miércoles, 28 de octubre de 2020

QUE SE PUEDE VER EN BARCELONA EN 2 DÍAS CON NIÑOS

¡Por fin! Eso es lo que decíamos en nuestro coche. Después de muchos meses podíamos hacer nuestra primera escapada. Nos cogimos como un clavo ardiendo a la excusa de que teníamos motivos familiares para ir a Barcelona, y ya que estábamos pues pasamos allí el fin de semana.

Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
Vista panorámica de Barcelona
La verdad es que hacía bastante tiempo que teníamos ganas de ir a Barcelona. La última vez que estuvimos fue de pasada, un alto de camino hacia la Costa Brava. La verdad es que nos quedamos con la miel en los labios. Así que esta vez había que aprovechar para sacarnos esa espinita. Cogimos las maletas, metimos ropa, mascarillas, y unas cuantos envases de bolsillo de gel hidroalcohólico y para Barcelona.


Vamos a contar lo que hicimos durante dos días. No llevamos un plan férreo, más allá de unas cuantas cosas que queríamos ver. De hecho improvisamos bastante. Incorporamos algunas cosas sobre la marcha y tuvimos que desechar otras que teníamos muchas ganas de ver (el Park Güell, por ejemplo). Pero al final vimos, aunque fuera de pasada, bastantes cosas.


DÍA 1

Teníamos tantas tantas ganas de ver Barcelona que no sabíamos ni por donde empezar. Así que ante la duda de qué ver... lo vimos todo. Todo lo que pudimos desde el coche. Como el Bus Turístico, por las restricciones del coronavirus, no tenía servicio intentamos imitarlo nosotros. No fue difícil ya que había bastante menos tráfico del normal en Barcelona.


Las Torres Venecianas y al fondo Montjuic
De esta manera recorrimos las principales calles y avenidas de la capital catalana, recorriendo algunos de los principales monumentos. Nuestro alojamiento estaba a medio camino entre Plaza de España y Plaza de Catalunya, por lo que su ubicación era muy buena para movernos. Empezamos la ruta yendo, precisamente, hacia la Plaza de España, con esa vista de las Torres Venecianas y al fondo el Palau Nacional que alberga el MNAC (Museu Nacional d'Art de Catalunya). Si la fuente de Montjuic hubiera funcionado, hubiera sido ya el acabose.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
El Arco del Triunfo junto a los Jardines de la Ciudadela
Seguimos por Gran Vía de les Corts Catalanes doblando en la Plaza de Tetuán en sentido hacia el Parque de la Ciudadela. Tras ver el Arco del Triunfo volvimos sobre nuestros pasos para buscar el Paseo de Gràcia. Ahí buscábamos los dos edificios más famosos de la calle la Casa Batlló y la Casa Milá (La Pedrera). ¡Qué bonitos! ¡Qué ganas de visitarlos por dentro! Y qué bonitas las farolas de Paseo de Gràcia.


Detalle de la Casa Milá (o La Pedrera)
Nuestra ruta siguió por la Diagonal buscando, sí, el Camp Nou. A pesar de que nuestras filias futbolísticas no son culés, creo que al menos debíamos acercarnos a un estadio que es más que un estadio. Ya para finalizar nos dirigimos hacia el Parque de Joan Miró, coronado por la escultura "Dona i ocell" y de vuelta al alojamiento para comer.


Por la tarde visitamos Montjuic, donde estuvimos paseando por los alrededores del antiguo Estadio Olímpico Lluís Companys explicando a nuestros hijos que supusieron aquellos Juegos Olímpicos, y como de una forma mágica y espectacular se encendió el pebetero bajo el que nos encontrábamos en ese momento. Quisimos ir al MNAC, pero como quedaba poco tiempo para que cerraran, decidimos dejarlo para otra ocasión.



