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sábado, 9 de marzo de 2024

LOS 7 MIRADORES MÁS ESPECTACULARES DE BENIDORM

Uno de los recursos más empleados cuando vamos a visitar cualquier sitio, sea una zona urbana o una zona natural, es ir a un mirador. Generalmente son gratis y las vistas que se admiran desde las alturas se nos quedan grabadas en la memoria durante mucho tiempo. Aquí no es una excepción y podemos observar la ciudad desde los miradores de Benidorm más espectaculares. ¿A quién no le gusta observar todo a vista de pájaro?

Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm

Vamos a repasar unos cuantos miradores para poder visitar con la familia. Algunos son accesibles con vehículo, otros no. La mayoría son gratuitos, pero avisaremos en el que se tenga que pagar. Sea como sea, os aseguramos que en cualquiera de los casos vais a triunfar. ¡No os olvidéis de la cámara!


La Creu (La Cruz), el lugar favorito de los miradores de Benidorm



Si queréis visitar alguno de los miradores de Benidorm, empezad por el más famoso. Subir es casi una obligación. Se encuentra en uno de los altos de Serra Gelada (Sierra Helada), a 237 metros sobre el nivel del mar. Desde las alturas se pueden ver las dos playas de la bahía de Benidorm y gran parte de la comarca de la Marina Baixa. Se puede acceder en coche y está perfectamente señalizado desde el final de la Avenida del Mediterráneo. El parking está más o menos a unos 100 m. y desde ahí se accede por una escalera un poco escarpada.

El nombre de este lugar proviene de la cruz que colocó una misión evangelizadora en 1961. Esta cruz debía de expiar los pecados de Benidorm, ya sabéis, por lo de permitir que en sus playas se usara el bikini y eso. En 1975 un temporal arrancó la cruz, que fue repuesta por una fabricada con travesaños de vías de ferrocarril (la anterior estaba hecha con postes de la luz). Esa cruz se cambió unos cuantos años más tarde por una con estructura metálica e iluminación nocturna.

La Creu se ha convertido en un lugar de recuerdo (hay unas cuantas urnas cinerarias), senderismo y también ha servido de escenario para varios géneros cinematográficos, desde el publicitario al cine para, ejem, adultos. Si queréis saber como son las vistas podéis saberlo viendo los vídeos del programa Late Motiv de Andreu Buenafuente. Desde aquí se tomó la fotografía que se usó durante varias temporadas como fondo del plató.


Tossal de la Cala, un mirador de Benidorm no tan conocido


Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm

Nos vamos ahora a la otra punta de Benidorm. A lo alto del Tossal de la Cala, que corona la playa de Poniente y divide los términos de Benidorm y Finestrat. Menos conocido que La Creu, pero igual de espectacular que otros los miradores de Benidorm. Se sitúa a 103 metros de altura. Se puede llegar en coche casi hasta su punto más alto. Está indicado pero deberéis ir con atención, porque si os confundís en un cruce acabaréis en la playa en vez de en lo alto.

Junto al mirador se encuentra el yacimiento del Tossal, del que os hablamos en otro post. Es el asentamiento más antiguo de Benidorm. Aunque hace años se pensaba que era ibérico, las últimas investigaciones retrasan su cronología hasta el s. I a. C. ¡Con estas vistas es normal que se establecieran aquí!


Azotea del Hotel Bali, donde las alturas son algo más



El Gran Hotel Bali es uno de los edificios más famosos de la ciudad. Es el segundo edificio más alto de Benidorm y el hotel más alto de España. Su azotea es uno de los miradores más espectaculares, un reclamo turístico de alto nivel. Situado a casi 186 metros del suelo, ¡más alto que el cercano Tossal de la Cala!

Respecto al aparcamiento no hay problema, pero hay que pagar para subir hasta lo más alto. El precio varía dependiendo de si sois clientes del hotel o si no os hospedáis aquí. Siempre podéis tener suerte y que os inviten a una boda oficiada desde las alturas.


El Mirador del Mediterráneo y la Plaza del Castell, el lugar de los Instagramers


Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm

Este es uno de los puntos más transitados de Benidorm. También es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad. Con todo el motivo del mundo. La Plaza del Castell (castillo) se sitúa sobre la Punta Canfali, que divide en dos la bahía de Benidorm. Desde esta plaza se tiene una visión panorámica de las playas de Levante y de Poniente y de la isla, con el mar Mediterráneo rodeándolo todo. Su balaustrada es uno de los elementos más famosos de Benidorm, y se han usado como imagen de la ciudad.

Desde la Plaza del Castell unas escaleras en zigzag se adentran en el mar hasta llegar al Mirador del Mediterráneo. La vista esta vez se traslada apenas a unos metros sobre el nivel del mar, más que desde las alturas lo haremos a vista de pez. Sentiremos el batir de las olas y si hay un poco de mala mar hasta es posible que nos salpique algo de agua al romper el mar sobre las rocas.

El mirador tiene forma de pentágono y hace pocos años se sometió a una reforma. El suelo se ha cambiado y una rosa de los vientos ha sustituido a las antiguas baldosas. También ha desaparecido una farola de cuatro brazos que tenía una peana que servía de asiento para descansar un poco antes de encarar la subida de la escalera y como lugar un poco más elevado para hacer fotos.


Cima del Puig Campana, desde las alturas de verdad



El Puig Campana es una montaña mágica, mítica. Ya deberíais saber que su tajo ha dado pie a leyendas y cuentos. Desde el caballo de San Jaime al gigante Roldán (pasando por los extraterrestes), alguien desgajó un trozo en uno de los puntos más altos que pasó a ser la isla de Benidorm. Estrictamente no se encuentra en Benidorm sino en el término municipal de la vecina población de Finestrat.

