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sábado, 18 de diciembre de 2021

LA MAGIA DEL HOTEL DEL JUGUETE DE IBI

Hace poco pudimos desquitarnos con uno de los deseos viajeros (esos que de cara a la galería no tenemos) de hace bastante tiempo. Por fin pudimos disfrutar del Hotel del Juguete, un establecimiento tematizado especialmente recomendado para familias. De hecho es el único en toda España ambientado en el mundo del juguete. En tiempos de hoteles “Only adults” está bien que también existan alojamientos “Family friendly”.

Hotel del Juguete

El Hotel del Juguete se encuentra en la localidad alicantina de Ibi. Está en el interior de la provincia, muy cerca de Alcoy, para situaros. Que haya en esta localidad un hotel temático dedicado a los juguetes no es casual. Desde hace más de un siglo en Ibi se han instalado varias de las fábricas de juguetes que han sido protagonistas de los juegos de miles (si no millones) de niños y niñas de España y todo el mundo. Una industria que se extendió por municipios vecinos como Onil, especializado en las muñecas, como ya os contamos en el post sobre el Museo de la Muñeca, que se sitúa, precisamente, en Onil.


A pesar de los múltiples cambios que ha tenido que adoptar esta industria para sobrevivir, todavía perviven en Ibi algunas de las fábricas que llenan los catálogos y las cartas a Papá Noel o los Reyes Magos cada Navidad. Marcas como Moltó, Injusa, Joal, Guisval o Feber, nacieron en esta población. Ibi no olvida esa historia, y en sus calles hay numerosas referencias a esta industria de la que se sienten tremendamente orgullosos. Porque, ¿hay algo que llene más de orgullo que hacer felices a los demás?


VAMOS A CENTRARNOS, ¿POR QUÉ ES ESPECIAL EL HOTEL DEL JUGUETE?



El Hotel del Juguete se sitúa en pleno centro de la localidad, junto al Ayuntamiento. Concretamente en la calle Escoleta nº4. Nada más entrar ya se nota que no estamos en un hotel al uso. Los juguetes, los juegos, el mundo infantil está presente al cruzar la puerta. Como vais a ver no es un hotel solo para niños, pero es cierto que tienen un gran peso en las actividades que ofrecen.


Por ejemplo, en la primera planta hay una terraza en la que hay una serie de juegos infantiles y una cama elástica. Los adultos no pueden usarla, pero la tentación está ahí. También hay unos juegos electrónicos de velocidad y reflejos muy curiosos, ya que se accionan mediante un mecanismo manual. Si vais en otoño o invierno, aprovechad esta terraza durante las horas de luz.

Hotel del Juguete


Otro de los espacios más chulos del hotel es una sala de juegos, que también se encuentra en la primera planta. Aquí se combinan juegos tradicionales, como los Lego o un cuatro en raya gigante, con juegos tecnológicos como una pantalla táctil con actividades infantiles, una consola PlayStation Vita o una emuladora arcade con multitud de videojuegos de los 80 y 90s. Aquí se puede jugar y disfrutar en familia.


Una de las cosas más sorprendentes es la infinidad de detalles que hay repartidos por todo el hotel. Paneles con la historia del juguete en los pasillos, un buzón de los deseos (donde la mayoría pide volver), o puertas para que el Ratón Pérez pueda entrar, en caso de necesidad. No dejareis de descubrir detalles durante vuestra estancia.


LAS HABITACIONES



Las habitaciones son las joyas de la corona del Hotel del Juguete. Cada una está ambientada alrededor de un juguete distinto. En total son 19 habitaciones. Cada una de ellas es distinta, no solo por la temática, también por el tamaño o la disposición. Las habitaciones tienen las siguientes temáticas: Nancy, Barriguitas, Playmobil (dos habitaciones, una superior y otra estándar), Nenuco, Pin y Pon, Super Wings, Lego, Invizimals, Barbie, Family Play (equipada con una consola Playstation), Dinosaurios, Fisher Price, Superhéroes, Mr. Potato, Regreso al pasado.


Además hay tres habitaciones muy especiales, ya que están dedicadas a cada uno de los Reyes Magos, es decir, Sus Majestades de Oriente Melchor, Gaspar y Baltasar. Son habitaciones dúplex y, además, la de Baltasar incluye juguetes Hot Wheels.

