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jueves, 9 de agosto de 2018

LOS PINARES DE RODENO, UN AFORTUNADO DESCUBRIMIENTO

Buscando la definición de “rodeno” (por eso de documentar el artículo) he encontrado varias acepciones. La primera se refiere a una piedra arenisca roja. Os sonará porque son las rocas de las que se extraen las losas que sirven para las sendas de los jardines, que tienen incrustaciones de cuarzo y feldespato que hace que brillen. También se refiere a un pino (Pinus pinaster) cuya corteza es áspera y tiene un tono rojizo. Por último, rodeno define al color “que tira a rojo”. Estas tres definiciones casan a la perfección con el paisaje protegido de los Pinares de Rodeno, que se encuentra entre los municipios de Albarracín, Gea de Albarracín y Bezas, en la provincia de Teruel.


Gracias a las piedras areniscas rojas el paraje de los Pinares de Rodeno forma un paisaje singular y muy sorprendente, sobre todo si no lo has buscado a propósito, como nosotros. Os cuento: fuimos a visitar Albarracín y en la oficina de información turística la chica que trabaja allí, ante la larga cola que aguardábamos para preguntar por nuestras cosas y, seguramente un poco cansada de responder lo mismo todos los días, nos aconsejó escuchar lo que explicaba a quien nos antecedía, no fuera que tuviéramos la misma duda. Una pareja preguntó sobre las pinturas rupestres que hay en la zona y se deslizaron las palabras mágicas: área recreativa. Como llevábamos picnic podía ser un buen lugar para comer. Vaya si lo es.

Como ya se hacía la hora de comer, íbamos con los niños, y el sol caía a fuego, fuimos con el coche, pero hasta el Área Recreativa del Navazo (donde finalmente comimos) hay unos 4 km desde Albarracín, una distancia que puede ser perfectamente recorrida a pie. De hecho hay una serie de rutas para recorrer a pie de las que luego os hablaremos. Hay una carreterita que comunica las tres poblaciones en las que se encuentra este espacio. Aunque en algún momento la señalización indica que es un camino forestal, está perfectamente asfaltado. Es más, es un recorrido muy recomendable, ya que las vistas son espectaculares, con rocas que sobrevuelan el asfalto, o curvas que esquivan peñas.


Llegar al Área Recreativa es muy fácil ya que saliendo desde Albarracín, a nuestra derecha veremos unas estructuras de madera en el aparcamiento para dar sombra a los vehículos. Debido al paso de peatones por aquí hay unos resaltos, por lo que es fácil distinguirlo. Unos 700 metros antes se encuentra la fuente del Cabrerizo, no hagáis como nosotros y confundáis esto con el área recreativa. 


El área recreativa del Navazo tiene los equipamientos básicos: mesas hechas con rodeno y bancos para poder comer, un parque infantil con juegos (antes los llamábamos columpios, así en general), y un recinto cerrado para barbacoas. Nosotros no vimos ningún tipo de limitación, por lo que entendimos que al estar cerrado se puede realizar fuego en cualquier época del año. También hay un pequeño centro de interpretación, pero estaba cerrado. Creemos que haría falta algún tipo de servicio higiénico, ya que encontramos algunos “restos orgánicos humanos” detrás de las rocas cercanas al merendero.


Lo primero que sorprende es la cantidad de arena roja que hay. Esta arena es la que se usó para construir muchas de las casas de Albarracín, de ahí su peculiar color rojizo. Que haya tanta arena se debe a que esta zona hace unos 200 millones de años se encontraba bajo del mar y la arena se compactó formando rocas areniscas que la lluvia y el viento han ido erosionando, desgajando arena de estas piedras. De esta manera se ha modelado un paisaje que sorprende mucho, tanto por las formas redondeadas y caprichosas, como por el color rojo intenso. Se han formado algunos cañones que se pueden disfrutar desde varios miradores, o recorriendolos a pie.

Estas formaciones rocosas se entremezclan con frondosos bosques, fundamentalmente de pinos rodenos, aunque también se pueden apreciar robles, carrascas y vegetación baja, en forma de matorrales como el brezo o la jara. En este espacio podéis imaginar que habita numerosa fauna. Nosotros vimos algunas especies de aves que no pudimos identificar por desconocimiento, pero os aseguramos que no eran águilas u otra rapaz, que las hay. Hay ardillas, gatos monteses, jabalíes, corzos, ciervos, etc., pero no vimos nada. Para compensar vimos una lagartija, muy bonita, eso sí.


