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martes, 19 de diciembre de 2023

DESCUBRIMOS EL ÁREA RECREATIVA DE LA FUENTE DE LOS 50 CAÑOS EN SEGORBE

Cuando visitamos cualquier destino nos gusta saber donde están las áreas recreativas. Bien porque programamos comer o merendar ahí, porque surge un picnic por sorpresa o porque son buenos lugares para parar y descansar por un rato. Hemos dedicado unos cuantos artículos en este blog a esta temática, por lo que los habituales ya lo sabréis más de que sobra. Para no faltar a nuestra costumbre, cuando visitamos la ciudad de Segorbe descubrimos el área recreativa de la Fuente de los 50 caños.

Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

Esta área recreativa se encuentra a las afueras de este municipio castellonense. Es un espacio natural a orillas del río Palancia, que atraviesa el término municipal de la población y fue uno de los motores de su progreso, ya que permitió que se pudiera desarrollar la agricultura de regadío y, posteriormente, una industria que incluyó talleres artesanos de curtido de pieles y tintados, negocios para los que el agua es imprescindible. 

Qué encontramos en el área recreativa de la Fuente de los 50 caños



El área recreativa de la Fuente de los 50 caños no es un espacio excesivamente amplio, al menos a la vista, ya que se desarrolla en una franja estrecha aunque alargada, con una carretera local a un lado. A pesar de esto cuenta con el equipamiento suficiente para poder pasar un buen rato. Tiene una serie de mesas de picnic con bancos adosados. Este mobiliario está fabricado en distintos materiales. Los hay de metal, los hay de madera y, por último, los hay de piedra. Tanto los de metal como los de piedra nos aseguran su perdurabilidad, a salvo de los vándalos que suelen fastidiarnos a todos. 

Hay que destacar que esta área recreativa tiene juegos infantiles. Si nos seguís con cierta asiduidad (gracias, que no lo decimos lo suficiente), sabréis que este es un criterio para que le demos a un espacio de este tipo una buena puntuación. Pero no es el único.

Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

Por desgracia esta área recreativa carece de zona de paelleros o barbacoa, es decir, no podréis cocinar nada. Teniendo la precaución de llevar picnic no habrá ningún problema. Este servicio, junto al de la carencia de baños públicos, es el gran punto flaco de esta zona recreativa, que por lo demás tiene casi lo básico y un poco más.

Es de destacar la gran cantidad de plazas de aparcamiento que existen en esta zona. No es para menos, ya que prácticamente la única manera de llegar hasta esta área recreativa es con vehículo particular. Para llegar, hay que desplazarse hacia el norte de la localidad, por la carretera N-234 y desviarnos en la rotonda que indica "fuente", así, sin más. En aproximadamente un kilómetro encontraremos la fuente (la de los 50 caños, claro) y el área recreativa anexa.

La fuente de los 50 caños




¿De dónde toma el nombre esta área recreativa? Pues evidentemente de una fuente que se encuentra junto a la zona de sillas y mesas. Por una vez, y sin que sirva de precedente, el nombre no es una exageración. Efectivamente, la fuente tiene 50 caños. Esto es porque homenajea a las cincuenta provincias españolas.

La fuente está configurada en una pared de ladrillo y piedra con unas especie de pilastras que dividen la pared en cinco paños. En cada uno de estos paños o partes, se sitúan los caños, diez por cada una de las partes hasta completar los cincuenta. Además, sobre cada uno de los 50 caños se ha colocado el escudo de una provincia en bronce, ordenados de forma alfabética. En el centro, destacando el estar más elevado, se encuentra el escudo de Segorbe.

Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

La fuente no siempre fue como la vemos hoy en día. Durante la dictadura de Primo de Rivera se arregló un espacio más natural para convertirlo en una fuente con los famosos cincuenta caños que desembocaban en una pileta, como tal y como lo vemos actualmente. Esta reforma suprimió unas zonas de baños que los habitantes de Segorbe aprovechaban para refrescarse en verano. Pero fue en 1977 cuándo se remodela la fuente para añadir los escudos de bronce de cada una de las provincias de España. Es entonces cuando la fuente adquiere el aspecto actual.

Este lugar está bastante frecuentado por los segorbinos y segorbinas que quieren refrescarse en días de calor. Para eso aprovechan las sombras de los árboles que han crecido, ya que el baño está prohibido. También pueden disfrutar del restaurante que se encuentra junto a la fuente. De hecho, frente a la fuente se sitúa la terraza de este bar. 

Prohibido bañarse



Uno de los motivos (el principal, realmente) por los que escogimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños de Segorbe fue por el siguiente pensamiento lógico: estamos en verano, hay un área recreativa junto a un río, seguro que nos podemos bañar. Aunque en nuestra cabeza sonaba espectacular, la realidad fue muy distinta. En este tramo del río Palancia está prohibido el baño. Aunque lo hubiéramos intentado de extranjis habría sido imposible acceder al río y mucho menos, si es que te atreves a entrar, encontrar una forma de salir.

La única actividad permitida en este tramo del río es la pesca. Fundamentalmente truchas. Pero no se puede ejercer de forma libre, si no solicitando los pertinentes permisos al club de pesca que gestiona esta actividad. El contacto es el Club Deportivo de Pesca de Segorbe, y el trámite se puede solicitar en la Sociedad de Pescadores La Diana Segorbina o bien en los Servicios Territoriales de la Conselleria de Medio Ambiente. 

Por lo demás nos queda disfrutar de la calma y la tranquilidad de este paraje. Aunque hay una urbanización muy cerca no notamos excesivas molestias ya que el tráfico, al menos cuando estuvimos nosotros, no era muy intenso. A pesar de todo no conviene despistarse, sobre todo con los niños, para no tener un disgusto con la carretera.

