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martes, 19 de mayo de 2020

7 MUSEOS QUE NOS GUSTAN MUCHO PARA EL DÍA DE LOS MUSEOS

El 18 de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de los Museos. Es un día especial donde estos centros se ponen sus mejores galas para sus visitantes. Este año, en algunos casos, sus mejores galas han sido abrir sus puertas de nuevo con todas las precauciones del mundo, por supuesto. 

Vamos a hacer un repaso por algunos de los museos que más nos han gustado para visitar con niños. Si nos seguís habitualmente ya sabréis que somos muy fans de ir a museos con nuestros hijos, y que además solemos recomendarlo. Podéis tomar toma de nuestras recomendaciones para cuando llegue ese momento que todos estamos esperando, el de poder viajar, aunque sea poquito y aquí al lado. La mayoría se encuentran en España, así que no hay excusa para no visitarlos cuando se pueda. 


¿Puede ser el Marq nuestro museo favorito? ¡Puede ser el Marq nuestro museo favorito! Lo visitamos al menos una vez al año, y aprovechamos para visitar sus exposiciones temporales, que son de una calidad extraordinaria. Este año no hemos podido visitar la exposición “Ídolos, miradas milenarias” por lo que os estáis imaginando, y estamos esperando su próxima exposición de los famosos guerreros de terracota de Xi’an. Pero su colección no es menos fascinante. Nos sumerge de lleno en la historia de la provincia de Alicante, que es una parte de la historia de España y de las civilizaciones del Mediterráneo. 



Nos apasionan los dinosaurios. Durante el confinamiento hemos visto varias veces las pelis de la saga de Jurassic Park y Jurassic World. Precisamente Juan Antonio visitó este museo mientras preparaba el rodaje de Jurassic World 2: El reino caído. Se encuentra dentro del parque temático Dinópolis y su visita es imprescindible. Las piezas, tanto las que se han encontrado en los yacimientos de la provincia de Teruel como las que pertenecen a dinos del resto del mundo, son impresionantes. Una recomendación que se extiende al resto del parque, que es tan didáctico como divertido. 



Con este nombre parece que vamos derechos a un petardo de exposición, y más teniendo en cuenta que se encuentra en Valencia. Pues no, este museo es de traca (vale, ya acabo con los chistes pirotécnicos). En primer lugar porque se encuentra en uno de los edificios más bonitos de Valencia, tanto por su espectacular fachada (una de las más fotografiadas de la ciudad) como por su interior. La colección no se limita a una colección de cerámicas, si no que abarca la historia del edificio, con salas que imitan, en miniatura, algunas estancias de Versalles. Es muy recomendable su colección de carruajes y el belén napolitano que instalan en Navidad. 



Tres motivos por los que visitar este museo: el artista, su obra y el entorno. La bahía de Portlligat, en Cadaqués (Girona) simplemente enamora. En ningún momento nos extraña que desde muy jovencito Salvador Dalí comprara aquí una casita de pescadores que con el tiempo fue ampliando. Siendo el hogar de Dalí y de Gala, esta casa es cualquier cosa excepto ordinaria. Además contiene el taller del pintor. Si pudiéramos nos quedaríamos aquí a vivir (bueno, igual hacía una pequña reforma, jeje). El complemento a esta visita es el Teatro-Museo de Figueres y el Castillo de Gala en Púbol. Y el cercano cabo de Creus, el lugar más al este de la Península Ibérica. 



El museo más visitado del mundo, con más de 10.000.000 de visitantes en 2018. Su virtud es su gran pecado, tanto que desde algo más de un año se han empezado a estudiar medidas para aliviar su saturación. El museo más famoso del planeta se encuentra en un inmenso y hermoso palacio donde se ubica mucho más que la archiconocida Gioconda de Leonardo da Vinci. Yo siento pasión por la sala del romanticismo francés, pero la colección de arte de Egipto y las antigüedades de Próximo Oriente (las procedentes de Irán en especial) son también una gozada. Armaos de paciencia cuando lo visitéis, y calzaos los zapatos más cómodos que tengáis. 



El Museo del Robot de Madrid es un espacio no muy extenso en pleno centro de la capital de España. Un lugar donde se juntan pasado y futuro, ya que conviven robots de última generación, de esos que te reconocen, te contestan, interactúan contigo y, sí, dan muy mal rollo; con robots de hace cuarenta años. Una de las partes más chulas es la exposición de réplicas de robots que se han utilizado en películas y series, y la verdad es que son un montón. Como curiosidad, tienen la colección más grande que hay de perros Aibo, esa mascota cibernética creada por Sony que causa furor en Japón.



El último museo que pudimos visitar antes del confinamiento. Un hermoso homenaje a la niñez y al beneficioso juego. Un paseo por la nostalgia que empieza con las muñecas de barro y acaba con las los últimos diseños de moda. Entre medias recorremos cientos de modelos de muñecas cuyos nombres nos despierta recuerdos de tardes con bocatas de mortadela o nocilla y mentir un poco acerca de los deberes para jugar un poco más. También es un justo reconocimiento al trabajo por el que la villa de Onil es conocida en todo el mundo. Una labor llena de pasión y amor. 


