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sábado, 8 de julio de 2023

ALREDEDOR DEL EMBALSE DE CONTRERAS: UNA EXCURSIÓN MUY COMPLETA

No dejará de sorprendernos que podamos descubrir lugares fascinantes tan cerca de casa. En esta ocasión os vamos a hablar de un paraje que descubrimos casi por casualidad y que nos dejó realmente asombrados. Vamos a recorrer juntos los alrededores del embalse de Contreras.

Alrededor del embalse de Contreras: una excursión muy completa


Este embalse se encuentra a caballo entre las provincias de Cuenca y Valencia, o lo que es lo mismo, entre Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. La mayoría de la lámina de agua se encuentra en territorio castellano, y la presa, muy salomónicamente, está justo en el límite de ambas comunidades. Se alimenta de las aguas del río Cabriel, del que ya os hablamos no hace mucho, y del Guadazaón, un afluente del Cabriel.



Probablemente habréis cruzado el embalse de Contreras si habéis viajado de Valencia a Madrid (o al revés) tanto en coche como en tren de alta velocidad, ya que unos viaductos lo cruzan a decenas de metros de altura, ofreciendo unas vistas espectaculares. Pero esta vez vamos a verlo desde mucho más cerca.

LAS TRINCHERAS, HERIDAS DE GUERRA

Alrededor del embalse de Contreras: una excursión muy completa


La realidad de todo esto es que fuimos un poco a la aventura. Habíamos visto que por la zona habían unas antiguas trincheras que se habían utilizado en la Guerra de la Independencia contra el ejército napoleónico y, más de un siglo después, reutilizadas en la Guerra Civil. La zona es idónea para emboscadas y pillar desprevenido al enemigo. Era una zona de paso, el antiguo Camino Real entre Madrid y Valencia. Haced la prueba, llevaos unos prismáticos (o un teleobjetivo) y observad lo fácil que es ver al enemigo a mucha distancia y preparar un ataque con mucho tiempo de antelación.

Las trincheras se han puesto en valor y habilitado para su visita. Los paneles explicativos nos ayudarán a entender el contexto, tanto histórico como físico. Las siluetas de soldados (o guerrilleros) hechas en acero nos situarán en plena batalla. Es interesante conocer esta historia ya que, por desgracia, en España se han vivido demasiadas guerras en los últimos siglos.



Para llegar, debéis de coger la autovía A-3 hasta llegar a Villargordo del Cabriel, coger la CV-4660 hacia las afueras y enseguida encontraréis las indicaciones que os llevaran hasta la zona de las trincheras. Allí mismo hay un aparcamiento de tierra. Es suficientemente grande para el público que acude. Pero no lleguéis muy tarde.

Una vez vimos las trincheras, que en verdad no lleva mucho tiempo, teníamos dos opciones: volver a casa o recorrer el sendero que seguía una vez pasadas las trincheras. Elegimos la puerta número 2. 

LOS CUCHILLOS, UN ESPECTÁCULO NATURAL

Alrededor del embalse de Contreras: una excursión muy completa


Continuamos por el camino que nos había llevado a las trincheras. Es de tierra y grava aplanada y tiene como final de trayecto un mirador (bueno, en realidad dos) que nos permitirá observar el paraje conocido como los Cuchillos del Cabriel. Son unas formaciones rocosas que, debido a la erosión, tienen unas formas puntiagudas, y de ahí su nombre popular. Forman parte del Parque Natural de las Hoces del Cabriel

El camino apenas tiene dificultad. El buen estado de su firme hace que se pueda recorrer con carros de bebé, y probablemente con silla de ruedas (no os fieis, no somos expertos). Son varios kilómetros de camino hasta llegar al primer mirador, el de Peñas Blancas, así que os recomendamos que os llevéis agua, gorra y crema solar, aunque el sol no “pique”, porque podéis acabar como un tomate maduro.



Llegamos al mirador de Peñas Blancas y la vista es… ¡oh! A nuestros pies el valle que el Cabriel ha ido excavando lentamente a lo largo de los siglos. Toda nuestra vista alcanza a ver un inmenso bosque mediterráneo de carrascas y pinos, fundamentalmente, como el que nos ha ido acompañando por el camino hasta ahora. Según los carteles explicativos se pueden avistar águilas y cabras montesas. Nosotros no vimos nada, excepto insectos, alguna lagartija que quería aprovechar el sol y "restos biológicos" de las cabras. 