Si recuerdas el espectacular encendido del pebetero en los JJOO de Barcelona 92, no eres muy joven

Como todavía no había anochecido pensamos en apurar la tarde visitando el que es el monumento más famoso de Barcelona, y eso que todavía no lo han terminado. Como ya habrás imaginado estamos hablando de la Sagrada Familia. Mis hijos ya sabían lo que íbamos a ver gracias a los Lunnis de leyenda. Cuando llegamos ya estaba cerrado el templo a visitas, pero pudimos recorrer el exterior. Observamos las notables diferencias entre la fachada del Nacimiento (la más antigua) y la fachada de la Pasión (que se terminó en 2018). También las múltiples diferencias entre materiales, técnicas, estilos decorativos, etc. En definitiva, la prueba del paso del tiempo por este edificio, y las distintas manos y mentes que han trabajado en él, algo que ya aventuró Antoni Gaudí, y que seguirá sucediendo hasta que las obras se completen, previsiblemente en 2026.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
La Sagrada Familia. Still working

La noche se nos echó encima, así que nos fuimos a dormir y descansar, que sabíamos que el siguiente día iba a ser bastante completo.



DÍA 2

Este día lo teníamos claro, íbamos a ir al Cosmocaixa. Este es un museo de las ciencias gestionado por la Obra Social La Caixa. Al ser clientes de esta entidad la entrada es gratuita. Si no lo sois, la entrada cuesta 6 euros para los mayores de 16 años acompañados de un adulto. Si son menores la entrada es gratuita. Con motivo de los protocolos de seguridad para evitar el contagio del Covid-19, era obligatorio el uso de mascarilla, el aforo se había reducido, había que mantener la distancia interpersonal, no se podía tocar los módulos interactivos y, lo más importante solo se podían visitar en dos horas cuatro espacios expositivos. Pero calma, que estos cuatro espacios expositivos son suficientes para este tiempo.


Uno de los muchos módulos de Consmocaixa

En primer lugar visitamos una exposición temporal muy interesante titulada "Sables y mastodontes". A continuación pasamos por el "Muro geológico", una muestra de diferentes estratos donde se muestran diferentes procesos geológicos de distintos lugares del planeta. La "Sala Universo" es el espacio expositivo más grande. Abarca desde el Big Bang hasta el uso de la robótica y de nuevos materiales con propiedades increíbles. Está llena de módulos interactivos que, como ya hemos comentado anteriormente, no se podían tocar. A cambio unos "mediadores", que eran superamables, los hacían funcionar y explicaban que significaban, que demostraban, etc. y daban las explicaciones que hiciera falta. De verdad, de 10. Por último se visita el "Bosque Inundado" un fascinante y sorprendente trocito de la selva amazónica con árboles y peces enormes.


Al salir de Cosmocaixa, y como no estamos excesivamente lejos, decidimos subir hasta la Torre de Collserola, donde hay un mirador desde el que se divisa toda la ciudad de Barcelona. Para eso hay buscar la carretera BV-1417 y desviarse en la BV-1418. Nuestro gozo en un pozo porque actualmente está cerrada. Así que empezamos a buscar alguna ubicación alternativa. Nos decidimos por el "Mirador de los Bomberos". Esta zona en realidad está restringida a vehículos autorizados, pero nos colamos (sí, lo confesamos, espero que no conlleve sanción alguna). El único castigo fue una mirada de desaprobación. Merece mucho la pena. La vista es espectacular. No os lo podéis perder. Otra alternativa menos outsider es el denominado "Mirador de Barcelona", que se encuentra al lado derecho en sentido Barcelona. Muy cerquita de la Torre de Collserola, que es una torre de telecomunicaciones llena de antenas, está el histórico parque de atracciones del Tibidabo, que en esta ocasión no llegamos a visitar.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
¡¡¡Zoltar conoce tu futuro!!!
La pausa para comer la hicimos en un centro comercial que tiene una tienda de juguetes enorme (y restaurantes, claro). Super Drim es tan grande que dentro tiene una noria y una heladería, por si te sofocas ante tanto juguete. Lo que más nos gustó fue una máquina de ZOLTAR, un adivino que te entrega (por 1 € mediante) una tarjeta en la que te lee el destino. Un homenaje en toda regla a Big, esa fantástica película protagonizada por un joven Tom Hanks que tiene una de sus escenas más recordadas en una juguetería.

