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jueves, 18 de mayo de 2023

DENIA, UN MAR DE HISTORIA

Hay destinos que te acarician al llegar, te envuelven, te susurran al oído y no te apetece dejarlos. Destinos que tienen tantas cosas que conocer que es difícil acabarlos en una sola visita. De hecho conscientemente te dejas este o aquel edificio para sentirte en la obligación de volver. Vamos a intentar ilustraros una visita a Denia, e intentar transmitir estas sensaciones.

Denia, un mar de historia

Denia se encuentra al norte de la provincia de Alicante, en la comarca de la Marina Alta, junto al mar Mediterráneo. Pero al mismo tiempo a los pies del Montgó, una montaña casi mágica que hace que la ciudad tenga ese carácter tan especial.

MAR Y MONTAÑA


Denia es un destino que asociamos casi automáticamente con el mar. No es para menos porque gran parte de su encanto proviene de su ubicación junto al mar Mediterráneo. No solo por sus playas y por sus calas, también por su puerto, el más cercano de la península a Ibiza. En ese puerto, entre otras muchos productos, se descargan unas maravillosas gambas rojas. Una delicia que es el símbolo de su cocina

Denia, un mar de historia

Pero Denia también es montaña y agricultura. Ya hemos citado su situación al lado del Montgó, un increíble paraje natural que fue declarado parque natural en el año 1987 y comparte con la vecina Xàbia y que mira de tú a tú al mar Mediterráneo. La huerta de Denia aporta una gran cantidad de productos frescos a su reconocida gastronomía, que no todo van a ser gambas. Esta variedad le ha servido para que desde 2015 Denia sea Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO.

Uno de los productos qué más han condicionado la vida de Denia durante siglos ha sido la pasa. No solo en cuanto a lo económico, también afectó a su urbanismo y a la tipología de sus casas típicas como conocidas como riu-rau y que se acondicionaron para permitir el secado de la uva para su conversión en pasas.

PASEANDO POR EL CENTRO 


El centro de Denia es una mezcla de esos distintos pasados que han configurado el actual. Para empezar os invitamos a recorrer la calle Marqués de Campo. Esta es, probablemente, la más característica de Denia. Conecta el mar con su centro histórico y ha sido testigo del ir y venir de la vida de la ciudad desde que se decidió su apertura en el s. XIX. 

Vais a encontrar tanto en esta calle como en las adyacentes varios edificios muy característicos y que no os podéis perder. Alrededor del Ayuntamiento encontraremos diversas construcciones que reflejan la intensa historia que ha vivido Denia a lo largo de los siglos. El mismo ayuntamiento es una prueba. Se levantó en el s. XVII pero su aspecto actual es resultado de una profunda reforma en el s. XIX. 

Denia, un mar de historia

También son muy interesantes los edificios religiosos que se pueden visitar en el centro de Denia, aunque sea únicamente en su exterior. Destacamos tres: la Iglesia de la Asunción, del s. XVIII y que se encuentra junto al Ayuntamiento; el convento e Iglesia del Loreto, también muy cerca del Ayuntamiento, y que fue inaugurado por el rey Felipe III, y el convento e iglesia de San Antonio, edificios construidos entre los siglos XVII y XVIII en una zona junto al tramo bajo de Marqués de Campo.


Si estamos por la zona de la iglesia de San Antonio podremos acercarnos al Museo del Juguete de Denia. Se ubica en la antigua estación del ferrocarril, en un paseo donde antiguamente circulaban las vías del tren, apenas a unos pasos del centro de la ciudad. No vamos a profundizar mucho ya que hace un tiempo os hablamos en otro post de este museo

EL PROTECTOR DE DENIA


Denia, un mar de historia

Si hay un edificio al que se le pueda atribuir el título de protector de Denia este es, sin duda, su castillo. Situado en una colina sobre la bahía de Denia su origen se hunde en la historia. Es unánime la atribución de su primera fundación a los romanos. Estos fundaron la colonia de Dianium en el s. I a. C., por su estratégica posición. No tuvieron mal ojo.

El castillo de Denia posee numerosas virtudes para ser visitado, pero nos encanta destacar sus maravillosas vistas. Al este, el mar Mediterráneo. Al sur, el Montgó (y a lo lejos la torre del Gerro). Al oeste, los valles del interior de la comarca. Y al norte, la provincia de Valencia hasta Cullera que está, nada más y nada menos, que a unos 50 kilómetros. Simplemente espectacular.


Su historia se desliza por diversos momentos de la historia. Por eso es una combinación de murallas cristianas con portales andalusies. Mezcla de estancias para los soldados del rey de la Corona de Aragón y del palacio de los Marqueses de Denia. Casi todos los siglos han dejado su huella en el castillo de Denia. Tanto es así que en los restos del antiguo palacio de los Marqueses de Denia, que está en el punto más elevado, se encuentra el Museo Arqueológico dianense.

EL IMPORTANTE PUERTO DE DENIA

Denia, un mar de historia

Nos queda por visitar la fachada litoral. El puerto de Denia fue muy importante desde antiguo. En el XIX la exportación de pasas fue una revolución. Fundamentalmente tenían destino a las Islas Británicas. Para allá salieron miles de toneladas de este producto, tantas que las compañías británicas abrieron sus propios almacenes en Denia. Hoy algunos se han reconvertido en pubs. Y nos parece una evolución lógica.

