sábado, 18 de febrero de 2023

ONIL, UN DESTINO DE HISTORIA Y NATURALEZA

Situado entre montañas, en el centro de la provincia de Alicante, existe una localidad que merece una visita, una escapada para conocer todos sus encantos. Esa localidad es Onil, en la comarca de l’Alcoià, que como su propio nombre indica es la que rodea (e incluye) a la localidad de Alcoi. Rodeado de montañas, se sitúa en la conocida como Foia (Hoya) de Castalla. Mejor, imposible. 

Onil un destino de historia y naturaleza

En este post vamos a recorrer las calles de Onil para descubrir todas sus joyas, algunas ocultas y otras no tanto. Esperamos que disfrutéis tanto como lo hemos hecho nosotros de este paseo. Empezamos. 

PALACIO FORTALEZA DEL MARQUÉS DE DOS AGUAS


En el mismo corazón de Onil nos encontramos con un edificio rotundo, que desde el primer momento nos sorprende por sus líneas sencillas pero marcadas. Es el palacio-fortaleza del Marqués de Dos Aguas. Este edificio no debe confundirse con el Palacio (a secas, sin fortaleza) del Marqués de Dos Aguas, que se encuentra en la ciudad de Valencia.

Es un palacio de planta rectangular que tiene cuatro torres, una en cada esquina, que sobresalen de las líneas. Tres torres estás coronadas con almenas. La cuarta se reutilizó para convertirse en el campanario de la iglesia de Santiago Apóstol que se encuentra en una de las alas de este palacio. La fortaleza comienza a edificarse en 1539 y completa su construcción en 1614. Aunque en realidad el edificio se acaba con la construcción de la iglesia de Santiago Apóstol que tiene lugar en el siglo siguiente, concretamente en 1778. 

Onil un destino de historia y naturaleza

En su interior podréis disfrutar de un magnífico patio porticado donde se funden los estilos góticos (primera planta) y renacentista (arcadas inferiores). En la primera planta, se encuentra el Museo de la Fiesta, dedicado a las fiestas de moros y cristianos que se celebran en Onil a finales del mes de abril. Se exhiben distintos elementos característicos de esta celebración, como trajes, fotografías de la evolución de la fiesta y otros objetos empleados en ésta.

EL MUSEO DE LA MUÑECA DE ONIL 


Onil un destino de historia y naturaleza

Desde hace más de un siglo Onil es conocida por repartir sueños e ilusión entre millones de hogares de todo el mundo. En el s. XIX inició la fabricación de muñecas. Un negocio que empezó de forma artesanal y casera. Al cabo de unos años empezó a expandirse, siendo uno de los sectores económicos más importantes de la localidad. Además, debe de producir una enorme satisfacción hacer felices a tantísimas personas en todo el planeta. Para rendir el debido homenaje a un objeto industrial que es mucho más que un simple producto, en Onil tiene un museo temático.

El Museo de la Muñeca de Onil se encuentra situado en una antigua casa señorial, la conocida Casa de L’Hort (Casa del Huerto). Esta casa (casoplón) perteneciente a la familia Payá, una familia con muchos posibles y conexiones con la realeza cuyo miembro más destacado fue el cardenal Payá. El edificio tiene dos plantas, más la planta baja, con una superficie total de casi 400 metros cuadrados.  

Onil un destino de historia y naturaleza

A lo largo de sus salas hace un completo repaso de la historia de la muñeca, desde su creación hasta la actualidad. Lógicamente se centra en los siglos XIX, XX y XXI. Pero no solo de muñecas (y su producción) vive este museo, ya que también hay espacio para los Playmobil. Pero, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Fácil, los que ya tienen algo más de edad, recuerdan que se llamaron (hay quien todavía los nombra así) Famobil. Bien, esto vino porque FAMOSA (siglas de Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil Sociedad Anónima) compró la licencia, hasta que la empresa matriz vió el negociazo y ni licencia ni leches. Además la fábrica estaba, como no, en Onil.

Una visita absolutamente esencial e imprescindible si visitáis Onil. Por si fuera poco, la entrada es gratuita. Se puede visitar de martes a domingo de 11:00 a 13:30, y los sábados, además, de 17:30 a 19:30.

EL ÁREA RECREATIVA CASA TÁPENA


Uno de los lugares que más nos gustan en Onil es el área recreativa Casa Tápena. Todos aquellos que nos sigais con cierta frecuencia ya sabéis que nos encanta y es una de nuestras áreas recreativas favoritas. Está a unos 2 kilómetros del casco urbano, junto a la carretera que se dirige hacia Banyeres de Mariola.

Esta área recreativa tiene los servicios e instalaciones que creemos que deberían tener todos estos espacios. A saber: un aparcamiento suficiente, paelleros que se puedan usar cuando esté permitido, unos aseos cuidados y limpios (a pesar de los pesares se puede), una zona de picnic amplia con mesas al sol y en la sombra, juegos infantiles y sitio para correr, jugar y hacer el pinopuente si te apetece. Pero además cuenta con un laberinto vegetal de unos 2000 m². Una auténtica pasada, un lugar divertidísimo. 


Onil un destino de historia y naturaleza

Pues esto no es todo. Casa Tápena también tiene un aula de educación ambiental. Y no solo un aula, también a su alrededor se pueden visitar distintos ambientes naturales que se dan en las regiones mediterráneas. Estas son: zona agrícola con árboles frutales (y un pequeño huerto), un jardín mediterráneo, una zona de humedal y, por último, un bosque de pinos carrascos. Y si veis que os falta algo, justo enfrente de Casa Tápena está la ermita de Santa Ana, que cuenta con otra área recreativa, bastante menor, eso sí. 

TAMPOCO OS PODÉIS PERDER EN ONIL...