Desde el área recreativa parte un sendero perfectamente pavimentado que nos lleva a diferentes abrigos y cuevas donde se han localizado manifestaciones de arte rupestre. Llegar, por tanto, es muy fácil. Nosotros vimos las más cercanas, las conocidas como la Cocinilla del Obispo. En este abrigo se pueden divisar varios toros pintados en color negro o pardo. No son las únicas, y hay varios conjuntos de pintura como los del Prado del Navazo, Doña Clotilde o la mencionada de la fuente del Cabrerizo. Además de animales, hay escenas de caza o vida cotidiana. Estas pinturas están incluidas en el conjunto del arte rupestre del arco mediterráneo en la península ibérica declarado Patrimonio de la Humanidad, igual que el conjunto de La Sarga, y que actualmente es protagonista en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) de la exposición “Rupestres. Los primeros santuarios”.


Muchos de estos abrigos están conectados por el sendero que os hemos comentado anteriormente, que mide unos 2 km. y es circular. Es el denominado S-2. La ruta que conecta Albarracín con el área recreativa del Navazo es la S-1, y ya os hemos comentado que son unos 4 km. Existen otras rutas senderistas que recorren los Pinares de Rodeno, con distancias que van de los 4 a los 14 km., y distintas dificultades. En cualquier caso, siempre debéis de realizar éstas con calzado y ropa adecuadas, y llevar siempre algo de ropa de abrigo (incluso en verano), agua y un teléfono móvil, por si surge una emergencia. Además una gorra o gorro y protección solar nunca está de más. Podéis encontrar más información sobre las rutas senderistas, y los Pinares de Rodeno en general en el siguiente enlace: http://www.rednaturaldearagon.com/paisaje-protegido/paisaje-protegido-de-los-pinares-de-rodeno/


Realmente los Pinares de Rodeno es un paraje precioso que os invitamos a descubrir. Aúna naturaleza, práctica deportiva, cultura y paisajes impresionantes. Es un lugar perfecto para pasar el día… o varios días. Para nosotros fue un descubrimiento casual, casi por necesidad, y quedamos cautivados. Y es que los mejores planes son aquellos que surgen espontáneamente.

jueves, 12 de julio de 2018

HEMOS VISITADO RUPESTRE, LOS PRIMEROS SANTUARIOS, LA NUEVA EXPOSICIÓN DEL MARQ


En 1998, en la XXII sesión del Comité Patrimonio de la Humanidad, celebrada del 30 de noviembre al 5 de diciembre en la ciudad japonesa de Kioto, se decidió declarar Patrimonio de la Humanidad al conjunto del arte rupestre del arco mediterráneo de la península Ibérica. Al cumplirse el vigésimo aniversario de esta declaración, el MARQ,el Museo Arqueologíco de Alicante, ha inaugurado su gran exposición anual.


Tomando este aniversario como excusa, y el arte rupestre como hilo conductor, Rupestre. Los primeros santuarios repasa la vida de los habitantes de los territorios de Alicante (y otros cercanos) durante la prehistoria. En la provincia de Alicante se encuentran varios de los abrigos con pinturas rupestres más importantes del conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad, como Pla de Petracos en Castell de Castells, Barranc de L'Infern en Vall de Laguar, las pinturas de Benirrama, o La Sarga entre Alcoi y Jijona, un conjunto del que ya os hablamos. 


Como es habitual en las exposiciones temporales del MARQ, la muestra ocupa las tres salas dedicadas a este tipo de exposiciones, con paneles explicativos en el pasillo que comunica las salas. Estos paneles contextualizan tanto el arte rupestre, la importancia de la declaración como Patrimonio de la Humanidad, o rinden homenaje a los profesionales que descubrieron, estudiaron y siguen investigando el arte rupestre e intentan poner luz a unas manifestaciones de las que sabemos poco acerca de porqué las realizaron o que significan, ya que la falta de pruebas escritas hace muy difícil su interpretación real, y debemos de ceñirnos a las hipótesis que plantean los historiadores.

Técnicamente la exposición vuelve a ser una maravilla, estéticamente espectacular. En la línea de anteriores exposiciones como Mayas. El enigma de las ciudades perdidas, o Vikingos. Guerreros del Norte. Gigantes del mar, donde la escenografía nos permite una experiencia más inmersiva, te hace sentir como un investigador al entrar por primera vez en una cueva o ver por primera vez una pintura, y cada sala se individualiza para que el tema tratada sea mucho más comprensible. Un 10 al diseño.