Tanto al norte como al sur del puerto hay un par de barrios llenos de esencia marinera. El más típico es el de ”Baix la mar” (Bajo la mar), al norte. Sus casas bajas y sus coloridas fachadas se abren a recoletas plazas que huelen a sal. Al sur encontramos el barrio “Grupos de marineros”,  un barrio formado por dos conjuntos de casas que fueron habitadas por los marineros de Denia, que se agrupan alrededor de sendas plazas.

Entre ambos barrios se encuentra la explanada de Cervantes, con sus características palmeras. No es una calle más de las miles de las dedicadas al genio de Alcalá. La peculiaridad es que el propio Cervantes desembarcó en Denia en 1580 tras ser liberado del cautiverio que sufrió por parte de piratas berberiscos.


Y más o menos hemos finalizado nuestra visita a Denia. Nos hemos dejado muchas cosas. Sus playas y calas, por ejemplo. O las antiguas atarazanas y el Museo del Mar, ambos junto al Mediterráneo. O sus sendas, que recorren el Parque Natural del Montgó. O la ruta de los riu-raus. Tanto por hacer que estamos obligados a volver. Y no será contra nuestra voluntad. 

lunes, 28 de febrero de 2022

UN DÍA EN EL PARQUE NATURAL DE LAS LAGUNAS DE LA MATA-TORREVIEJA

Un encuentro familiar. Una reunión pospuesta por la pandemia. Un lugar abierto. Muchas casualidades que cristalizaron en una visita improvisada a Torrevieja y al Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja. ¡Y ni tan mal!

Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

El Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja se encuentra, como ya hemos dicho en el anterior párrafo (y se puede deducir de su nombre) en la localidad alicantina de Torrevieja, en la comarca de la Vega Baja del Segura. Esta localidad está incrustada en la memoria de miles de españoles por sus famosos apartamentos, que eran el premio más codiciado en el "Un, Dos, Tres". Aunque la inmensa mayoría del Parque Natural se encuentra en el término municipal de Torrevieja, también se adentra en los límites de municipios cercanos: Guardamar, Los Montesinos y Rojales


Con una extensión de 3.700 hectáreas, el Parque Natural está formado por dos grandes lagunas y el entorno que las rodea. El interés natural procede, entre otras razones, por tratarse de un ambiente muy salino. Esta circunstancia la convierte, a priori, en un entorno difícil para la vida de numerosas especies. Pero la adaptación de la naturaleza a este medio ha conseguido, de nuevo, que donde pudiera haber un erial haya vida. 

LA SAL DE LA VIDA


Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

Las dos lagunas son la de las Salinas de La Mata, la más pequeña, con una extensión aproximada de 700 hectáreas; y la de las Salinas de Torrevieja, que ocupa una superficie de unas 1400 hectáreas. Ambas están separadas por el denominado "El Chaparral", una pequeña elevación del terreno (técnicamente es un anticlinal). Ambas están conectadas con el mar y entre sí a través de canales o acequiones.

Estos canales tenían como finalidad llenar las lagunas de agua salada para permitir, posteriormente, la extracción de la sal. Esta fue una de las principales actividades económicas de Torrevieja durante siglos. Hoy en día la laguna de las Salinas de Torrevieja (la mayor de las dos) se sigue utilizando para su explotación salinera. Si visitáis el cercano puerto, imprescindible para el transporte de la sal, podréis ver las montañas de sal. 


Iniciamos la visita al Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja en el Centro de Interpretación. Éste es una antigua casa de forestales que se encuentra junto a la carretera nacional N-332, en el entorno de la pedanía de La Mata (de la que toma el nombre). Hay un aparcamiento junto al Centro de Interpretación, lo que facilita bastante la visita. En el interior el personal, que es amabilísimo y muy atento, os explicará qué visitar en el entorno. También en el interior hay una exposición con paneles y audiovisuales que contextualizan este parque natural y su importancia ambiental. El Centro de Interpretación abre de 9:00 a 14:00 de lunes a viernes, y de 8:00 a 13:30 los fines de semana y festivos. 

LA LAGUNA DE LA MATA 


Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

Nuestra visita se centró mayoritariamente en la Laguna de La Mata, que es la que tiene las mejores infraestructuras para los visitantes. Desde el Centro de Visitantes parten varias rutas senderistas, que se pueden realizar tanto a pie como en bicicleta. Evidentemente los vehículos a motor están prohibidos en estas sendas. Algunos tramos tienen pasarelas accesibles para personas con movilidad reducida, lo que está realmente bien. 

De entre las estructuras para los visitantes destacan varias torres-mirador que se encuentran alrededor de la Laguna de La Mata. Estas torres facilitan la observación de las aves que durante gran parte del año visitan este Parque Natural, en sus tránsitos migratorios o en su estancia de invierno por las benignas condiciones climáticas de la zona. Nosotros pensando que teníamos unos prismáticos en el maletero del coche y resulta que nos los habíamos dejado en casa. Así que revisarlo porque es muy interesante. 