No creáis que aquí se acaba la visita a Onil. Estos tres lugares tienen suficiente entidad por ellos mismos como para justificar una visita a este municipio. Pero hay más. Como por ejemplo el pozo de nieve que se sitúa en la parte más elevada del Casco Antiguo. Estos pozos eran almacenes de hielo, que posteriormente era vendido por toda la provincia. 

Impresiona la sencillez del convento de la Inmaculada, un edificio levantado en el s. XVII. Hoy está ocupado por religiosas, aunque en sus inicios fueron los monjes franciscanos quienes habitaban este complejo. 

Onil un destino de historia y naturaleza

No podemos olvidarnos de uno de los hijos más ilustres de Onil. Este es el pintor y escultor Eusebio Sempere, que nació en Onil 1923 y falleció en 1985 en su ciudad natal. Fue un artista de vanguardia, que trabajó junto a otros grandes autores de su generación como Eduardo Chillida. Entre otros reconocimientos, recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1983. Pero el mayor reconocimiento para un artista es que su obra, enmarcada en el arte cinético y/o op-art (arte óptico), se encuentre en los museos de arte contemporáneo más prestigiosos del mundo. También hay obras suyas en Onil, como la escultura dedicada a los primeros fabricantes de muñecas que se encuentra en la entrada de la Casa de Cultura.

A todo esto, que no es poco, le podéis añadir algo de la rica gastronomía de la zona.  Especialmente recomendada para el invierno por la contundencia de sus ollas o sus gazpachos de carne, por destacar dos platos tradicionales que, junto a los arroces, estarían en cualquier recomendación.  

Tenéis motivos de sobra para perderos por Onil. Realmente vais a disfrutar de todos sus atractivos. Además, los hay para todos los públicos y todos los gustos. ¿Os apuntáis? 

miércoles, 8 de febrero de 2023

EXPLORANDO OTRA FORMA DE VIDA EN EL MUSEO COMARCAL DE L'HORTA SUD

La atención del público general suele ir dirigida, en lo que a museos se refiere, a los más grandes. Esos transatlánticos culturales que cada vez más se están contagiando de esa fiebre de franquiciación que envuelve al mundo. La palabra no existe, pero creemos que se entiende: convertir todo en una franquicia. Al igual que ocurre con las tiendas de ropa o los restaurantes, de vez en cuando hay que dirigir la mirada a propuestas pequeñas y distintas, como el Museo Comarcal de l’Horta Sud, en la localidad valenciana de Torrent

Explorando el Museo Comarcal de l'Horta Sud

Hasta no hace tanto tiempo las tareas agrícolas eran las predominantes en el área que rodea la ciudad de València. Poco a poco el paisaje de huerta tradicional en la Vega de Valencia se va perdiendo, y con él muchos usos y costumbres. No solo eso, también un patrimonio milenario como el de las acequias y el Tribunal de las Aguas, por ejemplo. Instituciones como el Museo Comarcal de l’Horta Sud Josep Ferrís March (en 2003 fue bautizado con el nombre de uno de sus máximos impulsores) se encarga de, en sus propias palabras, la conservación, difusión, investigación y exposición del patrimonio cultural de este territorio, que está muy vinculado a la huerta. 

EL NACIMIENTO DEL MUSEO DE L’HORTA SUD



En 1995 la Mancomunitat Intermunicipal de l’Horta Sud, un órgano supramunicipal que agrupa a los 20 municipios de esta comarca valenciana, adquiere una antigua casa que había pertenecido a una familia de agricultores, y que había estado habitada hasta la década de los 80 (del s. XX, claro). En junio del año 2000 se inaugura el museo, y tres años más tarde se le dota de una sala para exposiciones temporales que está separada de la colección permanente, lo que le permite ampliar sus dotaciones y sus actividades.  

Las piezas exhibidas son fruto de donaciones de particulares que residen en varios municipios de la comarca. Los objetos se presentan en las diversas habitaciones de la antigua vivienda, convertidas ahora en salas del museo. Además de las que se relacionan con las tareas agrícolas, hay una serie de objetos que remiten a la vida cotidiana en una casa del primer tercio o primera mitad del siglo pasado. De hecho este museo forma parte de la red de museos etnográficos de la Comunidad Valenciana, colaborando con L’Etno, el museo de Etnología de la Diputación de Valencia, que se encuentra en el edificio de la Beneficencia junto al Museo de Prehistoria.

Explorando el Museo Comarcal de l'Horta Sud

Las salas se distribuyen a través de la planta baja y un primer piso. En el centro hay un patio, alrededor del que se organizarían las distintas estancias, además de servir de corral y caballerizas. Aunque bastante reformado (sobre todo el suelo), sigue manteniendo una esencia muy especial. En verano se debe de estar de lujo, no tenemos pruebas, pero tampoco albergamos dudas. Además, hay un sótano, que alberga la sala de exposiciones temporales. 

QUE SE VE EN EL MUSEO DE L’HORTA SUD



Se pueden distinguir tres partes en este museo. En primer lugar las estancias que corresponden a la vivienda. Se pueden visitar dos dormitorios. Uno correspondería al del matrimonio de la casa. La organización social también se traduce en la distribución del hogar. Otro dormitorio sería del hijo o hijos. Aquí podemos ver también juguetes antiguos, como un caballo de cartón, uno de los juguetes más deseados hace un siglo, más o menos. Otra de las estancias de la parte de vivienda, quizás la más esencial, es la cocina. Aquí hay bastantes objetos que nos sonarán, seguro que en casa (o en la de un familiar) hay algo igual o similar. 

