viernes, 29 de diciembre de 2023

LA EXPOSICIÓN SOBRE MOMIAS EN CAIXAFORUM VALENCIA DE LA QUE TODO EL MUNDO HABLA

El antiguo Egipto ejerce una fascinación irrefrenable a muchísimas personas. Tal vez sea el exotismo del propio país, los misterios que encierra un desierto que es atravesado por un río que cada año le insufla vida, o por sus ritos funerarios entre los que se incluyen la construcción de las tumbas más espectaculares que ha conocido la humanidad y, sobre todo, el rito de la momificación. Por ese motivo la exposición Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas en CaixaForum Valencia está siendo una de las más comentadas de esta temporada.

La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Os prometemos que, como ya hemos dicho en otra ocasión, CaixaForum no nos paga por hacer publicidad, ojalá lo hiciera, nosotros estaríamos encantados, pero es que lleva encadenando varios meses exposiciones muy interesantes y de mucho nivel. Esta exposición,  en colaboración con el British Museum, es un viaje que recorre la historia del antiguo Egipto a través de seis momias.


6 momias, 6 momentos del antiguo Egipto


Como hemos avanzado, la exposición Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas se centra en la exhibición de seis momias de diferentes periodos de la historia del antiguo Egipto. Cada una de estas momias da pie a que se pueda mostrar seis diferentes temas, cada uno referido a una de las momias. Por su parte, cada momia tiene su propia sala.

Quizás sea esta visión transversal de la vida en el antiguo Egipto la que haya conquistado al público valenciano que, a través del boca a boca, ha conseguido llenar esta muestra. Evidentemente la calidad de la exposición ayuda a que nos sumerjamos en este viaje a través de la historia.

La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Si bien las momias son las verdaderas estrellas de la exposición, no podemos dejar de lado todo el material adicional que las acompaña. Es un contenido muy interesante y, en muchos casos, tremendamente sorprendente. Gracias a estas piezas conseguiremos conocer mejor como era la vida cotidiana tanto de las momias como de aquellas personas que las acompañaron a lo largo de su existencia.

La momificación es el más conocido de los ritos funerarios del antiguo Egipto. Se practicaba únicamente a personas cercanas a las esferas de poder. Podían ser el faraón, en primer lugar, pero también podían ser momificados sus familiares directos que, además, solían formar parte de la corte. Es decir, el pueblo llano era enterrado y su cuerpo no se preparaba para la vida en el más allá, o al menos no del mismo modo como lo hacían con los faraones y las clases nobles.


Las momias y su actual estudio


La exposición Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas es un puente entre épocas. En primer lugar vamos a recorrer unos 850 años en la civilización egipcia. Estos ocho siglos y medio son los que separan la primera y la sexta, y última, momia. No hay una progresión lineal, ya que las cuatro momias más antiguas se datan entre el 800 y el 600 aC, mientras que las dos últimas se datan entre el 100 aC y el 55 dC, en los períodos ptolemaicos y romanos, respectivamente. 

Aprenderemos en CaixaForum que las momias también se han visto beneficiadas por la evolución de la tecnología. Hace pocas décadas para estudiar las momias era imprescindible cortar los vendajes. Era la única forma posible para descubrir que se encontraba debajo de las capas visibles. Ahora con técnicas médicas que ya se han incorporado a la investigación como el TAC no es necesario estudiar los cuerpos de una forma invasiva. La incorporación de esta tecnología permite, además, saber de que murieron y, de esta manera, conocer más acerca de la vida cotidiana hace varios milenios. ¡Si hasta se llegaron a machacar las momias para obtener un pigmento!

La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Cada momia se acompaña en la exposición de su correspondiente sarcófago. Vamos a ver una evolución en estos elementos funerarios. Los materiales utilizados o la decoración varían en cada período. Puede que a ojos de cualquiera esto nos pueda pasar desapercibido, pero gracias a las explicaciones podremos observar estas variaciones a través del tiempo, que al fin y al cabo son un reflejo de su momento.

Si en estos días oímos constantemente eso de la apropiación cultural, no es algo nuevo. Los romanos ya la practicaban con los pueblos a los que conquistaban. Adquirían sus costumbres, prácticas y creencias, mientras las transformaban en mayor o menor medida según les convenía. Sus prácticas llegan hasta nuestros días y otras civilizaciones aprendieron de ellos para realizar el mismo proceso. La llegada de la dinastía de los Ptolomeos, tras la conquista de Egipto por las tropas de Alejandro Magno marcó la helenización del arte egipcio. Un proceso que los romanos acelerarían, creando un arte híbrido muy interesante. 


La vida cotidiana del antiguo Egipto



En la primera sala nos encontramos con un anticipo de lo que vamos a ver durante el resto de la exposición. Aquí nos explican el proceso de momificación. Esta práctica no solo era un modo de preservar los cadáveres para prepararlos para la otra vida, sino que también conllevaba un rito que era imprescindible en la religión egipcia. Como temática principal de esta sala nos encontramos la relación del antiguo Egipto con la muerte, no solo ante la modificación. Las piezas formaban parte de los ajuares de las tumbas. Entre otras veremos estelas, papiros, pequeñas reproducciones de elementos de la vida egipcia o un piramidión, la pieza en forma de pirámide que coronaba las pirámides, valga la redundancia.