Para visitar otro de los lugares más interesantes de este parque natural hay que trasladarse hasta el cementerio de La Mata. Aquí hay un pequeño aparcamiento. Justo enfrente comienza otra de las sendas del parque. Junto al camino hay un pequeño jardín botánico que intenta recuperar algunas especies vegetales. Esta práctica no se circunscribe a este jardín botánico, ya que diferentes parcelas hay plantaciones de cepas de variedades moscatel y meseguera, ambas de uva blanca que se han utilizado tradicionalmente en la zona para elaborar vino.

MÁS COSAS PARA CONOCER


Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

Continuando la senda nos encontraremos con una de las imágenes más impactantes del parque natural. Hay un grupo de eucaliptos que debido a las constantes rachas de vientos del norte, que son los dominantes, se encuentran torcidos. Tanto que algunos forman un arco por encima del camino para acabar tocando con sus copas el suelo. Esta especie de árboles es originaria de Australia y se introdujo en numerosos países de todo el mundo por su rápido crecimiento. Esta práctica en la actualidad se ha frenado por la amenaza que supone a las especies autóctonas. 

Aunque el camino no es demasiado largo, si estamos cansados o queremos dar un bocado, encontraremos un área de descanso con mesas de picnic. Completamente rodeados de pinos, la zona es ideal para parar y respirar unos minutos. No muy lejos hay una fuente en la que nos podremos abastecernos de agua, si es que no llevamos. 


Os aconsejamos que en este lugar no alcéis mucho la voz (bueno, este es un consejo general para seguir en cualquier momento y cualquier lugar). Varios carteles nos lo indican ya que muy cerca hay un plan para proteger al chorlitejo patinegro, o "Charly" como lo llaman cariñosamente. Charly es una especie de pájaro de pequeñas dimensiones que anida cerca de las orillas. Es muy sensible y al menor atisbo de peligro abandona el nido y a sus crías, por lo que la supervivencia de esta especie se pone en grave peligro. Para evitarlo, además, han instalado un vallado protector. 

LA MEJOR ÉPOCA PARA VISITAR EL PARQUE NATURAL DE LAS LAGUNAS DE LA MATA-TORREVIEJA


Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja

Nosotros tuvimos la mala suerte de visitar el Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja un día bastante desapacible, con viento y amenaza de lluvia. Pero las circunstancias, como hemos contado, eran las que eran. Hace tiempo que queríamos visitar este parque natural en un momento preciso. En concreto a final de verano. La laguna de las Salinas de Torrevieja adquiere en ese momento un color rosado muy característico y muy instagrameable, para que vamos a mentir. Esto sucede por la alta salinidad del agua, a la que se une la presencia de una bacteria que vive únicamente en ambientes de alta concentración salina. 

Por último unas cuantas recomendaciones, que aunque las conoceréis al llegar al Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja no está de más saberlas previamente. La más importante, creemos, es la prohibición de baño en las lagunas y en las zonas de lodos. Sobre todo si vais a ir en verano, cuando el calor aprieta de lo lindo. Las playas de Torrevieja están muy cerca y no hace falta agredir el ecosistema ni las especies que viven en él (sí, bañarse es una agresión). Otras recomendaciones, esta vez más comunes, son no arrancar flora, no molestar a la fauna ni cazarla, utilizar las sendas indicadas y no dejar basura. 


Como en otras ocasiones una visita improvisada se convierte en un plan de 10. Varios elementos jugaban a favor, por una parte el entorno y por otra la compañía. Es cierto que pudo ser mejor, pero no vamos a quejarnos en absoluto. Vendrán (o deberían venir) tiempos mejores, y estaremos preparados para disfrutarlos como merecen. 

miércoles, 8 de diciembre de 2021

OS RECOMENDAMOS EL CAMPING LOS BATANES EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA

Este verano manejamos varias opciones para pasar unos días de vacaciones. La verdad es que el abanico era amplio. De entre todas finalmente nos decidimos a visitar La Mancha, concretamente la zona de las Lagunas de Ruidera. No la conocíamos y no está excesivamente lejos de nuestra casa. Una vez decidido el lugar había que buscar alojamiento. Finalmente escogimos el Camping Los Batanes.

Camping Los Batanes

Éste se encuentra en el término municipal de Ossa de Montiel (en la provincia de Albacete), pero a unos 11 kilómetros del casco urbano. Se encuentra dentro del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, tan dentro que la laguna Redondilla está apenas a unos metros de la zona de piscina.

LAS INSTALACIONES



Podemos considerar que el Camping Los Batanes tiene un tamaño mediano. Pero tiene unas instalaciones muy completas, que fue uno de los motivos fundamentales para decidirnos por este establecimiento.

En primer lugar, las parcelas son bastante grandes. Hay espacio de sobra para un coche y una tienda (como es nuestro caso) o una caravana, como vimos en otros campistas. También cuenta con bungalows y jaimas. Las tomas eléctricas no están lejos de las parcelas y bastante cerca hay también fuentes con agua corriente. Los servicios estaban bastante limpios, además de que se notaba que la mayoría de bloques habían sido reformados recientemente. Junto a los aseos están los fregaderos y el punto de vaciado de los wc de caravanas y autocaravanas. Hay muchos árboles que proporcionan una buena sombra, algo que en verano se agradece. La naturaleza está tan presente en el camping que incluso hay un canal de las lagunas que lo atraviesa.

