sábado, 24 de noviembre de 2018

¿HOTEL O APARTAMENTO?

La pregunta que titula este post es una de las grandes dudas que nos surgen a la hora de planificar un viaje. Y es que la elección de un mal alojamiento puede mandar al garete toda la planificación de un viaje. 



Indudablemente a nosotros nos gustaría alojarnos siempre en un hotel de cinco estrellas con pensión completa (o todo incluido, quien sabe) pero nuestra disponibilidad económica es la que es y debemos ajustarnos a nuestras posibilidades, por lo que habitualmente optamos por el apartamento, aunque cada viaje es distinto y cada vez hay que volver a la casilla de partida. 



La decisión entre hotel o apartamento no es solo económica, hay otros factores que debemos de tener en cuenta. La primera es la disponibilidad de alojamiento. Pocos hoteles ofrecen habitaciones para familias numerosas y si tienen suelen ser suite junior o superiores. Se nos dispara el presupuesto. La alternativa no es que sea muy atractiva: dos habitaciones. Vale, al final la diferencia económica con una habitación de superior categoría no es tanta, pero ¿como nos repartimos? ¿Una triple y una doble? ¿Los padres juntos o separados? Caramba, una respuesta que ha provocado muchas más preguntas. Y es que esa pared que divide las dos habitaciones es un gran problema.



En un apartamento tenemos más controlada a la prole, incluso cada uno puede tener su propia habitación (o su cama) como en casa. Suelen ser más económicos, pero por contra nos tocara currar un poco más. Habitualmente no suelen tener un servicio que nos haga la cama, ni nos sirven desayuno, comida y cena. Es la contrapartida. Pero esto puede ser un inconveniente o aprovecharlo, como en el judo, a nuestro favor. De esta manera podemos salir a comer o cenar fuera, o probar algún producto local que compremos en la tienda de la esquina y del que desconocíamos su existencia. 




Una de las ventajas que suelen tener los apartamentos es la libertad de no estar sujetos a los horarios de comedor de los hoteles, que en ocasiones nos parten en dos una jornada de excursión, o hace que tengamos que apurar alguna visita si queremos llegar a tiempo. Pero si nuestro plan es de relax total, nada mejor que un hotel y dejarnos llevar. 



Nosotros nunca nos cerramos a ninguna de las dos opciones, pero advertimos que somos de visitar muchas cosas en nuestros viajes, por lo que normalmente optamos por el apartamento. Aunque irónicamente siempre empezamos buscando hotel. Sí, lo admitimos, somos fieles a Booking, quizás la experiencia de unos cuantos años nos ha llevado a que nos fiemos más que de otros comparadores como Trivago, por ejemplo. Siempre cogemos la opción de cancelación gratuita, ya que aunque sube un poco el precio, si existe algún imprevisto, que suele ser normal con tres niños, tendremos un respiro. Además últimamente cada vez incluye más otras modalidades de alojamiento, para competir con las plataformas de alquiler de apartamentos.

Nuestro método es ir buscando, siempre en ventana de incógnito para intentar no almacenar cookies y que al volver a mirar el mismo alojamiento nos intenten clavar, hasta encontrar lo que nos interesa. Si salta la liebre y encontramos una oferta, mejor que mejor, pero es algo que no suele suceder si buscamos un destino concreto en una fecha determinada. Cuanta mayor flexibilidad tengamos a la hora de viajar, tanto de fechas como de destino, mejores ofertas podremos encontrar.



Sentimos haber sido tan poco concretos, pero es cierto que la decisión depende de cada familia, de su situación económica, de las necesidades concretas del viaje, o de las ganas de cocinar y limpiar que tengamos. Para otro artículo dejaremos otros tipos de alojamiento, como los campings, o incluso las autocaravanas. Por no hablar del gran recurso del viajero low cost, las casas de los familiares y amigos.

jueves, 15 de noviembre de 2018

EL PARQUE DE CABECERA DE VALENCIA, UN PARQUE PARA TODA LA FAMILIA

El Parque de Cabecera de Valencia es uno de los últimos parques que se ha inaugurado la ciudad. Está situado en el antiguo cauce del río Turia justo cuando abandona el término municipal de Mislata y se adentra en la ciudad punto de ahí viene su nombre de sea la cabecera del Turia en la ciudad de Valencia.


El parque tiene una extensión de cerca de 330.000 metros cuadrados y ha servido para urbanizar una de las últimas zonas vírgenes que quedaban en la ciudad que, además, estaban afectadas por graves problemas sociales derivados de la venta y consumo de estupefacientes que se hacía esta zona dominada por las cañas que crecían de forma salvaje.

Nuestra recomendación es que lleguéis paseando desde el Jardín del Turia. Por otros medios no tiene pérdida, ya que si nos acercamos en nuestro vehículo particular podemos tomar de referencia el Bioparc y si preferimos llegar con los autobuses públicos hay varias líneas que llegan hasta este punto.