Estas recomendaciones incluyen museos que hemos visitado con nuestros hijos. Faltan muchos que también nos han encantado, y faltan muchos que queremos visitar (o volver a hacerlo) con ellos.

miércoles, 28 de agosto de 2019

EN UN CINE DE 1.000 ESTRELLAS: VAMOS AL AUTOCINE


Se apagan las luces y empieza el primer tráiler mientras nos acurrucamos en nuestra butaca. Esta es, grosso modo, la liturgia que se sigue cuando va a comenzar una película. Pero esta vez vamos a un cine donde las luces no se apagan de repente, y el asiento podemos acomodarlo a voluntad. Nos vamos a un autocine.


Los autocines se inventaron en Estados Unidos (¡cómo no!) a principios del siglo XX, pero se popularizaron a partir de los años 30. A nuestro país llegaron a finales de los años 50 a Madrid (exactamente el jueves 17 de abril de 1959), concretamente a Barajas y se llamó motocine. Intentaba atraer tanto a una incipiente clase media motorizada (el Seat 600 se empezó a producir en 1957) como a los soldados norteamericanos destinados en Torrejón de Ardoz, más acostumbrados a este modo de ver cine. Como curiosidad, el motocine cerró a los ocho meses, entre otras razones, porque a la censura le pareció poco moral lo que pudieran hacer los espectadores en la oscuridad de sus coches.

Actualmente en España sobreviven 7 autocines, pero en los años 70 y 80 fueron decenas los que había por todo el territorio nacional. Se encuentran en:

- Madrid (Autocine Race)
- Getxo, Vizcaya (Autocine Getxo)
- Torrelavega, Cantabria (Autocine Cantabria)
- Gijón, Asturias (Autocine Gijón)
- Valencia (Autocine Star)
- Denia, Alicante (Autocine Drive-in)
- Mutxamel, Alicante (Autocine El Sur)



Esta vez fuimos a Autocine El Sur, que lo tenemos razonablemente cerca de casa y es el más grande de España con capacidad para unos 400 coches. Hace años, cuando vivíamos en Valencia éramos asiduos al Autocine Star, sobre todo en verano, que sin duda es la mejor época para ir al autocine, aunque en invierno, al estar a cubierto, tampoco es una mala opción. Aprovechábamos para ir a la contigua playa de Pinedo y cuando se empezaba a poner el sol íbamos al cine.


Dado que el miércoles es el día del espectador, fuimos para allá. Menos mal que fuimos con bastante antelación, algo que recomendamos en época de vacaciones, ya que estaba a tope casi una hora antes de que empezara la primera película. Una curiosidad de los autocines es que conservan la fórmula del programa doble, por lo que por el precio de una entrada veis dos películas, en esta ocasión Mascotas 2 y Aladdin. Generalmente combinan una peli infantil con otra más adulta, o una peli de estreno con otra de reestreno.


Otra de las ventajas de ir en verano es que los espectadores lo convertimos en una terraza de verano, aprovechando la fresca de la noche. Puedes llevarte la cena y comerte un buen bocata mientras ves la película. De hecho eran decenas de familias las que estaban apostadas alrededor de sus coches con neveras, mesas portátiles, sillas de playa, etc. Los cines tienen un bar-restaurante en el que sirven además de palomitas, hamburguesas, bocatas, perritos, etc. y bebidas, a precios módicos (6,50 € por un menú de hamburguesa, patatas y bebida, por ejemplo).


Todavía conservan un poste con un altavoz para poder oír la película, que tienen bastante potencia y se oye estupendamente, pero también emiten el sonido por FM y se puede sintonizar por la radio del coche. Nuestro truco, cada uno lo oímos por auriculares a través de la radio FM del móvil. De esta manera no tenemos que sufrir por la batería del coche (por si las moscas los autocines suelen disponer de pinzas o arrancadores de batería), ni tenemos que tener el motor constantemente arrancado, ahorrando combustible, ruido y gases contaminantes.

Os aconsejamos que os llevéis algún tipo de ropa de abrigo, como una sudadera o una rebequita, ya que aunque vayáis en verano, al ser de noche y a la intemperie, un poco de viento puede fastidiar la velada. De hecho nosotros vimos la segunda película dentro del coche porque estábamos un poco incómodos con el viento, ya que había bajado la temperatura.
 

Las entradas de adulto (recordad que son dos películas) cuestan 6€ por persona y 3€ por el coche, mientras que los niños entre 5 y 10 años pagan 5€. Los menores de 5 no pagan, y hay que llevar documentación acreditativa. Los miércoles es el día del espectador y la entrada vale 4€ y 2€ el coche. Discapacitados no pagan de lunes a viernes no festivo ni víspera. Ya solo queda relajarnos y disfrutar del programa de la noche. Os aseguramos que es una experiencia que a los niños les encanta y, como a nosotros, os pedirán volver.

lunes, 8 de julio de 2019

UN DÍA EN EL PARQUE WARNER DE MADRID

Llevamos una temporada que estamos aprovechando a tope todos los cumpleaños de la familia para visitar aquellos lugares a los que hace tiempo queríamos ir. Para celebrar el cumple de nuestro hijo mayor decidimos acudir al Parque Warner, en San Martín de la Vega, junto a Madrid, y así cumplir con la promesa que una vez hicimos (y que nuestro hijo nos recordaba frecuentemente).