La primera sala imita el interior de una cueva. Aquí tratan acerca del arte paleolítico, sobre todo a través de piezas y pinturas que se han hallado en el centro o el norte de España. De esta época son los famosos bisontes de la cueva de Altamira, por ejemplo. En el tiempo es anterior al arte rupestre levantino. A través del arte se recorren diversos aspectos de la vida en el Paleolítico, desde la caza hasta los ritos funerarios, ya que se empleaban muchos objetos decorados. La procedencia de las piezas hace que se pueda comparar las recreaciones que se realizaban en el mismo periodo en distintos puntos, con culturas distintas. Al final de la sala se recrea un fragmento de la Cova Fosca, ubicada en la localidad alicantina de la Vall d'Ebo, donde se hallaron escenas de caza y animales grabados en la roca, que no pintados.

En la sala 2 ya se centran en las pinturas rupestres localizadas en distintos abrigos que se han encontrado en la provincia de Alicante, y en su estilo más característico: el arte macroesquemático, presente en los abrigos del norte de Alicante y sur de Valencia. Precisamente la sala recrea uno de estos abrigos. En la entrada de la sala se muestra un audiovisual en el que se recrea la fabricación de un vaso de cerámica con decoración cardial, es decir, decorado con una serie de dibujos, generalmente geométricos, realizados con la concha de los berberechos. Uno de estos vasos se decoró con un orante, una figura que también aparece en las pinturas rupestres de abrigos como Pla de Petracos. Sorprenden la muestra de calcos, es decir, hojas de papel vegetal o de plástico transparente donde los investigadores realizaban una copia exacta de las imágenes sin tener que extraerlas ni aplicarles cualquier otra técnica invasiva.

La tercera y última sala aborda el arte esquemático. Visualmente es impactante, ya que rompe con la línea de las anteriores salas, siendo como una especie de hojas de papel gigante que cuelgan del techo, en clara referencia a los papeles utilizados por los investigadores. Vemos nuevos calcos, el primero y que abre la sala el del yacimiento de La Sarga. Se hace referencia a un momento clave, el robo de una escena en Benirrama (Vall de Gallinera) donde unos expoliadores arrancaron la pintura con ¡¡¡una radial!!! Estremece ver la foto donde se ve el hueco que dejaron en la roca. Esta sala les gustó mucho a mis hijos. Entre otras cosas porque se exponen los pigmentos base, y redescubrieron que con carbón, tierra o minerales como ocre y un poco de agua pueden pintar.
Al final de la sala se muestran un par de audiovisuales, uno protagonizado por el artista mallorquín Miquel Barceló y otro que explora la creación de una de las obras de Pablo Picasso, visualizando la relación entre el arte contemporáneo y el arte prehistórico, ya que éste, curiosamente, es fuente de inspiración para muchos artistas de vanguardia.

Si leísteis nuestro artículo sobre la exposición de los Mayas recordaréis que hablábamos de las piezas tiflológicas, es decir, esas que permiten mediante manipulación que los invidentes “vean” la exposición. Esta vez no se limitan a copiar piezas, si no que representan en relieve las imágenes de las escenas pintadas en las paredes o hacen un negativo de placas grabadas, de esta manera se pueden tocar las marcas incisas. Ni que decir tiene que mis hijos no se dejaron un solo relieve sin tocar.

La exposición se inauguró el pasado 5 de julio y permanecerá abierta hasta principios de enero de 2019. No, no vamos a hacer tarde, que nos conocemos y al final todo son prisas (ya sabéis lo que pasa en Navidad con los regalos…). Es más, estamos seguros de que volveremos. Además te entra el gusanillo por visitar (o seguir visitando) los yacimientos donde se encuentran las pinturas rupestres.
Ya sabéis que la entrada general cuesta 3 euros, reducida a 1,50 para familias numerosas, además de estudiantes , poseedores de Carnet Joven y jubilados, pensionista o mayores de 65. Además entrada gratuita para los menores de 16 años si van acompañados de sus padres. El MARQ abre sus puertas de martes a domingo a partir de las 10:00, variando la hora de cierre dependiendo de la época del año, no dudéis de consultar su web.

Bola extra: en el hall de entrada del MARQ se expone hasta septiembre, dentro de la muestra “Los pilares del reino”, un capitel gótico de muy bella factura que encontraron en las excavaciones que realizan en la pobla medieval de Ifac (Calpe).

jueves, 3 de mayo de 2018

VIAJANDO 7.000 AÑOS AL PASADO EN LA SARGA

En el término municipal de Jijona, en el interior de la provincia de Alicante, a los pies de la Sierra de La Carrasqueta, en la pedanía de La Sarga, se encuentra un magnífico conjunto de pinturas rupestres que datan de hace unos 7.000 años. 