En la segunda sala la momia de Penamunnebnesuttawy, un sacerdote, nos sirve para adentrarnos en la religiosidad del antiguo Egipto (obviamente nos ha encantado escribir su nombre). Probablemente ya conozcamos parte de su panteón, con dioses que nos suenan, aunque sea de las películas: Horus, Ra, Osiris, Anubis... La religión, como sucede hoy en día, era una práctica pública, pero también privada. Por ese motivo hemos encontrado pequeñas estatuillas que representan a esos dioses, y que protegían hogares y tumbas. 

La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Tendemos a ver el antiguo Egipto como un civilización que apenas sufrió cambios. Pero no fue así. A pesar de que sus esculturas pretendían a través de su hieratismo y de los materiales empleados trascender a todas sus generaciones, su sociedad fue cambiando en algunos aspectos. La adoración de uno u otro dios también tuvo sus modas. 


Otros aspectos que repasa la exposición Momias de Egipto. Redescubriendo seis vidas son la alimentación y los elementos que demostraban el estatus, como las joyas o la ropa. Evidentemente, y una vez más, aquí se aprecia la diferencia entre las clases nobles y el pueblo llano.


El mundo infantil en el país de los faraones


La exposición sobre momias en CaixaForum Valencia de la que todo el mundo está hablando

Probablemente la momia que más nos sorprende a todos es la de un niño de corta edad. Precisamente por la edad siempre pensamos que las momias se realizaron a adultos, incluso con una edad avanzada. Pero hay que recordar que la esperanza de vida en el antiguo Egipto era muy corta, rondando los 30 años. Ya sabréis que la momia más famosa ever, la de Tutankamón, transitó al más allá con solo 19 años. Puede que la consanguinidad familiar tuviera algo que ver. Todo esto siempre y cuando se consiguiera sobrevivir a la niñez. Hay estudios que cifran la supervivencia en solo uno de cada seis menores.

Esta momia infantil nos trasladará al mundo infantil egipcio. Por las vitrinas de esta sala podremos contemplar diversos juegos o juguetes. Algunos muy parecidos a algunos con los que se puede jugar hoy en día. Calzado y vestuario, además de otros elementos cotidianos, completan esta parte de la exposición. 

Esperamos que os haya picado el gusanillo y tengáis ganas de visitar esta exposición. Este proyecto conjunto con el British Museum se podrá visitar en el CaixaForum valenciano hasta el próximo 21 de enero, para después viajar a Zaragoza. Aprovechad, es una gran muestra, muy interesante y que nos va a redescubrir una civilización que todavía tiene muchos enigmas que resolver.

martes, 19 de diciembre de 2023

DESCUBRIMOS EL ÁREA RECREATIVA DE LA FUENTE DE LOS 50 CAÑOS EN SEGORBE

Cuando visitamos cualquier destino nos gusta saber donde están las áreas recreativas. Bien porque programamos comer o merendar ahí, porque surge un picnic por sorpresa o porque son buenos lugares para parar y descansar por un rato. Hemos dedicado unos cuantos artículos en este blog a esta temática, por lo que los habituales ya lo sabréis más de que sobra. Para no faltar a nuestra costumbre, cuando visitamos la ciudad de Segorbe descubrimos el área recreativa de la Fuente de los 50 caños.

Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

Esta área recreativa se encuentra a las afueras de este municipio castellonense. Es un espacio natural a orillas del río Palancia, que atraviesa el término municipal de la población y fue uno de los motores de su progreso, ya que permitió que se pudiera desarrollar la agricultura de regadío y, posteriormente, una industria que incluyó talleres artesanos de curtido de pieles y tintados, negocios para los que el agua es imprescindible. 

Qué encontramos en el área recreativa de la Fuente de los 50 caños



El área recreativa de la Fuente de los 50 caños no es un espacio excesivamente amplio, al menos a la vista, ya que se desarrolla en una franja estrecha aunque alargada, con una carretera local a un lado. A pesar de esto cuenta con el equipamiento suficiente para poder pasar un buen rato. Tiene una serie de mesas de picnic con bancos adosados. Este mobiliario está fabricado en distintos materiales. Los hay de metal, los hay de madera y, por último, los hay de piedra. Tanto los de metal como los de piedra nos aseguran su perdurabilidad, a salvo de los vándalos que suelen fastidiarnos a todos. 

Hay que destacar que esta área recreativa tiene juegos infantiles. Si nos seguís con cierta asiduidad (gracias, que no lo decimos lo suficiente), sabréis que este es un criterio para que le demos a un espacio de este tipo una buena puntuación. Pero no es el único.

Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

Por desgracia esta área recreativa carece de zona de paelleros o barbacoa, es decir, no podréis cocinar nada. Teniendo la precaución de llevar picnic no habrá ningún problema. Este servicio, junto al de la carencia de baños públicos, es el gran punto flaco de esta zona recreativa, que por lo demás tiene casi lo básico y un poco más.

Es de destacar la gran cantidad de plazas de aparcamiento que existen en esta zona. No es para menos, ya que prácticamente la única manera de llegar hasta esta área recreativa es con vehículo particular. Para llegar, hay que desplazarse hacia el norte de la localidad, por la carretera N-234 y desviarnos en la rotonda que indica "fuente", así, sin más. En aproximadamente un kilómetro encontraremos la fuente (la de los 50 caños, claro) y el área recreativa anexa.

La fuente de los 50 caños




¿De dónde toma el nombre esta área recreativa? Pues evidentemente de una fuente que se encuentra junto a la zona de sillas y mesas. Por una vez, y sin que sirva de precedente, el nombre no es una exageración. Efectivamente, la fuente tiene 50 caños. Esto es porque homenajea a las cincuenta provincias españolas.

