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jueves, 18 de agosto de 2022

3 PISCINAS NATURALES PARA REFRESCARSE EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

Estamos viviendo uno de los veranos más tórridos de las últimas décadas. Las temperaturas llevan semanas absolutamente disparadas. Eso ha hecho que no hagamos más que buscar lugares donde sobrellevar lo mejor posible el calor. Las piscinas naturales son especialmente convenientes para conseguirlo. Al frescor del agua se une el entorno natural, que ayuda a que las temperaturas sean más bajas y, por lo tanto, mucho más soportables.

Piscinas naturales en la Comunidad Valenciana


En este post vamos a recomendaros 3 piscinas naturales en la Comunidad Valenciana. Una en cada provincia. No son las únicas, ni mucho menos. Por suerte en la Comunidad Valenciana tenemos la enorme suerte de disfrutar de un montón de estos espacios naturales. Tras el confinamiento provocado por la pandemia del Covid-19 y la necesidad de encontrar lugares donde hubiera una cierta distancia entre las personas, las piscinas naturales sufrieron una saturación de visitantes. Eso hizo que muchos ayuntamientos, en su mayoría de poblaciones poco habitadas y con pocos medios para poder controlar las avalanchas de público, decidieran establecer un aforo estos espacios y cobraran una entrada para afrontar los gastos sobrevenidos.

Como podréis comprender estos aforos eran completados a primera hora de la mañana. Así que o bien se acudía pronto o se corría el riesgo de tener que vagar de piscina en piscina buscando un hueco. No hace falta decir era imposible encontrar sitio.

Para aprovechar el día os recomendamos que os llevéis unos bocatas (o la comida que creáis conveniente). También el uso de cangrejeras o escarpines para evitar resbalones o cortes con alguna piedra. El día debe ser para disfrutar y no para que acabe en un centro de salud.


LAS FUENTES DEL ALGAR (CALLOSA D’EN SARRIÀ, ALICANTE)



En la comarca de la Marina Baixa, cerca de Benidorm, se encuentran las Fuentes del Algar. Este paraje natural es el lugar donde nace el río Algar, un río bastante corto, solo 12 kms. Éste desemboca en la vecina Altea.

Estas fuentes tienen como elemento más destacado una cascada que cada año inmortalizan en fotos miles de visitantes. Unas escaleras bastante empinadas llevan a una serie de pozas, tanto naturales como artificiales. Una está formada por una pequeña presa que se construyó para aprovechar las aguas para riego. Todavía existe un canal, ahora en desuso y que se utiliza como salida del paraje.

Piscinas naturales en la Comunidad Valenciana

La entrada en temporada alta (del 15 de junio al 15 de octubre) cuesta 5 € para adultos, 4 para jubilados o mayores de 65 años, 2 € para niños entre 4 y 10 años y es gratuita para menores de 4. Las personas con discapacidad entran gratis, pero si tenéis problemas de movilidad no os lo recomendamos.

Hace tiempo ya dedicamos una entrada en el blog a este lugar. Nuestro consejo es, si vais en temporada alta, aprovechad la infraestructura de los restaurantes que se han ido abriendo a lo largo de los años.


En la zona también hay un camping y el parque temático Dinopark, que como podréis imaginar tiene en los dinosaurios su razón de ser.


RÍO CHELVA (CHELVA, VALENCIA)


Piscinas naturales en la Comunidad Valenciana

En la comarca valenciana de Los Serranos nace el río Chelva, en la localidad de Chelva, precisamente. Este río es un afluente del Turia.

El mejor lugar para disfrutar de un reconfortante baño es el Área recreativa Molino Puerto. Aquí encontraréis una zona con aparcamiento, mesas de picnic, baños, zona de barbacoa/paelleros y bar. A unos diez minutos andando llegaréis a la denominada Playeta (o Playa Continental). Es una poza de unos XX . Está junto a un cañón por el que baja el río Chelva. Muchos bañistas ascienden por este cañón para explorar el río. Es una zona muy bonita y vale mucho la pena. También os podéis cerca de la presa de Oliches, tras atravesar un túnel, o en el tramo del río entre La Playeta y el área recreativa.


