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lunes, 18 de septiembre de 2023

LA REFRESCANTE PLAYETA DE GESTALGAR

Los rigores del verano, cada vez más sofocantes, hace que tengamos que agudizar el ingenio para encontrar lugares donde refrescarnos y que al mismo tiempo no se encuentren masificados. Tenemos la suerte de tener muy cerca la playa, pero también suerte de tener playas fluviales en las que poder darnos un chapuzón. Este verano que el agua del mar ha alcanzado máximos estremecedores, lugares como la Playeta de  Gestalgar eran una gran alternativa.

Gestalgar es una localidad que se encuentra en el interior de la provincia de Valencia, en la comarca de Los Serranos. Está atravesada por el río Turia que discurre tranquilo junto a su casco urbano. Este es uno de los principales atractivos de este municipio que cada verano recibe un buen número de visitantes.

LLEGAMOS A LA PLAYETA DE GESTALGAR 


La refrescante Playeta de Gestalgar

La verdad es que llegamos a la Playeta de Gestalgar por casualidad. Habíamos planeado ir a la playeta de Chelva pero una vez en el coche decidimos cambiar los planes y buscar una nueva ubicación, esta vez en el río Turia, para bañarnos. Un 'pensat i fet' muy valenciano (pensado y hecho es una expresión muy común en la Comunidad Valenciana).

Primero acudimos a otra localidad pero había que andar bastante hasta llegar al río. La verdad es que en nuestro grupo había personas que no podían realizar este trayecto, así que recordamos que hace unos cuántos años habíamos visitado esta Gestalgar y al final fuimos a parar allí.

La verdad es que una vez en Gestalgar comprobamos que reúne unas condiciones muy cómodas para las familias y que es un lugar fantástico para pasar un día de lo más refrescante. En 2015 se reconoció la Playeta como playa continental. Esto supone, entre otras cosas, que el agua deba de pasar continuas analíticas y controles sanitarios para comprobar que es óptima para el baño.

La Playeta de Gestalgar se encuentra al final de un paseo que permite que lleguemos cómodamente. Para ubicaros, al principio del paseo se encuentra el antiguo lavadero, que se ha rehabilitado como atractivo turístico. Junto a la Playeta hay un barecito en el que se pueden adquirir bebidas y helados, y algo para picotear. 

En el margen del paseo muchas familias deciden apostar sus mesas de picnic, sus sillas, sus toallas. Están muy cerca del agua y de esta manera pueden vigilar a los más pequeños, ya que en cuanto entran en el agua es imposible hacerlos salir. 

DISFRUTAR EN LA PLAYETA DE GESTALGAR


La refrescante Playeta de Gestalgar

La Playeta de Gestalgar tiene una lámina de agua bastante grande. Está formada por una pequeña represa que retiene gran parte del agua, formando una balsa. Por la parte de superior de la represa, que hace funciones de puente, se puede cruzar a la otra orilla, donde suele haber sitio de sobra. No hay una excesiva profundidad en la mayoría de puntos, algo ideal para familias con niños.

Varias aberturas en la represa permiten que alivie agua para que el río Turia mantenga el caudal. Como el agua sale con una cierta fuerza, crea algo de corriente. Muchas personas aprovechan este punto para dejarse llevar con elementos hinchables, mini tablas de surf o bien directamente dejan ser arrastrados. Nosotros lo hicimos y nos lo pasamos muy bien. También acabamos agotados, todo hay que decirlo.

Junto a la Playeta de Gestalgar se conserva una pequeña construcción que era un molino. No es en absoluto descabellado suponer que utilizaba la corriente del río como fuerza motriz para mover la maquinaria. No sabemos por qué pero en algún lado creímos ver que había una pequeña central hidroeléctrica que proporcionaba electricidad, hace unas cuantas décadas, a la población de Gestalgar. Que igual se nos ha ido la olla...

Frente al molino hay un par de rocas que sobresalen varios metros del agua. Los jóvenes más valientes se encaramaban a lo alto y saltaban al agua. Nuestros hijos quisieron imitarlos pero, evidentemente, y sin saber la profundidad en ese punto no les permitimos saltar. Es bastante peligroso y se puede sufrir un accidente grave con consecuencias de por vida. 

LA PLAYETA Y SU PAISAJE


La refrescante Playeta de Gestalgar

Sí que nos llevamos nuestras gafas y máscaras para bucear y hacer snorkel. En ambos tramos del río,  pero especialmente en la lámina de agua embalsada, pudimos ver unos cuantos peces de un tamaño considerable. No os podemos decir si son carpas o si son madrijas como los que vimos en la Fuente de los Baños de Montanejos. Están tan acostumbrados a la presencia humana que aunque no se acercan, tampoco huyen despavoridos, lo justo que les dicta su instinto de supervivencia. De hecho había gente tirándoles pan para comer, algo que, por cierto, no es nada recomendable.