¿Qué podemos hacer en el Parque de Cabecera? La verdad es que este parque es bastante completo y podemos realizar una gran cantidad de actividades para toda la familia. Al llegar lo primero que divisamos es el gran lago central alrededor del cual se van desarrollando el resto de espacios del que consta este parque. Podemos alquilar unas barcas o unos patines en forma de cisne para navegar por el lago. En el lago habitan patos, a los que la gente les echa pan para comer, y tortugas, a pesar de que hay carteles que indican que no se puede dar de comer a los patos ni soltar tortugas.


Junto al puesto donde se alquilan las barcas se encuentra el bar, en el que podemos tomar algo, y los servicios públicos, por si tenemos una necesidad. Sus precios no son muy elevados, por lo que si sale un buen día, no es mala opción para disfrutar del entorno. 


Bordeando el lago hay un sendero que se puede recorrer andando sin ningún tipo de dificultad, un trazado adecuado para cualquier persona. El paseo, debido a la gran cantidad de vegetación existente, es muy agradable. Hay unas praderas en el que se puede realizar un picnic.

Llama la atención que en la colina, que sirve de mirador del parque, haya un auditorio al aire libre con un pequeño escenario, aprovechando la falda del montículo para situar el graderío. Aquí se han celebrado actos políticos, conciertos de bandas de música, incluso clases gratuitas (y públicas) de yoga o baile. Porque una de las características de este parque es la gran cantidad de vida que tiene. Casi a cualquier hora se puede ver a gente haciendo ejercicio, ya sean runners, ciclistas o los de la “ruta del colesterol”.


Si seguimos adentrándonos en el parque nos toparemos con una zona donde se puede realizar ejercicio, y unos metros más allá, un parque infantil con forma de barco en el que los niños pueden disfrutar de lo lindo. Los fines de semana suele estar abarrotado de niños, lo que hace que puedan encontrar nuevos compañeros de juego en cada visita.


También forma parte del Parque de Cabecera el Bioparc, el actual parque zoológico. Aunque en teoría esté integrado, pero se tiene que adquirir una entrada para acceder. Es un parque de nueva generación, de los que carecen de jaulas, disimulan las barreras entre animales y humanos, y recrean los hábitats originales de las distintas especies. Es un parque muy chulo y no debéis de perder la oportunidad de visitarlo si estáis por Valencia. 


El Parque de Cabecera puede ser el punto inicial de una ruta por el noroeste de la ciudad de Valencia, ya que muy cerca tiene varios espacios que podemos visitar. Además del propio parque y el Bioparc, apenas un centenar de metros separan el Museo de Historia de Valencia, que está dedicado a la historia de la ciudad aunque, irónicamente, está en el término municipal de Mislata y construido en un antiguo depósito de aguas que fue abandonado a mitad del siglo XX. Como véis este parque es muy completo y nos ofrece muchas opciones para disfrutar de un día en familia, aprovechémoslas.

jueves, 8 de noviembre de 2018

DE VISITA POR EL SALÓN VIDEO GAME COMIC DE ALICANTE

Hace un par de semanas nos dejamos caer por el Salón Video Game Comic, que se celebró en IFA, la Institución Ferial Alicantina. Vamos, lo que viene siendo la feria de muestras. Se encuentra junto al Aeropuerto de Alicante-Elche. Siendo la primera vez que íbamos a un evento de estas características, nuestra opinión no puede ser más positiva.




En primer lugar nos llamó la atención que se pareciera tanto a las Comic-Con a las que van los protagonistas de The Big Bang Theory. No sé, las diferencias culturales entre los EEUU y Europa, y en especial con España, son muy grandes. Pero oye, esto debe de ser una de las consecuencias de la globalización.

Otra de las cosas que también nos sorprendió es la cantidad de familias que fueron a pasar el día. Y esto lo está diciendo una familia, y numerosa. A ver, pensábamos que iba a ser una cosa más de adolescentes y veinteañeros, que habían, y muchos, pero comprobamos que, como nos pasó a nosotros, había propuestas para toda la familia. 


Dicho todo lo anterior, vamos a entrar en harina. El Salón se divide en varios espacios, dedicados cada uno a distintas temáticas. Nada más entrar, a mano derecha, te encontrabas con un par de asociaciones de fans de Star Wars ataviados para la ocasión como los personajes de las películas. Por una parte estaban los miembros de la Legión 501, que además de un photocall habían hecho una gynkana con preguntas sobre la saga (algunas no eran fáciles) y junto a ellos estaban Star Wars Alicante, otra asociación. También había una réplica muy conseguida de R2D2, el droide "cabezudo". También se encontraban miembros de Ghostbusters España, vestidos como los auténticos Cazafantasmas.

Si al entrar te dirigías a la izquierda te encontrabas con el panel de cómics y con una de las actividades estrellas del Salón, la firma de autógrafos y fotos por parte de Mark Everex, actor que ha participado en la nueva trilogía de Star Wars, y Julian Glover, actor inglés que, entre otras, ha participado en El Retorno del Jedi, Indiana Jones y la Última Cruzada (el malo, el que llevaba un traje blanco) y en Juego de Tronos. Los precios, 10€ por un autógrafo y 30€ por foto firmada, nos parecieron bastante caros. El sábado también tuvieron un encuentro con fans, escoltados por la Legión 501, en el que hubo un momento un poco tenso por la falta de civismo (así lo entendió Julian Glover) de algunos asistentes.