En 1951 se descubrieron las pinturas de La Sarga en unos abrigos rocosos. Como bien puntualizó el guía, en ese año se descubrieron "científicamente" aunque es probable que se conocieran con anterioridad ya que en uno de los abrigos hay restos de hogueras que habrían hecho pastores que se resguardaban en la zona. El conjunto está incluido entre las pinturas rupestres del arco mediterráneo de la Península Ibérica (que abarcan desde Andalucía hasta Cataluña, pasando por Murcia, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Aragón) que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.

Aprovechamos una de las jornadas de puertas abiertas que realizan para conocer estas pinturas rupestres, ya que aunque hace tiempo que habíamos pensado en visitarlas, un tuit nos puso en la pista y no nos lo pensamos. Estas jornadas de puertas abiertas se realizan el primer y tercer domingo de cada mes a las 10:30, 11:30 y 12:30. No es preciso inscribirse previamente, son gratuitas y las realiza un guía.


Llegar es bastante fácil. Recomendamos ir por la A-7 y tomar la salida 452 (si vamos en dirección Alicante) o 453 (si vamos dirección Alcoi / Valencia), coger la CV-800 dirección Jijona y desviarnos en la indicación La Sarga. Con el coche podremos acceder hasta unos 300 metros de los abrigos. El resto del camino hay que hacerlo andando. IMPORTANTE: Es una senda en la montaña, es imprescindible llevar calzado adecuado (botas de trekking o zapatillas deportivas) y ropa cómoda. No está de más llevar un bastón de apoyo porque el terreno es bastante escarpado.

La visita guiada es muy didáctica y amena, y el guía que la realizó, Rubén, hizo una contextualización magnífica del Neolítico, de las condiciones de vida del momento y de lo que pudo suponer La Sarga para aquellos habitantes. Nuestro hijo mayor (8 años) no perdió detalle, nuestra hija (6 años) se llegó a aburrir un poco, y el peque (2 años), bueno, a su bola. Se visitan dos abrigos, que contienen diferentes escenas, realizadas en diferentes momentos (se sabe porque hay pinturas superpuestas) y en diferentes estilos. Se cree que La Sarga era un santuario donde acudían pueblos neolíticos que habitaban los valles cercanos (este lugar se encuentra a medio camino entre los valles de los ríos Serpis y Vinalopó) para realizar rituales, ofrendas, actos religiosos, ritos de iniciación en la vida adulta, etc.


Como ya hemos mencionado anteriormente, las pinturas se encuentran en abrigos, es decir, en oquedades de la roca y no en cuevas como en el caso de Altamira. Esto supone que son más vulnerables a la acción de los elementos y de los humanos. Esto refuerza la teoría de que sería un santuario, ya que no es un lugar donde residiría un pueblo (además, no hay espacio físico para vivir).

Encontramos tres tipos de estilos: Arte Levantino (el más antiguo), arte esquemático y macroesquemático. Las escenas representan escenas de caza con arqueros abatiendo ciervos, escenas de recolección con árboles de los que caen fruto, o a los que se está vareando para que caigan, escenas de la vida cotidiana (es muy curiosa la escena de los/as dos infantes que escuchan sentados a un adulto, a mis hijos fue la escena que más les gustó, tanto que se fotografiaron junto a las figuras), o los orantes y figuras serpentiformes que definen el macroesquemático.


Ver estas pinturas es muy emocionante, nos conecta con esos seres humanos que vivieron hace miles de años. El guía insistió en la idea de que los miembros de aquella sociedad no eran ni más tontos ni menos inteligentes que nosotros, vivían en una época muy distinta a la nuestra. Tras 7.000 años nuestras sociedades, a pesar de los adelantos tecnológicos, no difieren tanto. Tuve esa misma sensación en Pompeya, la historia te pone en tu sitio demostrando que no somos tan geniales como creemos.

Para los niños esta visita es muy chula y después en casa pueden imitar la técnica pictórica. Las pinturas (en general) tienen dos componentes, los pigmentos, es decir, los componentes que le dan el color y un aglutinante, una sustancia donde se adhieren los colores y que hace posible el empleo de la pintura. En este caso los pigmentos se obtienen de distintos tipos de tierra (todos los tonos de ocres y marrones), óxido (tonos rojizos) y carbón (negro), mezclándolos con grasa animal o vegetal. Para pintar empleaban los dedos o pelos de animales (como los pinceles actuales) para los trazos más finos. En casa tenemos una piedra plana pintada por mis hijos con tierra y agua en un taller que dos años después mantiene el dibujo.


Por si fuera poco el entorno natural ofrece la oportunidad de avistar aves rapaces y con suerte algún venado o cabra montesa. De estos animales vimos algunos restos. Además la vía verde que parte de Alcoy llega muy cerca de La Sarga, con lo que podremos disfrutar de un día muy completo.