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sábado, 9 de marzo de 2024

LOS 7 MIRADORES MÁS ESPECTACULARES DE BENIDORM

Uno de los recursos más empleados cuando vamos a visitar cualquier sitio, sea una zona urbana o una zona natural, es ir a un mirador. Generalmente son gratis y las vistas que se admiran desde las alturas se nos quedan grabadas en la memoria durante mucho tiempo. Aquí no es una excepción y podemos observar la ciudad desde los miradores de Benidorm más espectaculares. ¿A quién no le gusta observar todo a vista de pájaro?

Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm

Vamos a repasar unos cuantos miradores para poder visitar con la familia. Algunos son accesibles con vehículo, otros no. La mayoría son gratuitos, pero avisaremos en el que se tenga que pagar. Sea como sea, os aseguramos que en cualquiera de los casos vais a triunfar. ¡No os olvidéis de la cámara!


La Creu (La Cruz), el lugar favorito de los miradores de Benidorm



Si queréis visitar alguno de los miradores de Benidorm, empezad por el más famoso. Subir es casi una obligación. Se encuentra en uno de los altos de Serra Gelada (Sierra Helada), a 237 metros sobre el nivel del mar. Desde las alturas se pueden ver las dos playas de la bahía de Benidorm y gran parte de la comarca de la Marina Baixa. Se puede acceder en coche y está perfectamente señalizado desde el final de la Avenida del Mediterráneo. El parking está más o menos a unos 100 m. y desde ahí se accede por una escalera un poco escarpada.

El nombre de este lugar proviene de la cruz que colocó una misión evangelizadora en 1961. Esta cruz debía de expiar los pecados de Benidorm, ya sabéis, por lo de permitir que en sus playas se usara el bikini y eso. En 1975 un temporal arrancó la cruz, que fue repuesta por una fabricada con travesaños de vías de ferrocarril (la anterior estaba hecha con postes de la luz). Esa cruz se cambió unos cuantos años más tarde por una con estructura metálica e iluminación nocturna.

La Creu se ha convertido en un lugar de recuerdo (hay unas cuantas urnas cinerarias), senderismo y también ha servido de escenario para varios géneros cinematográficos, desde el publicitario al cine para, ejem, adultos. Si queréis saber como son las vistas podéis saberlo viendo los vídeos del programa Late Motiv de Andreu Buenafuente. Desde aquí se tomó la fotografía que se usó durante varias temporadas como fondo del plató.


Tossal de la Cala, un mirador de Benidorm no tan conocido


Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm

Nos vamos ahora a la otra punta de Benidorm. A lo alto del Tossal de la Cala, que corona la playa de Poniente y divide los términos de Benidorm y Finestrat. Menos conocido que La Creu, pero igual de espectacular que otros los miradores de Benidorm. Se sitúa a 103 metros de altura. Se puede llegar en coche casi hasta su punto más alto. Está indicado pero deberéis ir con atención, porque si os confundís en un cruce acabaréis en la playa en vez de en lo alto.

Junto al mirador se encuentra el yacimiento del Tossal, del que os hablamos en otro post. Es el asentamiento más antiguo de Benidorm. Aunque hace años se pensaba que era ibérico, las últimas investigaciones retrasan su cronología hasta el s. I a. C. ¡Con estas vistas es normal que se establecieran aquí!


Azotea del Hotel Bali, donde las alturas son algo más



El Gran Hotel Bali es uno de los edificios más famosos de la ciudad. Es el segundo edificio más alto de Benidorm y el hotel más alto de España. Su azotea es uno de los miradores más espectaculares, un reclamo turístico de alto nivel. Situado a casi 186 metros del suelo, ¡más alto que el cercano Tossal de la Cala!

Respecto al aparcamiento no hay problema, pero hay que pagar para subir hasta lo más alto. El precio varía dependiendo de si sois clientes del hotel o si no os hospedáis aquí. Siempre podéis tener suerte y que os inviten a una boda oficiada desde las alturas.