Además de la visita veraniega para refrescaros en el río, el resto del año se puede realizar la Ruta del Agua. Es una ruta senderista circular que comienza en el centro de Chelva y recorre el río. Tiene una longitud de algo más de 7 km.

La entrada a La Playeta y Olinches cuesta 1 euro por persona, mientras que la tarifa de parking para coches y furgonetas es de 5 € (dos en horario de tarde). Pero nosotros llegamos cerca de la hora de comer y no pagamos nada. Nadie nos pidió dinero, ni por aparcar ni por entrar a la zona de baño.


FUENTE DE LOS BAÑOS (MONTANEJOS, CASTELLÓN)


Piscinas naturales en la Comunidad Valenciana

Por el interior de la provincia de Castellón discurre el río Mijares, que nace en la provincia de Teruel. Al llegar a Montanejos el río cobra una inusitada vida. Parte de la culpa la tiene la Fuente de los Baños. En este punto hay un manantial con dos características muy especiales. En primer lugar que los minerales disueltos en el agua tienen propiedades beneficiosas para la piel. Esta peculiaridad se conoce desde hace siglos, tanto que se cree que hay en la zona unos baños de época andalusí. De hecho en 1863 se declararon de Utilidad Pública.


La otra característica es que durante todo el año el agua surge a una temperatura constante de 25ºC. Es curioso bañarse en este río y que se combinen las corrientes frías con las calientes que surgen del manantial.

La entrada general cuesta 3 € si las adquirís por internet o 3,50 € si lo hacéis directamente en taquilla. Para los menores de 10 y mayores de 65 la entrada cuesta 2 €, mientras que los menores de 4 entran de manera gratuita. Si estáis en un alojamiento de Montanejos (algo muy recomendable) también entraréis gratis.



Piscinas naturales en la Comunidad Valenciana

Si queréis profundizar en este tema os recomendamos el libro “Tolls i salts d’aigua valencians” (Charcas y cascadas valencianas) del escritor Agustí Hernández, especialista en espacios naturales en la Comunidad Valenciana y que ya ha publicado varios. Todos están escritos en valenciano. También podéis seguirle en sus redes sociales.

Ahora solo queda explorar estos espacios naturales. Siempre con respeto hacia la naturaleza que nos rodea. Parece obvio, pero nunca está de más recordar que no hay que dejar basura abandonada y mucho menos provocar un incendio, ya sea por acción u omisión. Disfrutar del verano es fácil, mucho más si estamos fresquitos.

domingo, 28 de febrero de 2021

ALTEA, UNA PERLA EN EL MEDITERRÁNEO

En la costa de Alicante, bañada por el mar Mediterráneo se encuentra la villa de Altea. Una población que ha sido desde hace décadas refugio de bohemios y hippies y que cada año recibe más visitantes dispuestos a dejarse llevar por esas callejuelas repletas de casas pintadas de blanco. 


Aunque a simple vista no lo parezca es una localidad muy turística. Pero es un turismo menos masivo que el de la vecina Benidorm, un turismo más tranquilo. De este modo puede disfrutarse durante todo el año, aunque es en verano cuando esta ciudad está en plena ebullición. 

Podemos dividir el casco urbano de Altea en dos partes: la franja litoral y la parte antigua, que se sitúa en una colina que corona la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, que es la patrona de Altea. La visita la vamos a empezar precisamente por aquí, por todo lo alto. 

El centro histórico


Si vais con vuestro vehículo seguid las indicaciones que desde la carretera N-332 (que atraviesa todo el casco urbano de Altea) indican "poble antic" (pueblo antiguo), Palau Altea o Universidad Miguel Hernández. En la parte más elevada de Altea hay suficiente aparcamiento. Si no siempre podéis acudir en autobús o con el TRAM, que os deja en pleno centro de la ciudad.

Probablemente el haber sido refugio de numerosos artistas que, bien veranearon en Altea, bien residieron temporadas en la ciudad, hizo que la Universidad Miguel Hernández estableciera aquí su facultad de Bellas Artes. Esta universidad que tiene su sede en Elche, cuenta con campus en otras localidades de la provincia de Alicante, como Sant Joan d'Alacant y Orihuela.

