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miércoles, 18 de enero de 2023

EL PARLAMENTO EUROPEO EN BRUSELAS, LA CASA DE TODOS LOS CIUDADANOS

Bruselas tiene el título honorífico de ser la capital de la Unión Europea. Honorifico por que en ningún documento consta que haya una capitalidad al estilo que podemos entenderla en cualquiera de los estados miembros. Algo similar a Madrid en España o Lisboa en Portugal, por ejemplo. Pero este honor recae en Bruselas al ser la ciudad que aloja varias de las instituciones de gobierno en la Unión Europea. Una es el Parlamento Europeo.

El Parlamento Europeo en Bruselas

Vamos a intentar arrojar un poquito de luz por que la realidad es algo más compleja. En realidad hay dos parlamentos europeos, uno en Bruselas y otro en Estrasburgo. Podemos diferenciarlos, muy someramente, en que Bruselas se dedica a la actividad del día a día y en Estrasburgo se celebran los plenos, una vez al mes. Además, y para acabar de arreglarlo, también hay edificios del Parlamento Europeo en Luxemburgo. ¿Más lío? En nuestra visita nos explicaron que en realidad al cabo del año se celebran 14 plenos al año, 12 en Estrasburgo y el resto en Bruselas. Además en la capital belga se celebran algunos plenos extraordinarios para algún asunto puntual que haya que tratar.


En el viaje a Bruselas que realicé hace unos meses surgió la oportunidad de poder visitar el Parlamento Europeo y nos lo dudamos. Creo que es una buena idea conocer la institución más relevante en la vida de la ciudadanía europea. Esta no es una frase hecha para llenar de bombo y circunstancia este post, la realidad es que más de 2/3 de la legislación que se aplica en los estados de la Unión Europea procede de directivas aprobadas en el Parlamento Europeo y que son de obligado cumplimiento para los países miembros.

EL CONJUNTO DE EDIFICIOS DEL PARLAMENTO EUROPEO


El Parlamento Europeo en Bruselas

Hablar de Parlamento Europeo, así en singular, también se debe de apostillar. Porque en realidad, como se podría suponer, no es un edificio sino un conjunto de edificios comunicados entre sí. Vamos con un dato para empezar: en el Parlamento Europeo trabajan aproximadamente unas 5000 personas. Por lo tanto estamos hablando de un pueblo o un barrio grande de una ciudad. Primera sorpresa, dentro del Parlamento Europeo hay servicios para los trabajadores como bares y restaurantes, pero también supermercados o peluquerías para poder facilitarles un poco la vida.

En total, en Bruselas, hay 17 edificios con una superficie total de más de 650000 m2, unos 650 campos de fútbol en medidas estándar españolas. Están situados al este de las capital belga, en el denominado barrio europeo donde también se encuentran los edificios de otras instituciones europeas como la Comisión, el Consejo de la Unión, o el Consejo Europeo (confieso que no sabría distinguirlos al 100%).


Al conjunto de edificios que albergan los distintos espacios que precisa el Parlamento Europeo para realizar su función, se le conoce como Espace Léopold. Los edificios se empezaron a construir en 1987 y las sucesivas reformas y ampliaciones se han alargado hasta 2008. Son unos edificios muy contemporáneos, de estética high tech, cubiertos de cristal y metal. Un poco en la línea de edificios de Norman Foster, Richard Rogers, Renzo Piano o, de otra manera, Frank Gehry.

El Parlamento Europeo en Bruselas

Los dos edificios principales reciben los nombres de Paul-Henri Spaak y Altiero Spinelli, Dos destacados políticos uno belga y el otro italiano, que trabajaron intensamente por la integración europea y lo que ahora denominamos Unión Europea. Ambos edificios ocupan más de la mitad de la superficie de trabajo del Parlamento Europeo en Bruselas. Otros edificios contiguos se han denominado D4 y D5, aunque han recibido numerosas propuestas para que lleven el nombre de destacados europeístas.

EL INTERIOR DE LOS EDIFICIOS



Como no podía ser de otra manera el interior de los edificios del Parlamento Europeo en Bruselas son absolutamente espectaculares. Al principio nos encontramos con un típico control de seguridad unos accesos bastantes similares al de cualquier edificio de oficinas o incluso una estación o un aeropuerto. Pronto pasamos a edificios con interiores muy abiertos para contrarrestar los espacios cerrados de oficinas y despachos.

Los espacios de trabajo no solo se limitan a oficinas y despachos y al hemiciclo donde se realizan los debates. Sorprende la ubicación de varios sets para las televisiones junto a algunos de los pasillos que intercomunican varias de las zonas de estos edificios. Uno de estos sets es un estudio completo de televisión que puede ser utilizado por cualquier medio de comunicación acreditado, tanto de la Unión Europea como de países ajenos.

