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viernes, 18 de junio de 2021

ESPAÑASAURUS: UN PASEO POR LA ERA MESOZOICA

Si, al igual que nosotros, sois fans de los dinosaurios, en España tenéis un montón de lugares para disfrutar de estos animales que tanto nos cautivan y que desde hace décadas nos están incendiando la imaginación.

Dinosaurios en España

Todo empezó, o al menos eso creemos, en el momento que se estrenó Jurassic Park allá por 1993. Bueno, en realidad fue cuando comenzó la promoción de esta película, porque duró meses y fue machacona para convertir esta película en el blockbuster que finalmente fue. En aquel momento pudimos ver por primera vez unos dinosaurios que volvían a la vida con un realismo jamás alcanzado hasta la época. Sí, décadas antes ya se habían rodado películas con dinosaurios, pero sus efectos especiales dejaban bastante que desear. 

Durante la era mesozoica, es decir, hace entre 256 y 65 millones de años, los dinosaurios poblaron la Tierra, fundamentalmente en el último período de esta era: el Cretáceo. Ocurre que Jurásico, el periodo anterior, suena mucho mejor, o al menos ahora ya nos hemos acostumbrado y no veríamos un Cretaceous Park con los mismos ojos. Las tierras que actualmente ocupa España estaban en gran parte bajo el mar, y poco a poco fueron emergiendo. Además las placas tectónicas continuaron con sus movimientos. Tanto es así que, por ejemplo, parte del continente americano estaba unido a la actual Galicia. Esto explica porqué en algunas zonas de España hay una mayor acumulación de fósiles de dinosaurio, y porqué se han encontrado fósiles de una misma especie en puntos que actualmente están separados por un océano. 

Pero vamos a entrar de lleno en lo que de verdad nos interesa, y es conocer lugares en España donde disfrutar de estos gigantes extintos. Vamos a agrupar los diferentes recursos, que pueden ser yacimientos, museos paleontológicos o parques temáticos, por comunidades autónomas. Abrochaos el cinturón que vamos a dar un salto atrás en el tiempo de 65 millones de años. 


ARAGÓN


Los aragoneses fueros los pioneros en el uso de los dinosaurios como herramienta creadora de riqueza a través del turismo. Su buque insignia, y prácticamente el de toda la paleontología didáctica de España es Dinópolis. Este año ha cumplido 20 años desde su apertura, y se ha convertido en uno de los grandes polos de atracción de la región. Porque la historia de Dinópolis debería ser un ejemplo. No hace falta descubrir que la provincia de Teruel es una de las más afectadas en España por el fenómeno de la despoblación. Actualmente en la capital residen unos 36.000 habitantes y en el conjunto de la provincia unos 131.000, la mitad que hace un siglo. Esto hizo que se hiciera famoso en toda España aquel lema que decía "Teruel existe" y que reivindicaba mayores inversiones en esta provincia. Al final tuvieron que sacarse las castañas del fuego ellos mismos.

Supieron ver el enorme potencial que tenían en los yacimientos paleontológicos que se excavaban en la provincia y pusieron en marcha, a las afueras de la capital Dinópolis, un parque temático en torno a los dinosaurios en el que se encuentra el fantástico museo paleontológico de la provincia. Aquí exhiben los restos, entre otros, del Turiasaurus Riodevensis, el dinosaurio más grande encontrado en Europa.

Pero Dinópolis tenía clara su vocación de colaborar en el impulso económico de toda la provincia y por eso a partir de 2003 comenzaron a abrir subsedes en diversas poblaciones de Teruel, formando lo que se denomina Territorio Dinópolis. Cada una de estas subsedes está especializada en un tema o aspecto concreto, a partir de los hallazgos paleontológicos de la población donde se ubica. 

Dinosaurios en España

Nosotros os recomendamos encarecidamente la visita a Dinópolis y a sus subsedes, gracias a las que, además, descubriréis una de las provincias más bonitas y desconocidas de España.

Pero no solo podéis conocer los dinosaurios a través de Dinópolis. También son muy interesantes los yacimientos de icnitas. Esto son huellas fósiles de dinosaurios. Teruel se encontraba a orillas del mar de Tetis, el antepasado del Mediterráneo. Estas huellas se han conservado, fosilizadas, hasta nuestros días. Nada menos que 13 yacimientos de icnitas se pueden visitar por la provincia de Teruel. 


COMUNIDAD VALENCIANA

La Comunidad Valenciana es otra comunidad autónoma que puede presumir de tener una amplia oferta turística basada en los dinosaurios. Aunque es más intensa en el interior, abarca casi todo su territorio.

Morella es uno de los vértices de un triángulo que trazaríamos con Teruel, de la que acabamos de hablar, y Cuenca, de la que nos dedicaremos un poco más adelante. Este triángulo imaginario inscribiría la zona con mayor presencia de fósiles de España. 

En Morella, precisamente, encontramos un museo paleontológico (Temps de dinosaures; tiempo de dinosaurios) donde la estrella es el Morelladon Beltrani, un dinosaurio de la familia de los iguanadones localizado en un yacimiento de Morella.


Dinosaurios en España

Alpuente, una localidad del interior de Valencia que linda con la provincia de Teruel, es otro de esos lugares que se va abriendo hueco en el campo de la paleontología nacional.  En su término municipal se pueden visitar dos yacimientos de icnitas, que tienen impresas huellas de dinosaurios tanto herbívoros como cazadores carnívoros. Además en su casco urbano se encuentra un pequeño pero completo museo paleontológico que os recomendamos visitar. 