Hotel del Juguete


Hay habitaciones para familias más pequeñas y también (por fin) habitaciones para familias numerosas. Éstas suelen tener dos camas de 150 cm de anchura, más que suficiente para que descanse toda la familia. Todas las habitaciones tienen están equipadas con juguetes referentes al tema de la habitación, televisor, un minibar y baño completo.

Nosotros escogimos la habitación Playmobil Superior, y fue un acierto. En primer lugar porque la habitación es bastante grande. También porque a todos nos encantan los playmobil. En un primer momento fue imposible separarlos de los clicks.

RESTAURANTE Y LUDOTECA



Otro de los puntos fuertes del Hotel del Juguete es su restaurante. Al contrario que muchos hoteles actualmente, no tiene buffet libre y se pide a la carta. Hay dos tipos de menú a elegir. Por un lado un menú de tapeo en el que se pueden escoger 5 tapas distintas entre prácticamente una quincena de opciones, o bien un menú con un entrante, plato principal y postre.

Nosotros las dos noches que estuvimos nos decantamos por la segunda opción. Si nos permitís una recomendación, las carrilleras estaban muy buenas y muy tiernas. En el caso de los niños los menús tienen dos platos y se pueden escoger tiras de pollo, minipizza, minihamburguesas, sopa o ensalada, entre otras opciones.

Como ocurre con el resto del hotel, la decoración es muy chula y con un montón de detalles. Por ejemplo, un cartel que simula unas enormes letras de Scrabble, piezas gigantes de Lego, o columnas que simulan ser crayones. Todo muy colorido. Además durante la cena bien el Ratón Quico (primo del Ratón Pérez) o Jet, protagonista de Super Wings, visitarán el restaurante para saludar y hacerse fotos con los niños.

Hotel del Juguete


El restaurante no es exclusivo para clientes del hotel, y cualquier persona que quiera puede disfrutar de la rica comida que preparan. Os aconsejamos reservar previamente para aseguraros la disponibilidad de mesa.

Uno de los servicios que más aprovecharon nuestros hijos fue la ludoteca. Se encuentra en un semisotano junto a la zona del restaurante. Solo abre por la tarde hasta el final de la cena. Pero en nuestro caso exprimieron cada minuto. Los niños se lo pasan en grande jugando con otros niños. Y los padres encantados, porque podemos tener un rato para nosotros. Durante las cenas, entre plato aprovechaban para bajar y jugar un poquito.

EXCURSIONES DESDE EL HOTEL DEL JUGUETE



Además Ibi es un municipio que tiene bastantes cosas para visitar. Cuenta con tres museos que son muy interesantes para toda la familia. Como característica común tienen que ocupan antiguas fábricas de juguetes que han sido rehabilitadas para su uso.

En primer lugar el museo del videojuego Arcade Vintage. Situado en la antigua fábrica de juguetes Rico, apenas a 200 metros del Ayuntamiento y del Hotel del Juguete. Nosotros ya lo habíamos visitado con anterioridad, y publicamos en su día un post acerca de este lugar. Muy recomendado para quienes vivimos las décadas de los 80 y los 90, ya que seguramente visitarías algún salón recreativo (unos billares, vamos) y disfrutaste como un enano con 25 pesetas.

También son muy recomendables dos museos que ocupan las instalaciones de la antigua fábrica de juguetes Payá, la decana de las industrias jugueteras en Ibi. Estos museos son, por una parte el Museo Valenciano del Juguete, que recoge una amplísima muestra de algunos de los juguetes que se fabricaban hace décadas en Ibi, con otros del mismo tiempo de otros lugares del mundo. Por otra parte el Museo de la Biodiversidad, un museo con un marcado carácter divulgativo y que quiere trasladar la importancia de conservar las distintas especies de seres vivos que viven en los distintos hábitats de nuestro planeta.

Desde el Hotel del Juguete nos ofrecieron una visita panorámica a Ibi en un tren turístico. Tiene una duración aproximada de una hora y recorre algunos de los principales puntos de interés de Ibi con salida y llegada en el Ayuntamiento. Esta actividad tiene un coste de 5 € por persona y es muy entretenida, os la recomendamos.

PARA FINALIZAR


Hotel del Juguete


Por último, y no por ello menos importante, queremos destacar una de las cosas que más ayudan a disfrutar de la estancia en el Hotel del Juguete. Esto es la maravillosa atención del cliente por parte de todos los empleados. El trato es magnífico por parte de los trabajadores y trabajadoras del hotel. Lo hacen todo fácil. Se merecen un 10.