Otro de los encantos de la Playeta de Gestalgar es el paisaje. Se encuentra en un valle formado entre sierra. El río no corre encajonado como sucede en otros lugares, pero las montañas están a una distancia suficiente para poder disfrutarlas. Tal vez las lonas negras que hay en alguno de los márgenes afean un poco el paisaje, pero tienen una explicación. Gestalgar se encuentra dentro del Parque Natural del Turia y las lonas es un proyecto para eliminar la caña que, aunque no lo parezca, es una especie invasora. La caña ocupa mucho terreno, impidiendo la correcta visión del río y en caso de riada presenta un peligro de taponamiento al ser arrastradas. Además, consume una gran cantidad de nutrientes y oxígeno del agua. Las lonas son temporales, no os preocupéis, desaparecerán pronto.

Antes hemos comentado que la Playeta de Gestalgar es muy cómoda. Pegada al casco urbano, se ha habilitado el antiguo campo de fútbol debido a la afluencia de visitantes, principalmente los fines de semana. Si podéis evitad sábados, domingos y festivos para no toparos con las aglomeraciones. El parking se paga pero, como nos sucedió en Chelva, la caseta estaba cerrada y nadie nos exigió nada.

APOVECHAMOS PARA VISITAR GESTALGAR


La refrescante Playeta de Gestalgar

Después del baño, si estáis lo suficientemente frescos, podéis aprovechar para dar un paseo por las calles de Gestalgar y consumir en sus bares o comprar algo en su horno o en los ultramarinos. Su urbanismo orgánico, que se adapta al terreno, culmina en el castillo de Los Murones, que vigila la población. Tiene su origen en el s. XII y actualmente está en proceso de rehabilitación.

Para llegar a Gestalgar, desde Valencia, se debe ir por la CV-35, después desviaros hacia Pedralba por la CV-376 y seguir las indicaciones por la CV-377.  Hay otra carretera por Cheste desde la A-3, la CV-379, pero desde el navegador nos dio la sensación de que tenía muchas más curvas. Ya sabéis que puede significar eso... 

Lo pasamos muy bien en la Playeta de Gestalgar. Fue un día realmente agradable y seguro que el verano que viene volveremos. Es una gran alternativa a otros lugares que suelen masificarse. No descartamos que también ocurra en Gestalgar, como hemos dicho, en los días punta. 

PD: Disculpad la calidad de imagen de algunas de las fotos que ilustran el post. Fue la prueba de nuestra cámara de acción low cost y no tenemos más material. 

martes, 8 de noviembre de 2022

CIUDAD DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS DE VALENCIA: QUÉ HAY QUE VER

“Poner en el mapa”. Durante los primeros años de este nuevo milenio todas las administraciones se afanaban en realizar obras que les resituaran en un contexto nacional o internacional. Probablemente todo comenzó con el Guggenheim Bilbao y la reconversión de la ría. Valencia lo hizo con la Ciudad de las Artes y las Ciencias

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

Este complejo científico, lúdico y didáctico e encuentra en uno de los tramos finales del antiguo cauce del río Turia y hacia aquí vuelven sus miradas millones de visitantes cada año. Se ha convertido en el símbolo internacional de la ciudad, sustituyendo a los monumentos tradicionales como el Micalet (el campanario de la Catedral valenciana) o las Torres de Serranos.

El proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia surge hace más de 30 años, inspirada por la Cité des Sciencies et de L’Industrie de París. Fue a partir de 1995 cuando cambia el concepto y adquiere su escala monumental, convirtiéndose en el hito que conocemos hoy en día. Ocupa una superficie total de unos 350.000 metros cuadrados con una amplia superficie ajardinada y peatonal. Cada edificio se dedica a una función y el complejo tiene una variada oferta para toda la familia.

L’HEMISFÈRIC 


Fue el primer edificio que se inauguró en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. En su interior alberga un cine IMAX con una enorme pantalla cóncava de 900 metros cuadrados. Su forma exterior representa un ojo humano. Necesitáis verlo desde la parte superior del paseo de l’Umbracle para que con el reflejo del lago que tiene enfrente surja la imagen de un ojo completo.

Tiene un sistema de proyección digital que también proyecta imágenes astronómicas del universo. Su plato fuerte son las proyecciones de películas en formato IMAX. Su gran pantalla hace que te sumerjas completamente en la película y que os transporte a la acción que se ve en pantalla. Las películas que habitualmente se proyectan son documentales de alrededor de una hora de duración. Son fantásticas, absolutamente espectaculares. Aunque de vez en cuando se echa en falta algún largometraje de los que se proyectan en salas comerciales. 

