lunes, 28 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL PARQUE NATURAL DE LAS LAGUNAS DE LA MATA-TORREVIEJA

Un encuentro familiar. Una reunión pospuesta por la pandemia. Un lugar abierto. Muchas casualidades que cristalizaron en una visita improvisada a Torrevieja y al Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja. ¡Y ni tan mal!

Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

El Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja se encuentra, como ya hemos dicho en el anterior párrafo (y se puede deducir de su nombre) en la localidad alicantina de Torrevieja, en la comarca de la Vega Baja del Segura. Esta localidad está incrustada en la memoria de miles de españoles por sus famosos apartamentos, que eran el premio más codiciado en el "Un, Dos, Tres". Aunque la inmensa mayoría del Parque Natural se encuentra en el término municipal de Torrevieja, también se adentra en los límites de municipios cercanos: Guardamar, Los Montesinos y Rojales


Con una extensión de 3.700 hectáreas, el Parque Natural está formado por dos grandes lagunas y el entorno que las rodea. El interés natural procede, entre otras razones, por tratarse de un ambiente muy salino. Esta circunstancia la convierte, a priori, en un entorno difícil para la vida de numerosas especies. Pero la adaptación de la naturaleza a este medio ha conseguido, de nuevo, que donde pudiera haber un erial haya vida. 

LA SAL DE LA VIDA


Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

Las dos lagunas son la de las Salinas de La Mata, la más pequeña, con una extensión aproximada de 700 hectáreas; y la de las Salinas de Torrevieja, que ocupa una superficie de unas 1400 hectáreas. Ambas están separadas por el denominado "El Chaparral", una pequeña elevación del terreno (técnicamente es un anticlinal). Ambas están conectadas con el mar y entre sí a través de canales o acequiones.

Estos canales tenían como finalidad llenar las lagunas de agua salada para permitir, posteriormente, la extracción de la sal. Esta fue una de las principales actividades económicas de Torrevieja durante siglos. Hoy en día la laguna de las Salinas de Torrevieja (la mayor de las dos) se sigue utilizando para su explotación salinera. Si visitáis el cercano puerto, imprescindible para el transporte de la sal, podréis ver las montañas de sal. 


Iniciamos la visita al Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja en el Centro de Interpretación. Éste es una antigua casa de forestales que se encuentra junto a la carretera nacional N-332, en el entorno de la pedanía de La Mata (de la que toma el nombre). Hay un aparcamiento junto al Centro de Interpretación, lo que facilita bastante la visita. En el interior el personal, que es amabilísimo y muy atento, os explicará qué visitar en el entorno. También en el interior hay una exposición con paneles y audiovisuales que contextualizan este parque natural y su importancia ambiental. El Centro de Interpretación abre de 9:00 a 14:00 de lunes a viernes, y de 8:00 a 13:30 los fines de semana y festivos. 

LA LAGUNA DE LA MATA 


Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

Nuestra visita se centró mayoritariamente en la Laguna de La Mata, que es la que tiene las mejores infraestructuras para los visitantes. Desde el Centro de Visitantes parten varias rutas senderistas, que se pueden realizar tanto a pie como en bicicleta. Evidentemente los vehículos a motor están prohibidos en estas sendas. Algunos tramos tienen pasarelas accesibles para personas con movilidad reducida, lo que está realmente bien. 

De entre las estructuras para los visitantes destacan varias torres-mirador que se encuentran alrededor de la Laguna de La Mata. Estas torres facilitan la observación de las aves que durante gran parte del año visitan este Parque Natural, en sus tránsitos migratorios o en su estancia de invierno por las benignas condiciones climáticas de la zona. Nosotros pensando que teníamos unos prismáticos en el maletero del coche y resulta que nos los habíamos dejado en casa. Así que revisarlo porque es muy interesante. 


Para visitar otro de los lugares más interesantes de este parque natural hay que trasladarse hasta el cementerio de La Mata. Aquí hay un pequeño aparcamiento. Justo enfrente comienza otra de las sendas del parque. Junto al camino hay un pequeño jardín botánico que intenta recuperar algunas especies vegetales. Esta práctica no se circunscribe a este jardín botánico, ya que diferentes parcelas hay plantaciones de cepas de variedades moscatel y meseguera, ambas de uva blanca que se han utilizado tradicionalmente en la zona para elaborar vino.

