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domingo, 8 de septiembre de 2019

LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DÍAS HOY

Si existe un viaje que ha excitado la imaginación de todo el mundo desde 1872 ese ha sido "La vuelta al mundo en 80 días". No hay viajero que se precie que no haya soñado con emular a Fogg. Y si en la década de los 80 fuisteis niños, son inolvidables las tardes de bocata de foie gras o nocilla recorriendo el mundo teniendo de compañeros de viaje a Picaporte y Tico. 


Supongo que conocéis la historia: Phileas Fogg es un caballero inglés que comentando en el Reform Club una noticia que afirma que se puede realizar un viaje alrededor del mundo en solo 80 días, se viene muy arriba y acepta una apuesta en la que se compromete a cumplir el viaje en ese plazo. 


Meditando acerca de este argumento, hace poco me pregunté: ¿sería posible hoy dar la vuelta al mundo en 80 días? La respuesta inmediata es sí. Y si me apuras diría que incluso se puede dar la vuelta al mundo en 80 horas. La pregunta correcta es si se podría dar la vuelta al mundo en 80 días emulando lo imaginado por Julio Verne.


Parte de este artículo surge del último curso, ya que en el colegio de nuestros hijos el tema global sobre el que han pivotado diversas actividades ha sido La vuelta la mundo en 80 días, y hemos tenido una buena dosis de Willy Fogg, fiestas, disfraces y trabajos escolares, como cuadernos de viaje, con la excusa de la novela de Verne.

Ahora vamos a ver si ganar la apuesta sería posible. Os adelanto que he buscado medios de transporte lo más parecido posible a los que usa Fogg, es decir, tren y barco en su mayoría, sin tocar un solo avión. Algún taxi o metro para trasladarnos de un puerto a una estación, como transporte más moderno. Tampoco usaremos elefante ni trineo, imaginamos que las líneas férreas que estaban construyendo a mitad del s. XIX ya las han finalizado. Para vuestra desazón, no rescataremos a ninguna princesa india. Y también os adelanto un dato muy importante: Fogg estaba podrido de dinero.



Saldremos de Londres el miércoles 2 de octubre (casualmente este año coincide  que el 2 de octubre es miércoles también). Para hacerlo lo más fielmente posible a la novela de Verne, la salida será a las 20:01, 44 minutos antes que Fogg, pero no hay otro horario. El billete nos costará 47,96 libras (unos 52€) y el tren tardará 2 h y 16 m en llegar a Gare du Nord de París desde Saint Pancras. Puesto que llegaríamos de noche, pernoctaremos en la capital parisina. 


Jueves 3 de octubre: Salimos de París rumbo a Turín en tren, de la misma Gare du Nord. Si viajamos en 1ª el billete serán 69 €, si viajamos en 2ª nos costará 39 €. Salimos a las 10:37, que tampoco hay que pegarse un palizón. y tras 5h y 43 m, a las 16:20, llegamos a Porta Susa. Tendremos que esperar hasta las 18:05 para salir rumbo a Brindisi. Hay que hacer trasbordo en Milán y de allí viajaremos toda la noche hasta Brindisi en tren cama. Cada billete cuesta 92,35 €.


Viernes 4 de octubre (día 2). Son las 8:01 y acabamos de llegar a Brindisi. Nos dirigiremos al puerto. Y nos topamos con la primera dificultad y diferencia respecto a la novela de Verne. No existe una línea marítima que haga esta ruta, por lo que la haremos con un velero que hemos alquilado (unos 600 €/dia). El velero tiene 15 m de eslora por lo que la velocidad media está en algo más de 9 nudos. Tras 4 días y 7 horas llegamos a Port Said, en el extremo mediterráneo del Canal de Suez. Como son las 16:00, en un rato se va a poner el sol, y no podemos navegar por el Canal de noche, pernoctaremos aquí (bueno, en Port Fouad, en la otra ribera). 

Miércoles 9 de octubre (día 7): Amanece a eso de las 6:00 y tenemos la suerte de que seamos el primer yate en zarpar. Entorno a las 16:00 llegaremos a Suez, donde desembarcaremos para embarcar a la mañana siguiente en un crucero que nos llevará, tras 13 días de navegación hasta BombayEn esta parte del viaje utilizaremos un poco de fantasía, alguna licencia deberíamos de permitirnos, y tampoco creo que Verne fuera muy fidedigno al narrar las aventuras de Fogg. Si zarparamos de Port Said, siempre y cuando la naviera nos dejara realizar el crucero parcialmente, seguramente podríamos realizarlo. La mayoría hace la travesía inversa, de Bombay (Mumbai) hacia el Mediterráneo, además hacen escala en Dubai, lo que retrasa el viaje al menos 5 días más.



