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viernes, 18 de junio de 2021

ESPAÑASAURUS: UN PASEO POR LA ERA MESOZOICA

Si, al igual que nosotros, sois fans de los dinosaurios, en España tenéis un montón de lugares para disfrutar de estos animales que tanto nos cautivan y que desde hace décadas nos están incendiando la imaginación.

Dinosaurios en España

Todo empezó, o al menos eso creemos, en el momento que se estrenó Jurassic Park allá por 1993. Bueno, en realidad fue cuando comenzó la promoción de esta película, porque duró meses y fue machacona para convertir esta película en el blockbuster que finalmente fue. En aquel momento pudimos ver por primera vez unos dinosaurios que volvían a la vida con un realismo jamás alcanzado hasta la época. Sí, décadas antes ya se habían rodado películas con dinosaurios, pero sus efectos especiales dejaban bastante que desear. 

Durante la era mesozoica, es decir, hace entre 256 y 65 millones de años, los dinosaurios poblaron la Tierra, fundamentalmente en el último período de esta era: el Cretáceo. Ocurre que Jurásico, el periodo anterior, suena mucho mejor, o al menos ahora ya nos hemos acostumbrado y no veríamos un Cretaceous Park con los mismos ojos. Las tierras que actualmente ocupa España estaban en gran parte bajo el mar, y poco a poco fueron emergiendo. Además las placas tectónicas continuaron con sus movimientos. Tanto es así que, por ejemplo, parte del continente americano estaba unido a la actual Galicia. Esto explica porqué en algunas zonas de España hay una mayor acumulación de fósiles de dinosaurio, y porqué se han encontrado fósiles de una misma especie en puntos que actualmente están separados por un océano. 

Pero vamos a entrar de lleno en lo que de verdad nos interesa, y es conocer lugares en España donde disfrutar de estos gigantes extintos. Vamos a agrupar los diferentes recursos, que pueden ser yacimientos, museos paleontológicos o parques temáticos, por comunidades autónomas. Abrochaos el cinturón que vamos a dar un salto atrás en el tiempo de 65 millones de años. 


ARAGÓN


Los aragoneses fueros los pioneros en el uso de los dinosaurios como herramienta creadora de riqueza a través del turismo. Su buque insignia, y prácticamente el de toda la paleontología didáctica de España es Dinópolis. Este año ha cumplido 20 años desde su apertura, y se ha convertido en uno de los grandes polos de atracción de la región. Porque la historia de Dinópolis debería ser un ejemplo. No hace falta descubrir que la provincia de Teruel es una de las más afectadas en España por el fenómeno de la despoblación. Actualmente en la capital residen unos 36.000 habitantes y en el conjunto de la provincia unos 131.000, la mitad que hace un siglo. Esto hizo que se hiciera famoso en toda España aquel lema que decía "Teruel existe" y que reivindicaba mayores inversiones en esta provincia. Al final tuvieron que sacarse las castañas del fuego ellos mismos.

Supieron ver el enorme potencial que tenían en los yacimientos paleontológicos que se excavaban en la provincia y pusieron en marcha, a las afueras de la capital Dinópolis, un parque temático en torno a los dinosaurios en el que se encuentra el fantástico museo paleontológico de la provincia. Aquí exhiben los restos, entre otros, del Turiasaurus Riodevensis, el dinosaurio más grande encontrado en Europa.

Pero Dinópolis tenía clara su vocación de colaborar en el impulso económico de toda la provincia y por eso a partir de 2003 comenzaron a abrir subsedes en diversas poblaciones de Teruel, formando lo que se denomina Territorio Dinópolis. Cada una de estas subsedes está especializada en un tema o aspecto concreto, a partir de los hallazgos paleontológicos de la población donde se ubica. 

Dinosaurios en España

Nosotros os recomendamos encarecidamente la visita a Dinópolis y a sus subsedes, gracias a las que, además, descubriréis una de las provincias más bonitas y desconocidas de España.