La segunda parte sería todo lo relacionado con las tareas agrícolas en el hogar. Porque estos trabajos no se limitaban al campo. Allí se cultivaba y se cosechaba (resumiendo), pero otras muchas labores se realizaban en casa. Porque la casa era vivienda y también lugar de trabajo. Hasta tienda, si se terciaba. A ver si pensabais que eso de trabajar desde casa se había inventado ahora. Pues como todas esas palabras rarunas que nos intentan colar en un fake inglés, y que disimulan una realidad, generalmente triste, que lleva inventada tela de tiempo: coworking, coliving, carsharing, sundrying… 


Explorando el Museo Comarcal de l'Horta Sud

Entre estas estancias se encuentran la cambra, la cámara en castellano, esa habitación donde se elaboraban y guardaban productos para su posterior consumo. Desde vino o aceite hasta embutidos. Otra estancia es la caballeriza, junto al patio y corral. Ahora mismo en el museo se ve un magnífico carro. Y dos bicicletas. Justo al lado, hay un minúsculo espacio, tapado con una cortina y donde únicamente hay un asiento de piedra con un agujero, y bajo una tinaja. Y un clavo donde hay tiras de periódico. 

VISITAMOS LA ANDANA



Por último queda el espacio de la primera planta. Es lo que en Valencia se conoce como andana. Es un piso superior que se utilizaba como almacén para guardar los productos de las cosechas. No nos sale la traducción castellana (podéis dejarla en los comentarios). En ocasiones también se utilizaba como secadero. En el caso del Museo de l’Horta Sud, este espacio está dedicado a los aperos, a las herramientas que se utilizaban para el campo, y la casa. Arados, azadas, palas, rastrillos, trillos. Pero también básculas, descascarilladoras, mesas para elaborar chocolate… 

Y una curiosidad bastante interesante. En una esquina de la sala hay una estructura hecha de cañas. Es un criadero de gusanos de seda. Porque la seda era un gran negocio (y lo es). Creo que hoy en día son pocos los niños que crían gusanos de seda. Si en vez de tenerlos en una cajade zapatos con agujeros, los tienes en una estructura dedicada exclusivamente a su cría, puedes tener cientos o miles de capullos de seda. De vez en cuando en el Museo de l’Horta Sud crían unos cuantos. ¿Venderán la seda? 

Otra cosa curiosa que se puede ver en la andana son las pinturas y los grafitos que se conservan en las paredes. Lo de grafito queda muy académico. En realidad son cuentas hechas sobre la pared, que curiosamente se han conservado. ¡Con lo fácil que es tener una calculadora!

MÁS ACTIVIDADES EN EL MUSEO


Explorando el Museo Comarcal de l'Horta Sud

Además de su colección permanente, el museo también cuenta con una sala de exposiciones temporales donde se exhibe muestras de arte y objetos de temáticas variadas relacionadas con la cultura y patrimonio de la comarca. Estas exposiciones son cambiantes y están diseñadas para que los visitantes se interesen y aprendan sobre diferentes aspectos de la cultura de l'Horta Sud. Esto significa que cada vez que los visitantes vayan al museo, tendrán la oportunidad de ver algo nuevo y aprender sobre diferentes elementos de la cultura local.

El Museo Comarcal de l'Horta Sud también ofrece una amplia gama de programas educativos para escuelas y grupos de visitantes. Estas actividades incluyen visitas guiadas y talleres interactivos en los que los participantes pueden aprender más sobre la cultura y patrimonio de la comarca a través de la exploración y la experiencia práctica. 


Las visitas guiadas tienen un gran éxito, pero también los talleres de restauración de bienes muebles, los conciertos (en el maravilloso patio que tienen), o los talleres de manualidades o cuentacuentos para niños.  Es recomendable (incluso necesario) reservar con antelación. Hay dos maneras de contactar, a través del teléfono (+34 desde fuera de España) 961 588 221 o bien al correo electrónico museu@museuhortasud.com. También aquí os podrán informar de todas las actividades que realizan.

También se organizan visitas a espacios en el exterior del Museo. Por ejemplo, han tenido una serie de exposiciones temáticas de los distintos municipios de la comarca, y se complementaban con visitas a esos municipios. Una forma de vivir más de cerca el patrimonio y la cultura. 

INFO ÚTIL SOBRE EL MUSEO DE L’HORTA SUD


Explorando el Museo Comarcal de l'Horta Sud

El Museo Comarcal de l'Horta Sud Josep Ferrís March se encuentra en la calle Virgen del Olivar, 30, en la localidad de Torrent, como ya hemos comentado al inicio del post. Está a un paso del centro de la localidad y de su famosa torre (de eso hablaremos en otra ocasión). También está a tiro de piedra de la estación de metro Torrent, que nos comunica con el centro de la ciudad de Valencia y otras localidades de la provincia, a través de las líneas 1, 2 y 7. 

El horario de apertura varía dependiendo de la época del año. En los meses de junio, julio y septiembre abre de lunes a viernes de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00, a excepción de los festivos. Durante el mes de agosto permanece cerrado. El resto de meses (de octubre a mayo) abre de martes a sábado de 10:00 a 13:00, además de las tardes de los miércoles de 17:00 a 20:00. Los festivos, evidentemente, no abre.

Os recomendamos que hagáis una visita intergeneracional, como se conoce ahora. Esto es, que visitéis este museo acompañados de los niños y de los abuelos. Nosotros nos encontramos en esa generación bisagra que todavía hemos visto algo de ese modo de vida, o al menos nos lo han contado. Nuestros hijos ni por asomo. Para ellos les parece tan lejano como a nosotros un castillo medieval. Y no hace tanto tiempo en realidad. 