Lo más seguro es que desde el aparcamiento desemboquéis en la calle San Miguel, que lleva a la plaza de la Iglesia. Esta es la calle que sale en el 90% de las fotos que veréis de Altea. Nosotros no íbamos a ser menos, por supuesto. Su suelo empedrado, sus paredes encaladas, sus macetas con flores, sus tiendas. Es de esas calles encantadoras por las que nos gustaría pasear a cualquier hora. 


Nuestro destino lo guían las dos cúpulas de la Iglesia del Consuelo, que son el símbolo más reconocido de Altea. Tanto que es su marca. Cubiertas de cerámica vidriada de azul cobalto con decoración geométrica en blanco. La plaza está rodeada de bares y cafeterías donde sus terrazas son invitan a sentarnos y tomar algo. Pero antes vamos a acercarnos a dos de los miradores. En primer lugar a nuestra derecha, donde veremos parte de la bahía de Altea con el puerto y, al fondo, El Albir y la Sierra Helada

Si nos dirigimos justo enfrente de la puerta de la Iglesia y bajamos por las callejuelas hasta llegar a la calle Bonavista (buena vista, en castellano), nos encontraremos con el denominado Mirador Blanco. Desde aquí podremos observar una vista panorámica de la costa alteana, desde el Peñón de Ifach de la vecina Calpe, al noreste, hasta la Sierra Helada. El nombre lo toma de las paredes de las casas que nos rodean. 


El frente litoral de Altea es, precisamente, nuestra próxima parada. Para llegar aquí lo mejor es callejear por el centro de la ciudad. Hay varios puntos interesantes si vamos zigzagueando. La Plaza del Agua, la Plaza de la Cruz, o la avenida Rei Jaume I, una de las más importantes de Altea, ya que tiene muchos servicios y se ubica la Casa Consistorial.  

Las playas y calas de Altea


Altea cuenta con un total de 7 playas y calas. Predominan las piedras, lo que puede ser más o menos incómodo para sus usuarios. De sur a norte, la primera playa que encontramos es la de Cap Blanc (cabo blanco), que se extiende como continuación de la playa del Albir hasta el puerto de Altea. La erosión ha hecho que gran parte de la playa haya desaparecido, amenazando seriamente la carretera litoral que une Altea con El Albir. Queda un buen tramo disfrutable junto al Albir, y otro más pequeño junto al puerto. La playa más conocida de Altea es la de La Rada, que discurre por el tramo urbano, al norte del puerto de Altea. A contianuación hay un tramo sin playa, pero donde se puede disfrutar del paseo marítimo, con sus decenas de bares y restaurantes.

Tras el tramo donde no existe playa, encontramos la playa de l'Espigó(n), la más nueva, conseguida tras la regeneración de esta parte de la costa. El límite entre esta playa y la de Cap Negret (cabo negruzco) es la desembocadura del río Algar, un río corto pero bastante conocido por su nacimiento, las Fuentes del Algar, en la vecina Callosa d'En Sarrià. El color oscuro del afloramiento volcánico en Cap Negret, da nombre a esta playa. 

La desembocadura del río Algar es un sitio muy chulo para visitar con los niños. Principalmente por su interés natural, ya que hay especies de aves marinas que habitan aquí, y de vez en cuando se dejan ver especies que están migrando. Hay una ruta senderista circular que recorre el último tramo de este río. A lo largo del camino hay carteles con indicaciones acerca de la flora y fauna que podemos ver en este lugar. Es una ruta muy facilita, especialmente para los niños. 

Ya fuera del casco urbano de Altea encontramos, además de Cap Negret, la cala del Soio, la playa de l'Olla, denominada así porque enfrente tiene el islote de La Olla, un peñasco en el mar que parece que tiene forma de este utensilio de cocina. En esta playa se dispara el sábado más cercano a la festividad de San Lorenzo (10 de agosto) un espectacular castillo de fuegos artificiales, el Castell de L'Olla, que reúne a miles de espectadores cada año. Fiesta de Interés Turístico Autonómico, si queréis verlo deberéis reservar todo el día, porque no es fácil llegar a última hora.