Pero no solo podéis conocer los dinosaurios a través de Dinópolis. También son muy interesantes los yacimientos de icnitas. Esto son huellas fósiles de dinosaurios. Teruel se encontraba a orillas del mar de Tetis, el antepasado del Mediterráneo. Estas huellas se han conservado, fosilizadas, hasta nuestros días. Nada menos que 13 yacimientos de icnitas se pueden visitar por la provincia de Teruel. 


COMUNIDAD VALENCIANA

La Comunidad Valenciana es otra comunidad autónoma que puede presumir de tener una amplia oferta turística basada en los dinosaurios. Aunque es más intensa en el interior, abarca casi todo su territorio.

Morella es uno de los vértices de un triángulo que trazaríamos con Teruel, de la que acabamos de hablar, y Cuenca, de la que nos dedicaremos un poco más adelante. Este triángulo imaginario inscribiría la zona con mayor presencia de fósiles de España. 

En Morella, precisamente, encontramos un museo paleontológico (Temps de dinosaures; tiempo de dinosaurios) donde la estrella es el Morelladon Beltrani, un dinosaurio de la familia de los iguanadones localizado en un yacimiento de Morella.


Dinosaurios en España

Alpuente, una localidad del interior de Valencia que linda con la provincia de Teruel, es otro de esos lugares que se va abriendo hueco en el campo de la paleontología nacional.  En su término municipal se pueden visitar dos yacimientos de icnitas, que tienen impresas huellas de dinosaurios tanto herbívoros como cazadores carnívoros. Además en su casco urbano se encuentra un pequeño pero completo museo paleontológico que os recomendamos visitar. 

Los fósiles que se encontraban en los yacimientos de Alpuente antes de que abriera su museo arqueológicos se transportaban a la capital provincial, concretamente al Museo de Ciencias Naturales, que se encuentra en el interior de los conocidos jardines de ViverosEste museo muestra varios fósiles de dinosaurios que se han encontrado en diversas excavaciones en varios puntos de la provincia. Además también podemos ver en este museo una magnífica colección de fósiles de vertebrados (en su mayoría mamíferos) que se hallaron en Sudamérica y que integran la colección Rodrigo Botet.


Más al sur, concretamente en la ciudad de Elche, encontramos otro museo paleontológico que está muy bien: el MUPE. Gestionado por la Fundación Cidaris, el Museo Paleontológico de Elche tiene una colección muy interesante, muy completa y que seguro que os llamará la atención. Repasa de manera rigurosa y didáctica la historia de la vida en la Tierra, desde la aparición de los primeros seres vivos hasta nuestros días. La sala más chula es la que muestra varios fósiles de dinosaurio, entre ellos un cráneo de T-Rex, un velocirraptor y un triceratops. Ya os adelantamos que hacen las delicias de los niños. Muy interesantes también son las vitrinas dedicadas a los fósiles valencianos, con restos de varios dinosaurios que vivieron hace decenas de millones de años en nuestras tierras.  

Pero como todo no van a ser museos, os recomendamos la visita a visita a Dino Park Algar, un parque temático que tiene como hilo conductor a los dinosaurios. Se encuentra en la localidad alicantina de Callosa d’En Sarrià a pocos kilómetros de Benidorm, en el paraje donde también se encuentran las Fuentes del Algar. Este parque os asegura un 100% de éxito. Podréis ver réplicas a tamaño real de diferentes dinosaurios. Algunos son gigantescos, otros tienen movimiento y sonido… y hasta aquí podemos leer para no desvelaros algunas sorpresas. Cuenta con un cine en 3D y una piscina muy recomendable en verano. Sus zonas de picnic permiten que os llevéis vuestra comida. Una curiosidad, podréis ver un ejemplar de un árbol, una conífera parecida a un abeto, que vivió en la época de los dinosaurios y que se creía extinta. 


