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jueves, 18 de julio de 2019

DESCUBRIENDO ALBARRACÍN EN FAMILIA

Si Teruel es una de nuestras provincias favoritas, es por el atractivo que reside en sus municipios, algunos de ellos tan pintorescos (que decían las guías de viaje antiguas) como Albarracín, una villa que cada año recibe miles de turistas atraídos por la belleza de su arquitectura y los paisajes que la rodean.


Su centro histórico se encuentra cerrado al tráfico algo que las familias nos relaja bastante ya que no tenemos que andar esquivando coches ni sufriendo por nuestros hijos. Por ello estaréis casi obligados a estacionar en el parking municipal que se encuentra junto al río Guadalaviar, que en este punto de su recorrido todavía no se ha convertido en el Turia. A escasos metros tenemos la oficina de turismo y justo enfrente la primera de las muchas cuestas que vamos a tener que subir y bajar durante nuestra visita a Albarracín, debido a su indómita orografía, ya que todo el pueblo se encuentra sobre la ladera de una colina coronada por sus famosas murallas.


Uno de los primeros lugares emblemáticos que vamos a visitar en Albarracín es la Plaza Mayor. Aquí se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad. Tres de los cuatro lados de la plaza se encuentran porticados y uno de los elementos más singulares son sus balcones de madera, con unas vistas panorámicas al valle que surca el Guadalaviar, además de a los edificios más conocidos del municipio.


Para proseguir la visita podemos dirigirnos hacia el noroeste por la calle Santiago. A través de su intrincado recorrido llegaremos hasta el portal de Molina una de las aberturas que existen en la muralla, flanqueada por torreones para poder entrar y salir de la ciudad en su momento. Frente al portal nos encontramos con una de las edificaciones más conocidas de Albarracín, la casa de Julianeta, que adquiere forma de una especie de Flat Iron Building medieval.

Pasando el Portal de Molina a mano derecha encontramos la indicación que nos señala el camino para poder visitar la muralla de Albarracín. No hacemos ningún spoiler si os decimos que necesitaréis dos cosas: en primer lugar unas buenas piernas y, sobre todo, mucho ánimo para llegar hasta el final de la visita.


Seguiremos nuestro camino por la calle Portal de Molina donde seguiremos disfrutando de las edificaciones tradicionales de Albarracín. De estas nos van a llamar la atención su abigarrada estructura, que en ocasiones nos pueden recordar a un Lego, el uso de forja en el exterior y el color rojizo que presenta en sus paredes. Esto se debe a que los materiales de construcción empleados se extrajeron de los alrededores, lo que se conoce como rodeno.


Llegaremos de nuevo a la Plaza Mayor, donde doblando la esquina junto al estanco enfilaremos la calle de la Catedral. A pocos metros nos aparecerá en primer lugar el Palacio Episcopal y justo detrás el campanario. La catedral, dedicada a El Salvador, fue levantada en apenas 28 años, entre 1572 y 1600, con una sola nave central con capillas a ambos lados, en estilo gótico tardío. Las vistas junto a la Catedral también son impresionantes y el propio templo merece una visita, ya que además en su claustro conserva magníficas obras de arte.


Si continuamos nuestro paseo, calle arriba calle abajo, llegaremos hasta la Torre de Doña Blanca, una imponente edificación que formaba parte del conjunto defensivo de la ciudad. ¿Queréis más?Entonces os recomendamos el paseo fluvial junto al curso del río Guadalaviar. No solo es interesante desde el punto de vista ambiental y paisajístico sino que también nos proporcionará un punto de vista distinto de la ciudad observando mucho mejor como los edificios se aferran a la roca sobre la que se sitúan.


Pero aquí no acaba la visita a Albarracín ya que en las afueras podemos acudir a Mar Nummus, una de las subsedes de Territorio Dinópolis. Hace 150 millones de años el mar de Tethys cubría el territorio que actualmente ocupa Albarracín. Es por eso que se han localizado en la cercanía restos de unos enormes dinosaurios marinos y de diferentes animales como los antepasados de las actuales caracolas


También os recomendamos la visita al paraje protegido de los Pinares de Rodeno muy interesante por sus impresionantes paisajes, por sus formaciones geológicas y por albergar varios abrigos con pinturas rupestres además tiene áreas recreativas con mesas de picnic y juegos infantiles. What else?

Podríamos estar hasta el fin delos tiempos haciendo recomendaciones sobre Albarracín porque en los alrededores también cuentan con bastantes puntos de interés como el acueducto romano excavado junto a Gea de Albarracín, la serranía de Albarracín o un recorrido por el nacimiento de los ríos Guadalaviar, Júcar y Tajo que se concentran en muy pocos kilómetros, entre las provincias de Teruel, Cuenca y Guadalajara.


