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sábado, 28 de octubre de 2023

INVESTIGAMOS UN CRIMEN EN LA BASTIDA DE LES ALCUSSES

Se ha cometido un crimen. Alguien ha cometido un asesinato. Lo sabemos porque nos acaba de avisar un investigador que en una placa de plomo ha encontrado un texto con un mensaje en clave. O algo parecido. ¿Qué ha pasado? Vamos a intentar descubrirlo en el yacimiento de la Bastida de les Alcusses.

Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

Este es el punto de partida de una actividad muy chula. Se trata de las XVI Jornadas de la Bastida de les Alcusses, un yacimiento íbero que se encuentra en la población valenciana de Moixent, en el suroeste de la provincia. Organizadas por el Museo de Prehistoria de Valencia, se trató de una visita teatralizada con mucho misterio.

¡SALCUBAS!


Mediante esta visita vamos a conocer de una manera más distendida este yacimiento. No es una visita al uso. Es más, no vamos a conocer muchas cosas del yacimiento, pero nos explican muchas cosas acerca de la civilización y del grupo que habitó aquel poblado. Sus costumbres, su alimentación, las armas que usaban. Pero los elementos informativos y didácticos están ahí mismo y podemos leerlos para conocer algo más.

Pero lo primero es saludar, que la educación nunca está de más. Nos explican que el saludo íbero era salcubas, y que se utilizaba tanto para decir hola como adiós. Algo así como el ciao italiano.


Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

Tras una pequeña introducción vamos recorriendo distintos lugares del yacimiento. Allí nos esperan distintos personajes. Cada uno o cada grupo nos hablarán de un tema distinto de la cultura y sociedad íbera. Y nos darán pistas porque, no lo olvidemos, aquí a lo que hemos venido es a resolver un crimen.

INVESTIGANDO EN LA BASTIDA DE LES ALCUSSES


Vamos a ver qué contamos sin hacer mucho spoiler. En primer lugar nos vamos a encontrar con un mercader que nos ofrece los productos que vende. Esto nos sirve para conocer una parte de los alimentos que consumían los íberos y que, como podéis suponer, se parecen y al mismo tiempo se diferencian de los nuestros. La dieta básica consistía en cereales y productos agrícolas, incluido el vino, al que se podía acompañar con alguna carne de granja, principalmente cabra, oveja, y pollo. Alguna vez caía algún sisón o un jabalí si se daba bien la caza.

Conocimos a la familia del principal sospechoso para saber como era la sociedad de aquel momento. También se da pie a conocer los distintos oficios que desempeñan los íberos, las herramientas que utilizaban y los materiales de las que estaban hechas. No sólo es importante por conocer a la sociedad sino también por los contactos comerciales que tuvieron con otros pueblos y civilizaciones, en este caso del Mediterráneo.


Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

En otros de los lugares del yacimiento estuvimos una clase de lucha con las armas tanto ofensivas como defensivas (espadas, lanzas y escudos) que utilizaban los íberos. Como no, nos mostraron la reina de las armas: la falcata. Esta es la espada curva típica de este pueblo y que, tras la romanización, se perdió.

Al final de la visita “volvimos” a nuestra época y uno de los arqueólogos que se encarga de la excavación en la Bastida de les Alcusses nos dio una pequeña explicación acerca del yacimiento y su cronología. También sobre la importancia del trabajo arqueológico serio y riguroso, el que evita bulos, fake news y otras trolas que al final van en detrimento de toda la sociedad, porque nos resta conocimientos a todos.

EL YACIMIENTO DE LA BASTIDA DE LES ALCUSSES


El poblado íbero de la Bastida de les Alcusses es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes en la provincia de Valencia. Su excavación comenzó hace casi un siglo. Aunque ha habido altibajos en las campañas de excavación, en las últimas décadas se está investigando más en profundidad. En 1931 se encontró el conocido Guerrero de Moixent, una figurita de bronce de poco más de 7 cms, que podéis ver en el Museo de Prehistoria de Valencia.

Tiene una gran importancia para conocer más del mundo íbero, una fascinante civilización que dejó un gran legado pero de la que desconocemos muchísimas cosas, entre otros motivos, porque no se ha descubierto todavía como descifrar su escritura, no hay una piedra Rosetta.

Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

El poblado se encontraba en un lugar excepcional, a lo largo de unos 150 metros en la meseta que se forma sobre una colina. Esta situación le ofrece unas magníficas vistas de los alrededores, clave para la defensa de estos poblados.

A lo largo del año, y no solo durante las Jornadas anuales, se realizan visitas al yacimiento para conocerlo un poco mejor. Entre otras cosas, se ha realizado la reconstrucción de una casa íbera a partir de los datos que han recopilado los arqueólogos a lo largo de los años, para poder entender mejor como eran las viviendas en aquel momento.

DISFRUTAMOS DE LOS ALREDEDORES 



Nosotros nos lo pasamos muy bien. La verdad es que el formato de estas visitas es muy recomendable para los niños. De hecho están pensadas para poder realizarlas en familia y los responsables intentan que parte de la interacción recaiga sobre ellos y que participen.

El yacimiento, como ya hemos comentado, lo gestiona el Museo de Prehistoria de Valencia, que depende de la Diputación Provincial. Además gestiona las visitas a otros yacimientos y ha creado la Ruta de los Íberos, para dar una coherencia a las visitas y actividades que realizan. En otro post os hablamos de Kelin, por ejemplo, otro de los yacimientos íberos en Valencia.

Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

A esta zona le han puesto la etiqueta de la “Toscana valenciana” por su parecido con la región italiana. No nos gusta nada estas etiquetas, pero la zona es preciosa, por lo que podéis alargar la visita… hasta dónde queráis. La zona tiene una buena producción vinícola y muy buenas bodegas. Un par de vinos de Moixent están entre nuestros preferidos. Desde los íberos que se elabora vino en esta zona, así que tienen práctica.


Nuestro consejo es que estéis atentos a las redes sociales del Museo de Prehistoria de Valencia para poder reservar plaza en las Jornadas de la Bastida de les Alcusses, ya que suelen agotarse con mucha velocidad. Os lo recomendamos vivamente, porque tanto la actividad como el entorno merecen mucho la pena. ¡Salcubas!

miércoles, 18 de octubre de 2023

VILAFAMÉS, ERASE UN PUEBLO EN UNA ROCA

Érase un pueblo en una roca. Érase un pueblo con un castillo. Érase una roca de color sangre que nadie podía mover. Érase un pueblo muy bonito, uno de los más bonitos de España. Érase Vilafamés.

Vilafamés, érase un pueblo en la roca

En la provincia de Castellón en un punto intermedio entre el mar y la montaña se encuentra Vilafamés, uno de esos pueblos que sí o sí se han de visitar. Desde el año 2015 forma parte de la asociación de los Pueblos más Bonitos de España. Lo tiene merecido.

VILAFAMÉS Y LAS ROCAS DE RODENO


El casco antiguo de Vilafamés se encuentra asentado sobre un gran peñón de rodeno. El rodeno es un tipo piedra sedimentaria de color rojo que se utiliza fundamentalmente en construcción. Es abundante, por ejemplo, cerca de Albarracín y es el motivo de que este pueblo turolense tenga ese aspecto. En cierto sentido, y debido a la coincidencia de materiales, Vilafamés le tiene un aire a este pueblo aragonés. 

Desde lejos su figura emerge junto alguno de los monumentos más importantes de la población. Se trata de sus iglesias, la de la Asunción y la de la Sangre, y, sobre todo, su castillo. Éste se asienta en el lugar más alto de la población y tiene una curiosa torre circular.

Vilafamés, érase un pueblo en la roca

Pero no es menos curioso que uno de los principales puntos de interés de Vilafamés sea una roca. Sí, una roca. Pero una roca que pesa cientos de toneladas, concretamente 2163 toneladas. Se desprendió hace cientos de años y que se quedó ahí, tan pancha. Por suerte nada ni nadie la mueve, de momento. Es la famosa Roca Grossa (roca gorda, en valenciano), una enorme roca de rodeno que por su singularidad se ha convertido en uno de los símbolos de la población. Parece muy estable pero su inclinación da miedito.

Pero estamos adelantándonos. Vamos a iniciar la visita y os indicamos todo lo que podéis ver en Vilafamés para que no os perdáis nada de esta interesante población. 

EMPEZAMOS LA VISITA 


Llegamos a Vilafamés y aparcamos nuestro coche en el parque municipal habilitado y gratuito. Primer minipunto. Nos encontramos a los pies de la gran roca que alberga el casco histórico del municipio. Nos damos cuenta de una cosa: vamos a tener que subir unas cuantas cuestas. Por suerte después hay que bajarlas, que es menos cansado. 

Llegar al parking no ha sido exactamente lo primero que hemos hecho en Vilafamés, ya que previamente, unos minutos antes hemos visitado un par de lugares que están muy cerca. El primero es la zona recreativa Monte Estepar. También conocida como Camí Cementeri porque está, efectivamente, junto al cementerio municipal. Se trata de una área recreativa con mesas de picnic de piedra rodeada de un bosque de pinos. También hay un paellero, que se puede usar fuera de periodos de prohibición por riesgo de incendios. A nosotros nos recuerda al área de la Font del Partegat de Benifato, tanto por su aspecto como por su ubicación.

El segundo lugar que visitamos se encuentra muy cerca de la zona recreativa Monte Estepar, y es una inmensa silla roja. No estamos desvariando. La mancomunidad en la que se integra Vilafamés está realizando acciones para atraer visitantes a varios lugares de sus municipios. El año pasado se instalaron siete sillas de otros tantos colores. Una es esta silla roja situada en un mirador que permite ver el casco antiguo de Vilafamés. Este año la iniciativa instalará siete bicicletas gigantes de otros siete colores. ¿Las buscamos?

Volvemos al casco urbano de Vilafamés, ya hemos aparcado, y vamos a iniciar nuestra visita. Vamos camino de la plaza de la Font desde dónde empieza el recorrido del centro histórico. De camino nos encontramos con el antiguo lavadero que ha sido debidamente restaurado. Todavía estamos en el arrabal.

ADENTRÁNDONOS EN EL CASCO HISTÓRICO DE VILAFAMÉS


Vilafamés, érase un pueblo en la roca

Ahora sí, estamos en el casco antiguo. Nos recibe la imponente vista de la Iglesia de la Asunción y del castillo que parece que formen un todo continúo. Una bonita postal para empezar. El primer punto de interés, como ya os hemos contado, es la Roca Grossa. Seguimos caminando y vemos una de las constantes de Vilafamés, sus calles adaptadas al terreno, estrechas y reviradas. Pero con un encanto que para si quisieran otras poblaciones mucho más famosas.

