martes, 29 de noviembre de 2022

DESCUBRIMOS EL DESCONOCIDO YACIMIENTO DE VALENCIA LA VELLA

De vez en cuando tienes la oportunidad de ver algo único. Algo que nadie más ha visto. O algo que nadie ha visto en mucho tiempo. Eso nos ocurrió este verano cuando pudimos conocer, en una jornada de puertas abiertas, el yacimiento arqueológico de Valencia la Vella, en Riba-roja de Turia.

 

Descubrimos el desconocido yacimiento de Valencia la Vella

Valencia la Vella (la vieja, en valenciano) es un yacimiento que poco a poco está descubriendo una parte de la historia, de nuestra historia, bastante desconocida. Se trata del período visigodo. Un momento en la historia que se sitúa entre el fin del Imperio Romano y el inicio de la conquista islámica de la Península Ibérica.

Estamos hablando de un período de unos tres siglos, que no es para nada despreciable. En este momento la colonia de Valentia, tras el hundimiento de las instituciones romanas, es abandonada y los habitantes se trasladan a unos cuantos kilómetros, siguiendo el curso ascendente del río Turia. Edifican una nueva ciudad, que es la que conocemos como Valencia la Vella. Esta ciudad no pervive mucho tiempo, se cree que más o menos un siglo y medio, cuando los nuevos habitantes se vuelven a Valencia.

CONOCIENDO VALENCIA LA VELLA
 



El hallazgo fue bastante casual. Los arqueólogos sabían que se encontraba más o menos por la zona. Hay otros asentamientos de la misma cronología cerca y hay escritos del s. XIV con el topónimo Valencia la Vella, pero unos trabajos agrícolas hicieron saltar la liebre. Y empezó la investigación de este lugar. 

Como ya hemos dicho al inicio de este post, pudimos conocer el yacimiento de Valencia la Vella gracias a una jornada de puertas abiertas. Fue una tarde muy interesante, ya que las explicaciones vinieron de la mano de los arqueólogos responsables y de los estudiantes que estaban excavando el yacimiento. Esto no suele ocurrir.

 

Descubrimos el desconocido yacimiento de Valencia la Vella

A pesar de que la cronología de la ciudad es corta, la ciudad se extendió unas 5 hectáreas. Esto refleja que tenía intención de perdurar, pero no fue así. Estaba situada en un lugar de paso, cerca de la costa y junto al río Turia. Su ubicación un poco elevada le daba, además, cierta seguridad defensiva.

LA DEFENSA DE LA CIUDAD

 


Valencia la Vella se estructuró en tres niveles, correspondientes a tres grandes explanadas naturales. De esta manera la ciudad se adapta al terreno, y lo aprovecha para situar en el punto más elevado los edificios religiosos y monumentales. Porque no solo existió acrópolis en Atenas.  

Una de las construcciones que se puede ver y apreciar con bastante facilidad es la muralla que protegía la ciudad. Es precisamente la muralla la que dio una de las primeras pistas de la situación del yacimiento de Valencia la Vella. No solo se aprecia el muro, también alguna de las puertas que permitían el acceso (y la salida, claro está) y los torreones, de base cuadrada, que servían para vigilar y proteger.

 


Se cree que esta puerta que acabamos de comentar era una de las principales, ya que daba acceso casi inmediato a una gran plaza. Esta plaza se situaba en la terraza inferior. En este espacio se han localizado un par de edificios que estarían relacionados con la administación de la ciudad. También es posible que uno pudiera ser la residencia de unos de los principales mandatarios de la ciudad. O cumplir ambas funciones. También aquí se puede ver una curiosidad, el uso de materiales reutilizados para la construcción. Una práctica bastante extendida en la historia de la humanidad. Porque oye, una piedra que ya está tallada te quita bastante trabajo. En este caso se trata de una estela funeraria, probablemente romana.

OTROS BARRIOS DE VALENCIA LA VELLA

 

Descubrimos el desconocido yacimiento de Valencia la Vella


En otro punto del yacimiento se está excavando lo que se supone que, a la vista de los restos localizados, que era una de las zonas de producción de alimentos y bienes de esta ciudad. Se han localizado restos de hornos de vidrio y silos para almacenar alimentos. Esta zona es una de las primeras que se excavaron, y una parte ya ha sido puesta en valor (musealizada) para poder enseñar a los visitantes como será una vez se adelante el proyecto para mostrarlo al público. 

Como ya hemos comentado, habría un templo, situado en un lugar elevado. No llegamos a subir porque ya estábamos un poco cansados y se estaba haciendo tarde, además de que el terreno no era excesivamente practicable. Esta zona contiene restos de actividad humana en otro contexto bastante distinto, las trincheras excavadas en la denominada Línea Inmediata en la Guerra Civil Española.