Junto a la playa de l'Olla se encuentra Villa Gadea, una antigua villa de recreo construida en el s. XIX por Vicente Gadea, que fue rector de la Universidad de Valencia. En los últimos años ha tenido varios usos, desde sede de un Centro Internacional de la Música de la  UNESCO a capilla para la celebración de ceremonias de matrimonio. 

Las últimas playas que encontraremos son la de La Solsida y la del Mascarat. El Mascarat es una de las zonas más peculiares de Altea. Además de la cala es un cañón que separa los términos municipales de Altea y Calpe. Hay varios puentes que salvan esta zona, tanto para el ferrocarril como para la N-332, mientras que la autopista AP-7 lo atraviesa con un túnel. Hay algún puente en desuso que se utilizó para realizar puenting hace años. Por la base del cañón discurre una ruta senderista, no muy larga, que se ha puesto de moda en las últimas semanas (o eso nos parece a tenor de las fotos que vemos en Instagram). La ruta puede alargarse por el cercano Morro de Toix, pero no se recomienda para niños. Dice la leyenda que el curioso nombre de esta zona proviene de un bandolero, "El Mascarat" (el enmascarado) que atacaba en esta zona por su estrechez, ideal para emboscadas. Aquí también encontraremos un puerto deportivo, denominado Puerto Greenwich, ya que el Meridiano 0 pasa por este punto.

Un poco antes, siguiendo la carretera N-332 en dirección a Calpe, tras una de las numerosas curvas de este tramo, nos encontraremos con una de las sorpresas que esconde esta zona. Estamos hablando de la Iglesia Ortodoxa Arcángel San Miguel. Por su aspecto parece que la hayan trasladado desde la mismísima Rusia. Y más o menos es así. El promotor es un empresario ruso afincado en Altea, los materiales se importaron desde Rusia, y fue construida por obreros rusos. 


Solo nos quedaría por conocer una zona de Altea, la denominada Altea la Vella (Altea la Vieja). Es el núcleo de población primitivo de Altea. Separado unos kilómetros del casco urbano, se llega a través de una carretera que a ambos lados tiene huertos de nísperos y limoneros. Es un lugar muy tranquilo. Desde aquí se puede iniciar la ruta circular que recorre la sierra de Bèrnia, que vigila sin cesar a Altea. 

Por último, volviendo al casco histórico de Altea, vamos a citar uno de los restos de lo que pudo ser una importante infraestructura hidráulica. Es el acueducto dels Arcs (los Arcos, vaya, que original) situado en la partida del mismo nombre, a espaldas del Club de Tenis. Solo se conservan tres pilares de sillares irregulares y mortero. Algunos expertos creen que podría haber servido para llevar agua del río Algar a la Villa Romana del Albir, un importante centro económico en esta zona, y que ya vimos en otro post. 

Queda reseñar que en Altea se come muy bien, y sería un pecado no darse una vuelta por cualquiera de sus restaurantes. La especialidad de la zona son los arroces, especialmente los marineros, que cuentan con una magnífica materia prima. Ca Joan, cerca de la playa de L'Olla, el Cantó de Palasiet, o el restaurante del Club Náutico, son buenos ejemplos. Si buscáis una cocina más vanguardista, cerca de la iglesia del Consuelo está Oustau. Por otro lado, en la calle San Miguel se encuentra la pastelería De Sabors, donde trabajan con chocolate belga y mantequilla traída directamente de Francia. 

Como veis Altea merece una visita. Ya sea para pasar el día, o una temporada, ofrece un montón de recursos para toda la familia. Además cuenta con numerosas opciones muy cerca, tanto en el vecino Benidorm, como en El Albir, Calpe o Callosa d'En Sarrià. Durante todo el año es un destino perfecto para aquellos viajeros que busquen tranquilidad. ¿No os parece? Pues será mejor que no os lo perdáis.

martes, 28 de mayo de 2019

LAS FUENTES DEL ALGAR, NATURALEZA Y LA MANO HUMANA

A 15 km de Benidorm, en el término municipal de Callosa d’En Sarrià (Alicante), se encuentra uno de los parajes más conocidos de la Marina Baixa. Se trata de Las Fuentes del Algar, el nacimiento del río del mismo nombre que desemboca en la bahía de Altea, a sólo 12 kms de su nacimiento. 