MÁS COSAS PARA CONOCER


Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

Continuando la senda nos encontraremos con una de las imágenes más impactantes del parque natural. Hay un grupo de eucaliptos que debido a las constantes rachas de vientos del norte, que son los dominantes, se encuentran torcidos. Tanto que algunos forman un arco por encima del camino para acabar tocando con sus copas el suelo. Esta especie de árboles es originaria de Australia y se introdujo en numerosos países de todo el mundo por su rápido crecimiento. Esta práctica en la actualidad se ha frenado por la amenaza que supone a las especies autóctonas. 

Aunque el camino no es demasiado largo, si estamos cansados o queremos dar un bocado, encontraremos un área de descanso con mesas de picnic. Completamente rodeados de pinos, la zona es ideal para parar y respirar unos minutos. No muy lejos hay una fuente en la que nos podremos abastecernos de agua, si es que no llevamos. 


Os aconsejamos que en este lugar no alcéis mucho la voz (bueno, este es un consejo general para seguir en cualquier momento y cualquier lugar). Varios carteles nos lo indican ya que muy cerca hay un plan para proteger al chorlitejo patinegro, o "Charly" como lo llaman cariñosamente. Charly es una especie de pájaro de pequeñas dimensiones que anida cerca de las orillas. Es muy sensible y al menor atisbo de peligro abandona el nido y a sus crías, por lo que la supervivencia de esta especie se pone en grave peligro. Para evitarlo, además, han instalado un vallado protector. 

LA MEJOR ÉPOCA PARA VISITAR EL PARQUE NATURAL DE LAS LAGUNAS DE LA MATA-TORREVIEJA


Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

Nosotros tuvimos la mala suerte de visitar el Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja un día bastante desapacible, con viento y amenaza de lluvia. Pero las circunstancias, como hemos contado, eran las que eran. Hace tiempo que queríamos visitar este parque natural en un momento preciso. En concreto a final de verano. La laguna de las Salinas de Torrevieja adquiere en ese momento un color rosado muy característico y muy instagrameable, para que vamos a mentir. Esto sucede por la alta salinidad del agua, a la que se une la presencia de una bacteria que vive únicamente en ambientes de alta concentración salina. 

Por último unas cuantas recomendaciones, que aunque las conoceréis al llegar al Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja no está de más saberlas previamente. La más importante, creemos, es la prohibición de baño en las lagunas y en las zonas de lodos. Sobre todo si vais a ir en verano, cuando el calor aprieta de lo lindo. Las playas de Torrevieja están muy cerca y no hace falta agredir el ecosistema ni las especies que viven en él (sí, bañarse es una agresión). Otras recomendaciones, esta vez más comunes, son no arrancar flora, no molestar a la fauna ni cazarla, utilizar las sendas indicadas y no dejar basura. 


Como en otras ocasiones una visita improvisada se convierte en un plan de 10. Varios elementos jugaban a favor, por una parte el entorno y por otra la compañía. Es cierto que pudo ser mejor, pero no vamos a quejarnos en absoluto. Vendrán (o deberían venir) tiempos mejores, y estaremos preparados para disfrutarlos como merecen. 

viernes, 18 de febrero de 2022

DESCUBRIENDO EL PASEO ECOLÓGICO DE BENISSA

No cabe duda que somos unos apasionados tanto del mar como de la montaña. Como en tantas cosas en la vida, si nos obligan a elegir lo tenemos muy difícil. Por eso que existan lugares que aúnan ambos paisajes nos alegra muchísimo porque nos evita desechar uno y disfrutar de todo al mismo tiempo. Uno de esos lugares es el Paseo Ecológico de Benissa.

Paseo Ecológico de Benissa

El Paseo Ecológico de Benissa se encuentra en la costa de este municipio alicantino, situado en la comarca de la Marina Alta. El casco urbano de Benissa está bastante lejos de la costa. Más o menos a unos 10 kms. Por ese motivo, aunque hay señalización y se puede llegar, nosotros lo hicimos desde Calpe, que es más sencillo. Si queréis introducir en vuestro navegador GPS algún dato, todo el recorrido discurre en paralelo a la carretera CV-746, que une Moraira y Calpe.

Lo más espectacular de esta ruta es su trazado. Junto al mar, bordeando calas donde el Mediterráneo refleja con viveza la luz del sol, con unas espectaculares vistas al Peñón de Ifach y a la costa de Moraira. En definitiva, un auténtico deleite para los sentidos, en especial la vista.