El Mirador del Mediterráneo y la Plaza del Castell, el lugar de los Instagramers


Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm

Este es uno de los puntos más transitados de Benidorm. También es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad. Con todo el motivo del mundo. La Plaza del Castell (castillo) se sitúa sobre la Punta Canfali, que divide en dos la bahía de Benidorm. Desde esta plaza se tiene una visión panorámica de las playas de Levante y de Poniente y de la isla, con el mar Mediterráneo rodeándolo todo. Su balaustrada es uno de los elementos más famosos de Benidorm, y se han usado como imagen de la ciudad.

Desde la Plaza del Castell unas escaleras en zigzag se adentran en el mar hasta llegar al Mirador del Mediterráneo. La vista esta vez se traslada apenas a unos metros sobre el nivel del mar, más que desde las alturas lo haremos a vista de pez. Sentiremos el batir de las olas y si hay un poco de mala mar hasta es posible que nos salpique algo de agua al romper el mar sobre las rocas.

El mirador tiene forma de pentágono y hace pocos años se sometió a una reforma. El suelo se ha cambiado y una rosa de los vientos ha sustituido a las antiguas baldosas. También ha desaparecido una farola de cuatro brazos que tenía una peana que servía de asiento para descansar un poco antes de encarar la subida de la escalera y como lugar un poco más elevado para hacer fotos.


Cima del Puig Campana, desde las alturas de verdad



El Puig Campana es una montaña mágica, mítica. Ya deberíais saber que su tajo ha dado pie a leyendas y cuentos. Desde el caballo de San Jaime al gigante Roldán (pasando por los extraterrestes), alguien desgajó un trozo en uno de los puntos más altos que pasó a ser la isla de Benidorm. Estrictamente no se encuentra en Benidorm sino en el término municipal de la vecina población de Finestrat.

Para llegar a la cima necesitaréis una cierta preparación física y el equipamiento adecuado. No es excesivamente difícil, pero tampoco es fácil, ya que hay tramos con un desnivel considerable y piedras sueltas, por lo que las botas de montaña se hacen muy necesarias. También agua y algo de comida. Os recomendamos subir por la umbría, ya que disfrutaréis antes de un paisaje muy sorprendente.

Una vez arriba, a 1.406 metros sobre el nivel del mar, la vista abarca a Benidorm... y las comarcas de la Marina Baixa y gran parte de la Marina Alta. Todo esfuerzo merece la pena para disfrutar de uno de los miradores de Benidorm más impresionantes. Uno se quedaría allí arriba horas, a disfrutar de una vista que normalmente solo pueden gozar las aves. Aunque a simple vista no se ve, hay quien ha podido fotografiar las Islas Baleares desde la cima con unas condiciones climáticas y de luz muy particulares. De hecho a isla de Ibiza se encuentra a menos de 130 km. y la de Mallorca a unos 260 kilómetros.


Sierra Cortina, el más desconocido de los miradores de Benidorm


Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm

Si creéis que no tenéis la suficiente preparación (o ganas) para subir hasta la cima del Puig Campana, una buena alternativa es el mirador de Sierra Cortina. Se encuentra a medio camino entre los términos municipales de Benidorm y Finestrat. De hecho detrás de Sierra Cortina se "oculta" el pueblo de Finestrat. Para que lo entendáis, es la sierra donde se sitúa Terra Mítica. Este mirador no se encuentra a una altura demasiado considerable, unos 383 metros de altura de un máximo de 534, pero es más que suficiente. No vais a disfrutar como desde las alturas del Puig Campana, pero se ve perfectamente la bahía de Benidorm, todo su skyline y Sierra Helada. También las poblaciones vecinas.

Para llegar desde Benidorm hay que tomar la carretera CV-70 hacia La Nucía, y tras pasar junto al concesionario de Toyota y el KFC, en la siguiente rotonda, tomad la segunda salida hacia Finestrat. Avanzamos unos 3,8 km y doblamos al camino que se abre a la izquierda. Aparcamos y subimos por el camino que sube y que está asfaltado en gran parte del recorrido. Al cabo de unos 500 metros encontraremos el mirador, junto a un repetidor. Os dejamos la referencia de Google Maps para que consultéis el camino para llegar.

La gran ventaja de este mirador es que no es muy conocido y no va mucha gente, por lo que podréis estar bastante más tranquilos que algunos de los anteriores, sobre todo los que son mucho más famosos y visitados.