Los enormes árboles que rodean el área recreativa de la fuente de los 50 caños de Segorbe proporcionan una sombra muy agradable. En su mayoría son falsas plataneras que ya han adquirido un considerable tamaño. Aunque también hay otras especies de árboles como los pinos, más autóctonos de la Comunidad Valenciana.

Punto de partida para visitar Segorbe


Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

Aunque esta área recreativa no entraría entre nuestro top de favoritas sí que tiene equipamientos básicos para visitarla cuándo estemos cerca de la ciudad de Segorbe. Es cierto que la carencia de baños es importante pero se puede solventar en algunos horarios con el restaurante que se encuentra aquí mismo.

Respecto a la visita a la ciudad de Segorbe ya os contamos en otro artículo en este blog todo lo que podéis encontrar. Una ciudad llena de historia que se refleja en vestigios como su muralla, el castillo en lo alto de una colina que domina el municipio, su curiosa Catedral o su arrabal. Una localidad que no defrauda y que tiene mucho que ofrecer.


Ya sabéis, si os encontráis por esta zona de la provincia de Castellón, esta área recreativa es un buen lugar para tomar un respiro y descansar durante la visita. ¿La conocéis?

sábado, 18 de junio de 2022

NOS ADENTRAMOS EN LA HISTORIA DE XÀTIVA

Hay municipios en los que su historia se puede respirar en sus calles. Historia en mayúsculas. Localidades que han albergado a humanos desde mucho antes de ser conscientes de que éramos humanos. Calles con tantos recuerdos que no cabrían en una sola vida. Este post se lo dedicamos a Xàtiva, en el interior de Valencia.


Aunque la historia de Xàtiva es una de sus principales bazas, no podemos olvidar muchos otros encantos que convierten a esta ciudad, que llegó a rivalizar con la capital valenciana en relevancia, en un destino perfecto para visitar junto a toda la familia.


LA HISTORIA A LA VUELTA DE LA ESQUINA



La historia de Xàtiva se remonta a la prehistoria. En el cercano paraje de la Cova Negra (Cueva Negra), atravesado por el río Albaida, se localizaron restos arqueológicos en uno de los yacimientos más importantes de Europa para documentar al Neandertal. Si nos ceñimos a la ciudad, la fundación se remonta a los íberos, que la llamaron Saiti. Este nombre ha llegado casi invariable hasta nuestros días. Cabe recordar que la pronunciación en valenciano es [Sátiba], muy similar al castellano Játiva.

Si llegáis con vuestro vehículo particular por la autovía A7, y después la N-340, al llegar a Xàtiva os daréis de bruces con el Portal del León. Aunque s una reproducción del portal que se construyó en el s. XVIII a unos 300 metros de allí, ya se empieza a apreciar la historia de la ciudad. Eso sí, el escudo que corona el conjunto es el original.


La mejor manera de recorrer la ciudad es andando. Podréis apreciar mucho mejor la cantidad de detalles que hay a cada paso. Detalles que no os van a dejar de sorprender. También porque en muchas zonas no se permite la circulación de vehículos sin autorización. Un punto fantástico para iniciar el recorrido es la Alameda (o Albereda) de Jaume I. Desde su apertura es la calle principal de Xàtiva. No solo porque aquí se encuentre el Ayuntamiento y muchos de los principales servicios de la ciudad, también por ser el lugar donde tienen lugar muchas de las principales actividades de la Fira d’Agost (Feria de Agosto) que se celebra desde 1250 por privilegio del rey Jaume I, o donde se sitúa el belén monumental (en Navidades, obviamente), considerado el más grande de España.


UN PASEO POR EL CENTRO HISTÓRICO



Es en el centro de la ciudad de Xàtiva donde la historia destila toda su esencia. Aquí se encuentran los monumentos más importantes de la población, dando fe de la importancia que fue adquiriendo a lo largo de los siglos.

Uno de los puntos neurálgicos es la plaza de la Seo. A un lado se encuentra la Seo de Xàtiva, la Colegiata dedicada a Santa María. Sus medidas esconden un secreto: hubo un momento en el que Xàtiva creyó que le otorgarían la sede catedralicia en detrimento de Valencia y se necesitaba un templo en condiciones. La Basílica nunca fue Catedral. Para compensar, Valencia nunca tendrá dos papas.

Las dos estatuas que flanquean la entrada de la Seo representan a Calixto III y Alejandro VI. Ambos fueron papas, con una relación estrecha con Xàtiva porque ambos pertenecían a la familia Borja. Aunque quizás os suene más la italianización de su apellido: Borgia. Que no os ciegue la leyenda negra. Las familias de la época no eran tan buenas ni tan malas, solo hay que saber que versión de la historia se cuenta.


Frente a la Seo se encuentra el Hospital Mayor de Pobres, construido entre los siglos XV y XVI. Hoy en día es un centro de salud y está muy reformado. A pesar de eso conserva una fachada que respeta bastante la original y, sobre todo, la capilla de la Asunción, donde los Borja acudían a rezar de manera privada. Una parte del edificio es visitable, mejor si es fuera de días de consulta médica.

Una recomendación, dirigios a la cercana Plaza del Mercado. Sus soportales ahora acogen bares, restaurantes y comercios, pero hace no tanto tiempo era el lugar donde se realizaban las compras diarias. Su forma alargada e irregular le dan un aspecto especial y único.


LOS DOS PRINCIPALES MUSEOS DE XÀTIVA



En el interior de la Seo hay un museo que recoge muchos de los tesoros que legaron los Borja. De hecho su huella está por toda Xàtiva y hay varios lugares de interés relacionados con esta importante familia.