Los fósiles que se encontraban en los yacimientos de Alpuente antes de que abriera su museo arqueológicos se transportaban a la capital provincial, concretamente al Museo de Ciencias Naturales, que se encuentra en el interior de los conocidos jardines de ViverosEste museo muestra varios fósiles de dinosaurios que se han encontrado en diversas excavaciones en varios puntos de la provincia. Además también podemos ver en este museo una magnífica colección de fósiles de vertebrados (en su mayoría mamíferos) que se hallaron en Sudamérica y que integran la colección Rodrigo Botet.


Más al sur, concretamente en la ciudad de Elche, encontramos otro museo paleontológico que está muy bien: el MUPE. Gestionado por la Fundación Cidaris, el Museo Paleontológico de Elche tiene una colección muy interesante, muy completa y que seguro que os llamará la atención. Repasa de manera rigurosa y didáctica la historia de la vida en la Tierra, desde la aparición de los primeros seres vivos hasta nuestros días. La sala más chula es la que muestra varios fósiles de dinosaurio, entre ellos un cráneo de T-Rex, un velocirraptor y un triceratops. Ya os adelantamos que hacen las delicias de los niños. Muy interesantes también son las vitrinas dedicadas a los fósiles valencianos, con restos de varios dinosaurios que vivieron hace decenas de millones de años en nuestras tierras.  

Pero como todo no van a ser museos, os recomendamos la visita a visita a Dino Park Algar, un parque temático que tiene como hilo conductor a los dinosaurios. Se encuentra en la localidad alicantina de Callosa d’En Sarrià a pocos kilómetros de Benidorm, en el paraje donde también se encuentran las Fuentes del Algar. Este parque os asegura un 100% de éxito. Podréis ver réplicas a tamaño real de diferentes dinosaurios. Algunos son gigantescos, otros tienen movimiento y sonido… y hasta aquí podemos leer para no desvelaros algunas sorpresas. Cuenta con un cine en 3D y una piscina muy recomendable en verano. Sus zonas de picnic permiten que os llevéis vuestra comida. Una curiosidad, podréis ver un ejemplar de un árbol, una conífera parecida a un abeto, que vivió en la época de los dinosaurios y que se creía extinta. 


CASTILLA-LA MANCHA

Dinosaurios en España

Como os hemos comentado al hablar de Morella anteriormente, Cuenca sería uno de los vértices del triangulo de los dinosaurios de España. En la provincia de Cuenca se han excavado varios yacimientos paleontológicos de importancia. Algunos de ellos forman lo que se denomina Ruta de los Dinosaurios de Cuenca, que une tres localidades: Fuentes y Cañada del Hoyo, ambas en La Serranía de Cuenca, y la propia capital. 

En Fuentes y Cañada del Hoyo se abrieron dos centros expositivos donde conocer los yacimientos de Lo Hueco y Las Hoyas, respectivamente. En la capital se encuentra el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, el MUPA En este museo se recogen fósiles de los yacimientos conquenses, incluyendo evidentemente los dinosaurios hallados en Lo Hueco y Las Hoyas. En este último se localizó un carnívoro bautizado como Concavenator Corcovatus, que como elemento más destacado tiene una especie de joroba en su lomo. Si os fijáis cuando veáis Jurassic World 2: El reino caído, aparece un concavenator en la sala de los fósiles de la mansión Lockwood.

Dinosaurios en España

Uno de los grandes encantos de este museo, aparte de su colección, es su terraza, donde hay varias réplicas de dinosaurios sobre el fondo de la ciudad de Cuenca. Sin duda una experiencia única. 


ASTURIAS

El Principado de Asturias también se apuntó a la construcción de un museo que albergara la colección paleontológica extraída de los diferentes yacimientos de la zona. Así nació el Museo Jurásico de Asturias o MUJA que se encuentra en Colunga en la conocida como Costa de los Dinosaurios. Y hasta aquí os podemos contar porque... ¡no hemos estado!

Lo sabemos, no hace falta que nos lapidéis. El MUJA es una de nuestras grandes asignaturas pendientes y esperamos resolver pronto este borrón en nuestro dinoexpediente.


Por último indicar que hay otras zonas de España donde también se han hallado restos fósiles de dinosaurios como La Rioja, donde se han localizado bastantes yacimientos de icnitas. Y aunque la presencia de dinosaurios es casi testimonial, no podemos dejar de mencionar el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Dinosaurios en España

Y esto es todo, que ya veis que no es poco. Si en nuestra generación la trilogía de Jurassic Park fue decisiva para encender la dinomoda, la trilogía Jurassic World, que se cerrará el año que viene con el estreno de Jurassic World 3: Dominion, no ha hecho más que incrementar el interés en los dinosaurios. Mientras esperamos a verlos de nuevo en la gran pantalla, iremos a conocerlos “en persona”.  

martes, 19 de mayo de 2020

7 MUSEOS QUE NOS GUSTAN MUCHO PARA EL DÍA DE LOS MUSEOS

El 18 de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de los Museos. Es un día especial donde estos centros se ponen sus mejores galas para sus visitantes. Este año, en algunos casos, sus mejores galas han sido abrir sus puertas de nuevo con todas las precauciones del mundo, por supuesto. 

Vamos a hacer un repaso por algunos de los museos que más nos han gustado para visitar con niños. Si nos seguís habitualmente ya sabréis que somos muy fans de ir a museos con nuestros hijos, y que además solemos recomendarlo. Podéis tomar toma de nuestras recomendaciones para cuando llegue ese momento que todos estamos esperando, el de poder viajar, aunque sea poquito y aquí al lado. La mayoría se encuentran en España, así que no hay excusa para no visitarlos cuando se pueda. 


