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jueves, 18 de marzo de 2021

DESCUBRIMOS EL ÁREA RECREATIVA DEL ERMITORIO DE EL SALVADOR DE ONDA

Si seguís habitualmente los post que publicamos en este blog sabréis que nos gustan bastante las áreas recreativas. Para nosotros son un buen lugar pasar un rato entretenido en un espacio más o menos rodeado de naturaleza. Son muy versátiles, y habitualmente solemos aprovechar para comer de picnic, algo que nos encanta.

Por este blog ya han pasado lugares como el área recreativa Santo Espíritu en Gilet (Valencia), el área recreativa Casa Tápena en Onil o Victoria Rojas en Aigües, ambas en la provincia de Alicante, o las áreas de los Pinares de Rodeno, junto a Albarracín, en la provincia de Teruel. Todos lugares super recomendables para ir en familia.

En esta ocasión vamos a hablaros del Ermitorio de El Salvador, en la localidad castellonense de Onda. Encontramos este lugar casi por casualidad, cuando buscábamos un sitio para comer tras visitar la propia Onda y de camino a Fanzara para ver las obras del Festival MIAU. Como veis la ubicación es muy buena, pero además es un sitio muy chulo. Además no es un área recreativa, si no que son dos.


Se encuentra en la carretera CV-20, que une Villareal con la Puebla de Arenoso, hasta el límite con la provincia de Teruel, pasando por municipios como la propia Onda, Cirat o Montanejos. A unos 5 kilómetros del núcleo urbano de Onda. El nombre procede porque se encuentra junto a la ermita de El Salvador (oficialmente del Santísimo Salvador). Tendréis que ir con un poco de precaución ya que el Ermitorio está a la derecha (saliendo de Onda) y el área recreativa a la izquierda, pero podéis salir en la primer y cruzar la carretera. 

Una pronunciada cuesta abajo nos lleva al aparcamiento del área recreativa, que es bastante extenso. Supongo que un día de mucha afluencia puede llegar a costar encontrar un hueco, pero en condiciones normales no creemos que hay ningún problema. Además en cuanto a encontrar aparcamiento se trata, el ingenio sale a relucir. 

El área recreativa del Ermitorio de El Salvador está bastante bien y tiene unos servicios bastante completos. En primer lugar las mesas de picnic, de ladrillo y hormigón. Bastante más cómodas y útiles de lo que puedan parecer por la descripción. Además, supongo que por casualidad, están bastante separadas unas de otras, lo que en estos tiempos pandémicos es más recomendable. 


Hay bastantes puntos para encender fuego con seguridad. Cuando fuimos nosotros estaban cerrados. Como siempre advertimos, nunca hay que encender fuego si están cerrados o clausurados, y más si veis un bosque tan enorme como el que rodea a esta área recreativa, la catástrofe medioambiental que provoque esta imprudencia puede ser más que mayúscula. Por último citar los aseos, que se encuentran en una caseta y que estaban muy bien y muy limpios, algo que siempre sorprende, y más en una zona apartada del núcleo urbano. 

Como gran pega, la inexistencia de juegos infantiles, de columpios. Para compensar el área recreativa de El Salvador es enorme y tiene un montón de espacio para jugar. También tiene un montón de espacio para caminar, tanto entre los árboles como por las escaleras que van paralelas al camino de acceso y que llegan hasta la carretera. 


Al otro lado de la carretera, como antes hemos comentado, se encuentra el Ermitorio. Este es un edificio construido en el s. XVIII. El ermitorio consta de una ermita donde se encuentra la figura del Santísimo Salvador, patrón de Onda. Adosado a este templo hay una hospedería, que se dedicaba para dar cobijo y comida a aquellos viajeros que lo necesitaran. Actualmente la hospedería está cerrada, pero no así el restaurante. 

Detrás del Ermitorio está la segunda área recreativa, que nosotros no llegamos a ver y que hemos descubierto buscando documentación para este artículo. Además de contar con mesas de picnic y puntos para hacer fuego, tiene una zona de juegos infantiles. Por contra es más pequeña que la otra área que se encuentra en esta zona. 

Como veis siempre es posible conocer nuevos lugares para seguir disfrutando. A nosotros, además, nos gusta descubrir lugares así de chulos por casualidad, sin tenerlo planeado. Ese punto de improvisación es muy divertido, aunque no siempre sale bien. Y vosotros ¿os ha pasado alguna vez de encontrar por casualidad sitios que os han gustado? Dejar vuestros comentarios para poder descubrirlos juntos.  




sábado, 28 de noviembre de 2020

ESCAPADA AL CASTILLO DE ONDA

En una de nuestras últimas escapadas, queriendo huir un poco de lugares masificados y optando por visitar sitios al aire libre, hizo que recayéramos en la localidad castellonense de Onda, donde visitamos su famoso castillo: el de las 300 torres.

Evidentemente esto fue una exageración de las gordas. Se atribuye a Ramón Muntaner, un escrito y caballero de la época del rey aragonés Jaime I, y a su “Crónica” ese poderío de torres, ya que se decía que tenía “tantas torres como días tiene el año” en su momento de máximo esplendor.

El castillo de Onda está situado en un montículo que domina sobre la población y que está estratégicamente situado. Desde su recinto se divisa el mar y la costa, que se encuentra a unos 20 kilómetros del castillo, y las montañas que rodean Onda, principalmente la sierra de Espadán, la “plana” (llanura) y el curso del río Mijares.

