La atención del público general suele ir dirigida, en lo que a museos se refiere, a los más grandes. Esos transatlánticos culturales que cada vez más se están contagiando de esa fiebre de franquiciación que envuelve al mundo. La palabra no existe, pero creemos que se entiende: convertir todo en una franquicia. Al igual que ocurre con las tiendas de ropa o los restaurantes, de vez en cuando hay que dirigir la mirada a propuestas pequeñas y distintas, como el Museo Comarcal de l’Horta Sud, en la localidad valenciana de Torrent.
EL NACIMIENTO DEL MUSEO DE L’HORTA SUD
Las piezas exhibidas son fruto de donaciones de particulares que residen en varios municipios de la comarca. Los objetos se presentan en las diversas habitaciones de la antigua vivienda, convertidas ahora en salas del museo. Además de las que se relacionan con las tareas agrícolas, hay una serie de objetos que remiten a la vida cotidiana en una casa del primer tercio o primera mitad del siglo pasado. De hecho este museo forma parte de la red de museos etnográficos de la Comunidad Valenciana, colaborando con L’Etno, el museo de Etnología de la Diputación de Valencia, que se encuentra en el edificio de la Beneficencia junto al Museo de Prehistoria.
Las salas se distribuyen a través de la planta baja y un primer piso. En el centro hay un patio, alrededor del que se organizarían las distintas estancias, además de servir de corral y caballerizas. Aunque bastante reformado (sobre todo el suelo), sigue manteniendo una esencia muy especial. En verano se debe de estar de lujo, no tenemos pruebas, pero tampoco albergamos dudas. Además, hay un sótano, que alberga la sala de exposiciones temporales.
QUE SE VE EN EL MUSEO DE L’HORTA SUD
La segunda parte sería todo lo relacionado con las tareas agrícolas en el hogar. Porque estos trabajos no se limitaban al campo. Allí se cultivaba y se cosechaba (resumiendo), pero otras muchas labores se realizaban en casa. Porque la casa era vivienda y también lugar de trabajo. Hasta tienda, si se terciaba. A ver si pensabais que eso de trabajar desde casa se había inventado ahora. Pues como todas esas palabras rarunas que nos intentan colar en un fake inglés, y que disimulan una realidad, generalmente triste, que lleva inventada tela de tiempo: coworking, coliving, carsharing, sundrying…
Entre estas estancias se encuentran la cambra, la cámara en castellano, esa habitación donde se elaboraban y guardaban productos para su posterior consumo. Desde vino o aceite hasta embutidos. Otra estancia es la caballeriza, junto al patio y corral. Ahora mismo en el museo se ve un magnífico carro. Y dos bicicletas. Justo al lado, hay un minúsculo espacio, tapado con una cortina y donde únicamente hay un asiento de piedra con un agujero, y bajo una tinaja. Y un clavo donde hay tiras de periódico.
VISITAMOS LA ANDANA
Y una curiosidad bastante interesante. En una esquina de la sala hay una estructura hecha de cañas. Es un criadero de gusanos de seda. Porque la seda era un gran negocio (y lo es). Creo que hoy en día son pocos los niños que crían gusanos de seda. Si en vez de tenerlos en una cajade zapatos con agujeros, los tienes en una estructura dedicada exclusivamente a su cría, puedes tener cientos o miles de capullos de seda. De vez en cuando en el Museo de l’Horta Sud crían unos cuantos. ¿Venderán la seda?
Otra cosa curiosa que se puede ver en la andana son las pinturas y los grafitos que se conservan en las paredes. Lo de grafito queda muy académico. En realidad son cuentas hechas sobre la pared, que curiosamente se han conservado. ¡Con lo fácil que es tener una calculadora!
MÁS ACTIVIDADES EN EL MUSEO
El Museo Comarcal de l'Horta Sud también ofrece una amplia gama de programas educativos para escuelas y grupos de visitantes. Estas actividades incluyen visitas guiadas y talleres interactivos en los que los participantes pueden aprender más sobre la cultura y patrimonio de la comarca a través de la exploración y la experiencia práctica.
También se organizan visitas a espacios en el exterior del Museo. Por ejemplo, han tenido una serie de exposiciones temáticas de los distintos municipios de la comarca, y se complementaban con visitas a esos municipios. Una forma de vivir más de cerca el patrimonio y la cultura.
INFO ÚTIL SOBRE EL MUSEO DE L’HORTA SUD
El horario de apertura varía dependiendo de la época del año. En los meses de junio, julio y septiembre abre de lunes a viernes de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00, a excepción de los festivos. Durante el mes de agosto permanece cerrado. El resto de meses (de octubre a mayo) abre de martes a sábado de 10:00 a 13:00, además de las tardes de los miércoles de 17:00 a 20:00. Los festivos, evidentemente, no abre.
Os recomendamos que hagáis una visita intergeneracional, como se conoce ahora. Esto es, que visitéis este museo acompañados de los niños y de los abuelos. Nosotros nos encontramos en esa generación bisagra que todavía hemos visto algo de ese modo de vida, o al menos nos lo han contado. Nuestros hijos ni por asomo. Para ellos les parece tan lejano como a nosotros un castillo medieval. Y no hace tanto tiempo en realidad.