Miércoles 23 de octubre (día 21): Ya estamos en Bombay. Hay gente everywhere, ya lo dice Rajesh Koothrapali “¡Es como una convención de cómics en la que todo va disfrazado igual, de indio!” Para imitar a Fogg tomaremos un tren en dirección a Calcuta (Kolkata en inglés). Aunque hay varias opciones, tomaremos el Superfast que sale a las 21:30 de la estación Chhatrapati Shivaji, anteriormente conocida como Estación Victoria (en honor a la reina británica) y declarada Patrimonio de la Humanidad. Tras 38 horas y media de viaje (y 38,50 €) cruzando la India de oeste a este, llegaremos a la estación de Howrah, el complejo ferroviario más antiguo y más grande del país. Ya que viajamos, hagámoslo bien. Llegamos a las 12 del mediodía a Calcuta, bueno, en realidad estamos en Howrah, Calcuta está en la otra orilla del río Hugli. Tardaremos una hora y 7 minutos para llegar al puerto y proseguir nuestro viaje. 


Y aquí llega el gran problema de este viaje en la actualidad, la falta de enlace marítimo más o menos directo entre Calcuta y Hong Kong. Si echamos mano de la fantasía, una ruta podría ser ir en ferry desde Calcuta a Port Blair, una isla del archipiélago de Andamán, perteneciente a la India, al este del golfo de Bengala. Son 66 horas de travesía. De aquí deberíamos alcanzar Phuket, en Tailandia, en 2 días (en octubre este trayecto lo cubrirá el final de un crucero entre Ciudad del Cabo y Phuket; precio total del crucero: 4199 €). También se puede alquilar un yate entre los dos puertos. 


Desde Phuket enlazaríamos Yokohama con un crucero que conecta ambas ciudades partiendo desde Dubai, y tarda 17 días. Se fondea en Hong Kong, así que en puridad estaríamos cumpliendo con el recorrido de Fogg. Otras alternativas serían salir de Singapur a Yokohama, con escalas en Hong Kong y Shangai como en la obra de Verne tardando y en 14 días. Para salvar la distancia entre Phuket y Singapur hay un barco que completa el recorrido en 9 días. También hay un crucero que une Singapur y Hong Kong en 13 días, por 4269 € cada pasaje. De Hong kong a Yokohama necesitaríamos otros 8 días de navegación, desde 3000 euros. El total de días invertidos harían inviable completar la vuelta al mundo en 80 días, y eso teniendo en cuenta que deberían de ser todo transbordos directos. 


Desde Yokohama a San Francisco existe un crucero que tarda 28 días en completar el recorrido porque va caboteando por toda la costa oeste desde Alaska, pasando por Canadá, hasta California. El pasaje cuenta 3589 €, y lo más importante, perderíamos la apuesta. Una alternativa es alcanzar Seattle desde Yokohama (tarda 14 días) y desde Seattle llegar a San Francisco. En barco son 5 días, en tren 23 horas y media.

En la novela de Verne, Phileas Fogg tomaba un tren desde San Francisco hasta Chicago y de ahí a Nueva York, con la pega que en Nebraska le sorprende una nevada y debe salvar los 300 kilómetros que separa Kearny de Omaha en un trineo tirado por perros. Es bastante complicado eso suceda en la actualidad (a menos que sea una autovía española, claro) así que viajaremos de costa a costa de Estados Unidos tal y como lo hizo Fogg. La ruta es muy sencilla, ya que Amtrak, la principal operadora ferroviaria estadounidense une San Francisco (Emeryville) con Chicago con un tren diario en la ruta denominada California Zephyr que tarda 51 y 20 minutos. Saliendo a las 9:10 h. y llegando a las 14:50 dos días después (ambas en horario local). A las 21:30 saldremos de Chicago rumbo a New York, en el Lake Shore Limited. En 19 horas llegaremos a NY, a las 18:35 (hora local). En cuatro días hemos atravesado todo Estados Unidos. 