La fuente está configurada en una pared de ladrillo y piedra con unas especie de pilastras que dividen la pared en cinco paños. En cada uno de estos paños o partes, se sitúan los caños, diez por cada una de las partes hasta completar los cincuenta. Además, sobre cada uno de los 50 caños se ha colocado el escudo de una provincia en bronce, ordenados de forma alfabética. En el centro, destacando el estar más elevado, se encuentra el escudo de Segorbe.

Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

La fuente no siempre fue como la vemos hoy en día. Durante la dictadura de Primo de Rivera se arregló un espacio más natural para convertirlo en una fuente con los famosos cincuenta caños que desembocaban en una pileta, como tal y como lo vemos actualmente. Esta reforma suprimió unas zonas de baños que los habitantes de Segorbe aprovechaban para refrescarse en verano. Pero fue en 1977 cuándo se remodela la fuente para añadir los escudos de bronce de cada una de las provincias de España. Es entonces cuando la fuente adquiere el aspecto actual.

Este lugar está bastante frecuentado por los segorbinos y segorbinas que quieren refrescarse en días de calor. Para eso aprovechan las sombras de los árboles que han crecido, ya que el baño está prohibido. También pueden disfrutar del restaurante que se encuentra junto a la fuente. De hecho, frente a la fuente se sitúa la terraza de este bar. 

Prohibido bañarse



Uno de los motivos (el principal, realmente) por los que escogimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños de Segorbe fue por el siguiente pensamiento lógico: estamos en verano, hay un área recreativa junto a un río, seguro que nos podemos bañar. Aunque en nuestra cabeza sonaba espectacular, la realidad fue muy distinta. En este tramo del río Palancia está prohibido el baño. Aunque lo hubiéramos intentado de extranjis habría sido imposible acceder al río y mucho menos, si es que te atreves a entrar, encontrar una forma de salir.

La única actividad permitida en este tramo del río es la pesca. Fundamentalmente truchas. Pero no se puede ejercer de forma libre, si no solicitando los pertinentes permisos al club de pesca que gestiona esta actividad. El contacto es el Club Deportivo de Pesca de Segorbe, y el trámite se puede solicitar en la Sociedad de Pescadores La Diana Segorbina o bien en los Servicios Territoriales de la Conselleria de Medio Ambiente. 

Por lo demás nos queda disfrutar de la calma y la tranquilidad de este paraje. Aunque hay una urbanización muy cerca no notamos excesivas molestias ya que el tráfico, al menos cuando estuvimos nosotros, no era muy intenso. A pesar de todo no conviene despistarse, sobre todo con los niños, para no tener un disgusto con la carretera.

Los enormes árboles que rodean el área recreativa de la fuente de los 50 caños de Segorbe proporcionan una sombra muy agradable. En su mayoría son falsas plataneras que ya han adquirido un considerable tamaño. Aunque también hay otras especies de árboles como los pinos, más autóctonos de la Comunidad Valenciana.

Punto de partida para visitar Segorbe


Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

Aunque esta área recreativa no entraría entre nuestro top de favoritas sí que tiene equipamientos básicos para visitarla cuándo estemos cerca de la ciudad de Segorbe. Es cierto que la carencia de baños es importante pero se puede solventar en algunos horarios con el restaurante que se encuentra aquí mismo.

Respecto a la visita a la ciudad de Segorbe ya os contamos en otro artículo en este blog todo lo que podéis encontrar. Una ciudad llena de historia que se refleja en vestigios como su muralla, el castillo en lo alto de una colina que domina el municipio, su curiosa Catedral o su arrabal. Una localidad que no defrauda y que tiene mucho que ofrecer.


Ya sabéis, si os encontráis por esta zona de la provincia de Castellón, esta área recreativa es un buen lugar para tomar un respiro y descansar durante la visita. ¿La conocéis?

viernes, 8 de diciembre de 2023

SIN EL BELÉN DE ROCA NO HAY NAVIDAD

No somos una familia muy tradicional, o al menos eso creemos. Tampoco somos una familia religiosa. Pero sí que hay algunas tradiciones que nos gustan. Como ya estamos cerca de la Navidad confesamos que una de nuestras aficiones durante las Pascuas es visitar belenes. Sobre todo si son como el increíble Belén de Roca.

Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Este nacimiento es uno de los más impresionantes que hemos visto. Tiene un gran número de figuras y nació de la mano de un grupo de amigos que tenían una afición común, conocimientos de escultura y pintura y, como es fundamental, espacio suficiente. 


Nos dirigimos a visitar el Belén de Roca 


El Belén de Roca se encuentra en el barrio de Roca, una pedanía de la población valenciana de Meliana. Se encuentra al norte de la capital, bastante cerca, a unos 7 kilómetros. Una de las ventajas, si estáis en la capital, es que podéis llegar con el tren a través de la línea de cercanías C-6, parando en la estación Roca-Cúper.

En caso de que acudáis con un vehículo particular, deberéis de tomar la V-21 y tomar la salida 15 desde Valencia, o la 14 si llegáis desde el norte, y seguir las indicaciones. Para los que tienen nivel experto, se puede llegar a través de Meliana y otros municipios de la comarca de L'Horta Nord.


Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Una vez estáis en el barrio no es excesivamente complicado encontrar dónde se encuentra el Belén. Un letrero luminoso en la calle principal nos lo indica. Además suele haber bastante cola, formada por los curiosos que quieren ver este belén. No es para menos que haya tanta gente expectante para visitar este nacimiento, que ya se ha convertido en un clásico de la Navidad valenciana.


