jueves, 28 de diciembre de 2017

DESCUBRIR EL SECRETO DE LOS MAYAS EN EL MARQ

Cuando los conquistadores castellanos llegaron a la península del Yucatán denominaron Gran Cairo a la primera población importante que divisaron, ya que contaba con pirámides y templos que asemejaron a las construcciones musulmanas (de ahí el nombre). Pero no estaban en Egipto, si no en el Caribe, y aquellas obras no fueron construidas para enterrar a ningún faraón, si no por los mayas.
Hasta el próximo 7 de enero el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) nos ofrece la exposición "Mayas, el misterio de las ciudades perdidas", su gran muestra anual, que esta vez nos intenta arrojar luz sobre esta civilización que se asentó en la península del Yucatán (México), Panamá, Nicaragua y Belice.
Todavía hoy desconocemos muchísimas cosas acerca de esta civilización que, y este es su gran misterio, fue desapareciendo de ciudades con un alto índice de organización, sin que se conozca el motivo real (o los motivos). Muchas de las ciudades permanecen hoy en día ocultas en la espesura de la selva tropical.
Máscara de jade: original (izda.) y reproducción tiflológica (dcha.)
La exposición tiene un montaje realmente espectacular, que realza la presentación de las numerosas piezas que exhibe. La muestra, como es habitual en las exposiciones temporales, ocupa tres salas, el pasillo que comunica estas tres salas, y el espacio de la biblioteca (antigua capilla). Hay que resaltar que la exposición es 100% accesible, no solo para las personas con movilidad reducida salvando los desniveles con rampas, también las personas con discapacidad visual tienen la posibilidad de "ver" parte de la exposición gracias a las piezas tiflológicas. ¿Tiflo...qué? Piezas que reproducen algunas de las expuestas, ya sea a escala o a tamaño real, para poder ser manipuladas y conocerlas mejor. Además de entre las personas invidentes, estas piezas tienen mucho éxito entre los niños, ya que están realizadas en materiales resistentes y pueden jugar con piezas de la exposición.
Al entrar en la exposición nos recibe un primer panel, en el pasillo que comunica las salas, y que sirve para contextualizar cada sala. En la primera sala, que simula las pirámides escalonadas, como las de Tulum o Chichén Itzá, se habla del inicio de esta civilización, su conexión con los mitos asociados a la agricultura, en especial al maíz y el cacao. Me sorprendió que a pesar de la frondosidad de la zona, los suelos son muy pobres, y puede que este fuera el motivo de que abandonaran algunas ciudades. También nos llamó la atención una serie de cerámicas decoradas con técnicas muy similares a las usadas por los pueblos que habitaron el Mediterráneo. Al ser un par de siglos posteriores nos entra la duda de si hubo contacto entre ellos.
La segunda sala simula los arcos y bóvedas por aproximación de hiladas típicas del interior de los edificios mayas. Aquí se habla del periodo de máximo esplendor de esta civilización. También de la caída de este pueblo por las continuas guerras por el poder. Era una sociedad plena, muy planificada. Se muestran también los ritos para honrar a sus dioses, de nombres casi impronunciables, y el uso de sustancias para llevar a cabo sus ceremonias. Sorprende que apenas haya piezas metálicas poco más que unos aros de oro y unos cascabeles.
Por su parte la tercera sala imita el interior de una cueva, con sus estalactitas y estalagmitas, y entre ellas surgen grandes estelas donde se representan a los gobernantes y sus deidades. También mitos como el cazador con atributos de jaguar. Por último se habla del juego de pelota, que como casi todos los aspectos de la vida de los mayas, tiene un origen divino. Este juego era más un ritual que un deporte y los perdedores eran sacrificados como ocurría en el mito creador.
Al final de la exposición en encontramos un “epílogo”, en la sala de la antigua biblioteca se muestran materiales de los trabajos de las misiones arqueológicas llevadas a cabo conjuntamente por las universidades de Valencia y la Politécnica de Valencia investigando enterramientos y templos mayas.
Si os encontráis por Alicante no dudéis en visitar esta exposición puesto que nos descubre una civilización que aún hoy encierra numerosos enigmas. Vale mucho la pena y no os va a defraudar. La entrada vale 3 euros, pero las familias numerosas tienen un descuento del 50% y los niños hasta 8 años tienen entrada gratuita. Los pensionistas también tienen entrada a precio reducido y los desempleados y personas con discapacidad tienen entrada gratuita. De todas maneras si piensas visitar el MARQ entre el 2 y el 7 de enero celebran jornadas de puertas abiertas. Lo mejor es informarse de los horarios en su web www.marqalicante.com ya que además hay bastantes actividades paralelas.