Por todo esto y mucho más Albarracín es uno de los lugares cuya visita nunca defrauda. Un municipio al que debería de ser obligatorio ir al menos una vez en la vida. 

viernes, 18 de enero de 2019

MORA DE RUBIELOS Y RUBIELOS DE MORA, NO ES LO MISMO

No es la primera vez que comentamos que la provincia de Teruel es una de las más chulas de España y al mismo tiempo una de las más desconocidas. Su cercanía a la Comunidad Valenciana hace que hayamos ido varias veces y que cada vez nos guste más. En esta ocasión vamos a recomendaros dos municipios que, por su nombre, podría parecer que tanto monta, monta tanto, pero cada uno tiene sus características especiales que las hacen singulares. Son Mora de Rubielos y Rubielos de Mora.



Ambos municipios están situados en la comarca de Gúdar-Javalambre una de las más visitadas de Aragón, fundamentalmente por sus dos estaciones de esquí, que de manera irónica se las denomina “las estaciones de esquí de Valencia” ya que en algo menos de 2 horas desde Valencia se puede estar esquiando. Pero no todo es nieve en esta comarca, su exuberante naturaleza y sus pueblos históricos también nos atraparán.



Nosotros comenzamos la visita desde nuestro “campamento base” situado en el camping Casa Fausto en Formiche Alto del que ya os hablamos en otro artículo. Después de pasar por El Castellar, y de tener el segundo susto en este pueblo con nuestro coche, y decidir que nunca más volveríamos a pisar este bello municipio, cogimos la carretera que nos dirigía a Mora de Rubielos. Es una carretera secundaria de esas que ya no quedan con el firme en algunos puntos en bastante mal estado y una cobertura telefónica bastante deficiente, algo que no tranquiliza mucho después de haber tenido un susto con el coche que se quedó en nada pero podía haber sido bastante serio.



Tras atravesar varios pueblecitos y aldeas bastantes chulas llegamos a Mora de Rubielos. Lo primero que nos sorprende en un municipio que tiene algo más 1500 habitantes es una tienda outlet de Adidas, pero pensad que el turismo de nieve es muy importante en este municipio y que el material deportivo se vende con bastante facilidad. Aquí visitamos su centro histórico en el que destaca la Iglesia de la Natividad de la Virgen (antigua colegiata) y su castillo. También un paseo por sus calles nos descubrirá vestigios de un pasado dorado, como las antiguas puertas de la muralla.


Empezamos por su Iglesia. Dedicada a Santa María, demuestra la importancia que tuvo Mora hace unos cuantos siglos. De estilo gótico pleno, su impresionante puerta, que nos recuerda otras como en la Catedral de Valencia o la de Morella, nos invita a entrar. El interior es ancho pero bastante desnudo. La decoración más importante la encontramos en el altar y en el coro, donde se sitúa el órgano. Tuvimos la gran suerte de coincidir con un visita guiada que estaba realizando un colaborador del templo (que no un sacerdote) y que conocía bastante bien la historia del edificio. Acabó con la visita al claustro que se encuentra en bastante mal estado y no se puede visitar habitualmente. Hubo incluso un momento para historias dignas de Iker Jimenez...




Nuestra idea era visitar el castillo de Mora, que se encuentra a escasos metros de la ex-colegiata. Pero como nos alargamos más de lo que esperábamos con la visita guiada ya habían cerrado el castillo. Poco que comentar aparte de que está sobre un alto y su presencia es imponente. Sus gruesos muros dan idea de lo que debían significar la defensa de la población en la Edad Media. Como curiosidad, acogió una de las pruebas de exteriores de la 4ª temporada del concurso MasterChef.




Tras pasear por el centro de Mora nos dirigimos a Rubielos de Mora. Ambas localidades distan unos 12 kilómetros, así que tardamos poco en llegar. Tras buscar aparcamiento en uno de los barrios alrededor del centro, nos dirigimos hacia la Puerta de San Antonio, la más conocida y fotografiada de la muralla de Rubielos. Sobre la puerta se alza una torre de base cuadrangular, de la que sobresale un balcón. En el interior de la puerta unos bancos de piedra nos ayudan a descansar unos minutos a la sombra de un achicharrante día. A partir de este punto es como si nos hubiéramos adentrado en un túnel del tiempo.




Si Mora de Rubielos conserva gran parte de su pasado medieval, Rubielos de Mora es como adentrarse directamente en esta época. La magnífica conservación de sus edificios se valió el reconocimiento de la Unión Europea, que le concedió el premio Europa Nostra que pone en valor la conservación y difusión del patrimonio histórico y artístico europeo. Además pertenece a la red de pueblos más bonitos de España y a la red española de cittàslow o slow cities. Toda una declaración de intenciones.


¿Qué encontramos en Rubielos? Calles empedradas, casas señoriales, palacios, barrios que se conservan tal y como fueron concebidos hace varios siglos. Su irregular urbanismo nos habla de una herencia islámica recogida por sus descendientes y por las siguientes culturas que habitaron, hasta hoy este municipio. 