Tanto en la calzada como en las paredes las piedras de rodeno nos van a acompañar durante toda nuestra visita. También las murallas que se conservan están fabricadas, en ppare, con este material que le da una estética especial y única a todo el municipio. También les aporta el sobrenombre a los habitantes: cul rojos. No hace falta traducir, ¿verdad?

Vilafamés, érase un pueblo en la roca

En Vilafamés se han respetado y reutilizado algunos de sus edificios más antiguos. Por ejemplo, la Oficina de Turismo se encuentra en un edificio histórico que nos recibe con un gran arco de piedra. O el Palacio del Batlle, el antiguo alcalde, alcaide o administrador, que acoge el Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerní (MACVAC) de Vilafamés.

El museo cuenta en su colección con algunas obras de los artistas nacionales más conocidos e importantes del último siglo. Antonio Saura, Equipo Crónica, Genovés, o Renau son algunos de los nombres que integran la colección reunida por el crítico Vicente Aguilera Cerní y que sitúan este museo en la élite nacional.

UN BARRIO MUY ESPECIAL


Poco a poco vamos ascendiendo para llegar a dos lugares muy especiales en el casco antiguo de Vilafamés. Iremos notando que las calles se vuelven cada vez más estrechas y un poquito más empinadas. Las numerosas escaleras nos dicen que hemos cambiado de situación. Sí, hemos entrado en el barrio del Cuartijo, uno de los más antiguos, si no el que más, y sin duda el más pintoresco de todo el municipio.

Todo lo que hemos estado viendo hasta ahora se va a incrementar. Los vecinos, además, hacen un esfuerzo para que sus calles luzcan especialmente bonitas. Cada calle, cada esquina, cada recoveco nos guarda una sorpresa que nos sorprenderá más que la anterior. Con las fotos y los selfies nuestro ritmo se ralentiza para poder recordarlo todo.

Vilafamés, érase un pueblo en la roca

Ya hemos llegado a la parte más alta de Vilafamés. Aquí se sitúa el castillo. Se conservan los muros que separan las distintas estancias pero no así los tejados, que se han arruinado por completo. El castillo no es muy grande pero tiene un elemento muy curioso. Se trata de la torre circular que corona el castillo. Aunque el castillo tiene origen andalusí esta torre es bastante posterior, ya que es uno de los pocos ejemplos de arquitectura de la época carlista que se conservan en la Comunidad Valenciana.

A partir de aquí iniciamos el descenso, no porque seamos aviones sino porque volvemos al parking para recoger nuestro coche y volver a casa. Os recomendamos que, como hicimos nosotros, utilicéis unas calles para subir y otras para llegar abajo. De esta manera llegamos a la iglesia de la Asunción. No hemos tenido suerte y ninguna en las iglesias que hay en el centro histórico de Vilafamés estaban abiertas, por lo que no hemos podido entrar a ver el interior.

CONSEJOS PARA VISITAR VILAFAMÉS 


Vilafamés se ha ganado a pulso ser uno de los municipios más bonitos de España y de la Comunidad Valenciana. Ya hemos comentado que en 2015 pasó a formar parte de la asociación de los Pueblos más Bonitos de España. Sus empinadas calles y su arquitectura en rodeno le dan ese aspecto tan singular. Recomendamos llevar calzado cómodo para poder ascender (y descender) sin problemas por las numerosas cuestas y escaleras que jalonan su casco histórico. 

Esta parte del municipio es bastante practicable para sillas de ruedas o carritos, a excepción del barrio del Cuartijo, que tiene bastantes escaleras. En ese caso es mejor dirigirse hacia la Iglesia de la Asunción, ya que se llega a través de cuestas.

Quizás porque acudimos durante un puente festivo no nos sirvieron un café en algunos establecimientos,  explicándonos con mucha amabilidad que solo servían menús. Ya era la hora de la sobremesa, pero no está mal tenerlo en cuenta.

Por último, la visita al MACVAC dura aproximadamente una hora. Tenedlo en cuenta si queréis hacer una parada enxeste centro. También relacionado con el arte, pero algo más antiguo, bajo el castillo hay un abrigo con pinturas rupestres. Solo vimos una señal y nos enteramos a posteriori que se podía visitar. No estamos muy seguros de que no sea información contradictoria.

Vilafamés, érase un pueblo en la roca

Por lo demás, os invitamos a visitar esta magnífica población. Una de sus virtudes es que no está lejos ni de la capital castellonense ni de Valencia, por lo que es una buenísima excursión desde estas dos ciudades. 

sábado, 9 de septiembre de 2023

CONOCEMOS LA GALERÍA DE LAS COLECCIONES REALES, EL NUEVO GRAN MUSEO EN MADRID

Cinco siglos dan para mucho, para muchísimo. Cinco siglos para el centro del poder de un reino y todo un imperio dan para muchísimo, para muchisísimo. Bajo esta premisa, y tras casi ocho años de retrasos (pandemia de por medio incluida) el pasado 28 de junio se inauguró oficialmente en Madrid el último gran museo, la Galería de las Colecciones Reales.

Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

Este museo tiene como misión reunir en un mismo espacio obras artísticas que fueron realizadas bajo el mandato del monarca de turno. Es cierto que esta función la cumple parcialmente el Museo del Prado, cuya colección se nutrió principalmente de las obras que los monarcas fueron reuniendo a lo largo de los siglos, pero la Galería reúne y muestra más objetos. 


LA GALERÍA DE LAS COLECCIONES REALES PASO A PASO


Quizás para entender mejor el porqué de este museo hay que remontarse a la Segunda República, curiosamente. Manuel Azaña, Presidente del Gobierno, propuso la creación de un museo para los tapices y carruajes procedentes de las monarquías y que habían pasado a ser custodiados por el Estado. La Guerra Civil dio al traste con el proyecto. Con la vuelta de la democracia tras la dictadura y, sobre todo, con la creación en 1982 de Patrimonio Nacional, como organismo encargado de la custodia, gestión y administración de los bienes adscritos a la Corona, la idea se retomó. Y en pispás, casi cuarenta años después ha visto la luz esa idea, convenientemente reestructurada.

La Galería de las Colecciones Reales muestra obras de arte y otros objetos con carácter artístico que fueron encargo de la Corona. Se ponen en contexto con el monarca correspondiente y con el contexto histórico y social en el que se produjo. La colección, perteneciente en su totalidad a Patrimonio Nacional, se estructura en dos grandes salas. Cada sala está dedicada a una de las dinastías que ha reinado en España (en resumen). La sala A dedicada a los Austrias, y la sala B, a los Borbones.

El edificio está situado junto al Palacio Real, a espaldas de la Catedral de la Almudena, en el mirador que se levanta sobre los Jardines del Moro. Desde la entrada es casi muy discreto, prácticamente invisible. Solo se verá el exterior desde la Cuesta de la Vega y la C/ Segovia. Es muy sobrio. Pero es que lo mejor está dentro.

El museo se estructura hacia abajo, a través de una rampa que conecta cada piso. Cada una de las grandes salas, de unos 103 metros de largo por 16 de ancho, ocupa una de las plantas del edificio.


LA SALA DE LOS AUSTRIAS

Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

La casa dinástica de los Austrias fue una casa que empezó con el reinado de Carlos I y acabó, dos siglos después, con Carlos II. De uno a otro la Corona vivió uno de los momentos de máximo esplendor, pero también la amargura de la decadencia.

Carlos I ( y V de Alemania) fue hijo de Felipe I (el Hermoso) y de Juana I de Castilla, hija de Fernando e Isabel, reyes de Aragón y Castilla respectivamente y apodados los Reyes Católicos. Por vía paterna heredará el trono del Sacro Imperio Romano que junto a las posesiones maternas, que incluían el nuevo continente descubierto en Oriente (que más tarde se supo que era América) hizo que fuera una de las personas más poderosas de la Historia. 

Esta sala es una muestra clara del increíble poder que atesoró esta casa. Se exhiben Tapices que representan cuadros de los mejores pintores del momento, maquetas de edificios tan únicos como el Monasterio de El Escorial, libros que relatan todo lo que se van encontrando en el Nuevo Mundo. Son reyes que han entrado en la Edad Moderna. Gutenberg ha inventado su imprenta de tipos móviles y el Renacimiento es un estilo artístico que desde Italia se está difundiendo por Europa. 

Pero todavía hay etapas del pasado por superar. Las armaduras, por ejemplo, siguen siendo símbolo de estatus y poderío. Parece que a Carlos I le gustaba especialmente una armadura en concreto. La habéis visto en algún libro de historia, ya que se retrató con ella en varias ocasiones, y la tendréis frente a vosotros. 

El gusto de los Austria por el fomento de las artes y los objetos únicos va en paralelo a la decadencia de un imperio que tras un siglo se enfrenta a múltiples guerras y a la pujanza de otros estados enemigos.


UNA VENTANA AL MÁS PASADO 


Que el lugar donde se encuentra las galerías de las colecciones reales sea donde también se asienta la Catedral de la Almudena y el Palacio Real y antiguamente el Alcázar real no es casual. Aquí se encontraban una serie de construcciones de origen andalusí que conformaron el germen de lo que posteriormente sería Madrid, la islámica Mayrit.

Se sabía bien que en esta zona existían restos arqueológicos, Por ejemplo en el cercano aparcamiento bajo la plaza de Oriente también se puede ver parte de la antigua alcazaba. Parte del retraso en la finalización de la Galería de las Colecciones Reales procede del hallazgo de estas construcciones y del trabajo arqueológico que lleva aparejado. En la sala A hay un espacio anexo en el que se enseña un audiovisual que cuenta la historia de la evolución del antiguo Madrid. A su lado una enorme ventana muestra los restos recuperados. 


B DE BORBONES 


Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

Tras la cruenta guerra de Sucesión que traerá consecuencias que cambiarán para siempre la historia de nuestro país, Felipe V se hace con el trono español inaugurando la dinastía de los Borbón, que llega a nuestros días con Felipe VI. Nieto de Luis XIV, pero también biznieto de Felipe III, Felipe V nació en Versailles y traerá un nuevo aire afrancesado que impregnará las artes del momento. 