La Rambla, siempre La Rambla
Se nos acababa el tiempo en Barcelona, así que tras regresar a nuestro alojamiento para descansar un poco recargar batería, tanto metafórica como literalmente la de los móviles, emprendimos nuestro último paseo. La de cosas que vimos que mis hijos se quejaron nada más salir de que estaban cansados, pero con el truco de "¡Mira, mira! ¡Ahí está [introduzca aquí el edificio que desee]!" fuimos avanzando poco a poco.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
Ayuntamiento de Barcelona en Plaça Sant Jaume

Andando por la Gran Vía llegamos a la Plaza de la Universidad, de aquí a Plaza Catalunya y bajamos por la Rambla. Aunque había bastante gente no llegaba a ser esa multitud que estábamos acostumbrados a ver por esta calle. Nos imaginamos entrando al Liceo, comprando en el mercado de La Boquería, y nos sorprende esa mezcla ecléctica de tradición y contemporaneidad, de iglesias y franquicias de comida rápida. Llegamos hasta el final, hasta el monumento a Colón, y remontamos para meternos de lleno en el Barrio Gótico buscando la Catedral. Callejeando recorrimos el barrio hasta dar con la Plaza de Sant Jaume. De ahí fuimos a buscar la Plaça Nova, desde donde pudimos observar la magnificencia de la fachada de este bello templo gótico. De ahí a Vía Laietana a buscar el metro. Se lo habían ganado.


La Catedral de Barcelona, protagonista de tantas historias...
Ya sé que nos vais a decir que nos quedaron muchas cosas por ver. ¡Claro! Nos sacamos una espinita, pero se coló el gusanillo por ver mucho más de Barcelona. Y es que en realidad Barcelona son muchas Barcelonas: la de Gaudí, la gótica, la Olímpica... Pudimos ver algo de cada una, pero nos encantaría ver más. A pesar de que el coronavirus ha alterado la vida de esta gran metrópoli, sigue latiendo, a menos velocidad que de costumbre, pero sin perder el pulso. Y es que, como diría el gran Peret, ¡Barcelona tiene poder! 

domingo, 18 de octubre de 2020

SI OS GUSTA EL ARTE URBANO TENÉIS QUE VISITAR FANZARA

En los últimos años se ha puesto de moda el arte urbano. Parece que han quedado atrás aquellos tiempos en los que se asociaba realizar un grafiti con ser un gamberro y un vándalos (que haberlos, haylos). Seguramente sin el trabajo de artistas como Jean Michel Basquiat o Keith Haring, que a finales de los 80 (del s. XX) consiguieron que los grafitis pasaran de las paredes callejeras a las galerías de arte y los museos de arte contemporáneo. El espaldarazo definitivo puede que provenga del enigmático Banksy, cuyo reivindicativo arte urbano se ha hecho famoso en todo el mundo.


Evidentemente también ayuda que las firmas "marranas" hayan pasado a ser murales que decoran y embellecen, aún con una fuerte carga de mensaje social, lugares que hasta el momento se encontraban degradados. De esta moda también han empezado a participar las administraciones públicas. Aquí se abre un interesante debate, porque no deja de ser curioso. Al mismo tiempo es importante apoyar a artistas que pretenden ennoblecer un tipo de expresión cultural que hasta hace poco era perseguida. Tanto es así que mientras señalan quien y donde (incluso que) tienen que pintar, borran muros con arte "no oficial".

La falla municipal de Valencia, la que se planta en la plaza del Ayuntamiento, sería un buen ejemplo de esta legitimación y de la  moda del arte urbano. En los tres últimos años los artistas urbanos Escif, Pichi&Avo y Okuda, que está de actualidad por su intervención en el cántabro faro de Ajo, han colaborado con los artistas falleros en la creación de los monumentos, aportando su visión.  


Toda esta introducción sobre el arte urbano no es más que para justificar porqué hemos visitado Fanzara. Este es un pequeño pueblo en la provincia de Castellón qué se ha hecho precisamente famoso gracias al arte urbano. Después de ver un montón de reportajes y posts en blog, y decenas de fotos en redes sociales son picaba el gusanillo y en cuanto tuvimos la oportunidad fuimos a visitarlo.

Fanzara se encuentra en el "primer" interior de la provincia de Castellón. Muy cerca del Parque Natural de la Sierra de Espadán y bañado por el río Mijares, desde la carretera por la que se accede a Fanzara se puede ver el mar (de ahí lo de "primer interior"). Ya os advertimos que solo por sus características naturales ya merece la pena visitar este municipio que no llega a los 300 habitantes. 