Pero nuestra recomendación es que vayáis a otros dos museos: el Museo de la Ciudad, situado en el antiguo almudín, el almacen de trigo; y el de Bellas Artes, ubicado en la antigua Casa de la Enseñanza. Ambos están en pleno centro de la ciudad, a escasa distancia de la Plaza de la Seo.

Empezamos por el de la Ciudad. Aquí se custodian un buen número de piezas que repasan la historia de Xàtiva. Muchas proceden de las distintas excavaciones arqueológicas realizadas en su término municipal, como por ejemplo la de la Cova Negra. Pero también restos romanos, de época andalusí, o la magnífica colección de azulejos que hay en la última planta del museo y que recorren varios siglos. Una visita muy interesante.


Por su parte el Museo de Bellas Artes es conocido por un retrato que realizó el pintor José Amorós en 1719. Es un buen retrato, no excelente, pero su posición bocabajo le ha dado bastante fama. Representa a Felipe V, el primer monarca de la dinastía Borbón en España. Xàtiva fue fiel (como gran parte de los reinos de la antigua Corona de Aragón) al Archiduque Carlos. En represalia, el monarca quemó la ciudad en 1707. La posición de su retrato es un venganza servida fría.

Pero el Museo de Bellas Artes de Xàtiva contiene una magnífica colección, sobre todo de pintores españoles. También de objetos artísticos de varias épocas. Otro elemento destacado es la amplia colección de grabados de Francisco de Goya y Jacques Callot a los que se les dedica un importante espacio.


CIUDAD DE FUENTES



Cuando estéis paseando por el centro de Xàtiva fijaos bien, está llena de fuentes. Fuentes de hace siglos por donde sigue brotando agua fresca. Pueden ser una perfecta excusa para recorrer el centro de Xàtiva. Otra excusa.

Son una decena de fuentes construidas entre el s. XV y el XIX. La fuente de la Trinidad, la de Santo Domingo, la de los Veinticinco Caños, la de los Peces, la de San Francisco, la de la Plaza Roca, la de la Bola, la de Fernando VII, la del León o la de Aldomar. Son testigos de una época menos fácil. Pero también de vida, de gente que sigue refrescándose con su agua. Seguro que sus constructores jamás imaginaron que muchas podrían ser vistas en todo el mundo gracias a Instagram.

Algunas están ricamente decoradas, otras son sencillas, apenas un caño. Otras se construyeron para demostrar poderío. Otras están frente a la casa natalicia de un papa. Otras han sido trasladadas unos metros para permitir la construcción de un edificio…


EL CASTILLO QUE HA VIVIDO MIL BATALLAS




Sin lugar a dudas el castillo de Xàtiva es el monumento más importante de la localidad. Como ya le dedicamos un post hace unos meses no vamos a extendernos demasiado. El castillo de Xàtiva en realidad son dos castillos, aunque acabaron uniéndose. Por un lado encontramos el Castillo Menor, que coincide con la parte más antigua. Se cree que aquí pudo haber un asentamiento íbero, aprovechando sus peculiares características.

El Castillo Mayor es el que mayor extensión ocupa y el más atractivo. Sus diferentes niveles nos hablan de diferentes épocas en las que se fue ampliando la fortaleza. Destacan sus murallas y sus torres, que defendieron a Xàtiva de mil y un ataques. En la parte superior se encuentran dos de los elementos más representativos. Por una parte la ermita dedicada a Santa María? Que guarda en su interior el sarcófago de …. Por otra la prisión, ya casi en ruinas por el abandono de décadas que sufrió el castillo. Fue Prisión Real, destinada a nobles, y aquí estuvo preso, y murió, el Conde de Urgell.

De nuevo os recomendamos llegar andando al castillo. Es un camino perfectamente asfaltado y practicable. Eso sí, cuesta arriba. Además de estar rodeado de naturaleza podréis ver dos edificios muy importantes y unas vistas de Xàtiva increíbles. El primero es la Iglesia de San José. Pero más especial es la Iglesia de San Félix. Su origen se remonta a la toma de Xàtiva por parte de Jaume I (s. XIV). Las columnas exteriores son de origen romano y se reutilizaron.

PARQUES PARA RESPIRAR



Si os gusta recorrer parques os vamos a recomendar dos en Xàtiva. El primero se encuentra junto a la Avenida de Selgas, que es la avenida que continúa la Alameda de Jaume I, de la que ya os hemos hablado anteriormente. Se trata del jardín de la paz (o de la pau, en valenciano)….

El otro jardín es el del beso. Sí, su romántico nombre hace justicia a este espacio. Además de las numerosas especies naturales varias edificaciones que le dan al parque un cierto aire exótico. Se encuentra al final de la avenida Selgas en el espacio extramuros. Tanto que veréis, adosada al parque, parte de la antigua muralla que defendía Xàtiva.


Aunque no es un parque un paseo por el paraje de la Cova Negra, como os hemos contado al inicio del post, es una manera magnífica de conectar con la naturaleza.

Ya conocéis un poco mejor Xàtiva, una ciudad llena de opciones para ser visitada. Por su historia, pero también por sus museos, su naturaleza o sus fiestas. 















domingo, 8 de noviembre de 2020

LLEGAMOS A LO MÁS ALTO DE LA PROVINCIA DE ALICANTE: RUTA A LA CUMBRE DE AITANA

Una nueva ruta senderista. Y es que poco a poco vamos sumando cumbres importantes que, además, están cerca de casa. Después de casi un año haber subido a la cima del Puig Campana y haber hecho otras rutas como las de Serra Gelada o la del embalse de Guadalest. En esta ocasión subimos al punto más alto de la provincia de Alicante: a la cima de la sierra de Aitana


Como punto de inicio y final de nuestra ruta, que habrás comprobado que es circular, elegimos la conocida Font del Partegat, en el municipio de Benifato. Entre otras cosas, este lugar tiene un área recreativa y un parking bastante grande, lo que viene muy bien una vez has finalizado la ruta. No os damos muchos más detalles del área recreativa ya que hablaremos de ella en otro post con más detenimiento. 