  
Lo más espectacular de las Fuentes del Algar es uno de sus saltos, que forma una cascada de unos 13 metros de altura y gran belleza, que se ha convertido en una de las imágenes icónicas de la Costa Blanca. Lo que menos, la terrible explotación turística del lugar, que vende como “natural” un paraje muy transformado por la acción del hombre. 


El problema es que desde pequeño he visitado más o menos regularmente este lugar. Desde hace unos 20 años el paraje se ha ido transformando en un parque temático, donde las piscinas se han construido (no son pozas naturales, o no del todo) y donde restaurantes y propietarios de terrenos intentan hacer negocio (nada de objetar, por otra parte). Después de ir tantas veces de pequeño te decepciona. 


Hace años salí tremendamente frustrado de la visita, pero esta última vez, no sé si porque me he acostumbrado o porque me he sosegado, no me pareció tan terrible. También creo que han eliminado algunos elementos, y que la visita la hice en una hora de poca afluencia, lo que cambia por completo la perspectiva de la visita. 


Yo no recomendaría la visita en verano, pues es cuando más gente visita las Fuentes y se llena hasta los topes y es incomodísimo. Claro que también el verano es la única época del año en que os podréis bañar en sus aguas, gélidas al entrar pero muy confortables al cabo del rato. 


Si optamos por otra época del año, y preferiblemente a primera hora de la mañana, descubriréis un precioso paseo, de alrededor de 1,5 kms., ejemplo de la utilización de los recursos hídricos. Ya que todavía se conserva la presa y el canal que se usaba para el aprovechamiento para riego, y alguna acequía todavía en uso. Cerca de la salida hay un arboretum, es decir, un pequeño jardín botánico con especies autóctonas. La visita para personas con movilidad reducida es muy complicada porque hay que salvar desniveles bastante escarpados mediante escaleras. Por supuesto no llevéis carros de bebé. 


Un consejo si vais en verano: buscad un restaurante que os ofrezca menú y os regale la entrada y el parking. Os ahorraréis algo de dinero y agobios, además no iréis cargando con la comida, la bebida, las toallas… 

Para llegar hay que llegar hasta el centro urbano de Callosa d’En Sarrià y seguir las indicaciones hacia Bolulla (CV-715), desviándonos a un 1 km. tras salir del centro urbano. No hay problema ya que está perfectamente señalizado. Hay un parking gratuito cerca de la oficina de turismo, a unos 800 metros de la entrada. El resto son de pago, y muy de pago. También se puede llegar en bus desde Finestrat y Benidorm, con la línea 18. 


Las entradas en temporada baja (16 de octubre a 14 de junio) cuestan 4 euros para adultos, 3 para jubilados, mayores de 65 años, estudiantes y poseedores de Carnet Joven, 2€ para niños entre 4 y 10, y gratuito para menores de 3. En temporada alta (15 de junio a 15 de octubre) se incrementa 1 € para los adultos, jubilados, mayores de 65 años, estudiantes y poseedores de Carnet Joven. No hay descuentos para familias numerosas. 


Para completar la excursión, o incluso para hacer una escapada de varios días, en el entrono de las Fuentes del Algar hay un camping con una zona multiaventura para niños entre 5 y 14 años, un área infantil tematizada al estilo del Salvaje Oeste para niños entre 3 y 6 años, y también el parque temático de dinosaurios Dino Park Algar, del que ya os hablamos hace un tiempo. 


Sí, las Fuentes del Algar son un paraje precioso. Sí, deberíais visitarlo. Pero también conviene que sepáis todo, tanto lo bueno como lo malo, para que tengáis todos los elementos de juicio. Es una excelente opción para pasar el día, a pesar de todo lo negativo que hemos comentado.