Una vez dentro de la zona de stands podias encontrar casi cualquier objeto relacionado con el coleccionismo y el merchandising para fans. Camisetas, figuras, llaveros, posters, tazas, objetos que imitan a los que usan los personajes (la varita de Harry Potter, por ejemplo). Evidentemente puedes dedicar muchas horas a ver todo lo que hay, y puedes dejarte muchísimo dinero si te entra un impulso consumista, o un capricho de fan. Algunas cosas eran verdaderas maravillas.

La zona de cómics era muy chula. Para mi tiene un aspecto casi romántico las cajas donde se apilan colecciones y tienes que ir pasando ejemplar a ejemplar para localizar el que buscas, o el que te falta. También se presentaba la oportunidad de comprar ilustraciones directamente de la mano de algunos artistas que se encontraban en el Salón. Los precios variaban, pero había cosas muy asequibles.


En relación a los cómics (o más bien el tebeo) en el centro del salón, frente a la entrada principal, estaba situada la exposición 'El exilio ilustrado', que estaba allí de la mano del IVAJ (Instituto Valenciano de la Juventud) y que estaba compuesta por una serie de paneles con reproducciones de ilustraciones realizadas por diversos artistas que representaban a intelectuales que habían tenido que salir al exilio tras la Guerra Civil, junto a una breve biografía de cada uno. La exposición es muy bonita y sería muy recomendable que se fuera moviendo por diversos lugares.

Y llegamos a una de las secciones donde más público se agolpaba, especialmente los más jóvenes: los videojuegos. Por si no lo tenía suficientemente claro, pude comprobar el tremendo tirón que tiene Fortnite. La cola más larga de todo el Salón. Pero no sólo de Fortnite vive el gamer: Red Dead Redemption 2 o Fifa 2019 eran algunos de los títulos a los que te podías viciar un rato. También arcades con juegos clásicos, para aquellos que somos, ejem, pre-millenials.


Al fondo del Salón se podían encontrar dos grandes espacios dedicados a los juegos de mesa (los modernos, ni el parchís, ni el Trivial) y a los juegos de rol. Aquí también había muchas familias, demostrando así que no todo el ocio familiar tiene porque girar alrededor de una pantalla. Junto a este espacio se accedía a jugar al airsoft, pero poco más os podemos decir, ya que era en el exterior y el día no acompañaba.

Comprenderéis que no se tardan diez minutos en verlo todo y en algún momento hay que hacer una parada en boxes. No problem, había una zona de restauración. Como no podía ser de otra manera, además de puestos con los habituales perritos calientes, hamburguesas, bocadillos y café, habían puestos de noddles (la gran cantidad de otakus presentes necesitaban carbohidratos) y un bar de cereales. Que en si mismo no me sorprende, pero 12 y 15€ por una caja de cereales... ¡Deben de saber a gloria bendita!


Por si todo esto no es suficiente actividad también podías participar en una serie de talleres. Había temáticas para todos los gustos: sobre bandas sonoras de videojuegos, crear pociones de Harry Potter, de las distintas etapas de la creación y realización de un cómic (guión, ilustracion, entintado...), manualidades con corcho, fieltro, bisutería. Y un largo etcétera.

Cabe destacar la imaginación y el curro que se pegaron muchos de los asistentes con sus cosplays, es decir, disfraces de personajes (del inglés COStume-disfraz y PLAY-jugar). Había un concurso con interesantes premios, pero la inmensa mayoría lo hacía por simple y pura diversión. Podemos destacar un par de chicas vestidas como las niñas de El Resplandor (sí, la peli de Stanley Kubric) y muchísimos personajes de manga.  


Resumiendo, nuestra primera visita a un Salón Video Game Cómic no será la última. Aunque el precio de las entradas pueda parecer a priori un poco caro (8€ el sábado, 7€ el domingo, 10€ el bono de los dos días, gratuita para los menores de 5 años) la gran cantidad de actividades que puedes realizar dentro (aunque algunas se pagan aparte) hace que se amortice cada euro pagado. Al fin y al cabo lo que importa es que nos lo pasamos muy bien, y eso, visto lo visto últimamente, no tiene precio.

jueves, 1 de noviembre de 2018

EL MUSEO DEL ROBOT DE MADRID, EL FUTURO ESTÁ AQUÍ

La última vez que estuvimos en Madrid, y coincidiendo con el cumpleaños de nuestro hijo mayor, decidimos visitar uno de los museos más curiosos y sorprendentes de la capital, el Museo del Robot (The Robot Museum), donde evidentemente encontraremos expuestos gran cantidad de prodigios cibernéticos. Y es que, como cantaba Radio Futura en Enamorado de la moda juvenil: "El futuro ya está aquí".


El Museo del Robot se encuentra en la Avenida Alberto Aguilera n°1 de Madrid. Se encuentra dentro de lo que se ha denominado Madrid Central, donde desde el 30 de noviembre hay una importante restricción de tráfico para reducir la contaminación ambiental, por lo que os aconsejamos que utilicéis el transporte público, o que lleguéis paseando, como hicimos nosotros.