¿Puede ser el Marq nuestro museo favorito? ¡Puede ser el Marq nuestro museo favorito! Lo visitamos al menos una vez al año, y aprovechamos para visitar sus exposiciones temporales, que son de una calidad extraordinaria. Este año no hemos podido visitar la exposición “Ídolos, miradas milenarias” por lo que os estáis imaginando, y estamos esperando su próxima exposición de los famosos guerreros de terracota de Xi’an. Pero su colección no es menos fascinante. Nos sumerge de lleno en la historia de la provincia de Alicante, que es una parte de la historia de España y de las civilizaciones del Mediterráneo. 



Nos apasionan los dinosaurios. Durante el confinamiento hemos visto varias veces las pelis de la saga de Jurassic Park y Jurassic World. Precisamente Juan Antonio visitó este museo mientras preparaba el rodaje de Jurassic World 2: El reino caído. Se encuentra dentro del parque temático Dinópolis y su visita es imprescindible. Las piezas, tanto las que se han encontrado en los yacimientos de la provincia de Teruel como las que pertenecen a dinos del resto del mundo, son impresionantes. Una recomendación que se extiende al resto del parque, que es tan didáctico como divertido. 



Con este nombre parece que vamos derechos a un petardo de exposición, y más teniendo en cuenta que se encuentra en Valencia. Pues no, este museo es de traca (vale, ya acabo con los chistes pirotécnicos). En primer lugar porque se encuentra en uno de los edificios más bonitos de Valencia, tanto por su espectacular fachada (una de las más fotografiadas de la ciudad) como por su interior. La colección no se limita a una colección de cerámicas, si no que abarca la historia del edificio, con salas que imitan, en miniatura, algunas estancias de Versalles. Es muy recomendable su colección de carruajes y el belén napolitano que instalan en Navidad. 



Tres motivos por los que visitar este museo: el artista, su obra y el entorno. La bahía de Portlligat, en Cadaqués (Girona) simplemente enamora. En ningún momento nos extraña que desde muy jovencito Salvador Dalí comprara aquí una casita de pescadores que con el tiempo fue ampliando. Siendo el hogar de Dalí y de Gala, esta casa es cualquier cosa excepto ordinaria. Además contiene el taller del pintor. Si pudiéramos nos quedaríamos aquí a vivir (bueno, igual hacía una pequña reforma, jeje). El complemento a esta visita es el Teatro-Museo de Figueres y el Castillo de Gala en Púbol. Y el cercano cabo de Creus, el lugar más al este de la Península Ibérica. 



El museo más visitado del mundo, con más de 10.000.000 de visitantes en 2018. Su virtud es su gran pecado, tanto que desde algo más de un año se han empezado a estudiar medidas para aliviar su saturación. El museo más famoso del planeta se encuentra en un inmenso y hermoso palacio donde se ubica mucho más que la archiconocida Gioconda de Leonardo da Vinci. Yo siento pasión por la sala del romanticismo francés, pero la colección de arte de Egipto y las antigüedades de Próximo Oriente (las procedentes de Irán en especial) son también una gozada. Armaos de paciencia cuando lo visitéis, y calzaos los zapatos más cómodos que tengáis. 



El Museo del Robot de Madrid es un espacio no muy extenso en pleno centro de la capital de España. Un lugar donde se juntan pasado y futuro, ya que conviven robots de última generación, de esos que te reconocen, te contestan, interactúan contigo y, sí, dan muy mal rollo; con robots de hace cuarenta años. Una de las partes más chulas es la exposición de réplicas de robots que se han utilizado en películas y series, y la verdad es que son un montón. Como curiosidad, tienen la colección más grande que hay de perros Aibo, esa mascota cibernética creada por Sony que causa furor en Japón.



El último museo que pudimos visitar antes del confinamiento. Un hermoso homenaje a la niñez y al beneficioso juego. Un paseo por la nostalgia que empieza con las muñecas de barro y acaba con las los últimos diseños de moda. Entre medias recorremos cientos de modelos de muñecas cuyos nombres nos despierta recuerdos de tardes con bocatas de mortadela o nocilla y mentir un poco acerca de los deberes para jugar un poco más. También es un justo reconocimiento al trabajo por el que la villa de Onil es conocida en todo el mundo. Una labor llena de pasión y amor. 


Estas recomendaciones incluyen museos que hemos visitado con nuestros hijos. Faltan muchos que también nos han encantado, y faltan muchos que queremos visitar (o volver a hacerlo) con ellos.

sábado, 8 de diciembre de 2018

DE VUELTA A DINÓPOLIS TERUEL

Sí, no lo pudimos evitar, hemos vuelto a Dinópolis. Ya os contábamos en un artículo en este blog nuestra experiencia como primerizos en el parque de Teruel. Pagamos la novatada de ir un poco a lo loco, tras haber recogido el camping, cargado equipaje y de camino a casa. Esta vez quisimos ver todo y lo preparamos todo para disfrutar a tope del día. 


El primer objetivo se cumplió: vimos todo el parque. Para ello nos hicieron falta unas 8 horas. Quizá haya quien pueda hacerlo más rápido, pero teniendo en cuenta que esta vez el grupo éramos nueve personas, entre los 2 y más de sesenta años (si desvelo la edad igual me cae alguna) bastante bien lo hicimos, en mi humilde opinión.

Para empezar fuimos pronto, recién desayunados y duchados. Además no escogimos el día de vuelta, lo que suponía que no perdíamos tiempo y que no podíamos cansarnos en exceso para no comprometer la seguridad en el viaje. Como ya os comentamos en el anterior artículo el parking es gratis, y llegando tan pronto no hubo problema ninguno. Eso sí, las sombras son escasas, pegas de la gratuidad. 