Para finalizar, agradecer la respuesta del coordinador del servicio de atención al público del MARQ y de la responsable de Relaciones Institucionales por la buena disposición a colaborar con este blog. Así da gusto.

jueves, 21 de diciembre de 2017

COMO ARREGLAR UNA VISITA A CARTAGENA QUE SE TUERCE

 Durante el pasado puente de la Constitución aprovechamos uno de los días festivos para visitar Cartagena, ya que llevamos bastante tiempo queriendo hacerlo y nunca encontramos una oportunidad. Evidentemente lo hicimos planificando con unos cuantos dias de antelación, visitando los portales oficiales de Turismo, revisando las recomendaciones de los visitantes en varias webs, y finalmente los niños dispusieron que saliéramos más tarde del horario previsto haciendo así que las horas útiles se acortaran. Por suerte teníamos un plan B y esa alternativa consistía en visitar zonas del puerto de Cartagena y aledañas.
Comenzamos nuestra visita por el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) que se encuentra en pleno puerto cartagenero, y que tendrá su propio artículo en este blog dentro de unas semanas. Este era uno de los lugares esenciales de nuestra visita, y uno de los pocos que teníamos planificados que pudimos visitar. Pero ya que estábamos en Cartagena había que aprovechar.

Una vez fuera del ARQUA emprendimos un paseo por el puerto cartagenero. Esta parte de la ciudad me recordaba bastante a otras dos ciudades del Mediterráneo español como son Alicante, por la configuración del puerto, y Palma de Mallorca, porque además del puerto transcurre paralela una muralla defensiva que fue clave en la historia de la ciudad. Esta muralla, que en este tramo se denomina "Muralla del mar", fue construida por encargo de Carlos III dada la importancia que tenía el puerto y la ciudad de Cartagena. Una de las partes más bonitas de esta muralla es una escalinata monumental que conecta la parte superior de la muralla con el paseo de Alfonso XII, construída en 1914 por el arquitecto Víctor Beltrí.
Recorriendo el puerto y llegamos a la escultura denominada "El zulo" una enorme figura humana realizada en bronce que está acurrucada, con las piernas cruzadas y la cabeza recogida, obra del escultor Víctor Ochoa, y que es un homenaje a las víctimas del terrorismo. Un consejo a los padres: no dejéis que vuestros niños se suban a la escultura, principalmente por dos motivos, primero porque es una obra de arte y al igual que no se nos ocurriría escalar por la fachada de cualquier edificio histórico no debemos hacerlo con esta obra y, segundo, el bronce está bastante pulido y los niños pueden sufrir un accidente. Ni aunque se suban otros, como argumentaban mis hijos.