Para llegar a Fanzara os recomendamos que desde la A7, que cruza la Comunidad Valenciana de norte a sur, salgáis en la CV-20 hacia Onda y sigáis por esta carretera tras salir de Onda hasta la salida de Fanzara por la CV-194. No es nada complicado, quizás el tramo desde Onda sea un poco más revirado, pero nada especialmente difícil. Además está cerca de muchas ciudades como Valencia, desde donde se llega en una hora y en apenas 30 minutos desde Castellón. Si viajamos desde Alicante o Tarragona se tarda algo más de dos horas.

¿Por qué un pueblo que no llega a los 300 habitantes es conocido por el arte urbano? En 2014 se tiene la idea y se contacta con el artista madrileño Pincho. Éste lo ve viable y así se celebró la primera edición del Festival MIAU, que corresponde con las siglas de Museo Inacabado de Arte Urbano. Tras seis ediciones (en 2020 no se ha celebrado por la pandemia del Covid-19) han participado 73 artistas que han dejado en Fanzara más de 150 obras. El MIAU tiene una doble función. En primer lugar intentar cerrar una herida que se abrió cuando el Ayuntamiento de Fanzara solicitó que se instalará en su término municipal una planta de residuos tóxicos. Esto dividió a los habitantes entre detractores y partidarios. Los que estaban de acuerdo alegaban que era beneficioso por el empleo que generaría. Como en muchísimos otros pueblos los jóvenes se van por la falta de oportunidades, sobre todo porque en municipios cercanos hay una industria azulejera muy potente. Por otra parte había vecinos contrarios a esta instalación por lo que suponía para el medio ambiente. Finalmente esta planta no se instaló en Fanzara, pero la confrontación siguió existiendo.


En segundo lugar el MIAU pretende revitalizar un entorno rural que poco a poco se apaga. Esto lo ha conseguido parcialmente, ya que si bien es cierto que la fama de Fanzara ha traspasado fronteras y miles de personas han visitado el pueblo, esto no se traduce en más dotaciones hosteleras, principalmente alojamientos, ni en un aumento de la población. Con todas, el día que estuvimos había bastante gente paseando por sus calles y las terrazas de los bares estaban llenas, coronavirus y mascarillas mediante.

Por último, otro objetivo del MIAU es fomentar el intercambio de experiencias entre personas de distintas generaciones (los habitantes de Fanzara son mayoritariamente mayores) y crear nuevos vínculos, relaciones y colaboraciones. De hecho los artistas se alojan en casas de vecinos. Este objetivo está plenamente conseguido, ya que aunque al inicio hubo reticencias (ya sabéis que los grafitis es cosa de gamberros) al final se ha demostrado que ha sido beneficioso para el pueblo.


Nosotros fuimos con la idea de que Fanzara nos iba a gustar. Ya os hemos contado que habíamos visto anteriormente en redes sociales o por reportajes en televisión y otros medios como blogs, lo que encontraríamos en Fanzara. Pero lo que ocurrió es que nos encantó. Paseando por sus calles vas de sorpresa en sorpresa. La frase más repetida es "¡mira, mira, mira este de aquí!. Si un mural os sorprende, el siguiente lo hará más. También muchas os arrancarán una sonrisa. Porque el arte también puede ser divertido.

Sí, Fanzara está llena de obras de arte urbano. Las hay de todos los tamaños. Desde mural que ocupan toda la pared de un edificio de varias plantas, a otras que cabrían en un folio. Junto a algunas hay panees con códigos QR que os llevarán a una web donde podréis "acumular" las obras vistas. Y no todo es pintura, también escultura. Y durante la celebración del festival, en el mes de julio, se ofrecen charlas, conciertos, performances, danza, proyecciones...  


Os recomendamos vivamente acudir a Fanzara. No importa la edad para disfrutar de esta maravilla de pueblo. Lo decimos con conocimiento de causa, nuestro grupo lo formaban personas entre los 5 y los 70 años. Tampoco importa la época del año. Lo importante es tener ganas de disfrutar. Nosotros volveremos para poder participar en alguna de las visitas guiadas que ofrecen y en los talleres que organizan para niños. 

Poco podían imaginar en Fanzara que pasarían de discutir si en su pequeño pueblo debía albergar una planta de residuos peligrosos a recibir artistas de todo el mundo y aparecer en las páginas de The Guardian o The New York Times, además de la mayoría de medios españoles. Aunque solo sea por este ejemplo, ¡viva el arte urbano!

(A continuación tenéis una galería de imágenes del MIAU. ¡Imposible quedarse solo con unas cuantas!)