miércoles, 28 de agosto de 2019

EN UN CINE DE 1.000 ESTRELLAS: VAMOS AL AUTOCINE


Se apagan las luces y empieza el primer tráiler mientras nos acurrucamos en nuestra butaca. Esta es, grosso modo, la liturgia que se sigue cuando va a comenzar una película. Pero esta vez vamos a un cine donde las luces no se apagan de repente, y el asiento podemos acomodarlo a voluntad. Nos vamos a un autocine.


Los autocines se inventaron en Estados Unidos (¡cómo no!) a principios del siglo XX, pero se popularizaron a partir de los años 30. A nuestro país llegaron a finales de los años 50 a Madrid (exactamente el jueves 17 de abril de 1959), concretamente a Barajas y se llamó motocine. Intentaba atraer tanto a una incipiente clase media motorizada (el Seat 600 se empezó a producir en 1957) como a los soldados norteamericanos destinados en Torrejón de Ardoz, más acostumbrados a este modo de ver cine. Como curiosidad, el motocine cerró a los ocho meses, entre otras razones, porque a la censura le pareció poco moral lo que pudieran hacer los espectadores en la oscuridad de sus coches.

Actualmente en España sobreviven 7 autocines, pero en los años 70 y 80 fueron decenas los que había por todo el territorio nacional. Se encuentran en:

- Madrid (Autocine Race)
- Getxo, Vizcaya (Autocine Getxo)
- Torrelavega, Cantabria (Autocine Cantabria)
- Gijón, Asturias (Autocine Gijón)
- Valencia (Autocine Star)
- Denia, Alicante (Autocine Drive-in)
- Mutxamel, Alicante (Autocine El Sur)



Esta vez fuimos a Autocine El Sur, que lo tenemos razonablemente cerca de casa y es el más grande de España con capacidad para unos 400 coches. Hace años, cuando vivíamos en Valencia éramos asiduos al Autocine Star, sobre todo en verano, que sin duda es la mejor época para ir al autocine, aunque en invierno, al estar a cubierto, tampoco es una mala opción. Aprovechábamos para ir a la contigua playa de Pinedo y cuando se empezaba a poner el sol íbamos al cine.


Dado que el miércoles es el día del espectador, fuimos para allá. Menos mal que fuimos con bastante antelación, algo que recomendamos en época de vacaciones, ya que estaba a tope casi una hora antes de que empezara la primera película. Una curiosidad de los autocines es que conservan la fórmula del programa doble, por lo que por el precio de una entrada veis dos películas, en esta ocasión Mascotas 2 y Aladdin. Generalmente combinan una peli infantil con otra más adulta, o una peli de estreno con otra de reestreno.


Otra de las ventajas de ir en verano es que los espectadores lo convertimos en una terraza de verano, aprovechando la fresca de la noche. Puedes llevarte la cena y comerte un buen bocata mientras ves la película. De hecho eran decenas de familias las que estaban apostadas alrededor de sus coches con neveras, mesas portátiles, sillas de playa, etc. Los cines tienen un bar-restaurante en el que sirven además de palomitas, hamburguesas, bocatas, perritos, etc. y bebidas, a precios módicos (6,50 € por un menú de hamburguesa, patatas y bebida, por ejemplo).


Todavía conservan un poste con un altavoz para poder oír la película, que tienen bastante potencia y se oye estupendamente, pero también emiten el sonido por FM y se puede sintonizar por la radio del coche. Nuestro truco, cada uno lo oímos por auriculares a través de la radio FM del móvil. De esta manera no tenemos que sufrir por la batería del coche (por si las moscas los autocines suelen disponer de pinzas o arrancadores de batería), ni tenemos que tener el motor constantemente arrancado, ahorrando combustible, ruido y gases contaminantes.

Os aconsejamos que os llevéis algún tipo de ropa de abrigo, como una sudadera o una rebequita, ya que aunque vayáis en verano, al ser de noche y a la intemperie, un poco de viento puede fastidiar la velada. De hecho nosotros vimos la segunda película dentro del coche porque estábamos un poco incómodos con el viento, ya que había bajado la temperatura.
 

Las entradas de adulto (recordad que son dos películas) cuestan 6€ por persona y 3€ por el coche, mientras que los niños entre 5 y 10 años pagan 5€. Los menores de 5 no pagan, y hay que llevar documentación acreditativa. Los miércoles es el día del espectador y la entrada vale 4€ y 2€ el coche. Discapacitados no pagan de lunes a viernes no festivo ni víspera. Ya solo queda relajarnos y disfrutar del programa de la noche. Os aseguramos que es una experiencia que a los niños les encanta y, como a nosotros, os pedirán volver.

domingo, 18 de agosto de 2019

DIVERSIÓN EN EL AGUA: AQUA NATURA BENIDORM

En verano con los rigores del calor no nos apetece otra cosa más que estar a remojo hasta donde la fisiología nos permita, es decir, dejando por encima de la superficie apenas la cabeza para poder respirar. Si a esta opción le sumamos la necesidad de diversión en verano, tenemos claro que la mejor opción es ir a un parque acuático. Para las familias, en Benidorm, encontramos Aqua Natura.



