jueves, 30 de noviembre de 2017

S'IL VOUS PLAIT: 10 CONSEJOS PARA VIAJAR A PARÍS

París es siempre una ciudad top para visitar. Hayamos ido o sea la primera vez, para una escapada de fin de semana o unas vacaciones más largas, en cualquier época del año, París siempre es una magnífica opción. Por si habéis pensado en viajar a París, o no lo tenéis en mente pero os entra el gusanillo, aquí os dejamos una decena de consejos para viajar a la capital francesa y aportar nuestro granito de arena para que el viaje vaya un poco mejor.


Aeropuerto: Desde España generalmente vamos a viajar en avión, puesto que es la manera más rápida de llegar. Otras opciones son llegar por carretera (los paisajes franceses son espectaculares) o por tren, ya RENFE opera conjuntamente con SNCF trenes de alta velocidad a París desde Madrid y Barcelona. Si optáis por finalmente por el avión os recomendamos que desechéis en este caso Ryanair, ya que sus vuelos a París llegan al aeropuerto de Beauvais, a unos 80 km al norte de París. La mayoría de compañías vuelan a Orly, tan solo 14 km al sur de la capital, siendo esta nuestra opción preferida.

Paciencia: Hay que armarse de paciencia. Por desgracia los malos han golpeado varias veces a Francia y a París en concreto. El terrorismo es una amenaza cierta, no hay que negarlo. Los controles de seguridad son frecuentes y en ocasiones pueden producir retrasos para acceder a algún lugar, incluso encontrarlo cerrado (o en el peor de los casos que nos tengan que evacuar por una amenaza más o menos cierta). La amenaza se traduce en militares patrullando por lugares concurridos o papeleras que apenas son un aro metálico y un soporte al suelo que sostienen bolsas de basura transparentes.

Transporte público: El metro es el medio de transporte más rápido para trasladarnos de un punto a otro de París. Todos los grandes monumentos tienen su estación de metro, pero es tremendamente inaccesible para carros, sillas y en general para toda aquella persona que no acceda por su propio pie. Ni un solo ascensor encontramos. Escaleras y más escaleras. Si viajamos con alguna sillita deberemos optar por los autobuses públicos, más accesibles pero más lentos gracias al tráfico parisino. Por contra nos regalan vistas de la ciudad de la luz, cosa que el metro no puede ofrecer.


Bon jour, merci: La mayoría de franceses, y más los parisinos, son extremadamente correctos y educados. No está de más corresponderles. Hay compatriotas que se niegan a ello, pero memorizar algo en francés puede ayudarnos en ocasiones. Aunque hay mucha inmigración hispanohablante, un bon jour, un merci, au revoir, si'l vous plait, o simplemente je ne pas parle français, si la cosa se acelera, nunca está de más.

Comer en la calle: sí, los restaurantes en París suelen ser caros. Lo que no significa que no tengamos otras opciones para comer fuera, aunque nuestro presupuesto sea ajustado. Es muy común comer en la calle, en puestos que están en las calles o en bares que venden sus productos para llevar. Un buen lugar está en el barrio de la Sorbona, cruzando el Sena muy cerca de Notre Dame. Además hay opciones de muchos países, por lo que tenemos para escoger entre un amplio abanico. En Navidad muchos mercadillos tienen puestos donde venden sopas o cremas para entrar en calor (imprescindible en París).

Boulangerie: la pastelería francesa es estupenda y deliciosa. Los franceses están tremendamente orgullosos de ello. Croissants, brioches, petits pains au chocolat... No estará de más hacer una visita a una boulangerie, un obrador donde los confeccionan artesanalmente. Recalco lo de artesanal, porque también hay producto congelado, y no es lo mismo. Utilizan profusamente la mantequilla (cada francés consume de media 8 kg al año), pero si el médico no nos lo ha prohibido taxativamente bien podemos concedernos un capricho.


Carro de bebé, cola que te ahorras: Picaresca española, ven a mi. Esto lo descubrimos por casualidad, pero bendita casualidad. Visitamos el Museo del Louvre un domingo por la mañana, gratuidad mediante. Podéis imaginar la cola, unas dos horas según un cartelito estratégicamente colocado. Nuestro hijo mayor iba en la silla de paseo porque tenía todavía cuatro años y nos esperaba una jornada maratoniana por delante. Y en estas que se acerca un chico con un chaleco fosforito y nos indica que le acompañemos. Entrada preferente a la pirámide y acceso por el ascensor. Así que ya sabéis, si podéis carro (o silla) en ristre, jeje.