Parasailing, el mirador que no es un mirador


Los 7 miradores más espectaculares de Benidorm


Por último vamos a hablar de un mirador que no es un mirador. Porque no estáis sobre ningún suelo, si no suspendidos en el aire y volando gracias a un paracaídas amarrado a una barca. Esta experiencia será la que os hará tener un panorama a vista de pájaro más real, ya que generalmente está reservada para las gaviotas y otras aves marinas que vuelan sobre la bahía de Benidorm. Además es la experiencia más emocionante y toda una aventura.

Estas actividades se organizan desde el puerto deportivo de Benidorm en los meses con mejor tiempo (de mayo a octubre). Como ya hemos contado, te colocan en un paracaídas que despliegan desde una embarcación y te van elevando poco a poco. El vuelo dura aproximadamente unos 15 minutos, pueden compartir el barco varias personas y, además, dais un paseo por la bahía. El precio varía dependiendo de si lo hacéis solos o en pareja, a la vez, en el mismo paracaídas.

 


Y de esta manera podéis disfrutar, de formas muy diferentes, de unas vistas inmejorables de toda la ciudad desde los miradores de Benidorm. Unas veces desde las alturas, otras mucho más cerca del mar, y en otras podremos combinarlo con un poquito de naturaleza o de aventura. Ahora que ya los conoces, ¿con que mirador os quedáis?


viernes, 29 de mayo de 2020

UN DÍA NON STOP EN BENIDORM

Benidorm tiene el "honor" de cargar en sus hombros numerosos prejuicios. El más recurrente es que es un destino para jubilados. En parte es verdad, en temporada baja son muchos los hoteles que permanecen abiertos gracias al denominado "turismo senior", contribuyendo a que se mantengan miles de puestos de trabajo durante casi todo el año. Podéis imaginaros la catástrofe laboral que ha supuesto para muchas familias esta pandemia. Por eso os ofrecemos un plan de un día para venir a nuestra ciudad, la mejor para ir de vacaciones con la familia.


A lo largo de muchos años me he encontrado numerosos detractores de lo que se ha llamado "modelo Benidorm" pero la mayoría lo hacían desde el desconocimiento. Entiendo que haya gente a la que no le guste venir de vacaciones a Benidorm, puesto que en temporada alta hay una gran afluencia de gente (ojo, algo común a casi toda la costa española). Hay a quien no le gusta la construcción en altura (los rascacielos). No queremos extenderme mucho en esto, no es el tema de este blog ni de este artículo, y nosotros que vivimos aquí tenemos otra visión en muchos aspectos.

En honor a la verdad Benidorm es mucho más que abuelitos paseando y guiris achicharrándose al sol con las barrigas llenas de cerveza. Algo debe de tener cuando hace unos días el Gobierno anunció que en verano podríamos viajar, el destino más solicitado en Destinia fue Benidorm. Por eso hemos planificado un día a tope donde no va a haber (casi) tiempo para descansar, para que en cuanto podáis venir disfrutéis mucho de nuestra ciudad.


- Toque de diana, nos ponemos en pie. Duchados y vestidos, vamos a desayunar. Pero no un café con leche y un bollo, no. Vamos a coger fuerzas de verdad. Para eso lo mejor es un buen desayuno inglés. Ya sabéis, salchichas, bacon, huevos, judías con tomate, tostadas, tomates y una taza de té (o café si lo preferís). Hay varios lugares para degustarlo, pero nos decantamos por la "zona guiri", es decir, la zona en la playa de Levante más frecuentada por británicos. En la calle Gerona y la calle Londres tenéis varios locales (The Yorkshire Pride, John and Joseph's, The Drop Inn) muy recomendables.


- Como suponemos que no estáis acostumbrados a semejante atracón tan temprano, lo mejor será que lo bajemos. Para eso vamos a dar un paseo por el Parque Natural de Serra Gelada. Esta sierra se encuentra junto al mar, y es una de las culpables del microclima que disfruta Benidorm. Compartido por los municipios de Benidorm, Alfàs del Pi y Altea, aquí podemos observar fauna y flora típicamente mediterránea (ya os hablamos un poco en el post dedicado al Faro del Albir) . Nos dirigiremos junto a la Cala del Ti Ximo, una pequeña cala con una fantástica y tranquila playa de rocas. Desde este punto no se puede acceder con ningún vehículo a motor, a excepción de bicicletas, así que poneos calzado deportivo, y llevad agua. El paseo acaba en la Punta del Cavall (Punta del Caballo) donde hay una torre vigía que hace poco ha sido sometida a un proceso de consolidación. Disfrutad de las vistas de los acantilados, son espectaculares.  La visita la podemos completar subiendo (hay acceso en coche) a La Cruz, una de las cimas de Sierra Helada denominada así por la gran cruz que se instaló en 1961 (sustituida unos años más tarde) para expiar los pecados de la impía ciudad. Desde aquí se puede divisar una vista de toda la bahía.