Aqua Natura es el parque acuático que se encuentra anexo al zoológico parque Terra Natura Benidorm, en el área de influencia del parque temático Terra Mítica. Tiene una superficie de 40.000 m2 y fue inaugurado en el año 2005. Su tamaño y configuración hace que sea especialmente adecuado para las familias, ya que te permite tener controlados a los niños con bastante facilidad. En este aspecto es bastante más manejable que Aqualandia, el otro parque acuático que hay en Benidorm (sí, en Benidorm hay dos parques acuáticos), el decano de los parques acuáticos en España y uno de los más grandes de Europa con 150.000 metros cuadrados.



Una inmensa piscina preside el centro del parque. Sobre ella se alza un faro pintado en blanco y azul y símbolo del parque. Alrededor de esta piscina durante todo el día, para que no nos aburramos, hay una intensa animación: Aqua Gym, Mini disco, la patrulla Natura y, al final del día, aunque junto a los vestuarios, fiesta de la espuma. A un lado de esta piscina se ubica la Escuela de Sirenas y tritones, un espacio para los niños y niñas, que se paga aparte, donde les pintan la cara y se ponen una larga cola de sirena (o tritón). 



El parque cuenta con tres zonas infantiles en las que podréis encontrar toboganes y atracciones para niños de diferentes edades. En To Neró Kaló destaca un gran cubo de agua que vuelca cuando está lleno, convirtiéndolo en una de las grandes atracciones del parque por su espectacularidad. El puente, los toboganes y otras sorpresas les encantan a los niños. En Adventure Island, los niños hasta 12 años podrán recorrer sus toboganes sin descanso. Los más pequeñines tienen la piscina de las tortuguitas, donde pueden jugar sin peligro junto a una tortugas que lanzan agua. Además en El Ojo de las Cícladas, dos toboganes casi paralelos, los niños pueden disfrutar solos o con los padres.



Pero no creáis que toda la diversión es para los niños, también hay toboganes para adultos. Destaca La Cresta, un tobogán que combina una fuerte caída con una cuesta, como si fuera un pipe de skateboard. Para esta atracción se necesita una altura mínima de 1'20 m de altura, una norma general en el resto de toboganes, y pesar más de 50 kg de peso. El Kamikaze, el Black Hole o los zigzags son otros ejemplos de toboganes en el que los mayores pueden disfrutar, así como el Aqua Snake un tobogán que no es muy intenso y donde podéis subir también con los niños.



Respecto a la comida, hay varios restaurantes y kioscos donde podréis adquirir menús del día consistentes en hamburguesas, pizzas y platos variados, además de helados. La verdad es que hay zonas de picnic, aunque en los últimos años se han reducido, pero puedes llevarte tu comida y bebida, siempre y cuando cumpláis una serie de normas como que la nevera debe de medir 30 cm x 20 cm x 20 cm, y no entrar con cristales o latas, ya que está prohibido.


Por último hablar de los leones marinos. Hace unos años realizaban un show con ellos, pero actualmente se ha convertido en unas demostraciones educativas en las que hablan de las características y hábitos de estos animales y realizan una pequeña exhibición. Bajo el faro hay una entrada a una galería submarina donde podremos ver a estos animales nadando a sus anchas.



Al ser un parque acuático solo abre en temporada estival, que suele ser entre finales de mayo y mitad de septiembre. La entrada de adultos cuesta 32 € y 26 € la de niño. Hay una entrada reducida de tarde, para las tres últimas horas. Las familias numerosas tenemos descuento, quedándose en 19,50 € la entrada de adultos y 16 € la de niños. También existe la posibilidad de comprar una entrada conjunta para visitar también Terra Natura, en un día o dos consecutivos, o un bono que incluye menú y bebidas y completar el día, desde 43 € las de adulto. Para llegar podéis coger un autobús desde el centro de Benidorm que os dejará en la puerta o, si vais con vuestro vehículo, seguid las indicaciones hacia la zona del parque temático. Si tenéis autocaravana, el parque cuenta con una zona camper donde podréis pernoctar. 



Nosotros tenemos el pase de temporada y la verdad es que en verano lo amortizamos de sobra. Para los niños es un espacio fantástico, donde nuestros hijos se lo pasan de miedo. Eso sí, cuidado con el sol, usad una buena protección, no seríais los primeros que salís rojos como un tomate y después pasáis una noche toledana.

jueves, 8 de agosto de 2019

LOS 5 MEJORES PARQUES Y JARDINES DE VALENCIA CON NIÑOS

Como dice el pasodoble, y todos sabemos, Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor. Quizá por eso en Valencia podemos encontrar un buen número de parques y jardines que merecen mucho la pena, tanto para pasear con la familia como para pasar un buen rato en ellos. Por eso vamos a hacer un ranking en este artículo con los 5 parques y jardines de Valencia que, en nuestra opinión, son los mejores para visitarlos con niños:

 
5- Jardines de Monforte: se trata de uno de los jardines neoclásicos mas importantes de España. Un pequeño paraíso situado entre edificios en mitad de la ciudad, concretamente en la calle Monforte, muy cerca del punto donde confluye la Alameda con el Puente del Realjunto a los Jardines del mismo nombre.


