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martes, 19 de diciembre de 2023

DESCUBRIMOS EL ÁREA RECREATIVA DE LA FUENTE DE LOS 50 CAÑOS EN SEGORBE

Cuando visitamos cualquier destino nos gusta saber donde están las áreas recreativas. Bien porque programamos comer o merendar ahí, porque surge un picnic por sorpresa o porque son buenos lugares para parar y descansar por un rato. Hemos dedicado unos cuantos artículos en este blog a esta temática, por lo que los habituales ya lo sabréis más de que sobra. Para no faltar a nuestra costumbre, cuando visitamos la ciudad de Segorbe descubrimos el área recreativa de la Fuente de los 50 caños.

Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

Esta área recreativa se encuentra a las afueras de este municipio castellonense. Es un espacio natural a orillas del río Palancia, que atraviesa el término municipal de la población y fue uno de los motores de su progreso, ya que permitió que se pudiera desarrollar la agricultura de regadío y, posteriormente, una industria que incluyó talleres artesanos de curtido de pieles y tintados, negocios para los que el agua es imprescindible. 

Qué encontramos en el área recreativa de la Fuente de los 50 caños



El área recreativa de la Fuente de los 50 caños no es un espacio excesivamente amplio, al menos a la vista, ya que se desarrolla en una franja estrecha aunque alargada, con una carretera local a un lado. A pesar de esto cuenta con el equipamiento suficiente para poder pasar un buen rato. Tiene una serie de mesas de picnic con bancos adosados. Este mobiliario está fabricado en distintos materiales. Los hay de metal, los hay de madera y, por último, los hay de piedra. Tanto los de metal como los de piedra nos aseguran su perdurabilidad, a salvo de los vándalos que suelen fastidiarnos a todos. 

Hay que destacar que esta área recreativa tiene juegos infantiles. Si nos seguís con cierta asiduidad (gracias, que no lo decimos lo suficiente), sabréis que este es un criterio para que le demos a un espacio de este tipo una buena puntuación. Pero no es el único.

Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

Por desgracia esta área recreativa carece de zona de paelleros o barbacoa, es decir, no podréis cocinar nada. Teniendo la precaución de llevar picnic no habrá ningún problema. Este servicio, junto al de la carencia de baños públicos, es el gran punto flaco de esta zona recreativa, que por lo demás tiene casi lo básico y un poco más.

Es de destacar la gran cantidad de plazas de aparcamiento que existen en esta zona. No es para menos, ya que prácticamente la única manera de llegar hasta esta área recreativa es con vehículo particular. Para llegar, hay que desplazarse hacia el norte de la localidad, por la carretera N-234 y desviarnos en la rotonda que indica "fuente", así, sin más. En aproximadamente un kilómetro encontraremos la fuente (la de los 50 caños, claro) y el área recreativa anexa.

La fuente de los 50 caños




¿De dónde toma el nombre esta área recreativa? Pues evidentemente de una fuente que se encuentra junto a la zona de sillas y mesas. Por una vez, y sin que sirva de precedente, el nombre no es una exageración. Efectivamente, la fuente tiene 50 caños. Esto es porque homenajea a las cincuenta provincias españolas.

La fuente está configurada en una pared de ladrillo y piedra con unas especie de pilastras que dividen la pared en cinco paños. En cada uno de estos paños o partes, se sitúan los caños, diez por cada una de las partes hasta completar los cincuenta. Además, sobre cada uno de los 50 caños se ha colocado el escudo de una provincia en bronce, ordenados de forma alfabética. En el centro, destacando el estar más elevado, se encuentra el escudo de Segorbe.

Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

La fuente no siempre fue como la vemos hoy en día. Durante la dictadura de Primo de Rivera se arregló un espacio más natural para convertirlo en una fuente con los famosos cincuenta caños que desembocaban en una pileta, como tal y como lo vemos actualmente. Esta reforma suprimió unas zonas de baños que los habitantes de Segorbe aprovechaban para refrescarse en verano. Pero fue en 1977 cuándo se remodela la fuente para añadir los escudos de bronce de cada una de las provincias de España. Es entonces cuando la fuente adquiere el aspecto actual.

Este lugar está bastante frecuentado por los segorbinos y segorbinas que quieren refrescarse en días de calor. Para eso aprovechan las sombras de los árboles que han crecido, ya que el baño está prohibido. También pueden disfrutar del restaurante que se encuentra junto a la fuente. De hecho, frente a la fuente se sitúa la terraza de este bar. 