Lo primero, y aunque nos lo habían advertido, visitar todo el parque en un solo día es absolutamente imposible. Por muy buena planificación que os hagáis, por mucha previsión que queráis organizar, quitaos de la cabeza que vais a ver todo. Porque suponemos que no solo vais a ir a pasear por el parque y querréis montar en alguna atracción o ver alguno de los espectáculos.
El Parque Warner tiene una superficie de más de 31 hectáreas, lo que supone que sea más pequeño que su gran competidor, el parque catalán Port Aventura. Está dividido en cinco áreas temáticas:
  • Hollywood Boulevard: está en la entrada del parque. Fundamentalmente tiene tiendas, restaurantes y un cine 3D, réplica del famoso Teatro Chino de Los Ángeles. Al final del día es el lugar donde transcurre el desfile de carrozas. En el paseo hay placas dedicadas a estrellas del cine que han pasado por el parque, quizá la más grande sea George Clooney.


  • Cartoon Village: esta área está dedicada fundamentalmente para los más pequeños. Aquí podemos encontrar a los personajes de los Looney Tunes (Bugs Bunny, Piolín, el pato Lucas, etc.) y tener la oportunidad de visitarlos en sus casas o en sus atracciones. Al ser una zona destinada a los más pequeños las atracciones no son excesivamente fuertes, aunque hay un par de montañas rusas pequeñas (sin loops ni nada de eso), los rápidos… y una zona con juegos de agua para esos días en los que aprieta el calor. 




  • Movie World Studios: una de las áreas más chulas por la tematización de los edificios. Puedes estar paseando por el Nueva York de principios de siglo XX o estar al borde del mar en un pueblecito marinero (yo miraba con recelo esperando una bandada de gaviotas que empezaran a picotearnos). Una zona muy instagrameable. Hay un pasaje del terror y una montaña rusa, aunque es un área más dedicada a los espectáculos.


  • DC Super Heroes World: el área más friki de todo el parque, la que da significado a todas las camisetas de superhéroes que se ven en el parque. Recrea las dos ciudades que son el yin y el yang del Universo DC: la amable y luminosa Metrópolis y la oscura y decadente Gotham City. En esta área se encuentran las atracciones más potentes del parque, adrenalina al 100%.


  • Old West Territory: recreación de un poblado del Lejano Oeste. También la tematización es magnífica (¡preparad el filtro sepia en vuestras cámaras!). Aquí encontraréis la montaña rusa de madera y dos atracciones de agua.


Nosotros no montamos en muchas atracciones, algunos tienen miedo, otros se marean, otros son demasiados pequeños… Pero aún así pudimos disfrutar de un día muy completo (y muy cansado).
El parque es enorme y no existe un tren o un barco que lo recorra, como en otros parques, y nos permita ahorrarnos un rato de paseo, por lo que al final del día acabaremos reventados, sobre todo si lo intentáis exprimir al máximo.

Al no montar en muchas atracciones, como ya hemos comentado, evitamos alguna cola infinita, pero al ir con niños pequeños (3,6 y 9 años) nos centramos en el área de Cartoon Village. Esto hizo que después tuviéramos menos tiempo para el resto de áreas, por ejemplo la del Oeste la vimos casi paseando. Por lo tanto poco os podemos contar en este sentido, además de que depende bastante de los gustos personales.

Con todo, subimos a un par de atracciones de agua, los rápidos ACME en Cartoon Village y los troncos en Far West, y en alguna montaña rusa de baja intensidad (también en Cartoon Village). Son muy parecidas a otras del mismo tipo de otros parques, pero por ello no dejan de ser muy divertidas. 

Respecto a los espectáculos vimos los dos shows estrella del parque: Loca Academia de Policía (área Movie World Studios) y Gotham City Stunt Show (área DC Super Heroes World), además del Desfile Nocturno, donde los personajes del parque se despiden de los visitantes. Acerca del show de Loca Academia, no os lo perdáis. Es una mezcla de comedia y especialistas con vehículos. Los cadetes deben de custodiar un banco que quieren robar y… Bueno si habéis visto las pelis ya sabéis como puede acabar. Igual sobra algún derrape, pero el espectáculo está muy bien.


El show de Gotham City recrea el intento de los villanos Joker y Harley Quinn para hacerse con el control de la ciudad, pero Batman y Robin intentarán impedirlo. Se representa en un escenario abierto y los asientos son muy limitados, por lo que os recomendamos que vayáis con tiempo si queréis verlo bien. En la categoría de show prescindible ponemos el cine 3D en el Teatro Chino (Hollywood Boulevard). En nuestro caso vimos un fragmento de El Hombre de Acero, que ya habíamos visto.