El sendero continúa unos pocos metros, alrededor de 200, hacia otro mirador. El camino está un poco disimulado por la vegetación pero no es difícil seguirlo. En este otro mirador, más o menos, seguiremos con una vista muy parecida. Quizás un poco más cercana a la presa de Contreras y los viaductos que antes hemos comentado. Estamos convencidos de que la visita ha merecido la pena y no queda otra que volver al coche, que sigue aparcado en el parking junto a las trincheras.

EL ANTIGUO POBLADO, VIAJAR EN EL TIEMPO

Alrededor del embalse de Contreras: una excursión muy completa


Una vez llegamos al coche descansamos unos minutos y pensamos en que hacemos a continuación. Decidimos que hemos venido a jugar, esto..., de excursión, y seguimos la carretera hacia el antiguo poblado que se construyó para los trabajadores de la presa de Contreras.

Llamar carretera a la vía es un poco por decirle algo porque tiene más de camino arreglado que de carretera al uso. No podemos ir a mucha velocidad porque puede saltar la grava y dañarnos el coche, y estamos en medio de ninguna parte. Por lo menos disfrutamos de las vistas. Al cabo de unos kilómetros un cartel nos prohíbe el paso excepto a vehículos autorizados. Pero el cartel está tan viejo y en tan mal estado que, oye, igual ya no está ni vigente.



Unos minutos más tarde llegamos al antiguo poblado. Sobreviven algunas casas frente a las que habían coches aparcados. Entendimos que son segundas residencias porque el sitio merece la pena pero hay una evidente falta de servicios. Estos poblados eran una solución habitual en la época franquista (la construcción del embalse se alargó entre 1948 y 1974) para alojar a los numerosos obreros y sus familias,  generalmente desplazados de otras zonas del país, y que así estuvieran cerca del lugar de trabajo. Al acabar la obra se abandonaban los poblados. Algunos se han recuperado para actividades turísticas.

A lo mejor porque es distinto a todo lo que estamos acostumbrados a ver nos sorprendió la antigua cementera que surtía de hormigón a la construcción de la presa. También hay un par de puntos que sirven de mirador hacia las Hoces y los Cuchillos del Cabriel. También vemos, a lo lejos, los mismos miradores en los que hace apenas un rato estábamos.

COMER EN EL SIGLO XVII

Alrededor del embalse de Contreras: una excursión muy completa


Ya no nos quedaba otro remedio que seguir la visita por la carretera. Ahora nuestro objetivo estaba en ver la presa de Contreras desde la base. Uno frente a otro nos encontraremos dos elementos por los que habrá merecido la pena nuestra excursión. Una es la propia presa, que nos observa con sus 129 metros de altura de puritito hormigón. El otro es un puente construido a mitad del siglo XIX, obra del arquitecto Lucio del Valle, que también dirigió las obras del Canal de Isabel II y la ampliación de la madrileña puerta del Sol.

Ya era la hora de comer y casi de forma milagrosa ante nosotros apareció un pequeño bar restaurante, ya en territorio castellano-manchego. Averiguamos que fue una antigua venta del siglo XVII que se dedicó a alimentar y dar posada a los antiguos viajeros. ¿Vamos a comer en un lugar con historia? ¡Adelante!

El interior es pequeño, pero tiene una amplia terraza. Al ser la hora de comer tuvimos que esperar un poco para que una mesa quedara libre. Nos sentamos en la terraza y la vista era espectacular, con la presa de Contreras y el puente de Lucio justo enfrente de nosotros. La brisa era muy agradable y… ¡todo lo que pedimos estaba buenísimo! Anexo hay un resort turístico en otras construcciones de la venta.



Y más o menos así acabó nuestra excursión. Al volver a casa, en vez de tomar directamente la A-3 recorrimos un tramo de la antigua N-III para aprovechar y pasar justo por encima de la presa. Fue un bonito día, que fue surgiendo sin mucha preparación. Os animamos a hacer esta excursión, os sumergiréis en la historia, en paisajes fantásticos y seguro que lo disfrutáis tanto como lo hicimos nosotros.

viernes, 18 de junio de 2021

ESPAÑASAURUS: UN PASEO POR LA ERA MESOZOICA

Si, al igual que nosotros, sois fans de los dinosaurios, en España tenéis un montón de lugares para disfrutar de estos animales que tanto nos cautivan y que desde hace décadas nos están incendiando la imaginación.