LA ARQUEOLOGÍA Y LAS EXCAVACIONES

 



Las excavaciones en este yacimiento van muy poco a poco. Esto es así por dos motivos. El primero, que el presupuesto es el que es, y da para lo que da. La arqueología no es la disciplina que más pasiones levanta, y esto hace que no llueva dinero para financiar nuevas campañas. Eppur si muove.

Por otra parte, es imprescindible que las excavaciones no se hagan a tontas y a locas. Puede parecer que algún pequeño resto es insignificante, pero puede ser un dato relevante para interpretar algún aspecto todavía desconocido. La arqueología es una disciplina científica que se debe de realizar por profesionales y no por aficionados con detectores de metales que, aunque tengan muy buena voluntad, al final descontextualizan cualquier hallazgo.

 

Descubrimos el desconocido yacimiento de Valencia la Vella

Durante la visita nos mostraron algunos de los restos que han encontrado, tanto en esta última como en otras campañas de excavaciones. Entre los restos se encuentran huesos y conchas de animales, que permiten conocer la dieta que tenían aquellos humanos. La dieta no solo revela aspectos de la alimentación, también puede dar pistas de si existía contacto con otros asentamientos humanos y si practicaban el intercambio de bienes, por ejemplo.

Quizás las piezas más interesantes sean las monedas. En primer lugar porque precisan de una tecnología y unos conocimientos bastante avanzados sobre metalurgia. Hace poco hemos sabido que una de las monedas que han localizado este año llevaba consigo una sorpresa bastante grande. Esta moneda debería estar realizada en oro, pero en realidad era de otro metal al que se había dado un baño de oro. ¡Una falsificación!

 


De esta manera pudimos descubrir y aprender un poco más acerca de nuestra historia. Aunque faltará todavía unos años, esta visita hizo que tengamos muchas ganas de ver acabado, aunque sea parcialmente la musealización del yacimiento. Estamos convencidos que será muy interesante.

viernes, 18 de noviembre de 2022

CONQUISTAMOS EL CASTILLO DE SANTA BÁRBARA EN ALICANTE

Partamos de una verdad universal: los castillos molan. Y nos molan a muchísima gente. No sabemos porqué pero nos fascinan. Tal vez sea porque en la cabeza tenemos una mezcla de historia e historieta, esa que nos ha transmitido los libros, los cómics y, sobre todo el cine. Escenarios de duelos, batallas, romances y traiciones, en ellos nos vuela la imaginación. También porque su posición generalmente elevada los convierte en magníficos miradores. Todo esto, y más se da en el castillo de Santa Bárbara en Alicante

El castillo de Santa Bárbara se encuentra sobre el monte Benacantil, un cerro de 169 metros sobre y junto al nivel del mar (como curiosidad, una de las cotas 0 que tiene el Instituto Geográfico Nacional para medir la altitud está en el Ayuntamiento de Alicante). Su valor estratégico ha sido fundamental durante siglos. El origen del castillo se encuentra en una fortificación que se construyó en la cima del Benacantil en época musulmana. 

EL ASPECTO DEL CASTILLO DE SANTA BÁRBARA


Conquistamos el castillo de Santa Bárbara de Alicante

A lo largo de los siglos el castillo de Santa Bárbara se fue ampliando. Su aspecto proviene de la última gran reforma que se realizó en el siglo XVIII, durante la Guerra de Sucesión. Alicante se mostró fiel a Felipe V, mientras gran parte del Reino de Valencia se posicionó al lado del Archiduque Carlos. En fin, estas cosas que pasan. 

Grosso modo, el castillo de Santa Bárbara se divide en cuatro partes que corresponden a sus diversas ampliaciones. La primera parte se situaría, como hemos comentado antes, en la cima del monte Benacantil, y correspondería con la fortificación más antigua. Aunque esta zona también ha sufrido cambios con el tiempo, adaptándola a la tecnología militar del momento. Aunque la conquista cristiana de Alicante tiene lugar en el s. XIII, no será hasta el XV cuando se ejecuten unas importantes obras de ampliación a lo largo de la ladera oeste. Se construirán dos recintos amurallados que servirán de refugio de tropas y de la población alicantina en caso de ataque. 

Precisamente los ataques berberiscos que se sucedieron durante el s. XVI propician nuevas reformas de la mano de, entre otros, Juan Bautista Antonelli, que pretenden fortificar aún más el castillo. Por último, como hemos contado anteriormente, será durante el XVIII cuando el castillo de Santa Bárbara adquiere su aspecto actual (más o menos), con la construcción de un nuevo recinto amurallado y la renovación de parte de los edificios ya existentes. 