Esta vez nuestro grupo aumentó de participantes, llegando a cinco personas y una perra. Entre el paisaje y la fila que formamos decidí que nos llamaramos "la Comunidad del Anillo", ya que parecíamos hobbits atravesando la Tierra Media. 


Para empezar vamos con los datos duros La Sierra de Aitana forma parte de las últimas elevaciones de la cordillera prebética, que serían las se extienden desde la Sierra de Cazorla hasta el Cabo de la Nao, en Jávea. Tiene una disposición E-O y separa de forma natural la parte costera de la comarca alicantina de la Marina Baixa del Alcoià y El Comtat, en el interior de la provincia. Para entendernos, Benidorm, Finestrat y La Vila Joiosa estaría al sur, y Alcoi y Cocentaina al norte de Aitana. En en extremo NE quedaría el Valle de Guadalest, que también forma parte de la Marina Baixa. Su punto más alto es el Alto de Aitana, a 1558 msnm, aunque es imposible subirse al vértice geodésico, ya que se encuentra en el interior de una base militar donde hay radares aéreos y antenas de telecomunicaciones. 

Evidentemente no existe una única senda para llegar a la cumbre. La más popular es la que hicimos nosotros, desde la Font de Partegat. Hay una ruta bastante más larga desde Sella, otra desde el puerto de Tudons, en Alcoleja, o también desde Confrides. En realidad son todas ramales de distintos senderos de pequeño recorrido, que acaban confluyendo. Concretamente recorrimos el PR-CV-21, desde nuestro punto de inicio, y conectamos con el PR-CV-20 para llegar a la cumbre de Aitana.


¿Qué tiene de especial Aitana? Mucho. ¡Muchísimo! Empezamos la ruta ascendiendo desde, como hemos dicho, la Font de Partegat. Algunos aprovechan para llenar de agua las botellas. Por desgracia veo que a pesar de las últimas lluvias la fuente tiene menos agua que en otras épocas. Al poco de empezar a subir hay un cartel que indica una bifurcación. Nosotros nos dirigimos hacia la derecha, siguiendo la indicación de "Sender botànic Passet de la rabosa" (Sendero botánico Pasito del zorro, en castellano). De hecho no dejaremos de seguir esta señalización durante un buen rato. 

La subida no tiene excesivas cuestas, pero poquito a poco se va alcanzando altura. El sendero está perfectamente marcado, por lo que perderse es bastante difícil. No os recomendamos que hagáis esta ruta en los meses de más calor porque sombra hay muy poquita por el camino. La vegetación está compuesta fundamentalmente por plantas arbustivas, y hay bastantes plantas espinosas, estratégicamente colocadas (modo ironía on, modo arañazos on). Algunos tejos y arces alegran la vista, sobre todo en estas fechas, con las típicas tonalidades marrones del otoño.


Los puntos más interesantes durante el ascenso son el pozo de nieve que encontraremos junto al camino y varias fuentes. Del pozo de nieve solo se conservan sus paredes, un enorme espacio cilíndrico, ya que el techo ha desaparecido por la falta de uso (y mantenimiento) de esta infraestructura. En estas zonas la producción de hielo era un negocio muy importante hasta la llegada de los frigoríficos eléctricos. En estas construcciones se iba almacenando capas de hielo, intercaladas con capas de paja para aislarlas térmicamente, y se cortaban barras para transportarlas a municipios cercanos.

Respecto a las fuentes, la sierra de Aitana cuenta con varios acuíferos. De hecho en varios puntos podremos ver los pantanos de Guadalest y del Amadorio, que beben de los ríos que nacen gracias a las aguas que surgen de Aitana y sierras colindantes. Durante la subida pudimos parar unos minutos junto a la fuente de Forata para refrescarnos. Su nombre deriva de forat (agujero, en valenciano) ya que si miráis hacia Aitana veréis una roca con un bonito agujero, como si alguien con un taladro gigante la hubiera atravesado. También se pueden encontrar en esta zona, además de la fuente de Partegat, la font del Noguer (junto a un nogal, que le da nombre) y la del Arbre, entre Forata y Tudons, y que además tiene un área recreativa a su alrededor.


Y de estas que llegamos al punto más complicado de esta ruta, el Pas de la Rabosa. Es una estrecha grieta en las rocas que nos separan de nuestra llegada a la cima. Además del punto más complicado es el más espectacular. Tendremos que subir trepando y con mucha precaución de no caer o lesionarnos. Vi que antes había algún tipo de enganche en la roca, pero ya se había retirado. Aitana se formó hace unos 70 millones de años, cuando las placas Euroasiática y Africana colisionaron. En Aitana podemos ver dos fallas (Aitana y Partegat) que forman unas simas que pueden medir decenas de metros. Una vez atravesamos este punto y nos alejamos unos cuantos metros, si miramos atrás tendremos una impresionante visión de estas simas. 

