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sábado, 18 de febrero de 2023

ONIL, UN DESTINO DE HISTORIA Y NATURALEZA

Situado entre montañas, en el centro de la provincia de Alicante, existe una localidad que merece una visita, una escapada para conocer todos sus encantos. Esa localidad es Onil, en la comarca de l’Alcoià, que como su propio nombre indica es la que rodea (e incluye) a la localidad de Alcoi. Rodeado de montañas, se sitúa en la conocida como Foia (Hoya) de Castalla. Mejor, imposible. 

Onil un destino de historia y naturaleza

En este post vamos a recorrer las calles de Onil para descubrir todas sus joyas, algunas ocultas y otras no tanto. Esperamos que disfrutéis tanto como lo hemos hecho nosotros de este paseo. Empezamos. 

PALACIO FORTALEZA DEL MARQUÉS DE DOS AGUAS


En el mismo corazón de Onil nos encontramos con un edificio rotundo, que desde el primer momento nos sorprende por sus líneas sencillas pero marcadas. Es el palacio-fortaleza del Marqués de Dos Aguas. Este edificio no debe confundirse con el Palacio (a secas, sin fortaleza) del Marqués de Dos Aguas, que se encuentra en la ciudad de Valencia.

Es un palacio de planta rectangular que tiene cuatro torres, una en cada esquina, que sobresalen de las líneas. Tres torres estás coronadas con almenas. La cuarta se reutilizó para convertirse en el campanario de la iglesia de Santiago Apóstol que se encuentra en una de las alas de este palacio. La fortaleza comienza a edificarse en 1539 y completa su construcción en 1614. Aunque en realidad el edificio se acaba con la construcción de la iglesia de Santiago Apóstol que tiene lugar en el siglo siguiente, concretamente en 1778. 

Onil un destino de historia y naturaleza

En su interior podréis disfrutar de un magnífico patio porticado donde se funden los estilos góticos (primera planta) y renacentista (arcadas inferiores). En la primera planta, se encuentra el Museo de la Fiesta, dedicado a las fiestas de moros y cristianos que se celebran en Onil a finales del mes de abril. Se exhiben distintos elementos característicos de esta celebración, como trajes, fotografías de la evolución de la fiesta y otros objetos empleados en ésta.

EL MUSEO DE LA MUÑECA DE ONIL 


Onil un destino de historia y naturaleza

Desde hace más de un siglo Onil es conocida por repartir sueños e ilusión entre millones de hogares de todo el mundo. En el s. XIX inició la fabricación de muñecas. Un negocio que empezó de forma artesanal y casera. Al cabo de unos años empezó a expandirse, siendo uno de los sectores económicos más importantes de la localidad. Además, debe de producir una enorme satisfacción hacer felices a tantísimas personas en todo el planeta. Para rendir el debido homenaje a un objeto industrial que es mucho más que un simple producto, en Onil tiene un museo temático.

El Museo de la Muñeca de Onil se encuentra situado en una antigua casa señorial, la conocida Casa de L’Hort (Casa del Huerto). Esta casa (casoplón) perteneciente a la familia Payá, una familia con muchos posibles y conexiones con la realeza cuyo miembro más destacado fue el cardenal Payá. El edificio tiene dos plantas, más la planta baja, con una superficie total de casi 400 metros cuadrados.  

Onil un destino de historia y naturaleza

A lo largo de sus salas hace un completo repaso de la historia de la muñeca, desde su creación hasta la actualidad. Lógicamente se centra en los siglos XIX, XX y XXI. Pero no solo de muñecas (y su producción) vive este museo, ya que también hay espacio para los Playmobil. Pero, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Fácil, los que ya tienen algo más de edad, recuerdan que se llamaron (hay quien todavía los nombra así) Famobil. Bien, esto vino porque FAMOSA (siglas de Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil Sociedad Anónima) compró la licencia, hasta que la empresa matriz vió el negociazo y ni licencia ni leches. Además la fábrica estaba, como no, en Onil.

Una visita absolutamente esencial e imprescindible si visitáis Onil. Por si fuera poco, la entrada es gratuita. Se puede visitar de martes a domingo de 11:00 a 13:30, y los sábados, además, de 17:30 a 19:30.

EL ÁREA RECREATIVA CASA TÁPENA


Uno de los lugares que más nos gustan en Onil es el área recreativa Casa Tápena. Todos aquellos que nos sigais con cierta frecuencia ya sabéis que nos encanta y es una de nuestras áreas recreativas favoritas. Está a unos 2 kilómetros del casco urbano, junto a la carretera que se dirige hacia Banyeres de Mariola.