Estamos en la recta final del viaje. De Nueva York viajaremos en barco hasta Southampton. Pero no un barco cualquiera, si no en el Queen Mary 2, uno de los transatlánticos más grandes y lujosos del mundo. 8 días de travesía, si no nos topamos con ningún iceberg por el camino, por unos 1.400 €. Llegaremos a las 6:30 al puerto y en unos 12 minutos, en taxi, llegaremos a la estación de tren. El próximo convoy tardará cerca de hora y media en llegar a la estación londinense de Waterloo (el billete cuesta 44,80 libras, unos 49 €). De ahí solo nos queda ir al Reform Club... y cobrar la apuesta.


En el mejor de los casos hemos tardado:


- De Londres a Suez por el Monte Cenis y Brindisi, ferrocarril y vapores: 6 días (frente a 7 en la novela) 
- De Suez a Bombay, vapores: 14 días (18 en la novela) 
- De Bombay a Calcuta, ferrocarril: 2 días (8 en la novela) 
- De Calcula a Yokomaha por Phuket, Singapur, Hong Kong y Shangai, en barco: 22 días (en la novela son dos etapas, por una parte de Calcuta a Hong Kong (China), en vapores durante 13 días; y de Hong Kong a Yokohama (Japón), en vapor: otros 6 días; 19 en total)
- De Yokohama a San Francisco, vapor: 19 días (22 en la novela) 
- De San Francisco a Nueva York, ferrocarril: 4 días (7 en la novela) 
- De Nueva York a Londres, vapor y ferrocarril: 8 días (9 en la novela)
TOTAL: 75 días


Con esto se pueden extraer varias conclusiones: 

- La novela de Verne es ficción. ¿Era posible dar la vuelta al mundo en 80 días en 1872? Puede que sí, pero parece más una idea teórica que lo que suponía hacerlo en realidad. 
- Dar la vuelta al mundo tal y como hace Fogg saliendo de repente de casa es imposible. En momentos puntuales, como por ejemplo con los trenes, es posible comprar un billete sobre la marcha ya que las reservas online hacen milagros respecto a la compra de billetes hace apenas unos años. Pero en lo concerniente a los barcos es absolutamente imposible, máxime con nuestra licencia de coger un crucero a mitad de recorrido, los permisos necesarios y sus plazos lo hacen inviable sin contar con cierta antelación. 
- Si nos propusiéramos hacer la vuelta al mundo en 80 días (o menos) por la ruta de Fogg deberíamos hacer un tremendo desembolso económico, además que de en ningún momento viajaríamos al sur del ecuador.
- Mientras que los trenes sí que han experimentado una notable mejora en el último siglo y medio, al menos en la velocidad de ciertas líneas, los tiempos de navegación no han experimentado una mejora similar. Evidentemente la alternativa a la navegación es el avión.
- De hecho sólo mejoramos en 5 días el tiempo de viaje en 1872. El motivo es el "atasco" en Asia, entre Calcuta y Hong Kong/Yokohama.
- El recorrido atraviesa regiones del mundo donde hay una tremenda inestabilidad política y social. En el sudeste asiático se practica la piratería, en el mar Rojo hay bastante tensión a cuenta del petróleo y en Hong Kong hay manifestaciones más o menos pacíficas, por ejemplo. En 1872, Fogg viaja por buena parte del Imperio Británico.
- Tras toda la investigación que he realizado para escribir este artículo aún tengo más ganas locas de emular a Fogg.

jueves, 8 de agosto de 2019

LOS 5 MEJORES PARQUES Y JARDINES DE VALENCIA CON NIÑOS

Como dice el pasodoble, y todos sabemos, Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor. Quizá por eso en Valencia podemos encontrar un buen número de parques y jardines que merecen mucho la pena, tanto para pasear con la familia como para pasar un buen rato en ellos. Por eso vamos a hacer un ranking en este artículo con los 5 parques y jardines de Valencia que, en nuestra opinión, son los mejores para visitarlos con niños:

 
5- Jardines de Monforte: se trata de uno de los jardines neoclásicos mas importantes de España. Un pequeño paraíso situado entre edificios en mitad de la ciudad, concretamente en la calle Monforte, muy cerca del punto donde confluye la Alameda con el Puente del Realjunto a los Jardines del mismo nombre.


Cuenta con tres partes diferenciadas, una junto a la entrada con una elegante disposición arquitecturizada, otra parte con una disposición más libre o informal, y por último una tercera parte con una montaña (elemento romántico por excelencia) y un estanque. Su cuidada estética y la mezcla junto a fuentes y numerosas esculturas de estilo clásico, lo convierten en el jardín más bello de la ciudad. Además cuenta con una sorpresa, dos leones en mármol que fueron desechados, por pequeños, para la escalinata del Congreso de los Diputados.