Así que no os hagáis los perezosos. El Museo Comarcal de l’Hora Sud merece mucho la pena y os transportará a un pasado no tan lejano. Distinto, y probablemente más duro. Pero que no debe perderse. 

sábado, 28 de enero de 2023

VIAJAR CON EL PALADAR: LA PIZZA CHICAGO

Una de las verdades universales es que la pizza le gusta a todo el mundo. O por lo menos a una parte muy importante de la humanidad. Uno de sus secretos es su versatilidad, ya que admite casi cualquier ingrediente. Pero, ¿hay algo mejor que una pizza? Sí, una pizza de dos pisos. Viajamos con el paladar gracias a la pizza Chicago


Viajar con el paladar: la pizza Chicago

Creemos que no es necesario decir que se denomina así en honor de la ciudad que la vio nacer: Chicago, Illinois, Estados Unidos. Conocida como la ciudad del viento, es famosa por sus rascacielos, el lago Michigan, su legado musical y haber sido el lugar de las andanzas de Al Capone. Y por una pizza con la masa gorda y los bordes elevados.

LA HISTORIA DE LA PIZZA CHICAGO 


La historia de la pizza de estilo Chicago se remonta a la primera mitad del s. XX. Vino, como no, de mano de los inmigrantes italianos que residían en Chicago. Bueno, para ser honestos, esto no está claro, y atribuyen su “invención” desde trabajadores de pizzería hasta deportistas retirados. Dice la leyenda que la intención era crear un plato que saciara más y se diferenciara de la pizza que se elaboraba en Nueva York, que empezaba a popularizarse entre la colonia italiana.

Mientras algunas fuentes fijan el nacimiento de este estilo de pizza en 1926, otras lo retrasan a 1943. También hay bastante controversia en cuanto al restaurante que la vendió por primera vez. Sea como sea, en la actualidad hay dos restaurantes que se discuten la corona. El primero es Pizzeria Uno, en el barrio de Lincoln Park, que asegura ser el lugar donde nació la pizza Chicago. El otro es Gino’s East, un restaurante tan icónico y reconocido como Uno. 

La pizza estilo Chicago se caracteriza, como ya hemos adelantado, por su masa espesa y su alto borde. Para cocinarla se suele emplear un molde profundo. En sus inicios este molde era un plato metálico. Por este motivo a la pizza Chicago-style también se la conoce como deep-dish, o plato hondo. 

Con el paso de los años la pizza Chicago ha derivado en una variante todavía más hardcore. Es la stuffed pizza, o pizza rellena. Este tipo de pizza lleva otra capa de masa en la parte superior, que cierra la pizza. Por si acaso os parecía poco el anterior tipo. También aquí hay lío y Nancy’s y Giordano’s se atribuyen su invención.

VAMOS A PREPARAR UNA PIZZA CHICAGO

Viajar con el paladar: la pizza Chicago

Como aquí somos así de tragaldabas, y porque somos una familia numerosa con hijos en edad de crecimiento, vamos a preparar una stuffed pizza. Sí, un atracón de campeonato (o casi) con una pizza rellena. 

Para empezar se necesitan los mismos ingredientes que cualquier otra pizza: harina, agua, sal y levadura, además de un poco de aceite. Aconsejamos el de girasol o el de oliva refinado, uno Virgen Extra es muy fuerte y mata otros sabores.

Vamos a usar 375 g. de harina de fuerza, 240 g. de agua, 8 g. de sal y 10 g. de levadura de panadería. Manías, a mi me gusta más la levadura fresca, le da un gusto especial. Para rellenar (aquí no hay topping, bueno, un poco) salsa de tomate, preferiblemente con tomate triturado y sin freir, queso que se funda, carne picada o embutido, y cebolla y pimiento verde. 

En esto del embutido tiene mucho predicamento el pepperoni. Pero tiene de italiano lo mismo que Joey, el personaje de la serie Friends (sí, aquí somos millenials orgullosos). Parece que lo sea, pero en verdad solo algún pariente el italiano. Aunque se puede encontrar en ese supermercaaaado, su-per-mer-ca-do, nosotros optamos por una versión más cañí, el chorizo de Pamplona.

Empezamos haciendo un prefermento. Para esto ponemos en un bol el agua (tibia), la levadura, una cucharada de azúcar (unos 15 g.), mezclamos y dejamos reposar una media hora. Pasado este tiempo mezclamos este prefermento con la harina, la sal y el aceite y amasamos. 

SABOR, SABOR


Podemos ayudarnos de una amasadora eléctrica o un robot de cocina. Lo aconsejable sería amasar entre 10 y 15 minutos, dos o tres tandas de unos 4-5 minutos, dejando descansar un poco la masa entre tandas. La masa estará lista cuando no este pegajosa y se pueda estirar con facilidad. 

Dejaremos la masa formando una bola en un bol enharinado entre 30 minutos y una hora para que leve. Cuanto más tiempo mejor. Si hace algo de calor, mejor todavía. Os recomendamos taparlo con un paño de cocina limpio. Pasado ese tiempo dividimos la masa en dos partes. No es necesario, ni recomendable, que sean iguales. Trabajaremos la masa con un rodillo. Mientras, preparamos un molde con las paredes altas. Los moldes desmontables son ideales, si no pues cualquier otro. 

Viajar con el paladar: la pizza Chicago

Cubrimos el molde con la masa estirada. Mejor que sobre masa, ahora no nos preocuparemos. Esta pizza se rellena al revés, debajo ponemos el queso, sobre este la carne o embutido y los vegetales.  Sobre esto la salsa de tomate. Estiramos la otra masa que reservábamos y cubrimos la pizza. Cerramos herméticamente. Cubrimos con queso y más embutido, que no hay miseria. Hacemos unos cortes a la tapa para que se cueza mejor. Si sobra masa por los laterales, cortadlos y decorad la pizza.

Deberíamos haber precalentado el horno a 200° C, y metemos la pizza, a altura media con calor abajo, sin ventilador, bajando la temperatura a 185° C. El tiempo está entre 35 y 40 minutos, cuando la masa esté dorada. Y cuando esté lista… ¡CAÑA!

CHICAGO Y LA PIZZA


Olvidaos de la dieta durante un rato, que sabemos que habéis hecho propósitos de Año Nuevo. Disfrutad de esta auténtica bomba de sabor que os llevará directamente hasta los Estados Unidos.  