Passet de la Rabosa (desde el otro lado) y falla de Aitana

Ya estamos cerca de la cumbre. O mejor dicho cerca de cerca de la cumbre, ya os hemos contado que hay una base militar y no se puede acceder. Precisamente las antenas y los radares (las conocidas "bolas" de Aitana) nos ayudarán a guiarnos para llegar al punto más alto del recorrido. Parada para el bocata y reponer fuerzas, con café incluido (¡gracias Chema!). Aunque la subida no es especialmente complicada sí que notamos ya el esfuerzo constante y tras un rato parados cuesta arrancar de nuevo.


Desde lo más alto de Aitana la vista es simplemente espectacular. En un vistazo abarcamos gran parte de la provincia de Alicante. Al NE se puede ver la sierra de Bernia, el peñón de Ifach y el Montgó. Hacia el S la Vila Joiosa y el Puig Campana. Se hace un poco raro verlo del revés, en espejo, acostumbrado a verlo desde el otro lado, pero esto nos enseña que casi todo es relativo. Al SO, Campello y Alicante (con la Serra Grossa y el Benacantil) y un poco más allá Santa Pola. Y, finalmente, al NO se puede ver Cocentaina y Alcoi. ¡Guau!


Para volver al punto de inicio en vez de regresar sobre nuestros pasos por el Pas de la Rabosa, seguimos hacia la Peña Alta y el Alto de Tagarina para descender por una senda forestal. Durante unos centenares de metros caminaremos junto a la cresta, que presenta un cortado bastante vertical. Desde la Font de Partegat ya se puede ver una pared casi vertical. La curiosidad hace que nos asomemos, aunque no nos acabamos de fiar, a ver si llegamos abajo antes de tiempo. 


La primera parte de la bajada es bastante pedregosa lo que hace que las rodillas y los tobillos sufran un poco. Aquí las carrascas nos acompañan, tanto que a veces dificultan la visión del sendero. En el punto donde se cruza el PR-CV-10 que se conecta Sella con Benifato, la pista se vuelve de tierra, algo que agradece el cuerpo. Ya no queda nada. Unos 3 kilómetros cuesta abajo y con un terreno bastante cómodo. Anticipadamente nos podemos relajar. Cuando llegamos a ver los almendros el camino se bifurca. Es aquí donde al inicio de la ruta nos hemos desviado a la derecha. Si queréis hacer esta subida con niños, yo elegiría ir hasta Tagarina por donde hemos accedido y evitar el Pas de la Rabosa, por seguridad.

Enseguida divisamos el área recreativa de la Font de Partegat. El parking se ha llenado durante las algo más de tres horas que hemos estado de ruta. De hecho seguirán llegando coches mientras descansamos unos minutos en una mesa del área recreativa y nos cruzamos con coches por ese camino lleno de baches por donde abandonamos Aitana.


Cansados y contentos a partes iguales volvemos a casa. En el camino de vuelta empezamos a hacer planes para la siguiente salida. Eso si la pandemia lo permite. Y si podemos cuadrar los compromisos pendientes, que la vida sigue. Mientras, la montaña nos espera.

viernes, 18 de enero de 2019

MORA DE RUBIELOS Y RUBIELOS DE MORA, NO ES LO MISMO

No es la primera vez que comentamos que la provincia de Teruel es una de las más chulas de España y al mismo tiempo una de las más desconocidas. Su cercanía a la Comunidad Valenciana hace que hayamos ido varias veces y que cada vez nos guste más. En esta ocasión vamos a recomendaros dos municipios que, por su nombre, podría parecer que tanto monta, monta tanto, pero cada uno tiene sus características especiales que las hacen singulares. Son Mora de Rubielos y Rubielos de Mora.



Ambos municipios están situados en la comarca de Gúdar-Javalambre una de las más visitadas de Aragón, fundamentalmente por sus dos estaciones de esquí, que de manera irónica se las denomina “las estaciones de esquí de Valencia” ya que en algo menos de 2 horas desde Valencia se puede estar esquiando. Pero no todo es nieve en esta comarca, su exuberante naturaleza y sus pueblos históricos también nos atraparán.



Nosotros comenzamos la visita desde nuestro “campamento base” situado en el camping Casa Fausto en Formiche Alto del que ya os hablamos en otro artículo. Después de pasar por El Castellar, y de tener el segundo susto en este pueblo con nuestro coche, y decidir que nunca más volveríamos a pisar este bello municipio, cogimos la carretera que nos dirigía a Mora de Rubielos. Es una carretera secundaria de esas que ya no quedan con el firme en algunos puntos en bastante mal estado y una cobertura telefónica bastante deficiente, algo que no tranquiliza mucho después de haber tenido un susto con el coche que se quedó en nada pero podía haber sido bastante serio.



Tras atravesar varios pueblecitos y aldeas bastantes chulas llegamos a Mora de Rubielos. Lo primero que nos sorprende en un municipio que tiene algo más 1500 habitantes es una tienda outlet de Adidas, pero pensad que el turismo de nieve es muy importante en este municipio y que el material deportivo se vende con bastante facilidad. Aquí visitamos su centro histórico en el que destaca la Iglesia de la Natividad de la Virgen (antigua colegiata) y su castillo. También un paseo por sus calles nos descubrirá vestigios de un pasado dorado, como las antiguas puertas de la muralla.


Empezamos por su Iglesia. Dedicada a Santa María, demuestra la importancia que tuvo Mora hace unos cuantos siglos. De estilo gótico pleno, su impresionante puerta, que nos recuerda otras como en la Catedral de Valencia o la de Morella, nos invita a entrar. El interior es ancho pero bastante desnudo. La decoración más importante la encontramos en el altar y en el coro, donde se sitúa el órgano. Tuvimos la gran suerte de coincidir con un visita guiada que estaba realizando un colaborador del templo (que no un sacerdote) y que conocía bastante bien la historia del edificio. Acabó con la visita al claustro que se encuentra en bastante mal estado y no se puede visitar habitualmente. Hubo incluso un momento para historias dignas de Iker Jimenez...