Este año estrenan un show nocturno basado en Aquaman que tiene muy buena pinta y lo harán en el lago de Movie World Studios. 

Aunque hay mucha gente que se queja del precio de las entradas no nos pareció excesivamente caro si lo comparas con otros parques similares. Es cierto que aprovechamos una oferta y que el pequeño todavía no pagaba entrada por lo que pudimos visitarlo de una manera un poco más económica. Las familias numerosas tenemos entrada reducida, pero las ofertas suelen mejorar este descuento. Respecto al parking, si vas en un día de calor no dudéis en coger una plaza techada ya que evitareis calor innecesario en vuestro vehículo.


Por último la comida. El parque impide entrar con comida o bebida, aunque vimos a gente que había colado bocatas. No se habla muy bien de los menús y sus precios, aunque hay entradas que incluyen un menú. La alternativa más económica (nosotros lo hicimos, y no fuimos los únicos) es dejar en el coche comida y salir al parking. Te ponen un cuño para volver a entrar. Por este motivo, también os recomendamos las plazas cubiertas. Por el contrario os tocará perder algo de tiempo y dar un buen rodeo. 

Para concluir, la visita al Parque Warner necesita al menos dos días. En un día es absolutamente imposible. Dependiendo de vuestros gustos o del perfil (niños, jóvenes intrépidos, fans de los shows…) os centraréis en un área u otra, y eso determinará finalmente vuestra visita. Hay quien dedica un día a montar en las atracciones y el siguiente a ver los espectáculos.


Lo cierto es que debemos de volver porque nos quedaron bastantes cosas pendientes. Y lo haremos, con las baterías llenas y las tarjetas de memoria vacías.

sábado, 18 de mayo de 2019

MUCHAS GRACIAS MAESTRO MORRICONE

De vez en cuando conviene que los padres tengan un momento de tranquilidad, alguna escapada sin los hijos. Los queremos mucho, muchísimo, y desde que salimos por la puerta de casa los echamos de menos, pero hay oportunidades vestidas de excusa que no se pueden dejar escapar. Y en esta ocasión la excusa (u oportunidad) era la gira de despedida del maestro Ennio Morricone.


Para quien ande con un poco de despiste, Ennio Morricone es un músico, compositor y director de orquesta que ha creado más de 500 bandas sonoras para cine y televisión, entre las que destacan El bueno, el feo y el malo, La muerte tenía un precio, Por un puñado de dólares, Los Odiosos Ocho, Los Intocables de Elliot Ness, o Cinema Paradiso y La Misión, éstas últimas auténticas obras maestras del género. Ganador de dos Óscars, uno en 2016 por Los Odiosos Ocho, y otro honorífico por su carrera en 2006, además podemos atribuirle un trocito del Óscar a Mejor Película Extranjera en 1988 de Cinema Paradiso.

El antiguo Palacio de los Deportes de Madrid (actualmente Wizink Center) acogió una doble cita de la gira de despedida del maestro italiano que tiene nada menos que 90 años (nació el 10/11/28) y que le llevará por escenarios de todo el mundo hasta enero del 2020 en un último concierto en su Roma natal. Los números son asombrosos: un coro de cerca de cien miembros, una orquesta con cerca de cincuenta músicos, incluyendo una guitarra eléctrica y un bajo. Y todo vendido en los tres conciertos de nuestro país, uno en Bilbao y dos en Madrid.


Las dos pantallas instaladas a ambos lados del escenario no emitían imágenes de las películas cuya banda sonora interpretaban, si no que solo se veía a los músicos. En realidad eso era lo importante, la música. Aunque al final, como en todos los sitios, hay gente que tiene el respeto justo para acabar el día y a pesar de las advertencias continuamente sacaban fotos o vídeos, que bueno, eso lo puedo entender (a la vista está), pero que estuvieran whatsappeando...

El concierto comenzó con cerca de veinte minutos de retraso. Pero empezó vibrante, Morricone alzó su batuta desde la silla donde dirigió todo el concierto, para interpretar el tema principal de la banda sonora de Los Intocables de Elliot Ness. La estructura del concierto era unir varias piezas en un bloque. Se titulaban con nombres tan sugerentes como Epopeya histórica o La modernidad del mito en el cine de Sergio Leone, que parecía el título de una tesis, y ciertamente podían haber escrito solo el nombre del director italiano. Fue en este bloque, el tercero del concierto, en el que se vivió el primer éxtasis colectivo, precisamente con El éxtasis del oro de la banda sonora de El bueno, el feo y el malo, que Metallica ha convertido en un himno con el que inician sus actuaciones.


Con el público en pie aplaudiendo se llegó al intermedio. Había pasado algo más de una hora, pero pasó breve como un suspiro. Se retomó el concierto con el tema principal de Los odiosos ocho, una banda sonora muy Ennio Morricone, pero al mismo tiempo muy Quentin Tarantino. Y pasamos a uno de los platos fuertes, el bloque cine social con la aparición estelar de Dulce Pontes. La portuguesa sonó fantástica en un bloque que abrió con un tema de la española La luz prodigiosa (segundo guiño local tras la interpretación de la almodovariana ¡Àtame! en el segundo bloque del concierto) y que cerró con la vibrante Abolição.