EL MUSEO DE LAS CIENCIAS PRÍNCIPE FELIPE

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

Inaugurado en 1999, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe es uno de los edificios más destacados del conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Su exterior recuerda al esqueleto de un gran dinosaurio con esas púas que coronan el edificio a modo de una enorme espina dorsal.

En el interior se combina la exposición permanente, que a lo largo de los años ha ido variando, con exposiciones itinerantes que nos muestran curiosidades de las ciencias en muchas de sus ramas. En el pasillo central de la primera planta, denominado Calle Mayor, se sitúa uno de los elementos más famosos de este museo. Un enorme péndulo de Foucault que mide un total de 34 metros de alto y es uno de los más grandes de España y de Europa.

En la segunda planta del museo se puede encontrar una exposición sobre la obra y la vida de tres premios Nobel: los españoles Santiago Ramón y Cajal y Severo Ochoa y el francés Jean Dusset. Entre otras curiosidades se pueden ver los diplomas y las medallas que acreditan ser el galardonado con el premio Nobel.

Un consejo, os recomendamos que estéis muy atentos a los distintos talleres y demostraciones que tienen lugar a lo largo de la jornada, a los niños les van a encantar. También hay una serie de talleres que necesitan una entrada aparte, pero son altamente recomendables y se aprende mientras os divertís.

L’OCEANOGRÀFIC


En el año 2003 se inauguró el Parque Oceanográfico de Valencia más conocido como L’Ocenogràfic. Es el parque de estas características más grande de Europa con seis espacios que reproducen distintos hábitats marinos. Sin lugar a dudas es el espacio más conocido de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Este Oceanogràfic no fue diseñado por Santiago Calatrava, como el resto del conjunto, si no por Félix Candela. Este es un dato que habitualmente, o bien no se recuerda o directamente se obvia, haciendo un flaco favor a uno de los arquitectos españoles más importantes del siglo XX. Las formas de sus cubiertas recuerdan a nenúfares y otras plantas acuáticas que nos sumergen, nunca mejor dicho, en un asombroso mundo.

Como a tantos visitantes, nos cautivaron las belugas. Esta especie de ballenas, algo más grandes que un delfín, se encuentran en el Ártico. Sorprenden a los visitantes con su mueca en forma de sonrisa. Otro de los lugares más emblemáticos de L’Oceanogràfic es el gran túnel transparente que atraviesa el tanque donde viven los tiburones, dando la sensación de que estamos sumergidos junto a ellos. 

No os podéis perder las exhibiciones que tienen lugar en el delfinario. Tampoco os perdáis las demostraciones didácticas que tienen lugar en distintos emplazamientos del parque. Aprenderéis un poco más de un mundo que debemos de conocer para proteger.

EL PALAU DE LES ARTS REINA SOFÍA

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

El penúltimo edificio que se inauguró en el conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia es el Palau de les Arts Reina Sofía. Este edificio debía ser la sede de la Filmoteca Valenciana, pero finalmente se decidió que se se dedicara a las representaciones musicales y operísticas. Esta decisión tuvo cierta polémica en su día ya que apenas a 500 metros de allí se sitúa el Palau de la Música de Valencia también en el antiguo cauce del río Turia, duplicando así las instalaciones dedicadas a la música en Valencia.

Su forma exterior recuerda a la proa de un barco y también tiene bastantes similitudes con el Auditorio Adolfo Kraus que Santiago Calatrava construyó en Santa Cruz de Tenerife. No es la única polémica que acompañado a este edificio ya que se tuvo que cambiar por completo el revestimiento exterior de trencadís (cerámica troceada), ya que se estaba desprendiendo.

En los últimos años se ha ido abriendo la oferta musical que se representa en sus escenarios. Al principio se dedicaba casi en exclusiva a música clásica y ópera. Esta apertura en sus estilos musicales ha hecho que artistas pop o flamencos hayan podido pisar las tablas de su escenario.

L’UMBRACLE


Un nivel por encima de la entrada a L’Hemisfèric y al Museo de las Ciencias se encuentra L’Umbracle. Es un jardín botánico cubierto por una estructura metálica que proporciona una cierta sombra, aunque no total. Es, además, un excelente mirador del conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. 

En la explanada que se encuentra junto al Puente de l’Assut de l’Or, hay un Jardín de Astronomía. Aquí hay un conjunto de instrumentos para la observación y la medición astronómica. Tienen un panel con la explicación de su uso y de lo que se puede observar. ¡Y gratis! 

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

En la parte inferior de L’Umbracle se encuentra el parking del conjunto. Además parte de este paseo ha sido cerrado para instalar una terraza de una discoteca. También en la parte inferior junto al parking hay otra discoteca.