- Nos hemos ganado el derecho a tomar algo, que no solo de vistas vive el ser humano. Si queréis tomar una cerveza, tenéis numerosas opciones. En el mismo Rincón de Loix os recomendamos El Capricho (Av. Ametlla del Mar), o más en el centro de la ciudad La Cofradía (C/ Gardenias) o Angelillo (Av. Jaime I). Benidorm cuenta con excelentes bares, muchos de ellos ya se han sumado al caña-tapa, con más o menos éxito.

- Ya es la hora de comer. Para ello nada mejor que un buen arroz. Nuestra opción favorita es el Restaurante Ulía, en la Avenida Vicente Llorca Alós, en La Cala. Además de comer un arroz excelente tiene unas vistas magníficas de la playa de Poniente desde primera línea. Podéis optar tanto por un arroz marinero (a banda, o del senyoret) como por una paella de carne.


- Un rato de relax en la playa. Ahora sí. Benidorm tiene cerca de 8 kilómetros de arenales para disfrutar. Si os gusta el gentío la playa de Levante es vuestro lugar. Si queréis un poco de calma acercaos a la playa de Poniente, en la zona de la Cala. Con los niños os recomendamos también la cala de Mal Pas, junto al puerto.


- Tras haber estado en la playa, nos hemos duchado y nos hemos puestos guapos, que viene la noche y hay que lucirse un poco. Daremos un paseo por la avenida del Mediterráneo. Esta es la arteria principal de Benidorm que une el centro con el Rincón de Loix. En sus casi 2 km. encontramos infinidad de bares y tiendas, incluso un casino. Si vais con niños os recomendamos parar un rato en la bolera o Festilandia, un pequeño parque de atracciones.


- ¿Os apetece ver la puesta de sol desde la Plaza del Castillo? Ésta se encuentra sobre el cabo Canfali que divide en dos la bahía de Benidorm. Por unas escaleras se accede al celebérrimo Mirador del Mediterráneo. Desde aquí podemos callejear por el casco histórico donde se encuentra, por ejemplo, la Iglesia de San Jaime y Santa Ana, donde en una de las capillas se encuentra la Virgen del Sufragio, patrona de la ciudad.


- Hora de cenar. Os proponemos una "sena de picogteo" a base de pintxos y tapas en la calle Santo Domingo, o como se le conoce popularmente, la "de los vascos". En esta calle, y las contiguas, encontramos un buen numero de establecimientos que nos trasladarán al mismo País Vasco. En el mes de junio se suele celebrar el Concurso de Tapas y Pinchos, donde una veintena de establecimientos de toda la ciudad demuestra su talento e imaginación en estos pequeños bocados.


- Si vamos con niños probablemente será hora de volver a nuestro alojamiento para descansar (el día ha dado para mucho), pero también queda opción para que los padres vayan un poco de marcha. Si queréis un plan tranquilo en la calle Alameda (muy cerca de la calle Santo Domingo) hay varios locales especializados en preparar gin tonics premium. Si queremos algo más movido os recomendamos los disco-pubs que hay en la playa de Levante, y si queremos darlo todo recurriremos a las discotecas "guiris" donde podremos bailar hasta que salga el sol.

¿Un día completo? Pues ni siquiera hemos pisado los dos parques acuáticos (Aqualandia y Aqua Natura), los dos parques de animales (Terra Natura y Mundomar) y el parque temático Terra Mítica. Y si tenéis ganas de más los municipios de alrededor como Altea, La Vila Joiosa, Polop, Castell de Guadalest, os ofrecen una completa oferta complementaria.