Para llegar a la cima necesitaréis una cierta preparación física y el equipamiento adecuado. No es excesivamente difícil, pero tampoco es fácil, ya que hay tramos con un desnivel considerable y piedras sueltas, por lo que las botas de montaña se hacen muy necesarias. También agua y algo de comida. Os recomendamos subir por la umbría, ya que disfrutaréis antes de un paisaje muy sorprendente.

Una vez arriba, a 1.406 metros sobre el nivel del mar, la vista abarca a Benidorm... y las comarcas de la Marina Baixa y gran parte de la Marina Alta. Todo esfuerzo merece la pena para disfrutar de uno de los miradores de Benidorm más impresionantes. Uno se quedaría allí arriba horas, a disfrutar de una vista que normalmente solo pueden gozar las aves. Aunque a simple vista no se ve, hay quien ha podido fotografiar las Islas Baleares desde la cima con unas condiciones climáticas y de luz muy particulares. De hecho a isla de Ibiza se encuentra a menos de 130 km. y la de Mallorca a unos 260 kilómetros.


Sierra Cortina, el más desconocido de los miradores de Benidorm


Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm

Si creéis que no tenéis la suficiente preparación (o ganas) para subir hasta la cima del Puig Campana, una buena alternativa es el mirador de Sierra Cortina. Se encuentra a medio camino entre los términos municipales de Benidorm y Finestrat. De hecho detrás de Sierra Cortina se "oculta" el pueblo de Finestrat. Para que lo entendáis, es la sierra donde se sitúa Terra Mítica. Este mirador no se encuentra a una altura demasiado considerable, unos 383 metros de altura de un máximo de 534, pero es más que suficiente. No vais a disfrutar como desde las alturas del Puig Campana, pero se ve perfectamente la bahía de Benidorm, todo su skyline y Sierra Helada. También las poblaciones vecinas.

Para llegar desde Benidorm hay que tomar la carretera CV-70 hacia La Nucía, y tras pasar junto al concesionario de Toyota y el KFC, en la siguiente rotonda, tomad la segunda salida hacia Finestrat. Avanzamos unos 3,8 km y doblamos al camino que se abre a la izquierda. Aparcamos y subimos por el camino que sube y que está asfaltado en gran parte del recorrido. Al cabo de unos 500 metros encontraremos el mirador, junto a un repetidor. Os dejamos la referencia de Google Maps para que consultéis el camino para llegar.

La gran ventaja de este mirador es que no es muy conocido y no va mucha gente, por lo que podréis estar bastante más tranquilos que algunos de los anteriores, sobre todo los que son mucho más famosos y visitados.


Parasailing, el mirador que no es un mirador


Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm


Por último vamos a hablar de un mirador que no es un mirador. Porque no estáis sobre ningún suelo, si no suspendidos en el aire y volando gracias a un paracaídas amarrado a una barca. Esta experiencia será la que os hará tener un panorama a vista de pájaro más real, ya que generalmente está reservada para las gaviotas y otras aves marinas que vuelan sobre la bahía de Benidorm. Además es la experiencia más emocionante y toda una aventura.

Estas actividades se organizan desde el puerto deportivo de Benidorm en los meses con mejor tiempo (de mayo a octubre). Como ya hemos contado, te colocan en un paracaídas que despliegan desde una embarcación y te van elevando poco a poco. El vuelo dura aproximadamente unos 15 minutos, pueden compartir el barco varias personas y, además, dais un paseo por la bahía. El precio varía dependiendo de si lo hacéis solos o en pareja, a la vez, en el mismo paracaídas.

 


Y de esta manera podéis disfrutar, de formas muy diferentes, de unas vistas inmejorables de toda la ciudad desde los miradores de Benidorm. Unas veces desde las alturas, otras mucho más cerca del mar, y en otras podremos combinarlo con un poquito de naturaleza o de aventura. Ahora que ya los conoces, ¿con que mirador os quedáis?


jueves, 29 de febrero de 2024

ATERRIZAMOS EN EL CAMPO DE AVIACIÓN DE VILAFAMÉS

Hay episodios de nuestra historia reciente que quizás no conocemos tan bien como lo pensábamos. Hay personas que creen que hay demasiadas películas y libros ambientados en la guerra civil española. Con todas hay momentos y lugares que desconocemos punto un ejemplo sería el aeródromo o Campo de Aviación de Vilafamés.


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

Generalmente se le presta una mayor atención aquellos momentos que fueron cruciales dentro del conflicto o los que se desarrollaron en las grandes ciudades coma y pero fuera de ese gran foco la guerra continuó en varios frentes. Frentes en los que muchas personas vivieron y, lamentablemente, murieron. Descubrir esas pequeñas historias es conocernos un poquito mejor.


La guerra en el cielo


Durante la Gran Guerra (lo que después hemos conocido como Primera Guerra Mundial) se vivieron las primeras batallas aéreas de la historia. Si durante siglos (¡o milenios!) se había combatido sobre tierra y en el mar, el inicio del s. XX vivió la conquista de un nuevo escenario de guerra: los cielos. 