Esta área recreativa tiene los servicios e instalaciones que creemos que deberían tener todos estos espacios. A saber: un aparcamiento suficiente, paelleros que se puedan usar cuando esté permitido, unos aseos cuidados y limpios (a pesar de los pesares se puede), una zona de picnic amplia con mesas al sol y en la sombra, juegos infantiles y sitio para correr, jugar y hacer el pinopuente si te apetece. Pero además cuenta con un laberinto vegetal de unos 2000 m². Una auténtica pasada, un lugar divertidísimo. 


Onil un destino de historia y naturaleza

Pues esto no es todo. Casa Tápena también tiene un aula de educación ambiental. Y no solo un aula, también a su alrededor se pueden visitar distintos ambientes naturales que se dan en las regiones mediterráneas. Estas son: zona agrícola con árboles frutales (y un pequeño huerto), un jardín mediterráneo, una zona de humedal y, por último, un bosque de pinos carrascos. Y si veis que os falta algo, justo enfrente de Casa Tápena está la ermita de Santa Ana, que cuenta con otra área recreativa, bastante menor, eso sí. 

TAMPOCO OS PODÉIS PERDER EN ONIL...


No creáis que aquí se acaba la visita a Onil. Estos tres lugares tienen suficiente entidad por ellos mismos como para justificar una visita a este municipio. Pero hay más. Como por ejemplo el pozo de nieve que se sitúa en la parte más elevada del Casco Antiguo. Estos pozos eran almacenes de hielo, que posteriormente era vendido por toda la provincia. 

Impresiona la sencillez del convento de la Inmaculada, un edificio levantado en el s. XVII. Hoy está ocupado por religiosas, aunque en sus inicios fueron los monjes franciscanos quienes habitaban este complejo. 

Onil un destino de historia y naturaleza

No podemos olvidarnos de uno de los hijos más ilustres de Onil. Este es el pintor y escultor Eusebio Sempere, que nació en Onil 1923 y falleció en 1985 en su ciudad natal. Fue un artista de vanguardia, que trabajó junto a otros grandes autores de su generación como Eduardo Chillida. Entre otros reconocimientos, recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1983. Pero el mayor reconocimiento para un artista es que su obra, enmarcada en el arte cinético y/o op-art (arte óptico), se encuentre en los museos de arte contemporáneo más prestigiosos del mundo. También hay obras suyas en Onil, como la escultura dedicada a los primeros fabricantes de muñecas que se encuentra en la entrada de la Casa de Cultura.

A todo esto, que no es poco, le podéis añadir algo de la rica gastronomía de la zona.  Especialmente recomendada para el invierno por la contundencia de sus ollas o sus gazpachos de carne, por destacar dos platos tradicionales que, junto a los arroces, estarían en cualquier recomendación.  

Tenéis motivos de sobra para perderos por Onil. Realmente vais a disfrutar de todos sus atractivos. Además, los hay para todos los públicos y todos los gustos. ¿Os apuntáis? 

martes, 19 de mayo de 2020

7 MUSEOS QUE NOS GUSTAN MUCHO PARA EL DÍA DE LOS MUSEOS

El 18 de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de los Museos. Es un día especial donde estos centros se ponen sus mejores galas para sus visitantes. Este año, en algunos casos, sus mejores galas han sido abrir sus puertas de nuevo con todas las precauciones del mundo, por supuesto. 

Vamos a hacer un repaso por algunos de los museos que más nos han gustado para visitar con niños. Si nos seguís habitualmente ya sabréis que somos muy fans de ir a museos con nuestros hijos, y que además solemos recomendarlo. Podéis tomar toma de nuestras recomendaciones para cuando llegue ese momento que todos estamos esperando, el de poder viajar, aunque sea poquito y aquí al lado. La mayoría se encuentran en España, así que no hay excusa para no visitarlos cuando se pueda. 


¿Puede ser el Marq nuestro museo favorito? ¡Puede ser el Marq nuestro museo favorito! Lo visitamos al menos una vez al año, y aprovechamos para visitar sus exposiciones temporales, que son de una calidad extraordinaria. Este año no hemos podido visitar la exposición “Ídolos, miradas milenarias” por lo que os estáis imaginando, y estamos esperando su próxima exposición de los famosos guerreros de terracota de Xi’an. Pero su colección no es menos fascinante. Nos sumerge de lleno en la historia de la provincia de Alicante, que es una parte de la historia de España y de las civilizaciones del Mediterráneo. 