4- Parque de Cabecera: Está situado al oeste de la ciudad, lindando con el término municipal de Mislata, junto a la Avenida de Pío Baroja. Se aprovechó para regenerar una zona de la ciudad bastante degradada. Su nombre proviene de que está en la cabecera del río Turia a su paso por Valencia, aunque su cauce fue desviado. Enlaza directamente con el Jardín del Turia, por lo que suele servir de continuación para los recorridos de runners y ciclistas urbanos.


Tiene un gran lago central por el que podemos navegar alquilando una barca de remos o un patín en forma de cisne. Alrededor de éste se sitúa el bosque mediterráneo, la colina-mirador, un auditorio al aire libre, la cafetería y unos juegos infantiles muy chulos. Además es la puerta de entrada al Bioparc, el parque zoológico de Valencia.



3- Parque Central: Es el último parque que se ha abierto en Valencia, junto a las calles Filipinas, la plaza de Manuel Sanchis Guarner y el paso elevado de la Avenida de Giorgeta, al oeste del barrio de Ruzafa. Ocupa una superficie triangular que hasta hace muy poco ocupaban instalaciones de servicios ferroviarios (talleres, almacenes, vías) que se han ido trasladando o concentrando junto a las cercanas estaciones del Norte y Joaquín Sorolla. Precisamente los antiguos edificios ferroviarios, muchos diseñados por el arquitecto valenciano Demetrio Ribes (autor de la Estación del Norte), salpican este parque y se reutilizarán para diversos usos sociales, culturales y deportivos. El progresivo soterramiento de las vías ampliará la superficie del parque y transformará profundamente esta parte de la ciudad.

Uno de los grandes protagonistas de este parque es el agua, que aparece en numerosos puntos y que un poema de Ausiàs March “Aigua plena de seny" (agua llena de sensatez) ha inspirado para su uso. Además de jardines diferenciados de distintos tipos de especies, cuenta con una zona de juegos infantiles y dos amplias praderas, una con dos rocódromos y otra donde se permite que haya perros.


2- Jardines del Real (Viveros): El parque más querido por los valencianos, algo así como el Retiro para los madrileños. Su nombre, jardines del Real viene dado porque aquí se situaba el Palacio Real, que se derribó en el curso de la Guerra de la Independencia de 1812 y que se quería recuperar en excavaciones arqueológicas. Aunque en Valencia todo el mundo conoce a estos jardines como Viveros.


Cuenta con amplios paseos (en uno de ellos se instala en primavera la Feria del Libro), espacios de gran riqueza botánica como la Rosaleda, o un parque infantil de Educación Vial, con sus semáforos, sus pasos de peatones, sus señales... Tanto en Fallas como en la Feria de Julio se celebran conciertos en una de sus explanadas. En su interior se sitúa el Museo de Ciencias Naturales y colinda con el Museo de Bellas Artes, todo un abanico de posibilidades.



1- Jardín del Turia: en octubre de 1955 el río Turia se salió a su paso por la ciudad de Valencia provocando unas catastróficas riadas. Pasada la tragedia se decidió realizar una obra de ingeniería que cambiara el curso del río para sacarlo fuera del núcleo urbano de la ciudad y así evitar en un futuro nuevas avalanchas que provocarán unos daños tan grandes, cosa que ocurría cíclicamente. Una vez se desvió el cauce del río se quiso dotar de uso al viejo cauce. Fruto de la presión vecinal y ciudadana hoy podemos disfrutar de una de las zonas verdes urbanas más grandes de toda España, ya que en un principio se quiso construir una autopista de varios carriles que atravesará Valencia de punta a punta.


El Jardín del Turia no es solo el gran pulmón verde de la ciudad, una infraestructura envidiada en muchos lugares. En sus cerca de 7 kilómetros combina tramos de bosque mediterráneo con equipamientos deportivos, elementos de ocio y patrimonio histórico. Entre los 19 puentes que lo cruzan algunos, como el de Serranos o el del Real, son del s. XV. Y qué decir del Palau de la Música, el Parque Gulliver o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, situado en uno de los tramos finales, solo por uno de estos edificios ya merece la pena visitar Valencia.