Esta receta ha conseguido poner a Chicago en el mapa gastronómico mundial. Una receta contundente y recia, como la propia Chicago. Para una ciudad que fue capaz de darle la vuelta a un río y levantar edificios 1,88 m., cocinar una pizza de masa espesa no era ningún reto. 

Ahora es nuestro turno. Como habréis visto no es una receta complicada. Respetad los tiempos para obtener un mejor resultado. Como siempre decimos en los posts de la serie “viajar con el paladar “, probad vuestras variaciones y utilizad vuestros ingredientes favoritos.

Viajar con el paladar: la pizza Chicago

Quien sabe, a lo mejor mientras la coméis os encontráis a Jake y Elwood, los Blues Brothers, mientras los persigue la policía a toda velocidad al ritmo de “Sweet home Chicago”.


miércoles, 18 de enero de 2023

EL PARLAMENTO EUROPEO EN BRUSELAS, LA CASA DE TODOS LOS CIUDADANOS

Bruselas tiene el título honorífico de ser la capital de la Unión Europea. Honorifico por que en ningún documento consta que haya una capitalidad al estilo que podemos entenderla en cualquiera de los estados miembros. Algo similar a Madrid en España o Lisboa en Portugal, por ejemplo. Pero este honor recae en Bruselas al ser la ciudad que aloja varias de las instituciones de gobierno en la Unión Europea. Una es el Parlamento Europeo.

El Parlamento Europeo en Bruselas

Vamos a intentar arrojar un poquito de luz por que la realidad es algo más compleja. En realidad hay dos parlamentos europeos, uno en Bruselas y otro en Estrasburgo. Podemos diferenciarlos, muy someramente, en que Bruselas se dedica a la actividad del día a día y en Estrasburgo se celebran los plenos, una vez al mes. Además, y para acabar de arreglarlo, también hay edificios del Parlamento Europeo en Luxemburgo. ¿Más lío? En nuestra visita nos explicaron que en realidad al cabo del año se celebran 14 plenos al año, 12 en Estrasburgo y el resto en Bruselas. Además en la capital belga se celebran algunos plenos extraordinarios para algún asunto puntual que haya que tratar.


En el viaje a Bruselas que realicé hace unos meses surgió la oportunidad de poder visitar el Parlamento Europeo y nos lo dudamos. Creo que es una buena idea conocer la institución más relevante en la vida de la ciudadanía europea. Esta no es una frase hecha para llenar de bombo y circunstancia este post, la realidad es que más de 2/3 de la legislación que se aplica en los estados de la Unión Europea procede de directivas aprobadas en el Parlamento Europeo y que son de obligado cumplimiento para los países miembros.

EL CONJUNTO DE EDIFICIOS DEL PARLAMENTO EUROPEO


El Parlamento Europeo en Bruselas

Hablar de Parlamento Europeo, así en singular, también se debe de apostillar. Porque en realidad, como se podría suponer, no es un edificio sino un conjunto de edificios comunicados entre sí. Vamos con un dato para empezar: en el Parlamento Europeo trabajan aproximadamente unas 5000 personas. Por lo tanto estamos hablando de un pueblo o un barrio grande de una ciudad. Primera sorpresa, dentro del Parlamento Europeo hay servicios para los trabajadores como bares y restaurantes, pero también supermercados o peluquerías para poder facilitarles un poco la vida.

En total, en Bruselas, hay 17 edificios con una superficie total de más de 650000 m2, unos 650 campos de fútbol en medidas estándar españolas. Están situados al este de las capital belga, en el denominado barrio europeo donde también se encuentran los edificios de otras instituciones europeas como la Comisión, el Consejo de la Unión, o el Consejo Europeo (confieso que no sabría distinguirlos al 100%).


Al conjunto de edificios que albergan los distintos espacios que precisa el Parlamento Europeo para realizar su función, se le conoce como Espace Léopold. Los edificios se empezaron a construir en 1987 y las sucesivas reformas y ampliaciones se han alargado hasta 2008. Son unos edificios muy contemporáneos, de estética high tech, cubiertos de cristal y metal. Un poco en la línea de edificios de Norman Foster, Richard Rogers, Renzo Piano o, de otra manera, Frank Gehry.

El Parlamento Europeo en Bruselas

Los dos edificios principales reciben los nombres de Paul-Henri Spaak y Altiero Spinelli, Dos destacados políticos uno belga y el otro italiano, que trabajaron intensamente por la integración europea y lo que ahora denominamos Unión Europea. Ambos edificios ocupan más de la mitad de la superficie de trabajo del Parlamento Europeo en Bruselas. Otros edificios contiguos se han denominado D4 y D5, aunque han recibido numerosas propuestas para que lleven el nombre de destacados europeístas.

EL INTERIOR DE LOS EDIFICIOS



Como no podía ser de otra manera el interior de los edificios del Parlamento Europeo en Bruselas son absolutamente espectaculares. Al principio nos encontramos con un típico control de seguridad unos accesos bastantes similares al de cualquier edificio de oficinas o incluso una estación o un aeropuerto. Pronto pasamos a edificios con interiores muy abiertos para contrarrestar los espacios cerrados de oficinas y despachos.

Los espacios de trabajo no solo se limitan a oficinas y despachos y al hemiciclo donde se realizan los debates. Sorprende la ubicación de varios sets para las televisiones junto a algunos de los pasillos que intercomunican varias de las zonas de estos edificios. Uno de estos sets es un estudio completo de televisión que puede ser utilizado por cualquier medio de comunicación acreditado, tanto de la Unión Europea como de países ajenos.