Este espacio se encuentra dentro de la tienda Juguetrónica, especializada en juguetes tecnológicos. No sabemos si conocéis la tienda, a veces han colaborado con El Hormiguero prestándoles algún robot, pero si podéis visitad la web, o directamente id a la tienda. ¿Cómo explicaros como es la tienda? Para empezar, es una auténtica gozada. Imaginaos gente de casi (repito: casi) 40 años (y no miramos a nadie) tocando todos los cachivaches posibles. Y a los niños, claro, que se volvían locos con los juguetes teledirigidos, las réplicas de Star Wars, etc. A decir verdad, creo que los mayores lo pasaron mejor que los niños, por difícil que parezca.


La visita al Museo del Robot se realiza mediante pases con un horario cerrado. Hay un número limitado de plazas, pero no hay muchos problemas para conseguir una entrada. La visita comienza en la misma tienda, donde hay una pequeña experiencia con un robot humanoide utilizado en programas de robótica educativa de la marca Meccano. El robot canta y baila. Pero esto no ha hecho más que empezar.

La siguiente parte de la visita transcurre en el sótano de la tienda, donde está el grueso de la visita. En las escaleras de acceso hay una pequeña colección de juguetes robóticos, desde robots sesenteros de hojalata y accionados por cuerda, hasta modernos robots educativos. 


Ya en el museo propiamente dicho pasaremos a ver un audiovisual en el que nos presentarán a Nao y Pepper, dos de los robots más avanzados actualmente, con funciones de interacción con las personas, que reconocen órdenes por voz y ejecutan una gran cantidad de acciones, incluido andar sorteando obstáculos. La verdad es que sorprende mucho la evolución de estos robots, tanto que Pepper se nos quedó mirando y nos dio un poco de miedo. Debe ser la herencia de haber visto pelis como Terminator o Blade Runner...

Tras la exhibición de Nao y Pepper, pasamos a conocer los robots que muestran en las vitrinas que hay en el espacio expositivo. Hay varias temáticas. Por una parte la evolución de robots de "protocolo", es decir, los abuelos de Nao y Pepper. Es gracioso ver a los robots ochenteros con esa estética tan particular y reconocible.


Junto a estas vitrinas se exponen un par de robots construidos por Alejandro Alonso Puig, un experto en robótica español, que presentó sus creaciones en varias Campus Party, aquel evento tecnológico que reunía a miles de aficionados a la informática en Valencia. Retrorobot, por ejemplo, está construido con elementos comunes, incluso alguno ya de desecho, y fue creado como experimento para demostrar las posibilidades reales de la robótica y la programación. 

A continuación se pasa a ver las réplicas de los últimos modelos de humanoides de Honda o Sony, robots complejísimos dotados de una gran cantidad de tecnología para imitar el movimiento humano y, lo que los hace realmente especiales, inteligencia artificial para ir aprendiendo poco a poco. Pueden incluso interactuar con gestos faciales para facilitar la comunicación. 


Para relajar un poco el ambiente la visita sigue por una colección de robots de cine y televisión. Desde los trastos de Perdidos en el espacio o Planeta prohibido, donde un actor se encerraba para darles vida, a los icónicos R2-D2 y C3PO (que también albergaban actores dentro) que popularizaron la robótica en el cine, pasando por Bender, Mazinger Z, Sonny (el inquietante protagonista de Yo, Robot) hasta acabar en el T-800 de Terminator.

Al final de la exposición se muestra una de las colecciones más numerosas del mundo de perros Aibo. Esta es una mascota robótica en forma de perro pequeño que a través de sus sensores era capaz de interactuar con su dueño, como si de un perro de verdad se tratara. Este Aibo causó un verdadero furor en Japón. Teniendo en cuenta que no hay que darle de comer ni sacarlo a pasear... También se muestra a PLEO una mascota robótica con aspecto de un simpático dinosaurio. Esta mascota es una de las más avanzadas, con una gran cantidad de sensores y servomotores que parecen dotarlo de vida. El dueño de este robot tiene que cuidarlo y darle de comer, o mostrarle una serie de objetos diseñados para enseñarle diversas cosas. Según los cuidados que se le proporcione y lo que le enseñemos, cada uno evolucionará hacia una personalidad distinta y "envejecerá" hasta que... haya que resetearlo.


Los horarios de los pases son de lunes a viernes a las 17:00 y 20:00 (y a las 13:30 en julio y agosto). Los sábados los pases son a las 16:15, 17:15, 18:15, 19:15 y 20:15. La visita general cuesta 4€ para adultos y 2€ para niños entre 5 y 14 años. Los menores de 5, las personas con una discapacidad superior al 33% y los desempleados tienen entrada gratuita. Hay una tarifa familiar por 6€ que incluye a dos adultos y dos niños (menores de 14 años), pero que solo es aplicable de lunes a viernes.  