Cuenta con tres partes diferenciadas, una junto a la entrada con una elegante disposición arquitecturizada, otra parte con una disposición más libre o informal, y por último una tercera parte con una montaña (elemento romántico por excelencia) y un estanque. Su cuidada estética y la mezcla junto a fuentes y numerosas esculturas de estilo clásico, lo convierten en el jardín más bello de la ciudad. Además cuenta con una sorpresa, dos leones en mármol que fueron desechados, por pequeños, para la escalinata del Congreso de los Diputados.



4- Parque de Cabecera: Está situado al oeste de la ciudad, lindando con el término municipal de Mislata, junto a la Avenida de Pío Baroja. Se aprovechó para regenerar una zona de la ciudad bastante degradada. Su nombre proviene de que está en la cabecera del río Turia a su paso por Valencia, aunque su cauce fue desviado. Enlaza directamente con el Jardín del Turia, por lo que suele servir de continuación para los recorridos de runners y ciclistas urbanos.


Tiene un gran lago central por el que podemos navegar alquilando una barca de remos o un patín en forma de cisne. Alrededor de éste se sitúa el bosque mediterráneo, la colina-mirador, un auditorio al aire libre, la cafetería y unos juegos infantiles muy chulos. Además es la puerta de entrada al Bioparc, el parque zoológico de Valencia.



3- Parque Central: Es el último parque que se ha abierto en Valencia, junto a las calles Filipinas, la plaza de Manuel Sanchis Guarner y el paso elevado de la Avenida de Giorgeta, al oeste del barrio de Ruzafa. Ocupa una superficie triangular que hasta hace muy poco ocupaban instalaciones de servicios ferroviarios (talleres, almacenes, vías) que se han ido trasladando o concentrando junto a las cercanas estaciones del Norte y Joaquín Sorolla. Precisamente los antiguos edificios ferroviarios, muchos diseñados por el arquitecto valenciano Demetrio Ribes (autor de la Estación del Norte), salpican este parque y se reutilizarán para diversos usos sociales, culturales y deportivos. El progresivo soterramiento de las vías ampliará la superficie del parque y transformará profundamente esta parte de la ciudad.

Uno de los grandes protagonistas de este parque es el agua, que aparece en numerosos puntos y que un poema de Ausiàs March “Aigua plena de seny" (agua llena de sensatez) ha inspirado para su uso. Además de jardines diferenciados de distintos tipos de especies, cuenta con una zona de juegos infantiles y dos amplias praderas, una con dos rocódromos y otra donde se permite que haya perros.


2- Jardines del Real (Viveros): El parque más querido por los valencianos, algo así como el Retiro para los madrileños. Su nombre, jardines del Real viene dado porque aquí se situaba el Palacio Real, que se derribó en el curso de la Guerra de la Independencia de 1812 y que se quería recuperar en excavaciones arqueológicas. Aunque en Valencia todo el mundo conoce a estos jardines como Viveros.


Cuenta con amplios paseos (en uno de ellos se instala en primavera la Feria del Libro), espacios de gran riqueza botánica como la Rosaleda, o un parque infantil de Educación Vial, con sus semáforos, sus pasos de peatones, sus señales... Tanto en Fallas como en la Feria de Julio se celebran conciertos en una de sus explanadas. En su interior se sitúa el Museo de Ciencias Naturales y colinda con el Museo de Bellas Artes, todo un abanico de posibilidades.



1- Jardín del Turia: en octubre de 1955 el río Turia se salió a su paso por la ciudad de Valencia provocando unas catastróficas riadas. Pasada la tragedia se decidió realizar una obra de ingeniería que cambiara el curso del río para sacarlo fuera del núcleo urbano de la ciudad y así evitar en un futuro nuevas avalanchas que provocarán unos daños tan grandes, cosa que ocurría cíclicamente. Una vez se desvió el cauce del río se quiso dotar de uso al viejo cauce. Fruto de la presión vecinal y ciudadana hoy podemos disfrutar de una de las zonas verdes urbanas más grandes de toda España, ya que en un principio se quiso construir una autopista de varios carriles que atravesará Valencia de punta a punta.


El Jardín del Turia no es solo el gran pulmón verde de la ciudad, una infraestructura envidiada en muchos lugares. En sus cerca de 7 kilómetros combina tramos de bosque mediterráneo con equipamientos deportivos, elementos de ocio y patrimonio histórico. Entre los 19 puentes que lo cruzan algunos, como el de Serranos o el del Real, son del s. XV. Y qué decir del Palau de la Música, el Parque Gulliver o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, situado en uno de los tramos finales, solo por uno de estos edificios ya merece la pena visitar Valencia.



Como habéis comprobado, visitar estos parques y jardines es mucho más por la mezcla de elementos que conviven en estos espacios. Una opción fantástica para las familias, ya que combinan deportes, historia, cultura, diversión, ofreciendo una oferta muy variada, sin apenas coste. No dejéis de visitar y disfrutar estos parques y jardines, no os arrepentiréis.