Avanzando por la calle de San Antonio pronto nos topamos con el ayuntamiento, que está en un edificio del siglo XVI. En la plaza que se sitúa a sus pies encontramos la denominada Fuente de la Negrita, que representa a una mujer con un tocado oriental. A pesar de ser una escultura muy posterior al resto de la plaza, no desentona. Siguiendo por la misma calle San Antonio acabaremos en la Iglesia de Santa María la Mayor, la más importante del municipio. Una construcción del s. XVI extremadamente sobria, en el que destacan los dos cuerpos finales del bello campanario. 




Nuestro consejo es que os perdáis callejeando por sus calles hasta que lleguéis al Portal del Carmen, otra de las antiguas puertas de las murallas de Rubielos. No es tan espectacular como la de San Antonio pero merece la pena. 



Aprovechad la visita a Rubielos para entrar en sus tiendas y descubrir los productos de la tierra que ofrecen, en especial los embutidos, la miel y la trufa negra, que se localiza en estas montañas y que son un verdadero manjar. El pueblo os invita a que no tengáis prisa, a que disfrutéis olvidando por un tiempo aquello que arrastramos en nuestro día a día. La oferta la complementan varios museos y una subsede de Dinópolis, Región Ambarina, que está sobre un antiguo lago fosilizado, de los pocos que hay en todo el mundo, en el que se ha encontrado ámbar fósil (¿recordáis Jurassic Park?). 




En nuestro caso fue una visita fugaz a ambas poblaciones, pero no descartamos volver para conocer más detenidamente ambas. Aunque los nombres de Mora de Rubielos y Rubielos de Mora den para chascarrillos y juegos de palabras, os prometemos que toda la familia disfrutará de los dos. 

sábado, 8 de diciembre de 2018

DE VUELTA A DINÓPOLIS TERUEL

Sí, no lo pudimos evitar, hemos vuelto a Dinópolis. Ya os contábamos en un artículo en este blog nuestra experiencia como primerizos en el parque de Teruel. Pagamos la novatada de ir un poco a lo loco, tras haber recogido el camping, cargado equipaje y de camino a casa. Esta vez quisimos ver todo y lo preparamos todo para disfrutar a tope del día. 


El primer objetivo se cumplió: vimos todo el parque. Para ello nos hicieron falta unas 8 horas. Quizá haya quien pueda hacerlo más rápido, pero teniendo en cuenta que esta vez el grupo éramos nueve personas, entre los 2 y más de sesenta años (si desvelo la edad igual me cae alguna) bastante bien lo hicimos, en mi humilde opinión.

Para empezar fuimos pronto, recién desayunados y duchados. Además no escogimos el día de vuelta, lo que suponía que no perdíamos tiempo y que no podíamos cansarnos en exceso para no comprometer la seguridad en el viaje. Como ya os comentamos en el anterior artículo el parking es gratis, y llegando tan pronto no hubo problema ninguno. Eso sí, las sombras son escasas, pegas de la gratuidad. 




En taquilla hicimos un poco de cola (¡lo sentimos!) ya que hubo que ajustar un poco los descuentos para todos los que éramos. Descuentos individuales, familia numerosa, niño, senior… Un poco de lío, pero el personal de cajas fue muy amable y procuró que pagáramos lo menos posible, lo que siempre es un aliciente para el visitante, que ve que no intentan hacer negocio por el negocio. 


Al entrar intentamos organizarnos un poco, porque te puede un poco el ansia viva y quieres verlo todo de golpe. Lo recomendable sería tomarte un rato para decidir qué ver primero y no ir a salto de mata. Pero no, estaba a punto de empezar el cine 3D. Los nueve corriendo para la sala. Menos mal que está junto a la entrada. 



Después de la peli, los cinco que ya eramos veteranos aprovechamos la primera parada en boxes para organizar un poco la visita. De esta forma decidimos que iríamos a ver primero Tierra Magna, el teatro, El Último Minuto y el simulador 4D. Después parar a comer, ver los espectáculos, y por la tarde ver el museo paleontológico y el T-Rex, que se nos quedó pendiente en nuestra anterior visita. Y con algún ligero cambio, cumplimos bastante bien el plan. 


En Tierra Magna, que visitamos lo primero para no perecer achicharrados bajo el sol del agosto de Teruel, encontramos alguna novedad, ya que hay nuevas escenas de dinosaurios y alguna “cría” con la que los peques se podían hacer una foto. Esto siempre está chulo porque nuestros hijos, empezando por el más pequeño, son muy fans de los dinosaurios y siempre pueden utilizar esas fotos para darle envidia a sus amigos. 