El sociólogo Mario Gaviria comparaba a Benidorm con la Coca Cola. Dice que sería como una botella de dos litros del refresco. A todos les gusta, se puede combinar y es barata. A mi me gusta tomar esa comparación y decir que, además, tiene numerosos formatos adaptados a los gustos y necesidades de cada consumidor: botella, lata, un vaso.... Sea como sea, os esperamos.

martes, 18 de febrero de 2020

DE RUTA SENDERISTA POR SIERRA HELADA

Si os gusta la práctica del senderismo la provincia de Alicante tiene un montón de posibilidades, no en vano es, por extraño que parezca, una de las más montañosas de España. Uno de los lugares que os recomendamos, sobre todo si vais en familia, es el Parque Natural de Sierra Helada (Serra Gelada), cuya parte terrestre se encuentra a caballo entre los municipios de Benidorm y Alfaz del Pi. Estas rutas senderistas son espectaculares porque transcurren muy cerca del mar y tienen unas vistas sobrecogedoras de los acantilados que, cortados a cuchillos, caen hasta el agua. 



En esta ocasión hemos realizado la que se conoce como ruta amarilla, la que recorre Sierra Helada de parte a parte, desde El Albir hasta Benidorm. Anteriormente ya habíamos hecho la ruta roja, también conocida como la ruta del Faro del Albir, en el término municipal de L’Alfàs del Pi; y la ruta naranja, también conocida como la de la Torre de les Caletes o Punta del Cavall, ya en término de Benidorm. 


Esta ruta amarilla, al contrario que la otras dos, no está muy recomendada para niños pequeños, especialmente el tramo inicial, quizá sí a partir de los 12 años, aproximadamente. Los mayores no tendrán excesivos problemas para completarla, no sé requiere una gran forma física para realizarla, a excepción de varios desniveles que os indicaremos. 



Aunque se puede realizar indistintamente partiendo del Albir (Alfaz del Pi) o desde Benidorm, decidimos hacer la ruta “oficial”, es decir, desde El Albir hasta la Cruz de Benidorm. Para ello dejamos un coche en el parking del Faro del Albir y empezamos la ruta.


Justo cuando se pasa por el merendero del Faro aparece una señal que nos indica “Alto del Gobernador”, que es el punto más alto de Serra Gelada, y el inicio del sendero que tomamos. En apenas dos kilómetros de caminata ascenderemos de los 50 msnm, a los que se encuentra el inicio del camino, a los 430 msnm de la cima.



Esta es la parte más explosiva del recorrido. Además se realiza justo al iniciar la ruta lo que puede convertirse en un suplicio ya que las piernas todavía no están calientes, y si empezáis temprano como hicimos nosotros puede que no os hayáis despertado del todo todavía. Mi recomendación sería llegar hasta el túnel de la ruta del Faro, que alarga la ruta unos 2 kilómetros (ida y vuelta) pero te prepara para el ascenso.


La senda asciende por la umbría de Sierra Helada. Durante la primera parte de la ascensión pasaremos bordeando una antigua cantera, por lo que os recomendamos que no os salgáis de la senda marcada, y mucho menos saltar el vallado de madera que hay al borde. El ascenso tiene partes con bastante pendiente, y como todavía estamos fríos nos puede costar un poco más de lo habitual. Es curioso, pero parece que haya escalones en la roca, desconozco si es intencionado.



En este primer tramo hasta el Alto del Gobernador nos encontramos con varias perdices en la senda, alguna bastante "hermosa", por cierto. Durante el ascenso y hasta que no nos adentramos en el término municipal de Benidorm, pudimos oír constantemente su canto. Llegamos a pensar que eran señuelos de cazadores, ya que hay un coto de caza en este Parque Natural, pero no oímos ningún disparo.



Conforme se va ascendiendo el bosque mediterráneo se va haciendo más espeso, dificultando en ocasiones ver la continuidad de la senda entre pinos y arbustos. Como aquella mañana amaneció con niebla, no vimos la cima hasta que estuvimos bastante cerca. Esta carga de humedad nos dejó alguna estampa bastante chula con las gotas de agua condensadas en las agujas de los pinos, además de alguna roca un poco resbaladiza.