CASTILLA-LA MANCHA

Dinosaurios en España

Como os hemos comentado al hablar de Morella anteriormente, Cuenca sería uno de los vértices del triangulo de los dinosaurios de España. En la provincia de Cuenca se han excavado varios yacimientos paleontológicos de importancia. Algunos de ellos forman lo que se denomina Ruta de los Dinosaurios de Cuenca, que une tres localidades: Fuentes y Cañada del Hoyo, ambas en La Serranía de Cuenca, y la propia capital. 

En Fuentes y Cañada del Hoyo se abrieron dos centros expositivos donde conocer los yacimientos de Lo Hueco y Las Hoyas, respectivamente. En la capital se encuentra el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, el MUPA En este museo se recogen fósiles de los yacimientos conquenses, incluyendo evidentemente los dinosaurios hallados en Lo Hueco y Las Hoyas. En este último se localizó un carnívoro bautizado como Concavenator Corcovatus, que como elemento más destacado tiene una especie de joroba en su lomo. Si os fijáis cuando veáis Jurassic World 2: El reino caído, aparece un concavenator en la sala de los fósiles de la mansión Lockwood.

Dinosaurios en España

Uno de los grandes encantos de este museo, aparte de su colección, es su terraza, donde hay varias réplicas de dinosaurios sobre el fondo de la ciudad de Cuenca. Sin duda una experiencia única. 


ASTURIAS

El Principado de Asturias también se apuntó a la construcción de un museo que albergara la colección paleontológica extraída de los diferentes yacimientos de la zona. Así nació el Museo Jurásico de Asturias o MUJA que se encuentra en Colunga en la conocida como Costa de los Dinosaurios. Y hasta aquí os podemos contar porque... ¡no hemos estado!

Lo sabemos, no hace falta que nos lapidéis. El MUJA es una de nuestras grandes asignaturas pendientes y esperamos resolver pronto este borrón en nuestro dinoexpediente.


Por último indicar que hay otras zonas de España donde también se han hallado restos fósiles de dinosaurios como La Rioja, donde se han localizado bastantes yacimientos de icnitas. Y aunque la presencia de dinosaurios es casi testimonial, no podemos dejar de mencionar el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Dinosaurios en España

Y esto es todo, que ya veis que no es poco. Si en nuestra generación la trilogía de Jurassic Park fue decisiva para encender la dinomoda, la trilogía Jurassic World, que se cerrará el año que viene con el estreno de Jurassic World 3: Dominion, no ha hecho más que incrementar el interés en los dinosaurios. Mientras esperamos a verlos de nuevo en la gran pantalla, iremos a conocerlos “en persona”.  

martes, 19 de mayo de 2020

7 MUSEOS QUE NOS GUSTAN MUCHO PARA EL DÍA DE LOS MUSEOS

El 18 de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de los Museos. Es un día especial donde estos centros se ponen sus mejores galas para sus visitantes. Este año, en algunos casos, sus mejores galas han sido abrir sus puertas de nuevo con todas las precauciones del mundo, por supuesto. 

Vamos a hacer un repaso por algunos de los museos que más nos han gustado para visitar con niños. Si nos seguís habitualmente ya sabréis que somos muy fans de ir a museos con nuestros hijos, y que además solemos recomendarlo. Podéis tomar toma de nuestras recomendaciones para cuando llegue ese momento que todos estamos esperando, el de poder viajar, aunque sea poquito y aquí al lado. La mayoría se encuentran en España, así que no hay excusa para no visitarlos cuando se pueda. 


¿Puede ser el Marq nuestro museo favorito? ¡Puede ser el Marq nuestro museo favorito! Lo visitamos al menos una vez al año, y aprovechamos para visitar sus exposiciones temporales, que son de una calidad extraordinaria. Este año no hemos podido visitar la exposición “Ídolos, miradas milenarias” por lo que os estáis imaginando, y estamos esperando su próxima exposición de los famosos guerreros de terracota de Xi’an. Pero su colección no es menos fascinante. Nos sumerge de lleno en la historia de la provincia de Alicante, que es una parte de la historia de España y de las civilizaciones del Mediterráneo. 



