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lunes, 18 de febrero de 2019

SOLIDARIDAD CON NOSTALGIA EN ORIHUELA: RETRO SANTO DOMINGO

El pasado sábado estuvimos por tercer año consecutivo en Retro Santo Domingo, un evento solidario que se celebra en el Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela y tiene como fin recoger alimentos para repartirlos a través de Cáritas entre las familias necesitadas de la ciudad, y un año más contribuimos con esta buena causa.



¿Pero qué tiene de especial Retro Santo Domingo? Varias cosas, vayamos por partes. En primer lugar contribuir a una causa solidaria y saber que estás ayudando a familias que les hace mucha falta. Esto es algo que nos gusta enseñara nuestros hijos, porque por poco que tengas siempre puedes ayudar a alguien que lo está pasando peor que tú. En segundo lugar, y lo más importante, la cantidad de actividades que tiene este evento que se está superando año tras año. De hecho en 2018 batió el récord de España de recoger alimentos con más de 8100 kg., superando la marca de Barcelona que estaba en unos 6.500 kg. de alimentos. Y por último el edificio que alberga el evento, una auténtica maravilla.




A lo largo de todo el sábado Retro Santo Domingo ofrece actividades para todos los gustos, pero si has nacido en la década de los 80 y te has criado en los 90 este evento te tocará el corazoncito. El plato fuerte son los distintos photocall con personajes de series y películas, muchas de ellas de los años 80 y 90, como acabo de referir. Encontramos a los personajes de Star Wars gracias a la Legión 501 Spanish Garrison, el club oficial en España de Los Cazafantasmas y V (sí, los lagartos extraterrestres zampa ratones). También un photocall de Barrio Sésamo con Espinete y los personajes de Toy Story




Una de las atracciones más solicitadas durante todo el día fue la que estaba basada en el mundo de Harry Potter y que invitaba a hacer un viaje por Hogwarts. La verdad es que estaba muy bien y agotaron las entradas disponibles. Durante todo el día se veía pequeños fans del mago de las gafas redondas, con sus capas, sus varitas, sus cicatrices y sus bufandas.




También había una exposición con objetos de coleccionista de la saga de películas de Indiana Jones. Lo curioso era que en la entrada había una moto con sidecar y un par de personas ataviadas como el arqueólogo más famoso de la historia del cine y su señor padre. Otra exposición, esta vez en el patio del Colegio, mostraba varios coches de películas y series: Kitt, el coche fantástico (Pontiac Firebird Trans Am v8); la furgoneta de El Equipo A ( GMC Vandura de 1983); el Ford Explorer que recorría Jurassic Park, el Delorean DMC-1 con el que Doc y Marty McFly viajban en el tiempo; el Ford Gran Torino que conduce Starsky (acompañado por Hutch, claro) y el Dodge Charger de 1969 "General Lee" de los Dukes de Hazzard.




Otra de las actividades que más público congrega son los videojuegos. Precisamente como muestra de videojuegos y cultura retro nació este evento. Podemos dividir en tres partes diferenciadas los videojuegos a los que se podía jugar. Por una parte los videojuegos retro en consolas u ordenadores de hace años, de esos que se cargaban en cintas de casete y se jugaban en commodores o amstrads con teclados de teclas de goma. Por otra parte máquinas de arcades, como aquellas que en los recreativos nos íbamos dejando moneda tras moneda de 25 pesetas (o de 100 si el juego molaba mucho). Por últimos los juegos de nueva generacion en las videoconsolas más avanzadas: Fornite, Fifa 2019, Red Dead Redemption,...




Pero no solo se podía jugar a videojuegos viejunos, ya que en el mercadillo que se instala en los dos claustros del colegio se pueden adquirir consolas descatalogadas y videojuegos. Es curioso ver juegos a los que nos “viciábamos” hace más de 20 años (y 25 años también…). Pero no solo hay consolas y videojuegos: objetos relativos al fandom, desde camisetas a tazas, pasando por muñecos o pegatinas; cómics y libros antiguos, o puestos con accesorios para Nancy. Este año seguimos ampliando el armario de la nuestra.