La guerra aérea se divide en dos campos. En primer lugar los primeros bombardeos contra ciudades. Ya sabéis como va esto, se cargan bombas sobre los aviones y se lanzan sobre objetivos que deberían ser militares. En segundo lugar y, quizás lo más espectacular y épico, las batallas en las que un aviador se lanza a derribar a otro. Aquí forjaron su leyenda los primeros Ases del cielo (así, en mayúscula). El más conocido fue Manfred von Richthofen, más conocido por su apodo: El Barón Rojo. Pero hubo más héroes, como Roland Garrós, en cuyo honor se bautizó otro tipo de batalla mucho menos cruenta. 


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

Además del uso más ofensivo, la aviación proporcionó una herramienta táctica muy importante. La altura de los vuelos proporcionaron un punto de vista que anteriormente solo estaba al alcance de las aves. Los enemigos ofrecían menos secretos desde el aire y, además, podían ser fotografiados. La guerra había cambiado por completo. 

Aunque el mundo, principalmente los países europeos, se conjuraron para que jamás se repitiera un conflicto como el que se vivió entre 1914 y 1918, todos sabemos que finalmente tres décadas más tarde Europa se sumió en un nuevo conflicto total. La Guerra Civil Española fue el ensayo general. 


La aviación en la Guerra Civil


Entre 1936 y 1939 España vivió una contienda que marcaría el resto del siglo. No sólo en nuestro país, también en otras naciones cercanas. El apoyo que los nazis alemanes y los fascistas italianos le dieron a las tropas comandadas por Franco una ventaja fundamental frente a las tropas republicanas, que recibieron ayuda de la lejana Unión Soviética.

Basta recordar el bombardeo sobre la localidad vizcaína de Guernika por parte de la Legión Cóndor alemana para vislumbrar los estragos que podía ocasionar este tipo de ataques sobre objetivos militares y, especialmente cruento, sobre objetivos civiles que se protegían como buenamente podían.


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

Como curiosidad, el escritor André Malraux dirigió durante la Guerra Civil la película "Sierra de Teruel", un film en parte documental y en parte ficticia que se basa en la experiencia del propio Malraux como piloto de guerra. La película muestra combates aéreos reales que se produjeron durante la Guerra Civil y que rodó de una forma bastante temeraria. Después los negativos tenían que salir hacia Francia, donde se terminó de rodar.


La importancia del Campo de Aviación de Vilafamés


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

Localizar este aeródromo en Vilafamés no fue una tarea fácil. Aunque él GPS permitió llegar de una manera más o menos sencilla. Pero al finalizar la visita nos dimos cuenta que el navegador nos había llevado por un camino que no era por el que debía de hacerlo. Nuestra recomendación es que no vayáis por el camino más cercano a la CV-15.

El aeródromo 442 fue durante algo más de un año la base más importante de la 4ª Región Aérea de la República Española. Estuvo operativo desde verano de 1937 hasta verano de 1938, con dos etapas. La primera fue, tras su construcción, por el ejército de la República. Desde aquí se dio apoyo aéreo al frente de Teruel. Al final de la primavera de 1938 el ejército franquista tomó Vilafamés y el aeródromo pasó a ser utilizado por la Legión Cóndor. El avance del frente hasta la cercana Batalla del Ebro hizo que se abandonara.  


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

En este año largo de funcionamiento pasaron varios tipos de aeronaves por sus instalaciones: un Hispano Nieuport 52, de fabricación española en la factoría de Hispano-Suiza en Guadalajara (pero diseño francés) y que fue usado por ambos bandos; Polikarpov I-16 “Moscas, de fabricación soviética; Tupolev SB-2 “Katiuskas", también de fabricación soviética, al igual que los Polikarpov I-15 “Chatos”; y, por último, los Messerschmitt BF 109 alemanes. 


442. Campo de Aviación de Vilafamés


En 2019 se inauguró la musealización de este campo de aviación, tras las gestiones conjuntas del ayuntamiento de Vilafamés y el . Las principales piezas que vamos a ver son un perfil a tamaño real en una plancha metálica de un avión Polikarpov I-15 "chato". También se ha reproducido, con una plancha metálica, un piloto de la Legión Cóndor. 

En este espacio se pueden observar varios elementos originales. En primer lugar una torre de telecomunicaciones que también era un transformador eléctrico. Otro elemento son las sinuosas trincheras, que tenían tierra amontonada a ambos lados y que tenían una función de protección en caso de ataque. El personal cercano a ellas podía lanzarse para evitar ser impactado por la metralla. Las trincheras son, quizás, el elemento más destacado del aeródromo, ya que a lo largo de todo el espacio que ocupaba este campo de aviación había una red de túneles que se han recuperado, aunque nosotros no los pudimos visitar.


Aterrizamos en el campo de aviación de Vilafamés

También se ha reconstruido la entrada de un búnker que estaba junto a la zona de aterrizaje y servía para protegerse de los ataques aéreos que pudieran producirse. Sobre éste un edificio del que solo se conservan los cimientos y parte del suelo, y que era uno de los edificios que servía de almacén y polvorín. Al fondo, se encontraban los barracones, hoy desaparecidos.

Por todo el campo de aviación de Vilafamés hay numerosos paneles que nos proporcionarán bastante información y que podrán poner contexto a lo que estamos viendo. No es informativa, pero cabe resaltar que también hay una placa que rinde homenaje a todas aquellas personas que, de un modo u otro, estuvieron relacionados con este campo de aviación. Es bueno tener memoria.


Un trozo de la historia de España


La visita al aeródromo de Vilafamés puede complementar una excursión que incluya el interesantísimo centro de esta localidad en la provincia de Castellón. Siempre es necesario refrescar nuestra memoria y aprender que hubo lugar muy cerca que fueron protagonistas de la historia y estuvieron olvidados.   