Como habéis comprobado, visitar estos parques y jardines es mucho más por la mezcla de elementos que conviven en estos espacios. Una opción fantástica para las familias, ya que combinan deportes, historia, cultura, diversión, ofreciendo una oferta muy variada, sin apenas coste. No dejéis de visitar y disfrutar estos parques y jardines, no os arrepentiréis.

domingo, 28 de julio de 2019

DESCUBRIMOS LOS TESOROS DE IRÁN, CUNA DE CIVILIZACIONES

Por fin. Después de varias semanas (por no decir meses) deseando visitar el MARQ, el Museo Arqueológico de Alicante (del que ya os hemos hablado en este blog), para disfrutar de su nueva exposición temporal: Irán, cuna de civilizaciones , ya hemos podido visitarla. Os lo contamos.


Nombres míticos de pueblos como los medos, los seleúcidas, los aqueménidas o los persas, de lugares y ciudades como Mesopotamia, Babilonia, Susa, Nínive, Persépolis, o de reyes como Asurbanipal, Jerjes, Atajerjes, Darío, Ciro, Cambises... harán que os vengan a la cabeza grandes batallas y conquistas de tierras lejanas. La historia del territorio que actualmente ocupa Irán es rica en culturas y civilizaciones. Esta exposición es una muestra perfecta.

Al igual que en muestras anteriores como Vikingos. Guerreros del norte. Gigantes del mar, Mayas, El enigma de las ciudades perdidas, o Rupestre. Los primeros santuarios, ésta se divide entre las tres salas dedicadas en el Marq a las exposiciones temporales. El montaje es menos “aparatoso” que en muestras anteriores, pero no por ello deja de ser espectacular gracias a los grandes murales con representaciones de los templos o de los mapas con la extensión de los imperios. O la moqueta (¡ojo a la moqueta!). El peso principal de la exposición recae en las casi doscientas piezas que han llegado desde el Museo Nacional de Irán en Teherán y el Drents Museum de Assen (Paises Bajos) y que ofrecen una magnifica muestra de orfebrería, porcelana y escultura en diversos materiales.


Para entender la importancia de esta región para la historia de la humanidad baste este dato: aquí nació la escritura gracias a los signos cuneiformes. Este hecho revolucionó el mundo hasta nuestros días.


En la primera sala se muestran las piezas más antiguas que corresponderían con el Paleolítico y el Neolítico. Desde el principio, con piezas como la punta de lanza, el hacha de piedra o la flauta realizada en hueso, nos damos cuenta que aquellas sociedades y las que vivían en Occidente no estaban tan lejos culturalmente, de hecho en el pasillo que comunica las tres salas existe un gráfico comparando los hechos significativos de los territorios de la actual Irán y de las principales civilizaciones clásicas como Grecia y Roma.


Especialmente me gustaron aquellas piezas que incorporaban escritura cuneiforme, de manera que estábamos frente a algunos de los primeros objetos "escritos" de la historia de la humanidad. Pero no son desdeñables en absoluto las piezas de orfebrería, que demuestran una pericia técnica que se aumentará en los siguientes siglos.


En la segunda sala encontramos piezas de representan los primeros imperios que se formaron en este territorio. Destacar el apartado que se sitúa al fondo de la sala, con una estatua colosal de Darío I el Grande, el primer gran emperador del Imperio Aqueménida, y una reproducción de un templo de la ciudad de Persépolis, realizado para que lo “vean" las personas con deficiencias visuales.


De nuevo el MARQ, junto a la Fundación ONCE, apuestan llevar la exposición a todos los públicos y reproducir mediante una serie de figuras tiflológicas, es decir, hechas para ser tocadas y “vistas" por las personas invidentes, pero que son aprovechadas por otros visitantes para conocer detalles de las piezas que ha simple vista no se ven. Un miembro de seguridad le llamó la atención a mis hijos porque “eso es para ciegos y ya se ha roto una", pero lejos de una mala actitud, mis hijos, que no son invidentes (y son niños) los usan para descubrir como son algunos objetos de la exposición.


La llegada del Islam y la revolución, no solo religiosa sino también cultural, que supuso para lo que era el Imperio Persa centra la muestra en la tercera sala. La sala abre con la reproducción del famoso mosaico de la batalla de Issos entre Alejandro Magno y Darío III, que se encuentra en el Museo Arqueológico de Nápoles, y que marcó un momento de cambio en este imperio, que pasó a ser dominado por la monarquía helénistica. Inmediatamente una escultura nos invita a pasar.