Nuestra idea era visitar el castillo de Mora, que se encuentra a escasos metros de la ex-colegiata. Pero como nos alargamos más de lo que esperábamos con la visita guiada ya habían cerrado el castillo. Poco que comentar aparte de que está sobre un alto y su presencia es imponente. Sus gruesos muros dan idea de lo que debían significar la defensa de la población en la Edad Media. Como curiosidad, acogió una de las pruebas de exteriores de la 4ª temporada del concurso MasterChef.




Tras pasear por el centro de Mora nos dirigimos a Rubielos de Mora. Ambas localidades distan unos 12 kilómetros, así que tardamos poco en llegar. Tras buscar aparcamiento en uno de los barrios alrededor del centro, nos dirigimos hacia la Puerta de San Antonio, la más conocida y fotografiada de la muralla de Rubielos. Sobre la puerta se alza una torre de base cuadrangular, de la que sobresale un balcón. En el interior de la puerta unos bancos de piedra nos ayudan a descansar unos minutos a la sombra de un achicharrante día. A partir de este punto es como si nos hubiéramos adentrado en un túnel del tiempo.




Si Mora de Rubielos conserva gran parte de su pasado medieval, Rubielos de Mora es como adentrarse directamente en esta época. La magnífica conservación de sus edificios se valió el reconocimiento de la Unión Europea, que le concedió el premio Europa Nostra que pone en valor la conservación y difusión del patrimonio histórico y artístico europeo. Además pertenece a la red de pueblos más bonitos de España y a la red española de cittàslow o slow cities. Toda una declaración de intenciones.


¿Qué encontramos en Rubielos? Calles empedradas, casas señoriales, palacios, barrios que se conservan tal y como fueron concebidos hace varios siglos. Su irregular urbanismo nos habla de una herencia islámica recogida por sus descendientes y por las siguientes culturas que habitaron, hasta hoy este municipio. 




Avanzando por la calle de San Antonio pronto nos topamos con el ayuntamiento, que está en un edificio del siglo XVI. En la plaza que se sitúa a sus pies encontramos la denominada Fuente de la Negrita, que representa a una mujer con un tocado oriental. A pesar de ser una escultura muy posterior al resto de la plaza, no desentona. Siguiendo por la misma calle San Antonio acabaremos en la Iglesia de Santa María la Mayor, la más importante del municipio. Una construcción del s. XVI extremadamente sobria, en el que destacan los dos cuerpos finales del bello campanario. 




Nuestro consejo es que os perdáis callejeando por sus calles hasta que lleguéis al Portal del Carmen, otra de las antiguas puertas de las murallas de Rubielos. No es tan espectacular como la de San Antonio pero merece la pena. 



Aprovechad la visita a Rubielos para entrar en sus tiendas y descubrir los productos de la tierra que ofrecen, en especial los embutidos, la miel y la trufa negra, que se localiza en estas montañas y que son un verdadero manjar. El pueblo os invita a que no tengáis prisa, a que disfrutéis olvidando por un tiempo aquello que arrastramos en nuestro día a día. La oferta la complementan varios museos y una subsede de Dinópolis, Región Ambarina, que está sobre un antiguo lago fosilizado, de los pocos que hay en todo el mundo, en el que se ha encontrado ámbar fósil (¿recordáis Jurassic Park?). 




En nuestro caso fue una visita fugaz a ambas poblaciones, pero no descartamos volver para conocer más detenidamente ambas. Aunque los nombres de Mora de Rubielos y Rubielos de Mora den para chascarrillos y juegos de palabras, os prometemos que toda la familia disfrutará de los dos. 

jueves, 18 de octubre de 2018

NUESTRA EXPERIENCIA EN TERUEL

No nos cansaremos de decirlo: Teruel es una de las provincias que menos se conoce de nuestro país, y es una de las que más vale la pena descubrir. Nosotros ya hemos estado tres veces con nuestros hijos, y otra sin ellos, y nos sigue encantando. Si tuviéramos que recomendar un lugar por el que empezar a visitar esta provincia, recomendaríamos la capital.


La ciudad de Teruel es muy cómoda para visitar con niños. Su centro histórico es pequeño pero "matón". Que gran parte sea peatonal (o semi-peatonal) ayuda mucho a caminar un poco más despreocupado. Mi abuela lo definiría como "amanosita", es decir, que todo se encuentra a mano, algo que también es destacable.


Si hay un lugar de Teruel verdaderamente emblemático esa es la plaza de Carlos Castel. A esta plaza le pasa un poco como a Manolito Gafotas, que si preguntas por Manolito García Moreno la mayoría se encogerá de hombros, pero si preguntas por la plaza del Torico... Es el epicentro de Teruel. El centro de esta plaza con forma ovalada es la fuente, inaugurada en 1858, y decorada con una columna sobre la que se alza una pequeña escultura de un toro, que le da nombre a la plaza. Cuando lo ves por primera vez decepciona el tamaño, pero a la vez hace que sea más simpático. Cuatro cabezas de toro ejercen de caños, de donde surte un agua que en pleno agosto está muy fresca. La columna la decoran estrellas, como el escudo de la ciudad, elementos que provienen de una leyenda medieval.


También la plaza del Torico es uno de los espacios más vivos de la ciudad. Bajo sus soportales se alternan cafeterías con comercios, en su mayoría de productos selectos, sobre todo embutidos y jamón. Es muy recomendable sentarse un poco en una terraza y contemplar los edificios que la envuelven, en especial la casa del Torico, con su característica fachada de color lila. Sale en casi todas las fotos de la plaza ya que está justo detrás de la fuente. Del edificio original sólo se conserva la fachada, una de las más características de la arquitectura modernista en Aragón.