Este paseo por la historia está altamente recomendado. Es cierto que este espacio está muy transformado después de 80 años, sobre todo teniendo en cuenta que los terrenos se usaron para cultivar, y hoy están llenos de conejos. De vez en cuando se realizan actividades relacionadas en el aeródromo, en las que hay personas que recrean los uniformes que se utilizaban en la época. Una manera de vivir más intensamente la historia. 


lunes, 19 de febrero de 2024

LOS 5 MUSEOS DE VALENCIA MÁS RECOMENDADOS PARA FAMILIAS

Valencia es una ciudad maravillosa llena de posibilidades. Podéis disfrutar de sus jardines, de su gastronomía, de su entorno natural, o de sus playas. Otra opción muy recomendable y muy destacable es visitar algunos de los museos de Valencia. Los hay muy interesantes y os vamos a recomendar cinco perfectos para toda la familia.

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

En este post vamos a citar algunos de los más destacados y curiosos. Algunos son referencia nacional e internacional en su ámbito, así que no hay excusa para no visitarlos de inmediato. Por cierto, pequeño spoiler, no hemos incluido el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, es el museo de Valencia más visitado y conocido, así que creemos que no hace falta descubrirlo. Y si queréis saber más, ya publicamos hace un tiempo un post.


Museo de Bellas Artes


El Museo de Bellas Artes San Pío V se encuentra en una ubicación privilegiada en la ciudad de Valencia, frente al antiguo cauce del río Turia y junto a los Jardines del Real (o de Viveros, como se les conoce popularmente). Sus instalaciones se hallan en el antiguo Convento del Carmen, que como tantos otros edificios en España, pasó a manos públicas tras las desamortizaciones.

¿Qué podemos ver en el Museo de Bellas Artes de Valencia? Este museo está considerado la segunda pinacoteca más importante de España, lo que es mucho, teniendo en cuenta que solo la supera el Museo del Prado de Madrid. Esto hace que sea el más interesante de los museos de Valencia. En primer lugar veremos una importante colección de pintura medieval, probablemente de las mejores de toda Europa.

También es muy interesante su colección de pintura renacentista y barroca. Entre estas destaca el famoso autorretrato de Velázquez, que comparte sala con otros maestros como José de Ribera, Murillo o Alonso Cano.

Este museo destaca también por la colección de pintores del XIX y el XX. Quizás el más destacado y famoso sea Joaquín Sorolla, que tiene varias obras donde se refleja la luminosidad de sus cuadros. También de otros contemporáneos como Ignacio Pinazo, Muñoz Degraín o Cecilio Pla.

El Patio del Embajador Vich

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

No menos interesante es visitar el denominado Patio del Embajador Vich, la primera construcción arquitectónica renacentista que se hizo en España. Jerónimo Vich era embajador de Fernando II de Aragón (V de Castilla, y el Católico para la mayoría) en Roma. Cuando volvió a Valencia se construyó un palacio con materiales italianos (mármol de Génova) y al estilo que imperaba en Roma, que no era otro que un Renacimiento que todavía no había cruzado el Mediterráneo. Después de varios siglos se desmontó y trasladó a este museo.

El museo abre de martes a domingo de 10:00 a 20:00 ininterrumpidamente. Una de las grandes ventajas de este museo es que es totalmente gratuito, todos los días.


IVAM

 

A finales de los años 80 abre sus puertas en Valencia el Instituto Valenciano de Arte Moderno, más conocido por sus siglas: IVAM. Este museo en el corazón de Valencia desata una fiebre por el arte contemporáneo que se adelanta, entre otros, al Museo Reina Sofía de Madrid o al Museo Patio Herreriano de Valladolid.

Se encuentra en el número 118 de la calle Guillem de Castro, junto al antiguo cauce del río Turia. Está especializado en arte contemporáneo, con una importante colección de obras del s. XX, aunque también tiene una importante colección del pintor valenciano Ignacio Pinazo (sí, también está presente en el Museo de Bellas Artes). Es el segundo más visitado de los museos de Valencia, tras el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Podemos distinguir dos espacios principales. Por un lado el denominado Centro Julio González, el edificio principal y, por otro, la Sala de la Muralla. El primero acoge las salas expositivas, tanto de la colección permanente como de las exposiciones temporales. Su nombre se debe al escultor Julio González, que tiene depositada en el IVAM gran parte de su producción artística.


Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

La Sala de la Muralla se encuentra en el subsuelo, y tiene este nombre porque se encontró parte de la muralla medieval que rodeaba Valencia. Esta muralla recorría, entre otros lugares, la actual calle de Guillem de Castro, para encontrarse, por ejemplo, con las Torres de Quart.

El IVAM está abierto de 10:00 a 19:00 de martes a domingo. Los viernes alarga su horario hasta las 20:00, mientras que los lunes está cerrado al público. Los miércoles desde las 16:00 h. y los domingos la entrada es gratuita.


Museo de Historia de Valencia



Vamos a empezar con una curiosidad, y es que el museo que trata la historia de la ciudad de Valencia no se encuentra en la ciudad de Valencia. Concretamente está en término municipal de Mislata, a pocos metros del límite con Valencia. Pero el edificio es propiedad de la ciudad de Valencia, ya que fue uno de los depósitos de agua que impulsaron su red de agua potable a partir de mediados del s. XIX para combatir las epidemias de cólera que asolaron la ciudad. 