En taquilla hicimos un poco de cola (¡lo sentimos!) ya que hubo que ajustar un poco los descuentos para todos los que éramos. Descuentos individuales, familia numerosa, niño, senior… Un poco de lío, pero el personal de cajas fue muy amable y procuró que pagáramos lo menos posible, lo que siempre es un aliciente para el visitante, que ve que no intentan hacer negocio por el negocio. 


Al entrar intentamos organizarnos un poco, porque te puede un poco el ansia viva y quieres verlo todo de golpe. Lo recomendable sería tomarte un rato para decidir qué ver primero y no ir a salto de mata. Pero no, estaba a punto de empezar el cine 3D. Los nueve corriendo para la sala. Menos mal que está junto a la entrada. 



Después de la peli, los cinco que ya eramos veteranos aprovechamos la primera parada en boxes para organizar un poco la visita. De esta forma decidimos que iríamos a ver primero Tierra Magna, el teatro, El Último Minuto y el simulador 4D. Después parar a comer, ver los espectáculos, y por la tarde ver el museo paleontológico y el T-Rex, que se nos quedó pendiente en nuestra anterior visita. Y con algún ligero cambio, cumplimos bastante bien el plan. 


En Tierra Magna, que visitamos lo primero para no perecer achicharrados bajo el sol del agosto de Teruel, encontramos alguna novedad, ya que hay nuevas escenas de dinosaurios y alguna “cría” con la que los peques se podían hacer una foto. Esto siempre está chulo porque nuestros hijos, empezando por el más pequeño, son muy fans de los dinosaurios y siempre pueden utilizar esas fotos para darle envidia a sus amigos. 




Respecto a la comida, decir que nos sorprendió gratamente. Los mayores comimos mayoritariamente los menús de bocata y los niños el menú infantil. Empecemos por los últimos: el menú consta de hamburguesa o nuggets, patatas fritas, agua, yogur y un regalo, y cuesta 8,25 €. La hamburguesa estaba sabrosa y era bastante más grande que cualquiera de un menú de las grandes cadenas de burgers. El regalo era una maqueta pequeña de un dinosaurio (¡obvio!) de cartón, que es bastante maja, aunque a estas alturas ya no sé ni donde están la mitad de las piedras. Conclusión: menú bastante aceptable. Los mayores optamos por bocadillos, triunfando especialmente el de Ternasco de Aragón con pimientos. Ya que estábamos allí no íbamos a coger un bacon-queso o uno vegetal… Este menú cuesta 8,95 €, y se acompaña de patatas y bebida (agua, refresco o cerveza), y por dos euros más podías coger una bebida grande y un helado de postre. El precio, aunque más caro que en establecimientos de la calle, no era especialmente exagerado. 


Como en nuestra anterior visita no vimos la atracción del T-Rex, y nos habían hablado bastante bien, nos apetecía mucho verla. La verdad es que el Tiranosaurio protagonista es bastante real y la historia que cuenta es divertida y el tiempo pasa volando. Nos habían dicho que había un susto inicial, pero nada de nada, y no será porque seamos especialmente valientes, os lo aseguro. 




Tras dos visitas ya hemos podido testar algunas cosas, y os dejamos algunos consejos que consideramos útiles y os ayudarán en vuestra visita: 


- Tomaos tiempo para que los niños se lo pasen bien. Al fin y al cabo vamos a Dinópolis por ellos, ¿verdad? Podemos tomar un café mientras ellos ven los espectáculos de Turol Jones y el Club de los Paleontólogos, debemos encontrar un rato para corran por la paleosenda... 

- Si vais con un grupo mediano siempre habrá flexibilidad por si alguien no quiere entrar a alguna atracción y que de esta manera no se quede solo. 

- En verano beberéis agua como si no hubiera un mañana. Es cara, pero sabréis encontrar grifos. 

- Las atracciones al aire libre en verano, mejor a primera hora o a última. 

- Sentaos cinco minutos al entrar para planificar, así os ahorraréis muchas idas y venidas. 

- No os perdáis el museo paleontológico, es una auténtica joya 



Al día siguiente completamos la visita en Mar Nummus, la sede de Dinópolis en Albarracín. Este es uno de los siete centros que junto al parque principal forman el denominado Territorio Dinópolis. Se centra en los descubrimientos de fósiles en los alrededores de la sierra de Albarracín, que hace 150 millones de años era el Mar de Thetys, que dio paso al actual Mediterráneo. 


Durante la visita se pueden ver fundamentalmente fósiles de animales marinos, como ammonites, cocodrilos y el liopleurodon, el mayor depredador que ha existido, tan grande que se “sale” de Mar Nummus, y que vivió por la zona. Es bastante más pequeño que Dinopolis, únicamente una gran sala, pero los niños se lo pasaron muy bien con la visita guiada, no perdieron detalle a las explicaciones. 



No nos cansamos de recomendar Dinópolis. Si tenéis hijos les encantará. En nuestra segunda visita los abuelos salieron contentos, y eso es para tener muy en cuenta. Tras dos años supongo que el próximo descansaremos, pero siempre nos quedará Territorio Dinópolis. Que le vamos a hacer, nos encantan los dinosaurios.

jueves, 18 de octubre de 2018

NUESTRA EXPERIENCIA EN TERUEL

No nos cansaremos de decirlo: Teruel es una de las provincias que menos se conoce de nuestro país, y es una de las que más vale la pena descubrir. Nosotros ya hemos estado tres veces con nuestros hijos, y otra sin ellos, y nos sigue encantando. Si tuviéramos que recomendar un lugar por el que empezar a visitar esta provincia, recomendaríamos la capital.