De esta plaza sale un tren turístico que recorre todo el centro. Uno de los puntos más emocionantes en el recorrido (sí, un tren turístico puede guardar grandes emociones) es su paso a través de la torre del Salvador. Pasa a ras, tanto que si tienes la mala cabeza de sacar algún miembro, puedes acabar perdiéndolo (no lo deseamos). Esta es una de las tres torres mudéjares que se alzan en el centro de la ciudad y son otro de sus símbolos. Estas tres torres son, además de la del Salvador, la de San Pedro y San Martín. La duración del recorrido del tren es de unos 45 minutos. Los precios por trayecto son: Adultos 3,50 €, niños de 4 a 10 años y mayores de 65 años 2,50 €. Los menores de 4 años no pagan. El horario del tren turístico es de 11:00 a 14:00 y a partir de las 17:00.


El arte mudéjar se caracteriza por la aplicación de elementos de inspiración andalusí, el uso del ladrillo como principal elemento constructivo, además de la madera, y la decoración con cerámica vidriada. Se circunscribe casi exclusivamente a la Península Ibérica, con algún elemento en Sicilia y América. Las tres torres mudéjares de Teruel junto algunos elementos originales de la Catedral de Santa María fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1986.


La Catedral se encuentra muy cerca de la plaza del Torico. Se encuentra un poco oculta y puede que pase un poco desapercibida, ya que la fachada a los pies es muy simple, como de una parroquia menor. Esto cambia en la plaza de la Catedral, junto a la torre y a la portada neomudéjar, un movimiento que rescató elementos mudéjares a finales del s. XIX y principios del XX. Conviene entrar y echar un vistazo al techo, ya que es uno de los elementos merecedores de la declaración Patrimonio de la Humanidad. Os sorprenderá gratamente.


Uno de los lugares que más me gustan de Teruel es la escalinata. Fue construida a principios del s.XX para conectar el centro de la ciudad con la recién estrenada estación de ferrocarril. Evidentemente este nuevo espacio y este medio de transporte supuso una revolución en la ciudad. Su arquitectura neomudéjar la pretende emparentar con las torres. Está decorada con paneles cerámicos y relieves con la historia de los amantes de Teruel. Si no queréis (o no podéis) bajar o subir por sus peldaños, entre los años 2001 y 2003 se hizo una importante actuación en la zona e instalaron dos ascensores. Pero ojo, nosotros nos los hemos encontrado fuera de servicio muchas veces. Consejo para padres/madres: a los pies de la escalinata hay un parque con juegos infantiles (hay un módulo que todavía no comprendo para que sirve), donde vuestros hijos pueden desfogarse un ratito.


Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla eran dos chiquines que vivían en el Teruel del siglo XIII. Su historia, mitad leyenda mitad realidad, narra el amor de la pareja, obligada a separarse porque la familia de ella (hija único y con posibles) quería un pretendiente con dinero, no como él, que a pesar de venir de buena casa al ser segundón estaba tieso. Al regresar de un exilio económico de cinco años dispuesto a desposar a Isabel, ella se acababa de casar y él fallece al no recibir un último beso de su amada. Ella, afligida, le besa finalmente en el velatorio de Juan, muriendo de inmediato. No, no son Romeo y Julieta ni ocurrió en la Italia medieval. Son los Amantes de Teruel (tonta ella, tonto él). Esta historia-leyenda se representa cada tercer fin de semana de febrero, recreando las bodas de Isabel y la muerte de ambos, volviendo por unos días al s. XIII.

Pero también podéis visitar el mausoleo de Juan e Isabel, a los que se decidió enterrar juntos, debido al amor que se profesaban. El museo indaga acerca del contexto sociocultural del Teruel de la época, para pasar a explicar la historia de los amantes, el debate acerca de la veracidad de los hechos y su influencia en el arte. La parte central del museo es el sepulcro, que representa a los dos amantes yacentes, con sus manos muy cerca pero sin tocarse. La escultura es obra de Juan de Ávalos, el autor de las esculturas monumentales del Valle de los Caídos. También se habla de amor, incluso los visitantes pueden dejar mensajes en tarjetas en forma de corazón. El edificio fue rehabilitado en 2005. Abre de lunes a domingo de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00. La entrada general cuesta 4€, 3€ la reducida (menores de 15 años, estudiantes hasta 25 y jubilados) y los menores de 7 años entra gratis. También existe la posibilidad de entrada conjunta para visitar la iglesia de San Pedro (donde se veló a Juan y murió Isabel) y su claustro.



En lo que era el exterior del antiguo Teruel (de hecho se adentra en el barrio del Arrabal) se encuentra el acueducto de los Arcos, el más grande de los acueductos renacentistas construidos en España. Bajo del acueducto hay una zona donde suele haber aparcamiento, y no creo que sea posible así olvidar donde dejas el coche.


Uno de los recursos turísticos que ha relanzado a Teruel turísticamente es Dinópolis. No nos vamos a enrrollar mucho en esto porque ya le dedicamos un artículo hace un tiempo, y dentro de unas semanas le dedicaremos otro ampliándolo, con la experiencia de nuestra última visita. Solo decir que si tenéis niños es imprescindible. Si no los tenéis, la visita, sobre todo del museo paleontológico es muy interesante. Además muchos alojamientos ofertan descuentos (o invitaciones) por lo que no tenemos excusa.