Al inicio de la sala ya podemos apreciar que la sobriedad de los Austria ha sido reemplazada por las blancas pelucas y el colorido borbónico. Se puede apreciar en esta sala el cambio de época y de pensamiento. Si los Austrias quisieron fomentar las artes, los Borbones, al menos hasta Isabel II, persiguen dar un cambio en lo arquitectónico. Tras el fortuito incendio del Alcázar se levantó el actual Palacio Real; el Palacio de Aranjuez tiene unos jardines diseñados por jardineros europeos y las fuentes del palacio de la Granja recuerdan poderosamente a Versailles. 


En lo artístico esta sala no tiene tantas piezas de relumbrón como la de los Austrias, pero tiene cosas muy curiosas. Concretamente hay que avanzar hasta tiempos de Carlos IV. Aquí se pueden ver los tapices elaborados con arreglo a los cartones pintados por Francisco de Goya junto a los cartones. Otra pieza muy bonita es una casaca de seda maravillosa  También una de los primeros retratos fotográficos que se realizaron en España, concretamente a la reina Isabel II y sus hijos. Consideramos un poco decepcionante la falta de materiales que reflejen los reinados de Juan Carlos I y Felipe VI.


LA PLANTA BAJA

Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

Visita a la galería de las colecciones reales finaliza en el último nivel que tiene una salida directa a los jardines del Moro. En esta planta se encuentra el cubo. No es nada referido al servicio de mantenimiento del edificio, si no una habitación cúbica donde se proyectan imágenes envolventes de los palacios reales creando una experiencia inmersiva. 

En esta misma planta está la sala de exposiciones temporales. Para la primera muestra efímera de este museo han escogido una serie de carruajes y coches bajo el título ‘En movimiento’. Quizás por haber visto algunos carruajes y sillas de paseo no sorprende mucho, a excepción de los dos automóviles Mercedes que se exponen, adquiridos a la Alemania nazi por el dictador Franco y, al menos uno, regalo del mismo Adolf Hitler. Vaya. 


NUESTRA OPINIÓN DE LA GALERÍA DE LAS COLECCIONES REALES 


La Galería de las Colecciones Reales nos causó una impresión muy positiva. El edificio y su recorrido está muy bien resuelto. La rampa es cómoda para bajar, para subir no tanto, pero mucho mejor que escaleras. 

La visita a las salas es cómoda. Todavía no hay un agobio de público muy grande. En algunas webs cifran el tiempo de visita en unas dos horas y media. Si queréis ver todos los audiovisuales que proyectan y ver mínimamente bien todas las piezas, la visita se va a alargar una hora más como mínimo. Hay un pero generalizado, el texto de las cartelas es excesivamente pequeño y muchas personas deben acercarse para leerlas bien (alguno de nosotros, por ejemplo, pero no desvelaremos quien). 

Otra pega es que las consignas se sitúan junto a la entrada, en la parte superior del edificio. No podréis salir por la parte inferior, la salida que da directamente a los Jardines del Moro. Si queréis visitarlo es un poco rollo volver a subir y rodear toda la catedral de la Almudena teniendo esta entrada tan a mano.

Pero aún con estas pegas, muy menores, la sensación fue muy positiva. Es un museo que merece mucho la pena y va a dar mucho juego en los próximos años.


UNAS PINCELADAS DE INFORMACIÓN ÚTIL

Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

Si os hemos convencido para visitar la Galería de las Colecciones Reales, o ya veníais convencidos, debéis saber que la Tarifa general es de 14€, mientras que la reducida es de 7€. Se pueden acoger mayores de 65 años, menores entre 16 y 5 años y estudiantes hasta 25 años. Las familias numerosas nos beneficiamos de la entrada gratuita, entre otros colectivos como personas desempleadas, personas con discapacidad superior al 33% o docentes. Además de lunes a jueves el museo es gratuito de 18:00 a 20:00, pero nos avisaron que se llena. La entrada incluye la visita al Palacio Real, que como hemos dicho, está junto al museo. Spoiler: no nos dio tiempo, y hace unos años lo visitamos y ni fu ni fa.

Lo más cómodo y conveniente es acceder paseando tras acercarse en transporte público. Las estaciones más cercanas de metro son Ópera (líneas 2 y 5), Plaza de España (líneas 2, 3 y 10) y Príncipe Pío (líneas 6 y 10). Además Príncipe Pío tiene servicio de Cercanías. Si optáis por el bus, Callao y Príncipe Pío son las mejores referencias de paradas. Si vais en vuestro coche hay un parking subterráneo bajo la plaza de Oriente (cuidado con las restricciones de la Zona de Bajas Emisiones).


Aunque la apertura se retrasara varios años, la espera ha merecido la pena. Aunque no lo parezca es un patrimonio que nos pertenece a todos y está muy bien que podamos disfrutarlo. Solo han hecho falta cinco siglos. 

lunes, 28 de agosto de 2023

EL IVAM DE VALENCIA, VANGUARDIA DEL ARTE MODERNO

Años 80. Una época en la que está intentando asentarse en España la joven democracia. O las democracias, porque los Ayuntamientos y las Comunidades Autónomas están buscando su lugar y quieren dejar ya un legado. En Valencia surge la idea de crear una institución que ayude a difundir el arte de las últimas décadas. Surge el Instituto Valenciano de Arte Moderno, el IVAM.