Dinosaurios en España

Todo empezó, o al menos eso creemos, en el momento que se estrenó Jurassic Park allá por 1993. Bueno, en realidad fue cuando comenzó la promoción de esta película, porque duró meses y fue machacona para convertir esta película en el blockbuster que finalmente fue. En aquel momento pudimos ver por primera vez unos dinosaurios que volvían a la vida con un realismo jamás alcanzado hasta la época. Sí, décadas antes ya se habían rodado películas con dinosaurios, pero sus efectos especiales dejaban bastante que desear. 

Durante la era mesozoica, es decir, hace entre 256 y 65 millones de años, los dinosaurios poblaron la Tierra, fundamentalmente en el último período de esta era: el Cretáceo. Ocurre que Jurásico, el periodo anterior, suena mucho mejor, o al menos ahora ya nos hemos acostumbrado y no veríamos un Cretaceous Park con los mismos ojos. Las tierras que actualmente ocupa España estaban en gran parte bajo el mar, y poco a poco fueron emergiendo. Además las placas tectónicas continuaron con sus movimientos. Tanto es así que, por ejemplo, parte del continente americano estaba unido a la actual Galicia. Esto explica porqué en algunas zonas de España hay una mayor acumulación de fósiles de dinosaurio, y porqué se han encontrado fósiles de una misma especie en puntos que actualmente están separados por un océano. 

Pero vamos a entrar de lleno en lo que de verdad nos interesa, y es conocer lugares en España donde disfrutar de estos gigantes extintos. Vamos a agrupar los diferentes recursos, que pueden ser yacimientos, museos paleontológicos o parques temáticos, por comunidades autónomas. Abrochaos el cinturón que vamos a dar un salto atrás en el tiempo de 65 millones de años. 


ARAGÓN


Los aragoneses fueros los pioneros en el uso de los dinosaurios como herramienta creadora de riqueza a través del turismo. Su buque insignia, y prácticamente el de toda la paleontología didáctica de España es Dinópolis. Este año ha cumplido 20 años desde su apertura, y se ha convertido en uno de los grandes polos de atracción de la región. Porque la historia de Dinópolis debería ser un ejemplo. No hace falta descubrir que la provincia de Teruel es una de las más afectadas en España por el fenómeno de la despoblación. Actualmente en la capital residen unos 36.000 habitantes y en el conjunto de la provincia unos 131.000, la mitad que hace un siglo. Esto hizo que se hiciera famoso en toda España aquel lema que decía "Teruel existe" y que reivindicaba mayores inversiones en esta provincia. Al final tuvieron que sacarse las castañas del fuego ellos mismos.

Supieron ver el enorme potencial que tenían en los yacimientos paleontológicos que se excavaban en la provincia y pusieron en marcha, a las afueras de la capital Dinópolis, un parque temático en torno a los dinosaurios en el que se encuentra el fantástico museo paleontológico de la provincia. Aquí exhiben los restos, entre otros, del Turiasaurus Riodevensis, el dinosaurio más grande encontrado en Europa.

Pero Dinópolis tenía clara su vocación de colaborar en el impulso económico de toda la provincia y por eso a partir de 2003 comenzaron a abrir subsedes en diversas poblaciones de Teruel, formando lo que se denomina Territorio Dinópolis. Cada una de estas subsedes está especializada en un tema o aspecto concreto, a partir de los hallazgos paleontológicos de la población donde se ubica. 

Dinosaurios en España

Nosotros os recomendamos encarecidamente la visita a Dinópolis y a sus subsedes, gracias a las que, además, descubriréis una de las provincias más bonitas y desconocidas de España.

Pero no solo podéis conocer los dinosaurios a través de Dinópolis. También son muy interesantes los yacimientos de icnitas. Esto son huellas fósiles de dinosaurios. Teruel se encontraba a orillas del mar de Tetis, el antepasado del Mediterráneo. Estas huellas se han conservado, fosilizadas, hasta nuestros días. Nada menos que 13 yacimientos de icnitas se pueden visitar por la provincia de Teruel. 


COMUNIDAD VALENCIANA

La Comunidad Valenciana es otra comunidad autónoma que puede presumir de tener una amplia oferta turística basada en los dinosaurios. Aunque es más intensa en el interior, abarca casi todo su territorio.