Camping Los Batanes

Cuenta con un bar restaurante que prepara bastantes platos y bocadillos, bastante ricos, por cierto. Anexo se encuentra el supermercado. Es de los pocos peros que ponerle al camping, ya que es bastante pequeño, aunque cuenta con todo lo básico para sacarte de un apuro. Justo enfrente del camping hay otro super, un poco más grande y surtido, por lo que complementa al del propio camping. Junto a este supermercado hay varios bares y restaurantes. 


Pero si algo nos gustó fue la zona de la piscina. Tiene una piscina grande y otra para niños, mucho más pequeña y mucho menos profunda. Nosotros nos pasábamos el tiempo en esta porque la grande, ¡estaba congelada! Alrededor de las piscinas una magnífica explanada con césped y un montón de árboles, algunos bastante grandes. También hay un bar y un escenario para la animación del camping. En esta zona también se ubica la tirolina y el recorrido de multiaventura. Estos elementos fueron una de las razones para decidirnos por este camping, pero llegamos los últimos días de animación y nuestros hijos no pudieron disfrutarlo.

¿QUÉ EXCURSIONES HACER?


Camping Los Batanes

Evidentemente el entorno cercano manda y mucho. El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera es un enclave maravilloso que os recomendamos conocer. Como ya le dedicamos en su día un post, no vamos a extendernos mucho. Son una gozada y debéis de visitarlas y disfrutarlas. No os arrepentiréis en absoluto.

Los alrededores de las Lagunas de Ruidera ofrece muchas posibilidades para visitar. En ambos extremos del Parque Natural hay castillos que tendrían una función defensiva. Por el extremo sureste está el Castillo de Rochafrida, que está en ruinas y no tiene mucho que visitar. Pero en el otro extremo, en el lado noroeste se encuentra el Castillo de Peñarroya, junto a la presa del embalse del mismo nombre. También le hemos dedicado un artículo a este lugar, por lo que tampoco vamos a extendernos demasiado.

En Argamasilla de Alba, en cuyo término municipal se encuentra el Castillo de Peñarroya, se encuentra la Cueva de Medrano, donde estuvo preso Miguel de Cervantes. Según algunos expertos, en este cautiverio ideó la novela por la que ha pasado a la historia, incluso escribiría una parte. Los nombres quijotescos inundan toda esta zona. Sin ir más lejos, el Camping los Batanes toma su nombre de uno de los episodios más divertidos de la primera parte de la novela. No muy lejos del camping se encuentra la Cueva de Montesinos, donde Cervantes dejó dormir Don Quijote durante una hora “que parecieron tres días” en la segunda parte de la novela.


Si queréis alejaros un poco más, tenéis un montón de propuestas. En primer lugar Campo de Criptana, donde poder admirar los molinos de viento que han hecho famosa a esta localidad (más allá de Sara Montiel, por supuesto). Un poco más lejos se encuentra Almagro, con su corral de comedias como principal atractivo, pero con un centro histórico bastante desconocido. Nosotros nos quedamos sin tiempo, queríamos hacer mucho y no pudo ser. Así que ya tenemos una excusa para volver.

Por último, y aunque no es una excursión en sí misma, no podemos dejar de recomendar una visita por la tienda de la fábrica de queso Don Eusebio, que se encuentra a las afueras de Ossa de Montiel. Además de producir unas variedades exquisitas de queso manchego, se pueden adquirir productos típicos de la zona, como las berenjenas de Almagro, embutidos, patés o platos tradicionales en conserva. Y vino, que estamos en La Mancha y es tierra de vino. Sorprendentemente, por muy lleno que llevemos el coche, siempre hay un hueco para estas delicias.

LA ÚLTIMA NOCHE


Camping Los Batanes

Para finalizar os vamos a contar algo que nos sucedió nuestra última noche en el camping. La previsión para la tarde y noche anunciaba lluvia. La verdad es que las condiciones fueron cambiando a lo largo del día. Por la tarde empezó a nublarse y ya a media tarde, a lo lejos, se veían relámpagos.

Por si acaso, y como ya era la última noche, empezamos a recoger todo lo que pudimos, dejando apenas nuestra tienda montada y varias cosas que podíamos recoger rápidamente. Vivimos en un lugar en el que la predicción de lluvia falla constantemente, no estábamos alarmados. Mientras, nos dio tiempo de disfrutar de la piscina por última vez. A última hora de la tarde empezó a levantarse viento e intuimos que no quedaba mucho para llover. Al cabo de unos minutos empezó a chispear intermitentemente. Cuando ya estaba oscureciendo empezó a llover. En serio.

Camping Los Batanes

Nos refugiamos en nuestra tienda. Pero llovía con ganas, una de esas tormentas con las que se despide el verano. Al cabo de unos minutos empezó a entrar en la tienda algo de agua (más bien barro) y decidimos que mejor irnos al coche, aunque yo (Santi) me quedé unos minutos para comprobar por donde entraba el agua. Siempre había tenido la duda de cómo reaccionaría la tienda bajo la lluvia. Llovía torrencialmente y me tuve que esperar unos minutos para ver si escampaba un poco, pero nada. Cuando finalmente corrí hasta el coche la tormenta estaba justo encima de nosotros y un trueno hizo que el camping se quedara a oscuras unos minutos. La verdad es que pasamos un poco de miedo, sobre todo los niños.