Paraguas siempre: o un chubasquero, un poncho del bazar de bajo de casa, etc. Siempre es siempre, sin excepción. He visto como las nubes en apenas unos minutos cubrían un cielo despejado, dejaban  caer un chaparrón y desaparecían para que luciera el sol de nuevo. No mola visitar París si estás empapado.

Tiovivos: en francés los denominan carousel, les encanta y en París hay varios. Algunos son bastante antiguos, y suelen ser muy bonitos. No tengáis vergüenza en acercaros porque en ocasiones especiales (como en Navidad) son gratuitos o solo te piden la voluntad. En Navidad se multiplican y puedes encontrarlos casi en cualquier lugar. Nuestro favorito es el que está frente al Hôtel de Ville (el Ayuntamiento), que tiene dos pisos y es una pasada. El entorno ayuda, claro. Los mayores podéis subiros también, pero no os inventéis excusas malas, por favor.


Disneyland París: Es indudable que uno de los grandes atractivos para los niños (de 2 a 99 años, jeje) es el resort (no es soló un parque, son varios y los hoteles temáticos) de la compañía del ratón. Nuestra recomendación es que no lo contemplemos como una atracción más de París si no como un destino propio, es decir, si visitamos Disneyland SOLO visitamos Disneyland. Hay suficientes cosas que ver en estos parques temáticos que combinar la visita con la ciudad de la luz (que también tiene un porrón de cosas para ver) puede ser locura. Otra cosa es que dediquemos un día, o varios, a Disneyland y otro día (o días) a París.
  

jueves, 23 de noviembre de 2017

NUESTRO CENTRAL PARK: EL PARQUE DEL RETIRO DE MADRID


Voy a empezar corrigiendome e intentando superar ese complejo un poco catetillo de tener en consideración más un lugar de otro país antes que del nuestro, porque hablando con propiedad deberíamos decir que Central Park es el Retiro de Nueva York y no al revés, ya que el parque madrileño es algo más de dos siglos más antiguo que el jardín de Manhattan, eso sí, el americano triplica en tamaño al Buen Retiro.

Dejémonos ya de comparaciones y vayamos al tema. El parque del Retiro se encuentra en pleno centro de la capital de España. Flanqueado por las calles de Alcalá, O'Donnell, Poeta Esteban Villegas, Alfonso XII y la Avenida de Menéndez Pelayo, en sus aproximadamente 120 hectáreas encontramos no sólo elementos vegetales, como es habitual en un jardín (hay unos 19.000 árboles de más de 160 especies diferentes), si no también elementos artísticos y arquitectónicos, algunos de ellos muy destacables.

Su historia se inicia en el s. XVII, durante el reinado de Felipe IV, cuando por orden del valido del monarca, el (celebérrimo) Conde-Duque de Olivares, se dispone que se ejecuten unos jardines para el Palacio del Buen Retiro (de ahí su nombre), un espacio para el descanso y el ocio de la Corona. De esta época se conserva el Casón del Buen Retiro, un edificio que nació como salón de baile, y que siendo subsede del Museo del Prado acogió el "Guernica" de Picasso en su retorno a España en 1981. 

En 1767 se autoriza su uso como parque urbano por orden de Carlos III y en 1868 pasa a titularidad del Ayuntamiento de Madrid. Aunque conserva elementos anteriores al s. XIX, la mayoría del parque es posterior, puesto que quedó muy dañado tras la Guerra de Independencia en 1808 contra el ejército napoleónico. 

El parque del (Buen) Retiro es un oasis en medio del bullicio de la capital y nos permite descansar y disfrutarlo a partes iguales. Podemos recorrerlo durante un rato, aunque si queremos descubrirlo en su totalidad podemos emplear un día entero sin ningún problema. La multitud de espacios hace que toda la familia tenga un lugar preferido. Como opción de visita es magnífica y, como no puede ser de otra manera, la entrada es gratuita.
Probablemente el elemento más conocido del parque del Retiro sea el Estanque Mayor. Cuenta con poco más de 33.000 m2 y fue construido en el s. XVII, es decir, es uno de los elementos más antiguos del parque aunque con el tiempo ha desaparecido la isla central con la que contaba. Es típica la imagen de las parejas de enamorados navegando a bordo de las barcas. A orillas de este estanque se encuentra el Monumento a Alfonso XII, un espacio monumental ya indesligable del estanque, con un destacable conjunto escultórico en el que sobresale la estatua ecuestre del monarca, obra de Mariano Benlliure.

