Se ha cometido un crimen. Alguien ha cometido un asesinato. Lo sabemos porque nos acaba de avisar un investigador que en una placa de plomo ha encontrado un texto con un mensaje en clave. O algo parecido. ¿Qué ha pasado? Vamos a intentar descubrirlo en el yacimiento de la Bastida de les Alcusses.
Este es el punto de partida de una actividad muy chula. Se trata
de las XVI Jornadas de la Bastida de les Alcusses, un yacimiento íbero que se encuentra
en la población valenciana de Moixent, en el suroeste de la provincia. Organizadas
por el Museo de Prehistoria de Valencia, se trató de una visita teatralizada con
mucho misterio.
¡SALCUBAS!
Mediante esta visita vamos a conocer de una manera más distendida
este yacimiento. No es una visita al uso. Es más, no vamos a conocer muchas cosas
del yacimiento, pero nos explican muchas cosas acerca de la civilización y del grupo
que habitó aquel poblado. Sus costumbres, su alimentación, las armas que usaban.
Pero los elementos informativos y didácticos están ahí mismo y podemos leerlos para
conocer algo más.
Pero lo primero es saludar, que la educación nunca está de más.
Nos explican que el saludo íbero era salcubas, y que se utilizaba tanto para decir
hola como adiós. Algo así como el ciao italiano.
Tras una pequeña introducción vamos recorriendo distintos lugares
del yacimiento. Allí nos esperan distintos personajes. Cada uno o cada grupo nos
hablarán de un tema distinto de la cultura y sociedad íbera. Y nos darán pistas
porque, no lo olvidemos, aquí a lo que hemos venido es a resolver un crimen.
INVESTIGANDO EN LA BASTIDA DE LES ALCUSSES
Vamos a ver qué contamos sin hacer mucho spoiler. En primer lugar
nos vamos a encontrar con un mercader que nos ofrece los productos que vende. Esto nos sirve para conocer una parte de los alimentos que consumían los íberos
y que, como podéis suponer, se parecen y al mismo tiempo se diferencian de los
nuestros. La dieta básica consistía en cereales y productos agrícolas, incluido
el vino, al que se podía acompañar con alguna carne de granja, principalmente
cabra, oveja, y pollo. Alguna vez caía algún sisón o un jabalí si se daba bien la caza.
Conocimos a la familia del principal sospechoso para saber
como era la sociedad de aquel momento. También se da pie a conocer los distintos
oficios que desempeñan los íberos, las herramientas que utilizaban y los
materiales de las que estaban hechas. No sólo es importante por conocer a la
sociedad sino también por los contactos comerciales que tuvieron con otros
pueblos y civilizaciones, en este caso del Mediterráneo.
En otros de los lugares del yacimiento estuvimos una clase
de lucha con las armas tanto ofensivas como defensivas (espadas, lanzas y escudos) que utilizaban los íberos. Como no, nos mostraron la reina de las armas: la falcata. Esta es la espada curva típica de este pueblo y que, tras la
romanización, se perdió.
Al final de la visita “volvimos” a nuestra época y uno de los
arqueólogos que se encarga de la excavación en la Bastida de les Alcusses nos dio
una pequeña explicación acerca del yacimiento y su cronología. También sobre la
importancia del trabajo arqueológico serio y riguroso, el que evita bulos, fake
news y otras trolas que al final van en detrimento de toda la sociedad, porque nos
resta conocimientos a todos.
EL YACIMIENTO DE LA BASTIDA DE LES ALCUSSES
El poblado íbero de la Bastida de les Alcusses es uno de los
yacimientos arqueológicos más importantes en la provincia de Valencia. Su excavación
comenzó hace casi un siglo. Aunque ha habido altibajos en las campañas de excavación,
en las últimas décadas se está investigando más en profundidad. En 1931 se encontró
el conocido Guerrero de Moixent, una figurita de bronce de poco más de 7 cms, que
podéis ver en el Museo de Prehistoria de Valencia.
Tiene una gran importancia para conocer más del mundo íbero,
una fascinante civilización que dejó un gran legado pero de la que desconocemos
muchísimas cosas, entre otros motivos, porque no se ha descubierto todavía como descifrar
su escritura, no hay una piedra Rosetta.
El poblado se encontraba en un lugar excepcional, a lo largo
de unos 150 metros en la meseta que se forma sobre una colina. Esta situación le
ofrece unas magníficas vistas de los alrededores, clave para la defensa de estos
poblados.
A lo largo del año, y no solo durante las Jornadas anuales, se
realizan visitas al yacimiento para conocerlo un poco mejor. Entre otras cosas,
se ha realizado la reconstrucción de una casa íbera a partir de los datos que han
recopilado los arqueólogos a lo largo de los años, para poder entender mejor como eran las viviendas en aquel momento.
DISFRUTAMOS DE LOS ALREDEDORES
Nosotros nos lo pasamos muy bien. La verdad es que el formato
de estas visitas es muy recomendable para los niños. De hecho están pensadas para
poder realizarlas en familia y los responsables intentan
que parte de la interacción recaiga sobre ellos y que participen.
El yacimiento, como ya hemos comentado, lo gestiona el Museo
de Prehistoria de Valencia, que depende de la Diputación Provincial. Además gestiona
las visitas a otros yacimientos y ha creado la Ruta de los Íberos, para dar una
coherencia a las visitas y actividades que realizan. En otro post os hablamos de Kelin, por ejemplo, otro de los yacimientos íberos en Valencia.
A esta zona le han puesto la etiqueta de la “Toscana valenciana”
por su parecido con la región italiana. No nos gusta nada estas etiquetas, pero la zona es preciosa, por lo que podéis alargar
la visita… hasta dónde queráis. La zona tiene una buena producción vinícola y muy
buenas bodegas. Un par de vinos de Moixent están entre nuestros preferidos. Desde
los íberos que se elabora vino en esta zona, así que tienen práctica.
Nuestro consejo es que estéis atentos a las redes sociales del Museo de Prehistoria de Valencia para poder reservar plaza en las Jornadas de la Bastida de les Alcusses, ya que suelen agotarse con mucha velocidad. Os lo recomendamos vivamente, porque tanto la actividad como el entorno merecen mucho la pena. ¡Salcubas!