EL ÀGORA



El Ágora es el último de los edificios construidos en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Se abrió al público en 2009. Desde este mismo año alberga la sede de Caixaforum Valencia, después de una intensa reforma. Ya os contamos en un post la visita que hicimos para conocer mejor 

Por su forma se le conoce popularmente como “la clotxina” (el mejillón, en valenciano). Durante muchos años no había tenido un uso concreto. Se celebraron torneos de tenis, ferias de Navidad, pasarelas de moda, conciertos…  Por este motivo la llegada de Caixaforum es una doble alegría.

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

Entre el Àgora y el Museo de las Ciencias se encuentra el puente de l’Assut de l’Or. Este es el quinto de los puentes que Calatrava ha diseñado para la ciudad… de Valencia. De momento. Toma su nombre de la acequia que tenía su toma (recordad que estamos en el antiguo cauce del río Turia) en este punto. Justo al lado del Àgora veréis una caseta de ladrillo con un par de arcos en su parte inferior. Ahí empezaba esta acequia que se dedicaba al riego de arrozales y que desembocaba en el lago de La Albufera. Otro de los puentes calatraveño (¿o calatravevsco?) se encuentra entre L’Hemisfèric y el Palau de les Arts, es el puente de Monteolivete. 

Por si todo esto fuera poco, además, existen amplias zonas ajardinadas por donde se puede hacer un picnic o descansar tras recorrer este conjunto o el viejo cauce del río Turia. Miles de personas lo hacen diariamente, es una de las zonas más visitadas de Valencia. 


La estética de los escenarios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias se ha utilizado desde el principio en rodajes publicitarios y cinematográficos. Por no hablar de los miles de millones de selfies que los millones de visitantes han colgado en sus redes sociales. ¿Tenéis el vuestro? ¡Pues estáis tardando! 

sábado, 28 de mayo de 2022

¿NOS ACOMPAÑÁIS EN LA RUTA DEL AGUA DE QUART DE POBLET?

El agua es sinónimo de vida. No en vano los mamíferos (incluidos los seres humanos) están compuestos por un 60% (aproximadamente) de agua. Es básica para numerosas funciones corporales, siendo uno de los principales elementos de muchos órganos o de la sangre. También es esencial para gran cantidad de trabajos, algunos básicos como la agricultura o la ganadería. O la generación de energía. Vamos, que sin agua no seríamos lo que somos.

La Ruta del Agua de Quart de Poblet

Pero el agua también tiene un lado siniestro. Una cara que solo muestra en ocasiones y que es capaz de destruir ciudades y llevarse por delante decenas de vidas. Por suerte hemos aprendido a domarla. Aunque de vez en cuando nuestra soberbia nos haga creer que va a hacer lo que nosotros ordenemos. ¡Ilusos!

La Humanidad lleva milenios viviendo al lado de los ríos. Las primeras grandes civilizaciones se originaron alrededor de ríos que proporcionaban agua de manera más o menos constante. Egipto y Mesopotamia serían ejemplos. Pero también las grandes capitales, fundadas cerca de fuentes de agua dulce. París junto al Sena, Londres a la vera del Támesis, Madrid y el Manzanares, Lisboa y el Tajo, Roma y el Tíber



Valencia es otra ciudad que creció abrazada por un río, el Turia, que propició la extensión de una extensa vega donde durante siglos han florecido fértiles huertas. Pero para nuestra visita de hoy vamos a trasladarnos un poco, concretamente a cuatro millas romanas, hasta Quart de Poblet. Aquí hemos realizado la Ruta del Agua.

EMPEZAMOS LA RUTA DEL AGUA


La Ruta del Agua de Quart de Poblet

Esta es una visita guiada a una serie de elementos que teniendo el agua como hilo conductor nos enseñará los usos que se le daba hace apenas unas décadas. La ruta comienza en la Ermita de San Onofre, que es el patrón de Quart de Poblet, y cuya historia os contaremos en otro post. La ermita se encuentra en el parque de San Onofre, que está al final de la avenida de… sí, San Onofre.

Junto a la Ermita se encuentra el Partidor o Llengües (lenguas) de Sant Onofre. Este es un elemento hidráulico muy interesante. Se utiliza, porque todavía está en funcionamiento, para dividir una acequia en dos ramales. Aunque las primeras acequias se construyeron durante la romanización, la mayoría de la ingeniería hidráulica que se conserva en nuestro país procede de la época andalusí. Tanto el tramo anterior como posterior de estas acequias se encuentran actualmente cubierto, generalmente de edificaciones. Más adelante veremos alguna excepción. El agua que corre por estas acequias procede del río Túria, que discurre apenas a 650 metros de aquí.


La visita continúa por el depósito de aguas de baja presión. En el año 1850 se construyó este depósito que tenía una doble función. Por una parte abastecer a la ciudad de Valencia de agua corriente, y por otra evitar contagios de enfermedades como el cólera o el paludismo. Al entrar en este edificio veréis que todavía almacena agua. Pero no es para el consumo humano, si no para regar jardines.