¿A qué viene contaros nuestras desdichas? En que los empleados y empleadas del camping se portaron fantásticamente. Era una situación bastante complicada y consiguieron darnos una solución. Además nos hicieron un descuento, lo que también es de agradecer. Pudimos dormir en una jaima y la verdad es que estuvimos bastante a gusto, máxime si tenemos en cuenta que un rato antes lo estábamos pasando bastante mal e intuíamos que íbamos a pasar la noche en el coche.


La verdad es que, si pasamos por alto todo lo que ocurrió la última noche, nuestra estancia en el Camping los Batanes fue muy agradable. Estuvimos muy a gusto y no descartamos volver en un tiempo. Primero se nos tiene que pasar el susto, y a partir de ahí buscar fechas. Pero este camping lo tiene todo para que disfrutemos de él otra vez. 

miércoles, 8 de septiembre de 2021

HEMOS DISFRUTADO DE LAS LAGUNAS DE RUIDERA

En un lugar de La Mancha, a caballo entre Albacete y Ciudad Real, se encuentra uno de los espacios naturales más importantes de este país. Ha cambiado totalmente la concepción que teníamos de La Mancha como una zona seca y llana. Las Lagunas de Ruidera nos han sorprendido gratamente. Un lugar que merece mucho la pena y debería ser más conocido.

Las Lagunas de Ruidera

En mente teníamos esa región de infinitas llanuras, con campos sembrados de cereal o dedicados al secano. Pero las Lagunas de Ruidera exhiben una vegetación abundante, colinas y mucha agua. Un humedal que, como veremos más adelante y al igual que en otros similares como La Albufera de Valencia, gracias a la mano del ser humano ha estado en peligro.

Qué son las Lagunas de Ruidera

Las Lagunas de Ruidera son un importante humedal declarado parque natural y Reserva de la Biosfera. Éste tiene una superficie de más de 37 km2. Abarca el término municipal de cinco localidades: Argamasilla de Alba, Alhambra, Ruidera y Villahermosa, en Ciudad Real; y Ossa de Montiel, en Albacete. En total son 15 lagunas que están separadas por unas barreras naturales formadas por los depósitos de materiales, pero comunicadas entre si por saltos o cascadas. La más espectacular es la cascada del Hundimiento, en Ruidera.


Las lagunas son, en el orden que sigue el curso del agua, las siguientes:
Conceja, Tomilla, Tinaja, San Pedro, Redondilla, Lengua, Salvadora, Santos Morcillo, Batana, Colgada, Del Rey, Cueva Morenilla, Coladilla, Cenagosa y el Embalse de Peñarroya. Como curiosidad, la mayoría tiene nombres femeninos.

Las lagunas están divididas en tres grupos: las altas, medias y bajas. Las medias estarían entre la laguna de San Pedro y la Del Rey y son las que concentran más visitantes. Las anteriores son las "altas" y las posteriores las "bajas". Cada una tiene formas, tamaños y profundidades distintas. La profundidad media está entre 10 y 25 metros.

Las barreras tobáceas

Las Lagunas de Ruidera

Las barreras que separan algunas de las lagunas se conocen como barreras tobáceas. Están formadas por los depósitos de carbonato cálcico que está disuelto en el agua. Mucho disuelto y muy disuelto, que diría aquel. En otras palabras, es muy abundante. El carbonato cálcico, que es el principal componente de las rocas calizas, se asienta en los márgenes, fundamentalmente cuando el nivel del agua decrece. Durante miles de años se ha ido compactando y ha formado esas rocas que han constituido las barreras. Ese proceso continúa hoy en día, por lo que es muy importante respetar la señalización y no pisar por donde nos de la gana (donde está prohibido) ya que podemos alterar y afectar muy negativamente el ecosistema.

Como tantos y tantos espacios naturales las Lagunas de Ruidera tienen graves peligros que acechan. No solo el cambio climático, la variación de los regímenes de precipitación y las sequías. También, y sobre todo, la acción humana directa. En otras épocas se han construido canales para el aprovechamiento del agua, tanto para regadío como para la generación de electricidad. Las centrales hidroeléctricas hoy en día están en desuso y la mayoría de edificios se encuentran en estado de ruina. Se abrieron algunas brechas en las barreras tobáceas, e incluso se desecó alguna laguna para utilizar ese terreno para la agricultura. La protección del paraje ha frenado la degradación y le ha dado un respiro, pero nunca hay que perder la alerta.

Visitamos las lagunas


La manera más sencilla de visitar las distintas lagunas que forman este parque natural es a través de una carretera que discurre en paralelo a las lagunas, entre la laguna Conceja y la Laguna del Rey. y une Ossa de Montiel y Ruidera. El recorrido se puede hacer en vehículo a motor, en bicicleta o andando. La parte recayente en la provincia de Albacete tiene un solo carril para vehículos a motor, con limitación a 30 km/h; y carril bici y senda pedestre separados. Cuando entra en la provincia de Ciudad Real, la carretera cambia a dos carriles de circulación, aunque la parte pedestre sí que sigue separada.

Esta carretera tiene una longitud aproximada de 9 km. En el recorrido hay numerosos miradores y puntos donde podemos hacer unas fotos para el recuerdo. Hay paneles informativos para comprender mejor cada punto y conocer sus principales características.