Y coronamos. La cima es apreciable desde lejos (sin niebla, claro) porque en su día se instalaron antenas repetidoras de radio y tv (y de telefonía móvil, imagino) y un radar. Junto al vallado se encuentra el vértice geodésico. La vista desde este punto nos ofrece, por una parte, una panorámica de varios municipios de la comarca de la Marina Baixa, como Benidorm, L'Alfàs, Altea o La Nucia; y por otra los magníficos acantilados.




Seguimos el camino, que durante unos cuantos metros se encuentra pavimentado. Una señal nos indica que debemos de salirnos de esta carreterita y seguir nuestro camino hacia Benidorm por las sendas marcadas. Tanto mejor, para que vamos a engañarnos. A partir de aquí nos quedan unos 6 kilómetros hasta llegar a la Cruz de Benidorm que son bastante asequibles, con una altura media de unos 300 metros, excepto un par de subidas que nos pondrán a prueba. 



Como a un kilómetro, en un claro, paramos para reponer fuerzas. Ante nosotros el Mediterráneo. Entre el mar y nosotros unos espectaculares acantilados, la fascinante duna fósil que se encuentra a los pies de los acantilados, y a lo lejos l'Illa Mitjana (la Isla Mediana) un islote que junto a la Isla de Benidorm y la Isla de L'Olla forman parte del territorio marítimo de Sierra Helada, y que estaba siendo rodeada por unas cuantas embarcaciones recreativas con pescadores aficionados a bordo. 


La ruta no estaba muy frecuentada, pero es habitual encontrarte con personas en ambos sentidos de la marcha, algunos acompañados de sus perros, que en ningún caso llegan a molestar. Hasta que llegas a la Cruz, donde siempre hay muchísimas personas, y donde empieza a abundar la basura a unos 100 metros para llegar.



Desde la Cruz hay una carretera abierta al tráfico que suavemente desciende hasta el Rincón de Loix de Benidorm, donde acaba nuestra ruta. Aquí hemos aparcado nuestro segundo coche, dispuesto para recoger el otro vehículo. En total han sido 10 kilómetros en algo menos de 4 horas, por lo que a la hora de comer estaremos en casa. 



No dudéis en hacer esta ruta si estáis por la zona. El paisaje es espectacular, sobre todo en lo que se refiere a los acantilados. Probablemente un tramo desde la Cruz hacia el Albir sea más asequible si vais con niños, pero ya os hemos comentado que hay otras dos rutas totalmente recomendadas para ellos. Solo queda calzaros las botas y, ¡a andar!

jueves, 25 de octubre de 2018

LA RUTA SENDERISTA A LA TORRE DE LES CALETES

Domingo por la mañana. Nos levantamos un poco más tarde de lo habitual, que nos lo hemos ganado durante la semana. ¿Qué hacemos hoy? Empezamos a hacer propuestas, algunas más cercanas, algunas más disparatadas. Finalmente nos decidimos por ir al lado de casa, a Serra Gelada, a que nuestros hijos descubrieran un paraje que, a pesar de estar muy cerca de casa, no conocían. ¿Cómo motivarles? Fácil, íbamos a vigilar si venían piratas.


Al Parque Natural de Serra Gelada lo atraviesan tres senderos: el rojo o el del Faro del Albir, del que ya os hablamos; el amarillo, que cruza la sierra de punta a punta; y la ruta azul, o de la Punta del Cavall, en Benidorm, de la que os vamos a hablar. También se la conoce como la ruta de les Caletes, ya que al final del recorrido hay una torre vigía con este nombre.

El recorrido es muy fácil sólo encontramos un primer tramo con una cuesta pronunciada y un tramo final con una pendiente más suave, pero en ningún momento nos pondrán en apuros. Toda la ruta está cerrada al tráfico y asfaltada, y sorprendentemente está en muy buen estado, por lo que se puede hacer a pie, en bicicleta, patines...o silla de ruedas, que os parecerá una locura, pero vimos varias personas con un mobility scooter, una silla de ruedas motorizada, vamos (si habéis estado en los últimos años en Benidorm sabréis de que hablo).


Nosotros los 3,400 km de recorrido (1700 m. de ida + la vuelta) los hicimos en cerca de 75 minutos. Un ritmo muy asequible marcado por nuestros tres hijos. Estoy convencido de que cualquier persona acostumbrada a caminar puede hacerlo en menos de una hora.

