viernes, 29 de mayo de 2020

UN DÍA NON STOP EN BENIDORM

Benidorm tiene el "honor" de cargar en sus hombros numerosos prejuicios. El más recurrente es que es un destino para jubilados. En parte es verdad, en temporada baja son muchos los hoteles que permanecen abiertos gracias al denominado "turismo senior", contribuyendo a que se mantengan miles de puestos de trabajo durante casi todo el año. Podéis imaginaros la catástrofe laboral que ha supuesto para muchas familias esta pandemia. Por eso os ofrecemos un plan de un día para venir a nuestra ciudad, la mejor para ir de vacaciones con la familia.


A lo largo de muchos años me he encontrado numerosos detractores de lo que se ha llamado "modelo Benidorm" pero la mayoría lo hacían desde el desconocimiento. Entiendo que haya gente a la que no le guste venir de vacaciones a Benidorm, puesto que en temporada alta hay una gran afluencia de gente (ojo, algo común a casi toda la costa española). Hay a quien no le gusta la construcción en altura (los rascacielos). No queremos extenderme mucho en esto, no es el tema de este blog ni de este artículo, y nosotros que vivimos aquí tenemos otra visión en muchos aspectos.

En honor a la verdad Benidorm es mucho más que abuelitos paseando y guiris achicharrándose al sol con las barrigas llenas de cerveza. Algo debe de tener cuando hace unos días el Gobierno anunció que en verano podríamos viajar, el destino más solicitado en Destinia fue Benidorm. Por eso hemos planificado un día a tope donde no va a haber (casi) tiempo para descansar, para que en cuanto podáis venir disfrutéis mucho de nuestra ciudad.


- Toque de diana, nos ponemos en pie. Duchados y vestidos, vamos a desayunar. Pero no un café con leche y un bollo, no. Vamos a coger fuerzas de verdad. Para eso lo mejor es un buen desayuno inglés. Ya sabéis, salchichas, bacon, huevos, judías con tomate, tostadas, tomates y una taza de té (o café si lo preferís). Hay varios lugares para degustarlo, pero nos decantamos por la "zona guiri", es decir, la zona en la playa de Levante más frecuentada por británicos. En la calle Gerona y la calle Londres tenéis varios locales (The Yorkshire Pride, John and Joseph's, The Drop Inn) muy recomendables.


- Como suponemos que no estáis acostumbrados a semejante atracón tan temprano, lo mejor será que lo bajemos. Para eso vamos a dar un paseo por el Parque Natural de Serra Gelada. Esta sierra se encuentra junto al mar, y es una de las culpables del microclima que disfruta Benidorm. Compartido por los municipios de Benidorm, Alfàs del Pi y Altea, aquí podemos observar fauna y flora típicamente mediterránea (ya os hablamos un poco en el post dedicado al Faro del Albir) . Nos dirigiremos junto a la Cala del Ti Ximo, una pequeña cala con una fantástica y tranquila playa de rocas. Desde este punto no se puede acceder con ningún vehículo a motor, a excepción de bicicletas, así que poneos calzado deportivo, y llevad agua. El paseo acaba en la Punta del Cavall (Punta del Caballo) donde hay una torre vigía que hace poco ha sido sometida a un proceso de consolidación. Disfrutad de las vistas de los acantilados, son espectaculares.  La visita la podemos completar subiendo (hay acceso en coche) a La Cruz, una de las cimas de Sierra Helada denominada así por la gran cruz que se instaló en 1961 (sustituida unos años más tarde) para expiar los pecados de la impía ciudad. Desde aquí se puede divisar una vista de toda la bahía.


- Nos hemos ganado el derecho a tomar algo, que no solo de vistas vive el ser humano. Si queréis tomar una cerveza, tenéis numerosas opciones. En el mismo Rincón de Loix os recomendamos El Capricho (Av. Ametlla del Mar), o más en el centro de la ciudad La Cofradía (C/ Gardenias) o Angelillo (Av. Jaime I). Benidorm cuenta con excelentes bares, muchos de ellos ya se han sumado al caña-tapa, con más o menos éxito.

- Ya es la hora de comer. Para ello nada mejor que un buen arroz. Nuestra opción favorita es el Restaurante Ulía, en la Avenida Vicente Llorca Alós, en La Cala. Además de comer un arroz excelente tiene unas vistas magníficas de la playa de Poniente desde primera línea. Podéis optar tanto por un arroz marinero (a banda, o del senyoret) como por una paella de carne.