Ante tanta actividad debe haber un rato para el descanso, y el colegio ofrece comidas solidarias para financiar proyectos. El menú se compone de ensalada, el típico arroz con costra de Orihuela, caldo con pelotas (una especie de albóndigas grandes) y brazo de gitano de postre. La verdad es que el arroz estaba buenísimo. Cerca, puesto que la comida se hizo en el patio del colegio (el año pasado fue en el comedor del centro), había unos cuantos hinchables en el que se divirtieron los más pequeños.


Además del sábado, este año hubo otras actividades previas el viernes, como cine forum solidario. Toda el sábado se realizaron charlas con distintos invitados, de los que dos eran los más destacados. Por una parte Miguel Ángel Valero, que puede que no te suene mucho, pero si digo que era El piraña de Verano Azul, la cosa cambia. El otro gran invitado fue Alberto Moreno, responsable del mítico videojuego made in Spain “PC Fútbol”.




Si todo esto no os parece suficiente, siempre queda apelar a que visitéis el Colegio Santo Domingo por el edificio en el que está ubicado. Empezó a ser construido en el s. XVI. El papa Julio II le otorgó bula para ser Colegio Pontificio y al tiempo se convirtió en Universidad Pontificia, como Salamanca, Alcalá o Valencia. En el s. XIX deja de ser universidad tras la prohibición de las universidades menores, pero continúa como colegio hasta nuestros días. Destaca la fachada del edificio, con tres portadas; sus dos claustros, el “Mayor” de estilo renacentista, y el de la “Universidad” de estilo barroco, y su iglesia, de arquitectura renacentista y decoración barroca. Además tiene un pequeño museo acerca de la historia del edificio.




Nosotros ya aguardamos la jornada del año que viene, y es que todos nos lo pasamos estupendamente en un día en el que además de divertirnos ayudamos a gente que lo necesita. No lo dudéis si estáis cerca de Orihuela. Si sois tan frikis como nosotros, disfrutaréis.

jueves, 8 de noviembre de 2018

DE VISITA POR EL SALÓN VIDEO GAME COMIC DE ALICANTE

Hace un par de semanas nos dejamos caer por el Salón Video Game Comic, que se celebró en IFA, la Institución Ferial Alicantina. Vamos, lo que viene siendo la feria de muestras. Se encuentra junto al Aeropuerto de Alicante-Elche. Siendo la primera vez que íbamos a un evento de estas características, nuestra opinión no puede ser más positiva.




En primer lugar nos llamó la atención que se pareciera tanto a las Comic-Con a las que van los protagonistas de The Big Bang Theory. No sé, las diferencias culturales entre los EEUU y Europa, y en especial con España, son muy grandes. Pero oye, esto debe de ser una de las consecuencias de la globalización.

Otra de las cosas que también nos sorprendió es la cantidad de familias que fueron a pasar el día. Y esto lo está diciendo una familia, y numerosa. A ver, pensábamos que iba a ser una cosa más de adolescentes y veinteañeros, que habían, y muchos, pero comprobamos que, como nos pasó a nosotros, había propuestas para toda la familia. 


Dicho todo lo anterior, vamos a entrar en harina. El Salón se divide en varios espacios, dedicados cada uno a distintas temáticas. Nada más entrar, a mano derecha, te encontrabas con un par de asociaciones de fans de Star Wars ataviados para la ocasión como los personajes de las películas. Por una parte estaban los miembros de la Legión 501, que además de un photocall habían hecho una gynkana con preguntas sobre la saga (algunas no eran fáciles) y junto a ellos estaban Star Wars Alicante, otra asociación. También había una réplica muy conseguida de R2D2, el droide "cabezudo". También se encontraban miembros de Ghostbusters España, vestidos como los auténticos Cazafantasmas.

Si al entrar te dirigías a la izquierda te encontrabas con el panel de cómics y con una de las actividades estrellas del Salón, la firma de autógrafos y fotos por parte de Mark Everex, actor que ha participado en la nueva trilogía de Star Wars, y Julian Glover, actor inglés que, entre otras, ha participado en El Retorno del Jedi, Indiana Jones y la Última Cruzada (el malo, el que llevaba un traje blanco) y en Juego de Tronos. Los precios, 10€ por un autógrafo y 30€ por foto firmada, nos parecieron bastante caros. El sábado también tuvieron un encuentro con fans, escoltados por la Legión 501, en el que hubo un momento un poco tenso por la falta de civismo (así lo entendió Julian Glover) de algunos asistentes.