Nos apasionan los dinosaurios. Durante el confinamiento hemos visto varias veces las pelis de la saga de Jurassic Park y Jurassic World. Precisamente Juan Antonio visitó este museo mientras preparaba el rodaje de Jurassic World 2: El reino caído. Se encuentra dentro del parque temático Dinópolis y su visita es imprescindible. Las piezas, tanto las que se han encontrado en los yacimientos de la provincia de Teruel como las que pertenecen a dinos del resto del mundo, son impresionantes. Una recomendación que se extiende al resto del parque, que es tan didáctico como divertido. 



Con este nombre parece que vamos derechos a un petardo de exposición, y más teniendo en cuenta que se encuentra en Valencia. Pues no, este museo es de traca (vale, ya acabo con los chistes pirotécnicos). En primer lugar porque se encuentra en uno de los edificios más bonitos de Valencia, tanto por su espectacular fachada (una de las más fotografiadas de la ciudad) como por su interior. La colección no se limita a una colección de cerámicas, si no que abarca la historia del edificio, con salas que imitan, en miniatura, algunas estancias de Versalles. Es muy recomendable su colección de carruajes y el belén napolitano que instalan en Navidad. 



Tres motivos por los que visitar este museo: el artista, su obra y el entorno. La bahía de Portlligat, en Cadaqués (Girona) simplemente enamora. En ningún momento nos extraña que desde muy jovencito Salvador Dalí comprara aquí una casita de pescadores que con el tiempo fue ampliando. Siendo el hogar de Dalí y de Gala, esta casa es cualquier cosa excepto ordinaria. Además contiene el taller del pintor. Si pudiéramos nos quedaríamos aquí a vivir (bueno, igual hacía una pequña reforma, jeje). El complemento a esta visita es el Teatro-Museo de Figueres y el Castillo de Gala en Púbol. Y el cercano cabo de Creus, el lugar más al este de la Península Ibérica. 



El museo más visitado del mundo, con más de 10.000.000 de visitantes en 2018. Su virtud es su gran pecado, tanto que desde algo más de un año se han empezado a estudiar medidas para aliviar su saturación. El museo más famoso del planeta se encuentra en un inmenso y hermoso palacio donde se ubica mucho más que la archiconocida Gioconda de Leonardo da Vinci. Yo siento pasión por la sala del romanticismo francés, pero la colección de arte de Egipto y las antigüedades de Próximo Oriente (las procedentes de Irán en especial) son también una gozada. Armaos de paciencia cuando lo visitéis, y calzaos los zapatos más cómodos que tengáis. 



El Museo del Robot de Madrid es un espacio no muy extenso en pleno centro de la capital de España. Un lugar donde se juntan pasado y futuro, ya que conviven robots de última generación, de esos que te reconocen, te contestan, interactúan contigo y, sí, dan muy mal rollo; con robots de hace cuarenta años. Una de las partes más chulas es la exposición de réplicas de robots que se han utilizado en películas y series, y la verdad es que son un montón. Como curiosidad, tienen la colección más grande que hay de perros Aibo, esa mascota cibernética creada por Sony que causa furor en Japón.



El último museo que pudimos visitar antes del confinamiento. Un hermoso homenaje a la niñez y al beneficioso juego. Un paseo por la nostalgia que empieza con las muñecas de barro y acaba con las los últimos diseños de moda. Entre medias recorremos cientos de modelos de muñecas cuyos nombres nos despierta recuerdos de tardes con bocatas de mortadela o nocilla y mentir un poco acerca de los deberes para jugar un poco más. También es un justo reconocimiento al trabajo por el que la villa de Onil es conocida en todo el mundo. Una labor llena de pasión y amor. 


Estas recomendaciones incluyen museos que hemos visitado con nuestros hijos. Faltan muchos que también nos han encantado, y faltan muchos que queremos visitar (o volver a hacerlo) con ellos.

viernes, 28 de febrero de 2020

DE VISITA AL INTERESANTE MUPA

Las últimas Navidades estuvimos pasando unos días en la provincia de Cuenca. Incluso con todo el trabajo previo de buscar sitios que ver y cosas que hacer, teníamos bastante claro que uno de los lugares que teníamos que visitar indudablemente era el flamante Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, el MUPA.