Morella es uno de los vértices de un triángulo que trazaríamos con Teruel, de la que acabamos de hablar, y Cuenca, de la que nos dedicaremos un poco más adelante. Este triángulo imaginario inscribiría la zona con mayor presencia de fósiles de España. 

En Morella, precisamente, encontramos un museo paleontológico (Temps de dinosaures; tiempo de dinosaurios) donde la estrella es el Morelladon Beltrani, un dinosaurio de la familia de los iguanadones localizado en un yacimiento de Morella.


Dinosaurios en España

Alpuente, una localidad del interior de Valencia que linda con la provincia de Teruel, es otro de esos lugares que se va abriendo hueco en el campo de la paleontología nacional.  En su término municipal se pueden visitar dos yacimientos de icnitas, que tienen impresas huellas de dinosaurios tanto herbívoros como cazadores carnívoros. Además en su casco urbano se encuentra un pequeño pero completo museo paleontológico que os recomendamos visitar. 

Los fósiles que se encontraban en los yacimientos de Alpuente antes de que abriera su museo arqueológicos se transportaban a la capital provincial, concretamente al Museo de Ciencias Naturales, que se encuentra en el interior de los conocidos jardines de ViverosEste museo muestra varios fósiles de dinosaurios que se han encontrado en diversas excavaciones en varios puntos de la provincia. Además también podemos ver en este museo una magnífica colección de fósiles de vertebrados (en su mayoría mamíferos) que se hallaron en Sudamérica y que integran la colección Rodrigo Botet.


Más al sur, concretamente en la ciudad de Elche, encontramos otro museo paleontológico que está muy bien: el MUPE. Gestionado por la Fundación Cidaris, el Museo Paleontológico de Elche tiene una colección muy interesante, muy completa y que seguro que os llamará la atención. Repasa de manera rigurosa y didáctica la historia de la vida en la Tierra, desde la aparición de los primeros seres vivos hasta nuestros días. La sala más chula es la que muestra varios fósiles de dinosaurio, entre ellos un cráneo de T-Rex, un velocirraptor y un triceratops. Ya os adelantamos que hacen las delicias de los niños. Muy interesantes también son las vitrinas dedicadas a los fósiles valencianos, con restos de varios dinosaurios que vivieron hace decenas de millones de años en nuestras tierras.  

Pero como todo no van a ser museos, os recomendamos la visita a visita a Dino Park Algar, un parque temático que tiene como hilo conductor a los dinosaurios. Se encuentra en la localidad alicantina de Callosa d’En Sarrià a pocos kilómetros de Benidorm, en el paraje donde también se encuentran las Fuentes del Algar. Este parque os asegura un 100% de éxito. Podréis ver réplicas a tamaño real de diferentes dinosaurios. Algunos son gigantescos, otros tienen movimiento y sonido… y hasta aquí podemos leer para no desvelaros algunas sorpresas. Cuenta con un cine en 3D y una piscina muy recomendable en verano. Sus zonas de picnic permiten que os llevéis vuestra comida. Una curiosidad, podréis ver un ejemplar de un árbol, una conífera parecida a un abeto, que vivió en la época de los dinosaurios y que se creía extinta. 


CASTILLA-LA MANCHA

Dinosaurios en España

Como os hemos comentado al hablar de Morella anteriormente, Cuenca sería uno de los vértices del triangulo de los dinosaurios de España. En la provincia de Cuenca se han excavado varios yacimientos paleontológicos de importancia. Algunos de ellos forman lo que se denomina Ruta de los Dinosaurios de Cuenca, que une tres localidades: Fuentes y Cañada del Hoyo, ambas en La Serranía de Cuenca, y la propia capital. 

En Fuentes y Cañada del Hoyo se abrieron dos centros expositivos donde conocer los yacimientos de Lo Hueco y Las Hoyas, respectivamente. En la capital se encuentra el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, el MUPA En este museo se recogen fósiles de los yacimientos conquenses, incluyendo evidentemente los dinosaurios hallados en Lo Hueco y Las Hoyas. En este último se localizó un carnívoro bautizado como Concavenator Corcovatus, que como elemento más destacado tiene una especie de joroba en su lomo. Si os fijáis cuando veáis Jurassic World 2: El reino caído, aparece un concavenator en la sala de los fósiles de la mansión Lockwood.

Dinosaurios en España

Uno de los grandes encantos de este museo, aparte de su colección, es su terraza, donde hay varias réplicas de dinosaurios sobre el fondo de la ciudad de Cuenca. Sin duda una experiencia única. 