- Un rato de relax en la playa. Ahora sí. Benidorm tiene cerca de 8 kilómetros de arenales para disfrutar. Si os gusta el gentío la playa de Levante es vuestro lugar. Si queréis un poco de calma acercaos a la playa de Poniente, en la zona de la Cala. Con los niños os recomendamos también la cala de Mal Pas, junto al puerto.


- Tras haber estado en la playa, nos hemos duchado y nos hemos puestos guapos, que viene la noche y hay que lucirse un poco. Daremos un paseo por la avenida del Mediterráneo. Esta es la arteria principal de Benidorm que une el centro con el Rincón de Loix. En sus casi 2 km. encontramos infinidad de bares y tiendas, incluso un casino. Si vais con niños os recomendamos parar un rato en la bolera o Festilandia, un pequeño parque de atracciones.


- ¿Os apetece ver la puesta de sol desde la Plaza del Castillo? Ésta se encuentra sobre el cabo Canfali que divide en dos la bahía de Benidorm. Por unas escaleras se accede al celebérrimo Mirador del Mediterráneo. Desde aquí podemos callejear por el casco histórico donde se encuentra, por ejemplo, la Iglesia de San Jaime y Santa Ana, donde en una de las capillas se encuentra la Virgen del Sufragio, patrona de la ciudad.


- Hora de cenar. Os proponemos una "sena de picogteo" a base de pintxos y tapas en la calle Santo Domingo, o como se le conoce popularmente, la "de los vascos". En esta calle, y las contiguas, encontramos un buen numero de establecimientos que nos trasladarán al mismo País Vasco. En el mes de junio se suele celebrar el Concurso de Tapas y Pinchos, donde una veintena de establecimientos de toda la ciudad demuestra su talento e imaginación en estos pequeños bocados.


- Si vamos con niños probablemente será hora de volver a nuestro alojamiento para descansar (el día ha dado para mucho), pero también queda opción para que los padres vayan un poco de marcha. Si queréis un plan tranquilo en la calle Alameda (muy cerca de la calle Santo Domingo) hay varios locales especializados en preparar gin tonics premium. Si queremos algo más movido os recomendamos los disco-pubs que hay en la playa de Levante, y si queremos darlo todo recurriremos a las discotecas "guiris" donde podremos bailar hasta que salga el sol.

¿Un día completo? Pues ni siquiera hemos pisado los dos parques acuáticos (Aqualandia y Aqua Natura), los dos parques de animales (Terra Natura y Mundomar) y el parque temático Terra Mítica. Y si tenéis ganas de más los municipios de alrededor como Altea, La Vila Joiosa, Polop, Castell de Guadalest, os ofrecen una completa oferta complementaria.


El sociólogo Mario Gaviria comparaba a Benidorm con la Coca Cola. Dice que sería como una botella de dos litros del refresco. A todos les gusta, se puede combinar y es barata. A mi me gusta tomar esa comparación y decir que, además, tiene numerosos formatos adaptados a los gustos y necesidades de cada consumidor: botella, lata, un vaso.... Sea como sea, os esperamos.

martes, 19 de mayo de 2020

7 MUSEOS QUE NOS GUSTAN MUCHO PARA EL DÍA DE LOS MUSEOS

El 18 de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de los Museos. Es un día especial donde estos centros se ponen sus mejores galas para sus visitantes. Este año, en algunos casos, sus mejores galas han sido abrir sus puertas de nuevo con todas las precauciones del mundo, por supuesto. 

Vamos a hacer un repaso por algunos de los museos que más nos han gustado para visitar con niños. Si nos seguís habitualmente ya sabréis que somos muy fans de ir a museos con nuestros hijos, y que además solemos recomendarlo. Podéis tomar toma de nuestras recomendaciones para cuando llegue ese momento que todos estamos esperando, el de poder viajar, aunque sea poquito y aquí al lado. La mayoría se encuentran en España, así que no hay excusa para no visitarlos cuando se pueda. 