Prohibido bañarse



Uno de los motivos (el principal, realmente) por los que escogimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños de Segorbe fue por el siguiente pensamiento lógico: estamos en verano, hay un área recreativa junto a un río, seguro que nos podemos bañar. Aunque en nuestra cabeza sonaba espectacular, la realidad fue muy distinta. En este tramo del río Palancia está prohibido el baño. Aunque lo hubiéramos intentado de extranjis habría sido imposible acceder al río y mucho menos, si es que te atreves a entrar, encontrar una forma de salir.

La única actividad permitida en este tramo del río es la pesca. Fundamentalmente truchas. Pero no se puede ejercer de forma libre, si no solicitando los pertinentes permisos al club de pesca que gestiona esta actividad. El contacto es el Club Deportivo de Pesca de Segorbe, y el trámite se puede solicitar en la Sociedad de Pescadores La Diana Segorbina o bien en los Servicios Territoriales de la Conselleria de Medio Ambiente. 

Por lo demás nos queda disfrutar de la calma y la tranquilidad de este paraje. Aunque hay una urbanización muy cerca no notamos excesivas molestias ya que el tráfico, al menos cuando estuvimos nosotros, no era muy intenso. A pesar de todo no conviene despistarse, sobre todo con los niños, para no tener un disgusto con la carretera.

Los enormes árboles que rodean el área recreativa de la fuente de los 50 caños de Segorbe proporcionan una sombra muy agradable. En su mayoría son falsas plataneras que ya han adquirido un considerable tamaño. Aunque también hay otras especies de árboles como los pinos, más autóctonos de la Comunidad Valenciana.

Punto de partida para visitar Segorbe


Descubrimos el área recreativa de la fuente de los 50 caños en Segorbe

Aunque esta área recreativa no entraría entre nuestro top de favoritas sí que tiene equipamientos básicos para visitarla cuándo estemos cerca de la ciudad de Segorbe. Es cierto que la carencia de baños es importante pero se puede solventar en algunos horarios con el restaurante que se encuentra aquí mismo.

Respecto a la visita a la ciudad de Segorbe ya os contamos en otro artículo en este blog todo lo que podéis encontrar. Una ciudad llena de historia que se refleja en vestigios como su muralla, el castillo en lo alto de una colina que domina el municipio, su curiosa Catedral o su arrabal. Una localidad que no defrauda y que tiene mucho que ofrecer.


Ya sabéis, si os encontráis por esta zona de la provincia de Castellón, esta área recreativa es un buen lugar para tomar un respiro y descansar durante la visita. ¿La conocéis?

martes, 8 de agosto de 2023

SEGORBE, DONDE EL TIEMPO DEJÓ SU IMPRONTA

Es interesante visitar lugares que se sientan orgullosos de su historia, de su pasado y que lo conserven y protejan. También, que sepan honrar a aquellas personas que han llevado el nombre de su población lejos, más allá porque lo más común es que nadie sea profeta en su tierra. Por ese motivo nos gustó Segorbe, porque sabe mirar atrás en el tiempo y agradecer a quienes estuvieron aquí antes que nosotros.

Segorbe, donde el tiempo dejó su impronta

Segorbe se encuentra en el primer interior de la provincia de Castellón. Por autovía (A-23, Autovía Mudéjar) está apenas a menos de 40 kilómetros del mar. Las sierras de Espadán y Calderona escoltan el término municipal de Segorbe, mientras que el río Palancia atraviesa la población camino del mar Mediterráneo. Esta situación fue clave para que desde la antigüedad hubiera asentamientos humanos en este punto.


LA VISITA A SEGORBE



Iniciamos nuestra visita en la oficina de turismo, donde nos ofrecieron muy buena información. Sobre todo el consejo para descargar la app turística oficial de Segorbe, que está muy bien y nos ayudó un montón. Otra razón es que en el subsuelo hay un parking público que los fines de semana es gratuito, ¡y en pleno centro!

Teníamos intención de visitar alguno de los museos que hay en Segorbe pero ninguno, a excepción del Museo de la Entrada de Toros y Caballos que se encuentra en el mismo edificio de la oficina de turismo, estaba abierto. Cosas de las tardes de verano. 