ASTURIAS

El Principado de Asturias también se apuntó a la construcción de un museo que albergara la colección paleontológica extraída de los diferentes yacimientos de la zona. Así nació el Museo Jurásico de Asturias o MUJA que se encuentra en Colunga en la conocida como Costa de los Dinosaurios. Y hasta aquí os podemos contar porque... ¡no hemos estado!

Lo sabemos, no hace falta que nos lapidéis. El MUJA es una de nuestras grandes asignaturas pendientes y esperamos resolver pronto este borrón en nuestro dinoexpediente.


Por último indicar que hay otras zonas de España donde también se han hallado restos fósiles de dinosaurios como La Rioja, donde se han localizado bastantes yacimientos de icnitas. Y aunque la presencia de dinosaurios es casi testimonial, no podemos dejar de mencionar el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Dinosaurios en España

Y esto es todo, que ya veis que no es poco. Si en nuestra generación la trilogía de Jurassic Park fue decisiva para encender la dinomoda, la trilogía Jurassic World, que se cerrará el año que viene con el estreno de Jurassic World 3: Dominion, no ha hecho más que incrementar el interés en los dinosaurios. Mientras esperamos a verlos de nuevo en la gran pantalla, iremos a conocerlos “en persona”.  

domingo, 28 de junio de 2020

UN PASEO POR CUENCA, MUCHO MÁS QUE LAS CASAS COLGADAS

Usualmente una referencia a Cuenca se utiliza de manera jocosa. Por un lado para indicar algo que está muy lejos, y por otra, bueno, ya sabéis, la que tiene la consabida connotación sexual. Pero lejos de tópicos y prejuicios bastante infundados, Cuenca es una ciudad muy bonita que merece una visita para conocer todo lo que ofrece, que es bastante. 


Para este paseo nos vamos a centrar en el centro histórico de la ciudad. Su importancia es tal que en 1996 obtuvo la declaración de Patrimonio de la Humanidad por ser “un ejemplo excepcional de la ciudad fortaleza medieval que ha conservado su paisaje urbano original notablemente intacto con muchos ejemplos excelentes de arquitectura religiosa y secular de los siglos XII al XVIII. También es excepcional porque la ciudad amurallada se mezcla y mejora el hermoso paisaje rural y natural en el que se encuentra”. Hace un tiempo ya os hablamos del Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha, que se ubica en las afueras de Cuenca, y de una bonita excursión al nacimiento del Río Cuervo



Vamos a empezar este paseo visitando el lugar más típico de Cuenca, ese que se ha convertido en su símbolo. Hablamos, como no, de las Casas Colgadas. Y hay que ser cuidadosos, porque son casas colgadas y no colgantes, como erróneamente las califica mucha gente. Es absolutamente imposible que no las conozcáis. Actualmente solo se conservan tres, la “Casa de la Sirena” y dos “Casas de los Reyes”, que fueron construidas entre los siglos XIII y XV, aunque hace unos cuantos siglos había una hilera de casas mucho más numerosa. El elemento más conocido son los balcones realizados en madera. 




En el interior de las Casas Colgadas se encuentra el Museo de Arte Abstracto Español. El museo se abrió al público en 1966, y tiene el honor de ser el primer museo de arte abstracto español y el primero con una colección de arte contemporáneo, mucho antes que que surgiera el IVAM, el Reina Sofía o el Museo Patio Herreriano. En su colección figuran obras de algunos de los artistas españoles más importantes del s. XX, como Tàpies, Chillida, Pablo Serrano, Eusebio Sempere, Chirino, César Manrique, Antonio Saura o Gerardo Rueda. La entrada es libre, así que no hay excusa. Si queréis más museos, muy cerquita (justo enfrente) está el Museo de Cuenca, y apenas a 300 metros, se encuentra el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, en el que destaca su planetario. 




El mejor lugar para admirar las casas colgadas es el puente de San Pablo. Si sufrís de vértigo será mejor que no crucéis este puente peatonal, pero si no es así disfrutaréis de unas vistas maravillosas. En primer lugar de las casas colgadas, como os hemos comentado, pero también de las Hoces del Huécar. Fue construido en 1903 en hierro, y de esta manera sustituía otro puente de piedra del s. XVI que se había derrumbado. Mide 100 metros de largo y salva un desnivel máximo de 60 metros de altura. 