SORPRESAS EN LA RUTA


La Ruta del Agua de Quart de Poblet

Probablemente os pase como a nosotros y os sorprenderán dos cosas. Por una parte que es bastante grande. Tiene una capacidad de 900 m³, o lo que es lo mismo 900.000 litros. También sorprende que desde la superficie no da esa impresión, ya que la cubierta vegetal disimula muy bien esta infraestructura. En el interior, la simetría y disposición de las arcadas os seguirá sorprendiendo.

La visita sigue hacia el denominado puente del Barranquet. O lo que queda. Este puente salvaba un barranco, de ahí su nombre. Se puede ver el arco de ladrillos que formaba el puente. Como curiosidad, junto a la tapa veréis un par de railes. Proceden del antiguo tranvía que salía desde el centro de Valencia y comunicaba los pueblos de la comarca. Fue inaugurado en 1925 y circulaba sobre este puente.


El siguiente punto nos llevará hasta el río Turia. Prácticamente hasta el cauce. En la primera parada podremos ver el puente romano. Bueno, conserva ese nombre y probablemente parte de las bases. Pero las continuas riadas y crecidas que ha tenido el Turia ha hecho que se tenga que reconstruir el puente varias veces. La última hace unas pocas décadas.

La visita continúa recorriendo un paseo que va en paralelo al cauce. Aquí hay un parque fluvial donde se realizan actividades de divulgación, avistamiento de fauna u otras actividades como yoga. En nuestra visita no pudimos apreciar este parque fluvial porque las intensas y constantes lluvias que han caído durante semanas hacía que el cauce estuviera desbordado.

EL VIEJO Y EL NUEVO CAUCE DEL TURIA


La Ruta del Agua de Quart de Poblet

Recorriendo el cauce y respirando su calma y tranquilidad, llegaremos a la última parada de la ruta. Es el Assut (azud) del Repartiment (reparto), conocido popularmente como “la cassola” (la cazuela). Un azud es una pequeña presa que desvía parte del cauce para abastecer las acequias. Este azud es bastante moderno, de los años 60 del siglo XX. En esta época se construyó el nuevo cauce del río Turia para que circulara por fuera de la ciudad y evitara riadas tan catastróficas como la que se sufrió en octubre de 1957.

Este nuevo cauce, también conocido como Plan Sur, también produjo una enorme brecha y destruyó varios azudes y acequías históricas. Era la época que era y en España había una dictadura gobernando. Así que este azud del repartiment vino a sustituir esos azudes que fueron arrasados. Es muy interesante ver como se separa y se reparte el agua para el riego. Además es un mirador fantástico sobre el río. Como curiosidad, si hay algún tipo de conflicto lo resuelve el Tribunal de las Aguas, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.


Aunque la visita finaliza aquí nosotros podemos ver por nuestra cuenta un par de elementos más. Por una parte la cisterna medieval. Construida en el s. XI para almacenar agua limpia durante la época andalusí. No se puede visitar en la actualidad. Se encuentra en pleno centro, junto a la Iglesia de la Purísima Concepción, la más importante de Quart de Poblet. Por otra parte se puede visitar un tramo de la acequia histórica de Mislata. Está en el denominado PAI Molí d’Animeta. Su forma sinuosa y llena de curvas tiene una explicación, y es que de esta manera el agua perdía velocidad y no dañaba las piedras que formaban el cajón.

PARA RESERVAR LA VISITA


La Ruta del Agua de Quart de Poblet

La visita dura unas dos horas y se realiza andando. No hay grandes cuestas (solo en un punto) pero no son insalvables. Se debe de reservar en la oficina de turismo de Quart de Poblet, o bien a través del correo electrónico. Para el público en general se realizan una vez al mes, pero si formáis parte de un grupo se puede reservar un día concreto.

Si tenéis la suerte de ver el rio Turia con cierta cantidad de agua, como nos pasó a nosotros, la visita será mucho más agradable. No es lo habitual, para eso los mejores meses son abril y octubre. Pero la naturaleza es caprichosa y no podemos asegurar nada (ya nos gustaría dominar la meteorología, jajaja).

La Ruta del Agua de Quart de Poblet

También es una excelente lección de Historia y Conocimiento del Medio para los niños. Se sorprenden de ver cosas que habitualmente no pueden ver. Además aprenden los usos que se les daba al agua no hace tanto tiempo, y que no siempre el agua ha estado a un grifo de distancia. También ha apreciar ese suministro y que vivimos en una zona donde es un bien escaso. Y todo en un rato.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

PORQUÉ EL JARDÍN DEL TURIA DE VALENCIA ES UNA VISITA IMPRESCINDIBLE

En octubre de 1957 el rio Turia se desbordó en Valencia, provocando unas terribles inundaciones en las que 81 personas (al menos) perdieron la vida y hubo daños que tardarían años en repararse. Para evitar nuevas riadas, que por el volumen de la ciudad cada vez eran más destructivas, se diseñó el denominado "Plan Sur", un nuevo cauce del Turia evitando la ciudad. Entonces surgió una duda, qué hacer en el antiguo cauce del rio. 