Una vez dentro de la zona de stands podias encontrar casi cualquier objeto relacionado con el coleccionismo y el merchandising para fans. Camisetas, figuras, llaveros, posters, tazas, objetos que imitan a los que usan los personajes (la varita de Harry Potter, por ejemplo). Evidentemente puedes dedicar muchas horas a ver todo lo que hay, y puedes dejarte muchísimo dinero si te entra un impulso consumista, o un capricho de fan. Algunas cosas eran verdaderas maravillas.

La zona de cómics era muy chula. Para mi tiene un aspecto casi romántico las cajas donde se apilan colecciones y tienes que ir pasando ejemplar a ejemplar para localizar el que buscas, o el que te falta. También se presentaba la oportunidad de comprar ilustraciones directamente de la mano de algunos artistas que se encontraban en el Salón. Los precios variaban, pero había cosas muy asequibles.


En relación a los cómics (o más bien el tebeo) en el centro del salón, frente a la entrada principal, estaba situada la exposición 'El exilio ilustrado', que estaba allí de la mano del IVAJ (Instituto Valenciano de la Juventud) y que estaba compuesta por una serie de paneles con reproducciones de ilustraciones realizadas por diversos artistas que representaban a intelectuales que habían tenido que salir al exilio tras la Guerra Civil, junto a una breve biografía de cada uno. La exposición es muy bonita y sería muy recomendable que se fuera moviendo por diversos lugares.

Y llegamos a una de las secciones donde más público se agolpaba, especialmente los más jóvenes: los videojuegos. Por si no lo tenía suficientemente claro, pude comprobar el tremendo tirón que tiene Fortnite. La cola más larga de todo el Salón. Pero no sólo de Fortnite vive el gamer: Red Dead Redemption 2 o Fifa 2019 eran algunos de los títulos a los que te podías viciar un rato. También arcades con juegos clásicos, para aquellos que somos, ejem, pre-millenials.


Al fondo del Salón se podían encontrar dos grandes espacios dedicados a los juegos de mesa (los modernos, ni el parchís, ni el Trivial) y a los juegos de rol. Aquí también había muchas familias, demostrando así que no todo el ocio familiar tiene porque girar alrededor de una pantalla. Junto a este espacio se accedía a jugar al airsoft, pero poco más os podemos decir, ya que era en el exterior y el día no acompañaba.

Comprenderéis que no se tardan diez minutos en verlo todo y en algún momento hay que hacer una parada en boxes. No problem, había una zona de restauración. Como no podía ser de otra manera, además de puestos con los habituales perritos calientes, hamburguesas, bocadillos y café, habían puestos de noddles (la gran cantidad de otakus presentes necesitaban carbohidratos) y un bar de cereales. Que en si mismo no me sorprende, pero 12 y 15€ por una caja de cereales... ¡Deben de saber a gloria bendita!


Por si todo esto no es suficiente actividad también podías participar en una serie de talleres. Había temáticas para todos los gustos: sobre bandas sonoras de videojuegos, crear pociones de Harry Potter, de las distintas etapas de la creación y realización de un cómic (guión, ilustracion, entintado...), manualidades con corcho, fieltro, bisutería. Y un largo etcétera.

Cabe destacar la imaginación y el curro que se pegaron muchos de los asistentes con sus cosplays, es decir, disfraces de personajes (del inglés COStume-disfraz y PLAY-jugar). Había un concurso con interesantes premios, pero la inmensa mayoría lo hacía por simple y pura diversión. Podemos destacar un par de chicas vestidas como las niñas de El Resplandor (sí, la peli de Stanley Kubric) y muchísimos personajes de manga.  


Resumiendo, nuestra primera visita a un Salón Video Game Cómic no será la última. Aunque el precio de las entradas pueda parecer a priori un poco caro (8€ el sábado, 7€ el domingo, 10€ el bono de los dos días, gratuita para los menores de 5 años) la gran cantidad de actividades que puedes realizar dentro (aunque algunas se pagan aparte) hace que se amortice cada euro pagado. Al fin y al cabo lo que importa es que nos lo pasamos muy bien, y eso, visto lo visto últimamente, no tiene precio.