Este es uno de los principales atractivos de este museo de Historia de Valencia, las hermosas arcadas de ladrillo proyectadas por el ingeniero Ildefonso Cerdá, encargado de diseñar el famoso Ensanche de Barcelona, bajo las que se sitúa la historia de una ciudad que se fundó en año 138 a. C. y que ha sido protagonista de numerosos hechos a lo largo de los siglos hasta llegar a nuestros días. 

La lectura de las salas es un poco peculiar. Se estructura alrededor de unos módulos en el que se proyectan unos vídeos que están muy bien hechos y son bastante didácticos. Rodeando a éstos se sitúan los diversos objetos que protagonizan la historia de cada una de las épocas que ha vivido Valencia a lo largo del tiempo. 


Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

Para los niños (y también los mayores, para que mentirnos) recomendamos unos módulos interactivos denominados Máquina del Tiempo. Gracias a un gran mando se podrá viajar a lo largo de la historia. Los niños lo prefieren a estar mirando vitrinas y objetos inanimados.   

El Museo de Historia de Valencia abre de martes a domingos a las 10:00. Los domingos y festivos cierra a las 14:00 y el resto de días el horario se alarga hasta las 19:00. La entrada general cuesta 2€, y las entradas reducidas, 1€ (entre otros colectivos a familias numerosas). Todos los domingos y festivos de apertura la entrada es gratuita y todos los días a menores de 16 años y otros colectivos. 


Museo de Ciencias Naturales


Ya os hablamos de este Museo de Ciencias Naturales de Valencia en un par de posts anteriores. Uno sobre los museos y yacimientos paleontológicos en territorio nacional. Es uno de los museos que más nos gusta en Valencia, porque es bastante interesante. También por su entorno, ya que se encuentra en los Jardines de Viveros, muy cerquita del Museo de Bellas Artes de Valencia (podéis visitar los dos de tacada, si tenéis fuerzas).

La colección se puede dividir en seis partes. La primera, dedicada a la tecnología y el conocimiento, recrea el laboratorio del premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, que fue profesor en la facultad de Medicina de la Universidad de Valencia (que, por cierto, se encuentra bastante cerca de este museo). A continuación se recrea el aula de un colegio de mediados del s. XX, que tiene poco que ver con una actual.

Los fósiles

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

Acto seguido la exposición se dedica a los fósiles. Está dividida en dos partes. En primer lugar la excepcional colección de fósiles de Rodrigo Botet, un ingeniero valenciano que trabajó en Sudamérica, principalmente Uruguay y Argentina a finales del s. XIX. Allí atesoró una enorme colección de fósiles, que es la que se exhibe aquí. Destacan los grandes mamíferos como el megaterio, una especie de perezoso prehistórico gigantesco, los armadillos, o el smilodon, el famoso Tigre Dientes de Sable.

La colección continúa con más fósiles, destacando los de los dinosaurios localizados en distintos yacimientos de la Comunidad Valenciana. La siguiente parte de la exposición es la colección conquiológica, es de decir, de conchas, que fueron donadas a este museo por Eduardo Roselló. Por último se encuentra una colección de minerales y una explicación de la vida silvestre que podemos encontrar en la ciudad de Valencia, y que es bastante asimilable a casi cualquier ciudad española.

El museo abre de martes a sábado de 10:00 a 19:00, sin descanso, mientras que domingos y festivos cierra a las 15:00. La entrada general cuesta 2€ y la reducida 1€.


Museo Nacional de Cerámica


El Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, que es su nombre completo, es uno de los museos de Valencia más interesantes y el único perteneciente a la red de Museos Estatales en la capital valenciana. Su interés se centra en dos puntos. En primer lugar por su colección, ya que la cerámica es uno de los primeros materiales que el ser humano aprendió a controlar y con el que fabricó útiles imprescindibles en su día a día. Pero sobre todo por el edificio que lo alberga, el Palacio del Marqués de Dos Aguas.

Este edificio es muy conocido por su fachada, labrada en alabastro, una de las joyas del rococó valenciano. A ambos lados de la puerta están representadas dos figuras que representan a los ríos Júcar y Turia, las "dos aguas" que dan nombre al marquesado de los antiguos propietarios. Numerosas figuras de ángeles se mezclan con elementos naturales como vegetales, frutas, animales, etc. La fachada está presidida por una Virgen del Rosario.

El interior es una muestra clara de la evolución del edificio, que sobre un palacio gótico realiza una profunda reforma. Se incluyen estancias decoradas para una familia noble del s. XVIII. De aquella época se conservan los muebles y la decoración. Destacan los salones y la sala de baile, que recuerda a otras similares que hay tanto en el Palacio Real de Madrid como en el Palacio de Versailles, pero de mucho menor tamaño. También conservan carrozas de paseo ricamente decoradas.

La colección del Museo

Los 5 museos de Valencia más recomendados para familias

Respecto a la colección de cerámica hace un recorrido histórico por este material. Desde las vasijas de la antigüedad a verdaderas obras de arte realizadas en los talleres de la cercana localidad de Manises, conocida por su tradición ceramista. Por otra parte también se puede observar otros usos de la cerámica, como el destinado a realizar azulejos para suelos o paredes. Una de las piezas más interesantes son las cerámicas decoradas por Pablo Ruiz Picasso y dedicadas a este museo.

El Museo de Cerámica de Valencia se encuentra en la calle Poeta Querol, muy cerca del Teatro Principal. El horario de apertura es de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00, excepto domingos y festivos que solo abre en horario de mañanas. La entrada general cuesta 3€ y la reducida 1,5€, aunque sábados por las tardes, domingos y algunas festividades es gratuito, así como para numerosos colectivos, como estudiantes, menores de edad y mayores de 65 años, entre otros muchos.