El Régimen franquista bajo aquella premisa de que "el progreso como sea es progreso" quiso construir una autopista que atravesara Valencia de punta a punta (¡¡¡atravesara Valencia de punta a punta!!!) conectando el puerto con el aeropuerto. Al potente movimiento vecinal que surgió en contra de ese proyecto le debemos que el verde le ganara la batalla al asfalto y que hoy día se pueda disfrutar de un espacio para todos. Una autopista verde que no atraviesa Valencia, si no que la cohesiona.


El Jardín del Turia es una magnífica mezcla de muchas cosas: en primer lugar vegetación, pero también historia, arquitectura y cultura; y deporte; y lugar de encuentro y esparcimiento. Porque en sus cerca de 7 kilómetros de longitud y 110 hectáreas de extensión caben muchas cosas, y se pueden hacer muchas cosas, como pasear, correr o montar en bici. Uno de los parques favoritos de Valencia.



La urbanización del Jardín del Turia se fue ejecutando por tramos que fueron encargados a distintos estudios de arquitectura y diseño, lo que le confiere al jardín un cierto aire ecléctico, ya que no es posible distinguir un hilo conductor común a lo largo de todo el recorrido. En total encontramos 16 tramos, delimitados generalmente por puentes. Si empezamos por el extremo más alejado al mar, junto al Parque de Cabecera, encontraremos una zona de jardines, con arbolado e instalaciones lúdicas como mesas de ping-pong, zonas de juegos infantiles y canchas deportivas, entre ellas el Estadio de Atletismo del Turia, donde se celebran pruebas de primer nivel. 


A continuación el bosque mediterráneo es el gran protagonista, con una importante presencia de pinos y de vegetación autóctona. Es la zona más “natural”, la que más se acerca a la naturaleza en bruto. Aquí también encontraremos instalaciones deportivas como campos de fútbol, un campo de rugby y un campo de beisbol y sotfbol, donde disputan sus partidos los diferentes equipos valencianos de cada disciplina. 




Siguen jardines finamente diseñados. Éstos se sitúan frente al Museo de Bellas Artes, Viveros y la Alameda. Hasta llegar al puente de la Exposición, ya que el paisaje cambia y se transforma en una explanada donde se celebran ferias, festivales, espectáculos pirotécnicos y antes se instalaban circos. 



Los siguientes tramos tienen como gran estrella la explanada que se abre frente al Palau de la Música. Diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill, predomina la ordenación regular y simétrica de los elementos, tanto arquitectónicos como vegetales, con la presencia de especies como palmeras o naranjos amargos. 


Uno de los elementos más queridos de Valencia se encuentra a continuación. Éste no es otro que el Parque Gulliver, un espacio que recrea al gigante creado por Jonathan Swift y que viajó a Liliput, transformando tanto su cuerpo como su ropa en divertidos toboganes para todos los públicos. No os recomendamos ir en las horas centrales en verano. 



Los últimos tramos del Jardín del Turia tienen como gran elemento a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el conocidísimo conjunto diseñado por Santiago Calatrava y Félix Candela, uno de los mayores centros lúdicos y de divulgación científica de toda Europa. Alrededor de sus edificios se abren numerosas y amplias zonas ajardinadas, atravesadas por un río que recuerda la antigua presencia del Turia. 


Mencionar los puentes que salvaban (y salvan) el Turia es imprescindible, ya que se convierten en una magnífica lección de arquitectura y de ingeniería al aire libre. El más antiguo se remonta al s. XIV, concretamente el Puente de la Trinidad (1356-1402), junto al Museo de Bellas Artes. Los puentes de Serranos (1518), del Mar (1592-1596), del Real (1594-1599) y de San José (1604-1607), completan el top 5 de los más antiguos. Por contra los puentes del 9 D’Octubre, de las Artes, la Exposición, y L’Assut de l’Or, todos de Calatrava, además del Puente de las Flores son los más modernos. 


¿Queréis más? Alquiler de bicicletas y carritos. Terrazas donde tomarse un refresco con unas bravas. Estanques para perros. Se mire como se mire, el Jardín del Turia es un lugar imprescindible si visitáis la capital valenciana. Tiene de todo y seguro que toda la familia podrá disfrutar de él. Si se os queda corto alrededor del antiguo cauce se encuentran museos, más parques, y un sinfín de posibilidades.  Creemos que por si solo ya merece una visita a Valencia.

jueves, 8 de agosto de 2019

LOS 5 MEJORES PARQUES Y JARDINES DE VALENCIA CON NIÑOS

Como dice el pasodoble, y todos sabemos, Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor. Quizá por eso en Valencia podemos encontrar un buen número de parques y jardines que merecen mucho la pena, tanto para pasear con la familia como para pasar un buen rato en ellos. Por eso vamos a hacer un ranking en este artículo con los 5 parques y jardines de Valencia que, en nuestra opinión, son los mejores para visitarlos con niños:

 
5- Jardines de Monforte: se trata de uno de los jardines neoclásicos mas importantes de España. Un pequeño paraíso situado entre edificios en mitad de la ciudad, concretamente en la calle Monforte, muy cerca del punto donde confluye la Alameda con el Puente del Realjunto a los Jardines del mismo nombre.