La historia del belén de Roca


Todo comenzó en el año 1980 cuando un grupo de amigos y vecinos de este barrio empezó a montar un pequeño belén. En aquellos años se montaba duranta la temporada navideña en una planta baja que les dejaban. El primer año que montaron el belén ganaron el tercer premio en el concurso local. Eso les animó a intentar mejorar para el año siguiente. Lo hicieron, y consiguieron el primer premio. A partir de ahí cada año ha sido una mejora constante, no solo aumentando el número de figuras, sino también la realización de escenas y dioramas.

En el año 2005 se trasladaron al local donde se puede ver el Belén de Roca actualmente. En sus inicios estaban justo enfrente, donde ahora hay un restaurante. Esto les permitió que no tuvieran que desmontar el belén al final de cada temporada navideña y volverlo a montar al inicio. Hay que tener en cuenta que son miles de figuras. Cada año el Belén ha ido creciendo poquito a poco hasta convertirse en un emblema, casi en identidad de esta zona de Valencia y de su provincia.


Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Y así, como quien no quiere la cosa, cada Navidad son cientos las personas que se acercan a admirar este maravilloso belén que nació de la iniciativa de unos amigos. El boca a boca y las progresivas apariciones en medios de comunicación, locales primero y autonómicos y nacionales después, supusieron un empujón para que cada vez más personas quisieran acercarse hasta el barrio de Roca para ver su fantástico belén.


Un belén monumental


Monumental es la palabra que mejor define el Belén de Roca porque tanto en tamaño como en número de figuras es absolutamente impresionante. Actualmente ocupa una superficie de 50 metros cuadrados (más que algún pido) y tiene más de ¡7000 figuras!, convirtiéndose en el belén con más figuras en España. De esta manera pueden representar numerosas escenas del Belén tradicional como la Huida a Egipto, la Anunciación a los pastores o la Adoración de los Magos.

Además, el Belén de Roca ha introducido escenas costumbristas valencianas en el local. No en el Belén tradicional, si no fuera del espacio central. De esta manera añaden otros dioramas a este completísimo belén con un toque valenciano que permite salir un poco de la ortodoxia, de las escenas más tradicionales.

Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Durante la visita, los numerosos espectadores avanzamos en una procesión lenta porque no queremos perdernos ninguno de los detalles. Porque este Belén tiene detalles… ¡todos! Aquí un niño jugando, allá un perro, un panadero sacando el pan del horno o esta escalera que forma un estrecho callejón lleno de vida. Por no hablar de la búsqueda de caganers y meones... 

Cada cierto tiempo hay un pequeño espectáculo de luces y sonido. Hay una proyección de luces y unos efectos que imitan un amanecer, la Anunciación de la llegada del nuevo Dios. En ese momento todo el público se detiene para observar las luces, muy atentos para no perderse nada de este pequeño show.


Tarifas y horarios


La entrada al Belén de roca es gratuita pero hay que aportar un donativo. Este donativo, como ellos mismos explican en su página web, se destina a sufragar los gastos corrientes del Belén y la cantidad restante la dedican a colaborar con una causa solidaria a través de una entidad local. Sin embargo, si la visita se realiza fuera de la temporada navideña, algo que solo se permite a grupos con reserva previa, la entrada cuesta 1 euro.

Otra forma de financiación que tienen es la venta de figuritas y adornos para el belén, para el nuestro, el de casa. Hay figuras listas para colocar, otras que deben pintarse, y objetos de toda clase para darle un poco de realismo y de juego a nuestro nacimiento. Además, es otra manera de poder colaborar un poco con esta iniciativa que, como hemos visto, tiene su cara solidaria.


Sin el Belén de Roca no hay Navidad

En cuanto a las fechas de apertura, el Belén de Roca se puede visitar desde principios de diciembre, cuando parece que la Navidad va tomando velocidad de crucero, hasta pasar el Día de Reyes.  Concretamente en este 2023 será desde el 2 de diciembre al 7 de enero. El horario es de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Durante el período navideño abren todos los días.

Por último un consejo. Os recomendamos que, especialmente si visitáis el Belén de Roca por la tarde, vayáis abrigados. Aunque es una zona urbana se encuentra en un espacio apartado de la ciudad y rodeado de campos, es decir, bastante despejado. La espera se os puede hacer un poco larga ya que estamos en invierno, y aunque en la Comunidad Valenciana las temperaturas son suaves, suele hacer un poco de frío y el viento que sopla es húmedo por la proximidad del mar.



Sí, como a nosotros, os gusta visitar belenes durante las fechas navideñas, uno de los que tenéis que tener en vuestra lista apuntado es el Belén de Roca. No os perdáis este magnífico nacimiento porque estamos convencidos de que os va a encantar y que querréis repetir.

martes, 28 de noviembre de 2023

NOS ADENTRAMOS EN LES COVES DE SANT JOSEP EN VALL D'UXÓ

Julio Verne en sus novelas mezclaba algunos de los adelantos científicos de su época con pasajes de una extrema imaginación. En Viaje al centro de la Tierra describía un planeta bajo la superficie que poco tiene que ver con la realidad. Pero de vez en cuando nuestro planeta nos guarda pequeños lugares dignos de Verne como las cuevas de Sant Josep en Vall d'Uxó.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

Esta localidad castellonense esconde bajo una colina el río navegable más largo de toda Europa. Una experiencia que os recomendamos y qué puede llevarse a cabo casi en cualquier época del año, ya que la cueva guarda una temperatura constante alrededor de 20°C.