El público empezó a consultar sus relojes, nerviosos, porque se echaba la hora encima y no habían sonado todavía las dos mayores joyas de Morricone. Entonces aparecieron en pantalla dos palabras mágicas: La misión. Ovación. Y el oboe de Gabriel hipnotizó a los presentes. Ni fuerzas tuve para sacar el móvil y grabar un vídeo. Solo quería disfrutar. La piel de gallina. 


Al acabar este bloque el maestro Morricone se levantó y encaró la salida del escenario. Como algo de práctica tenemos en esto de los conciertos, y al ver que no se levantaba ni un solo miembro de la orquesta, sabíamos que no era más que el teatrillo previo al bis. El primer bis fue para Cinema Paradiso, esa carta de amor al cine, y mi composición favorita de Morricone. El concierto acabó con una nueva interpretación de El éxtasis del oro y La luz prodigiosa.

Fin. Sabíamos que habíamos asistido a un concierto histórico, al ser la última vez que se vería a Ennio Morricone dirigiendo una orquesta en nuestro país. Solo nos quedaba disfrutar de la noche madrileña por los alrededores del pabellón, calle Goya, Avenida de Felipe II, pero sin excesos, que había que volver a casa por la mañana.


Voy a finalizar con una reflexión. Vaya por delante que nadie nos pone una pistola en el pecho para ir a ningún concierto, ni otro evento, pero el precio, para una familia media, es absolutamente prohibitivo. O dicho de otra manera, solo vamos los padres y sacrificamos a lo hijos. Hubiéramos ido con nuestro hijo mayor, que está en el conservatorio y sería excelente ver a una orquesta de semejante nivel. Hace años vimos en un concierto de los Rolling Stones niños de corta edad (2-3 años) que sus padres nos confesaron que habían tenido que pagar una entrada completa, que costaba cerca de 80 euros. De esta manera no promocionamos la cultura.

jueves, 18 de abril de 2019

EL NUEVO LIBRO DEL MONSTRUO DE COLORES Y LA FIRMA DE SU AUTORA

Este es el monstruo de colores. 
Hoy se ha levantado raro,
confuso, aturdido...
No sabe muy bien qué le pasa.

Seguro que muchos habéis reconocido el párrafo anterior. Pertenece (por si no sabéis de que va) a "El Monstruo de Colores", un cuento escrito e ilustrado por Anna Llenas y que es todo un best-seller entre el público infantil, con más de 300.000 ejemplares vendidos desde 2012 que fue publicado.

Y es que este simpático monstruo explica a los más pequeños que existen distintos tipos de emociones y que no es extraño que en ocasiones nos sintamos alegres, en otras tristes, a veces nos enfademos y en otro momento nos sintamos confusos. Todo esto se explica a través de colores, lo que hace que el niño pueda sentirse identificado rápidamente. El azul es la calma, el rojo la rabia, el negro la tristeza...

Nuestros hijos son fans de este libro, sobre todo nuestra hija mediana y el pequeño (bueno, es el libro favorito del pequeño) y aprovechando hace meses una visita a Madrid acudimos a la presentación de las nuevas aventuras del Monstruo de Colores, "El Monstruo de Colores va al cole", en una conocidísima tienda en pleno centro. A pesar de acudir con bastante tiempo la cola era tremendamente larga.

Aunque los trabajadores de la tienda nos advertían que el aforo era limitado y seguramente no entraríamos, de la cola no se movía nadie. Entonces llegó el momento de la verdad y la sala donde tenía lugar el acto se llenó rápidamente de niños, carros, mamás, papás, libros y peluches. Sí, peluches, porque el Monstruo de Colores ha traspasado el papel para convertirse en numerosos objetos, desde libretas a peluches, de libros para colorear a canción en Youtube. Nosotros, por ejemplo, tenemos la edición convencional, otra en pop-up (con desplegables) y el nuevo libro, que compramos para la ocasión.


Pasó lo que tenía que pasar: aforo completo. La sala se desbordó y no cabía ni un alfiler chiquitito. Teníamos dos opciones: o esperar arriesgándonos a que nos quedáramos sin firma, o irnos. Aguantamos más o menos media hora. Pero esperar vosotros media hora en una cola con tres niños pequeños si tenéis valor. Así que al cabo de un rato nos fuimos.

Aprovechamos para pasear por el centro de Madrid. Calle Preciados, Puerta del Sol, Plaza Mayor... Tras un buen rato, más de hora y media, volvimos a pasar por la tienda y asomamos, por si acaso. Todavía había cola, pero mucho menos, así que decidimos esperar. Nos volvíamos a arriesgar a quedarnos sin firma, pero oye, ya que estábamos... Cada poco calculábamos: si en x tiempo ha firmado tantos libros y quedan estas personas... Y sucedió, Anna Llenas nos firmó nuestro ejemplar. Fuimos los últimos, pero de allí ya no nos movía ni la grúa. 