Cuenta con tres partes diferenciadas, una junto a la entrada con una elegante disposición arquitecturizada, otra parte con una disposición más libre o informal, y por último una tercera parte con una montaña (elemento romántico por excelencia) y un estanque. Su cuidada estética y la mezcla junto a fuentes y numerosas esculturas de estilo clásico, lo convierten en el jardín más bello de la ciudad. Además cuenta con una sorpresa, dos leones en mármol que fueron desechados, por pequeños, para la escalinata del Congreso de los Diputados.



4- Parque de Cabecera: Está situado al oeste de la ciudad, lindando con el término municipal de Mislata, junto a la Avenida de Pío Baroja. Se aprovechó para regenerar una zona de la ciudad bastante degradada. Su nombre proviene de que está en la cabecera del río Turia a su paso por Valencia, aunque su cauce fue desviado. Enlaza directamente con el Jardín del Turia, por lo que suele servir de continuación para los recorridos de runners y ciclistas urbanos.


Tiene un gran lago central por el que podemos navegar alquilando una barca de remos o un patín en forma de cisne. Alrededor de éste se sitúa el bosque mediterráneo, la colina-mirador, un auditorio al aire libre, la cafetería y unos juegos infantiles muy chulos. Además es la puerta de entrada al Bioparc, el parque zoológico de Valencia.



3- Parque Central: Es el último parque que se ha abierto en Valencia, junto a las calles Filipinas, la plaza de Manuel Sanchis Guarner y el paso elevado de la Avenida de Giorgeta, al oeste del barrio de Ruzafa. Ocupa una superficie triangular que hasta hace muy poco ocupaban instalaciones de servicios ferroviarios (talleres, almacenes, vías) que se han ido trasladando o concentrando junto a las cercanas estaciones del Norte y Joaquín Sorolla. Precisamente los antiguos edificios ferroviarios, muchos diseñados por el arquitecto valenciano Demetrio Ribes (autor de la Estación del Norte), salpican este parque y se reutilizarán para diversos usos sociales, culturales y deportivos. El progresivo soterramiento de las vías ampliará la superficie del parque y transformará profundamente esta parte de la ciudad.

Uno de los grandes protagonistas de este parque es el agua, que aparece en numerosos puntos y que un poema de Ausiàs March “Aigua plena de seny" (agua llena de sensatez) ha inspirado para su uso. Además de jardines diferenciados de distintos tipos de especies, cuenta con una zona de juegos infantiles y dos amplias praderas, una con dos rocódromos y otra donde se permite que haya perros.


2- Jardines del Real (Viveros): El parque más querido por los valencianos, algo así como el Retiro para los madrileños. Su nombre, jardines del Real viene dado porque aquí se situaba el Palacio Real, que se derribó en el curso de la Guerra de la Independencia de 1812 y que se quería recuperar en excavaciones arqueológicas. Aunque en Valencia todo el mundo conoce a estos jardines como Viveros.


Cuenta con amplios paseos (en uno de ellos se instala en primavera la Feria del Libro), espacios de gran riqueza botánica como la Rosaleda, o un parque infantil de Educación Vial, con sus semáforos, sus pasos de peatones, sus señales... Tanto en Fallas como en la Feria de Julio se celebran conciertos en una de sus explanadas. En su interior se sitúa el Museo de Ciencias Naturales y colinda con el Museo de Bellas Artes, todo un abanico de posibilidades.



1- Jardín del Turia: en octubre de 1955 el río Turia se salió a su paso por la ciudad de Valencia provocando unas catastróficas riadas. Pasada la tragedia se decidió realizar una obra de ingeniería que cambiara el curso del río para sacarlo fuera del núcleo urbano de la ciudad y así evitar en un futuro nuevas avalanchas que provocarán unos daños tan grandes, cosa que ocurría cíclicamente. Una vez se desvió el cauce del río se quiso dotar de uso al viejo cauce. Fruto de la presión vecinal y ciudadana hoy podemos disfrutar de una de las zonas verdes urbanas más grandes de toda España, ya que en un principio se quiso construir una autopista de varios carriles que atravesará Valencia de punta a punta.