Unas cuevas milenarias en Vall d’Uxó


Las cuevas de Sant Josep de Vall d’Uxó son unas viejas conocidas por los habitantes de esta zona. Tanto es así que en la entrada podemos encontrar unas pinturas rupestres y unos grabados que, por la humedad existente y el paso de personas, se encuentran bastante deterioradas. Pero esto nos da una pista del aprovechamiento que tuvo la fuente que surge de este río subterráneo.

En el siglo XX y con el auge del turismo, las cuevas de San Josep de Vall d’Uxó se convirtieron en uno de los referentes turísticos de la provincia de Castellón. Alrededor de este espacio natural se ha ido construyendo un complejo turístico con restaurantes y tiendas de recuerdos que acompañan a la atracción principal.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

Llegar es muy fácil ya que está perfectamente indicado desde la autovía. En nuestro caso fuimos con nuestro vehículo particular. Hay un inmenso parking gratuito, en parte descubierto, en parte cubierto con unos techados que se han aprovechado para crear un parque solar. También cuenta con un espacio reservado para la estancia de autocaravanas, con posibilidad de cargar agua y vaciar aguas grises.

Si optáis por el transporte público podéis llegar en autobús a Vall d’Uxó desde Castellón, o bien desde Valencia o Sagunto. El paraje de San José no está excesivamente lejos del casco urbano y se puede llegar dando un agradable paseo. De hecho, la Oficina de Turismo local está aquí y no el centro del municipio como es habitual.

Nos embarcamos 


Primera recomendación del post: reservad con antelación las entradas a través de su página web. Les Coves de Sant Josep están muy solicitadas, sobre todo cuando se acercan festivos o vacaciones. De esta manera os aseguráis no hacer el viaje en balde. Las entradas, en principio, no parecen muy económicas. La entrada general cuesta 14 euros. A partir de ahí encontramos varios precios adaptados a un gran número de públicos. Los niños (que midan más de un metro y tengan 13 años o menos) pagan 8 euros, y si cuentan con una discapacidad son 6 euros. Las personas pensionistas, estudiantes o poseedores de Carnet Joven y adultos con discapacidad tienen derecho a entradas de 10 euros. Las familias numerosas pagan 9 y 6 euros, en el caso de los adultos y de los niños respectivamente. Por último, los niños que midan menos de un metro no pagan entrada. Por supuesto, los descuentos precisan de mostrar la documentación acreditativa para ser aplicados.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

La visita a les Coves de Sant Josep en Vall d’Uxó podríamos dividirla en tres partes: en la primera recorremos en barca el río navegable. Este trayecto son alrededor de 800 metros. La segunda parte se hace a pie, ya que llegamos a una galería emergida respecto al resto de la cueva. Este tramo es corto, unos 250 metros. Por último, ta tercera parte es el retorno a la salida con la misma barca. Todo este recorrido se hace en un tiempo total de entre 45 y 50 minutos. La verdad es que se pasa bastante rápido.

Cocodrilos, dinosaurios y murciélagos 


Nosotros tuvimos mucha suerte porque nuestro barquero era un chico joven con bastante gracia para explicar todos los detalles de las cuevas. De vez en cuando metía algún chiste para hacer más dinámica la visita. Además, interactuaba muy bien con los niños, porque bueno, sí, mucha barca, mucho río navegable y mucha roca, pero si lo pensáis fríamente esto puede resultar un poco aburrido.

Como ocurre con otras formaciones geológicas, los humanos vemos formas más o menos familiares en las rocas. Puede ser un cocodrilo petrificado, puede ser una cortina de piedra, las patas de un dinosaurio o cualquier otro animal u objeto. Algunas formaciones ya tienen nombre y otras pueden ser vistas con otros ojos.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

Un dato decepcionante: las grutas no son del todo naturales. En los años 60 del siglo XX picaron y dinamitaron para poder navegar entre una cavidad de la cueva y otra y así exprimir este recurso turístico. Si podéis fijaos y veréis las marcas de los barrenos en las paredes. Reiteramos lo de si podéis, ya que en la mayoría de estos tramos os deberéis de agachar para no llevaros un coscorrón de recuerdo.

Cada una de las cavidades, como la sala de los murciélagos o el lago de Diana, la Galería de Sifones o la Catedral tiene unas características que la hacen única. Por ejemplo, la de los murciélagos se llama así porque habían colonias de estos mamíferos alados, pero con la actividad humana decidieron buscarse otra cueva. Durante el trayecto de vuelta en esta misma cavidad os espera una sorpresa. Aunque no es difícil encontrarla en redes sociales preferimos no hacer spoiler.

Un poblado íbero


Justo sobre la colina en la que se encuentran les Coves de Sant Josep hay un poblado íbero que alargó su vida hasta época romana. Esta es la prueba de que desde hace miles de años había población estable en esta zona y que aprovechaban el agua que surge del río de San José para su uso y consumo. De hecho, nos contaron que actualmente parte del agua potable de Vall d’Uxó procede de esta fuente. 

El yacimiento es visitable y se ha puesto en valor para contar los hallazgos que han localizado durante las distintas campañas de excavación. Os recomendamos su visita, aunque haya que subir por unas interminables escaleras, porque, la pasarela que permite la visita es también un excelente mirador de Vall d’Uxó. También hay una ermita junto al poblado.