Si sois aficionados a la robótica y a la informatica no lo dudéis, tenéis que visitar este museo. La gran cantidad de curiosidades que encierra lo convierten en uno de lo más llamativos de Madrid. Allí podréis comprobar la evolución de la robótica, un proceso imparable, donde dentro de poco lo que hoy nos parece casi de ciencia ficción, en pocos años será común o, incluso, estará completamente desfasado.

jueves, 25 de octubre de 2018

LA RUTA SENDERISTA A LA TORRE DE LES CALETES

Domingo por la mañana. Nos levantamos un poco más tarde de lo habitual, que nos lo hemos ganado durante la semana. ¿Qué hacemos hoy? Empezamos a hacer propuestas, algunas más cercanas, algunas más disparatadas. Finalmente nos decidimos por ir al lado de casa, a Serra Gelada, a que nuestros hijos descubrieran un paraje que, a pesar de estar muy cerca de casa, no conocían. ¿Cómo motivarles? Fácil, íbamos a vigilar si venían piratas.


Al Parque Natural de Serra Gelada lo atraviesan tres senderos: el rojo o el del Faro del Albir, del que ya os hablamos; el amarillo, que cruza la sierra de punta a punta; y la ruta azul, o de la Punta del Cavall, en Benidorm, de la que os vamos a hablar. También se la conoce como la ruta de les Caletes, ya que al final del recorrido hay una torre vigía con este nombre.

El recorrido es muy fácil sólo encontramos un primer tramo con una cuesta pronunciada y un tramo final con una pendiente más suave, pero en ningún momento nos pondrán en apuros. Toda la ruta está cerrada al tráfico y asfaltada, y sorprendentemente está en muy buen estado, por lo que se puede hacer a pie, en bicicleta, patines...o silla de ruedas, que os parecerá una locura, pero vimos varias personas con un mobility scooter, una silla de ruedas motorizada, vamos (si habéis estado en los últimos años en Benidorm sabréis de que hablo).


Nosotros los 3,400 km de recorrido (1700 m. de ida + la vuelta) los hicimos en cerca de 75 minutos. Un ritmo muy asequible marcado por nuestros tres hijos. Estoy convencido de que cualquier persona acostumbrada a caminar puede hacerlo en menos de una hora.

Podemos aparcar junto al inicio de la ruta. Para llegar hay que seguir las indicaciones de la Cala del Ti Ximo desde el final de la Avenida del Mediterráneo. Tanto el Ti Ximo como la cala de la Almadrava (en valenciano es con v) son dos pequeñas calas, recogidas, y que en verano son una alternativa perfecta a los grandes arenales de Benidorm.


A lo largo de la podréis divisar bastante vegetación mediterránea, fundamentalmente arbustos como enebros, y plantas con flor como el limonio (Limonium parvibracteatum) o la anteojeras (Biscutella montana). Respecto a la fauna, las gaviotas nos acompañarán durante todo el camino. Tuvimos suerte y vimos un par de lagartijas que habían salido al asfalto a tomar el sol. Al principio nos encontramos con un pescador que había capturado tres ejemplares de un tamaño considerable (cerca del metro). Aunque he buscado no encuentro la especie concreta (puede que congrios). Y es que el 80% de la superficie del Parque Natural de Serra Gelada es mar, y podemos practicar en estas aguas buceo y/o snorkel.


Pronto divisaremos donde finaliza la ruta, en la Torre de les Caletes. Ésta forma parte de la línea defensiva construida en tiempos de Felipe II para prevenir los ataques berberiscos a las costas. Esta torre se comunicaría con señales de fuego y humo con la Torre Bombarda, situada junto al faro del  Albir, y con el castillo de Benidorm y la torre del Aguiló, con las que tiene contacto visual. De la torre solo queda el cuerpo central, construido con piedras y mortero, y hace unos años fue sometida a un proceso de restauración debido a que amenazaba ruina.


Una vez lleguemos a la torre disfrutaremos de las impresionantes vistas de los acantilados de Serra Gelada y la Illa Mitjana (isla mediana) un pequeño islote. Además se llega a divisar una de las dunas fósiles de Serra Gelada. Aprovecharemos que hay que dar la vuelta para tomar un respiro, y tomar todas las fotos que estimemos conveniente. Y no serán pocas.


Esta ruta permite un bonus track, subir hasta el alto de La Cruz. Se conoce así porque en diciembre de 1961 una misión católica instaló una cruz para expiar a la ciudad, cuna del pecado que permitía a las mujeres bañarse en la playa en bikini. Es uno de los puntos más elevados de la ciudad (237 metros de altitud) y las vistas son simplemente espectaculares. Debido a que un temporal arrancó la cruz original de madera, ésta se sustituyó a mitad de la década de los 80 por una cruz metálica con iluminación nocturna, que permite que sea visible por la noche. La cruz se  ha convertido en un lugar de recuerdo de difuntos (vimos incluso una urna cineraria). Para compensar aquí muchas parejas se reparten amor, y hasta se han rodado películas porno.