Si con todo lo que ofrece el Hotel del Juguete os aburrís, en recepción tienen un servicio de préstamo de juegos de mesa. Ya sea en vuestra habitación o en una de las mesas de la cafetería, podréis disfrutar de un ratito con algunos de los juegos más populares.

Los fumadores lo tendrán un poco complicado, ya que todo el Hotel del Juguete es un "espacio sin humo" y no se puede fumar en ninguna dependencia. De hecho hay un cargo extra si se fuma en las habitaciones.

Aunque depende un poco de la personalidad de cada niño, pero creemos que la edad máxima para visitar el Hotel del Juguete estaría entorno a los 10-11 años. Nuestro hijo mayor tiene 12 y jugó, sobre todo, con los arcades. Aunque confesó que le gustó mucho el hotel.

El Hotel del Juguete es caro, no os vamos a mentir. Nosotros tuvimos la inmensa suerte de poder aprovechar el Bono Viaje de la Comunidad Valenciana, una fantástica iniciativa para reactivar el sector turístico tras el parón de la pandemia. Pero merece mucho la pena y es un lugar muy especial.


Toda la familia, aunque especialmente los niños, disfrutarán de todo lo que ofrece que, como habéis podido comprobar, es mucho. Y es que hay cosas que el dinero no puede pagar. 

viernes, 28 de junio de 2019

VIAJAR CON EL PALADAR: ENSALADA WALDORF

Cuando llega el verano lo que nos apetece a todos es pasar el menor tiempo posible en la cocina, y preparar platos ligeros con los que sobrellevar el calor. Os traemos una receta sencilla, con ingredientes fáciles de localizar y que tiene una historia viajera detrás. Os presentamos la ensalada Waldorf.


Esta ensalada está preparada con tres ingredientes básicos: mayonesa, apio y manzana. Su nombre proviene del establecimiento donde fue creada, el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, uno de los establecimientos más lujosos de la Gran Manzana, y uno de los hoteles más conocidos de todo el mundo. 


Dice la leyenda que esta receta nació de madrugada y de repente, ya que un cliente tardío pidió algo para cenar y con los únicos ingredientes que el cocinero tenía a mano realizó este famoso plato. Como esto de las recetas improvisadas (dicen que la fideuà nació también por casualidad) es un cuento, haremos más caso a la historia que dice que el dueño del hotel, William Waldorf Astor, le pidió a su maitre que creara una serie de platos para su distinguida clientela. 


La receta fue creada en 1893 y en 1896 apareció la receta en el libro "The Cook Book by Oscar of the Waldorf", escrito por Oscar Tschirty, el maitre del Waldorf Astoria. Desde el primer momento, esta ensalada se convirtió en un plato admirado por la jet-set del momento. Y desde entonces se ha convertido en el plato más demandado del hotel, además de un hito en el cocina mundial por su audaz combinación de sabores. Un clásico que no pasa de moda.


La verdad es que es una ensalada deliciosa y muy rápida de preparar. Se corta en juliana una rama de apio, y en daditos pequeños una manzana (se suele recomendar roja, pero las amarillas tardan más en oscurecer), todo ello se mezcla con mayonesa. A partir de aquí, y siempre respetando los tres ingredientes originales, hay quien le añade frutos secos como nueces, pasas, piñones o almendras picadas. Hay quien le añade yogur natural, leche o nata a la salsa para aligerarla. Hay quien adereza la mayonesa con una punta de mostaza, nuez moscada, pimienta, (a mi me gusta con mostaza y unas gotas de salsa Perrins), o la aligera con yogur, leche o nata. Hay quien añade a la mezcla pera, miel o limón. Hay quien incluye jamón de York picado o huevo duro. Hay quien lo come sobre hojas de lechuga. En la cocina siempre la imaginación al poder.