Si os quedáis con ganas de más, hay otras actividades que podéis realizar en les Coves de Sant Josep. Una sería el espeleokayak. Esta es una actividad más especializada y se avanza más en el interior de las cuevas que con las visitas habituales. Otra actividad muy chula es el ciclo de conciertos Singin’in the cave (¡bravo por la creatividad!). Tanto los músicos (de primer nivel) como el público asistente se encuentran en barcas, creando una atmósfera especial.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

Si estáis buscando una experiencia única en la provincia de Castellón, emulando a Otto Lidenbrock,  Axel y Hans, protagonistas de la novela de Verne, no podéis perderos las impresionantes Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó. Estas cuevas subterráneas ofrecen un fascinante viaje a las profundidades de la tierra, combinando la maravilla natural con una rica historia.

sábado, 18 de noviembre de 2023

DISFRUTANDO DEL MERCADO CENTRAL DE VALENCIA CON LOS CINCO SENTIDOS

Valencia fue fundada por los romanos en el siglo I antes de Cristo. Pero fue más de diecinueve siglos después cuando se levantó el templo pagano más importante que ha tenido la ciudad. Sus dioses provienen de la tierra, del mar, e incluso alguno del cielo. Y además se incita al pecado. Concretamente a la gula e incluso un poquito a la lujuria. Ese templo es el Mercado Central de Valencia.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Este templo es también un lugar donde vivir plenamente eso que sea dado en denominar turismo experiencial. El Mercado Central de Valencia necesita los cinco sentidos para poder ser vivido con plenitud e intensidad.

La historia del Mercado Central de Valencia



Si nos vamos unos pocos siglos atrás en el tiempo veremos que nuestra sociedad no ha cambiado demasiado en algunos aspectos. Uno es la provisión diaria de alimentos. Cuando las ciudades se asientan plenamente y la sociedad se diversifica el grueso de la población ya no se dedica a la agricultura, sino solo una parte que intercambia bienes y servicios. Vamos, lo que ocurre hoy en día. Quien no cultivaba sus alimentos debía ir a la compra para poder tener un cierto surtido. Nada que no conozcamos. 

En el espacio donde actualmente se encuentra el Mercado Central de Valencia se ponía todos los días el mercado ambulante,  parecido a lo que hoy llamaríamos mercadillo. Cada uno en sus puestos o paradas vendía sus productos: carne, huevos, pescado, verduras o fruta, así como especias y otra serie de útiles necesarios para la vida diaria. Fue en este lugar donde a finales del siglo XIX se asienta la idea de levantar un edificio en el que se diera cabida al mercado con unas mejores condiciones higiénico-sanitarias.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Así nace el Mercado Central de Valencia, que es hijo de su tiempo. Una estructura de hierro sostiene un espacio cubierto de 6800 metros cuadrados. En el centro una cúpula a modo de una catedral pagana. Un espacio que cada día miles de personas acuden para hacer la compra. También, simplemente. para visitarlo puesto que se ha convertido en uno de los emblemas turísticos de la ciudad.

Pasear por las distintas calles que se abren en el mercado observando los productos de cada una de las paradas o puestos, es uno de los placeres más grandes que se pueden dar a los sentidos.

La arquitectura del mercado



Como ya hemos comentado antes la estructura que sostiene el mercado es de hierro. De esta manera se consigue un gran espacio diáfano. Bajo el techado se colocan los puestos, que se distribuyen en calles para permitir la circulación de personas. 

En el centro del Mercado Central de Valencia hay una cúpula que ayuda a distribuir la luz por el interior del edificio. La estructura de hierro también ayuda a iluminar el interior, ya que los muros no tienen que sostener el techo y se pueden aligerar para abrir huecos donde situar ventanas. Aunque el clima de Valencia tampoco permite que hayan demasiadas ventanas, ya que hay meses tórridos (y cada vez más).

Otro aspecto importante es la decoración interior del mercado. En su momento el hierro también tiene una función decorativa. Era el material más moderno y con eso casi casi era suficiente. Pero no, porque la cerámica valenciana, los manises, ya eran un elemento de distinción entre una burguesía que empezaba a enriquecerse con el comercio. Se colocan en algunas partes del edificio, con motivos alusivos a los productos que se pueden encontrar, como frutas o pescados.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Las ventanas también se decoran con vidrieras. No es algo generalizado, ya que su función principal es la de permitir que la luz entre en el interior para iluminar, pero ya que están se aprovechan. 

En el exterior, además de las cúpulas, hay dos elementos muy famosos en toda Valencia. Se trata de las dos veletas del Mercado Central. La más conocida, sobre la cúpula central, representa un ave: un loro o una cotorra, y ese ha convertido en símbolo del mercado. La otra es un pez espada, que se sitúa sobre la zona de pescaderías. Quizás la inspiración vino por la veleta de la contigua Iglesia de los Santos Juanes. Quizás. 

Visitando el interior



Dentro del edificio del Mercado Central de Valencia vamos a encontrar, evidentemente, puestos en los que vamos a poder adquirir todo tipo de productos. De unos años a esta parte hemos visto una evolución. Al ser parte de la sociedad progresa con ella, pero al mismo tiempo conviven puestos muy tradicionales como otros muy rompedores.