Nos apasionan los dinosaurios. Durante el confinamiento hemos visto varias veces las pelis de la saga de Jurassic Park y Jurassic World. Precisamente Juan Antonio visitó este museo mientras preparaba el rodaje de Jurassic World 2: El reino caído. Se encuentra dentro del parque temático Dinópolis y su visita es imprescindible. Las piezas, tanto las que se han encontrado en los yacimientos de la provincia de Teruel como las que pertenecen a dinos del resto del mundo, son impresionantes. Una recomendación que se extiende al resto del parque, que es tan didáctico como divertido. 



Con este nombre parece que vamos derechos a un petardo de exposición, y más teniendo en cuenta que se encuentra en Valencia. Pues no, este museo es de traca (vale, ya acabo con los chistes pirotécnicos). En primer lugar porque se encuentra en uno de los edificios más bonitos de Valencia, tanto por su espectacular fachada (una de las más fotografiadas de la ciudad) como por su interior. La colección no se limita a una colección de cerámicas, si no que abarca la historia del edificio, con salas que imitan, en miniatura, algunas estancias de Versalles. Es muy recomendable su colección de carruajes y el belén napolitano que instalan en Navidad. 



Tres motivos por los que visitar este museo: el artista, su obra y el entorno. La bahía de Portlligat, en Cadaqués (Girona) simplemente enamora. En ningún momento nos extraña que desde muy jovencito Salvador Dalí comprara aquí una casita de pescadores que con el tiempo fue ampliando. Siendo el hogar de Dalí y de Gala, esta casa es cualquier cosa excepto ordinaria. Además contiene el taller del pintor. Si pudiéramos nos quedaríamos aquí a vivir (bueno, igual hacía una pequña reforma, jeje). El complemento a esta visita es el Teatro-Museo de Figueres y el Castillo de Gala en Púbol. Y el cercano cabo de Creus, el lugar más al este de la Península Ibérica. 



El museo más visitado del mundo, con más de 10.000.000 de visitantes en 2018. Su virtud es su gran pecado, tanto que desde algo más de un año se han empezado a estudiar medidas para aliviar su saturación. El museo más famoso del planeta se encuentra en un inmenso y hermoso palacio donde se ubica mucho más que la archiconocida Gioconda de Leonardo da Vinci. Yo siento pasión por la sala del romanticismo francés, pero la colección de arte de Egipto y las antigüedades de Próximo Oriente (las procedentes de Irán en especial) son también una gozada. Armaos de paciencia cuando lo visitéis, y calzaos los zapatos más cómodos que tengáis. 



El Museo del Robot de Madrid es un espacio no muy extenso en pleno centro de la capital de España. Un lugar donde se juntan pasado y futuro, ya que conviven robots de última generación, de esos que te reconocen, te contestan, interactúan contigo y, sí, dan muy mal rollo; con robots de hace cuarenta años. Una de las partes más chulas es la exposición de réplicas de robots que se han utilizado en películas y series, y la verdad es que son un montón. Como curiosidad, tienen la colección más grande que hay de perros Aibo, esa mascota cibernética creada por Sony que causa furor en Japón.



El último museo que pudimos visitar antes del confinamiento. Un hermoso homenaje a la niñez y al beneficioso juego. Un paseo por la nostalgia que empieza con las muñecas de barro y acaba con las los últimos diseños de moda. Entre medias recorremos cientos de modelos de muñecas cuyos nombres nos despierta recuerdos de tardes con bocatas de mortadela o nocilla y mentir un poco acerca de los deberes para jugar un poco más. También es un justo reconocimiento al trabajo por el que la villa de Onil es conocida en todo el mundo. Una labor llena de pasión y amor. 


Estas recomendaciones incluyen museos que hemos visitado con nuestros hijos. Faltan muchos que también nos han encantado, y faltan muchos que queremos visitar (o volver a hacerlo) con ellos.

domingo, 8 de marzo de 2020

DE VUELTA A NUESTRA NIÑEZ EN EL MUSEO DE LA MUÑECA DE ONIL

Para los que todavía somos jóvenes (ejem, ejem) nombres como Nancy, Barriguitas, Nenuco o Mariquita Pérez nos llevan a tardes de juego, cartas a los Reyes Magos o regalos de cumpleaños. Onil, una localidad situada en el interior de la provincia de Alicante, es el lugar donde nacieron estas creaciones, y muchas más. Para rendir homenaje a su producto industrial más internacional, se creó el Museo de la Muñeca de Onil. 


Este museo se encuentra situado en una antigua casa señorial, la Casa de L’Hort (Casa del Huerto) perteneciente a la familia Payá, una familia pudiente con conexiones con la realeza cuyo miembro más destacado fue el cardenal Payá. Es un magnífico edificio que en su planta baja y dos alturas, hace un completo repaso a la historia de la creación de las muñecas como objeto industrial, y hace un repaso por los siglos XIX, XX y XXI. 