El monstruo nació como un diseño para una línea de productos que su autora, diseñadora gráfica, había sacado a la venta: cortinas de ducha, carritos de la compra. Cuando escribió el cuento de "El Monstruo de Colores" se dio cuenta de que esa figura encajaba perfectamente, y le dio una nueva vida.

Como el Monstruo de Colores va creciendo, le ha llegado la hora de ir al cole. Está nervioso porque no sabe lo que va a encontrar. Junto a su amiga Nuna conocerá a su profe y a sus nuevos compañeros, y vivirá muchas aventuras.
   

Y esta es la historia de la primera firma de libros de nuestros hijos, de una lección de paciencia, sobre
todo por parte de la autora, que tenía a unos pesaos esperando hasta el último momento. Fue muy amable y atenta, y la verdad es que así da gusto esperar lo que esperamos. Nosotros ya estamos esperando una nueva aventura del Monstruo de Colores. Y lo querremos firmado.

jueves, 28 de marzo de 2019

RECORRER TODA EUROPA EN UNA TARDE: EL PARQUE EUROPA EN TORREJÓN DE ARDOZ

Si visitáis la Comunidad de Madrid uno de los espacios que más éxito ha tenido desde su apertura hace ahora algo más de 8 años, ha sido el Parque Europa de Torrejón de Ardoz. En este parque podemos viajar de Holanda a Londres, de Roma a París, o de Berlín a Madrid en apenas unos minutos y sin necesitar de teletransporte o cualquier práctica mágica.


Como acabo de comentar este parque se encuentra en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz en una zona que anteriormente estaba degradada y que el Ayuntamiento decidió poner en valor. Para eso construyó este parque que tiene una extensión total de unos 233.000 metros cuadrados que cuenta como principal atractivo las réplicas de monumentos de toda Europa.

Además cuenta con el reclamo, bastante interesante para las familias, de que la entrada es totalmente gratuita. En el interior encontramos, además de las réplicas que ya hemos mencionado, numerosos espacios para él disfrute de toda la familia, tanto área de juegos infantiles como un bar, atracciones, tirolinas y un gran lago central dónde podemos alquilar barcas de remo.


Hacía tiempo que teníamos ganas de ir a conocer este parque ya que nos habían hablado bastante bien de él y, la verdad, es que está bastante chulo. Podríamos poner alguna pega: alguna de las réplicas como la Torre Eiffel que no está perfectamente conseguida o la Fontana di Trevi que sin el muro posterior desluce bastante, pero en líneas generales los monumentos están bastante conseguidos. Y oye, te puedes hacer unas cuantas fotos de postureo y fingir en Instagram que has estado viajando por todo el continente...


En la entrada nos recibe la Puerta de Brandenburgo de Berlín, que sirve de pórtico de acceso. Inmediatamente después lo primero que vemos en el parque es un fragmento del Muro de Berlín, donado por el Ayuntamiento de la capital alemana. Si nos dirigimos hacia la derecha llegaremos a los molinos holandeses y si vamos hacia la izquierda tomaremos con la Plaza de España, una plaza presidida por el Edificio del Reloj de la Puerta del Sol de Madrid y que cuenta con réplicas de fachadas de casas típicas de distintas regiones españolas. Además de ser un magnífico mirador de todo el parque, en esta plaza es donde se ubica el bar-restaurante del parque.


Muy cerca localizamos el teatro griego, que a la manera de los teatros clásicos, aprovecha el desnivel del terreno. Aquí, en las noches de verano, se realizan espectáculos y se puede observar la Fuente Cibernética que está instalada en el lago central y que los viernes y sábados lleva a cabo un show de agua, luz y sonido. Este lago, además de las barcas que hemos comentado anteriormente, está atravesado por el Puente de Londres.


Si seguimos hacia la izquierda encontraremos, además de la Sirenita de Copenhague y un barco vikingo que se está hundiendo, la Mujer Gigante, una instalación que permite adentrarse en un cuerpo humano para conocer su funcionamiento. Muy cerca está la parte preferida de los niños, ya que se localiza aquí el área infantil y un pequeño parque de atracciones denominado "Diversión en la Granja", que sí que es de pago. Justo enfrente hay un circuito para poder montar en poni, algo que también les gusta mucho a los niños.


También por esta parte del parque se pueden observar la Torre Eiffel, el Manneken Pis, la Fontana di Trevi, el David de Miguel Ángel o el Atomium. También un espacio que se denomina la Plaza de Europa, y que con un plano a escala del continente y doce estrellas, como la bandera de la Unión Europea, rinde tributo a ese invento que es la UE, que nos ha proporcionado alegrías, alguna decepción, pero ante todo ha logrado afrontar un período de paz bastante duradero, que falta nos hacía.

¿Y el resto? Os preguntaréis. Bueno, en cuestión de veinte o treinta minutos el cielo se cubrió y cayó un auténtico tormentón, que hizo que tuviéramos que correr para refugiarnos o nos hubiéramos calado de los pies a la cabeza. La verdad es que fue una auténtica lástima porque lo estábamos pasando bastante bien y ese ratito de lluvia nos estropeó el resto de la tarde, ya que anochecía y debíamos volver a nuestro alojamiento.