La columna vertebral del Mercado Central sigue siendo el producto que suministran las huertas de la Vega de Valencia, las carnes y huevos de las granjas cercanas y los pescados de las lonjas de la costa valenciana. Producto de proximidad, kilómetro cero. Pero esa evolución ha llevado a que se vendan frutas exóticas o hayan puestos de productos gourmet, dedicados al vermut o al vino, tiendas de souvenirs o bares, destacando La Central, el bar del chef Ricard Camarena, con 2 estrellas Michelín, que tiene en Valencia cinco establecimientos para todo tipo de públicos, entre ellos uno de los mejores 100 restaurantes del mundo.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Los puestos no están agrupados por tipología es decir, las carnicerías, por ejemplo, no están todas juntas, ni las fruterías, ni los despachos de pan. Aunque puedan haber algunos grupos de puestos que puedan coincidir. La excepción son las pescaderías, que se agrupan en un apartado, que, como hemos comentado, se destaca en el exterior con una veleta.

 
El entorno del Mercado



En el Mercado Central de Valencia no solo hay puestos en el interior. Se aprovecha para situar en el exterior, pero en el mismo edificio, unos cuantos puestos más. Existe uno que vende, fundamentalmente, cazuelas de barro y paellas. Recordatorio: la paella es el recipiente donde se cocina la paella. El paellero o paellera es el lugar donde se hace, o sobre el que se hace. Por mucho que diga la RAE, en Valencia de esta burra no nos bajan.

Otros de los puestos exteriores del Mercado Central de Valencia alojan bares y establecimientos que preparan comidas para llevar. En Valencia, no solo la ciudad, sigue estando muy presente la tradición del almuerzo. Aquí se entiende como la comida que se hace a media mañana. Suele constar de bocadillo, bebida, algún aperitivo (generalmente encurtidos) y un café. En estos bares del Mercado se puede almorzar a buen precio.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

En las dos esquinas que dan a la plaza del Mercado existen dos edificios adosados. Se conocen como Les Llotgetes (las lonjitas). Son edificios muy distintos al Mercado, con fachadas de ladrillo caravista y tejados a varias aguas. Además están coronados con una aguja. Son propiedad de entidades bancarias y los dedican a realizar actividades culturales.

Por último, hay que reseñar los edificios que rodean al Mercado Central de Valencia. En la misma plaza del Mercado, justo enfrente, se encuentra la Lonja de la Seda, el único edificio de la ciudad que está declarado Patrimonio de la Humanidad. Imprescindible. Al lado la Iglesia de los Santos Juanes, uno de los mejores ejemplos del barroco valenciano. Y muy cerca la Plaza del Ayuntamiento, o la Catedral, o el Palau de la Generalitat, verdaderas joyas arquitectónicas.


Es imposible que en un solo post quepa todo lo que hay en el Mercado Central de Valencia. Nuestra recomendación obvia es que lo visitéis, sin prisa, y que os dejéis llevar por vuestros instintos más primarios. Que sean los sentidos quienes os guíen. Disfrutad, disfrutad mucho esta visita.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

LA MEMORIA DEL PARC MINER DEL MAESTRAT

Una de las experiencias más interesantes que podemos vivir con los niños es visitar lugares que recuperan oficios que han desaparecido o están cerca de desaparecer. No solo por ese romanticismo nostálgico de pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, si no precisamente para mostrar que, con sus fallos y carencias, en la actualidad vivimos mucho mejor de lo que lo hacían en el pasado. Esa es una de las razones que convierten al Parc Miner del Maestrat en un lugar ideal que visitar con nuestros hijos.

La memoria del Parc Miner del Maestrat

Nos vamos a adentrar en el interior de la provincia de Castellón en una zona de duras condiciones, veranos calurosos e inviernos gélidos. La comarca del Maestrat, que es la parte en la Comunidad Valenciana del Maestrazgo, guarda mucha historia y sobre todo mucha memoria.

LLEGAMOS AL PARC MINER DEL MAESTRAT 


Para llegar al Parc Miner del Maestrat no hay más remedio que hacerlo con un vehículo privado, ya sea propio o de alquiler, ya que está en un lugar accesible pero bastante apartado de los dos pueblos más cercanos, Culla y La Torre D'En Besora.

Os recomendamos poner el GPS para qué os guíe por la carretera adecuad. Para llegar hay que circular por una carretera de montaña estrecha y revirada desde la que podréis ver los valles cercanos. A lo lejos, y durante el tramo final del camino, veréis la silueta del Peñagolosa. Esta es la montaña más alta de la Comunidad Valenciana, un gigante lleno de leyendas a su alrededor.

La memoria del Parc Miner del Maestrat

En el último tramo se indica la llegada al Parc Miner del Maestrat. Os aconsejamos tener cuidado porque por esa misma carretera por la que nos hemos desviado, y que es más bien un camino, circula el trenecito que nos llevará a visitar las minas.

A nosotros nos sorprendió los edificios que se encuentran en el Parc Miner y que reutilizan los que existían cuando la mina estaba en funcionamiento.  Ahora son un bar-restaurante, dependencias de servicio y la taquilla. Aquí adquirimos las entradas, que hemos reservado previamente en el email parcminerdelmaestrat@gmail.com. El precio de la entrada general es de 12 €, mientras que para menores entre 4 y 12 años es de 6,50 €. Las familias numerosas, además de poseedores del Carnet Joven, estudiantes de la UJI, pensionistas y personas con una discapacidad superior al 33%, se pueden beneficiar de un descuento del 20%.. También se conserva una capilla o ermita muy fotogénica. Para amenizar la espera hay un parque infantil para que jueguen y no se desesperen.

NOS ADENTRAMOS EN LA MINA 



El Parc Miner del Maestrat cuenta con dos minas visitables: la mina Esperanza y mina Victoria. La mina estuvo a un servicio entre los años 1940 y 1962. Extraían mineral de hierro que se llevaba con camiones a Sagunto, a los Altos Hornos, donde se transformaba y se distribuía hacía varias partes de España y Europa. La apertura de la mina fue un revulsivo económico para una comarca que en plena posguerra no contaba con actividad económica más allá de la agricultura y la ganadería, y ambas eran deficitarias.