Conquistamos el castillo de Santa Bárbara de Alicante

Este rollaco viene porque durante la visita podréis comprobar que estos recintos tienen diferencias, incluso da la sensación que hay una fortaleza dentro de otra, algo común en castillos de esta envergadura. Tiene una explicación, las murallas interiores intentan frenar los posibles ataques, y si los enemigos superan una barrera tienen otra que superar, y así repetidamente.   


HAY QUE SABER LLEGAR

Para acceder al castillo de Santa Bárbara se puede hacer, resumiendo, por dos lugares, aunque ahora veréis que no es así del todo. Una de las posibilidades es acceder por el ascensor que se toma a los pies del monte Benacantil, justo enfrente de la playa del Postiguet. La manera más rápida, quizás más cómoda, pero también aburrida. Además tiene un coste de 2,70 €, aunque es gratuito para pensionistas o mayores de 65 años y menores de 5 años. 

La otra manera es… por la puerta, claro. Para llegar se puede hacer por varios puntos, que acaban confluyendo. El primero es desde los pies del Benacantil, concretamente desde la Calle Vázquez de Mella. Como punto de referencia podéis tomar la parada del TRAM Marq-Castillo, que quizá os da alguna pista. Os recomendamos que subáis andando. Hay una vía asfaltada y la subida no es excesivamente dura, pero hay tramos moderados. También hay sendas de tierra, alejadas del tráfico. A mitad de camino hay un par de aparcamientos gratuitos (debajo hay otro) pero son pequeños y suelen estar llenos. Hace pocos años se podía aparcar en el mismo castillo, pero ya no se permite. Una opción es llegar en taxi o bus, que si que tienen permitido llegar hasta el mismo castillo. 

Conquistamos el castillo de Santa Bárbara de Alicante

Para llegar al castillo también podéis hacerlo atravesando el barrio de Santa Cruz y posteriormente el parque de la Ereta. Llegaréis al último tramo de camino que hemos explicado en el párrafo anterior. Si queréis nuestra recomendación, preferimos visitar el castillo un poco más pronto y a continuación bajar por esta ruta. 


LOS REYES DEL CASTILLO 

Hacía unos cuantos años que no visitábamos el castillo de Santa Bárbara, y nos sorprendió algunas partes que no recordábamos. No tanto la parte más cercana a la plaza de armas, que es la que mejor recordamos. Sobre todo los recintos que se construyeron en el s. XV. También se han ejecutado cambios en los últimos años. 

Por ejemplo, la colección de estatuas de acero que recrean caballeros medievales, o algo parecido. Nos parecieron bastante chulos, y son una buena excusa para hacerse fotos. Tampoco recordábamos  los recintos arqueológicos (la antigua tahona), ni la exposición de piezas arqueológicas, que se divide entre el MUSA (Museo Municipal de Alicante) y la casa del Gobernador. Aunque la fortificación proviene de la época andalusí, se conoce que desde la prehistoria hubo asentamientos en el monte Benacantil. 

Conquistamos el castillo de Santa Bárbara de Alicante

¿Se asentaron aquí por las vistas? Sí y no. Sí porque les garantizaba cierta seguridad. No porque seguro que no estaban de turismo, como nosotros. Afortunadamente hoy en día no tenemos que estar preocupados por ataques de enemigos (cruzamos los dedos) y podemos disfrutar de las imponentes vistas desde los distintos miradores que ofrece el castillo de Santa Bárbara. Además de poder observar toda la ciudad, incluyendo su puerto, si tenéis la suerte de pillar un día claro y despejado, veréis Tabarca o Benidorm.  


INFO ÚTIL DEL CASTILLO DE SANTA BÁRBARA


La visita al castillo de Santa Bárbara es gratuita. Buena noticia. Y la verdad es que tiene mucho que ver. Incluso hacer. Algunas de sus salas se utilizan para distintas exposiciones. Nosotros vimos una muestra en una de las estancias bajo el baluarte del rey sobre muñecos de miedo. Evil Toys. Sí, esos juguetes que nos han aterrado en películas, como Chucky, Anabelle o una de las criaturas de Los Gremlins. También se ha usado el antiguo cuartel de la tropa para el mismo objetivo. 

Actualmente, una nueva empresa que gestiona el castillo, promueve distintas actividades (estas sí, de pago) como visitas teatralizadas o catas gastronómicas de productos de la tierra, como vinos mediterráneos, chocolates y turrones o cervezas artesanas. También hay actividades y talleres dirigidos a cada época del año, en especial fechas señaladas como Navidad, Carnaval, Halloween, etc.  