A pesar de todo os recomendamos ir al Parque Europa, es una magnífica alternativa para pasar un buen rato, y la cantidad de actividades complementarias que presenta hace que tengamos muchas opciones para ir con toda la familia. Nosotros volveremos, seguro, pero con paraguas, chubasquero y botas de agua, por si acaso.

lunes, 28 de enero de 2019

MI PRIMERA VEZ EN FITUR

Un año más el sector turístico ha dado el pistoletazo de salida al año turístico con FITUR, la Feria Internacional de Turismo que se celebra cada enero en IFEMA, en Madrid. Este año tuve la oportunidad de acercarme un rato, por motivos laborales, y no dejé desaprovechar la ocasión de conocer esta feria.


No me habían hablado muy bien de FITUR, que si es un peñazo, que si te cansas de ir de pabellón en pabellón, que si la moqueta, que si las colas, que si el postureo... En honor a la verdad, entre ir solo unas horas y quien acude toda la jornada durante cinco días a trabajar es una diferencia abismal, y puedo comprender quien reniega de FITUR.


Dicho esto, y a pesar de no participar de ninguna actividad programada para travelbloggers (no tuve mucho tiempo y la incertidumbre hasta última hora si iba o no mandaban), me lo pasé muy bien en FITUR y me sorprendió para bien. Quizá ayudó que no me hablaran demasiado bien y no tuviera muchas expectativas.


En primer lugar hay que felicitar a los diseñadores de los stands de las diferentes comunidades autónomas presentes en FITUR por el derroche de imaginación. A cada cual más bonito. Si la Comunidad Valenciana tenía como leitmotiv unos aparejos de cabos representando su cara más marinera, Andalucía daba la bienvenida con una inmensa portada con pantallas leds recordando las entradas a las ferias, Madrid simulaba una sala del Museo del Prado y Galicia se teñía de verde. Cada destino ofrecía lo mejor para intentar atraer visitantes y que se conviertan en posibles turistas o en suscriptores de los destinos.


Pero si los pabellones españoles eran espectaculares, los stands de los países de Latinoamérica no se quedaban atrás. Un pedacito de cada país estaba en su stand, destacando el colorido de países como Panamá, Honduras, México o Colombia. No hay mejor manera de poner los dientes largos y desear salir corriendo hacia el cercano aeropuerto Madrid-Barajas-Adolfo Suárez y coger el primer vuelo rumbo a cualquiera de estos países.


También estaba muy interesante el pabellón que albergaba a las empresas turísticas, que al tiempo alojaba todo lo relacionado con las estrategias de turismo inteligente, FiturTechY. La colaboración público-privada en este sector está llamada a convertirse en una de las actividades más productivas en el sector turístico en los próximos años, y ya son pocos los destinos que no luchen por integrarse en las distintas redes DTI.


Y llegó la hora de comer. Muchos stands agasajaban a sus visitantes con algo de comer y beber. Enseguida se notaba el expositor que tenía comida porque se arremolinaban numerosas personas ávidas de echarse algo a la boca. Hay escenas que provocan vergüenza ajena: el propio tumulto, o gente que comía a puñados, aunque fueran aceitunas negras con hueso. Y no lo digo por decir. También hay que decir que algunos stands ofrecían platos fantásticos como ensaladas de quinoa, jamón ibérico o queso curado, y es de agradecer. Y hay que ser agradecido, jeje.


Poco más. Se nos echó el tiempo encima y ya nos tuvimos que ir. Quedó pendiente visitar el pabellón donde se encontraban los stands de los países europeos, aunque quizás por ser más cercanos y conocidos no nos importó mucho. La misión de conocer Fitur estaba cumplida y otro año intentaré visitarlo durante más tiempo. A pesar de la moqueta.


Incluso realizando una visita profesional puedes salir cargado de bolsas y folletos, que una cosa no quita la otra, y también recogí información útil para las próximas vacaciones, que FITUR es el sitio ideal para eso y para recorrer el mundo entero en un rato.

jueves, 1 de noviembre de 2018

EL MUSEO DEL ROBOT DE MADRID, EL FUTURO ESTÁ AQUÍ

La última vez que estuvimos en Madrid, y coincidiendo con el cumpleaños de nuestro hijo mayor, decidimos visitar uno de los museos más curiosos y sorprendentes de la capital, el Museo del Robot (The Robot Museum), donde evidentemente encontraremos expuestos gran cantidad de prodigios cibernéticos. Y es que, como cantaba Radio Futura en Enamorado de la moda juvenil: "El futuro ya está aquí".


El Museo del Robot se encuentra en la Avenida Alberto Aguilera n°1 de Madrid. Se encuentra dentro de lo que se ha denominado Madrid Central, donde desde el 30 de noviembre hay una importante restricción de tráfico para reducir la contaminación ambiental, por lo que os aconsejamos que utilicéis el transporte público, o que lleguéis paseando, como hicimos nosotros.