También es posible visitar las Lagunas de Ruidera a través de las rutas senderistas. No solo siguiendo la carretera que os acabamos de describir. Por la otra orilla hay un sendero que recorre varias y que parte del puente que pasa sobre el canal que une la laguna del Rey y la de Cueva Morenilla. Desde este mismo punto parte la ruta hacia el castillo de Peñarroya, que también nos lleva hasta la cascada del Hundimiento. Existen varias rutas más, tanto circulares como lineales que os permiten recorrer gran parte del parque.

Una gran ayuda para visitar las Lagunas de Ruidera y para conocer más cosas de este paraje es la app del mismo nombre: "Lagunas de Ruidera". Está disponible para Android y IOS. La app tiene audioguía y gracias a la geolocalización saltan avisos en puntos determinados. Además ofrece mucha info de utilidad. 

Actividades en las Lagunas de Ruidera 


En verano las Lagunas de Ruidera tienen numerosos visitantes que aprovechan las playas lacustres para darse un chapuzón. El agua está bastante fresquita, avisamos. En muchas es voluntario abonar un euro para colaborar con el mantenimiento. Hay socorristas, por si ocurre algún accidente, cosa que no deseamos. Además las lagunas se aprovechan para practicar algunos deportes acuáticos que no requieren motor, como kayak o paddle surf. También alquilan hidropatines, pero eso ya os lo contaremos en otro post.

Otra de las actividades que se pueden practicar en las Lagunas de Ruidera es la pesca. Es imprescindible contar con la licencia que expide la Junta de Castilla-La Mancha y que puede obtenerse minutos antes de empezar a pescar. La zona favorita de los aficionados es el embalse de Peñarroya, donde hay, entre otras especies, lucios, barbos y black-bash. A nosotros como si nos hablarais en chino, pero llevamos una caña pequeña y nos quedamos un poco con las ganas de pescar.

Las Lagunas de Ruidera

Ossa de Montiel y Ruidera

Los dos principales municipios junto a las Lagunas de Ruidera son Ossa de Montiel y Ruidera. Mientras que el casco urbano de Ossa de Montiel está a varios kilómetros de las lagunas, el de Ruidera llega a la orilla. Ambas poblaciones ofrecen todos los servicios básicos necesarios.

Alrededor de las Lagunas de Ruidera hay un montón de lugares que visitar, además de las propias lagunas que son un espectáculo en si mismas. En ambos extremos (más o menos) del parque natural hay un castillo encargado de proteger estas tierras. Son los de Rochafrida, junto a Ossa de Montiel, y el de Peñarroya, sobra la presa del embalse del mismo nombre, en Argamasilla de Alba. El primero está en ruinas, y aunque se puede visitar poco se ve. Sin embargo el de Peñarroya se conserva en buenas condiciones y es bastante interesante.


Otro elemento muy especial es la cueva de Montesinos, en el término municipal de Ossa de Montiel. La visita solo se puede realizar mediante reserva y con guías. No nos dio tiempo. Y eso que nos interesaba bastante. Además de sus características naturales tiene el honor de aparecer en El Quijote. Concretamente en los capítulos XXII y XXIII de la segunda parte.

Las Lagunas de Ruidera son una zona muy cervantina y muy quijotesca. En Argamasilla de Alba hay una casa en la que estuvo preso Miguel de Cervantes, y se señala como el lugar donde ideó su universal novela. Además toda la zona tiene referencias en la novela. Muchos establecimientos rinden homenaje al Quijote con nombres que aluden a esta obra.

Y más, mucho más


Una estancia en las Lagunas de Ruidera también es la base perfecta para otras excursiones por lugares más o menos cercanos. Si es que nos quedamos con las ganas de ver más cosas. Una de las ciudades más interesantes es Almagro, que está a algo más de una hora en coche. Más cerca está Campo de Criptana, donde se pueden visitar sus característicos y típicos molinos (¿o eran gigantes?).

Si buscáis comida y/o bebidas típicas por la zona, hay dos alimentos que destacan: queso y vino. Excelentes. De hecho nos hemos aprovisionado bien, sobre todo de queso, que nos encanta. En Ossa de Montiel hay una fábrica, Don Eusebio, que tiene venta directa al público. Nosotros nos hemos hecho fans del Gran Reserva, pero todas las variedades están fantásticas.

Las Lagunas de Ruidera

Buscábamos una zona no muy alejada de casa. 200 kilómetros a la redonda era nuestro límite. Y nos encontramos un espacio fantástico. Mucho mejor de lo que podíamos imaginar. Nos han quedado muchas cosas por ver y hacer, así que volveremos seguro.

martes, 18 de febrero de 2020

DE RUTA SENDERISTA POR SIERRA HELADA

Si os gusta la práctica del senderismo la provincia de Alicante tiene un montón de posibilidades, no en vano es, por extraño que parezca, una de las más montañosas de España. Uno de los lugares que os recomendamos, sobre todo si vais en familia, es el Parque Natural de Sierra Helada (Serra Gelada), cuya parte terrestre se encuentra a caballo entre los municipios de Benidorm y Alfaz del Pi. Estas rutas senderistas son espectaculares porque transcurren muy cerca del mar y tienen unas vistas sobrecogedoras de los acantilados que, cortados a cuchillos, caen hasta el agua. 