Respecto a la comida, decir que nos sorprendió gratamente. Los mayores comimos mayoritariamente los menús de bocata y los niños el menú infantil. Empecemos por los últimos: el menú consta de hamburguesa o nuggets, patatas fritas, agua, yogur y un regalo, y cuesta 8,25 €. La hamburguesa estaba sabrosa y era bastante más grande que cualquiera de un menú de las grandes cadenas de burgers. El regalo era una maqueta pequeña de un dinosaurio (¡obvio!) de cartón, que es bastante maja, aunque a estas alturas ya no sé ni donde están la mitad de las piedras. Conclusión: menú bastante aceptable. Los mayores optamos por bocadillos, triunfando especialmente el de Ternasco de Aragón con pimientos. Ya que estábamos allí no íbamos a coger un bacon-queso o uno vegetal… Este menú cuesta 8,95 €, y se acompaña de patatas y bebida (agua, refresco o cerveza), y por dos euros más podías coger una bebida grande y un helado de postre. El precio, aunque más caro que en establecimientos de la calle, no era especialmente exagerado. 


Como en nuestra anterior visita no vimos la atracción del T-Rex, y nos habían hablado bastante bien, nos apetecía mucho verla. La verdad es que el Tiranosaurio protagonista es bastante real y la historia que cuenta es divertida y el tiempo pasa volando. Nos habían dicho que había un susto inicial, pero nada de nada, y no será porque seamos especialmente valientes, os lo aseguro. 




Tras dos visitas ya hemos podido testar algunas cosas, y os dejamos algunos consejos que consideramos útiles y os ayudarán en vuestra visita: 


- Tomaos tiempo para que los niños se lo pasen bien. Al fin y al cabo vamos a Dinópolis por ellos, ¿verdad? Podemos tomar un café mientras ellos ven los espectáculos de Turol Jones y el Club de los Paleontólogos, debemos encontrar un rato para corran por la paleosenda... 

- Si vais con un grupo mediano siempre habrá flexibilidad por si alguien no quiere entrar a alguna atracción y que de esta manera no se quede solo. 

- En verano beberéis agua como si no hubiera un mañana. Es cara, pero sabréis encontrar grifos. 

- Las atracciones al aire libre en verano, mejor a primera hora o a última. 

- Sentaos cinco minutos al entrar para planificar, así os ahorraréis muchas idas y venidas. 

- No os perdáis el museo paleontológico, es una auténtica joya 



Al día siguiente completamos la visita en Mar Nummus, la sede de Dinópolis en Albarracín. Este es uno de los siete centros que junto al parque principal forman el denominado Territorio Dinópolis. Se centra en los descubrimientos de fósiles en los alrededores de la sierra de Albarracín, que hace 150 millones de años era el Mar de Thetys, que dio paso al actual Mediterráneo. 


Durante la visita se pueden ver fundamentalmente fósiles de animales marinos, como ammonites, cocodrilos y el liopleurodon, el mayor depredador que ha existido, tan grande que se “sale” de Mar Nummus, y que vivió por la zona. Es bastante más pequeño que Dinopolis, únicamente una gran sala, pero los niños se lo pasaron muy bien con la visita guiada, no perdieron detalle a las explicaciones. 



No nos cansamos de recomendar Dinópolis. Si tenéis hijos les encantará. En nuestra segunda visita los abuelos salieron contentos, y eso es para tener muy en cuenta. Tras dos años supongo que el próximo descansaremos, pero siempre nos quedará Territorio Dinópolis. Que le vamos a hacer, nos encantan los dinosaurios.

jueves, 9 de agosto de 2018

LOS PINARES DE RODENO, UN AFORTUNADO DESCUBRIMIENTO

Buscando la definición de “rodeno” (por eso de documentar el artículo) he encontrado varias acepciones. La primera se refiere a una piedra arenisca roja. Os sonará porque son las rocas de las que se extraen las losas que sirven para las sendas de los jardines, que tienen incrustaciones de cuarzo y feldespato que hace que brillen. También se refiere a un pino (Pinus pinaster) cuya corteza es áspera y tiene un tono rojizo. Por último, rodeno define al color “que tira a rojo”. Estas tres definiciones casan a la perfección con el paisaje protegido de los Pinares de Rodeno, que se encuentra entre los municipios de Albarracín, Gea de Albarracín y Bezas, en la provincia de Teruel.


Gracias a las piedras areniscas rojas el paraje de los Pinares de Rodeno forma un paisaje singular y muy sorprendente, sobre todo si no lo has buscado a propósito, como nosotros. Os cuento: fuimos a visitar Albarracín y en la oficina de información turística la chica que trabaja allí, ante la larga cola que aguardábamos para preguntar por nuestras cosas y, seguramente un poco cansada de responder lo mismo todos los días, nos aconsejó escuchar lo que explicaba a quien nos antecedía, no fuera que tuviéramos la misma duda. Una pareja preguntó sobre las pinturas rupestres que hay en la zona y se deslizaron las palabras mágicas: área recreativa. Como llevábamos picnic podía ser un buen lugar para comer. Vaya si lo es.

Como ya se hacía la hora de comer, íbamos con los niños, y el sol caía a fuego, fuimos con el coche, pero hasta el Área Recreativa del Navazo (donde finalmente comimos) hay unos 4 km desde Albarracín, una distancia que puede ser perfectamente recorrida a pie. De hecho hay una serie de rutas para recorrer a pie de las que luego os hablaremos. Hay una carreterita que comunica las tres poblaciones en las que se encuentra este espacio. Aunque en algún momento la señalización indica que es un camino forestal, está perfectamente asfaltado. Es más, es un recorrido muy recomendable, ya que las vistas son espectaculares, con rocas que sobrevuelan el asfalto, o curvas que esquivan peñas.