Inaugurado en varias fases entre 2015 y 2019, en las que se fueron abriendo distintos espacios expositivos. Este edificio ofrece a sus visitantes una interesante perspectiva de la historia de la vida en nuestro planeta a partir de los restos fósiles que se han encontrado en los distintos yacimientos localizados en distintos puntos de la comunidad autónoma, fundamentalmente los de Las Hoyas y Lo Hueco, ambos en la provincia de Cuenca.


Lo primero que encontramos al llegar al MUPA fue un gran jardín con figuras de algunos de los dinosaurios que se muestran en el interior del espacio expositivo del museo (los restos, se entiende). No es un montón de figuras colocadas al tuntún, ya que forman escenas y se han añadido partes acuáticas para acentuar el realismo. Además la vista panorámica del centro de la ciudad de Cuenca también merece un montón la pena. 


La gran estrella del museo es el concavenator corcovatus, el "cazador de Cuenca jorobado", un depredador carnívoro descubierto en Las Hoyas que podría alcanzar los 6 metros de largo, los 2 de alto y los 500 kilos de peso, y que tenía una protuberancia (la joroba) bastante llamativa en el lomo, cuya finalidad todavía se está estudiando aunque se cree que serviría para regular su temperatura o espantar rivales. Su figura está omnipresente y es bastante curiosa la interpretación artística que han hecho numerosos creadores, aportando al museo otra mirada, un poco más creativa, sobre los dinosaurios. Dos datos curiosos: lo denominan cariñosamente “Pepito”, y apareció en Jurassic World 2: El reino caído.


La exposición se inicia con los fósiles más antiguos y va avanzando cronológicamente hasta que llega al homo sapiens. Evidentemente, si alcanza hasta este período, no sólo se muestran fósiles de dinosaurio, si no que también se incluyen otros animales, como mamíferos, que ya se han extinguido. Hay una recreación de una escena de caza y una instalación muy curiosa y chula, donde a través de una pantalla puedes crear tu propia pintura rupestre, una sorprendente unión de pasado y futuro.


Otra de las estrellas del MUPA es el Lohuecotitán, un titanosaurio, es decir, un enorme dinosaurio herbívoro emparentado con los brontosaurios. Tanto en el exterior como en el interior del museo existen reproducciones de este magnífico animal. En el interior, junto a la reproducción del Lohuecotitán hay un curioso panel donde se explica la historia de “El valle de Gwangi” una peli rodada en Cuenca (aunque ambientada en México, en fin) en la que un simpático dinosaurio aparece de un mundo perdido, bastante parecido a la Ciudad Encantada, y que muere ardiendo en el interior de la Catedral conquense.


El MUPA abre de martes a domingo de 10:00 a 14:00, y de martes a sábado, además, de 16:00 a 19:00. En cualquiera de los turnos tendréis tiempo suficiente para visitar el museo. La entrada general cuesta 5€, pero hay numerosos descuentos y gratuidades. Los titulares del Carnet Joven y los grupos de más de 10 personas que reserven, pagarán 2,50€ por ticket. Las familias numerosas, pensionistas y mayores de 65 años, menores de 16 años acompañados, personas con una discapacidad superior al 33%, desempleados, docentes y guías (siempre con acreditación) no pagarán por la entrada, además de ser gratuita todos los miércoles, el Día Internacional de los Museos (18 de mayo) y el Día de Castilla-La Mancha (31 de mayo). 


Llegar no es excesivamente complicado, a pesar de que a nosotros el Google Maps nos hizo un recorrido panorámico por los alrededores del museo. La línea 5 de los autobuses urbanos de Cuenca llega a este museo desde el centro de la ciudad.