Precisamente el puente de San Pablo cruza sobre (muy sobre, por cierto) el río Huécar, un afluente del Júcar, que se une a éste en el centro de Cuenca. El Huécar ha ido horadando a través de los siglos un profundo cañón: las Hoces del Huécar. Podéis recorrer estas Hoces por la carretera que discurre paralela a estas. Un paseo muy tranquilo y muy bonito, aunque no hay que fiarse de los coches. Sobre estas Hoces se sitúan las Casas Colgadas, el barrio de San Martín, las casas que dan a la calle de San Pedro… Una maravilla Patrimonio de la Humanidad. 




Si en un lado del puente de San Pablo se sitúa el centro histórico de Cuenca, en el otro encontramos el Parador Nacional, antiguo convento de San Pablo. Construido por los dominicos en el s. XVI, está a caballo entre el gótico (la estructura) y el Renacimiento (decoración). Fue Manuel Fraga quien sugirió en sus tiempos de ministro franquista la posibilidad de dotar a Cuenca de un parador, pero no fue hasta 1993 cuando se inauguró como tal. Ya se sabe como van las cosas de palacio... Vale mucho la pena visitarlo, aunque solo sea para tomarse un café en un entorno tan privilegiado. 




Ya en el centro histórico de Cuenca encontramos la Catedral de Santa María y San Julián. Erigida a lo largo del s. XIII, es un magnífico ejemplo de arquitectura gótica, aunque tiene elementos posteriores, como la fachada, reconstruida a principios del XX. Es una catedral muy bonita, que tiene más parecido con las catedrales francesas que con otras construidas en España. 




En la misma Plaza Mayor en la que encontramos la Catedral, se sitúa el Ayuntamiento. Su construcción se data en 1762, como indica una inscripción en su fachada. Es el edificio barroco más importante de la ciudad y se levanta sobre tres arcos de medio punto. Estos tres arcos le dan un carácter bastante curioso al edificio, acostumbrados como estamos a construcciones de casas consistoriales más compactas. 




Si pasamos bajo el Ayuntamiento y seguimos bajando, ya sea por la calle de Alfonso VII o por la Calle del Fuero y después por la de Santa María, nos dirigimos a la Plaza Mangana. En esta plaza se sitúa la Torre de Mangana, una torre de la que se tiene constancia en el s. XVI. Aparte de ser la torre uno de los símbolos de la ciudad, la plaza es uno de los mejores miradores que hay en Cuenca. 




Como ya hemos hecho un buen paseo, y Cuenca no es precisamente una ciudad edificada en una llanura (ya veréis las cuestas, ya), probablemente tengáis hambre. Estáis de suerte, Cuenca es una ciudad donde se come excelentemente bien, pero no tiene la fama de otras ciudades. Yo me declaro fan del morteruelo. Este es un contundente paté realizado con hígado de cerdo cocido y pan. Se añade carne de caza, tanto de ave (tradicionalmente perdiz, codorniz y gallina) como de mamífero (liebre, conejo y cerdo). Aunque en cada casa varía la receta dependiendo del gusto de cada uno o de la disponibilidad del producto. Es un plato bastante contundente, que no se unta, si no que se come con tenedor y pan. Los zarajos o el ajoarriero son otros platos tradicionales. El postre más típico de Cuenca es el alajú, una torta de origen árabe, compuesta por dos obleas entre las que se coloca una pasta elaborada con miel y almendras. 




Ya veis que Cuenca tiene bastantes razones para ser visitada. Una magnífica propuesta para pasar unos días en familia. Si no la conocéis os va a sorprender bastante, porque es una ciudad muy bonita. Además ya tiene enlace en AVE desde Madrid, Valencia y Alicante. Así que no tenéis excusa y debéis de visitar Cuenca, como decían aquellas pegatinas que decoraron los coches de los 80, ¡es única! 

viernes, 28 de febrero de 2020

DE VISITA AL INTERESANTE MUPA

Las últimas Navidades estuvimos pasando unos días en la provincia de Cuenca. Incluso con todo el trabajo previo de buscar sitios que ver y cosas que hacer, teníamos bastante claro que uno de los lugares que teníamos que visitar indudablemente era el flamante Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, el MUPA.