El Parlamento Europeo en Bruselas

Es curiosa la relación entre los espacios interiores y exteriores Al ser un conjunto de edificios que tienen que estar comunicados, esto requiere de una arquitectura bastante especial. Uno de los elementos más particulares es una pasarela en forma de Y que "sobrevuela" la gran plaza que se abre frente a la plaza de Luxemburgo. Esta pasarela, ademas de ser un lugar de paso, es una galería de arte con obras contemporáneas de artistas de todo el continente europeo.

Aunque la obra artística más peculiar que se puede encontrar está semi escondida en uno de los pasillos. Corresponde a la representación de Europa como una mujer. Todo su cuerpo son los diferentes países europeos, teniendo el corazón en Bohemia y la cabeza en la Península Ibérica.


Aunque sin lugar a dudas el elemento más representativo es el hemiciclo, que aunque no es el oficial. El Parlamento, recordad, está en Estrasburgo, pero este también tiene su importancia. Los diputados se sientan por grupos políticos de izquierda a derecha respecto a la presidencia en relación con su ideología (los de izquierdas a la izquierda, los de derechas a la derecha). Me resultó curioso ver las numerosas cabinas para los intérpretes en las distintas lenguas europeas. Pero es que son muchas lenguas distintas.

BONUS TRACK: DOS VISITAS MUY INTERESANTES JUNTO AL PARLAMENTO EUROPEO


El Parlamento Europeo en Bruselas

Por si todo este conjunto de edificios no fuera suficiente, os recomendamos un par de visitas más que no se pueden desaprovechar una vez estamos en el Parlamento Europeo.

En primer lugar os aconsejamos encarecidamente que visitéis el Parc Léopold. Se encuentra inmediatamente anexo al conjunto del Espace Léopold. Toma su nombre del primer rey belga. Aunque lo dejaremos aquí, pero también arrastra una leyenda negra, que creemos merecida. El parque es precioso y tiene un lago central que complementa a la perfección con la frondosa vegetación y donde se bañan patos y ocas.

El otro edificio es la Casa de la Historia Europea, un museo que se encuentra en el mismo Parc Léopold. Aquí se repasa (y se resume) la extensa historia, con un punto de inflexión en las dos Guerras Mundiales que supusieron los momentos más trágicos y que llevaron a la idea de que era imprescindible la unión de los países para evitar nuevos conflictos tan sangrientos, especialmente tras la Segunda. La visita dura unos 90 minutos y la entrada es gratuita.

De esta manera se puede conocer la labor que se realiza en una institución vital para nuestras vidas. Es digno de alabar el trabajo de transparencia y difusión de la actividad del Parlamento Europeo que no siempre es conocido por los ciudadanos. La prueba somos nosotros, que todavía no sabemos muy bien diferenciar algunos aspectos. No hace falta ser un enchufado ni nada por el estilo para poder visitarlos, simplemente rellenar un formulario en su página web.


Aunque no nos lo pueda parecer en un principio, pero la visita a estos edificios es realmente interesante. Si además se complementa con el parque Leopoldo y la Casa de la Historia Europea podemos tener una mañana muy completa en una ciudad que tiene bastantes cosas que ver y hacer. No os lo perdáis.

domingo, 8 de enero de 2023

VISITAMOS EL MUSEO DE LOS JUGUETES DE DENIA

Hace no tantos años los juguetes eran casi un objeto de lujo puesto que los niños y niñas solo recibían regalos en su cumpleaños y el día de Reyes, y no siempre eran juguetes. Hoy en día esos juguetes son considerados verdaderos tesoros que forman parte de varios museos, como el Museo del Juguete de Dénia

Museo del Juguete de Dénia


Durante décadas, entre 1910 y 1960 aproximadamente, la ciudad de Dénia fue un importante centro de producción de juguetes. Eran tiempos en los que los productos se elaboraban localmente. Por productos nos referimos a cualquier objeto de consumo, incluyendo alimentos. Por localmente nos referimos a un ámbito de unos cuantos kilómetros. Se llegaban hasta donde lo permitían los transportes del momento, que no estaban tan desarrollados ni eran tan rápidos como en la actualidad. Además, en España coincidió la autarquía durante la posguerra, que aisló al país del resto del mundo y le obligó a ser autosuficiente. 

Precisamente el declive de Dénia como centro productor de juguetes viene a partir de la década de los 60, cuando en España empiezan a verse las medidas del gobierno tecnócrata franquista. El modelo económico cambia, con una mayor presencia de capital extranjero (la cara más visible será el turismo) y una mejora de los transportes y de las vías de comunicación. Para rematar, en unas décadas entrarán en el tablero otros fabricantes, como China, que en la actualidad produce el 66% de los juguetes en el mundo. 

Es curioso como en una misma provincia existieron dos centros de producción de juguetes que fueron referencia: Dénia y el Valle del Juguete, con Ibi y Onil a la cabeza. Y aunque resulta evidente que llegaron a rivalizar, cada lugar se especializó en un tipo distinto de juguete.  

LAS FÁBRICAS DE JUGUETES DE DÉNIA



Durante el s. XIX Dénia tenía su base económica en la exportación de pasas. Desde el puerto dianense llegaban pasas a Estados Unidos, Canadá, Francia y, sobre todo, Reino Unido. En las islas británicas se consumían por toneladas. Tanto que incluso se instalaron empresas británicas en Dénia para facilitar estas exportaciones.

En los primeros años del s. XX la plaga de la filoxera empezó a atacar a las viñas que facilitaban las uvas que se convertían en pasas. Este insecto provoca una infección que mata la planta. Si la planta muere no hay uvas. Sin uvas no hay pasas. Sin pasas no… bueno, ya lo habréis entendido. Este fue un fuerte golpe a la economía de Dénia y su zona de influencia. 

Museo del Juguete de Dénia


En 1904 se instaló en Dénia la primera fábrica de juguetes, la de los hermanos Ferchen, unos comerciantes alemanes que en principio se dedicaban al comercio de la pasa y que importaron modelos y máquinas desde su país de origen. Durante los siguientes años se empezaron a abrir otras fábricas de juguetes. Su minuciosidad y calidad convirtieron al juguete de Dénia en un producto de éxito muy valorado. 