Un gran Corán preside el centro de la sala, que incluye también cerámicas finamente decoradas con elementos naturales, vegetales y algún animal, que las sitúan ya en la tradición islámica o en su transición. Estas piezas nos pueden resultar familiares ya que en aquel momento tanto España (Al-Andalus) como Irán (Persia) vivían bajo el gobierno del Califato Omeya.


Por último, en la antigua capilla, como es habitual, se sitúa un epílogo de la exposición que se centra en las relaciones estrechas y fructíferas que durante el s. XVI mantuvieron la corte española de los Austria con el imperio safaví (Irán), donde la diplomacia hispánica jugó un importante papel.

La exposición abrió sus puertas el pasado 14 de abril, y permanecerá abierta hasta el 1 de septiembre, por lo que todavía hay tiempo más que suficiente para poder disfrutar de esta muestra que nos sorprenderá muy gratamente.


Como curiosidad, el MARQ prepara una exposición recíproca en Irán, donde viajarán más de un centenar de piezas que repasarán la historia de Alicante, y por extensión de España y de los pueblos que habitaron el Mediterráneo. Sin duda, una acción muy enriquecedora. 

jueves, 18 de julio de 2019

DESCUBRIENDO ALBARRACÍN EN FAMILIA

Si Teruel es una de nuestras provincias favoritas, es por el atractivo que reside en sus municipios, algunos de ellos tan pintorescos (que decían las guías de viaje antiguas) como Albarracín, una villa que cada año recibe miles de turistas atraídos por la belleza de su arquitectura y los paisajes que la rodean.


Su centro histórico se encuentra cerrado al tráfico algo que las familias nos relaja bastante ya que no tenemos que andar esquivando coches ni sufriendo por nuestros hijos. Por ello estaréis casi obligados a estacionar en el parking municipal que se encuentra junto al río Guadalaviar, que en este punto de su recorrido todavía no se ha convertido en el Turia. A escasos metros tenemos la oficina de turismo y justo enfrente la primera de las muchas cuestas que vamos a tener que subir y bajar durante nuestra visita a Albarracín, debido a su indómita orografía, ya que todo el pueblo se encuentra sobre la ladera de una colina coronada por sus famosas murallas.


Uno de los primeros lugares emblemáticos que vamos a visitar en Albarracín es la Plaza Mayor. Aquí se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad. Tres de los cuatro lados de la plaza se encuentran porticados y uno de los elementos más singulares son sus balcones de madera, con unas vistas panorámicas al valle que surca el Guadalaviar, además de a los edificios más conocidos del municipio.


Para proseguir la visita podemos dirigirnos hacia el noroeste por la calle Santiago. A través de su intrincado recorrido llegaremos hasta el portal de Molina una de las aberturas que existen en la muralla, flanqueada por torreones para poder entrar y salir de la ciudad en su momento. Frente al portal nos encontramos con una de las edificaciones más conocidas de Albarracín, la casa de Julianeta, que adquiere forma de una especie de Flat Iron Building medieval.

Pasando el Portal de Molina a mano derecha encontramos la indicación que nos señala el camino para poder visitar la muralla de Albarracín. No hacemos ningún spoiler si os decimos que necesitaréis dos cosas: en primer lugar unas buenas piernas y, sobre todo, mucho ánimo para llegar hasta el final de la visita.


Seguiremos nuestro camino por la calle Portal de Molina donde seguiremos disfrutando de las edificaciones tradicionales de Albarracín. De estas nos van a llamar la atención su abigarrada estructura, que en ocasiones nos pueden recordar a un Lego, el uso de forja en el exterior y el color rojizo que presenta en sus paredes. Esto se debe a que los materiales de construcción empleados se extrajeron de los alrededores, lo que se conoce como rodeno.


Llegaremos de nuevo a la Plaza Mayor, donde doblando la esquina junto al estanco enfilaremos la calle de la Catedral. A pocos metros nos aparecerá en primer lugar el Palacio Episcopal y justo detrás el campanario. La catedral, dedicada a El Salvador, fue levantada en apenas 28 años, entre 1572 y 1600, con una sola nave central con capillas a ambos lados, en estilo gótico tardío. Las vistas junto a la Catedral también son impresionantes y el propio templo merece una visita, ya que además en su claustro conserva magníficas obras de arte.