Como ya hemos comentado el Parque del Retiro también cuenta con elementos arquitectónicos. Uno de los más destacables es el Palacio de Cristal un magnífico ejemplo de la arquitectura del hierro del siglo XIX en nuestro país, al estilo del Crystal Palace que estaba, curiosamente, en otro parque, el londinense Hyde Park. Fue construido como invernadero para albergar una colección de plantas originarias de Filipinas y, actualmente, es una sala de exposiciones, subsede del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía junto a otro edificio de El Retiro, el Palacio de Velázquez, un edificio un poco anterior al Palacio de Cristal, cuyas bóvedas también están inspiradas en el Crystal Palace de Londres, tomando su nombre de su arquitecto, Ricardo Velázquez, y no del genial pintor sevillano como podríamos creer.
Uno de los espacios que más les gusta a los niños es la antigua casa de fieras, que fue zoo de Madrid, y su continuación, los jardines de Cecilio Rodríguez. Estos toman el nombre de su creador, un jardinero que durante gran parte del s. XX trabajó en el Retiro, diseñando varios de los jardines que hoy podemos contemplar, y que llegó a ser director de los jardines de Madrid. Las fieras fueron trasladadas al actual zoo, pero a modo de recuerdo hay siluetas de los animales que habitaban los fosos o las jaulas. 

Por su parte los jardines tienen un aspecto romántico un poco arabizados, con setos recortados con formas geométricas y pérgolas con bancos para reposar. Pero si algo llama la atención de los niños esto es, sin lugar a dudas, la colonia de pavos reales que viven aquí en semilibertad. Es habitual que estas aves (o sus crías) se acerquen a los visitantes para picotear migas de pan o incluso patatas fritas. Es curioso ver como saltan por el exterior del pabellón de Cecilio Rodríguez, un edificio municipal contemporáneo de dos plantas, y como trepan por sus barandillas hasta alturas imposibles.
En el Parque del Retiro se encuentra una de las esculturas más sorprendentes que podemos encontrar, la del Ángel Caído una de las pocas representaciones en todo el mundo de un ángel expulsado de los cielos. Aunque se suele decir que es la única estatua con esta temática esta afirmación no es cierta. Obra del escultor madrileño Ricardo Bellver, y realizada en 1878, no ocupó su actual emplazamiento hasta 1885. Es tal su impronta que incluso da nombre a toda la glorieta que acoge el conjunto, que se completa con una peana y una fuente y que está situada en la intersección de dos de las avenidas más importantes que cruzan el parque. Como curiosidad, está situada a 666 msnm.

Estos son algunos de los espacios más destacados que podemos visitar con los niños, pero no los únicos. La Rosaleda, diseñada por Cecilio Rodríguez, es un jardín donde encontramos especies de rosales de todo el mundo. La fuente de los Galápagos, construida con motivo del nacimiento de Isabel II, la fuente egipcia junto al Estanque Mayor, los paseos que atraviesan casi longitudinalmente el parque, como el de coche o el de las Estatuas, los árboles singulares, las rutas botánicas... Decenas de espacios para admirar y disfrutar.
Confieso que la última vez que fui al parque El Retiro lo hice un poco a regañadientes, pero he de admitir que merece no una, si no múltiples visitas. Un must para cualquier familia que haga escala en Madrid.

PD: Artículo editado a partir de una consulta realizada vía Twitter a la RAE: La denominación es «Parque del Retiro», a menudo abreviada como «el Retiro». Lo indicado es escribir el artículo en minúsculas, por lo que se realiza la contracción (http://ow.ly/Mnt830gMLRJ ).