La ciudad de Teruel es muy cómoda para visitar con niños. Su centro histórico es pequeño pero "matón". Que gran parte sea peatonal (o semi-peatonal) ayuda mucho a caminar un poco más despreocupado. Mi abuela lo definiría como "amanosita", es decir, que todo se encuentra a mano, algo que también es destacable.


Si hay un lugar de Teruel verdaderamente emblemático esa es la plaza de Carlos Castel. A esta plaza le pasa un poco como a Manolito Gafotas, que si preguntas por Manolito García Moreno la mayoría se encogerá de hombros, pero si preguntas por la plaza del Torico... Es el epicentro de Teruel. El centro de esta plaza con forma ovalada es la fuente, inaugurada en 1858, y decorada con una columna sobre la que se alza una pequeña escultura de un toro, que le da nombre a la plaza. Cuando lo ves por primera vez decepciona el tamaño, pero a la vez hace que sea más simpático. Cuatro cabezas de toro ejercen de caños, de donde surte un agua que en pleno agosto está muy fresca. La columna la decoran estrellas, como el escudo de la ciudad, elementos que provienen de una leyenda medieval.


También la plaza del Torico es uno de los espacios más vivos de la ciudad. Bajo sus soportales se alternan cafeterías con comercios, en su mayoría de productos selectos, sobre todo embutidos y jamón. Es muy recomendable sentarse un poco en una terraza y contemplar los edificios que la envuelven, en especial la casa del Torico, con su característica fachada de color lila. Sale en casi todas las fotos de la plaza ya que está justo detrás de la fuente. Del edificio original sólo se conserva la fachada, una de las más características de la arquitectura modernista en Aragón.


De esta plaza sale un tren turístico que recorre todo el centro. Uno de los puntos más emocionantes en el recorrido (sí, un tren turístico puede guardar grandes emociones) es su paso a través de la torre del Salvador. Pasa a ras, tanto que si tienes la mala cabeza de sacar algún miembro, puedes acabar perdiéndolo (no lo deseamos). Esta es una de las tres torres mudéjares que se alzan en el centro de la ciudad y son otro de sus símbolos. Estas tres torres son, además de la del Salvador, la de San Pedro y San Martín. La duración del recorrido del tren es de unos 45 minutos. Los precios por trayecto son: Adultos 3,50 €, niños de 4 a 10 años y mayores de 65 años 2,50 €. Los menores de 4 años no pagan. El horario del tren turístico es de 11:00 a 14:00 y a partir de las 17:00.


El arte mudéjar se caracteriza por la aplicación de elementos de inspiración andalusí, el uso del ladrillo como principal elemento constructivo, además de la madera, y la decoración con cerámica vidriada. Se circunscribe casi exclusivamente a la Península Ibérica, con algún elemento en Sicilia y América. Las tres torres mudéjares de Teruel junto algunos elementos originales de la Catedral de Santa María fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1986.


La Catedral se encuentra muy cerca de la plaza del Torico. Se encuentra un poco oculta y puede que pase un poco desapercibida, ya que la fachada a los pies es muy simple, como de una parroquia menor. Esto cambia en la plaza de la Catedral, junto a la torre y a la portada neomudéjar, un movimiento que rescató elementos mudéjares a finales del s. XIX y principios del XX. Conviene entrar y echar un vistazo al techo, ya que es uno de los elementos merecedores de la declaración Patrimonio de la Humanidad. Os sorprenderá gratamente.


Uno de los lugares que más me gustan de Teruel es la escalinata. Fue construida a principios del s.XX para conectar el centro de la ciudad con la recién estrenada estación de ferrocarril. Evidentemente este nuevo espacio y este medio de transporte supuso una revolución en la ciudad. Su arquitectura neomudéjar la pretende emparentar con las torres. Está decorada con paneles cerámicos y relieves con la historia de los amantes de Teruel. Si no queréis (o no podéis) bajar o subir por sus peldaños, entre los años 2001 y 2003 se hizo una importante actuación en la zona e instalaron dos ascensores. Pero ojo, nosotros nos los hemos encontrado fuera de servicio muchas veces. Consejo para padres/madres: a los pies de la escalinata hay un parque con juegos infantiles (hay un módulo que todavía no comprendo para que sirve), donde vuestros hijos pueden desfogarse un ratito.


Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla eran dos chiquines que vivían en el Teruel del siglo XIII. Su historia, mitad leyenda mitad realidad, narra el amor de la pareja, obligada a separarse porque la familia de ella (hija único y con posibles) quería un pretendiente con dinero, no como él, que a pesar de venir de buena casa al ser segundón estaba tieso. Al regresar de un exilio económico de cinco años dispuesto a desposar a Isabel, ella se acababa de casar y él fallece al no recibir un último beso de su amada. Ella, afligida, le besa finalmente en el velatorio de Juan, muriendo de inmediato. No, no son Romeo y Julieta ni ocurrió en la Italia medieval. Son los Amantes de Teruel (tonta ella, tonto él). Esta historia-leyenda se representa cada tercer fin de semana de febrero, recreando las bodas de Isabel y la muerte de ambos, volviendo por unos días al s. XIII.

Pero también podéis visitar el mausoleo de Juan e Isabel, a los que se decidió enterrar juntos, debido al amor que se profesaban. El museo indaga acerca del contexto sociocultural del Teruel de la época, para pasar a explicar la historia de los amantes, el debate acerca de la veracidad de los hechos y su influencia en el arte. La parte central del museo es el sepulcro, que representa a los dos amantes yacentes, con sus manos muy cerca pero sin tocarse. La escultura es obra de Juan de Ávalos, el autor de las esculturas monumentales del Valle de los Caídos. También se habla de amor, incluso los visitantes pueden dejar mensajes en tarjetas en forma de corazón. El edificio fue rehabilitado en 2005. Abre de lunes a domingo de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00. La entrada general cuesta 4€, 3€ la reducida (menores de 15 años, estudiantes hasta 25 y jubilados) y los menores de 7 años entra gratis. También existe la posibilidad de entrada conjunta para visitar la iglesia de San Pedro (donde se veló a Juan y murió Isabel) y su claustro.