La cercanía de Teruel al centro peninsular, a la Comunidad Valenciana y gran parte de Cataluña, hacen que sea un destino excelente para una escapada, para un fin de semana o un puente. Nosotros ya hemos convencido a varias familias (cuando volvamos ya exigiremos nuestra comisión jeje). Si la capital se os queda pequeña siempre podéis hacer excursiones al resto de la provincia. Pero de eso hablaremos otro día.

jueves, 16 de agosto de 2018

POLOP, PEQUEÑO PARAÍSO

A nueve kilómetros de Benidorm encontramos Polop (oficialmente Polop de la Marina), un municipio que poco tiene que ver, a priori, con la urbe turística.


Polop está custodiado por el "león dormido", que es como llaman popularmente al monte Ponoig, que con sus 1.181 msnm es uno de las últimas montañas que forman parte de la sierra de Aitana. Este monte es especialmente admirado por quienes practican deportes de montaña, tanto trekking como escalada, por sus inmejorables características.

Si llegamos desde Benidorm por la CV-70, os recomendamos que atraveséis la cercana La Nucia, ya que de esta manera podremos observar una magnífica panorámica de Polop, donde destaca el cerro donde está el antiguo cementerio y antes su castillo, aunque luego hablaremos de ellos.



Al llegar nos dirigiremos a la plaza de los Chorros (Xorros en valenciano), uno de los centros neurálgicos de Polop. Aquí se encuentra la fuente homónima, una de las primeras atracciones turísticas contemporáneas de este municipio. La plaza está cerrada al tráfico, por lo que es ideal para que los niños jueguen a sus anchas. Inaugurada en junio de 1976, la fuente consta de 221 caños de los que brota agua procedente de los manantiales del barranco del Gulapdar, a los pies del Ponoig. El agua sobrante no se pierde, si no que va a parar a una balsa para su aprovechamiento para riego. Sobre los caños hay un total de 22 paneles cerámicos con escudos. Además del de Polop, 16 pertenecen a diferentes municipios alicantinos que contribuyeron económicamente para la construcción de la fuente, además del escudo de España, el de la Diputación de Alicante y los de las tres provincias de la Comunidad Valenciana (Alicante, Valencia y Castellón). Los últimos caños están bajo un panel cerámico con un texto de una obra de Gabriel Miró. Éstos caños nos recuerdan la ubicación de la fuente original, inaugurada en 1885 con solo 11 caños.



No es casual que un texto de Gabriel Miró ilustre esta parte de la fuente, ya que apenas a unos metros se encuentra la antigua Villa Pepita, una casa modernista donde hoy se rinde homenaje a este escritor alicantino de la generación del 14, convertida en casa-museo. Inaugurada en abril de 2015, recrea una casa de alrededor de 1920 (el chalé se construyó en 1911) con objetos de la época, algunos pertenecientes a Miró. Éste residió largas temporadas en Polop, inspirando algunas de sus obras como 'Huerto de cruces', 'Las cerezas del cementerio', 'Libro de Sigüenza' o 'Años y leguas'.

La casa consta de dos alturas. En la planta baja se muestran varios objetos pertenecientes a Gabriel Miró como vajillas, una máquina de escribir, tinteros o muebles. También un piano en el que tocaron Eugenio Sagi Barba y Óscar Esplá, ambos amigos de Miró y residentes en Polop. También existen obras del artista Benjamín Palencia, que en su juventud conoció a Miró y residió y tuvo su taller en Polop. En la parte superior se muestra un traje que perteneció al escritor, diversas ediciones de sus obras y fotografías de ese Polop de hace casi un siglo, tan diferente del actual. Os recomendamos que os fijéis bien en los suelos (ya no se hacen baldosas así) y en el trabajo de ebanistería en marcos y puertas.




La casa-museo de Gabriel Miró abre de lunes a domingo de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00. La entrada es gratuita. Además hace las veces de Oficina de Turismo, por lo que podremos obtener información tanto de Polop como de sus alrededores.

Nos dirigimos ahora al centro histórico de Polop. Asentado en la ladera del cerro sobre el que se alzaba el castillo, su urbanismo nos recuerda el pasado musulmán de la villa. Pasaremos junto a la iglesia de San Pedro Apóstol, un sencillo templo construido en el s. XVIII. Podremos visitarlo en horario de culto, por lo que se requiere un respeto a los fieles. Desde aquí se inicia la subida al antiguo castillo.




El castillo fue construido en la época de la dominación musulmana, siendo capital en las guerras por la sucesión de los distintos reinos de taifas. Apenas encontramos restos: el arranque de una torre y el aljibe es lo más importante, pero en la subida también vemos diseminados algunos elementos constructivos. También en el camino de subida encontramos escenas de penitencia, ya sabéis, dadme un punto elevado y tendréis un Monte Calvario.

El espacio del castillo fue aprovechado para construir el cementerio, el antiguo, porque actualmente tiene otra ubicación. Este cementerio sirvió de inspiración para varias obras de Gabriel Miró, en especial 'Huerto de Cruces'. Tanto es así que en la entrada hay expuestas reproducciones de fotografías del escritor en el cementerio. Actualmente el Ayuntamiento polopino quiere incluir el camposanto en una red de cementerios singulares, y fue finalista en 2016 del concurso de los mejores cementerios de España. Uno de los atractivos del cementerio de Polop son las vistas. Para disfrutarlas más (si cabe) podemos tomar algo en el bar que hay en la subida.




Polop es una excelente excursión para toda la familia. Su ubicación, muy accesible, lo hacen idóneo para una escapada. Podemos completar el día visitando, por ejemplo, Castell de Guadalest, otro pueblo con mucho encanto del que ya os hablamos en otro artículo.