Conquistamos el castillo de Santa Bárbara de Alicante

Después de unos cuantos años, la visita al castillo de Santa Bárbara nos gustó bastante, nos sorprendió, algo que es complicado en un lugar que ya conocíamos. Os animamos a conocerlo, con calma, ya que tiene bastante que ver. Seguro que cuando salgáis sentís la misma pasión que nosotros  por los castillos.

martes, 8 de noviembre de 2022

CIUDAD DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS DE VALENCIA: QUÉ HAY QUE VER

“Poner en el mapa”. Durante los primeros años de este nuevo milenio todas las administraciones se afanaban en realizar obras que les resituaran en un contexto nacional o internacional. Probablemente todo comenzó con el Guggenheim Bilbao y la reconversión de la ría. Valencia lo hizo con la Ciudad de las Artes y las Ciencias

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

Este complejo científico, lúdico y didáctico e encuentra en uno de los tramos finales del antiguo cauce del río Turia y hacia aquí vuelven sus miradas millones de visitantes cada año. Se ha convertido en el símbolo internacional de la ciudad, sustituyendo a los monumentos tradicionales como el Micalet (el campanario de la Catedral valenciana) o las Torres de Serranos.

El proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia surge hace más de 30 años, inspirada por la Cité des Sciencies et de L’Industrie de París. Fue a partir de 1995 cuando cambia el concepto y adquiere su escala monumental, convirtiéndose en el hito que conocemos hoy en día. Ocupa una superficie total de unos 350.000 metros cuadrados con una amplia superficie ajardinada y peatonal. Cada edificio se dedica a una función y el complejo tiene una variada oferta para toda la familia.

L’HEMISFÈRIC 


Fue el primer edificio que se inauguró en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. En su interior alberga un cine IMAX con una enorme pantalla cóncava de 900 metros cuadrados. Su forma exterior representa un ojo humano. Necesitáis verlo desde la parte superior del paseo de l’Umbracle para que con el reflejo del lago que tiene enfrente surja la imagen de un ojo completo.

Tiene un sistema de proyección digital que también proyecta imágenes astronómicas del universo. Su plato fuerte son las proyecciones de películas en formato IMAX. Su gran pantalla hace que te sumerjas completamente en la película y que os transporte a la acción que se ve en pantalla. Las películas que habitualmente se proyectan son documentales de alrededor de una hora de duración. Son fantásticas, absolutamente espectaculares. Aunque de vez en cuando se echa en falta algún largometraje de los que se proyectan en salas comerciales. 

EL MUSEO DE LAS CIENCIAS PRÍNCIPE FELIPE

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

Inaugurado en 1999, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe es uno de los edificios más destacados del conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Su exterior recuerda al esqueleto de un gran dinosaurio con esas púas que coronan el edificio a modo de una enorme espina dorsal.

En el interior se combina la exposición permanente, que a lo largo de los años ha ido variando, con exposiciones itinerantes que nos muestran curiosidades de las ciencias en muchas de sus ramas. En el pasillo central de la primera planta, denominado Calle Mayor, se sitúa uno de los elementos más famosos de este museo. Un enorme péndulo de Foucault que mide un total de 34 metros de alto y es uno de los más grandes de España y de Europa.

En la segunda planta del museo se puede encontrar una exposición sobre la obra y la vida de tres premios Nobel: los españoles Santiago Ramón y Cajal y Severo Ochoa y el francés Jean Dusset. Entre otras curiosidades se pueden ver los diplomas y las medallas que acreditan ser el galardonado con el premio Nobel.

Un consejo, os recomendamos que estéis muy atentos a los distintos talleres y demostraciones que tienen lugar a lo largo de la jornada, a los niños les van a encantar. También hay una serie de talleres que necesitan una entrada aparte, pero son altamente recomendables y se aprende mientras os divertís.

L’OCEANOGRÀFIC


En el año 2003 se inauguró el Parque Oceanográfico de Valencia más conocido como L’Ocenogràfic. Es el parque de estas características más grande de Europa con seis espacios que reproducen distintos hábitats marinos. Sin lugar a dudas es el espacio más conocido de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Este Oceanogràfic no fue diseñado por Santiago Calatrava, como el resto del conjunto, si no por Félix Candela. Este es un dato que habitualmente, o bien no se recuerda o directamente se obvia, haciendo un flaco favor a uno de los arquitectos españoles más importantes del siglo XX. Las formas de sus cubiertas recuerdan a nenúfares y otras plantas acuáticas que nos sumergen, nunca mejor dicho, en un asombroso mundo.