Por si todo esto no fuera poco, el MUPA organiza charlas divulgativas, visitas guiadas, y dinopaseos. Vamos, que es imposible aburrirse. Y si necesitamos un descanso y deleitarnos mientras reponemos fuerzas, en el mismo museo se encuentran las instalaciones de Natura Escuela de Hostelería y Turismo de Cuenca y el Natura Restaurante Bistró.


Habíamos leído alguna mala crítica, pero con total sinceridad, el museo a nosotros nos gustó mucho. Una de las grandes ventajas es que es nuevo, y eso generalmente es una baza a su favor, pero la limpieza y conservación del edificio, la calidad de las piezas y la magnífica didáctica también ayudaron a nuestra buena impresión. Además el personal es muy atento y eso da gusto, que no siempre ocurre. Así que si estáis por Cuenca no lo dudéis, visitad este museo. A nosotros ya nos quedan pocos museos paleontológicos por visitar en España...

sábado, 8 de diciembre de 2018

DE VUELTA A DINÓPOLIS TERUEL

Sí, no lo pudimos evitar, hemos vuelto a Dinópolis. Ya os contábamos en un artículo en este blog nuestra experiencia como primerizos en el parque de Teruel. Pagamos la novatada de ir un poco a lo loco, tras haber recogido el camping, cargado equipaje y de camino a casa. Esta vez quisimos ver todo y lo preparamos todo para disfrutar a tope del día. 


El primer objetivo se cumplió: vimos todo el parque. Para ello nos hicieron falta unas 8 horas. Quizá haya quien pueda hacerlo más rápido, pero teniendo en cuenta que esta vez el grupo éramos nueve personas, entre los 2 y más de sesenta años (si desvelo la edad igual me cae alguna) bastante bien lo hicimos, en mi humilde opinión.

Para empezar fuimos pronto, recién desayunados y duchados. Además no escogimos el día de vuelta, lo que suponía que no perdíamos tiempo y que no podíamos cansarnos en exceso para no comprometer la seguridad en el viaje. Como ya os comentamos en el anterior artículo el parking es gratis, y llegando tan pronto no hubo problema ninguno. Eso sí, las sombras son escasas, pegas de la gratuidad. 




En taquilla hicimos un poco de cola (¡lo sentimos!) ya que hubo que ajustar un poco los descuentos para todos los que éramos. Descuentos individuales, familia numerosa, niño, senior… Un poco de lío, pero el personal de cajas fue muy amable y procuró que pagáramos lo menos posible, lo que siempre es un aliciente para el visitante, que ve que no intentan hacer negocio por el negocio. 


Al entrar intentamos organizarnos un poco, porque te puede un poco el ansia viva y quieres verlo todo de golpe. Lo recomendable sería tomarte un rato para decidir qué ver primero y no ir a salto de mata. Pero no, estaba a punto de empezar el cine 3D. Los nueve corriendo para la sala. Menos mal que está junto a la entrada. 



Después de la peli, los cinco que ya eramos veteranos aprovechamos la primera parada en boxes para organizar un poco la visita. De esta forma decidimos que iríamos a ver primero Tierra Magna, el teatro, El Último Minuto y el simulador 4D. Después parar a comer, ver los espectáculos, y por la tarde ver el museo paleontológico y el T-Rex, que se nos quedó pendiente en nuestra anterior visita. Y con algún ligero cambio, cumplimos bastante bien el plan. 


En Tierra Magna, que visitamos lo primero para no perecer achicharrados bajo el sol del agosto de Teruel, encontramos alguna novedad, ya que hay nuevas escenas de dinosaurios y alguna “cría” con la que los peques se podían hacer una foto. Esto siempre está chulo porque nuestros hijos, empezando por el más pequeño, son muy fans de los dinosaurios y siempre pueden utilizar esas fotos para darle envidia a sus amigos. 