Además de los valores medioambientales, paisajísticos e históricos que atesora esta ruta, si hay algo  que nos sorprende es que estando en Benidorm, una de las ciudades más bulliciosas del Mediterráneo español, parece que estemos en otro lugar. La tranquilidad es asombrosa. Podemos decir, sin lugar a dudas, que es un auténtico tesoro. ¿Lo esconderían los piratas?

jueves, 18 de octubre de 2018

NUESTRA EXPERIENCIA EN TERUEL

No nos cansaremos de decirlo: Teruel es una de las provincias que menos se conoce de nuestro país, y es una de las que más vale la pena descubrir. Nosotros ya hemos estado tres veces con nuestros hijos, y otra sin ellos, y nos sigue encantando. Si tuviéramos que recomendar un lugar por el que empezar a visitar esta provincia, recomendaríamos la capital.


La ciudad de Teruel es muy cómoda para visitar con niños. Su centro histórico es pequeño pero "matón". Que gran parte sea peatonal (o semi-peatonal) ayuda mucho a caminar un poco más despreocupado. Mi abuela lo definiría como "amanosita", es decir, que todo se encuentra a mano, algo que también es destacable.


Si hay un lugar de Teruel verdaderamente emblemático esa es la plaza de Carlos Castel. A esta plaza le pasa un poco como a Manolito Gafotas, que si preguntas por Manolito García Moreno la mayoría se encogerá de hombros, pero si preguntas por la plaza del Torico... Es el epicentro de Teruel. El centro de esta plaza con forma ovalada es la fuente, inaugurada en 1858, y decorada con una columna sobre la que se alza una pequeña escultura de un toro, que le da nombre a la plaza. Cuando lo ves por primera vez decepciona el tamaño, pero a la vez hace que sea más simpático. Cuatro cabezas de toro ejercen de caños, de donde surte un agua que en pleno agosto está muy fresca. La columna la decoran estrellas, como el escudo de la ciudad, elementos que provienen de una leyenda medieval.


También la plaza del Torico es uno de los espacios más vivos de la ciudad. Bajo sus soportales se alternan cafeterías con comercios, en su mayoría de productos selectos, sobre todo embutidos y jamón. Es muy recomendable sentarse un poco en una terraza y contemplar los edificios que la envuelven, en especial la casa del Torico, con su característica fachada de color lila. Sale en casi todas las fotos de la plaza ya que está justo detrás de la fuente. Del edificio original sólo se conserva la fachada, una de las más características de la arquitectura modernista en Aragón.


De esta plaza sale un tren turístico que recorre todo el centro. Uno de los puntos más emocionantes en el recorrido (sí, un tren turístico puede guardar grandes emociones) es su paso a través de la torre del Salvador. Pasa a ras, tanto que si tienes la mala cabeza de sacar algún miembro, puedes acabar perdiéndolo (no lo deseamos). Esta es una de las tres torres mudéjares que se alzan en el centro de la ciudad y son otro de sus símbolos. Estas tres torres son, además de la del Salvador, la de San Pedro y San Martín. La duración del recorrido del tren es de unos 45 minutos. Los precios por trayecto son: Adultos 3,50 €, niños de 4 a 10 años y mayores de 65 años 2,50 €. Los menores de 4 años no pagan. El horario del tren turístico es de 11:00 a 14:00 y a partir de las 17:00.


El arte mudéjar se caracteriza por la aplicación de elementos de inspiración andalusí, el uso del ladrillo como principal elemento constructivo, además de la madera, y la decoración con cerámica vidriada. Se circunscribe casi exclusivamente a la Península Ibérica, con algún elemento en Sicilia y América. Las tres torres mudéjares de Teruel junto algunos elementos originales de la Catedral de Santa María fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1986.


La Catedral se encuentra muy cerca de la plaza del Torico. Se encuentra un poco oculta y puede que pase un poco desapercibida, ya que la fachada a los pies es muy simple, como de una parroquia menor. Esto cambia en la plaza de la Catedral, junto a la torre y a la portada neomudéjar, un movimiento que rescató elementos mudéjares a finales del s. XIX y principios del XX. Conviene entrar y echar un vistazo al techo, ya que es uno de los elementos merecedores de la declaración Patrimonio de la Humanidad. Os sorprenderá gratamente.


Uno de los lugares que más me gustan de Teruel es la escalinata. Fue construida a principios del s.XX para conectar el centro de la ciudad con la recién estrenada estación de ferrocarril. Evidentemente este nuevo espacio y este medio de transporte supuso una revolución en la ciudad. Su arquitectura neomudéjar la pretende emparentar con las torres. Está decorada con paneles cerámicos y relieves con la historia de los amantes de Teruel. Si no queréis (o no podéis) bajar o subir por sus peldaños, entre los años 2001 y 2003 se hizo una importante actuación en la zona e instalaron dos ascensores. Pero ojo, nosotros nos los hemos encontrado fuera de servicio muchas veces. Consejo para padres/madres: a los pies de la escalinata hay un parque con juegos infantiles (hay un módulo que todavía no comprendo para que sirve), donde vuestros hijos pueden desfogarse un ratito.


Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla eran dos chiquines que vivían en el Teruel del siglo XIII. Su historia, mitad leyenda mitad realidad, narra el amor de la pareja, obligada a separarse porque la familia de ella (hija único y con posibles) quería un pretendiente con dinero, no como él, que a pesar de venir de buena casa al ser segundón estaba tieso. Al regresar de un exilio económico de cinco años dispuesto a desposar a Isabel, ella se acababa de casar y él fallece al no recibir un último beso de su amada. Ella, afligida, le besa finalmente en el velatorio de Juan, muriendo de inmediato. No, no son Romeo y Julieta ni ocurrió en la Italia medieval. Son los Amantes de Teruel (tonta ella, tonto él). Esta historia-leyenda se representa cada tercer fin de semana de febrero, recreando las bodas de Isabel y la muerte de ambos, volviendo por unos días al s. XIII.

Pero también podéis visitar el mausoleo de Juan e Isabel, a los que se decidió enterrar juntos, debido al amor que se profesaban. El museo indaga acerca del contexto sociocultural del Teruel de la época, para pasar a explicar la historia de los amantes, el debate acerca de la veracidad de los hechos y su influencia en el arte. La parte central del museo es el sepulcro, que representa a los dos amantes yacentes, con sus manos muy cerca pero sin tocarse. La escultura es obra de Juan de Ávalos, el autor de las esculturas monumentales del Valle de los Caídos. También se habla de amor, incluso los visitantes pueden dejar mensajes en tarjetas en forma de corazón. El edificio fue rehabilitado en 2005. Abre de lunes a domingo de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00. La entrada general cuesta 4€, 3€ la reducida (menores de 15 años, estudiantes hasta 25 y jubilados) y los menores de 7 años entra gratis. También existe la posibilidad de entrada conjunta para visitar la iglesia de San Pedro (donde se veló a Juan y murió Isabel) y su claustro.



En lo que era el exterior del antiguo Teruel (de hecho se adentra en el barrio del Arrabal) se encuentra el acueducto de los Arcos, el más grande de los acueductos renacentistas construidos en España. Bajo del acueducto hay una zona donde suele haber aparcamiento, y no creo que sea posible así olvidar donde dejas el coche.


Uno de los recursos turísticos que ha relanzado a Teruel turísticamente es Dinópolis. No nos vamos a enrrollar mucho en esto porque ya le dedicamos un artículo hace un tiempo, y dentro de unas semanas le dedicaremos otro ampliándolo, con la experiencia de nuestra última visita. Solo decir que si tenéis niños es imprescindible. Si no los tenéis, la visita, sobre todo del museo paleontológico es muy interesante. Además muchos alojamientos ofertan descuentos (o invitaciones) por lo que no tenemos excusa.



La cercanía de Teruel al centro peninsular, a la Comunidad Valenciana y gran parte de Cataluña, hacen que sea un destino excelente para una escapada, para un fin de semana o un puente. Nosotros ya hemos convencido a varias familias (cuando volvamos ya exigiremos nuestra comisión jeje). Si la capital se os queda pequeña siempre podéis hacer excursiones al resto de la provincia. Pero de eso hablaremos otro día.

jueves, 11 de octubre de 2018

6 CIUDADES DE CINE EN ESPAÑA

Desde hace unos años ha cogido impulso el denominado turismo cinematográfico, es decir, visitar ciudades o localizaciones donde ha rodado nuestras pelis o series favoritas. Incluyo lo de series porque parte de la culpa de este auge recae en la serie Juego de tronos, que ha utilizado por todo el mundo escenarios reales para recrear los reinos de esta saga. El éxito de la serie ha supuesto que los fans quieran visitar Dorne o Desembarco del Rey.



Muchos municipios, que no son tontos, han visto una nueva forma de atraer visitantes y, por una parte, han profesionalizado sus Film Office, es decir los departamentos encargados de gestionar los rodajes (cortes de tráfico, cobro de tasas, etc.) y, por otra, se han coordinado con los correspondientes departamentos de turismo para rentabilizar toda esa publicidad gratuita que los medios audiovisuales les aporta. Tanto es así que, por ejemplo, la Benidorm Film Office fue reconocida por la Agencia Valenciana de Turismo durante el Día Mundial del Turismo por su labor de difusión del destino.

Rodajes internacionales en España han habido desde casi la invención del cine. En los años 50 y 60 la apertura de la autarquía propició que nuestro país fuera escenario de algunas superproducciones (como las de Samuel Bronston) aprovechando la climatología favorable y sobre todo las facilidades puestas por el régimen franquista y por los bajos sueldos de los equipos técnicos y artísticos (más sse comparan con su calidad).


Vamos a dar un repaso por 6 ciudades en España donde practicar turismo cinematográfico:



- Madrid: La capital es uno de los escenarios más usados por la industria, ya que al estar basada aquí los desplazamientos son mínimos. Si tuviera que elegir un escenario, sin duda escogería la Gran Víaescenario de la perturbadora escena inicial de Abre los ojos, y donde se sitúa el cartel de Schweppes protagonista de la icónica huida de El día de la Bestia. La Plaza Mayor fue el escenario que más traumas intergeneracionales ha causado, ya que Chencho el benjamín de La Gran Familia, se perdió en vísperas de la Navidad. Mucho más cerca en el tiempo cabe recordar a Jason Bourne por la estación de Atochaun escenario más de sus aventuras.