¿Puede ser el Marq nuestro museo favorito? ¡Puede ser el Marq nuestro museo favorito! Lo visitamos al menos una vez al año, y aprovechamos para visitar sus exposiciones temporales, que son de una calidad extraordinaria. Este año no hemos podido visitar la exposición “Ídolos, miradas milenarias” por lo que os estáis imaginando, y estamos esperando su próxima exposición de los famosos guerreros de terracota de Xi’an. Pero su colección no es menos fascinante. Nos sumerge de lleno en la historia de la provincia de Alicante, que es una parte de la historia de España y de las civilizaciones del Mediterráneo. 



Nos apasionan los dinosaurios. Durante el confinamiento hemos visto varias veces las pelis de la saga de Jurassic Park y Jurassic World. Precisamente Juan Antonio visitó este museo mientras preparaba el rodaje de Jurassic World 2: El reino caído. Se encuentra dentro del parque temático Dinópolis y su visita es imprescindible. Las piezas, tanto las que se han encontrado en los yacimientos de la provincia de Teruel como las que pertenecen a dinos del resto del mundo, son impresionantes. Una recomendación que se extiende al resto del parque, que es tan didáctico como divertido. 



Con este nombre parece que vamos derechos a un petardo de exposición, y más teniendo en cuenta que se encuentra en Valencia. Pues no, este museo es de traca (vale, ya acabo con los chistes pirotécnicos). En primer lugar porque se encuentra en uno de los edificios más bonitos de Valencia, tanto por su espectacular fachada (una de las más fotografiadas de la ciudad) como por su interior. La colección no se limita a una colección de cerámicas, si no que abarca la historia del edificio, con salas que imitan, en miniatura, algunas estancias de Versalles. Es muy recomendable su colección de carruajes y el belén napolitano que instalan en Navidad. 



Tres motivos por los que visitar este museo: el artista, su obra y el entorno. La bahía de Portlligat, en Cadaqués (Girona) simplemente enamora. En ningún momento nos extraña que desde muy jovencito Salvador Dalí comprara aquí una casita de pescadores que con el tiempo fue ampliando. Siendo el hogar de Dalí y de Gala, esta casa es cualquier cosa excepto ordinaria. Además contiene el taller del pintor. Si pudiéramos nos quedaríamos aquí a vivir (bueno, igual hacía una pequña reforma, jeje). El complemento a esta visita es el Teatro-Museo de Figueres y el Castillo de Gala en Púbol. Y el cercano cabo de Creus, el lugar más al este de la Península Ibérica. 



El museo más visitado del mundo, con más de 10.000.000 de visitantes en 2018. Su virtud es su gran pecado, tanto que desde algo más de un año se han empezado a estudiar medidas para aliviar su saturación. El museo más famoso del planeta se encuentra en un inmenso y hermoso palacio donde se ubica mucho más que la archiconocida Gioconda de Leonardo da Vinci. Yo siento pasión por la sala del romanticismo francés, pero la colección de arte de Egipto y las antigüedades de Próximo Oriente (las procedentes de Irán en especial) son también una gozada. Armaos de paciencia cuando lo visitéis, y calzaos los zapatos más cómodos que tengáis. 



El Museo del Robot de Madrid es un espacio no muy extenso en pleno centro de la capital de España. Un lugar donde se juntan pasado y futuro, ya que conviven robots de última generación, de esos que te reconocen, te contestan, interactúan contigo y, sí, dan muy mal rollo; con robots de hace cuarenta años. Una de las partes más chulas es la exposición de réplicas de robots que se han utilizado en películas y series, y la verdad es que son un montón. Como curiosidad, tienen la colección más grande que hay de perros Aibo, esa mascota cibernética creada por Sony que causa furor en Japón.



El último museo que pudimos visitar antes del confinamiento. Un hermoso homenaje a la niñez y al beneficioso juego. Un paseo por la nostalgia que empieza con las muñecas de barro y acaba con las los últimos diseños de moda. Entre medias recorremos cientos de modelos de muñecas cuyos nombres nos despierta recuerdos de tardes con bocatas de mortadela o nocilla y mentir un poco acerca de los deberes para jugar un poco más. También es un justo reconocimiento al trabajo por el que la villa de Onil es conocida en todo el mundo. Una labor llena de pasión y amor. 


Estas recomendaciones incluyen museos que hemos visitado con nuestros hijos. Faltan muchos que también nos han encantado, y faltan muchos que queremos visitar (o volver a hacerlo) con ellos.