jueves, 16 de noviembre de 2017

UN DESTINO DE CINE: PEÑÍSCOLA

En la costa norte de la provincia de Castellón se sitúa Peñíscola uno de los pueblos más bonitos de España, no porque lo digamos nosotros, sino porque fue el pionero en España de esa red que engloba municipios singulares de nuestro país.
Su imagen es internacionalmente conocida y reconocida, es habitual haber visto la imagen de una de sus playas y a continuación el casco antiguo, con su castillo a la cabeza.
El nombre de Peñíscola deriva de la palabra península, y es precisamente en este accidente geográfico en el que se sitúa su elemento más conocido, su castillo, que actualmente toma el nombre de su morador más distinguido: el (anti) Papa Luna, Benedicto XIII, un pontífice que el Vaticano no reconoce como legítimo. A pesar de eso gran parte de Peñíscola está dedicada a este Papa.
Sobre un tómbolo, una especie de pequeño peñón, se asienta la población antigua. Esta parte de la ciudad está parcialmente cerrada al tráfico, y muchas de las calles son peatonales puesto que cuentan con empinadas cuestas, incluso escaleras, y son bastante estrechas. Este es uno de los encantos de Peñíscola, poder pasear por calles tan pintorescas.
En lo más alto se encuentra la Ermita de la Virgen de la Ermitana, una pequeña iglesia construida en el s. XVIII, sobre una antigua capilla. Frente a esta ermita se abre una plaza donde suelen tocar músicos callejeros. Se encuentra adosada al castillo y muy cerca está el acceso al mismo. El despacho para la venta de tickets se encuentra junto al faro y os recomendamos que perdáis unos minutos para disfrutar de las vistas desde su base. 
El castillo de Peñíscola fue edificado por los caballeros templarios a finales del s. XIII o principios del s.XIV sobre la antigua alcazaba musulmana. Su privilegiada posición y sus características naturales (el istmo que une el tómbolo a tierra firme en ocasiones se inundaba impidiendo el paso), lo convirtió en el refugio de Pedro Martínez de Luna, ordenado Sumo Pontífice como Benedicto XIII en Aviñón, de donde tuvo que huir ante el Cisma abierto con el Vaticano. El patio de armas, las instancias utilizadas por los papas (el propio Benedicto XIII y su sucesor Clemente VIII), conservan la sobriedad arquitectónica templaria. Una visita al castillo nos esclarecerá porque el Papa Luna eligió este lugar para refugiarse.
Otros puntos de interés en Peñíscola son sus murallas, construidas en el s. XVI, que rodean su casco antiguo y que tienen varias puertas por las que acceder a la ciudadela. También hay que destacar la calidad de sus playas, sobre todo la que se abre hacia el norte llegando a la vecina Benicarló, y la sierra de Irta, Parque Natural que se abre hacia el sur y que abarca los términos municipales de Peñíscola, Alcalá de Xivert y Santa Magdalena de Pulpis.
Además Peñíscola ha sido escenario del rodaje de varias películas y series de televisión. Tal vez la más famosa sea "El Cid", una superproducción de Samuel Bronson, dirigida por Anthony Mann y protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren. Pero no hemos de desdeñar el rodaje de "Juego de Tronos" o "El Ministerio del Tiempo". También la serie de Telecinco "El Chiringuito de Pepe", o la berlanguiana "Calabuch" fueron rodadas aquí.
Nuestra recomendación es que evitéis los meses centrales de verano, ya que hay bastante gente y en ocasiones es difícil andar por algunas calles, y llega a agobiar un poco. Peñíscola es un destino estupendo para una escapada de fin de semana o para un puente en cualquier época del año.

  

jueves, 9 de noviembre de 2017

VÁMONOS DE SAFARI: TERRA NATURA BENIDORM

Si hay algo que vuelva locos a los niños es ver animales, y si estos son salvajes y exóticos mucho mejor. En esta ocasión vamos a contaros nuestra última visita a un zoo de nueva generación, de esos que denominan de zooinmersión, ya que se recrean los hábitats originales de las especies que alberga y las barreras entre los animales y los humanos en numerosas ocasiones son imperceptibles. Hablamos de Terra Natura Benidorm.