Si continuamos nuestro paseo, calle arriba calle abajo, llegaremos hasta la Torre de Doña Blanca, una imponente edificación que formaba parte del conjunto defensivo de la ciudad. ¿Queréis más?Entonces os recomendamos el paseo fluvial junto al curso del río Guadalaviar. No solo es interesante desde el punto de vista ambiental y paisajístico sino que también nos proporcionará un punto de vista distinto de la ciudad observando mucho mejor como los edificios se aferran a la roca sobre la que se sitúan.


Pero aquí no acaba la visita a Albarracín ya que en las afueras podemos acudir a Mar Nummus, una de las subsedes de Territorio Dinópolis. Hace 150 millones de años el mar de Tethys cubría el territorio que actualmente ocupa Albarracín. Es por eso que se han localizado en la cercanía restos de unos enormes dinosaurios marinos y de diferentes animales como los antepasados de las actuales caracolas


También os recomendamos la visita al paraje protegido de los Pinares de Rodeno muy interesante por sus impresionantes paisajes, por sus formaciones geológicas y por albergar varios abrigos con pinturas rupestres además tiene áreas recreativas con mesas de picnic y juegos infantiles. What else?

Podríamos estar hasta el fin delos tiempos haciendo recomendaciones sobre Albarracín porque en los alrededores también cuentan con bastantes puntos de interés como el acueducto romano excavado junto a Gea de Albarracín, la serranía de Albarracín o un recorrido por el nacimiento de los ríos Guadalaviar, Júcar y Tajo que se concentran en muy pocos kilómetros, entre las provincias de Teruel, Cuenca y Guadalajara.


Por todo esto y mucho más Albarracín es uno de los lugares cuya visita nunca defrauda. Un municipio al que debería de ser obligatorio ir al menos una vez en la vida. 

lunes, 8 de julio de 2019

UN DÍA EN EL PARQUE WARNER DE MADRID

Llevamos una temporada que estamos aprovechando a tope todos los cumpleaños de la familia para visitar aquellos lugares a los que hace tiempo queríamos ir. Para celebrar el cumple de nuestro hijo mayor decidimos acudir al Parque Warner, en San Martín de la Vega, junto a Madrid, y así cumplir con la promesa que una vez hicimos (y que nuestro hijo nos recordaba frecuentemente).


Lo primero, y aunque nos lo habían advertido, visitar todo el parque en un solo día es absolutamente imposible. Por muy buena planificación que os hagáis, por mucha previsión que queráis organizar, quitaos de la cabeza que vais a ver todo. Porque suponemos que no solo vais a ir a pasear por el parque y querréis montar en alguna atracción o ver alguno de los espectáculos.
El Parque Warner tiene una superficie de más de 31 hectáreas, lo que supone que sea más pequeño que su gran competidor, el parque catalán Port Aventura. Está dividido en cinco áreas temáticas:
  • Hollywood Boulevard: está en la entrada del parque. Fundamentalmente tiene tiendas, restaurantes y un cine 3D, réplica del famoso Teatro Chino de Los Ángeles. Al final del día es el lugar donde transcurre el desfile de carrozas. En el paseo hay placas dedicadas a estrellas del cine que han pasado por el parque, quizá la más grande sea George Clooney.


  • Cartoon Village: esta área está dedicada fundamentalmente para los más pequeños. Aquí podemos encontrar a los personajes de los Looney Tunes (Bugs Bunny, Piolín, el pato Lucas, etc.) y tener la oportunidad de visitarlos en sus casas o en sus atracciones. Al ser una zona destinada a los más pequeños las atracciones no son excesivamente fuertes, aunque hay un par de montañas rusas pequeñas (sin loops ni nada de eso), los rápidos… y una zona con juegos de agua para esos días en los que aprieta el calor. 




  • Movie World Studios: una de las áreas más chulas por la tematización de los edificios. Puedes estar paseando por el Nueva York de principios de siglo XX o estar al borde del mar en un pueblecito marinero (yo miraba con recelo esperando una bandada de gaviotas que empezaran a picotearnos). Una zona muy instagrameable. Hay un pasaje del terror y una montaña rusa, aunque es un área más dedicada a los espectáculos.


  • DC Super Heroes World: el área más friki de todo el parque, la que da significado a todas las camisetas de superhéroes que se ven en el parque. Recrea las dos ciudades que son el yin y el yang del Universo DC: la amable y luminosa Metrópolis y la oscura y decadente Gotham City. En esta área se encuentran las atracciones más potentes del parque, adrenalina al 100%.