El Paseo Ecológico de Benissa tiene un recorrido total de 3 kilómetros y medio. Al no ser circular deberemos calcular aproximadamente el doble para volver a nuestro punto de partida. En nuestro caso este fue la Tourist Info Benissa Playa, que también es Aula del Mar y cuenta con un pequeño aparcamiento. El tiempo total estimado se calcula entre los 90 y los 120 minutos. Además el trazado es muy facilito, por lo que lo puede realizar prácticamente cualquier persona. Ese prácticamente excluye, por desgracia, a personas con movilidad reducida: escalones, algún tramo que precisa esquivar algún obstáculo, etc. 

¿QUÉ VAMOS A ENCONTRARNOS EN EL PASEO ECOLÓGICO DE BENISSA?


Paseo Ecológico de Benissa

Tanto por la sencillez de su recorrido como por las magníficas vistas que podemos contemplar, se ha convertido en una ruta bastante concurrida, en especial cuando hay buen tiempo. Eso no impide que disfrutemos plenamente de ella, aunque en algún punto, y dependiendo de la hora, puede haber un pequeño atasco. Si no, además disfrutaréis de una tranquilidad muy reconfortante.

Los dos extremos del Paseo Ecológico de Benissa se encuentran en la Cala de Baladrar (al norte) y el Puerto de les Bassetes (al sur). Es cierto que podéis continuar la ruta, bien hacia Moraira, bien hacia Calpe, pero este es el recorrido estándar, los 3,5 kms. que comentábamos anteriormente. 


El camino está perfectamente preparado y señalizado. En la inmensa mayoría del recorrido hay una barandilla de madera que nos marcará el límite. Este límite no es casual, ya que en varios puntos hay microrreservas de flora. Salir del camino y pisotear algunas de estas plantas puede significar desandar muchos pasos en un enorme esfuerzo de recuperación de flora endémica, que sobrevive en un equilibrio muy precario.

Paseo Ecológico de Benissa

El recorrido del Paseo Ecológico de Benissa combina diferentes calas con acantilados que nos dejarán sin respiración. Además, gracias a unos paneles informativos que están dispuestos a lo largo de toda la ruta conoceremos muchos datos tanto de la geología de la zona, como de la flora y un repaso histórico. 

UN PASEO JUNTO AL MEDITERRÁNEO


Si el día es cálido, la constante presencia del mar Mediterráneo nos invitará a bañarnos en alguna de las calas que atravesare, la Fustera o Les Bassetes hay cerca bares y/o restaurantes para poder descansar mientras nos tomamos un refrigerio. 

Otra opción es llevarnos nuestra propia comida y bebida en la mochila y consumirla en alguna de las zonas de picnic que hay habilitadas a lo largo del recorrido. Están muy bien preparadas, en zonas de sombra y con papeleras para que dejemos los restos, para que la zona se mantenga, al menos, igual que cuando llegamos. 

Paseo Ecológico de Benissa

Aunque la ruta está muy bien marcada, nosotros nos perdimos e hicimos un poquito de recorrido salvaje. Esto fue tras pasar Cala Pinets. Pronto nos dimos cuenta, pero pudimos admirar brevemente el escullo que levemente se levanta junto a la costa. Aunque estamos convencidos de que el mar no debía de estar excesivamente cálido, había unos cuantos bañistas por la zona. 

Si los niños se aburren (ya sabéis como son estas cosas) hay que intentar que no desesperen. En varios puntos del recorrido hay zonas de juegos infantiles, donde podrán dar rienda suelta a sus deseos de despendolarse y jugar. En concreto son el parque de Fanadix, junto a la Cala del Advocat (en el extremo norte de la ruta), que cuenta, además, con baños, mesas de picnic y juegos biosaludables (si os quedan ganas), y los juegos en la Cala de la Fustera. 

DURANTE EL RECORRIDO DEL PASEO ECOLÓGICO DE BENISSA

Paseo Ecológico de Benissa

Respecto a la flora y fauna que os acompañará durante el recorrido, fundamentalmente vais a encontrar un buen número de pinos. Esta es la especie vegetal más abundante, aunque no la única. Especialmente importante es la jarilla de cabeza de gato, una planta que tiene unas flores amarillas, y que es la protagonista de las microrreservas de flora que comentamos anteriormente. También bajo el mar viven las importantes praderas de posidonia, una planta marina, que no alga, muy abundante en el Mediterráneo, aunque muy amenazada. Su pervivencia es imprescindible para el equilibrio ecológico de los fondos marinos.  