Siguiendo el recorrido llegamos al Museo Naval de Cartagena. Pero ya había cerrado sus puertas. Pudimos ver, eso sí, la batería de cañones de diferentes épocas y usos, que frente a la fachada del Museo Naval apuntan al mar, a la boca del puerto, como si estuvieran esperando para defenderse de un nuevo ataque a la ciudad. o quizás le devuelven el saludo a esa enigmática cola de ballena que asoma del agua. Afortunadamente pudimos ver la pieza estrella de este museo, que no es ni más ni menos que el submarino que creó Isaac Peral. Expuesto en unas antiguas atarazanas anexas al edificio central del museo, unas grandes cristaleras nos permiten observar esta fenomenal creación.
Desde ahí, y para no repetir la ruta a la inversa, nos dirigimos hacia el Ayuntamiento (que nos recordó al de Valencia) pasando junto a la Plaza de los héroes de Cavite, donde hay un monumento dedicado quienes combatieron en Cavite y Santiago de Cuba en 1898. La Calle Mayor estaba totalmente decorada de cara a la Navidad y callejeando regresamos a nuestro punto de partida.

Nos quedó mucho por ver en Cartagena: el teatro romano, las ruinas del foro, el castillo de la Concepción, el propio museo Naval... Nos despedimos con la certeza de que más tarde o más temprano volveremos para visitar todo lo que tenemos pendiente, y volver a disfrutar de esta ciudad que cuenta con tantas atracciones y tan volcada al mar.

jueves, 14 de diciembre de 2017

EGIPTO EN MADRID: EL TEMPLO DE DEBOD

Como cada mañana Najt se acercó a observar la orilla del río Nilo. Con alegría veía como la inundación bañaba las tierras que posteriormente, una vez las aguas ya se hubieran retirado, labraría y de la que obtendría una abundante cosecha gracias al limo que se había ido depositando. Se giró y vio el templo de Amón, entró y agradeció los dones que el dios disponía.
Esta escena pudo haber ocurrido hace unos 2400 años en Egipto. Pero hoy en día sería muy difícil que se repitiera: el Nilo desde la construcción de la presa Nasser ya no tiene inundaciones anuales y el templo que al que miraba Najt ya no se encuentra a orillas del río, sino en el centro de Madrid. Pero, ¿qué narices hace un templo egipcio en España? 

Como ya he comentado, el Nilo anualmente tenía una crecida que inundaba las riberas y depositaba un rico limo que era un excelente fertilizante para las cosechas de los agricultores. Estas crecidas, que se producían en verano, venían precedidas de unas lluvias monzónicas que descargaban en el centro del continente africano. Durante miles de años esto fue así hasta que en 1956 el presidente Nasser anunció la construcción de una macropresa que regularía las crecidas del Nilo (que cada año cambiaban y podían ser catastróficas) y proporcionaría electricidad a gran parte del país. 

La construcción de este embalse produciría la inundación de la antigua Nubia y, por lo tanto, la pérdida de numerosas construcciones antiguas, entre ellas el famoso templo de Abu Simbel. Varias naciones, entre ellas España, acudieron a la llamada de socorro que lanzó la ONU y, como agradecimiento, el gobierno egipcio le regaló a España este templo que fue trasladado a Madrid piedra a piedra y reconstruido como si de un Lego se tratara.
Disfrutar de un auténtico templo egipcio en el mismo centro de Madrid es una oportunidad que no podemos desaprovechar. Los niños disfrutan mucho la visita, que además es gratuita. Está situado junto al parque del Oeste, muy cerca de la plaza de España. De hecho podemos aprovechar para visitar la calle Princesa, incluso la Gran Vía. 

El Templo de Debod tiene dos plantas. En la planta baja se encuentran varias salas (o capillas). En el centro se encuentra una capilla decorada con relieves que representan escenas del rey Adijalamani junto a diversos dioses del panteón egipcio. Estos relieves estuvieron policromados, pero ya se ha perdido todo rastro de pintura. Al fondo se encuentra una capilla con una hornacina donde se veneraba a la Isis, Diosa Madre, deidad de la fecundidad. La posible estatuilla se ha sustituido con un láser que proyecta la imagen de la diosa. Su situación en esta sala no es casual, ya que la orientación del templo este-oeste (se ha conservado la orientación original) hace que los rayos del sol iluminen el fondo de la sala, justo donde está la figura.
Por su parte las capillas laterales se dedicaban para el culto de otras deidades, dependiendo de si estaban a nuestra izquierda o nuestra derecha. Junto a la entrada, en una capilla anexa, se exhibe el antiguo arquitrabe que estaba colocado en la antigua entrada, que con las actuaciones contemporáneas (nuevas puertas para impedir accesos "incontrolados") debió de ser trasladado. Es interesante porque podemos apreciar de cerca como trabajaban los artesanos egipcios la decoración de sus templos. Este arquitrabe contiene una inscripción en griego, puesto que los ptolomeos, la última dinastía de faraones cuya última integrante fue la celebérrima Cleopatra, eran de origen heleno. 