Inaugurado en varias fases entre 2015 y 2019, en las que se fueron abriendo distintos espacios expositivos. Este edificio ofrece a sus visitantes una interesante perspectiva de la historia de la vida en nuestro planeta a partir de los restos fósiles que se han encontrado en los distintos yacimientos localizados en distintos puntos de la comunidad autónoma, fundamentalmente los de Las Hoyas y Lo Hueco, ambos en la provincia de Cuenca.


Lo primero que encontramos al llegar al MUPA fue un gran jardín con figuras de algunos de los dinosaurios que se muestran en el interior del espacio expositivo del museo (los restos, se entiende). No es un montón de figuras colocadas al tuntún, ya que forman escenas y se han añadido partes acuáticas para acentuar el realismo. Además la vista panorámica del centro de la ciudad de Cuenca también merece un montón la pena. 


La gran estrella del museo es el concavenator corcovatus, el "cazador de Cuenca jorobado", un depredador carnívoro descubierto en Las Hoyas que podría alcanzar los 6 metros de largo, los 2 de alto y los 500 kilos de peso, y que tenía una protuberancia (la joroba) bastante llamativa en el lomo, cuya finalidad todavía se está estudiando aunque se cree que serviría para regular su temperatura o espantar rivales. Su figura está omnipresente y es bastante curiosa la interpretación artística que han hecho numerosos creadores, aportando al museo otra mirada, un poco más creativa, sobre los dinosaurios. Dos datos curiosos: lo denominan cariñosamente “Pepito”, y apareció en Jurassic World 2: El reino caído.


La exposición se inicia con los fósiles más antiguos y va avanzando cronológicamente hasta que llega al homo sapiens. Evidentemente, si alcanza hasta este período, no sólo se muestran fósiles de dinosaurio, si no que también se incluyen otros animales, como mamíferos, que ya se han extinguido. Hay una recreación de una escena de caza y una instalación muy curiosa y chula, donde a través de una pantalla puedes crear tu propia pintura rupestre, una sorprendente unión de pasado y futuro.


Otra de las estrellas del MUPA es el Lohuecotitán, un titanosaurio, es decir, un enorme dinosaurio herbívoro emparentado con los brontosaurios. Tanto en el exterior como en el interior del museo existen reproducciones de este magnífico animal. En el interior, junto a la reproducción del Lohuecotitán hay un curioso panel donde se explica la historia de “El valle de Gwangi” una peli rodada en Cuenca (aunque ambientada en México, en fin) en la que un simpático dinosaurio aparece de un mundo perdido, bastante parecido a la Ciudad Encantada, y que muere ardiendo en el interior de la Catedral conquense.


El MUPA abre de martes a domingo de 10:00 a 14:00, y de martes a sábado, además, de 16:00 a 19:00. En cualquiera de los turnos tendréis tiempo suficiente para visitar el museo. La entrada general cuesta 5€, pero hay numerosos descuentos y gratuidades. Los titulares del Carnet Joven y los grupos de más de 10 personas que reserven, pagarán 2,50€ por ticket. Las familias numerosas, pensionistas y mayores de 65 años, menores de 16 años acompañados, personas con una discapacidad superior al 33%, desempleados, docentes y guías (siempre con acreditación) no pagarán por la entrada, además de ser gratuita todos los miércoles, el Día Internacional de los Museos (18 de mayo) y el Día de Castilla-La Mancha (31 de mayo). 


Llegar no es excesivamente complicado, a pesar de que a nosotros el Google Maps nos hizo un recorrido panorámico por los alrededores del museo. La línea 5 de los autobuses urbanos de Cuenca llega a este museo desde el centro de la ciudad.


Por si todo esto no fuera poco, el MUPA organiza charlas divulgativas, visitas guiadas, y dinopaseos. Vamos, que es imposible aburrirse. Y si necesitamos un descanso y deleitarnos mientras reponemos fuerzas, en el mismo museo se encuentran las instalaciones de Natura Escuela de Hostelería y Turismo de Cuenca y el Natura Restaurante Bistró.


Habíamos leído alguna mala crítica, pero con total sinceridad, el museo a nosotros nos gustó mucho. Una de las grandes ventajas es que es nuevo, y eso generalmente es una baza a su favor, pero la limpieza y conservación del edificio, la calidad de las piezas y la magnífica didáctica también ayudaron a nuestra buena impresión. Además el personal es muy atento y eso da gusto, que no siempre ocurre. Así que si estáis por Cuenca no lo dudéis, visitad este museo. A nosotros ya nos quedan pocos museos paleontológicos por visitar en España...

miércoles, 8 de enero de 2020

DE EXCURSIÓN EN EL NACIMIENTO DEL RÍO CUERVO

Hace poco estuvimos pasando unos días en la provincia de Cuenca. Ésta es una provincia que tiene muchísimos encantos, muchísimas cosas que visitar. Hace unos cuantos años que visité uno de los mayores iconos naturales conquenses con mi padre, y ahora, con mis hijos, hemos vuelto al Nacimiento del Río Cuervo.