Paseo Ecológico de Benissa

La fauna tiene como reina indiscutible a las gaviotas. Cuidado en primavera, en los meses de abril y mayo, ya que es la época de cría y suelen estar un poco más agresivas. Otras especies que viven cerca del Paseo Ecológico son ruiseñores, petirrojos, aviones roqueros, lagartos, y con suerte podréis divisar algún conejo, aunque no es frecuente. En los acantilados también viven especies como erizos marinos o tomates de mar, una especie de anémona que destaca por su color rojo.

Por último, y no por ello menos importante, os recomendamos que no os dejéis la cámara de fotos, o en su defecto el móvil. Hay varios lugares a lo largo de todo el Paseo Ecológico de Benissa que son perfectos para inmortalizarlos. Pero mejor que nos guardemos algunas sorpresas para que poco a poco las podáis descubrir. 


Si estáis por la zona esta es una de las rutas recomendadas. Una mezcla de mar y montaña donde toda la familia podrá disfrutar de unas vistas y una tranquilidad fabulosas. Un día que sin duda querréis repetir. 

martes, 8 de febrero de 2022

VIAJAR CON EL PALADAR: UN FISH PIE BRITÁNICO

La gastronomía británica no se ha caracterizado, precisamente, por su buena fama. Casi al contrario. No sé si era nuestra forma de devolverles los ataques piratas, las bodas de royals no consumadas, pero hablar de forma positiva de los platos típicos británicos hace no muchos años era anatema. Incluso hoy en día. Mezclas extrañas de ingredientes, salsas de dudoso aspecto, y, en general, un punto de vista gastronómico alejado de nuestra dieta mediterránea. Pero hay un movimiento que pretende reivindicar la buena cocina británica, y un ejemplo sería el fish pie.

fish pie

Una característica bastante peculiar de la cocina británica es la denominada cocina de pub o pub grub. Para eso, antes que nada hay que explicar que es un pub. Aunque suponemos que lo sabéis, no está de más explicar ciertas cosas, sobre todo por la diferencia de concepto respecto a lo que entendemos en España por pub.

Mientras que aquí el término pub se refiere a un bar de copas, en el Reino Unido es un establecimiento que sirve bebidas y comidas. La historia de los pubs es casi tan antigua como la propia historia británica. Casi, porque hay documentos que sitúan en el s. XI la creación de estos establecimientos, un siglo después de la unificación del reino. Su nombre proviene de la abreviatura de "public house", que significa "casa pública", lo que indicaba que podía entrar a consumir cualquier persona. Antes, debido a las inexistentes condiciones para la conservación de la cerveza, ésta se hacía en casa y los vecinos iban rotando de casa para su elaboración y consumo.

COMER EN UN PUB BRITÁNICO



Hoy día se ha estandarizado mucho el aspecto de los pubs, algunos pertenecen a cadenas que pertenecen, a su vez, a empresas cerveceras. Suelen tener un mobiliario y una decoración realizada en madera labrada. Poca luz y ventanas con vidrieras más o menos opacas son otras de las características de estos establecimientos. Su expansión llega a todos los continentes y se han renovado ofreciendo deportes en directo gracias a la televisión.

La comida que se sirve en los pubs suele estar constituida por unos platos más o menos fijos. Aunque también se sirven bistecs o hamburguesas, entre los platos más tradicionales y que más destacan está el fish and chips, los estofados (stews), las salchichas con puré de patatas (bangers and mash) y los pasteles (pies). Y aquí es donde nos vamos a detener.

Los pasteles/pies son uno de los platos más típicos del Reino Unido. Básicamente podemos encontrar de dos tipos. Por una parte los que tienen una masa de hojaldre cubriendo el relleno, al estilo de los pasteles murcianos de carne. Por otro lado los pasteles que sustituyen esa masa por puré de patatas. De este tipo son fundamentales dos. En primer lugar el “Shepherd’s pie” o pastel de pastor. El relleno tiene como ingrediente principal carne de cordero con verduras, que suelen ser cebolla y zanahorias, aunque también se encuentra champiñones o guisantes. La versión más conocida de este pastel es el “cottage pie” o pastel de cabaña, que sustituye la carne de cordero por carne de ternera.

NUESTRO FISH PIE


Fish pie

El origen de ambos pasteles es el aprovechamiento de las sobras que producían los asados dominicales, otro de los platos típicos de la gastronomía británica. Andando el tiempo la receta se estandarizó, y en vez de sobras se hacía con carne picada, comprada para realizar ex profeso la receta. A partir de ahí surgen versiones, como la chicken and mushrooms pie (pastel de pollo y champiñones) o el fish pie, el pastel de pescado que os presentamos en este post.