En lo que era el exterior del antiguo Teruel (de hecho se adentra en el barrio del Arrabal) se encuentra el acueducto de los Arcos, el más grande de los acueductos renacentistas construidos en España. Bajo del acueducto hay una zona donde suele haber aparcamiento, y no creo que sea posible así olvidar donde dejas el coche.


Uno de los recursos turísticos que ha relanzado a Teruel turísticamente es Dinópolis. No nos vamos a enrrollar mucho en esto porque ya le dedicamos un artículo hace un tiempo, y dentro de unas semanas le dedicaremos otro ampliándolo, con la experiencia de nuestra última visita. Solo decir que si tenéis niños es imprescindible. Si no los tenéis, la visita, sobre todo del museo paleontológico es muy interesante. Además muchos alojamientos ofertan descuentos (o invitaciones) por lo que no tenemos excusa.



La cercanía de Teruel al centro peninsular, a la Comunidad Valenciana y gran parte de Cataluña, hacen que sea un destino excelente para una escapada, para un fin de semana o un puente. Nosotros ya hemos convencido a varias familias (cuando volvamos ya exigiremos nuestra comisión jeje). Si la capital se os queda pequeña siempre podéis hacer excursiones al resto de la provincia. Pero de eso hablaremos otro día.

jueves, 5 de julio de 2018

UN PUEBLO QUE DEJA HUELLA: EL CASTELLAR

No mentimos si afirmamos que Teruel es una de las provincias que tiene un mayor número de pueblos por descubrir y disfrutar. Más allá de la capital y de Albarracín (ojo, palabras mayores), Teruel seguramente de un salto en su oferta turística con pueblos como El Castellar y las acciones que emprende por ser conocido.


El ejemplo de El Castellar no es casual. Vamos con unos datos para que veáis: situado en la comarca de Gúdar-Javalambre, a unos 40 km., de la capital, tiene 54 vecinos empadronados. ¡54! Uno de esos pueblos que lucha contra la despoblación, después de que durante la década de los 60 y 70 muchas de sus familias emigraran a las provincias de Barcelona, Valencia y Castellón. Aunque en verano multiplique su población gracias a las familias que vuelven al pueblo, la lucha persiste.


¿Qué nos atrajo a visitar El Castellar? Dentro de los programas de investigación que lleva a cabo la Fundación Dinópolis en toda la provincia de Teruel, los paleontólogos descubrieron a las afueras de este pueblo un yacimiento de icnitas. ¿Qué son las icnitas? Pues huellas fósiles de dinosaurios. Tras unos trabajos de puesta en valor por parte de la Fundación Dinópolis, el yacimiento se puede visitar gracias a las pasarelas y los techados instalados, y a los carteles que estamos viendo, y ayudan a localizar las huellas, que no siempre es fácil. Para acceder os aconsejamos que llevéis calzado adecuado ya que la senda que baja al yacimiento es pedregosa y puede darnos un susto. Por supuesto, con carros o sillas de ruedas es imposible llegar. Como curiosidad, en mayo El Castellar fue la sede en Teruel del Geolodía, y se visitó el yacimiento a la luz de la luna.



El yacimiento tiene una superficie de unos 500 m2, y se han encontrado cerca de 160 huellas. Gracias a éstas sabemos que hace unos 150 millones de años por estas tierras habitaron grandes dinosaurios. Concretamente algún tipo de dinosaurio carnívoro, alguna especie de gran herbívoro y algún tipo de estegosaurio. En aquel momento el clima era húmedo y caluroso, parecido al clima tropical. Esta era una zona lacustre y la costa del mar de Tethys no debía quedar muy lejos, aunque viendo el actual paisaje plagado de sierras es difícil imaginarlo. Las huellas las dejaron en el barro y han permanecido inmutables hasta hoy.



Aprovechando todo esto en El Castellar han creado un Dinopaseo, es decir una ruta por el pueblo siguiendo 10 paneles en los que hay reproducciones de las icnitas más características del yacimiento. De este modo conoceremos la iglesia de San Miguel, edificada en el s. XVIII. Nos sorprende que en la hornacina de la fachada la imagen ocupa muy poco espacio, probablemente porque sustituye a otra desaparecida y lo que había es lo que había...



También pasaremos por el Ayuntamiento, antigua Casa del Concejo, levantada a finales del s. XVI, y con un soportal muy chulo. Se encuentra en la plaza Mayor, donde está uno de los pocos bares del pueblo. Llegando al Ayuntamiento podremos hacernos una foto con la figura de un allosaurio, un dinosaurio carnívoro que podría ser uno de los que dejó su huella impresa para la eternidad. Esta información, y mucha más, nos la precisa nuestro paleontólogo de cabecera, nuestro hijo mayor, que con 8 años tiene muy claro su futuro. A los niños les encantó hacerse selfies con un dinosaurio "de verdad".



También es interesante saber que el edificio más antiguo de El Castellar es su castillo, que fue levantado originalmente en el s. XII, aunque ha llegado a nuestros días con restauraciones y reconstrucciones. Desde los años 70 del pasado siglo pertenece a una familia que lo adquirió en una subasta al Estado, lo rehabilitó y actualmente es su vivienda.