El IVAM de Valencia, vanguardia del arte moderno

El IVAM fue pionero y vanguardia. Nadie apostaba por un centro exclusivo para el arte moderno, y aún menos para el contemporáneo, cuando desde Valencia se dio el paso. No es ningún atrevimiento decir que sin el IVAM no se hubiera producido la ola de centros similares que se abrieron después en distintos puntos de España. Se adelantó a todos, al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid; o al Museo Patio Herreriano, en Valladolid, o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) con sede en la Cartuja de Sevilla, o el celebérrimo Museo Guggenheim en Bilbao.

EL EDIFICIO DEL IVAM


El IVAM se encuentra en el número 118 de la calle Guillem de Castro, justo enfrente del Pont de les Arts, uno de los cuatro puentes obra de Santiago Calatrava que cruzan el antiguo cauce del río Turia. Su imagen todavía sorprende, un gran cubo, un cajón que contiene a los grandes creadores del arte moderno y contemporáneo.

Nada más entrar un gran hall ejerce de distribuidor. Frente a nosotros una escalera conecta las plantas superiores. A nuestra izquierda un par de salas. A la derecha la cafetería, la tienda y la biblioteca.

Después de bastante tiempo sin ir, nos sorprendió ver que en parte de este hall se ha habilitado un falso jardín, con plantas en macetas y asientos para que las personas que acudan al IVAM puedan descansar durante su visita. Confesamos que no estábamos muy seguros si era una instalación o realmente era para un lugar de descanso. Nunca se sabe con el arte contemporáneo.

En un nivel inferior se encuentra la Sala de la Muralla. Se dedica para exposiciones temporales, generalmente de obras de pequeño formato, como fotografía o grabado. Su nombre procede de que aquí se puede ver un tramo de la muralla medieval que guardaba la ciudad de Valencia.

LA COLECCIÓN PERMANENTE DEL IVAM


El IVAM de Valencia, vanguardia del arte moderno

La colección permanente del IVAM alberga obras de algunos de los artistas modernos y contemporáneos más importantes. Para poner en contexto, se considera arte moderno el que surge a partir del impresionismo. Estamos hablando de un movimiento artístico que surgió , más o menos, en la década de 1860. Por su parte el arte contemporáneo es el que surge a mitad del s. XX, tras el final de la Segunda Guerra Mundial.

Hay dos los artistas sobre los que pivota el grueso de la colección permanente del IVAM: Ignacio Pinazo y Julio González.

IGNACIO PINAZO


En orden de antigüedad, Ignacio Pinazo fue un pintor valenciano que nació a mediados del s. XIX. Probablemente el mejor pintor valenciano de su época, tras Joaquín Sorolla. Comenzó su carrera artística como pintor del romanticismo, lo que se llevaba en la época. Tras un viaje a Italia que se costeó él mismo (procedía de una familia humilde y tuvo que trabajar desde muy pronto) su estilo se ve influenciado por los machiaioli, un grupo de pintores que quiere romper con la tradición y utiliza una técnica similar a la de los impresionistas (resumiendo mucho).

Gran parte de la temática de Pinazo gira en torno a las costumbres y lo cotidiano. Pinta escenas que ve y las retrata con apenas unas pinceladas o trazos. Para ello utiliza todo tipo de soportes: lienzo, tabla, cartón, papel... Pinazo es casi un pintor compulsivo, y en el IVAM podemos ver muchos dibujos que casi podríamos considerar garabatos, pero que ejecutados por un gran artista tienen un hecho diferencial.

JULIO GONZÁLEZ


El IVAM de Valencia, vanguardia del arte moderno

Por su parte, Julio González fue un artista que influyó en la escultura de su época. Nacido en Barcelona en una familia de orfebres, se marchó a París para desarrollarse como artista. Allí consiguió trabajo como soldador en una fábrica de la automovilística Renault. Estos conocimientos técnicos y de materiales los incorporó a su obra artística. Además fue maestro de soldadura de otros artistas, como su amigo Pablo Ruiz Picasso.

Aunque la obra de Julio González se muestra en los museos de arte moderno y contemporáneo más importantes de Europa, el grueso de su colección se encuentra en el IVAM, ya que su familia decidió donarla a este museo. No en vano el IVAM tiene el "apellido" Centro Julio González, para destacar que es el centro de referencia de este artista.


Entre las obras más importantes que se pueden ver en el IVAM se encuentra Homme Cactus, una de sus obras cumbres dentro de su período de escultura cubista. También se muestran una serie de piezas relacionadas con la Montserrat. González creó este icono como representación de la mujer fuerte y resistente. Una Montserrat que fue una de las estrellas en el Pabellón Español en la Exposición Internacional de París en 1937. En este pabellón el gobierno republicano quiso internacionalizar la Guerra Civil para lograr adhesiones y colaboración, y por ese motivo encargó una obra a Picasso. Esta obra fue finalmente el Guernica, probablemente la obra artística española más importante del s. XX. 

EXPOSICIONES TEMPORALES EN EL IVAM


El IVAM de Valencia, vanguardia del arte moderno

Como todo buen museo que se precie, parte de su importancia se mide por la calidad de las exposiciones temporales que ofrece. Y estas tienen un gran nivel. Hemos visto exposiciones de Carmen Calvo, Juan Navarro Baldeweg, Alexander Calder o Roy Lichtenstein, figuras esenciales en España y el arte mundial.