Como en tantas y tantas recetas, cada persona tiene su versión de este plato. En este caso os presentamos la nuestra, que a su vez se basa en otra versión. Parece un lío, pero lo explicamos. En el post que dedicamos a las recetas para un British Picnic, ya mencionamos el programa “James May: Oh cook!”, que se puede encontrar en Amazon Prime Video. El expresentador de Top Gear en uno de sus programas elabora un pastel de pescado que, según afirma, venció en un concurso gastronómico al que realizó el famoso chef Gordon Ramsey. Así que no estamos hablando de ninguna tontería.


La preparación, como vais a ver, es muy sencilla. Los ingredientes son:

  • Pescado variado. En nuestro caso utilizamos unos 600 de bacalao y merluza, ambos congelados. Pero podéis este u otros pescados (salmón, lubina, halibut...)
  • Leche. En la receta original son unos 200-300 ml., aunque nosotros utilizamos 600 ml.
  • 1 kg. de patatas para hacer el puré, al que añadimos un boniato mediano (aproximadamente 300 gr.)
  • 50 gr. de mantequilla y otros 50 gr. de harina de trigo para hacer la bechamel.
  • Sal, pimienta, nuez moscada…

ELABORACIÓN DEL FISH PIE


Fish pie

En primer lugar cocimos brevemente el pescado en la leche. Fue muy poco tiempo, hasta que rompió a hervir. De esta manera el pescado tiene una primera cocción, pero no excesiva, ya que luego irá todo al horno, donde se acabará de hacer. Sacaremos el pescado y reservaremos la leche. Un consejo, escurrir un poco el pescado para eliminar el exceso de líquido.

Al mismo tiempo cocemos las patatas y el boniato en agua con un poco de sal. Cuando estén cocidas las escurriremos bien y procederemos a hacer un puré. Para eso añadiremos una nuez de mantequilla (nosotros nos gusta más con margarina, cuestión de preferencias) y un chorro de leche. Calcularemos a ojo para que no quede ni muy pastoso ni muy líquido.


Con la leche que hemos reservado haremos la bechamel. En una sartén fundimos los 50 gramos de mantequilla. Añadimos la harina y empezamos a remover para ligar y que no se formen grumos. Lo mejor es un batidor de varillas. Dejamos cocinar un poco la harina para que pierda el sabor crudo y adquiera un ligero tono tostado. Vamos añadiendo la leche poco a poco mientras no paramos de remover. Añadid la leche según la harina la vaya absorbiendo. Como estará todavía la leche caliente el proceso será mucho más rápido que si estuviera a menor temperatura. Añadimos un poco de sal y nuez moscada (y si os gusta un pelín de pimienta). Sin parar de remover iremos buscando el punto que busquemos. Os aconsejamos que sea un poco espesa.

EL TOQUE FINAL


Fish pie

Cuando tengamos todo listo procederemos a montar en un recipiente apto para horno. En la base pondremos el pescado desmigado y mezclado, sobre este pondremos la bechamel. La receta original sitúa entre el pescado y la bechamel una capa de cebolla y puerro pochados. En nuestro caso decidimos obviar esto, ya que nuestros hijos odian, sobre todo, la cebolla. Por último cubriremos todo con el puré de patatas. Extenderlo bien para sellar la bechamel, ya que querrá salirse como lava erupcionando y dejarlo todo perdido. Se puede añadir un poco de queso rallado para gratinar. Si queréis que vuestro pie rezume britanidad (o britanismo, no sabemos) que sea cheddar.

Todo esto lo metemos al horno, que previamente habremos precalentado a 190ºC. Con calor arriba y abajo necesita 20 minutos para que el puré quede en su punto, formando una capa tostada.

Esta receta es perfecta para esos días de invierno un poco tristones y fríos. La combinación de pescado y puré es perfecta. No demasiado intensa, pero suficiente para convertirse en un plato único fantástico. Se puede acompañar de una cerveza, para seguir la tradición british.


Ya sabéis, si queréis viajar hasta un pub británico sin salir de casa, preparad este fish pie. Una receta que os empezará a reconciliar con la gastronomía británica, quizás peor tratada de lo que debiera. Aquí una prueba de que puede ser jugosa y rica.