Llegar al Área Recreativa es muy fácil ya que saliendo desde Albarracín, a nuestra derecha veremos unas estructuras de madera en el aparcamiento para dar sombra a los vehículos. Debido al paso de peatones por aquí hay unos resaltos, por lo que es fácil distinguirlo. Unos 700 metros antes se encuentra la fuente del Cabrerizo, no hagáis como nosotros y confundáis esto con el área recreativa. 


El área recreativa del Navazo tiene los equipamientos básicos: mesas hechas con rodeno y bancos para poder comer, un parque infantil con juegos (antes los llamábamos columpios, así en general), y un recinto cerrado para barbacoas. Nosotros no vimos ningún tipo de limitación, por lo que entendimos que al estar cerrado se puede realizar fuego en cualquier época del año. También hay un pequeño centro de interpretación, pero estaba cerrado. Creemos que haría falta algún tipo de servicio higiénico, ya que encontramos algunos “restos orgánicos humanos” detrás de las rocas cercanas al merendero.


Lo primero que sorprende es la cantidad de arena roja que hay. Esta arena es la que se usó para construir muchas de las casas de Albarracín, de ahí su peculiar color rojizo. Que haya tanta arena se debe a que esta zona hace unos 200 millones de años se encontraba bajo del mar y la arena se compactó formando rocas areniscas que la lluvia y el viento han ido erosionando, desgajando arena de estas piedras. De esta manera se ha modelado un paisaje que sorprende mucho, tanto por las formas redondeadas y caprichosas, como por el color rojo intenso. Se han formado algunos cañones que se pueden disfrutar desde varios miradores, o recorriendolos a pie.

Estas formaciones rocosas se entremezclan con frondosos bosques, fundamentalmente de pinos rodenos, aunque también se pueden apreciar robles, carrascas y vegetación baja, en forma de matorrales como el brezo o la jara. En este espacio podéis imaginar que habita numerosa fauna. Nosotros vimos algunas especies de aves que no pudimos identificar por desconocimiento, pero os aseguramos que no eran águilas u otra rapaz, que las hay. Hay ardillas, gatos monteses, jabalíes, corzos, ciervos, etc., pero no vimos nada. Para compensar vimos una lagartija, muy bonita, eso sí.


Desde el área recreativa parte un sendero perfectamente pavimentado que nos lleva a diferentes abrigos y cuevas donde se han localizado manifestaciones de arte rupestre. Llegar, por tanto, es muy fácil. Nosotros vimos las más cercanas, las conocidas como la Cocinilla del Obispo. En este abrigo se pueden divisar varios toros pintados en color negro o pardo. No son las únicas, y hay varios conjuntos de pintura como los del Prado del Navazo, Doña Clotilde o la mencionada de la fuente del Cabrerizo. Además de animales, hay escenas de caza o vida cotidiana. Estas pinturas están incluidas en el conjunto del arte rupestre del arco mediterráneo en la península ibérica declarado Patrimonio de la Humanidad, igual que el conjunto de La Sarga, y que actualmente es protagonista en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) de la exposición “Rupestres. Los primeros santuarios”.


Muchos de estos abrigos están conectados por el sendero que os hemos comentado anteriormente, que mide unos 2 km. y es circular. Es el denominado S-2. La ruta que conecta Albarracín con el área recreativa del Navazo es la S-1, y ya os hemos comentado que son unos 4 km. Existen otras rutas senderistas que recorren los Pinares de Rodeno, con distancias que van de los 4 a los 14 km., y distintas dificultades. En cualquier caso, siempre debéis de realizar éstas con calzado y ropa adecuadas, y llevar siempre algo de ropa de abrigo (incluso en verano), agua y un teléfono móvil, por si surge una emergencia. Además una gorra o gorro y protección solar nunca está de más. Podéis encontrar más información sobre las rutas senderistas, y los Pinares de Rodeno en general en el siguiente enlace: http://www.rednaturaldearagon.com/paisaje-protegido/paisaje-protegido-de-los-pinares-de-rodeno/


Realmente los Pinares de Rodeno es un paraje precioso que os invitamos a descubrir. Aúna naturaleza, práctica deportiva, cultura y paisajes impresionantes. Es un lugar perfecto para pasar el día… o varios días. Para nosotros fue un descubrimiento casual, casi por necesidad, y quedamos cautivados. Y es que los mejores planes son aquellos que surgen espontáneamente.

jueves, 5 de julio de 2018

UN PUEBLO QUE DEJA HUELLA: EL CASTELLAR

No mentimos si afirmamos que Teruel es una de las provincias que tiene un mayor número de pueblos por descubrir y disfrutar. Más allá de la capital y de Albarracín (ojo, palabras mayores), Teruel seguramente de un salto en su oferta turística con pueblos como El Castellar y las acciones que emprende por ser conocido.