Este parque se encuentra junto a Terra Mítica en una zona en la que en los últimos años, además del parque temático, se han establecido varios hoteles y resorts (uno anexo a Terra Natura), campos de golf, un helipuerto y varias infraestructuras auxiliares. Llegar no es complicado ya que la señalización lo indica perfectamente.
Terra Natura se divide en tres grandes áreas que corresponden a tres continentes. Estos son América, Asia y Europa. Además la zona de entrada se denomina Pangea, como el continente primigenio, y alberga servicios de atención al visitante. Cada área contiene vegetación autóctona y especies animales que viven en cada uno de los hábitats.
Nosotros empezamos la visita por la exposición de serpientes, arañas y otros animales venenosos que se encuentra en las entrañas del volcán que es el símbolo del parque y que se encuentra en el área de Pangea. De ahí nos dirigimos hacia América donde tras recorrer la senda en la que encontramos guacamayos, tucanes y varias especies de titíes, entre otros animales, llegamos a una gran explanada junto a la que se encuentra el aviario, una gran instalación que simula un riachuelo y la selva a su alrededor, en el que numerosas especies de aves se encuentran en semilibertad. De ahí pasaremos al Templo de la Vida con un espacio central donde conviven monos capuchinos con otras especies de animales. En esta parte encontraremos a las grandes estrellas de este área: los jaguares. Al salir de este Templo de la Vida llegaremos a una granja donde se pueden observar cabras y llamas y dónde inevitablemente cantaremos aquello de "yo y mi llama, que llama se llama..."
Rodeando el volcán llegaremos a un mirador donde se puede observar gran parte del área de Asia, el área más grande del parque, que será nuestro siguiente destino. Aquí se encuentran los animales más admirados del parque: los elefantes, los tigres y los leones.
Desde el mirador se pueden ver las instalaciones donde conviven búfalos y dromedarios y otra instalación que simula una pradera donde habitan elefantes junto a gacelas. Tras visitar estas mismas instalaciones a sus pies giraremos en la zona donde se exhiben las rapaces (buhos, águilas, halcones...). También podremos ver a estas aves en una exhibición de cetrería en el auditorio, que se encuentra a nuestra espalda. 
Nos vamos a adentrar en la exótica India pasando junto a una gran zona de juegos infantiles. Esta zona de juegos está muy bien, tiene una buena cantidad de columpios y se complementa con una de las últimas incorporaciones al parque, la Selva de Langur, una zona multiaventura para niños con una altura mínima de 1,20m. Aquí se establece una de las grandes dicotomías para los niños, ya que deben decidir qué hacer antes, jugar en los columpios o visitar los grandes animales.
Alrededor del espacio multiaventura de la Selva de Langur destaca una instalación con varias especies de cérvidos y otra con siamang, una especie de primates.
Cuándo prosigamos la visita entraremos en la recreación de un pueblo de la India donde podremos observar una instalación con cobras reales , una colmena donde trabajan laboriosas abejas, y tras adentrarnos por un sendero hasta un templo hindú, llegaremos a ver uno de los platos fuertes del parque: los tigres de Bengala. A continuación nos encontraremos con los leones asiáticos (algo distintos de los africanos) y una pradera donde conviven varias especies de bóvidos, entre ellos el yak del Tíbet y el gaur.
Siguiendo la visita nos encontraremos dentro de un hide donde nos rodean tres charcas, una donde viven los cocodrilos, otra que pertenece al área de los tigres (donde suelen bañarse y desde donde podrás verlos muy de cerca), y la tercera una charca para el baño de los rinocerontes. Este es, sin duda, uno de los lugares más especiales de todo el parque por sus condiciones.
Si continuamos la visita llegaremos a una senda donde, a nuestra izquierda, tendremos el espacio donde residen dos de los tres rinocerontes indios que habitan Terra Natura, y a la derecha tendremos el espacio de los cérvidos junto a la Selva de Langur, que comentamos anteriormente, y la instalación donde se encuentra el otro rinoceronte con otros herbívoros. De Asia ya únicamente nos resta visitar a los dholes, una especie de zorro, y los zorros voladores, una especie de murciélagos de gran tamaño (y que dan bastante grima, la verdad).
Por último nos queda visitar Europa, cuya principal instalación es una granja con animales comunes (gallinas, cerdos, burros, ponis, etc) y una explanada donde viven gamos y muflones con los que puedes interactuar. También cuenta con la recreación de un típico pueblo griego (en el que se hacen los pases de los espectáculos infantiles), ruinas de un templo griego clásico y la entrada al parque acuático anexo Aqua Natura, pero ya tendrá su propio artículo en el blog.
Terra Natura tiene varias áreas de picnic por lo que te puedes llevar tu comida, aunque hay varios restaurantes en cada área con comida típica de cada continente, y los precios, a pesar de estar en un parque temático, no son excesivamente abusivos.
La entrada de día de adulto a Terra Natura cuesta 30 €, mientras que la entrada infantil (de 4 a 12 años) y la senior (a partir de 60 años) cuestan 24 euros. Hay descuentos bastante importantes para las familias numerosas, costando 19 € y 15,50 € respectivamente, pero es habitual que haya ofertas especiales, o buscando en páginas de cupones, y que lleguen hasta el 50% de descuento.
Una última recomendación, no os perdáis las actividades que plantea Terra Natura, no sólo los espectáculos, que son muy divertidos y les encantan a los niños (el staff artístico se lo curra mucho), si no también las experiencias y los horarios de alimentación de diversas especies, ya que aprovecharéis para conocer muchas curiosidades.