Nosotros en nuestra última visita al IVAM vimos dos exposiciones temporales muy distintas. En primer lugar una retrospectiva de La Nave, un colectivo de diseñadores y artistas gráficos, que toman su nombre de la nave industrial que compartieron para trabajar (co-working antes de que se inventara el término). Revolucionaron la Valencia de los años 90 y sus diseños forman parte de la memoria sentimental de millones de valencianos. Algunos incluso se siguen utilizando hoy en día, casi 30 años después.

La otra exposición temporal que pudimos ver en nuestra visita al IVAM fue la del artista libanés Aref El Rayess. ¿Lo conocíamos? No ¿Conocemos algún artista libanés? Ni por casualidad. Pero precisamente estas visitas son muy enriquecedoras por estos encuentros inesperados. Así, de vez en cuando, podemos dejar de mirarnos nuestro ombligo artístico y comprender que siempre hay otras visiones igual de interesantes. 

IINFORMACIÓN DE SERVICIO


Como ya hemos indicado al inicio del artículo, el IVAM se encuentra en la calle Guillem de Castro, en el centro de Valencia. Esta calle es una auténtica milla de oro cultural. A escasa distancia se encuentra el Centro Cultural de la Beneficencia, que acoge el Museo de Prehistoria de Valencia y L’ETNO, Museo Valenciano de Etnología (que ha sido distinguido como Mejor Museo Europeo en 2023). En el otro extremo de la calle se encuentra el MUVIM, Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad. Justo al lado está la Biblioteca Provincial, antiguo Hospital. Más o menos a mitad de calle se encuentran las Torres de Quart, uno de los monumentos más imponentes de la capital del Turia. Y no muy lejos de la Beneficencia encontramos la escultura dedicada a Cervantes, obra del gran escultor Mariano Benlliure. No me lo superes, iguálalo.

Llegar hasta el IVAM es muy sencillo. Mediante metro podéis llegar desde la parada Turia, en las líneas 1 y 2. También la línea 4 de tranvía tiene una parada no muy lejos, en Pont de Fusta. Si preferís el bus, la línea C1 de la EMT tiene parada en la misma puerta, y las líneas 28 y 95 tienen parada muy cerca. También podéis llegar paseando por el Jardín del Turia o atravesando el centro histórico de Valencia.  

Por último las tarifas del IVAM. La entrada general cuesta 5 €, mientras que los miércoles a partir de las 16:00 h. y los domingos la entrada es gratuita. 


El IVAM de Valencia, vanguardia del arte moderno

Es cierto que en ocasiones el arte moderno y contemporáneo no es muy sencillo para muchas personas. Precisamente por ese motivo es más recomendable la visita a los museos de arte contemporáneos, para que poco a poco, y con un cierto “entrenamiento” podamos ir entrando en este mundo. Creemos que son los niños quienes más lo disfrutarán, ya que suelen ser más libres y más abiertos a las vanguardias, y posteriormente suelen interpretarlas con sus propias vivencias. En resumen, no les tengáis miedo al IVAM y disfrutaréis la visita.  












domingo, 28 de mayo de 2023

ARTE EN EL PALACIO DE COMUNICACIONES DE VALENCIA

En el primer tercio del siglo XX Valencia se parecía poco a la ciudad que es hoy en día. Aunque a veces nos parece que hay espacios que han sido tal cual son ahora durante toda la vida, la realidad es muy distinta. Un ejemplo perfecto sería la plaza del Ayuntamiento de Valencia donde se encuentra el edificio del que os vamos a hablar en este post: El Palacio de Comunicaciones.

Arte en el Palacio de Comunicaciones de Valencia

Situado en él vértice contrario a la Casa Consistorial, en 1923 se inauguraba este nuevo edificio bautizado como Palacio de Comunicaciones. Su monumentalidad es un contrapunto perfecto al Ayuntamiento y “viste” una plaza que se iba a convertir en la más importante de la ciudad. Para muchos ciudadanos de Valencia sigue siendo el edificio de Correos, en singular a pesar haya oficinas en cada barrio, aunque  la entidad trasladó toda su operación a otro edificio y este carezca de actividad para envíos postales (ni que decir tiene para enviar telegramas).

UNA HISTORIA DEL SIGLO XX


El 31 de diciembre de 1922 Finalizaron las obras del Palacio de Comunicaciones, el edificio que albergaría las dependencias de Correos y Telégrafos. Miguel Ángel Navarro fue su arquitecto. Zaragozano de origen, trabajó fundamentalmente en su provincia natal. Realizó un edificio monumental de estilo ecléctico aunque con elementos de modernismo valenciano (la Estación del Norte, a la que recuerda algunos elementos, está muy cerca) y elementos de decoraciones inspirados en la arquitectura francesa.

De su fachada destaca su entrada a modo de arco de triunfo. Su decoración escultórica remite a los transportes, como símbolo del progreso, y tiene una alegoría de los cinco continentes. Por último, la torre metálica que corona el edificio, con una escalera de caracol en su interior y que servía para la antena telegráfica (para los que os criasteis ya en el siglo XXI, sería algo así como los abuelos de los SMS). En el interior uno de los elementos más destacados es su cúpula de cristal con un escudo de la ciudad de Valencia con símbolos de Correos en el centro.