El ejemplo de El Castellar no es casual. Vamos con unos datos para que veáis: situado en la comarca de Gúdar-Javalambre, a unos 40 km., de la capital, tiene 54 vecinos empadronados. ¡54! Uno de esos pueblos que lucha contra la despoblación, después de que durante la década de los 60 y 70 muchas de sus familias emigraran a las provincias de Barcelona, Valencia y Castellón. Aunque en verano multiplique su población gracias a las familias que vuelven al pueblo, la lucha persiste.


¿Qué nos atrajo a visitar El Castellar? Dentro de los programas de investigación que lleva a cabo la Fundación Dinópolis en toda la provincia de Teruel, los paleontólogos descubrieron a las afueras de este pueblo un yacimiento de icnitas. ¿Qué son las icnitas? Pues huellas fósiles de dinosaurios. Tras unos trabajos de puesta en valor por parte de la Fundación Dinópolis, el yacimiento se puede visitar gracias a las pasarelas y los techados instalados, y a los carteles que estamos viendo, y ayudan a localizar las huellas, que no siempre es fácil. Para acceder os aconsejamos que llevéis calzado adecuado ya que la senda que baja al yacimiento es pedregosa y puede darnos un susto. Por supuesto, con carros o sillas de ruedas es imposible llegar. Como curiosidad, en mayo El Castellar fue la sede en Teruel del Geolodía, y se visitó el yacimiento a la luz de la luna.



El yacimiento tiene una superficie de unos 500 m2, y se han encontrado cerca de 160 huellas. Gracias a éstas sabemos que hace unos 150 millones de años por estas tierras habitaron grandes dinosaurios. Concretamente algún tipo de dinosaurio carnívoro, alguna especie de gran herbívoro y algún tipo de estegosaurio. En aquel momento el clima era húmedo y caluroso, parecido al clima tropical. Esta era una zona lacustre y la costa del mar de Tethys no debía quedar muy lejos, aunque viendo el actual paisaje plagado de sierras es difícil imaginarlo. Las huellas las dejaron en el barro y han permanecido inmutables hasta hoy.



Aprovechando todo esto en El Castellar han creado un Dinopaseo, es decir una ruta por el pueblo siguiendo 10 paneles en los que hay reproducciones de las icnitas más características del yacimiento. De este modo conoceremos la iglesia de San Miguel, edificada en el s. XVIII. Nos sorprende que en la hornacina de la fachada la imagen ocupa muy poco espacio, probablemente porque sustituye a otra desaparecida y lo que había es lo que había...



También pasaremos por el Ayuntamiento, antigua Casa del Concejo, levantada a finales del s. XVI, y con un soportal muy chulo. Se encuentra en la plaza Mayor, donde está uno de los pocos bares del pueblo. Llegando al Ayuntamiento podremos hacernos una foto con la figura de un allosaurio, un dinosaurio carnívoro que podría ser uno de los que dejó su huella impresa para la eternidad. Esta información, y mucha más, nos la precisa nuestro paleontólogo de cabecera, nuestro hijo mayor, que con 8 años tiene muy claro su futuro. A los niños les encantó hacerse selfies con un dinosaurio "de verdad".



También es interesante saber que el edificio más antiguo de El Castellar es su castillo, que fue levantado originalmente en el s. XII, aunque ha llegado a nuestros días con restauraciones y reconstrucciones. Desde los años 70 del pasado siglo pertenece a una familia que lo adquirió en una subasta al Estado, lo rehabilitó y actualmente es su vivienda.

Por último comentar que hay dos ermitas en El Castellar, ambas erigidas en el s. XVII. La de Santa Bárbara se encuentra en el pueblo. Muy cerca hay un merendero con mesas de picnic donde podemos descansar y dar un bocado. La otra ermita, dedicada a la Virgen del Pilar, está a unos tres kilómetros del pueblos, en la carretera que comunica con Formiche Alto. En esa misma carretera encontraremos también uno de los miradores de estrellas que hay en diferentes puntos de la comarca Gúdar-Javalambre. Es muy interesante para los niños, ya que pueden hacerse unas fotos muy divertidas y descubrir algo acerca de las constelaciones y su traslación a lo largo del año. 



Ya sabéis, un pueblo con 54 habitantes puede ofrecernos suficientes motivos para visitarlo. El despoblamiento de muchas zonas rurales de nuestro país es un hecho que las autoridades intentan atajar, aunque es muy complicado por las condiciones de vida, sin tantas facilidades como cerca de las grandes ciudades, pero con otras características, como la tranquilidad y el encanto de vivir en lugares únicos.



jueves, 5 de abril de 2018

DINÓPOLIS, UN PARQUE QUE NOS SORPRENDIÓ (PARA BIEN)

No podemos negar que a nuestra familia nos gusta los dinosaurios. Vale, nos encantan. Si seguís con cierta asiduidad este blog ya os habréis dado cuenta. De hecho tenemos un paleontólogo en ciernes (veremos si le dura la vocación) en casa. Así que aprovechamos la promoción de una marca de galletas y con nuestras invitaciones para los peques nos fuimos a Dinópolis, un lugar que ya hace tiempo queríamos visitar.