El Parlamento Europeo en Bruselas

Es curiosa la relación entre los espacios interiores y exteriores Al ser un conjunto de edificios que tienen que estar comunicados, esto requiere de una arquitectura bastante especial. Uno de los elementos más particulares es una pasarela en forma de Y que "sobrevuela" la gran plaza que se abre frente a la plaza de Luxemburgo. Esta pasarela, ademas de ser un lugar de paso, es una galería de arte con obras contemporáneas de artistas de todo el continente europeo.

Aunque la obra artística más peculiar que se puede encontrar está semi escondida en uno de los pasillos. Corresponde a la representación de Europa como una mujer. Todo su cuerpo son los diferentes países europeos, teniendo el corazón en Bohemia y la cabeza en la Península Ibérica.


Aunque sin lugar a dudas el elemento más representativo es el hemiciclo, que aunque no es el oficial. El Parlamento, recordad, está en Estrasburgo, pero este también tiene su importancia. Los diputados se sientan por grupos políticos de izquierda a derecha respecto a la presidencia en relación con su ideología (los de izquierdas a la izquierda, los de derechas a la derecha). Me resultó curioso ver las numerosas cabinas para los intérpretes en las distintas lenguas europeas. Pero es que son muchas lenguas distintas.

BONUS TRACK: DOS VISITAS MUY INTERESANTES JUNTO AL PARLAMENTO EUROPEO


El Parlamento Europeo en Bruselas

Por si todo este conjunto de edificios no fuera suficiente, os recomendamos un par de visitas más que no se pueden desaprovechar una vez estamos en el Parlamento Europeo.

En primer lugar os aconsejamos encarecidamente que visitéis el Parc Léopold. Se encuentra inmediatamente anexo al conjunto del Espace Léopold. Toma su nombre del primer rey belga. Aunque lo dejaremos aquí, pero también arrastra una leyenda negra, que creemos merecida. El parque es precioso y tiene un lago central que complementa a la perfección con la frondosa vegetación y donde se bañan patos y ocas.

El otro edificio es la Casa de la Historia Europea, un museo que se encuentra en el mismo Parc Léopold. Aquí se repasa (y se resume) la extensa historia, con un punto de inflexión en las dos Guerras Mundiales que supusieron los momentos más trágicos y que llevaron a la idea de que era imprescindible la unión de los países para evitar nuevos conflictos tan sangrientos, especialmente tras la Segunda. La visita dura unos 90 minutos y la entrada es gratuita.

De esta manera se puede conocer la labor que se realiza en una institución vital para nuestras vidas. Es digno de alabar el trabajo de transparencia y difusión de la actividad del Parlamento Europeo que no siempre es conocido por los ciudadanos. La prueba somos nosotros, que todavía no sabemos muy bien diferenciar algunos aspectos. No hace falta ser un enchufado ni nada por el estilo para poder visitarlos, simplemente rellenar un formulario en su página web.


Aunque no nos lo pueda parecer en un principio, pero la visita a estos edificios es realmente interesante. Si además se complementa con el parque Leopoldo y la Casa de la Historia Europea podemos tener una mañana muy completa en una ciudad que tiene bastantes cosas que ver y hacer. No os lo perdáis.

martes, 18 de diciembre de 2018

HAY QUE VISITAR ESTRASBURGO

Lo han vuelto a hacer. El terrorismo ha vuelto a actuar asesinando a cinco personas e hiriendo a otras once cuyo único delito era estar en el momento más inoportuno en el lugar más inoportuno. La sinrazón ha atacado Estrasburgo, una ciudad que simboliza los valores de más profundos de la Unión Europea. Y como a los terroristas les molesta mucho que la gente visite Estrasburgo, disfrute de sus mercadillos de Navidad y se divierta en sus calles, en este artículo vamos a desempolvar algunas fotos de hace años y os vamos a recomendar esta preciosa ciudad, única y exclusivamente porque le va a tocar las narices a los terroristas.


Estrasburgo está situada en el noreste de Francia, en la región de Alsacia. Este territorio, junto a Lorena, fueron disputados por Francia y Alemania durante dos siglos debido a la gran cantidad de recursos naturales que atesoraban, entre otros carbón y hierro. Este detalle nos hará entender porque sus casas típicas tienen un aspecto más cercano a unas construcciones que asociamos a Alemania (con sus características vigas de madera en las fachadas en blanco y negro) que a edificios más "franceses".


Al estar a caballo entre Alemania y Francia, la cultura alsaciana es una rica mezcla de tradiciones de ambos países. Además le valió para que la Unión Europea situara en Estrasburgo su Parlamento, que una vez al mes celebra sesión, revolucionando la vida de esta ciudad. Gracias a la Unión Europea se puede visitar Estrasburgo ya que tiene (o al menos tenía) un programa que subvenciona parte de los gastos de desplazamientos para que los ciudadanos de la U.E. puedan conocer sus instituciones.