Por supuesto un hotel como el Waldorf Astoria ayuda a que esta receta sea algo más que una simple ensalada. El hotel original fue construido en 1893 (el Waldorf) y unido posteriormente al The Astor, construido en 1897). Fue apodado "el guión", ya que un pasillo cubierto unía ambos y por el guión del nombre, que en la actualidad ha desaparecido. En 1929 fueron demolidos y el actual hotel Waldorf Astoria, construido en un nuevo emplazamiento en Park Avenue, fue inaugurado en 1931. En el antiguo solar se edificó el Empire State Building


Este hotel ha sido escenario de varias películas y residencia de numerosas personalidades, desde artistas como Cole Porter o Marylin Monroe, a presidentes y nobleza europea, pasando por gángsters. Una historia apasionante. Nosotros, que todavía no hemos pisado suelo de Estados Unidos, esperamos alojarnos allí algún día. Mientras, nos queda disfrutar con su ensalada.

sábado, 24 de noviembre de 2018

¿HOTEL O APARTAMENTO?

La pregunta que titula este post es una de las grandes dudas que nos surgen a la hora de planificar un viaje. Y es que la elección de un mal alojamiento puede mandar al garete toda la planificación de un viaje. 



Indudablemente a nosotros nos gustaría alojarnos siempre en un hotel de cinco estrellas con pensión completa (o todo incluido, quien sabe) pero nuestra disponibilidad económica es la que es y debemos ajustarnos a nuestras posibilidades, por lo que habitualmente optamos por el apartamento, aunque cada viaje es distinto y cada vez hay que volver a la casilla de partida. 



La decisión entre hotel o apartamento no es solo económica, hay otros factores que debemos de tener en cuenta. La primera es la disponibilidad de alojamiento. Pocos hoteles ofrecen habitaciones para familias numerosas y si tienen suelen ser suite junior o superiores. Se nos dispara el presupuesto. La alternativa no es que sea muy atractiva: dos habitaciones. Vale, al final la diferencia económica con una habitación de superior categoría no es tanta, pero ¿como nos repartimos? ¿Una triple y una doble? ¿Los padres juntos o separados? Caramba, una respuesta que ha provocado muchas más preguntas. Y es que esa pared que divide las dos habitaciones es un gran problema.



En un apartamento tenemos más controlada a la prole, incluso cada uno puede tener su propia habitación (o su cama) como en casa. Suelen ser más económicos, pero por contra nos tocara currar un poco más. Habitualmente no suelen tener un servicio que nos haga la cama, ni nos sirven desayuno, comida y cena. Es la contrapartida. Pero esto puede ser un inconveniente o aprovecharlo, como en el judo, a nuestro favor. De esta manera podemos salir a comer o cenar fuera, o probar algún producto local que compremos en la tienda de la esquina y del que desconocíamos su existencia. 




Una de las ventajas que suelen tener los apartamentos es la libertad de no estar sujetos a los horarios de comedor de los hoteles, que en ocasiones nos parten en dos una jornada de excursión, o hace que tengamos que apurar alguna visita si queremos llegar a tiempo. Pero si nuestro plan es de relax total, nada mejor que un hotel y dejarnos llevar. 



Nosotros nunca nos cerramos a ninguna de las dos opciones, pero advertimos que somos de visitar muchas cosas en nuestros viajes, por lo que normalmente optamos por el apartamento. Aunque irónicamente siempre empezamos buscando hotel. Sí, lo admitimos, somos fieles a Booking, quizás la experiencia de unos cuantos años nos ha llevado a que nos fiemos más que de otros comparadores como Trivago, por ejemplo. Siempre cogemos la opción de cancelación gratuita, ya que aunque sube un poco el precio, si existe algún imprevisto, que suele ser normal con tres niños, tendremos un respiro. Además últimamente cada vez incluye más otras modalidades de alojamiento, para competir con las plataformas de alquiler de apartamentos.

Nuestro método es ir buscando, siempre en ventana de incógnito para intentar no almacenar cookies y que al volver a mirar el mismo alojamiento nos intenten clavar, hasta encontrar lo que nos interesa. Si salta la liebre y encontramos una oferta, mejor que mejor, pero es algo que no suele suceder si buscamos un destino concreto en una fecha determinada. Cuanta mayor flexibilidad tengamos a la hora de viajar, tanto de fechas como de destino, mejores ofertas podremos encontrar.



Sentimos haber sido tan poco concretos, pero es cierto que la decisión depende de cada familia, de su situación económica, de las necesidades concretas del viaje, o de las ganas de cocinar y limpiar que tengamos. Para otro artículo dejaremos otros tipos de alojamiento, como los campings, o incluso las autocaravanas. Por no hablar del gran recurso del viajero low cost, las casas de los familiares y amigos.