Se llegaron a contar unas cuarenta fábricas jugueteras. No se abrieron todas al mismo tiempo, si no a través de los años. Una de las pocas que todavía perviven a día de hoy, juguetes Cayro, abrió en 1958. 



Aunque los primeros juguetes se hacían con hojalata, pronto  surgió la madera como principal material. Este material marcó la diferencia más destacada de la industria dianense. Esta característica permitió continuar la producción juguetera en la posguerra, ante la escasez de hojalata.

UN MUSEO DEL JUGUETE EN UNA ESTACIÓN 

Museo del Juguete de Dénia


Esta industria juguetera en Dénia fue muy importante y conquistó el corazón de muchos de sus habitantes. Tanto que muchas personas quisieron conservar esos juguetes como el tesoro que son. 

Mientras, el Ayuntamiento de Dénia habilitó la antigua estación de tren, que había quedado sin uso, para habilitar la colección de juguetes que poco a poco iba creciendo. Este edificio se encuentra entre la calle Calderón y la calle de la Vía (adivinad de dónde viene el nombre). Está en un lugar muy céntrico, cerca del puerto, de la oficina de turismo, del Castillo y de otros principales puntos de interés turístico. 



Gracias a las donaciones particulares, y a la colaboraciónde Associació d’Amics del Joguet” (Asociación de Amigos del Juguete) podemos disfrutar de este museo y esta colección, que repasa la historia del juguete de Denia, que es, en gran parte, la historia de nuestras infancias. 

La colección se dispone a lo largo de la mitad de la planta baja y la totalidad del primer piso de este edificio. La otra mitad de la planta baja se reserva para exposiciones temporales. 

Museo del Juguete de Dénia


En la planta baja se puede ver la colección de la Associació d’Amics del Joguet que podría ser un perfecto resumen de lo que después veremos en la planta superior. Además se proyecta un audiovisual que repasa la historia del juguete de Denia y sus fábricas. En la parte superior encontramos dos salas, una dedicada a las fábricas más importantes y otra que repasa la historia del juguete dianense. Además, dos vitrinas completan la muestra. 

EL REINO DE LA IMAGINACIÓN 



Los juguetes son el reino de la infancia, ese lugar al que podemos (o podíamos) viajar para transformarnos en pilotos de carreras, reposteros, o cualquier personaje de ficción. Y así pasar horas y horas. 

El Museo del Juguete de Dénia rinde homenaje a esas fábricas que fabricaron juguetes, pero sobre todo crearon sueños. Fábricas como I.A.U.C.C.A, Esteban Giner, Fernando Sauquillo y sus “Juguetes Sport”, Josman, Cayro, Llobell, Sánchez, SAYBA, Morand, Miralles, Francisco Navarro o Gaspar Femenía, entre otras muchas, no quedarán en el olvido.

Museo del Juguete de Dénia


Los juguetes más conocidos que salieron de las fábricas de Dénia fueron sus triciclos de madera, pintados de vivos colores; y los coches a pedales, que solo estaban al alcance de clases pudientes. Pero también se fabricaron casitas de muñecas y muebles, con gran cantidad de detalles. Como no, vehículos de todas clases, incluyendo embarcaciones como corresponde a una ciudad costera. Juguetes para la playa, juguetes de madera para desarrollar las habilidades psicomotrices (aunque no se les llamara todavía así) de los menores, muñecas y muñecos. Un catálogo tan extenso como variado. Y bonito, muy bonito.

El Museo del Juguete de Dénia abre de lunes a domingo de 10 a 13 h y por las tardes de 16 a 20 h, o de 17 a 21 de mayo a septiembre. La entrada es totalmente gratuita. Además el edificio es plenamente accesible, mediante rampas y un ascensor. 



Esta es una oportunidad para reencontrarnos con unos objetos muy especiales, ya que consiguen evocar momentos que seguramente fueron mucho más felices para todos. Al menos con menos preocupaciones. 

miércoles, 28 de diciembre de 2022

EL MUNDO LEGO EN EL CASTILLO DE ALAQUÀS

Billund, Dinamarca. Agosto de 1932. Ole Kirk Christiansen funda su negocio de carpintería. Pronto se dedica a hacer muebles de pequeño tamaño. De ahí, que fabricara juguetes vino rodado. Unos años más tarde una crisis en la distribución maderera hizo que empezara a fabricar sus juguetes en plástico inyectado. Menos de una década después empezaron a fabricar unos bloques de construcción de colores. Éstos hicieron que esta empresa sea hoy en día la juguetera que mayores ventas tiene en el mundo. Esta es, brevemente, la historia de Lego

El mundo Lego en el Castillo de Alaquàs


Creemos que no hace falta explicar a nadie que son los Lego y que se puede hacer con ellos. Tampoco que en todo el mundo hay miles (si no millones) de fanáticos que se dedican a montar sus sets favoritos. De vez en cuando la pasión por los Lego se les va de las manos y acaban montando asociaciones y exposiciones como la que hemos visitado en el Castillo de Alaquàs, una población cercana a Valencia


LA CASTELL BRICK DE ALAQUÀS




Después de unos cuantos años por fin hemos podido asistir a esta exposición que cada Navidad, desde hace unos años, se repite en el Castillo de Alaquàs. A pesar de haber leído que es una muestra impresionante, nada nos hacía pensar que fuera tan impresionante. Porque esa es la palabra que la define. La expo se reparte en varias salas que se disponen en dos plantas de este edificio. 

La exposición está organizada por Valbricks, la asociación valenciana de aficionados a estos bloques de construcción. Si nos piden que digamos cuantos sets se pueden ver, no estaríamos seguros, pero son muchos.  Muchísimos. A nosotros nos gustan mucho los Lego, y muchos sets los conocíamos, pero hay un montón que nos han sorprendido.