jueves, 2 de noviembre de 2017

UN MUSEO CON MUCHA HISTORIA: EL MAHE DE ELCHE

Ilici, Colonia Iulia Illici Augusta, Vila Murada, Elche, Elx, una ciudad con más de 25 siglos a sus espaldas, y un museo que recoge todo este legado, el Museo Arqueológico y de Historia de Elche, el MAHE.
El MAHE se encuentra en pleno centro de Elche, junto al Vinalopó y muy cerca de la basílica de Santa María, donde cada mes de agosto se escenifica el Misteri d'Elx, el drama sacro declarado Patrimonio de la Humanidad.
Abierto al público en 2006 tras la remodelación del antiguo Museo Arqueológico, se divide en dos partes diferenciadas. La primera abarca desde la prehistoria hasta el fin del Imperio Romano, incluyendo un "epílogo" que explica el trabajo de campo de los arqueólogos. 
En esta parte destaca, en primer lugar, una gran fotografía aérea del Campo de Elche (que los niños aprovechan para pisar) donde sitúan los yacimientos donde se encontraron las piezas que se exponen, siendo el más conocido el de l'Alcúdia, primer núcleo poblacional de Elche y lugar donde hallaron la Dama de Elche.
A través de diferentes espacios conformados por la disposición del mobiliario, puesto que la sala es un gran espacio diáfano, se explica no sólo la historia de Elche, si no que se emplea como ejemplo de la vida en las diferentes épocas de la antigüedad y de sus diferentes aspectos (agricultura, pesca, construcción, vida familiar, religión, etc.), a través de numerosas piezas encontradas en los yacimientos de Elche y sus alrededores. Hay de todo, desde pequeñas piezas hasta estelas funerarias de gran tamaño.
La segunda parte narra desde la dominación musulmana hasta nuestros días. Esta segunda parte se encuentra en el Palacio de Altamira, sede del antiguo Museo Arqueológico, un edificio histórico de Elche. La separación en estos dos espacios tiene una explicación lógica, puesto que los musulmanes se establecen en un nuevo núcleo, lo que denominaron Vila Murada, el actual centro histórico de Elche. Al comienzo de la visita en este segundo espacio un audiovisual nos explica la historia de Elche a través de su urbanismo y la evolución de la ciudad a través de los sucesivos siglos.
Entre ambos espacios encontraremos un lienzo de la antigua muralla islámica que rodeaba la ciudadela, y una de las puertas monumentales de entrada a la ciudad, además de parte de sistema de irrigación que transportaba agua a la ciudad y sus campos.
El MAHE es un museo muy entretenido y muy didáctico, cuenta con gran cantidad de recursos audiovisuales interactivos para explicar muchas piezas y muchos momentos históricos que han configurado la actual ciudad de Elche, y por extensión de la humanidad, algo que sirve para despertar la curiosidad de los más pequeños de casa, que no pararán de preguntar.
Pero el MAHE no solo debe visitarse por las piezas expuestas, sino que también Es muy recomendable subir hasta lo más alto de la Torre del Homenaje y dar una vuelta por el camino de ronda. Desde aquí las vistas son formidables y es un lugar privilegiado para observar el Palmeral de Elche, el otro Patrimonio de la Humanidad con el que cuenta Elche. Sólo se puede acceder por escaleras, así que cuidado con los niños y mayores.
La entrada general del MAHE cuesta 3€, pero existe descuentos para familias numerosas,  poseedores del Carnet Jove y jubilados, que pagan 1,50€, y para estudiantes, que solo abonan 1€. Además la entrada es gratuita todos los domingos, y todos los días para menores de 6 años, personas con diversidad funcional y con movilidad reducida. El museo, por cierto, es accesible casi al 100%, exceptuando el camino de ronda por donde, como hemos comentado, sólo se accede a través de escaleras.
Como se encuentra en pleno centro de Elche, aparcar no es tarea fácil, pero bajo el MAHE hay un parking público. También tiene cafetería, por si necesitamos coger fuerzas. No dudéis visitar este museo si os encontráis por Elche, tanto el propio espacio como el entorno no os defraudará.