Si accedemos a la planta superior vamos a encontrar un pequeño museo, donde destaca una maqueta del templo y una  del río Nilo y la localización original del templo. Además unos audiovisuales completan la oferta de esta exposición. Los fines de semana y en algunos días especiales (vacaciones escolares) se realizan talleres didácticos en el Templo de Debod, que hacen que los niños puedan conocer mejor una cultura y una civilización que miles de años después nos sigue fascinando. 

Si queréis un mayor realismo podéis, como hicimos nosotros en nuestra primera visita, acudir en pleno verano madrileño, ya que las temperaturas no distan mucho de las que se pueden "disfrutar" en Egipto, jeje. Por último recomendar una visita a última hora de la tarde, ya que los atardeceres madrileños desde este punto son muy chulos.

jueves, 7 de diciembre de 2017

X-MAS IS COMING: LA FERIA DE NAVIDAD DE XIXONA

Diciembre es prácticamente sinónimo de Navidad. Calendarios de Adviento, publicidad machacona en televisión, villancicos en todos los hilos musicales, iluminación de calles, cenas de empresa, papeletas que no tocan, belenes en los escaparates de las tiendas, árboles decorados con espumillón y ferias de Navidad.

Del 6 al 10 de diciembre se celebra en Xixona (Alicante) su IX Feria de Navidad, instalada en la Avenida de la Constitución, en pleno centro de la localidad. Este evento tiene en el turrón su producto estrella. No en vano a Xixona se la conoce como la cuna del turrón, ya que en esta localidad se produce la inmensa mayoría de este dulce que se consume principalmente en Navidad. Elaborado con almendras y miel como ingredientes principales, el turrón de Xixona tiene Denominación de Origen con Indicación Geográfica Protegida Turrón de Jijona y Turrón de Alicante. En 2015 produjeron 5.000 toneladas, de las que el 89% se destinaron al mercado interior y el 11% al resto del mundo, especialmente la Unión Europea.
En esta feria, que espera 50.000 visitantes, vamos a encontrar puestos de las marcas de turrón más conocidas, que tienen su fábrica aquí, y también de marcas más familiares, de producción más pequeña, pero cuya historia puede remontarse más de 150 años, hasta mediados del s. XIX. Además de las tradicionales variedades de turrón de Jijona (el blando) y Alicante (el duro), encontrar turrón de chocolate, de frutas y otros sabores más modernos. 

Me llamó la atención que hay un intento por modernizar un producto que tiene un profundo componente tradicional. Aunque en España consumimos principalmente la tableta, había turrón al corte y diversos formatos algunos cercanos al tamaño de una chocolatina. También hay un empeño en modernizar los embalajes, con diseños muy cuidados y bastante llamativos, alejándose de la típica caja de cartón y el plástico del envase al vacío.
Pero no sólo de turrón vive la Feria de Navidad de Xixona. También podemos encontrar mazapanes artesanales, licores, juguetes, incluso paquetes de actividades de ocio activo en Xixona. Además se celebran actividades paralelas, como degustaciones de turrón y licores, charlas sobre maridaje de turrón y whisky, exhibiciones culinarias, animación infantil, cuentacuentos... 

La Feria de Navidad es una buena excusa para acercarnos a Xixona durante este largo puente para conocer algo más acerca del turrón, su elaboración y que hay empresas familiares que intentan modernizar este producto. Y probar turrones, claro.