Hay que detenerse un segundo en la Entrada de Toros y Caballos, ya que es el acto más importante de las fiestas de Segorbe, que se inician el último sábado de agosto y duran dos semanas. Las Entradas se celebran durante la segunda semana a las 2 de la tarde y está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. A pesar de todo, y aunque era el único museo abierto, el tema no nos interesaba demasiado, por lo que declinamos entrar.

La visita continuó por la plaza del Agua Limpia. Es un nombre curioso, más si tenemos en cuenta que es una de las más importante de la localidad, ya que aquí se encuentra el Ayuntamiento. El viene de que, antiguamente, a partir de este punto había talleres de curtidores de piel y de tinción textil, por lo que los vertidos de estos negocios ensuciaban el agua.


LOS MONUMENTOS DE SEGORBE


https://www.youtube.com/watch?v=2-Ote8eZ7OI

El primero de los monumentos que vimos en la visita fue el Ayuntamiento. El edificio fue construido en el s. XVI como residencia de los duques de Segorbe y Medinaceli (ojo con la casa). El municipio lo compró y reformó en el s. XIX. Fijaos, además, en las dos fuentes que hay en la plaza. Una justo enfrente de la entrada del Ayuntamiento y otra en un extremo de la plaza, tal vez más antigua.

Continuamos la visita a través de la calle de Julio Cervera, otro de los prohombres segorbinos, para llegar al cruce con la calle Colón. Esta es la vía en la que se ejecuta la Entrada de Toros y Caballos. Cruzando nos adentramos en lo que antiguamente era la parte intramuros de la ciudad. En este tramo de calle hay varios de los edificios más representativos de Segorbe: las criptas de la Catedral y el (antiguo) Seminario. Y es que Segorbe fue un importante centro religioso durante siglos.

Al final de la calle vemos la plaza de la Cueva Santa, que en unas semanas transformará su fisonomía debido a las fiestas. Durante el resto del año es centro neurálgico de celebraciones y el lugar donde semanalmente tiene lugar el mercadillo, que es otro ritual laico y social.


A media calle hemos visto el arco de la Verónica. Su aspecto lo delata como una de las antiguas puertas de la muralla, que permitía el acceso (y la salida) a la villa. Por el interior una recreación del paño de la Verónica con el rostro de Jesús da nombre a esta entrada. Atravesamos el arco de piedra e inmediatamente el urbanismo cambia. Son calles estrechas, retorcidas y serpenteantes, herederas del pasado andalusí de la villa. Hoy tienen un planeamiento racional más que el crecimiento natural que la localidad fue viviendo a lo largo de los siglos.


DENTRO DE LAS MURALLAS


https://www.vacacionesnumerosas.com/2018/06/morella-recomendaciones-para-toda-familia.html

Tras atravesar el arco de la Verónica giramos a la izquierda y sus calles nos llevan a rodear la Catedral. Sí, Catedral, porque Segorbe fue la sede de la diócesis durante siglos. De ahí su importancia religiosa y que a muy poca distancia encontremos un Seminario.

Vamos siguiendo los muros de la Seo hasta llegar a su fachada. Ésta se abre en lo que suponíamos un lateral, frente a una pequeña plaza. Es una fachada muy sencilla, con muy pequeños elementos decorativos. Las cercanas murallas no permitieron mucho más espacio para construir y sus arquitectos tuvieron que trabajar con el espacio que había. Llama la atención el campanario que tiene una planta irregular. También nos sorprende ese pasillo en voladizo sobre un arco que ejerce de puerta y que conecta la Catedral con los edificios en la otra parte de la plaza. Frente al arco unas escaleras cuyos escalones se suben de dos en dos pasos.


Volvemos atrás sobre nuestros pasos para seguir por el casco histórico de Segorbe. Pasamos junto al Museo de Personajes Ilustres Segorbinos. Estaba cerrado. Ya hemos comentado al principio que nos gustó que homenajeen a aquellas personas nacidas en Segorbe y que destacaron en sus campos. Nuestra siguiente parada está a la vuelta de la esquina. 

Se trata de la torre de la Cárcel. Junto a la torre del Botxí (del verdugo), testigos de la antigua muralla de Segorbe. Es una torre de planta circular, que por su parte trasera nos recordó a las Torres de Serranos de Valencia. Se sitúa junto al portal de Teruel, y servía para proteger esta entrada a la villa. Hace siglos albergó celdas, de ahí su nombre.