Este espacio se encuentra dentro de la tienda Juguetrónica, especializada en juguetes tecnológicos. No sabemos si conocéis la tienda, a veces han colaborado con El Hormiguero prestándoles algún robot, pero si podéis visitad la web, o directamente id a la tienda. ¿Cómo explicaros como es la tienda? Para empezar, es una auténtica gozada. Imaginaos gente de casi (repito: casi) 40 años (y no miramos a nadie) tocando todos los cachivaches posibles. Y a los niños, claro, que se volvían locos con los juguetes teledirigidos, las réplicas de Star Wars, etc. A decir verdad, creo que los mayores lo pasaron mejor que los niños, por difícil que parezca.


La visita al Museo del Robot se realiza mediante pases con un horario cerrado. Hay un número limitado de plazas, pero no hay muchos problemas para conseguir una entrada. La visita comienza en la misma tienda, donde hay una pequeña experiencia con un robot humanoide utilizado en programas de robótica educativa de la marca Meccano. El robot canta y baila. Pero esto no ha hecho más que empezar.

La siguiente parte de la visita transcurre en el sótano de la tienda, donde está el grueso de la visita. En las escaleras de acceso hay una pequeña colección de juguetes robóticos, desde robots sesenteros de hojalata y accionados por cuerda, hasta modernos robots educativos. 


Ya en el museo propiamente dicho pasaremos a ver un audiovisual en el que nos presentarán a Nao y Pepper, dos de los robots más avanzados actualmente, con funciones de interacción con las personas, que reconocen órdenes por voz y ejecutan una gran cantidad de acciones, incluido andar sorteando obstáculos. La verdad es que sorprende mucho la evolución de estos robots, tanto que Pepper se nos quedó mirando y nos dio un poco de miedo. Debe ser la herencia de haber visto pelis como Terminator o Blade Runner...

Tras la exhibición de Nao y Pepper, pasamos a conocer los robots que muestran en las vitrinas que hay en el espacio expositivo. Hay varias temáticas. Por una parte la evolución de robots de "protocolo", es decir, los abuelos de Nao y Pepper. Es gracioso ver a los robots ochenteros con esa estética tan particular y reconocible.


Junto a estas vitrinas se exponen un par de robots construidos por Alejandro Alonso Puig, un experto en robótica español, que presentó sus creaciones en varias Campus Party, aquel evento tecnológico que reunía a miles de aficionados a la informática en Valencia. Retrorobot, por ejemplo, está construido con elementos comunes, incluso alguno ya de desecho, y fue creado como experimento para demostrar las posibilidades reales de la robótica y la programación. 

A continuación se pasa a ver las réplicas de los últimos modelos de humanoides de Honda o Sony, robots complejísimos dotados de una gran cantidad de tecnología para imitar el movimiento humano y, lo que los hace realmente especiales, inteligencia artificial para ir aprendiendo poco a poco. Pueden incluso interactuar con gestos faciales para facilitar la comunicación. 


Para relajar un poco el ambiente la visita sigue por una colección de robots de cine y televisión. Desde los trastos de Perdidos en el espacio o Planeta prohibido, donde un actor se encerraba para darles vida, a los icónicos R2-D2 y C3PO (que también albergaban actores dentro) que popularizaron la robótica en el cine, pasando por Bender, Mazinger Z, Sonny (el inquietante protagonista de Yo, Robot) hasta acabar en el T-800 de Terminator.

Al final de la exposición se muestra una de las colecciones más numerosas del mundo de perros Aibo. Esta es una mascota robótica en forma de perro pequeño que a través de sus sensores era capaz de interactuar con su dueño, como si de un perro de verdad se tratara. Este Aibo causó un verdadero furor en Japón. Teniendo en cuenta que no hay que darle de comer ni sacarlo a pasear... También se muestra a PLEO una mascota robótica con aspecto de un simpático dinosaurio. Esta mascota es una de las más avanzadas, con una gran cantidad de sensores y servomotores que parecen dotarlo de vida. El dueño de este robot tiene que cuidarlo y darle de comer, o mostrarle una serie de objetos diseñados para enseñarle diversas cosas. Según los cuidados que se le proporcione y lo que le enseñemos, cada uno evolucionará hacia una personalidad distinta y "envejecerá" hasta que... haya que resetearlo.


Los horarios de los pases son de lunes a viernes a las 17:00 y 20:00 (y a las 13:30 en julio y agosto). Los sábados los pases son a las 16:15, 17:15, 18:15, 19:15 y 20:15. La visita general cuesta 4€ para adultos y 2€ para niños entre 5 y 14 años. Los menores de 5, las personas con una discapacidad superior al 33% y los desempleados tienen entrada gratuita. Hay una tarifa familiar por 6€ que incluye a dos adultos y dos niños (menores de 14 años), pero que solo es aplicable de lunes a viernes.  


Si sois aficionados a la robótica y a la informatica no lo dudéis, tenéis que visitar este museo. La gran cantidad de curiosidades que encierra lo convierten en uno de lo más llamativos de Madrid. Allí podréis comprobar la evolución de la robótica, un proceso imparable, donde dentro de poco lo que hoy nos parece casi de ciencia ficción, en pocos años será común o, incluso, estará completamente desfasado.