Muchos recordaréis (abstenerse millenials) aquel "Teruel existe", un grito de atención y auxilio lanzado por una provincia que se sentía en inferioridad frente a otras, y que las inversiones que nunca llegaban lastraban su futuro. Entre otras iniciativas la provincia decidió aprovechar el tirón de un turismo paleontologico que por entonces en España era muy incipiente, y a partir de los hallazgos encontrados en los yacimientos de la zona construir un parque temático con los "lagartos terribles" como protagonistas. Así nació Dinópolis, que en años sucesivos fue abriendo subsedes para conformar el que hoy en día se conoce como Territorio Dinópolis.

A decir verdad no iba con muchas expectativas, pero además de las entradas gratis para los niños conseguimos en nuestro alojamiento una promoción de 2x1 y entre los cinco solo pagamos una entrada de adulto, ese chollazo se tenía que aprovechar. Nuestra opinión sobre Dinópolis cambió durante la visita, tiene mucho que ofrecer a los visitantes, tanto mayores como pequeños, y la impresión que nos produjo fue muy positiva.

Se encuentra en la entrada de Teruel por la A-23 y seguir posteriormente por la N-234. Es fácil llegar, está en un polígono junto a un pabellón deportivo y un centro de Congresos. Es imposible perderse pues está muy bien indicado. El parking es gratuito (¡punto a favor!), aunque es común a todo el polígono y no está cerrado ni vigilado, por lo que puede que esté un poco lleno.


Una vez en la entrada nos recibe un edificio central en el que se encuentran las taquillas. Este edificio tiene dos alturas. En la planta baja encontramos el cine 3D y la atracción "Viaje en el tiempo", además de la tienda de recuerdos por la que se sale de Dinopolis. En la planta superior, se encuentra un restaurante y una zona de espectáculos junto a éste, de manera que podemos comer y mientras vemos los shows. Aquí ya podemos empezar a hacernos selfies con los relieves de dinosaurios que decoran las paredes o con la cabeza de un T-Rex que parece que atraviesa la pared.

VIAJE EN EL TIEMPO - Poco os podemos contar, ya que el día que estuvimos se encontraba cerrado por problemas técnicos. La película del cine 3D está bastante chula y cuenta la aventura de un pequeño dinosaurio. La tienes que ver con las gafas 3D famosas, y la verdad es que todos pasamos un buen rato.

ESPECTÁCULOS - Son bastante divertidos. Mis hijos se lo pasaron muy bien y además les da la oportunidad a los padres de poder sentarse y descansar un rato. Los hacen junto al restaurante 

MUSEO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL - Sin lugar a dudas la gran joya del parque. Es un museo muy didáctico, con muchas piezas muy interesantes. Al principio pasas junto a los laboratorios y salas de investigación y vas atravesando unos pasillos donde se narra la vida del planeta y de los animales que han habitado en ella. También te explican, por ejemplo, de donde viene eso de que las aves evolucionaron de los dinosaurios (de algunos, claro) o que la explicación de la extinción por culpa del impacto de un gran meteorito es una de las posibles, pero hay más hipótesis.


De ahí se pasa a la parte donde se encuentran los esqueletos (y alguna reproducción) de los grandes dinosaurios que casi todos conocemos de pelis como Jurassic Park. Estos esqueletos hacen las delicias de pequeños y mayores, que aprovechamos para hacernos selfis a saco.

SAURIOPARK – Es un pequeño parque de atracciones, nada del otro mundo, como en la feria, pero a los niños les gusta mucho. Atracciones tipo “Scalextrix”, “saltamontes”, tiovivo… Lo mejor es que tiene bancos para descansar y sombra. Además hay figuras de dinos para hacerse fotos (y selfies, claro).

T-REX – Se encuentra junto al Sauriopark. Poco os contamos porque no lo pudimos ver. Nos cuentan que está muy bien, pero nuestro hijo mayor es bastante miedoso y entre los turnos para poder ver otras cosas y los horarios, al final nos lo perdimos. Queda pendiente.

EL ÚLTIMO MINUTO – El nombre procede de esa metáfora para explicar la historia de la Tierra que dice que si pudiéramos resumir todo lo que le ha sucedido al planeta en un solo día, el último minuto abarcaría desde la desaparición de los dinosaurios hasta la actualidad, nada menos que 65 millones de años. Tiene dos partes, en primer lugar una explicación acerca de la evolución humana desde los primeros homínidos hasta el homo sapiens actual, y la segunda parte es un viaje tranquilo en barca con animatronics representando varias escenas de la historia de la humanidad. Está bastante bien, es muy interesante.