Arte en el Palacio de Comunicaciones de Valencia

Hace poco más de un año la Generalitat Valenciana compró este edificio en un plan de recuperación de inmuebles históricos para ponerlos al servicio de la ciudadanía. Aunque su uso principal no acaba de estar bien definido, aquí se han realizado aquí conferencias y actos de distinto tipo. Parece que finalmente tendrá que ver con el arte. No en vano se ha estrenado con varias exposiciones de primerísimo nivel.

EL LEGADO DE LA COLECCIÓN LLADRÓ


La planta baja del Palacio de Comunicaciones es el lugar donde se expone la que fue colección pictórica de los hermanos Lladró. Sí, los creadores de la famosa marca de porcelanas decorativas, conocida por sus figuras de niños con perros y puestos de floristas. Pero tienen mucho más, y actualmente se ha puesto las pilas, incluso con una colección de piezas con licencia Star Wars.

El que aquí escribe realizó sus prácticas de la carrera en el Museo Lladró y tiene un grato recuerdo de aquella época. De hecho la visita a esta exposición es más un ejercicio de nostalgia que no una visita para conocer las obras de arte que integran esta muestra. Aunque teniendo en cuenta que no recordaba parte de las obras que integran la colección, no está mal que lo visitáramos.


Arte en el Palacio de Comunicaciones de Valencia

Las primeras obras que podemos ver son las estrellas de la colección. Ambas realizadas por el valenciano Joaquín Sorolla. Precisamente 2023 está dedicado a este magnífico artista. Las obras son “Yo soy el pan de la vida”, la más grande que pintó Sorolla (nada menos que 4,1 x 5,3 m.), y “Labradora valenciana” un lienzo absolutamente magnífico, tanto que es la imagen que ilustra esta exposición. La colección de los Lladró estaba fundamentalmente compuesta por obras de pintores valencianos, por lo que veremos nombres tan fundamentales como los de Vicente Macip, Juan de Juanes, José de Ribera o Ignacio Pinazo, abarcando así un abanico que se inicia en el gótico tardío y llega prácticamente hasta el siglo XX.


También encontraremos obras de otros autores como Zurbarán, Berruguete o la casi desconocida (por desgracia) Margarita Caffi. Una colección muy interesante que incluyen incluso una jarra de plata labrada por Mariano Benlliure para conmemorar la firma del tratado hispano-marroquí en 1910.

LA FOTOGRAFÍA COMO ARMA


Arte en el Palacio de Comunicaciones de Valencia

En la primera planta nos encontramos, en el sentido más literal porque desconocíamos que estaba, un par de exposiciones de fotografía muy interesantes. La verdad es que es muy agradable encontrarse sorpresas como esta cuando visitas una exposición. Por desgracia no pudimos hacer ninguna fotografía al estar prohibido por los derechos de imagen de las muestras.

En primer lugar visitamos una exposición con fotografías realizadas por Walter Reuter. Localizadas en muy mal estado de conservación y restauradas meticulosamente, las fotografías están tomadas durante el II Congreso Internacional de  Escritores para la Defensa de la Cultura celebrado en 1937, en plena Guerra Civil española, para alertar de que nuestra contienda no era más que el ensayo de una mucho mayor, como así fue, y que se debía de combatir al fascismo en el resto del mundo. Uno de los escenarios de ese congreso fue el Ayuntamiento de Valencia que en el 37 se convirtió en sede del Gobierno de la II República. Si nos giramos y miramos por la ventana del Palacio de Comunicaciones, enfrente, veremos el edificio del Ayuntamiento.


La otra exposición se compone de fotografías realizadas por el que probablemente sea el fotógrafo más conocido del siglo XX. Este no es otro que Robert Capa. El húngaro desde pronto se especializó en cubrir guerras y mostrarlas al mundo a través de su cámara. Autor de algunas de las fotografías de guerra más famosas de la historia, podremos ver en esta exposición una selección. Como no, se incluye la célebre Muerte de un miliciano, tomada durante los primeros meses de la Guerra Civil; o varias instantáneas de la serie del Desembarco de Normandía, que Capa vivió en primerísima línea.

DATOS ÚTILES Y PRÁCTICOS 

Arte en el Palacio de Comunicaciones de Valencia

Como ya hemos comentado, el Palacio de Comunicaciones se encuentra en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, uno de los lugares que menos explicaciones hay que dar para encontrar. Os recomendamos acudir en transporte público ya que es la única forma de acceder directamente a la plaza del Ayuntamiento, además de la peatonal, por supuesto. Si queréis acudir con vuestro vehículo privado es bastante probable que tengáis que dejarlo en alguno de los parkings privados que hay por los alrededores.

Disfrutad de la plaza del Ayuntamiento, recientemente se ha peatonalizado y es una gozada. Podréis andar libremente casi por cualquier lugar de la plaza, algo que antes solo ocurría durante la celebración de las fallas. Pero los vehículos de emergencia y el transporte público tiene acceso a parte de la plaza, cuidado.

Por último, si queréis ver la exposición de la Colección Lladró daos prisa porque finaliza el 11 de junio. Después quedará depositada en el Museo de Bellas Artes (visita recomendadísima) y es posible que parte de las obras pasen a la exposición permanente, pero es bastante posible que por motivos de espacio muchas queden alojadas en sus almacenes.


Es muy interesante la nueva vida que se le ha dado a este edificio que durante mucho tiempo fue sinónimo de sobres, sellos y formularios de acuse de recibo. Un espacio para el aprovechamiento de toda la sociedad valenciana con interesantes posibilidades.