Pero lo primero que encontramos al entrar al Museo de las Muñecas es una sala con suelo de cristal, lo que permite ver una excavación que ha rescatado la bodega donde la familia Payá almacenaba sus vinos, en tinajas de barro. También podemos ver las escaleras que conducían a un bunker construido en la Guerra Civil Española. Posteriormente se pasa a la sala donde se muestra el proceso de fabricación de las muñecas. 


Este proceso de fabricación comienza con el esbozo en un papel de la primera idea. Posteriormente se realiza una escultura en arcilla del primer prototipo de la muñeca. Cuando ya se ha dado el visto bueno, se realiza un molde donde se realiza la pieza que corresponda en vinilo. A continuación se ponen las piezas que definen los rasgos, como los ojos y el cabello, y por último se confecciona la ropa y se les visten. A pesar de todo sigue siendo una industria que todavía tiene un fuerte carácter artesanal, ya que se necesitan 21 operarios para realizar cada una de las muñecas. 


La visita continúa en la primera planta, dedicada a la historia de la muñeca durante los siglos XIX y XX. Aquí conocemos la historia de Ramón Mira Vidal el impulsor de la fabricación de las muñecas, un guardia civil que en su tiempo libre realizaba muñecas con barro cocido. El éxito de sus muñecas le llevó a investigar otro material que sustituyera a éste, dada su fragilidad. Así dio con una mezcla que denominó “la gacha”. A partir de ahí Onil empezó, gracias a sus muñecas, a hacerse famosa. 


Precisamente es FAMOSA la fabrica más conocida en Onil (aunque actualmente concentra su producción en un polígono industrial en la capital alicantina). Con las siglas de Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil Sociedad Anónima se han comercializado muñecas como Nenuco, Barriguitas, Nancy, Pin y Pon y actualmente las Jaggets, muñecas que han ilusionado a generaciones de niñas y niños. Parte de la historia de Famosa también se puede ver en esta planta del Museo de Muñecas. 


También podemos ver varias colecciones de muñecas históricas de todo el mundo. Una reproduce muñecas de varias culturas, que demuestran que hace miles de años ya se jugaba con estos juguetes. En otra sala hay una colección de muñecas, algunas del s. XIX, realizadas con porcelana. Además se han aprovechado elementos y mobiliario original de la casa señorial para situar algunas muñecas históricas. 


La última planta de la casa también es muy especial. En primer lugar encontramos una buhardilla con un montón de juguetes (y muñecas) que han salido de las factorías de Onil. Esta buhardilla hace un rápido repaso a varias décadas de juegos. A continuación dos grandes salas muestran varias colecciones. En la primera encontramos varias recopilaciones de Barriguitas y Nancys, dos de las muñecas más famosas de España. Con estas muestras no sólo se repasa la historia particular de un juguete, si no también la historia social de nuestro país desde hace unos cincuenta años. Un repaso a las modas de cada momento, no solo en la ropa, también en imitación de personajes famosos, profesiones con más proyección social, etc. Es fácil ver la evolución de nuestro país en las muñecas. También se recogen otras muñecas fabricadas en Onil que no han gozado de tanta fama, pero seguro que han alegrado miles de horas a niñas y niños de todo el mundo. 


En la otra sala de esta segunda planta hay una impresionante colección con miles de “clicks” de Playmobil, y sus archiconocidos complementos, desde el deseado barco pirata a los modernos vehículos con cámaras inalámbricas. Este juguete nacido en Alemania también tiene parte de su historia en Onil, ya que Famosa compró licencias para sus conocidísimos Famobil, hasta que al cabo de unos años fabricaron directamente los Playmobil originales. De hecho la factoría se encontraba en la entrada de Onil, y se podía visitar (mi hermana fue de excursión con el cole) pero ahora solo es un centro de empaquetado y distribución, y no se puede visitar. 


La visita al Museo es totalmente gratuita. Se puede solicitar el préstamo de unas audioguías, también gratuitas, que narran la historia de la casa, el proceso de fabricación de las muñecas y la historia de su fabricación en Onil y lo que supuso para este municipio. La visita dura entre una y dos horas, dependiendo de lo que queramos detenernos en cada sala, y hay mucho donde detenerse y dejar volar los recuerdos. 


Se puede visitar de martes a domingo de 11:00 a 13:30, y los sábados, además, de 17:30 a 19:30. El museo es totalmente accesible por lo que nadie tendrá problemas para disfrutar de sus instalaciones. Este museo es una gozada, no hay visitante que no diga “esa la tenía yo (o alguien conocido)”. Un repaso a nuestra infancia, nuestra memoria y nuestras horas de juegos, esas que no queremos que nuestros hijos se pierdan.