Podemos aparcar junto al inicio de la ruta. Para llegar hay que seguir las indicaciones de la Cala del Ti Ximo desde el final de la Avenida del Mediterráneo. Tanto el Ti Ximo como la cala de la Almadrava (en valenciano es con v) son dos pequeñas calas, recogidas, y que en verano son una alternativa perfecta a los grandes arenales de Benidorm.


A lo largo de la podréis divisar bastante vegetación mediterránea, fundamentalmente arbustos como enebros, y plantas con flor como el limonio (Limonium parvibracteatum) o la anteojeras (Biscutella montana). Respecto a la fauna, las gaviotas nos acompañarán durante todo el camino. Tuvimos suerte y vimos un par de lagartijas que habían salido al asfalto a tomar el sol. Al principio nos encontramos con un pescador que había capturado tres ejemplares de un tamaño considerable (cerca del metro). Aunque he buscado no encuentro la especie concreta (puede que congrios). Y es que el 80% de la superficie del Parque Natural de Serra Gelada es mar, y podemos practicar en estas aguas buceo y/o snorkel.


Pronto divisaremos donde finaliza la ruta, en la Torre de les Caletes. Ésta forma parte de la línea defensiva construida en tiempos de Felipe II para prevenir los ataques berberiscos a las costas. Esta torre se comunicaría con señales de fuego y humo con la Torre Bombarda, situada junto al faro del  Albir, y con el castillo de Benidorm y la torre del Aguiló, con las que tiene contacto visual. De la torre solo queda el cuerpo central, construido con piedras y mortero, y hace unos años fue sometida a un proceso de restauración debido a que amenazaba ruina.


Una vez lleguemos a la torre disfrutaremos de las impresionantes vistas de los acantilados de Serra Gelada y la Illa Mitjana (isla mediana) un pequeño islote. Además se llega a divisar una de las dunas fósiles de Serra Gelada. Aprovecharemos que hay que dar la vuelta para tomar un respiro, y tomar todas las fotos que estimemos conveniente. Y no serán pocas.


Esta ruta permite un bonus track, subir hasta el alto de La Cruz. Se conoce así porque en diciembre de 1961 una misión católica instaló una cruz para expiar a la ciudad, cuna del pecado que permitía a las mujeres bañarse en la playa en bikini. Es uno de los puntos más elevados de la ciudad (237 metros de altitud) y las vistas son simplemente espectaculares. Debido a que un temporal arrancó la cruz original de madera, ésta se sustituyó a mitad de la década de los 80 por una cruz metálica con iluminación nocturna, que permite que sea visible por la noche. La cruz se  ha convertido en un lugar de recuerdo de difuntos (vimos incluso una urna cineraria). Para compensar aquí muchas parejas se reparten amor, y hasta se han rodado películas porno.


Además de los valores medioambientales, paisajísticos e históricos que atesora esta ruta, si hay algo  que nos sorprende es que estando en Benidorm, una de las ciudades más bulliciosas del Mediterráneo español, parece que estemos en otro lugar. La tranquilidad es asombrosa. Podemos decir, sin lugar a dudas, que es un auténtico tesoro. ¿Lo esconderían los piratas?

jueves, 19 de abril de 2018

UN PASEO RELAJADO: LA RUTA DEL FARO DEL ALBIR

Ahora que no nos oye nadie vamos a hacer una confesión: todos los padres buscamos actividades en la que nuestros hijos se diviertan, a ser posible aprendan y, además, y este es el motivo secreto, se cansen. En esta ocasión os vamos a hablar de una ruta senderista por el parque natural de Serra Gelada que es bastante sencilla y no es excesivamente larga. Aunque tiene alguna pendiente un poco más pronunciada, es muy asequible y a los niños les va a encantar. Es la ruta del faro del Albir.



El Parque Natural de Serra Gelada abarca 3 términos municipales, el de Benidorm, el de Alfaz del Pi y el de Altea. Cuenta con un total de hectáreas, fue el primer parque natural marítimo-terrestre. Se levanta muy cerca del mar hasta los 430 msnm, aunque la cresta se levanta de media cerca de los 300 metros. Los acantilados, casi cortados a cuchillo, ofrecen un espectáculo difícil de igualar. Su ubicación en los términos municipales de tres ciudades muy turísticas hace que sea uno de los espacios naturales más visitados de España.