Más museos en Valencia



Esta es solo una pequeña selección de los museos que podéis visitar en la ciudad de Valencia. Como se suele decir, no están todos los que son, pero son todos los que están. La lista es mucho más extensa y llena de buenas propuestas: el Museo de Prehistoria y L'ETNO, el museo de Etnología (nombrado Museo Europeo del Año 2023), ambos en el Centro Cultural la Beneficencia, y muy cerca del IVAM; el MUVIM, también en la calle Guillem de Castro como los anteriores, el Centro Arqueológico de L'Almoina, en plenísimo centro de la ciudad; el Museo Fallero o el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, que hemos comentado al inicio del post. 

Podríamos seguir, con otros museos y centros culturales que no son de titularidad público. Valencia, en ese aspecto, es una ciudad con una oferta inacabable. Os invitamos a conocerla. La vais a disfrutar. 

viernes, 9 de febrero de 2024

RECORREMOS LA RUTA DE LOS MOLINOS DE BANYERES DE MARIOLA

Unir naturaleza y patrimonio es una gran idea. Ya sabéis, un paisaje bonito con un edificio bonito multiplica su poder de ser bonito. Si a esa mezcla le añadimos un poco de ejercicio, el resultado es de 10. En esta ocasión vamos a desplazarnos a la población alicantina de Banyeres de Mariola, en el interior de la provincia, para descubrir su Ruta de los Molinos. ¿Os venís a hacer el recorrido con nosotros?

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

El curso del río Vinalopó a su paso por Banyeres hizo que se instalaran varios molinos. Éstos aprovechaban la fuerza motora del río para poner en marcha su maquinaria. La introducción de la electricidad hizo que poco a poco esta industria fuera abandonado esta localización para desplazarse a otras zonas al no depender de esta fuente de energía. Ese patrimonio ha sido recuperado hace relativamente poco para que podamos descubrir su historia y no olvidemos que este río fue mucho más que una corriente de agua.


El río Vinalopó como fuente de riqueza


Nacido en la sierra de Mariola, en el término municipal de la cercana Bocairent (aunque pertenece a la provincia de Valencia), el río Vinalopó recorre casi 100 kilómetros por el oeste de la provincia de Alicante hasta que desemboca en Santa Pola. Las poblaciones que atraviesa el Vinalopó son un eje económico fundamental para la provincia y la Comunidad Valenciana, que combina extensiones agrarias con industrias.

Respecto a los productos hortofrutícolas, aunque hay extensiones de frutales destaca, muy por encima del resto de cultivos, la uva de mesa y los viñedos dedicados para vino. Es bastante probable que recibáis el año nuevo con la uva del Vinalopó, que suele estar disponible para su consumo desde finales de agosto. Una fruta de muchísima calidad protegida por la DOP Uva de mesa embolsada del Vinalopó. Respecto a la industria, el calzado y sus derivados tienen un fuerte peso, desde Villena hasta Elche, pasando por Elda. Esta ha sido una industria fundamental que ha logrado que se haya extendido a industrias auxiliares que, a su vez, han diversificado la economía y sus propias salidas al mercado.

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

El Vinalopó no ha sido ajeno a la historia que ha ido transcurriendo en los territorios que riega. Hay que destacar que fue casi frontera entre los reinos cristianos y los almorávides, y después entre los territorios de las coronas de Aragón y Castilla. Los múltiples castillos que jalonan su recorrido dan testimonio de esta tierra de frontera. De hecho hay una ruta de los castillos que tiene un recorrido muy similar al del río Vinalopó y a la autovía A-31, que desde la capital provincial vertebra la comunicación con el interior de la península.

Por estos motivos el río Vinalopó, a pesar de su corto recorrido, es fundamental para la provincia de Alicante. Ya en el pasado tuvo ese importante carácter económico. De ahí que en Banyeres de Mariola decidieran crear una ruta que combinara esa historia con un fantástico paraje natural.


El paraje natural del Molí de l’Ombria


Para arrancar nuestro recorrido nos acercamos al Molí de l’Ombria. Alrededor de este antiguo molino papelero hay una zona de esparcimiento municipal que está realmente bien. Nos sorprendió encontrar un área recreativa tan completa. Si decidís no hacer la Ruta de los Molinos y únicamente pasar el día en esta área recreativa, creemos que merece la pena.

¿Por qué empezar la ruta de los molinos desde aquí? Porque hay un amplio parking donde pudimos aparcar nuestro coche. Bueno, nuestros coches, porque fuimos un grupo grandecito, tanto adultos como niños, y no cabíamos todos en un solo vehículo. 

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

En realidad el parking pertenece al área recreativa Molí de l’Ombría. Esta completa área recreativa que tiene casi de todo. Y es bastante grande. Entre primavera y principio de otoño ofrece una zona de acampada con numerosas plazas para grupos grandes. Ya lo debéis saber, y si no os lo explicamos, una zona de acampada no es lo mismo que un camping, ya que no dispone de gran parte de los servicios de estos últimos y tampoco está vallado y cerrado. Por ejemplo, aquí sí que hay duchas pero en invierno no están operativas (ni los servicios, por cierto) porque las bajas temperaturas pueden hacer que se congele el agua y destroce las cañerías. En un momento dado os puede sacar de un apurillo, o podéis utilizarlo una o dos noches. Importante, sólo se puede acampar con tienda. Campers, caravanas o autocaravanas no pueden acceder. Por cierto, hay un parking para autocaravanas bastante cerca.

