Una de las experiencias más interesantes que podemos vivir con los niños es visitar lugares que recuperan oficios que han desaparecido o están cerca de desaparecer. No solo por ese romanticismo nostálgico de pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, si no precisamente para mostrar que, con sus fallos y carencias, en la actualidad vivimos mucho mejor de lo que lo hacían en el pasado. Esa es una de las razones que convierten al Parc Miner del Maestrat en un lugar ideal que visitar con nuestros hijos.
Nos vamos a adentrar en el interior de la provincia de Castellón en una zona de duras condiciones, veranos calurosos e inviernos
gélidos. La comarca del Maestrat, que es la parte en la Comunidad Valenciana del Maestrazgo, guarda mucha historia y sobre todo mucha memoria.
LLEGAMOS AL PARC MINER DEL MAESTRAT
Para llegar al Parc Miner del Maestrat no hay más remedio
que hacerlo con un vehículo privado, ya sea propio o de alquiler, ya que está en
un lugar accesible pero bastante apartado de los dos pueblos más cercanos, Culla y La Torre D'En Besora.
Os recomendamos poner el GPS para qué os guíe por la
carretera adecuad. Para llegar hay que circular por una carretera de montaña estrecha y
revirada desde la que podréis ver los valles cercanos. A lo lejos, y
durante el tramo final del camino, veréis la silueta del Peñagolosa. Esta es la montaña más alta de la Comunidad Valenciana, un gigante lleno de
leyendas a su alrededor.
En el último tramo se indica la llegada al Parc Miner
del Maestrat. Os aconsejamos tener cuidado porque por esa misma carretera
por la que nos hemos desviado, y que es más bien un camino, circula el trenecito que nos llevará a visitar las minas.
A nosotros nos sorprendió los edificios que se encuentran en
el Parc Miner y que reutilizan los que existían cuando la mina estaba en funcionamiento. Ahora son un bar-restaurante, dependencias de
servicio y la taquilla. Aquí adquirimos las entradas, que hemos reservado
previamente en el email parcminerdelmaestrat@gmail.com. El precio de la entrada general es de 12 €, mientras que para menores entre 4 y 12 años es de 6,50 €. Las familias numerosas, además de poseedores del Carnet Joven, estudiantes de la UJI, pensionistas y personas con una discapacidad superior al 33%, se pueden beneficiar de un descuento del 20%.. También se conserva una capilla o ermita
muy fotogénica. Para amenizar la espera hay un parque infantil para que jueguen
y no se desesperen.
NOS ADENTRAMOS EN LA MINA
El Parc Miner del Maestrat cuenta con dos minas visitables: la mina Esperanza y mina Victoria. La mina estuvo a un servicio entre los años
1940 y 1962. Extraían mineral de hierro que se llevaba con camiones a Sagunto, a los Altos Hornos, donde se transformaba y se distribuía hacía varias
partes de España y Europa. La apertura de la mina fue un revulsivo económico
para una comarca que en plena posguerra no contaba con actividad económica más
allá de la agricultura y la ganadería, y ambas eran deficitarias.
Cuando la mina dejó de ser rentable se cerró. Hubo un periodo
en el que se utilizaron para plantar champiñones, pero la rentabilidad de este
negocio tampoco debía de ser muy alta y al final también cerró. Desde hace
unos doce años se volvieron a abrir como recurso turístico a través del Parc Miner del Maestrat. De esta manera se ha podido aprovechar este lugar y se han creado puestos de trabajo, que era de lo que se trataba desde un principio.
La primera mina que se visita es mina Esperanza. Se bautizó
así porque, como acabamos de contar, el descubrimiento del mineral trajo la
esperanza a un territorio que lo estaba pasando muy mal en uno de los peores momentos
de la historia reciente. El descubrimiento no fue casual, ya que los vecinos de
la zona usaban la cueva natural que existía para extraer pigmentos. Ese fue el germen de
la mina.
Llegamos subidos en el trenecito que hemos aludido anteriormente. Andamos apenas unos pasos y llegamos a la boca de la mina. Anteriormente ya nos hemos pertrechado con cascos. Creednos, van a ser mucho más útiles de lo que podríamos haber imaginado en el momento en el que los repartieron. Nos sentamos frente a una pantalla nos disponemos a ver un video que recupera la memoria de aquellas personas que hace décadas trabajaron en la mina a través de sus recuerdos.