El Jardín del Turia no es solo el gran pulmón verde de la ciudad, una infraestructura envidiada en muchos lugares. En sus cerca de 7 kilómetros combina tramos de bosque mediterráneo con equipamientos deportivos, elementos de ocio y patrimonio histórico. Entre los 19 puentes que lo cruzan algunos, como el de Serranos o el del Real, son del s. XV. Y qué decir del Palau de la Música, el Parque Gulliver o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, situado en uno de los tramos finales, solo por uno de estos edificios ya merece la pena visitar Valencia.



Como habéis comprobado, visitar estos parques y jardines es mucho más por la mezcla de elementos que conviven en estos espacios. Una opción fantástica para las familias, ya que combinan deportes, historia, cultura, diversión, ofreciendo una oferta muy variada, sin apenas coste. No dejéis de visitar y disfrutar estos parques y jardines, no os arrepentiréis.

jueves, 15 de noviembre de 2018

EL PARQUE DE CABECERA DE VALENCIA, UN PARQUE PARA TODA LA FAMILIA

El Parque de Cabecera de Valencia es uno de los últimos parques que se ha inaugurado la ciudad. Está situado en el antiguo cauce del río Turia justo cuando abandona el término municipal de Mislata y se adentra en la ciudad punto de ahí viene su nombre de sea la cabecera del Turia en la ciudad de Valencia.


El parque tiene una extensión de cerca de 330.000 metros cuadrados y ha servido para urbanizar una de las últimas zonas vírgenes que quedaban en la ciudad que, además, estaban afectadas por graves problemas sociales derivados de la venta y consumo de estupefacientes que se hacía esta zona dominada por las cañas que crecían de forma salvaje.

Nuestra recomendación es que lleguéis paseando desde el Jardín del Turia. Por otros medios no tiene pérdida, ya que si nos acercamos en nuestro vehículo particular podemos tomar de referencia el Bioparc y si preferimos llegar con los autobuses públicos hay varias líneas que llegan hasta este punto.


¿Qué podemos hacer en el Parque de Cabecera? La verdad es que este parque es bastante completo y podemos realizar una gran cantidad de actividades para toda la familia. Al llegar lo primero que divisamos es el gran lago central alrededor del cual se van desarrollando el resto de espacios del que consta este parque. Podemos alquilar unas barcas o unos patines en forma de cisne para navegar por el lago. En el lago habitan patos, a los que la gente les echa pan para comer, y tortugas, a pesar de que hay carteles que indican que no se puede dar de comer a los patos ni soltar tortugas.


Junto al puesto donde se alquilan las barcas se encuentra el bar, en el que podemos tomar algo, y los servicios públicos, por si tenemos una necesidad. Sus precios no son muy elevados, por lo que si sale un buen día, no es mala opción para disfrutar del entorno. 


Bordeando el lago hay un sendero que se puede recorrer andando sin ningún tipo de dificultad, un trazado adecuado para cualquier persona. El paseo, debido a la gran cantidad de vegetación existente, es muy agradable. Hay unas praderas en el que se puede realizar un picnic.

Llama la atención que en la colina, que sirve de mirador del parque, haya un auditorio al aire libre con un pequeño escenario, aprovechando la falda del montículo para situar el graderío. Aquí se han celebrado actos políticos, conciertos de bandas de música, incluso clases gratuitas (y públicas) de yoga o baile. Porque una de las características de este parque es la gran cantidad de vida que tiene. Casi a cualquier hora se puede ver a gente haciendo ejercicio, ya sean runners, ciclistas o los de la “ruta del colesterol”.


Si seguimos adentrándonos en el parque nos toparemos con una zona donde se puede realizar ejercicio, y unos metros más allá, un parque infantil con forma de barco en el que los niños pueden disfrutar de lo lindo. Los fines de semana suele estar abarrotado de niños, lo que hace que puedan encontrar nuevos compañeros de juego en cada visita.


También forma parte del Parque de Cabecera el Bioparc, el actual parque zoológico. Aunque en teoría esté integrado, pero se tiene que adquirir una entrada para acceder. Es un parque de nueva generación, de los que carecen de jaulas, disimulan las barreras entre animales y humanos, y recrean los hábitats originales de las distintas especies. Es un parque muy chulo y no debéis de perder la oportunidad de visitarlo si estáis por Valencia. 


El Parque de Cabecera puede ser el punto inicial de una ruta por el noroeste de la ciudad de Valencia, ya que muy cerca tiene varios espacios que podemos visitar. Además del propio parque y el Bioparc, apenas un centenar de metros separan el Museo de Historia de Valencia, que está dedicado a la historia de la ciudad aunque, irónicamente, está en el término municipal de Mislata y construido en un antiguo depósito de aguas que fue abandonado a mitad del siglo XX. Como véis este parque es muy completo y nos ofrece muchas opciones para disfrutar de un día en familia, aprovechémoslas.