Otros de los servicios que ofrece esta área recreativa son mesas de picnic, una zona de juegos infantiles bastante grande y diversa, y algo que nos llamó mucho la atención: una zona de bicicross con obstáculos para que las personas que practiquen este deporte puedan divertirse. Os advertimos que algunos de estos obstáculos necesitan un poco de mantenimiento porque estaban bastante renqueantes, si vais a practicar bicicross echad un ojo antes.


Nos ponemos en marcha en la Ruta de los Molinos


Pero vamos a contaros lo que os habíamos prometido, la Ruta de los Molinos. Esta ruta senderista es muy facilita, con poca dificultad. Tiene pocas pendientes y un trazado que, aunque es lineal, podéis dividir e incluso hacer circular para que no sea excesivamente pesado. Nosotros fuimos con bastantes niños y tardamos en recorrer uno de los tramos, más o menos la mitad, en un poco más de una hora.

Esta ruta senderista une, principalmente, tres antiguos molinos papeleros que había en Banyeres de Mariola. Se complementa con otros vestigios que hay en la zona. Uno de los aspectos que más nos gustó fue la numerosa información sobre la flora y fauna de la zona que se recoge en varios paneles informativos repartidos a lo largo del recorrido. Nuestro hilo conductor va a ser el río Vinalopó que transcurre por aquí en sus primeros kilómetros, casi recién nacido desde la fuente que le da vida en la Sierra de Mariola.

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

Por nuestra parte, como ya hemos dicho, solo hicimos un tramo ya que no nos informamos correctamente. Aunque no estuvo nada mal y nos permitió hacernos una idea bastante precisa de en que consiste esta ruta. Una vez finalizamos nos dimos cuenta que el Molí de l’Ombria se encuentra a mitad del recorrido total. Pero ya era tarde para nosotros. Aún así el recorrido estuvo bastante bien. Está bastante bien señalizado, y los paneles informativos ayudan a no perdernos. 


Los molinos y otros elementos en la ruta


En el tramo de ruta que nosotros realizamos solo pudimos ver uno de los molinos. Está en un estado de conservación bastante malo, que es lo que le ocurre a los edificios cuando no llevan un mantenimiento constante. Pero se pueden apreciar algunas características exteriores de estos edificios. En primer lugar un punto para desviar el agua del río. De esta manera tenían fuerza motora para la maquinaria y agua para realizar la materia prima, en este caso, la pasta de papel. En el exterior, pero dentro del cercado del molino se puede ver lo que fue una balsa y el conducto que devolvía el agua al río. 

Otro de los elementos que pudimos ver durante la ruta fue una acequia. De hecho, se transita por dentro del canal de la acequia durante un tramo. Haya tranquilidad, está sin uso. Transcurre en paralelo al río Vinalopó, pero más elevada que este, algo que también llama la atención. Por último, en el otro lado del río, se pueden visitar los restos de un antiguo horno de cal, un elemento imprescindible en la construcción de viviendas hasta hace relativamente poco.   

Recorremos la ruta de los molinos en Banyeres de Mariola

A todo esto se le suma el patrimonio natural a nuestro alrededor durante la Ruta de los Molinos. El elemento principal es el río Vinalopó, evidentemente. Pero también transitamos por un magnífico bosque mediterráneo, con especies propias de estas tierras, como pinos y carrascas, además de abedules. También paseamos junto a flora de ribera. Y pasamos junto a huertos con frutales. 


Llegar a la ruta de los Molinos de Banyeres de Mariola 


Como ya hemos comentado al principio del post, la ruta de los Molinos se realiza en la localidad de Banyeres de Mariola, que se encuentra en el interior de la provincia de Alicante. Para llegar con vehículo propio es bastante fácil. A través de la autovía A-7 que une Valencia y Alicante por el interior, si llegáis desde Valencia tomad la salida Ontinyent, desviaos hacia Bocairent y a partir de ahí seguid las indicaciones. Si vais desde Alicante, tomad la salida de Onil y continuad por la CV-802 o CV-803. La verdad es que está bien señalizado.

Una ruta fantástica para cualquier época del año (siempre que no haga un calor excesivo). Es fácil, al menos el tramo que realizamos. Otra característica fantástica es que se puede escalar y continuar hasta completar los poco más de 5 kilómetros totales (contando ida y vuelta). Estamos convencidos de que vais a disfrutar del paseo en una zona preciosa de nuestro interior.


lunes, 29 de enero de 2024

SISTERNAS, APRENDIENDO DE UN TIEMPO QUE SE NOS VA

Constantemente estamos buscando cosas que hacer, lugares que ver y nuevas sensaciones que experimentar. Nosotros creemos firmemente que esto nos enriquece como personas y que forma parte del aprendizaje vital. Por eso cuando encontramos un lugar que nos permitió hacer un 3x1 nos pareció fantástico. Por ese motivo os recomendamos la visita al Caserío de Sisternas, en la comarca de Utiel-Requena

Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va

Con esta localización es fácil que os suene, ya que es una de las Denominaciones de Origen vinícolas que existen en la Comunidad Valenciana, y no es nueva, ¡reconocida desde 1923! Dentro de ese pack triple de actividades se incluye una cata de vinos de la zona, por supuesto. La visita se complementa con un escape room y una visita a un museo de la vida rural ¿Queréis saber más?