El Nacimiento del Río Cuervo está situado en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca, y a su vez, está singularmente protegido por la figura del Monumento Natural, que define a una formación de singular belleza o rareza. En este caso es su formación geológica la que le otorga su carácter especial, y su aspecto único.


Posiblemente hayáis visto alguna vez fotos de este espacio natural, ya que sus cascadas son bastante conocidas. Completamente cubiertas de musgo, en invierno se llegan a helar en múltiples ocasiones, lo que atrae en los meses más fríos a numerosos visitantes. Numerosos fotógrafos aficionados se acuden para dar rienda suelta a su afición, y nosotros son quedaríamos horas oyendo el rugido del agua y viendo el posterior lento circular de las aguas.


El paraje se conserva bastante virgen, a pesar de ser un lugar muy turístico. Hace unos años se construyó una pasarela y una rampa para facilitar el acceso a personas en silla de ruedas y carros de bebé. El aparcamiento es amplio, pero no está asfaltado. Además los caminos se encuentran vallados por una pasarela de madera para ayudar al visitante e impedir el acceso a la laguna que se forma a los pies de las cascadas u otras zonas. Como souvenir seguramente os llevéis un buen puñado de barro en vuestro calzado. Os recomendamos que sea calzado deportivo, nada de tacones o zapatos con los que os podáis resbalar. Sobre todo si queréis ascender por la escalera que lleva a la parte superior de las cascadas.


Para llegar al Nacimiento del Río Cuervo, desde la capital conquense hay que tomar la carretera CM- 2105. No tiene pérdida, está perfectamente señalizado, no sólo para llegar al Nacimiento del Río Cuervo, si no que también se dirige a la famosa Ciudad Encantada, aunque está vez no la visitamos. Esta vía es de un carril y doble sentido, con un trazado muy sinuoso, así que os rogamos que extreméis la precaución.


Pero al mismo tiempo esta carretera nos va a mostrar una serie de lugares bastante bonitos. En primer lugar vais a atravesar, como antes hemos comentado, el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, por lo que podréis observar inmensos bosques de pinos, y con suerte ver algún animal de la zona. Lo más habitual es ver águilas, que volando son un auténtico espectáculo, aunque también hay otras rapaces, ardillas, o animales domésticos como vacas u ovejas (para un urbanita, casi cualquier animal es una celebración).


Otros lugares pintorescos (mira que me gusta esta palabra) que podéis visitar son: el embalse de la Toba, las localidades de Uña, y su laguna, Huélamo o Tragacete, municipios muy tranquilos, donde la despoblación ha hecho mella y donde apenas encontraremos un bar, una tienda o un estanco abierto.


Nosotros al volver paramos unos minutos para contemplar el paisaje desde el Ventano del Diablo. ¿Qué es esto? Una formación rocosa que asemeja un balcón con vistas a las hoces del río Júcar. Las vistas son una pasada, por lo que os recomendamos que paréis. Muy cerca se encuentra el poblado de El Salto de Villalba, un conjunto de edificios que se construyó para los trabajadores de una central hidroeléctrica que todavía hoy proporciona electricidad.


Otra opción es seguir la ruta, de apenas 58 kilómetros (eso sí, con más curvas que un sacacorchos), donde podremos ver el nacimiento de los ríos Cuervo, Tajo, Júcar y Turia. Esta ruta se desarrolla entre las provincias de Cuenca y Teruel, y podéis acabar, incluso visitando Albarracín. Como curiosidad, el río Cuervo es afluente del Tajo (nosotros convencidos que era afluente del Júcar, que serpentea por todo el camino) y es el que surte de agua al conocido manantial de Solán de Cabras.


Como veis hay múltiples opciones para pasar un magnífico día en familia. Con muy poco podréis organizar una bonita excursión rodeados de una naturaleza exuberante y enigmática, donde las piedras juegan con el agua a ser lo que en realidad no son.