Por último comentar que hay dos ermitas en El Castellar, ambas erigidas en el s. XVII. La de Santa Bárbara se encuentra en el pueblo. Muy cerca hay un merendero con mesas de picnic donde podemos descansar y dar un bocado. La otra ermita, dedicada a la Virgen del Pilar, está a unos tres kilómetros del pueblos, en la carretera que comunica con Formiche Alto. En esa misma carretera encontraremos también uno de los miradores de estrellas que hay en diferentes puntos de la comarca Gúdar-Javalambre. Es muy interesante para los niños, ya que pueden hacerse unas fotos muy divertidas y descubrir algo acerca de las constelaciones y su traslación a lo largo del año. 



Ya sabéis, un pueblo con 54 habitantes puede ofrecernos suficientes motivos para visitarlo. El despoblamiento de muchas zonas rurales de nuestro país es un hecho que las autoridades intentan atajar, aunque es muy complicado por las condiciones de vida, sin tantas facilidades como cerca de las grandes ciudades, pero con otras características, como la tranquilidad y el encanto de vivir en lugares únicos.



jueves, 5 de abril de 2018

DINÓPOLIS, UN PARQUE QUE NOS SORPRENDIÓ (PARA BIEN)

No podemos negar que a nuestra familia nos gusta los dinosaurios. Vale, nos encantan. Si seguís con cierta asiduidad este blog ya os habréis dado cuenta. De hecho tenemos un paleontólogo en ciernes (veremos si le dura la vocación) en casa. Así que aprovechamos la promoción de una marca de galletas y con nuestras invitaciones para los peques nos fuimos a Dinópolis, un lugar que ya hace tiempo queríamos visitar.


Muchos recordaréis (abstenerse millenials) aquel "Teruel existe", un grito de atención y auxilio lanzado por una provincia que se sentía en inferioridad frente a otras, y que las inversiones que nunca llegaban lastraban su futuro. Entre otras iniciativas la provincia decidió aprovechar el tirón de un turismo paleontologico que por entonces en España era muy incipiente, y a partir de los hallazgos encontrados en los yacimientos de la zona construir un parque temático con los "lagartos terribles" como protagonistas. Así nació Dinópolis, que en años sucesivos fue abriendo subsedes para conformar el que hoy en día se conoce como Territorio Dinópolis.

A decir verdad no iba con muchas expectativas, pero además de las entradas gratis para los niños conseguimos en nuestro alojamiento una promoción de 2x1 y entre los cinco solo pagamos una entrada de adulto, ese chollazo se tenía que aprovechar. Nuestra opinión sobre Dinópolis cambió durante la visita, tiene mucho que ofrecer a los visitantes, tanto mayores como pequeños, y la impresión que nos produjo fue muy positiva.

Se encuentra en la entrada de Teruel por la A-23 y seguir posteriormente por la N-234. Es fácil llegar, está en un polígono junto a un pabellón deportivo y un centro de Congresos. Es imposible perderse pues está muy bien indicado. El parking es gratuito (¡punto a favor!), aunque es común a todo el polígono y no está cerrado ni vigilado, por lo que puede que esté un poco lleno.


Una vez en la entrada nos recibe un edificio central en el que se encuentran las taquillas. Este edificio tiene dos alturas. En la planta baja encontramos el cine 3D y la atracción "Viaje en el tiempo", además de la tienda de recuerdos por la que se sale de Dinopolis. En la planta superior, se encuentra un restaurante y una zona de espectáculos junto a éste, de manera que podemos comer y mientras vemos los shows. Aquí ya podemos empezar a hacernos selfies con los relieves de dinosaurios que decoran las paredes o con la cabeza de un T-Rex que parece que atraviesa la pared.

VIAJE EN EL TIEMPO - Poco os podemos contar, ya que el día que estuvimos se encontraba cerrado por problemas técnicos. La película del cine 3D está bastante chula y cuenta la aventura de un pequeño dinosaurio. La tienes que ver con las gafas 3D famosas, y la verdad es que todos pasamos un buen rato.

ESPECTÁCULOS - Son bastante divertidos. Mis hijos se lo pasaron muy bien y además les da la oportunidad a los padres de poder sentarse y descansar un rato. Los hacen junto al restaurante 

MUSEO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL - Sin lugar a dudas la gran joya del parque. Es un museo muy didáctico, con muchas piezas muy interesantes. Al principio pasas junto a los laboratorios y salas de investigación y vas atravesando unos pasillos donde se narra la vida del planeta y de los animales que han habitado en ella. También te explican, por ejemplo, de donde viene eso de que las aves evolucionaron de los dinosaurios (de algunos, claro) o que la explicación de la extinción por culpa del impacto de un gran meteorito es una de las posibles, pero hay más hipótesis.


De ahí se pasa a la parte donde se encuentran los esqueletos (y alguna reproducción) de los grandes dinosaurios que casi todos conocemos de pelis como Jurassic Park. Estos esqueletos hacen las delicias de pequeños y mayores, que aprovechamos para hacernos selfis a saco.

SAURIOPARK – Es un pequeño parque de atracciones, nada del otro mundo, como en la feria, pero a los niños les gusta mucho. Atracciones tipo “Scalextrix”, “saltamontes”, tiovivo… Lo mejor es que tiene bancos para descansar y sombra. Además hay figuras de dinos para hacerse fotos (y selfies, claro).

T-REX – Se encuentra junto al Sauriopark. Poco os contamos porque no lo pudimos ver. Nos cuentan que está muy bien, pero nuestro hijo mayor es bastante miedoso y entre los turnos para poder ver otras cosas y los horarios, al final nos lo perdimos. Queda pendiente.