Respecto a la comida, decir que nos sorprendió gratamente. Los mayores comimos mayoritariamente los menús de bocata y los niños el menú infantil. Empecemos por los últimos: el menú consta de hamburguesa o nuggets, patatas fritas, agua, yogur y un regalo, y cuesta 8,25 €. La hamburguesa estaba sabrosa y era bastante más grande que cualquiera de un menú de las grandes cadenas de burgers. El regalo era una maqueta pequeña de un dinosaurio (¡obvio!) de cartón, que es bastante maja, aunque a estas alturas ya no sé ni donde están la mitad de las piedras. Conclusión: menú bastante aceptable. Los mayores optamos por bocadillos, triunfando especialmente el de Ternasco de Aragón con pimientos. Ya que estábamos allí no íbamos a coger un bacon-queso o uno vegetal… Este menú cuesta 8,95 €, y se acompaña de patatas y bebida (agua, refresco o cerveza), y por dos euros más podías coger una bebida grande y un helado de postre. El precio, aunque más caro que en establecimientos de la calle, no era especialmente exagerado. 


Como en nuestra anterior visita no vimos la atracción del T-Rex, y nos habían hablado bastante bien, nos apetecía mucho verla. La verdad es que el Tiranosaurio protagonista es bastante real y la historia que cuenta es divertida y el tiempo pasa volando. Nos habían dicho que había un susto inicial, pero nada de nada, y no será porque seamos especialmente valientes, os lo aseguro. 




Tras dos visitas ya hemos podido testar algunas cosas, y os dejamos algunos consejos que consideramos útiles y os ayudarán en vuestra visita: 


- Tomaos tiempo para que los niños se lo pasen bien. Al fin y al cabo vamos a Dinópolis por ellos, ¿verdad? Podemos tomar un café mientras ellos ven los espectáculos de Turol Jones y el Club de los Paleontólogos, debemos encontrar un rato para corran por la paleosenda... 

- Si vais con un grupo mediano siempre habrá flexibilidad por si alguien no quiere entrar a alguna atracción y que de esta manera no se quede solo. 

- En verano beberéis agua como si no hubiera un mañana. Es cara, pero sabréis encontrar grifos. 

- Las atracciones al aire libre en verano, mejor a primera hora o a última. 

- Sentaos cinco minutos al entrar para planificar, así os ahorraréis muchas idas y venidas. 

- No os perdáis el museo paleontológico, es una auténtica joya 



Al día siguiente completamos la visita en Mar Nummus, la sede de Dinópolis en Albarracín. Este es uno de los siete centros que junto al parque principal forman el denominado Territorio Dinópolis. Se centra en los descubrimientos de fósiles en los alrededores de la sierra de Albarracín, que hace 150 millones de años era el Mar de Thetys, que dio paso al actual Mediterráneo. 


Durante la visita se pueden ver fundamentalmente fósiles de animales marinos, como ammonites, cocodrilos y el liopleurodon, el mayor depredador que ha existido, tan grande que se “sale” de Mar Nummus, y que vivió por la zona. Es bastante más pequeño que Dinopolis, únicamente una gran sala, pero los niños se lo pasaron muy bien con la visita guiada, no perdieron detalle a las explicaciones. 



No nos cansamos de recomendar Dinópolis. Si tenéis hijos les encantará. En nuestra segunda visita los abuelos salieron contentos, y eso es para tener muy en cuenta. Tras dos años supongo que el próximo descansaremos, pero siempre nos quedará Territorio Dinópolis. Que le vamos a hacer, nos encantan los dinosaurios.

jueves, 30 de agosto de 2018

NUESTRA EXPERIENCIA EN EL MUSEO PALEONTOLÓGICO DE ELCHE

Si paseando por el centro de Elche veis unas huellas de dinosaurio en el suelo, no tengáis miedo y seguidlas, os llevarán al MUPE, el Museo Paleontológico de Elche. Este centro supuso la consolidación del trabajo de un grupo de aficionados a la paleontología que, tras años de esfuerzo, vio cumplido su sueño de abrir un museo en su ciudad.


Situado en la Plaza de San Juan, en el barrio del Raval, en pleno centro de Elche, y muy cerca del cauce del río Vinalopó, el MUPE es un museo que recoge piezas que narran la historia de los dinosaurios desde las primeras especies hasta su extinción, y los animales que poblaron la Tierra millones de años después.