Como a tantos visitantes, nos cautivaron las belugas. Esta especie de ballenas, algo más grandes que un delfín, se encuentran en el Ártico. Sorprenden a los visitantes con su mueca en forma de sonrisa. Otro de los lugares más emblemáticos de L’Oceanogràfic es el gran túnel transparente que atraviesa el tanque donde viven los tiburones, dando la sensación de que estamos sumergidos junto a ellos. 

No os podéis perder las exhibiciones que tienen lugar en el delfinario. Tampoco os perdáis las demostraciones didácticas que tienen lugar en distintos emplazamientos del parque. Aprenderéis un poco más de un mundo que debemos de conocer para proteger.

EL PALAU DE LES ARTS REINA SOFÍA

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

El penúltimo edificio que se inauguró en el conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia es el Palau de les Arts Reina Sofía. Este edificio debía ser la sede de la Filmoteca Valenciana, pero finalmente se decidió que se se dedicara a las representaciones musicales y operísticas. Esta decisión tuvo cierta polémica en su día ya que apenas a 500 metros de allí se sitúa el Palau de la Música de Valencia también en el antiguo cauce del río Turia, duplicando así las instalaciones dedicadas a la música en Valencia.

Su forma exterior recuerda a la proa de un barco y también tiene bastantes similitudes con el Auditorio Adolfo Kraus que Santiago Calatrava construyó en Santa Cruz de Tenerife. No es la única polémica que acompañado a este edificio ya que se tuvo que cambiar por completo el revestimiento exterior de trencadís (cerámica troceada), ya que se estaba desprendiendo.

En los últimos años se ha ido abriendo la oferta musical que se representa en sus escenarios. Al principio se dedicaba casi en exclusiva a música clásica y ópera. Esta apertura en sus estilos musicales ha hecho que artistas pop o flamencos hayan podido pisar las tablas de su escenario.

L’UMBRACLE


Un nivel por encima de la entrada a L’Hemisfèric y al Museo de las Ciencias se encuentra L’Umbracle. Es un jardín botánico cubierto por una estructura metálica que proporciona una cierta sombra, aunque no total. Es, además, un excelente mirador del conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. 

En la explanada que se encuentra junto al Puente de l’Assut de l’Or, hay un Jardín de Astronomía. Aquí hay un conjunto de instrumentos para la observación y la medición astronómica. Tienen un panel con la explicación de su uso y de lo que se puede observar. ¡Y gratis! 

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

En la parte inferior de L’Umbracle se encuentra el parking del conjunto. Además parte de este paseo ha sido cerrado para instalar una terraza de una discoteca. También en la parte inferior junto al parking hay otra discoteca.

EL ÀGORA



El Ágora es el último de los edificios construidos en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Se abrió al público en 2009. Desde este mismo año alberga la sede de Caixaforum Valencia, después de una intensa reforma. Ya os contamos en un post la visita que hicimos para conocer mejor 

Por su forma se le conoce popularmente como “la clotxina” (el mejillón, en valenciano). Durante muchos años no había tenido un uso concreto. Se celebraron torneos de tenis, ferias de Navidad, pasarelas de moda, conciertos…  Por este motivo la llegada de Caixaforum es una doble alegría.

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

Entre el Àgora y el Museo de las Ciencias se encuentra el puente de l’Assut de l’Or. Este es el quinto de los puentes que Calatrava ha diseñado para la ciudad… de Valencia. De momento. Toma su nombre de la acequia que tenía su toma (recordad que estamos en el antiguo cauce del río Turia) en este punto. Justo al lado del Àgora veréis una caseta de ladrillo con un par de arcos en su parte inferior. Ahí empezaba esta acequia que se dedicaba al riego de arrozales y que desembocaba en el lago de La Albufera. Otro de los puentes calatraveño (¿o calatravevsco?) se encuentra entre L’Hemisfèric y el Palau de les Arts, es el puente de Monteolivete. 

Por si todo esto fuera poco, además, existen amplias zonas ajardinadas por donde se puede hacer un picnic o descansar tras recorrer este conjunto o el viejo cauce del río Turia. Miles de personas lo hacen diariamente, es una de las zonas más visitadas de Valencia. 


La estética de los escenarios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias se ha utilizado desde el principio en rodajes publicitarios y cinematográficos. Por no hablar de los miles de millones de selfies que los millones de visitantes han colgado en sus redes sociales. ¿Tenéis el vuestro? ¡Pues estáis tardando!