En esta ocasión hemos realizado la que se conoce como ruta amarilla, la que recorre Sierra Helada de parte a parte, desde El Albir hasta Benidorm. Anteriormente ya habíamos hecho la ruta roja, también conocida como la ruta del Faro del Albir, en el término municipal de L’Alfàs del Pi; y la ruta naranja, también conocida como la de la Torre de les Caletes o Punta del Cavall, ya en término de Benidorm. 


Esta ruta amarilla, al contrario que la otras dos, no está muy recomendada para niños pequeños, especialmente el tramo inicial, quizá sí a partir de los 12 años, aproximadamente. Los mayores no tendrán excesivos problemas para completarla, no sé requiere una gran forma física para realizarla, a excepción de varios desniveles que os indicaremos. 



Aunque se puede realizar indistintamente partiendo del Albir (Alfaz del Pi) o desde Benidorm, decidimos hacer la ruta “oficial”, es decir, desde El Albir hasta la Cruz de Benidorm. Para ello dejamos un coche en el parking del Faro del Albir y empezamos la ruta.


Justo cuando se pasa por el merendero del Faro aparece una señal que nos indica “Alto del Gobernador”, que es el punto más alto de Serra Gelada, y el inicio del sendero que tomamos. En apenas dos kilómetros de caminata ascenderemos de los 50 msnm, a los que se encuentra el inicio del camino, a los 430 msnm de la cima.



Esta es la parte más explosiva del recorrido. Además se realiza justo al iniciar la ruta lo que puede convertirse en un suplicio ya que las piernas todavía no están calientes, y si empezáis temprano como hicimos nosotros puede que no os hayáis despertado del todo todavía. Mi recomendación sería llegar hasta el túnel de la ruta del Faro, que alarga la ruta unos 2 kilómetros (ida y vuelta) pero te prepara para el ascenso.


La senda asciende por la umbría de Sierra Helada. Durante la primera parte de la ascensión pasaremos bordeando una antigua cantera, por lo que os recomendamos que no os salgáis de la senda marcada, y mucho menos saltar el vallado de madera que hay al borde. El ascenso tiene partes con bastante pendiente, y como todavía estamos fríos nos puede costar un poco más de lo habitual. Es curioso, pero parece que haya escalones en la roca, desconozco si es intencionado.



En este primer tramo hasta el Alto del Gobernador nos encontramos con varias perdices en la senda, alguna bastante "hermosa", por cierto. Durante el ascenso y hasta que no nos adentramos en el término municipal de Benidorm, pudimos oír constantemente su canto. Llegamos a pensar que eran señuelos de cazadores, ya que hay un coto de caza en este Parque Natural, pero no oímos ningún disparo.



Conforme se va ascendiendo el bosque mediterráneo se va haciendo más espeso, dificultando en ocasiones ver la continuidad de la senda entre pinos y arbustos. Como aquella mañana amaneció con niebla, no vimos la cima hasta que estuvimos bastante cerca. Esta carga de humedad nos dejó alguna estampa bastante chula con las gotas de agua condensadas en las agujas de los pinos, además de alguna roca un poco resbaladiza.



Y coronamos. La cima es apreciable desde lejos (sin niebla, claro) porque en su día se instalaron antenas repetidoras de radio y tv (y de telefonía móvil, imagino) y un radar. Junto al vallado se encuentra el vértice geodésico. La vista desde este punto nos ofrece, por una parte, una panorámica de varios municipios de la comarca de la Marina Baixa, como Benidorm, L'Alfàs, Altea o La Nucia; y por otra los magníficos acantilados.




Seguimos el camino, que durante unos cuantos metros se encuentra pavimentado. Una señal nos indica que debemos de salirnos de esta carreterita y seguir nuestro camino hacia Benidorm por las sendas marcadas. Tanto mejor, para que vamos a engañarnos. A partir de aquí nos quedan unos 6 kilómetros hasta llegar a la Cruz de Benidorm que son bastante asequibles, con una altura media de unos 300 metros, excepto un par de subidas que nos pondrán a prueba. 



Como a un kilómetro, en un claro, paramos para reponer fuerzas. Ante nosotros el Mediterráneo. Entre el mar y nosotros unos espectaculares acantilados, la fascinante duna fósil que se encuentra a los pies de los acantilados, y a lo lejos l'Illa Mitjana (la Isla Mediana) un islote que junto a la Isla de Benidorm y la Isla de L'Olla forman parte del territorio marítimo de Sierra Helada, y que estaba siendo rodeada por unas cuantas embarcaciones recreativas con pescadores aficionados a bordo. 


La ruta no estaba muy frecuentada, pero es habitual encontrarte con personas en ambos sentidos de la marcha, algunos acompañados de sus perros, que en ningún caso llegan a molestar. Hasta que llegas a la Cruz, donde siempre hay muchísimas personas, y donde empieza a abundar la basura a unos 100 metros para llegar.



Desde la Cruz hay una carretera abierta al tráfico que suavemente desciende hasta el Rincón de Loix de Benidorm, donde acaba nuestra ruta. Aquí hemos aparcado nuestro segundo coche, dispuesto para recoger el otro vehículo. En total han sido 10 kilómetros en algo menos de 4 horas, por lo que a la hora de comer estaremos en casa. 