El Museo Paleontológico de Elche tiene tres grandes espacios. En el atrio de entrada se encuentra una reproducción del estudio de Pedro Ibarra Ruiz, pionero de la investigación arqueológica y paleontológica en Elche entre finales del s.XIX y principios del XX. Al espacio expositivo se accede a través de una cúpula que nos resume la historia de nuestro planeta y la evolución de la vida sobre él. Aquí se ponen en contexto las piezas que vamos a ver.


Muy pronto llegamos a la sala estrella, donde se encuentran las piezas que más les gustan a los visitantes, especialmente a los niños, esto es los esqueletos de los dinosaurios. Pero antes se pasa por la sala donde se exponen los fósiles más antiguos, conchas de animales marinos, caracoles y caracolas, algunos muy curiosos.

La siguiente sala muestra los esqueletos de los grandes dinosaurios, los que dominaron el Terciario y conocemos de la saga Jurassic Park/World. Un cráneo de Tiranosaurio Rex preside la sala, donde también se muestran fósiles de un reptil marino similar a los mosasaurios, un triceratops y velociraptores (aunque el "experto" que tenemos en casa nos dice que en realidad son deinonychus, que en Jurassic Park se equivocaron). Hay diferentes elementos interactivos en la sala, que les encantan a los niños.


En las siguientes salas podremos seguir con nuestro viaje en el tiempo, con una muestra de fósiles de animales que ya se han extinguido y con restos de los antepasados de los seres humanos, principalmente cráneos. No sólo hay una muestra de piezas, también hay una vocación didáctica con paneles explicativos que explican cómo se forman los fósiles, los tipos de fósiles que podemos encontrar, etc.


En este punto podemos acceder a los otros dos grandes espacios, uno dedicado a la geología y los fósiles de la provincia de Alicante y zonas más o menos cercanas; y otro dedicado a los minerales, gemas, conchas de animales marinos, etc. En el primero, además de una amplia colección de fósiles que no solo se circunscriben a yacimientos alicantinos, ya que también hay fósiles murcianos y de Morella (Castellón). Es curioso ver una muestra localizada en Agost (una localidad cercana a la capital alicantina) de tierra con los restos que surgieron del impacto del meteorito que (teóricamente) acabó con los dinosaurios.


En el último espacio se exponen otros materiales geológicos como minerales, piedras preciosas, o una muestra de conchas curiosas. Vuelve a verse el carácter didáctico del museo, ya que relaciona los materiales con sus aplicaciones prácticas, es decir, material de hierro con un objeto de hierro, un diamante sin pulir con sus aplicaciones en joyería, etc.

El Museo Paleontológico de Elche abre sus puertas de martes a domingo, en horario de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00, excepto domingos y festivos, que solo abren de mañana. La entrada individual cuesta 2 euros, aunque tienen un descuento del 50% los miembros de familias numerosas, estudiantes, titulares del carnet joven y mayores de 65 años. Los menores de 6 años no pagan entrada, así como personas con discapacidad, jubilados, titulares de tarjeta dorada. Además hay entrada libre los domingos y en algunos festivos señalados como son el 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, 15 de agosto, Fiesta de Elche, 9 de octubre, Día de la Comunitat Valenciana y 6 de diciembre, Día de la Constitución Española. 


Para acceder lo mejor es dar un pequeño paseo, ya que aparcar cerca es una misión casi imposible. Elche es una ciudad agradable para recorrer paseando, incluso podemos hacer una ruta junto a otros monumentos o museos, como el Museo Arqueológico (MAHE), o bien bordeando el cauce del río Vinalopó.


El Museo Paleontólogico de Elche es una buena opción para pasar un buen rato, ya que fruto de la pasión de los entusiastas de los que hablábamos al principio del artículo, podemos disfrutar de una colección bastante completa, diversa y con una intención didáctica que no resulta pesada. Y os lo decimos nosotros que de exposiciones de dinosaurios ya empezamos a ser expertos.