¿Qué visitar en Estrasburgo? Vamos a empezar por su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1988. Este centro histórico se halla en la conocida como Grande Île (Isla Grande), formada por el río Ill y otros afluentes, que tras atravesar el centro urbano desembocan en el Rihn (¿acaso hay un río más alemán?) formando frontera natural con Alemania. Durante siglos se han construido canales y presas que han regulado la navegación fluvial, convirtiendo a Estrasburgo en un importante nodo de transporte de mercancías desde la Edad Media. Hoy día es posible realizar un tour panorámico en barco, el conocido como Batorama, que os recomendamos encarecidamente. Dura alrededor de una hora y cuesta 13 € para adultos, 7,50€ para niños entre 12 y 4 años, y gratuito para menores de cuatro.


En la Grande Île encontramos la Catedral de Nuestra Señora de Estrasburgo (sí, hay más Notre Dame además de la parisina) probablemente el monumento estrasburgués más conocido. Construida en estilo gótico flamígero, destaca su única torre-campanario que con sus 142 metros de altura fue durante dos siglos la construcción más alta de Europa. En su amplio interior podemos encontrar su famoso reloj astrológico, una de las atracciones más celebradas de Estrasburgo. Debido a los intensos bombardeos que sufrió la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, la Catedral se encuentra muy restaurada.


Un paseo por las calles que rodean la Catedral nos transportará por varios siglos, en una combinación de tradición y modernidad. Plazas como Kléber, la más característica de Estrasburgo, donde se encuentra su Ayuntamiento o Gutemberg, más recogida y punto de encuentro; calles como la Rue des Grandes Arcades, donde se ubican las tiendas más modernas y de grandes firmas, o la Rue des Orfrèvres o des Hallebardes, más estrechas, repletas de tiendas de lujo y de productos tradicionales como quesos, foie, embutidos, etc. También es muy interesante un recorrido por algunos de sus edificios históricos situados a ambos lados de la ribera del río Ill: la Antigua Aduana (ocupado en parte por un restaurante), el Museo Alsaciano, la Iglesia Protestante de Santo Tomás, el Palacio Rohan, los conocidos como Puentes Cubiertos, o cualquiera de los puentes históricos.


El mes de diciembre es un momento fantástico para visitar Estrasburgo ya que, como en otras ciudades europeas, sus mercadillos navideños inundan las calles y nos invitan a disfrutar de las fiestas que están por venir. Sin duda, y a pesar del intenso frío, es el mejor momento para visitar la ciudad. Aunque como ocurre con otros mercados "tradicionales", algunos puestos están estandarizados y encontramos varios iguales en diferentes zonas de la ciudad, no está de más patearlos para encontrar algunas cosas curiosas.


A las afueras de Estrasburgo se encuentran los edificios epicentro de la actividad de la Unión Europea. Aunque el más representativo es el del Parlamento Europeo, también se encuentran las sedes de otras instituciones importantes como la Corte Europea de los Derechos Humanos, el Comando Central del Eurocuerpo (el ejército multinacional europeo) y el Centro de Información de Europol (la policía europea). También tiene aquí su sede el canal cultural Arte. Evidentemente estos edificios son contemporáneos y tienen una arquitectura muy espectacular. Nosotros tuvimos la suerte de poder visitar el Parlamento Europeo, acudir a una de sus sesiones y ver como se organiza un órgano decisorio que nos parece muy lejano pero que es el más influyente en la vida de los ciudadanos europeos por su capacidad normativa.


Otra de las actividades que no podéis dejar pasar es probar la gastronomía local, representada especialmente por las flambeés, una especie de pizza con crema de leche, queso, cebolla y trozos de bacon. El mejor acompañamiento es una buena cerveza, y no es difícil encontrarlas en Estrasburgo. Os recomendamos visitar una brasserie donde podéis encontrar buenos menús, incluso algunos donde comer y beber tanto como podáis (o puedan servir los camareros) durante un tiempo determinado, normalmente una hora u hora y media. Au brasseur es uno de los más recomendados, muy frecuentado por estudiantes Erasmus, donde elaboran su propia cerveza. 


Por todo esto y mucho más, Estrasburgo bien se merece una visita. Corazón de la Unión Europea, ejemplo de reconciliación y convivencia. Perfecta mezcla de la tradición medieval y de la arquitectura más vanguardista. Disfrutaremos de un paseo cruzando los puentes sobre el Ill, o de una cerveza en uno de sus múltiples bares. Una ciudad perfecta para celebrar la Navidad, algo que sin lugar a dudas les encantará a los niños. Y porqué no, es una celebración de la vida, de nuestra libertad. Viajad, y si podéis ir a Estrasburgo, mejor.