El mundo Lego en el Castillo de Alaquàs


¿Qué temática se puede ver en la exposción? Resumiendo: todas. Tantas que es casi imposible recordarlas todas. Vimos sets de superhéroes, tanto Marvel como DC. De películas de Disney, incluyendo a Star Wars. Ninjago, Super Mario, Harry Potter... ¡No faltaba nada!

Destacan las grandes maquetas que hay en varias salas. Por orden de visita se pueden contemplar un parque de atracciones al completo, una ciudad con todo lujo de detalles, una recreación (libre, muy libre) de la Antártida o un belén enorme. Esta última llama la atención no sólo por lo grande que es, si no porque el naciemiento se encuentra un poco escondido, a pesar de estar en primera fila. Pero los barcos, las casas, el palacio o el acueducto que decoran la maqueta se llevan la atención.



Por su tamaño también destacan unas gruas que son enormes. Probablemente lleguen a los dos metros de altura, y son todo un desafío tanto para montarlas como para exponerlas. 


PARA NIÑOS Y ADULTOS


El mundo Lego en el Castillo de Alaquàs


Una de las características más relevantes y positivas de Lego es la capacidad de unir a niños y adultos bajo una misma afición. Por eso se pueden ver sets para diferentes edades. Los más jóvenes reconocen al instante la casa de Encanto, mientras que los padres distinguen enseguida el Central Perk, donde se reunían los protagonistas de Friends. Los abuelos, por su parte, se quedan con el set que recrea una máquina de escribir de una forma muy realista. 



Si en una sala se pueden ver una buena muestra de coches de la serie Technic (fundamentalmente deportivos), en otra se muestra los edificios de la serie Arquitecure, una de las más “adultas”, si es que cabe ese adjetivo en Lego. También hay una selección de Lego Art, probablemente la serie más curiosa de Lego, ya que permite recrear retratos, obras de arte, o como han hecho los miembros de Val bricks, un mapa físico de la Comunidad Valenciana.

El mundo Lego en el Castillo de Alaquàs


La Castell Brick de Alaquàs se inauguró el pasado 3 de diciembre y estará abierta hasta el 15 de enero. Del 10 al 17 de diciembre se realizaron talleres, cuyas creaciones también se muestran. La entrada a la exposición es libre y gratuita, así que estáis cerca no tenéis excusa para no visitarla.


EL CASTILLO DE ALAQUÀS





Aprovechando la celebración de esta exposición vamos a hablar también del edificio que la ha acogido. El Castillo de Alaquàs es uno de los ejemplos de como recuperar para la población el patrimonio histórico. Algo que por experiencia propia sabemos que no siempre es fácil y no siempre se hace. 

Desde luego es muy recomendable su visita, ya que es uno de los mejores palacios renacentistas valencianos. No hay muchos edificios de esta época, ya que el Siglo de Oro valenciano corresponde con el XIV, y en esta época la hegemonía empieza a desplazarse a otras zonas.

El mundo Lego en el Castillo de Alaquàs


La historia del Castillo de Alaquàs se remonta al siglo XVI. Se construye como residencia para la familia que regentaba el señorío de Alaquàs. Evidentemente no podían vivir en un chamizo cualquiera, si no en un palacio que reflejara su estatus. 

A lo largo de los siglos su titularidad ha ido pasando de familia en familia, hasta que por fin en 2002 el Ayuntamiento aprueba su expropiación con fin de que pasara a titularidad pública y tuviera una función acorde con su importancia. De hecho en 1918 ya fue declarado Monumento Histórico y Artístico, y en 1999 obtuvo la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC). En 2007 sufrió una importante obra de rehabilitación que le daría el aspecto y funcionalidad de la que podemos disfrutar hoy.


MOTIVOS PARA VISITAR EL CASTILLO DE ALAQUÀS




Del Castillo de Alaquàs sorprenden varias cosas. En primer lugar su aspecto exterior. No es fácil encontrar un edificio como este practicamente exento. Muchos palacios se encuentran adosados a otras construcciones. Un ejemplo sería la calle Caballeros de Valencia, donde hay varios palacios adosados, que fueron construídos por las familias nobles valencianas. Es un edificio simétrico, coronado con cuatro torres almenadas en cada una de sus esquinas. Es curiosa que prácticamente no hay ventanas, a excepción de una fila en la planta superior del edificio.

Por otra parte sorprenden las dos arcadas que rodean el patio central. En la planta baja la componen 12 arcos carpaneles (arcos rebajados) sobre unas columnas octogonales, con unos capiteles que apenas son un par de líneas de impostas. Es una solución curiosa, ya que en la primera planta se observa que las arcadas se componen por conjuntos de 3 o 4 arcos apuntados. Aquí se ve mejor que el patio es rectangular y no cuadrado. Quizás sea la perspectiva la que nos engaña en la planta baja. 

Por último, sorprenden los grafitos que se han conservado en varias de las paredes del edificio. Estos se realizaban en ocasiones con afán de notoriedad y con voluntad de perdurar. Otras no, eran garabatos como los que hacemos en una hoja cuando hablamos por teléfono. Claro que entonces ni había teléfonos ni cuadernos para garabatear. 

Ya que estáis, fijaos en los suelos. Se conservan parte de los suelos originales. Cuando estuvimos nosotros estaban cubiertos por un plástico transparente. No es una solución muy ortodoxa, pero sin duda es efectiva para proteger estos históricos azulejos. 

El mundo Lego en el Castillo de Alaquàs


Esta fue una visita muy interesante. En primer lugar por la enorme cantidad de construcciones realizadas con Lego expuestas. Por otro lado por el magnífico edificio que es el Castillo de Alaquàs. Un día completo que estamos convencidos de que repetiremos.