 

Un modo de vida que se está perdiendo


El caserío de Sisternas se encuentra entre las localidades de Venta del Moro y Requena. Se trata de una antigua casa de campo, una explotación agrícola que se podía autoabastecer. En otros lugares también se las conoce como alquerías o masías, con sus pequeñas diferencias dependiendo del territorio. La vida agrícola era muy dura y en algunas partes de España no era lo suficientemente productiva, por lo que era imprescindible realizar diferentes trabajos para subsistir.

Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va


Sisternas es un museo agrícola y etnológico reconocido por la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana. La visita está guiada por uno de los hijos del antiguo propietario, tercera generación de habitantes de este lugar. Esto le da un valor añadido, porque a la explicación se le une ese punto sentimental que mejora sensiblemente la visita.

Durante la visita recorreremos tanto las distintas estancias que se dedicaban a realizar los múltiples trabajos de cada día, como la parte de la vivienda. Nos enseñarán cómo era el trabajo y la vida cotidiana a través de herramientas, vehículos, accesorios para los animales y un sinfín de objetos domésticos, incluyendo una curiosa paridera. Es muy interesante la visita con niños puesto que esta es una forma de vida que se está perdiendo. Ojo, en muchos casos los adultos también desconocen algunos de los procesos que se realizaban para la obtención de alimentos.


Seguro que desde el inicio de la visita os dais cuenta de que las cartelas están realizadas a mano con cartulina y rotulador. Esto tiene una explicación, las realizó el padre del actual propietario que fue quien empezó a recoger los materiales que podemos ver. Poco a poco fue organizando este museo. Su hijo, por cariño a su padre, ha decidido no cambiarlas y mantenerlas, lo que nos parece un bonito detalle.


Colaborar para ganar


Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va

Ahora que ya hemos acabado la visita al museo de la vida rural, vamos a realizar la segunda actividad del día: el reto de un escape room. Ya os contamos en otro post de este blog qué significa este tipo de juegos que está volviendo loca a muchísima gente. En este caso, afortunadamente, fuimos un grupo bastante grande y eso permitió que desde un principio nos pudieran dividir, lo que enriquece el juego.

Nada más entrar ya tuvimos la primera sorpresa y el primer reto. No vamos a hacer spoiler, ni de los acertijos ni de lo que ocurre, que no hay que chafar la experiencia a nadie. Sólo os diremos que está tematizada entre finales de los 60 y principios de los 70 (del s. XX, claro). Los dos grupos tuvimos que tener coordinación extra para lograr salir de la casa, que es el objetivo final.

Este escape room nos pareció bastante divertido, aunque en algún momento nos quedamos un poco atascados. Pero con alguna pequeña ayuda, y más teniendo en cuenta que fuimos con niños, pudimos resolver los acertijos que se nos resistían. Nada más os contaremos que conseguimos salir antes de que acabara el tiempo.¡Reto superado! 

Aunque parezca mentira, ya habíamos agotado media tarde con la visita al museo de la vida rural y después jugando en el escape room. Así que ya era momento de realizar una actividad, digamos, un poco más dirigida a los adultos. 


Cata de vinos de la zona


Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va

Como acabamos de comentar, también a los adultos nos correspondía realizar alguna actividad. Y esta fue una cata de vinos de la zona. En la provincia de Valencia hay dos DO. Una es Requena-Utiel, como se ha indicado al inicio del post, y la otra es Valencia. En ambas zonas se sabe que se elaboraba vino desde que los íberos habitaban estos territorios. 

La marca turística de esta zona del interior valenciano, Tierra Bobal, está plenamente asociada al vino. La bobal es la uva más característica de esta zona. Es una variedad de uva que proporciona unos vinos tintos, con un color menos intenso que otras como el tempranillo, syrah o cabernet sauvignon, por ejemplo, pero de un sabor propio, algo más ácido que otras uvas y que recuerda a la fruta madura. Pero los vinos tienen bastante carácter y entran bien. 

Durante la cata probamos varios vinos. Evidentemente empezamos con un tinto bobal. Los vinos que probamos fueron un blanco, un tinto reserva y, para acabar, un cava. Todos producidos en bodegas de la zona. Sí, también el cava, con DO. Los cavas producidos en Requena-Utiel van ganando popularidad año tras año. Nosotros nos hemos aficionado a los vinos valencianos (también a los de la DO Alicante) y nos gustan bastante. 

La cata estuvo acompañada por una degustación de embutidos y quesos, también de la zona. Todo buenísimo. Todo muy kilómetro cero. De esta manera se consiguen dos objetivos. El primero, aprender a maridar los vinos. El segundo, si no comiéramos algo durante la cata el que debería hacer kilómetro cero es el coche. 


Entre viñas


Sisternas, aprendiendo de un tiempo que se nos va

La finca donde se ubica Sisternas está rodeada de viñedos. De esta manera es mucho más fácil ponerse en situación. Cuando estuvimos las cepas todavía estaban desnudas. En algunas empezaban a brotar unas tímidas hojas primerizas. Nos dijeron que pronto los viñedos estarían cubiertos de verde y empezarían a crecer las uvas de la próxima campaña. A finales del verano cayó una terrible granizada que arruinó gran parte de la cosecha. Viendo las noticias nos invadió una sensación de tristeza. 

Pero no caigamos en el desánimo. Es lo contrario de lo que se pretende en lugares tan especiales como Sisternas, que procuran felicidad por triplicado. Como los antiguos formularios. Modos de vida que están condenados a desaparecer y que debemos conocer y transmitir.