FUERA DE LAS MURALLAS DE SEGORBE


Segorbe, donde el tiempo dejó su impronta

Remontamos los últimos metros de la calle Colón para llegar a otro de los monumentos más representativos de Segorbe. Se trata de su acueducto. Sus arcos ojivales (apuntados) nos recuerda a otros ejemplos de acueductos más o menos contemporáneos a éste. En primer lugar pensamos en Morella, localidad que se encuentra en el norte de la provincia de Castellón, y el acueducto que se levanta a las afueras. También nos viene a la memoria la localidad valenciana de Alpuente, que visitamos hace algún tiempo. Por último, no podemos dejar de recordar el acueducto de los Arcos que se encuentra en Teruel, que se conecta con Segorbe a través de la Autovía Mudéjar. 

Nos llama poderosamente que falte un arco, pero entendemos que son cosas del “progreso”, que la necesidad de abrir la carretera nacional hizo que se tuviera que derribar. Un canal de hierro permitió que el agua siguiera llegando a los barrios de Segorbe. A los pies de un arco se ve un tramo original de ese canal. También a pie de acueducto está el museo de Arqueología y Etnología de Segorbe, que en su fachada tiene una inscripción conmemorativa a Carlos IV. Este punto también es el lugar donde se colocan los corrales para los toros que esperan antes de la entrada.

Seguimos los arcos del acueducto y dejamos atrás la torre del Verdugo, para, siguiendo la muralla, tomar el paseo (no es peatonal, cuidado con los coches) que nos permite una primera vista de los paisajes que rodean Segorbe. Vamos a encontrar un fantástico mirador junto a los arcos de Argen, que son los posibles restos de un espacio defensivo de origen andalusí.


ENTRE LA LUNA Y LA ESTRELLA



Volvemos a adentrarnos en la antigua ciudadela de Segorbe. Tras atravesar la plaza de la Judería, y camino del Castillo de la Estrella, que corona la población, encontramos la plaza de las Monjas. Aquí encontramos la iglesia de San Martín, un magnífico edificio. La plaza es fresca, y como el día es bastante caluroso nos sentamos un rato a descansar en uno de los bancos antes de que afrontemos la última parte de la visita. 

Nos acompaña en nuestro descanso el busto de María de Luna, que fue señora de Segorbe y reina de Aragón tras su matrimonio con Martín I de Aragón. Perteneció a una familia ya emparentada con la realeza, aunque los Luna fueron una casa destacada. El miembro más conocido fue Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna, que coincidió en su papado con el reinado de María.  

Por si nos quedaba alguna duda, las calles vuelven a ser estrechas y se adaptan al terreno con constantes cuestas, tanto de subida como de bajada. Dejamos de lado el Museo del Aceite, una antigua almazara, para tomar la plaza del Ángel en dirección al castillo de la Estrella. En esta plaza la banda municipal (o una de las bandas) está ofreciendo un concierto. Al cabo de un rato, bajando del castillo de la Estrella volveremos a pasar por aquí, en el preciso momento que interpreten el tema principal de la banda sonora de "El viaje de Chihiro". ¡Qué maravilla!


FINAL DE TRAYECTO


Segorbe, donde el tiempo dejó su impronta

Menos mal que hemos descansado un poco, pensamos, porque el castillo de la Estrella se levanta sobre el empinado cerro de Sopeña que domina todo Segorbe. Las rampas nos indican donde está la entrada a esta fortaleza. Su importancia estratégica no casa con su historia, ya que desde el s. XV fue progresivamente abandonado. De su interior apenas se conservan restos, ya que se utilizó como “almacén” de material de construcción. El muro exterior y las torres que protegían los vértices se reforman para las II Guerras Carlistas. Su nombre, probablemente, proceda de esa forma tan característica de bastión con ángulos adelantados para mejorar la defensa.

Los pinos nos dan algo de sombra y la brisa nos ayuda a minimizar la sensación de calor. En varias de las torres corroboramos, una vez más, que es imposible creernos los más listos del universo, que hace siglos ya sabían hacer muy bien las cosas. La pena es que desde aquí no se ve el mar, pero que le vamos a hacer, hay imposibles a los que nos debemos enfrentar.


Y de esta manera hemos acabado, prácticamente, nuestra visita a Segorbe. Creíamos que nos quedaba una largo paseo callejeando por el casco histórico hasta llegar al coche, y en unos minutos ya hemos llegado a la calle Colón. Volviendo al coche comentamos que es una pena que los museos estuvieran cerrados. Pero es una excusa perfecta para volver a Segorbe. Y lo haremos.