En este mismo lugar hubo asentamientos prehistóricos e íberos, pero fue durante la época musulmana cuando se construyó la fortificación que ha llegado a nuestros días. Como en tantas otras fortificaciones, sobre todo de un tamaño tan considerable como esta, en el interior se encontrarían las viviendas de las tropas militares y demás servicio del sultán. El castillo de Onda tiene tres líneas de murallas lo que unido al gran número de torres les daría un aspecto realmente imponente. 

Si vais con vuestro propio vehículo, en el mismo pie del castillo se encuentran dos zonas de aparcamiento, no muy grandes pero suficientes. La entrada del castillo está formado por una puerta bastante alta flaqueada por dos torres adelantadas, como en otras puertas como en Valencia las de Quart y Serranos, o el Portal de Sant Miquel en Morella. Tiene restos de baldosas cerámicas, que es una de las industrias más potentes de la zona.

Nada más entrar se encuentra, en una posición elevada el antiguo edificio de la Escuela, un edificio que, construido por los frailes carmelitas a principios del s. XX, ubicaba el colegio de Onda. Actualmente este edificio acoge la oficina de información turística y centro de recepción de visitantes del castillo de Onda, aseos, y salas multiusos.   

Si iniciamos la visita hacia nuestra izquierda nos toparemos enseguida con el ábside de la iglesia del castillo. Este edificio también fue construido por los carmelitas, en la misma época que la escuela. De hecho se parecen bastante los dos edificios. En su interior alberga el Museo de Historia y Arqueología de Onda. Este Museo tiene una serie de vitrinas que muestran los restos que se han encontrado en los yacimientos arqueológicos de la localidad. La visita al Museo se realiza por turnos para poder ver un audiovisual que, a través de la historia de Onda y su castillo, guía la visión de las vitrinas. En la entrada, a la izquierda, podréis ver una maqueta del castillo.

La historia que se relata en este museo (pequeño, pero completo) llega hasta el s. XX, ya que el castillo de Onda fue testigo de enfrentamientos durante la Guerra Civil Española. Aunque su recorrido abarca desde los primeros asentamientos prehistóricos, la parte más completa es la que afecta al momento de mayor esplendor del castillo, en la época musulmana. Una de las mejores piezas es la fachada de una casa que se expone en el centro del museo y sobre la que se proyecta el audiovisual a modo de mapping.

En el exterior del museo-iglesia se extiende una enorme plaza interior, también denominada albacar. Desde esta plaza se tiene una fantástica vista panorámica tanto del centro de Onda como de los alrededores. Es desde aquí desde donde se divisa el mar, allá a lo lejos. Junto a la muralla hay unas escaleras que llegan a la parte más alta del castillo. Si vais con niños tened cuidado porque no lo veía muy seguro. Mejor seguir por el camino pavimentado.

Por este camino llegamos a la alcazaba, el edificio más importante de todo el conjunto. Se trata de un palacio construido en el s. XI y en el que residía el sultán y desde el que también se administraban los territorios. Más adelante serviría de residencia a los siguientes señores y alcaides que gobernaron el castillo de Onda.

Es un edificio de forma rectangular con una torre circular en cada esquina, tres torres más en cada lado largo y una en cada lado corto, siendo un total de doce torres (ya nos quedan menos para llegar a 300). El interior, totalmente arruinado, presenta la distribución de las diversas estancias, y se pueden diferenciar gracias a las distintas gravas de colores utilizadas. En el audiovisual del museo se muestra una recreación de cómo pudo ser este palacio.

El resto de la visita consiste en transitar por el resto de zonas, recorriendo las murallas, visitando los restos... Se han realizado parterres con arbusto y plantas aromáticas para decorar el interior del castillo. En la parte sur del recinto hay una pinada con bancos de picnic en los que se puede descansar durante un rato.

A nosotros nos resultó una visita bastante agradable. La verdad es que es un recinto muy grande y a los niños les gustó mucho. Es un buen recurso para enseñar historia, ya que muchos de los hechos relevantes (sobre todo las guerras) sucedidos en los últimos nueve siglos tienen relación con el castillo de Onda.

La entrada es libre y la visita es gratuita. Abre todos los días del año, excepto durante las fiestas patronales de Onda (a partir del tercer viernes de octubre), Navidad, Año Nuevo y Reyes. La apertura de puertas es siempre a las 10:30 y, dependiendo de la época del año, el cierre es entre las 20:30 (en verano) y las 17:00 (invierno). Pero para mayor seguridad (porque hay días que cierran a mediodía) consulta la web de Turismo de Onda

Tenéis la posibilidad de hacer una visita guiada. Entre octubre y marzo son a las 12:00, todos los días, y, además, de lunes a sábado también a las 16:00. Son gratuitas y solo hay que inscribirse 15 minutos antes en el mismo castillo. Por las condiciones provocadas por el Covid están limitadas a cinco personas, así que tendréis que estar atentos.

Por último, y para completar la visita, os recomendamos dar una vuelta por el casco histórico de Onda. Es una ciudad con mucha historia y eso se nota. Si todavía tenéis ganas de más, os recomendamos ir al Ermitorio del Salvador, y a solo unos kilómetros de Onda se encuentra Fanzara, un pequeño pueblo que se ha convertido en referencia mundial del arte urbano. Como veis, hay muchas y completas opciones.