TERRA COLOSSUS (SIMULADOR 4D) - Esta atracción es otra película 3D, que además cuenta con el movimiento de la plataforma sobre la que están los asientos. La película va de un coche perseguido por un T-Rex que se escapa de un parque muy parecido a Jurassic Park. No se puede entrar con niños pequeños.

PALEOSENDA – Una zona de juegos bastante grande para los niños con diferentes espacios; la sima misteriosa, una mina, zona de excavación, un castillo de madera, toboganes… Hay una pequeña cafetería. Parada obligatoria para que los niños jueguen (y los mayores tomen aire).

TIERRA MAGNA – Un espacio donde se exhiben reproducciones al aire libre de dinosaurios. El más impresionante es el Turiasaurius Riodevensis, el dinosaurio más grande que se ha encontrado en Europa, en un yacimiento de Riodeva, en la provincia de Teruel. Las reproducciones son muy chulas (y nos hicimos más selfies, obvio).

DINOTIENDA – La tienda de recuerdos que no puede faltar en ningún parque. Dinos everywhere. Está junto a la salida, así que no hay prisa para visitarla.


Nuestra impresión general de Dinópolis fue muy buena. La lástima es que llegamos un poco tarde, cerca de las 14 h. y a pesar de cerrar a las 20:00 h. nos perdimos la atracción del T-Rex. Las limitaciones de altura para dejar entrar a los niños hace que tengas que desdoblarte para intentar abarcarlo todo, y es un poco engorroso. Por lo demás os recomendamos Dinópolis vivamente. Nosotros si podemos volveremos este año.

jueves, 11 de enero de 2018

CÓMO CONSEGUIMOS QUITARNOS UNA ESPINITA CLAVADA EN CASA FAUSTO

Este pasado verano vivimos nuestra primera experiencia yendo de camping. Por extraño que parezca íbamos con un poco de temor y quisimos que fuera una prueba por si los niños no acababan de adaptarse, no les gustaba o no hacían más que quejarse. Tonterías de padres, se lo pasaron de 10. Y nosotros también.


Teníamos una espinita clavada, ya que hace unos años lo intentamos y llegando a Teruel (íbamos a la sierra de Albarracín) para comprar víveres, nuestro coche dijo que no hay tu tía. Reparación importante, tres días de cabreo y a freír espárragos las vacaciones.

Esta vez volvimos a optar por Teruel pero nos decidimos por el camping Casa Fausto en Formiche Alto, en la comarca de Gudar-Javalambre. Su entorno rural nos ofrecía la posibilidad de que los niños tuvieran un contacto directo con la naturaleza, algo que no tienen habitualmente.


El camping tiene dos espacios diferenciados. En la parte baja se encuentra la recepción, el aparcamiento, un bar-restaurante y un edificio de una planta que tiene un albergue para grupos y apartamentos. Junto al edificio hay una granja que hace las veces de zoo. A los niños les encantó ver los cerdos, los ponis, la vaca, las gallinas, etc. 

Subiendo por una pista de tierra se llega a la zona de cabañas de madera y parcelas de camping, tanto para caravanas y autocaravanas como para tiendas. Las parcelas son bastante grandes. Nosotros llevamos tienda y con el coche y toda nuestra escampada de trastos nos sobraba mucho espacio. La pendiente es pronunciada y si llevas caravana y no puedes subirla el personal te ayuda con sus vehículos.


Junto a las parcelas se encuentra el bloque de servicios comunes. Los baños estaban súper limpios, algo que personalmente siempre miramos en cualquier alojamiento. También hay zona para fregar los cachorros y una lavandería. Junto a este bloque hay unas barbacoas de uso común. Hay leña de uso gratuito, pero si se necesitan troncos gratis se deben de pagar aparte.

El camping es familiar y muy tranquilo. Está frecuentado por familias, algo que hace que el ambiente sea muy bueno. Se encuentra a 1.200 msnm, en plena sierra, y las vistas son impresionantes. Por la noche al estar en la montaña hace frío. Nosotros estuvimos para el puente del 15 de agosto y por la noche hubo 10°C de mínima. Somos de Benidorm, así que imaginaos la diferencia, algo así como 15°C menos, pero ojo, que fue un gusto poder dormir fresco.


Está muy cerca de Teruel. Para llegar hay que tomar la A-23 que comunica Zaragoza con Teruel y con Sagunto y tomar la salida 100 de Formiche Alto y seguir las indicaciones. Otra de las razones por las que elegimos este camping fue porque tenía una promoción de descuento para Dinopolis, a la que añadimos las entradas gratis que teníamos para los peques. También hay posibilidad de visitar los pueblos cercanos como El Castellar, Rubielos de Mora, etc que están muy chulos.

Las tarifas son muy económicas. Nosotros pagamos 25€ por noche por la parcela, incluyendo ahí todos los gastos. El personal es encantador. Para ser nuestra "primera vez" solo nos arrepentimos de quedarnos dos noches "por si acaso". Vista la reacción de los niños repetiremos experiencia con total seguridad.