Cuando la mina dejó de ser rentable se cerró. Hubo un periodo en el que se utilizaron para plantar champiñones, pero la rentabilidad de este negocio tampoco debía de ser muy alta y al final también cerró. Desde hace unos doce años se volvieron a abrir como recurso turístico a través del Parc Miner del Maestrat. De esta manera se ha podido aprovechar este lugar y se han creado puestos de trabajo, que era de lo que se trataba desde un principio.

La memoria del Parc Miner del Maestrat

La primera mina que se visita es mina Esperanza. Se bautizó así porque, como acabamos de contar, el descubrimiento del mineral trajo la esperanza a un territorio que lo estaba pasando muy mal en uno de los peores momentos de la historia reciente. El descubrimiento no fue casual, ya que los vecinos de la zona usaban la cueva natural que existía para extraer pigmentos. Ese fue el germen de la mina.

Llegamos subidos en el trenecito que hemos aludido anteriormente. Andamos apenas unos pasos y llegamos a la boca de la mina. Anteriormente ya nos hemos pertrechado con cascos. Creednos, van a ser mucho más útiles de lo que podríamos haber imaginado en el momento en el que los repartieron. Nos sentamos frente a una pantalla nos disponemos a ver un video que recupera la memoria de aquellas personas que hace décadas trabajaron en la mina a través de sus recuerdos.

UN VISTAZO A UN TRABAJO DURÍSIMO 




La visita a la primera mina nos revela lo que acabamos de ver en el vídeo. El trabajo era duro, muy duro. Además era peligroso, muy peligroso. Afortunadamente durante los años de actividad no se registró ningún muerto, aunque sí que se produjeron accidentes.

Durante el recorrido veremos la maquinaria que se utilizaba y que fue variando con los años. En los primeros años el trabajo era casi exclusivamente manual, a base de picos y barrenos. Poco a poco se añadieron máquinas a motor, pero no por ello fue menos duro. También vemos otros útiles como las linternas de carburo. Nos cuentan que los niños también trabajaban en la mina. Algunos realizaban funciones de aguador, suministrando agua a los hombres que picaban. Nuestros hijos se sorprendieron mucho, les parece inconcebible que niños con su edad realizaran tareas tan duras en vez de ir al colegio.

La memoria del Parc Miner del Maestrat


También conoceremos que en esta mina de la necesidad se hizo virtud. Las galerías se iban excavando siguiendo las vetas del mineral y, para asegurar las zonas, se realizaban muros de piedra en seco, típicos de la zona. Muy seguros no eran, pero a la falta de madera se sumaba el aprovechamiento de las rocas que extraían para no tenerlas que acarrear, ya que en esta mina solo tenían carretillas en unos puntos determinados.

Precisamente la visita a la mina Esperanza finaliza siguiendo la antigua vía por donde se sacaban las carretillas que desechaban el material sobrante. Un espacio extraño, ya que la mina modificó el paisaje y la tierra que pisamos no existía hace unas décadas.

DE VUELTA A MINA VICTORIA 



Regresamos con el trenecito al inicio de nuestro trayecto para visitar la mina Victoria. En su interior esta mina no es demasiado distinta de la mina Esperanza. La principal diferencia es la altura, superior a la otra mina, y que desde el principio vemos unas vías por las que transportaban las carretillas. Quizás la diferencia más notoria es que desde un principio utilizó más tecnología, aunque fueran carretillas, que en la mina Esperanza. En un principio las carretillas carecían de volquete y había que vaciarlas a mano. Existe una especie de hall, más amplio que por su acústica, se utiliza para realizar conciertos de pequeño formato. 

Volvemos a ver vetas de material, que se quedaron sin extraer porque, lo más seguro, es que fueran escasas y no rentara. En ambas minas se extraían limonita, hematita y goethita, minerales que contienen hierro en bruto, que necesita ser transformado para su uso. 

Como curiosidad, y tal y como afirma el Dr. Ian Malcom, la vida se abre paso. En algunas galerías ha crecido musgo y su presencia está asociada a los focos que alumbran las minas. Esto también se debe a la elevada humedad interior y a las filtraciones de agua, que han empezado a forman estalactitas.  

ACABAMOS LA VISITA AL PARC MINER DEL MAESTRAT 


La memoria del Parc Miner del Maestrat

Os vamos a contar un secreto. Primero por avatares de la vida y después por las condiciones meteorológicas, tuvimos que posponer dos veces la visita al Parc Miner del Maestrat. Ahora que ya lo hemos visitado no nos arrepentimos en absoluto. Puede que la espera también haya logrado que tuviéramos aún más ganas de conocer este lugar.

Esta visita nos ha enseñado la dureza algunos oficios que se realizaban no hace tanto tiempo. Evidentemente siguen existiendo explotaciones mineras donde los trabajadores cada día, a pesar de haber mejorado muchísimo las condiciones de seguridad en el trabajo, se siguen jugando el pellejo a diario. También hemos realizado un ejercicio de memoria a través de los propios mineros que trabajaron aquí y que recuerdan un tiempo que fue duro.
 


Para acabar nos quedamos en la terraza de la cafetería del Parc Miner del Maestrat tomándonos un refresco y admirando un paisaje del interior de Castellón que adivinamos infernal en verano y gélido en invierno. Pero nos gusta.