jueves, 30 de agosto de 2018

NUESTRA EXPERIENCIA EN EL MUSEO PALEONTOLÓGICO DE ELCHE

Si paseando por el centro de Elche veis unas huellas de dinosaurio en el suelo, no tengáis miedo y seguidlas, os llevarán al MUPE, el Museo Paleontológico de Elche. Este centro supuso la consolidación del trabajo de un grupo de aficionados a la paleontología que, tras años de esfuerzo, vio cumplido su sueño de abrir un museo en su ciudad.


Situado en la Plaza de San Juan, en el barrio del Raval, en pleno centro de Elche, y muy cerca del cauce del río Vinalopó, el MUPE es un museo que recoge piezas que narran la historia de los dinosaurios desde las primeras especies hasta su extinción, y los animales que poblaron la Tierra millones de años después.

El Museo Paleontológico de Elche tiene tres grandes espacios. En el atrio de entrada se encuentra una reproducción del estudio de Pedro Ibarra Ruiz, pionero de la investigación arqueológica y paleontológica en Elche entre finales del s.XIX y principios del XX. Al espacio expositivo se accede a través de una cúpula que nos resume la historia de nuestro planeta y la evolución de la vida sobre él. Aquí se ponen en contexto las piezas que vamos a ver.


Muy pronto llegamos a la sala estrella, donde se encuentran las piezas que más les gustan a los visitantes, especialmente a los niños, esto es los esqueletos de los dinosaurios. Pero antes se pasa por la sala donde se exponen los fósiles más antiguos, conchas de animales marinos, caracoles y caracolas, algunos muy curiosos.

La siguiente sala muestra los esqueletos de los grandes dinosaurios, los que dominaron el Terciario y conocemos de la saga Jurassic Park/World. Un cráneo de Tiranosaurio Rex preside la sala, donde también se muestran fósiles de un reptil marino similar a los mosasaurios, un triceratops y velociraptores (aunque el "experto" que tenemos en casa nos dice que en realidad son deinonychus, que en Jurassic Park se equivocaron). Hay diferentes elementos interactivos en la sala, que les encantan a los niños.


En las siguientes salas podremos seguir con nuestro viaje en el tiempo, con una muestra de fósiles de animales que ya se han extinguido y con restos de los antepasados de los seres humanos, principalmente cráneos. No sólo hay una muestra de piezas, también hay una vocación didáctica con paneles explicativos que explican cómo se forman los fósiles, los tipos de fósiles que podemos encontrar, etc.


En este punto podemos acceder a los otros dos grandes espacios, uno dedicado a la geología y los fósiles de la provincia de Alicante y zonas más o menos cercanas; y otro dedicado a los minerales, gemas, conchas de animales marinos, etc. En el primero, además de una amplia colección de fósiles que no solo se circunscriben a yacimientos alicantinos, ya que también hay fósiles murcianos y de Morella (Castellón). Es curioso ver una muestra localizada en Agost (una localidad cercana a la capital alicantina) de tierra con los restos que surgieron del impacto del meteorito que (teóricamente) acabó con los dinosaurios.


En el último espacio se exponen otros materiales geológicos como minerales, piedras preciosas, o una muestra de conchas curiosas. Vuelve a verse el carácter didáctico del museo, ya que relaciona los materiales con sus aplicaciones prácticas, es decir, material de hierro con un objeto de hierro, un diamante sin pulir con sus aplicaciones en joyería, etc.

El Museo Paleontológico de Elche abre sus puertas de martes a domingo, en horario de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00, excepto domingos y festivos, que solo abren de mañana. La entrada individual cuesta 2 euros, aunque tienen un descuento del 50% los miembros de familias numerosas, estudiantes, titulares del carnet joven y mayores de 65 años. Los menores de 6 años no pagan entrada, así como personas con discapacidad, jubilados, titulares de tarjeta dorada. Además hay entrada libre los domingos y en algunos festivos señalados como son el 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, 15 de agosto, Fiesta de Elche, 9 de octubre, Día de la Comunitat Valenciana y 6 de diciembre, Día de la Constitución Española. 


Para acceder lo mejor es dar un pequeño paseo, ya que aparcar cerca es una misión casi imposible. Elche es una ciudad agradable para recorrer paseando, incluso podemos hacer una ruta junto a otros monumentos o museos, como el Museo Arqueológico (MAHE), o bien bordeando el cauce del río Vinalopó.


El Museo Paleontólogico de Elche es una buena opción para pasar un buen rato, ya que fruto de la pasión de los entusiastas de los que hablábamos al principio del artículo, podemos disfrutar de una colección bastante completa, diversa y con una intención didáctica que no resulta pesada. Y os lo decimos nosotros que de exposiciones de dinosaurios ya empezamos a ser expertos.

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