- Girona: Para los fans de Juegos de Tronos Girona es Desembarco del Rey. La Catedral gironina fue testigo del paseo de la vergüenza de Cersei Lannister, una de las escenas cumbres de la serie de HBO. El magnífico estado de conservación del centro histórico no solo atrajo a Juego de Tronos, si no que también fue escenario del rodaje de El Perfume, una superproducción europea basada en el bestseller de Patrick Süskind (muy bonita pero un poco fallida). Para los millenials (y sobre todo LAS millenials) Girona fue escenario de algunas escenas de Tengo ganas de ti, la secuela de 3 metros sobre el cielobasadas en las novelas de Federico Moccia y protagonizada por Mario Casas, María Valverde y Clara Lago. Pandora o el holandés errante (protagonizada por Ava Gardner) o Soldados de Salamina también tuvieron como escenario las calles de Girona.




- Sevilla: la capital andaluza es una de las ciudades donde más películas se han rodado y más fácil es reconocer sus escenarios. Es difícil intentar no captar la belleza de la ciudad. Uno de los centros neurálgicos, cinematográficamente hablando, es la Plaza de España. Anakin Skywalker y Padme Amidala (los padres de Luke y Leia), junto a R2-D2, o Lawrence de Arabia han paseado por este espacio. Las calles del centro tampoco han escapado al influjo del séptimo arte. El Real Alcázar es otro de los lugares emblemáticos donde se han rodado películas y series (sí, aquí rodaron Juego de Tronos) La lista de películas rodadas en Sevilla es larga (e interesante): Lawrence de Arabia, 1492 la conquista del paraíso, El reino de los cielos, El viento y el león o El dictador, por citar ejemplos internacionales, o Nadie conoce a nadie, Alatriste, Carmen, Grupo 7 o La peste, como ejemplos de producciones españolas.




- Peñíscola: esta población costera de Castellón y, en especial, su castillo tienen un idilio con los rodajes de cine que viene de lejos. Luis García Berlanga ya vio las posibilidades de esta localidad en su mítica Calabuig. Despues El Cid, una producción de Samuel Bronson protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren, catapultó la fama de esta ciudad. El empujón definitivo ha llegado, como no, con Juego de Tronos. El castillo del Papa Luna fue protagonista del desembarco de la saga creada por George R. R. Martin. También series españolas como El chiringuito de Pepe o El Ministerio del Tiempo han tenido a Peñíscola como escenario. El departamento de Turismo ha editado una guía con los lugares claves de la cinematografía en Peñíscola, que permite a los fans reconocer los lugares utilizados en sus películas (o series) favoritas.



- Almería: No nos referimos a la capital, si no a algunos puntos de la provincia. Como imaginaréis uno de los lugares por excelencia es el desierto de Tabernas, donde se rodaron un buen número de spaghetti western, entre ellos los que rodó Sergio Leone con Clint Eastwood. En los estudios construidos en este desierto se han rodado más de 300 películas. Además de los western también destacan películas como Lawrence de Arabia, Cleopatra (que en su momento fue un fracaso económico), Patton, Conan el bárbaro o Como gané la guerra, dirigida por Richard Lester y protagonizada por John Lennon, que años inspiraría parte de Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba y protagonizada por Javier Cámara. Los estudios se han convertido en dos parques temáticos, pero siguen acogiendo rodajes como el de 800 balas de Alex de la Iglesia, que juega con la realidad-ficción de un actor que fue doble de Clint Eastwood. Pero no solo se ha hecho cine en Tabernas, el Parque Natural de Cabo de Gata fue escenario del rodaje de Indiana Jones y la última cruzada (aunque también se rodó en Tabernas). Uno de los escenarios más reconocibles es la playa de Monsul, aunque tuvo más localizaciones en varios puntos de Níjar.



- Benidorm: La ciudad turística por antonomasia también tiene su hueco en las producciones cinematográficas. Antes de que Manolo Escobar recorriera las calles de Benidorm, cámara mediante, el Benidorm preturístico había acogido el rodaje de Alba de América, una de las primeras películas impulsadas por el régimen franquista, simulando sus playas las del Nuevo Mundo. Desde entonces un buen número de rodajes han tenido como sede Benidorm. Entre las películas destacadas podemos citar Huevos de Oro, que utilizaba un Gran Hotel Bali todavía en obras. Cabe destacar dos series. Por un lado Fugitiva, protagonizada por Paz Vega, y estrenada en TVE. Fue realizada por la misma productora de Cuéntame, que también ha llevado de vacaciones a los Alcántara a Benidorm. La otra serie es Benidorm, así, tal cual, una comedia británica que se localizaba en un hotel y contaba las disparatadas historias de unos turistas. Estuvo 10 temporadas en emisión (hasta 2017), con un gran éxito.

Como estáis comprobando, el cine no solo se disfruta viéndolo, y gracias a numerosos recursos online (muchos de ellos surgidos por iniciativa de los seguidores) podemos conocer sus lugares de rodaje y sentirnos, durante un breve tiempo, estrellas. Hemos arrojado algo de luz con los que habéis visto en este post. Probablemente ya hayáis estado en alguno de estos destinos y seguramente conoceréis más, que los hay, y muchos. ¿Cual es vuestro favorito? No dudéis de dejarnos vuestros comentarios.