EL ÚLTIMO MINUTO – El nombre procede de esa metáfora para explicar la historia de la Tierra que dice que si pudiéramos resumir todo lo que le ha sucedido al planeta en un solo día, el último minuto abarcaría desde la desaparición de los dinosaurios hasta la actualidad, nada menos que 65 millones de años. Tiene dos partes, en primer lugar una explicación acerca de la evolución humana desde los primeros homínidos hasta el homo sapiens actual, y la segunda parte es un viaje tranquilo en barca con animatronics representando varias escenas de la historia de la humanidad. Está bastante bien, es muy interesante.


TERRA COLOSSUS (SIMULADOR 4D) - Esta atracción es otra película 3D, que además cuenta con el movimiento de la plataforma sobre la que están los asientos. La película va de un coche perseguido por un T-Rex que se escapa de un parque muy parecido a Jurassic Park. No se puede entrar con niños pequeños.

PALEOSENDA – Una zona de juegos bastante grande para los niños con diferentes espacios; la sima misteriosa, una mina, zona de excavación, un castillo de madera, toboganes… Hay una pequeña cafetería. Parada obligatoria para que los niños jueguen (y los mayores tomen aire).

TIERRA MAGNA – Un espacio donde se exhiben reproducciones al aire libre de dinosaurios. El más impresionante es el Turiasaurius Riodevensis, el dinosaurio más grande que se ha encontrado en Europa, en un yacimiento de Riodeva, en la provincia de Teruel. Las reproducciones son muy chulas (y nos hicimos más selfies, obvio).

DINOTIENDA – La tienda de recuerdos que no puede faltar en ningún parque. Dinos everywhere. Está junto a la salida, así que no hay prisa para visitarla.


Nuestra impresión general de Dinópolis fue muy buena. La lástima es que llegamos un poco tarde, cerca de las 14 h. y a pesar de cerrar a las 20:00 h. nos perdimos la atracción del T-Rex. Las limitaciones de altura para dejar entrar a los niños hace que tengas que desdoblarte para intentar abarcarlo todo, y es un poco engorroso. Por lo demás os recomendamos Dinópolis vivamente. Nosotros si podemos volveremos este año.

jueves, 11 de enero de 2018

CÓMO CONSEGUIMOS QUITARNOS UNA ESPINITA CLAVADA EN CASA FAUSTO

Este pasado verano vivimos nuestra primera experiencia yendo de camping. Por extraño que parezca íbamos con un poco de temor y quisimos que fuera una prueba por si los niños no acababan de adaptarse, no les gustaba o no hacían más que quejarse. Tonterías de padres, se lo pasaron de 10. Y nosotros también.


Teníamos una espinita clavada, ya que hace unos años lo intentamos y llegando a Teruel (íbamos a la sierra de Albarracín) para comprar víveres, nuestro coche dijo que no hay tu tía. Reparación importante, tres días de cabreo y a freír espárragos las vacaciones.

Esta vez volvimos a optar por Teruel pero nos decidimos por el camping Casa Fausto en Formiche Alto, en la comarca de Gudar-Javalambre. Su entorno rural nos ofrecía la posibilidad de que los niños tuvieran un contacto directo con la naturaleza, algo que no tienen habitualmente.


El camping tiene dos espacios diferenciados. En la parte baja se encuentra la recepción, el aparcamiento, un bar-restaurante y un edificio de una planta que tiene un albergue para grupos y apartamentos. Junto al edificio hay una granja que hace las veces de zoo. A los niños les encantó ver los cerdos, los ponis, la vaca, las gallinas, etc. 

Subiendo por una pista de tierra se llega a la zona de cabañas de madera y parcelas de camping, tanto para caravanas y autocaravanas como para tiendas. Las parcelas son bastante grandes. Nosotros llevamos tienda y con el coche y toda nuestra escampada de trastos nos sobraba mucho espacio. La pendiente es pronunciada y si llevas caravana y no puedes subirla el personal te ayuda con sus vehículos.


Junto a las parcelas se encuentra el bloque de servicios comunes. Los baños estaban súper limpios, algo que personalmente siempre miramos en cualquier alojamiento. También hay zona para fregar los cachorros y una lavandería. Junto a este bloque hay unas barbacoas de uso común. Hay leña de uso gratuito, pero si se necesitan troncos gratis se deben de pagar aparte.

El camping es familiar y muy tranquilo. Está frecuentado por familias, algo que hace que el ambiente sea muy bueno. Se encuentra a 1.200 msnm, en plena sierra, y las vistas son impresionantes. Por la noche al estar en la montaña hace frío. Nosotros estuvimos para el puente del 15 de agosto y por la noche hubo 10°C de mínima. Somos de Benidorm, así que imaginaos la diferencia, algo así como 15°C menos, pero ojo, que fue un gusto poder dormir fresco.


Está muy cerca de Teruel. Para llegar hay que tomar la A-23 que comunica Zaragoza con Teruel y con Sagunto y tomar la salida 100 de Formiche Alto y seguir las indicaciones. Otra de las razones por las que elegimos este camping fue porque tenía una promoción de descuento para Dinopolis, a la que añadimos las entradas gratis que teníamos para los peques. También hay posibilidad de visitar los pueblos cercanos como El Castellar, Rubielos de Mora, etc que están muy chulos.

Las tarifas son muy económicas. Nosotros pagamos 25€ por noche por la parcela, incluyendo ahí todos los gastos. El personal es encantador. Para ser nuestra "primera vez" solo nos arrepentimos de quedarnos dos noches "por si acaso". Vista la reacción de los niños repetiremos experiencia con total seguridad.