No dudéis en hacer esta ruta si estáis por la zona. El paisaje es espectacular, sobre todo en lo que se refiere a los acantilados. Probablemente un tramo desde la Cruz hacia el Albir sea más asequible si vais con niños, pero ya os hemos comentado que hay otras dos rutas totalmente recomendadas para ellos. Solo queda calzaros las botas y, ¡a andar!

jueves, 25 de octubre de 2018

LA RUTA SENDERISTA A LA TORRE DE LES CALETES

Domingo por la mañana. Nos levantamos un poco más tarde de lo habitual, que nos lo hemos ganado durante la semana. ¿Qué hacemos hoy? Empezamos a hacer propuestas, algunas más cercanas, algunas más disparatadas. Finalmente nos decidimos por ir al lado de casa, a Serra Gelada, a que nuestros hijos descubrieran un paraje que, a pesar de estar muy cerca de casa, no conocían. ¿Cómo motivarles? Fácil, íbamos a vigilar si venían piratas.


Al Parque Natural de Serra Gelada lo atraviesan tres senderos: el rojo o el del Faro del Albir, del que ya os hablamos; el amarillo, que cruza la sierra de punta a punta; y la ruta azul, o de la Punta del Cavall, en Benidorm, de la que os vamos a hablar. También se la conoce como la ruta de les Caletes, ya que al final del recorrido hay una torre vigía con este nombre.

El recorrido es muy fácil sólo encontramos un primer tramo con una cuesta pronunciada y un tramo final con una pendiente más suave, pero en ningún momento nos pondrán en apuros. Toda la ruta está cerrada al tráfico y asfaltada, y sorprendentemente está en muy buen estado, por lo que se puede hacer a pie, en bicicleta, patines...o silla de ruedas, que os parecerá una locura, pero vimos varias personas con un mobility scooter, una silla de ruedas motorizada, vamos (si habéis estado en los últimos años en Benidorm sabréis de que hablo).


Nosotros los 3,400 km de recorrido (1700 m. de ida + la vuelta) los hicimos en cerca de 75 minutos. Un ritmo muy asequible marcado por nuestros tres hijos. Estoy convencido de que cualquier persona acostumbrada a caminar puede hacerlo en menos de una hora.

Podemos aparcar junto al inicio de la ruta. Para llegar hay que seguir las indicaciones de la Cala del Ti Ximo desde el final de la Avenida del Mediterráneo. Tanto el Ti Ximo como la cala de la Almadrava (en valenciano es con v) son dos pequeñas calas, recogidas, y que en verano son una alternativa perfecta a los grandes arenales de Benidorm.


A lo largo de la podréis divisar bastante vegetación mediterránea, fundamentalmente arbustos como enebros, y plantas con flor como el limonio (Limonium parvibracteatum) o la anteojeras (Biscutella montana). Respecto a la fauna, las gaviotas nos acompañarán durante todo el camino. Tuvimos suerte y vimos un par de lagartijas que habían salido al asfalto a tomar el sol. Al principio nos encontramos con un pescador que había capturado tres ejemplares de un tamaño considerable (cerca del metro). Aunque he buscado no encuentro la especie concreta (puede que congrios). Y es que el 80% de la superficie del Parque Natural de Serra Gelada es mar, y podemos practicar en estas aguas buceo y/o snorkel.


Pronto divisaremos donde finaliza la ruta, en la Torre de les Caletes. Ésta forma parte de la línea defensiva construida en tiempos de Felipe II para prevenir los ataques berberiscos a las costas. Esta torre se comunicaría con señales de fuego y humo con la Torre Bombarda, situada junto al faro del  Albir, y con el castillo de Benidorm y la torre del Aguiló, con las que tiene contacto visual. De la torre solo queda el cuerpo central, construido con piedras y mortero, y hace unos años fue sometida a un proceso de restauración debido a que amenazaba ruina.


Una vez lleguemos a la torre disfrutaremos de las impresionantes vistas de los acantilados de Serra Gelada y la Illa Mitjana (isla mediana) un pequeño islote. Además se llega a divisar una de las dunas fósiles de Serra Gelada. Aprovecharemos que hay que dar la vuelta para tomar un respiro, y tomar todas las fotos que estimemos conveniente. Y no serán pocas.


Esta ruta permite un bonus track, subir hasta el alto de La Cruz. Se conoce así porque en diciembre de 1961 una misión católica instaló una cruz para expiar a la ciudad, cuna del pecado que permitía a las mujeres bañarse en la playa en bikini. Es uno de los puntos más elevados de la ciudad (237 metros de altitud) y las vistas son simplemente espectaculares. Debido a que un temporal arrancó la cruz original de madera, ésta se sustituyó a mitad de la década de los 80 por una cruz metálica con iluminación nocturna, que permite que sea visible por la noche. La cruz se  ha convertido en un lugar de recuerdo de difuntos (vimos incluso una urna cineraria). Para compensar aquí muchas parejas se reparten amor, y hasta se han rodado películas porno.


Además de los valores medioambientales, paisajísticos e históricos que atesora esta ruta, si hay algo  que nos sorprende es que estando en Benidorm, una de las ciudades más bulliciosas del Mediterráneo español, parece que estemos en otro lugar. La tranquilidad es asombrosa. Podemos decir, sin lugar a dudas, que es un auténtico tesoro. ¿Lo esconderían los piratas?