Llegar es muy fácil es muy fácil nos dirigiremos al Albir (la playa de Alfàs del Pi) y por la Avenida del Albir doblaremos en el Camino de la Cantera, inmediatamente después del supermercado Consum. Está muy bien indicado, no tiene pérdida. Muy cerca del punto de información hay un aparcamiento bastante amplio donde podremos aparcar sin problemas. También hay una fuente con agua potable y servicios que cierran a las 19:00.


Aquí arranca la ruta hacia el faro que tiene unos 2,5 km de longitud (que se convierten en 5 km con la vuelta) y se hace en aproximadamente una hora y media. Como ya hemos comentado es bastante sencilla, aunque la pendiente de llegada al faro es la más empinada. Está totalmente asfaltada, por lo que no tiene pérdida ninguna.

A pocos metros de iniciar el camino nos encontramos con un merendero donde podemos coger fuerzas (o recuperarlas). Hay bastante espacio para que los niños puedan jugar y correr y un par de fuentes con agua potable, una de ellas especial para perros, ya que puedes llevar a tu mascota si lleva correa.

Durante el recorrido vamos a encontrar varios miradores, unos permiten que disfrutemos de las vistas del interior de la Marina Baixa con las últimas estribaciones de Aitana, el Puig Campana, Ponoig, Sierra Cortina o Bèrnia, pero también de los paisajes de la bahía de Altea con el Morro de Toix y el Peñón de Ifach al fondo. Es un acierto que hayan colocado cartelería en los miradores para que instagrameemos las fotos con el hashtag #instalbir.


Al poco de iniciar la ruta vamos a encontrar una curiosidad, los restos fosilizados de unos bivalvos gigantes (unos berberechos a lo bestia, vamos) que vivieron hace miles de años y que demuestran que esta parte estuvo sumergida durante varias eras. Al poco atravesaremos el túnel que fue excavado a principios del siglo XX por los fareros para llegar más fácilmente al faro ya que anteriormente tenían que dar un rodeo campo a través.

Otro de los puntos de interés de esta ruta es la antigua mina de ocre que empezaron a explotar los íberos, que definitivamente excavaron los romanos y que se mantuvo hasta la Guerra Civil en funcionamiento para extraer este mineral que se usaba como colorante. No es que haya demasiadas cosas que ver aparte de unas ruinas y algunos depósitos de mineral, pero nos ofrece una senda alternativa al camino hacia el faro.


El faro fue construido en 1863 junto a la antigua torre Bombarda, una torre vigía de la que solo se conserva su base. Actualmente el faro es un centro de interpretación y puede visitarse de lunes a viernes de 9 a 14 y fines de semana de 10 a 13:30. Como todos los faros antes funcionaba con petróleo y ahora es la electricidad la que le proporciona la energía para alumbrar. Es curioso ver en el patio del faro unas baterías muy grandes, como para un camión, que suponemos son de reserva por si hay un corte en el suministro de la corriente. El centro de interpretación cuenta con dos salas de exposición donde se explica la historia del faro y del hábitat que lo rodea. 


Precisamente en el faro (en su exterior) hay unos binoculares con los que poder observar delfines, ya que la instalación de una piscifactoría cercana ha hecho que de vez en cuando un grupo de estos cetáceos se dejen ver por la zona cuando buscan comida fácil y es posible divisarlos cuando saltan fuera del agua. No vamos a engañaros, las dos últimas veces que hemos ido al faro no hemos visto ningún delfín. Consejo: llevaos vuestros prismáticos, siempre hay cola. También desde el exterior del faro se pueden ver los acantilados de Serra Gelada y su caída casi vertical. 


Ya sabéissi queréis pasar un rato en familia mientradisfrutáide la naturaleza, descubrís pasajes curiosos de la historia y hacéis algo de ejercicio (en mis tiempos, hace años, se decía que una mañana de senderismo, una semana de salud), calzaos las zapatillas de deportes, poneos ropa cómoda, gorra y coged agua y algo de comer, y haced la ruta del faro del Albir. No os va a defraudar.