos de la ciudad.

Pasear por las distintas calles que se abren en el mercado observando los productos de cada una de las paradas o puestos, es uno de los placeres más grandes que se pueden dar a los sentidos.

La arquitectura del mercado



Como ya hemos comentado antes la estructura que sostiene el mercado es de hierro. De esta manera se consigue un gran espacio diáfano. Bajo el techado se colocan los puestos, que se distribuyen en calles para permitir la circulación de personas. 

En el centro del Mercado Central de Valencia hay una cúpula que ayuda a distribuir la luz por el interior del edificio. La estructura de hierro también ayuda a iluminar el interior, ya que los muros no tienen que sostener el techo y se pueden aligerar para abrir huecos donde situar ventanas. Aunque el clima de Valencia tampoco permite que hayan demasiadas ventanas, ya que hay meses tórridos (y cada vez más).

Otro aspecto importante es la decoración interior del mercado. En su momento el hierro también tiene una función decorativa. Era el material más moderno y con eso casi casi era suficiente. Pero no, porque la cerámica valenciana, los manises, ya eran un elemento de distinción entre una burguesía que empezaba a enriquecerse con el comercio. Se colocan en algunas partes del edificio, con motivos alusivos a los productos que se pueden encontrar, como frutas o pescados.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Las ventanas también se decoran con vidrieras. No es algo generalizado, ya que su función principal es la de permitir que la luz entre en el interior para iluminar, pero ya que están se aprovechan. 

En el exterior, además de las cúpulas, hay dos elementos muy famosos en toda Valencia. Se trata de las dos veletas del Mercado Central. La más conocida, sobre la cúpula central, representa un ave: un loro o una cotorra, y ese ha convertido en símbolo del mercado. La otra es un pez espada, que se sitúa sobre la zona de pescaderías. Quizás la inspiración vino por la veleta de la contigua Iglesia de los Santos Juanes. Quizás. 

Visitando el interior



Dentro del edificio del Mercado Central de Valencia vamos a encontrar, evidentemente, puestos en los que vamos a poder adquirir todo tipo de productos. De unos años a esta parte hemos visto una evolución. Al ser parte de la sociedad progresa con ella, pero al mismo tiempo conviven puestos muy tradicionales como otros muy rompedores.

La columna vertebral del Mercado Central sigue siendo el producto que suministran las huertas de la Vega de Valencia, las carnes y huevos de las granjas cercanas y los pescados de las lonjas de la costa valenciana. Producto de proximidad, kilómetro cero. Pero esa evolución ha llevado a que se vendan frutas exóticas o hayan puestos de productos gourmet, dedicados al vermut o al vino, tiendas de souvenirs o bares, destacando La Central, el bar del chef Ricard Camarena, con 2 estrellas Michelín, que tiene en Valencia cinco establecimientos para todo tipo de públicos, entre ellos uno de los mejores 100 restaurantes del mundo.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Los puestos no están agrupados por tipología es decir, las carnicerías, por ejemplo, no están todas juntas, ni las fruterías, ni los despachos de pan. Aunque puedan haber algunos grupos de puestos que puedan coincidir. La excepción son las pescaderías, que se agrupan en un apartado, que, como hemos comentado, se destaca en el exterior con una veleta.

 
El entorno del Mercado



En el Mercado Central de Valencia no solo hay puestos en el interior. Se aprovecha para situar en el exterior, pero en el mismo edificio, unos cuantos puestos más. Existe uno que vende, fundamentalmente, cazuelas de barro y paellas. Recordatorio: la paella es el recipiente donde se cocina la paella. El paellero o paellera es el lugar donde se hace, o sobre el que se hace. Por mucho que diga la RAE, en Valencia de esta burra no nos bajan.

Otros de los puestos exteriores del Mercado Central de Valencia alojan bares y establecimientos que preparan comidas para llevar. En Valencia, no solo la ciudad, sigue estando muy presente la tradición del almuerzo. Aquí se entiende como la comida que se hace a media mañana. Suele constar de bocadillo, bebida, algún aperitivo (generalmente encurtidos) y un café. En estos bares del Mercado se puede almorzar a buen precio.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

En las dos esquinas que dan a la plaza del Mercado existen dos edificios adosados. Se conocen como Les Llotgetes (las lonjitas). Son edificios muy distintos al Mercado, con fachadas de ladrillo caravista y tejados a varias aguas. Además están coronados con una aguja. Son propiedad de entidades bancarias y los dedican a realizar actividades culturales.

Por último, hay que reseñar los edificios que rodean al Mercado Central de Valencia. En la misma plaza del Mercado, justo enfrente, se encuentra la Lonja de la Seda, el único edificio de la ciudad que está declarado Patrimonio de la Humanidad. Imprescindible. Al lado la Iglesia de los Santos Juanes, uno de los mejores ejemplos del barroco valenciano. Y muy cerca la Plaza del Ayuntamiento, o la Catedral, o el Palau de la Generalitat, verdaderas joyas arquitectónicas.


Es imposible que en un solo post quepa todo lo que hay en el Mercado Central de Valencia. Nuestra recomendación obvia es que lo visitéis, sin prisa, y que os dejéis llevar por vuestros instintos más primarios. Que sean los sentidos quienes os guíen. Disfrutad, disfrutad mucho esta visita.