  • Old West Territory: recreación de un poblado del Lejano Oeste. También la tematización es magnífica (¡preparad el filtro sepia en vuestras cámaras!). Aquí encontraréis la montaña rusa de madera y dos atracciones de agua.


Nosotros no montamos en muchas atracciones, algunos tienen miedo, otros se marean, otros son demasiados pequeños… Pero aún así pudimos disfrutar de un día muy completo (y muy cansado).
El parque es enorme y no existe un tren o un barco que lo recorra, como en otros parques, y nos permita ahorrarnos un rato de paseo, por lo que al final del día acabaremos reventados, sobre todo si lo intentáis exprimir al máximo.

Al no montar en muchas atracciones, como ya hemos comentado, evitamos alguna cola infinita, pero al ir con niños pequeños (3,6 y 9 años) nos centramos en el área de Cartoon Village. Esto hizo que después tuviéramos menos tiempo para el resto de áreas, por ejemplo la del Oeste la vimos casi paseando. Por lo tanto poco os podemos contar en este sentido, además de que depende bastante de los gustos personales.

Con todo, subimos a un par de atracciones de agua, los rápidos ACME en Cartoon Village y los troncos en Far West, y en alguna montaña rusa de baja intensidad (también en Cartoon Village). Son muy parecidas a otras del mismo tipo de otros parques, pero por ello no dejan de ser muy divertidas. 

Respecto a los espectáculos vimos los dos shows estrella del parque: Loca Academia de Policía (área Movie World Studios) y Gotham City Stunt Show (área DC Super Heroes World), además del Desfile Nocturno, donde los personajes del parque se despiden de los visitantes. Acerca del show de Loca Academia, no os lo perdáis. Es una mezcla de comedia y especialistas con vehículos. Los cadetes deben de custodiar un banco que quieren robar y… Bueno si habéis visto las pelis ya sabéis como puede acabar. Igual sobra algún derrape, pero el espectáculo está muy bien.


El show de Gotham City recrea el intento de los villanos Joker y Harley Quinn para hacerse con el control de la ciudad, pero Batman y Robin intentarán impedirlo. Se representa en un escenario abierto y los asientos son muy limitados, por lo que os recomendamos que vayáis con tiempo si queréis verlo bien. En la categoría de show prescindible ponemos el cine 3D en el Teatro Chino (Hollywood Boulevard). En nuestro caso vimos un fragmento de El Hombre de Acero, que ya habíamos visto.

Este año estrenan un show nocturno basado en Aquaman que tiene muy buena pinta y lo harán en el lago de Movie World Studios. 

Aunque hay mucha gente que se queja del precio de las entradas no nos pareció excesivamente caro si lo comparas con otros parques similares. Es cierto que aprovechamos una oferta y que el pequeño todavía no pagaba entrada por lo que pudimos visitarlo de una manera un poco más económica. Las familias numerosas tenemos entrada reducida, pero las ofertas suelen mejorar este descuento. Respecto al parking, si vas en un día de calor no dudéis en coger una plaza techada ya que evitareis calor innecesario en vuestro vehículo.


Por último la comida. El parque impide entrar con comida o bebida, aunque vimos a gente que había colado bocatas. No se habla muy bien de los menús y sus precios, aunque hay entradas que incluyen un menú. La alternativa más económica (nosotros lo hicimos, y no fuimos los únicos) es dejar en el coche comida y salir al parking. Te ponen un cuño para volver a entrar. Por este motivo, también os recomendamos las plazas cubiertas. Por el contrario os tocará perder algo de tiempo y dar un buen rodeo. 

Para concluir, la visita al Parque Warner necesita al menos dos días. En un día es absolutamente imposible. Dependiendo de vuestros gustos o del perfil (niños, jóvenes intrépidos, fans de los shows…) os centraréis en un área u otra, y eso determinará finalmente vuestra visita. Hay quien dedica un día a montar en las atracciones y el siguiente a ver los espectáculos.


Lo cierto es que debemos de volver porque nos quedaron bastantes cosas pendientes. Y lo haremos, con las baterías llenas y las tarjetas de memoria vacías.

viernes, 28 de junio de 2019

VIAJAR CON EL PALADAR: ENSALADA WALDORF

Cuando llega el verano lo que nos apetece a todos es pasar el menor tiempo posible en la cocina, y preparar platos ligeros con los que sobrellevar el calor. Os traemos una receta sencilla, con ingredientes fáciles de localizar y que tiene una historia viajera detrás. Os presentamos la ensalada Waldorf.


Esta ensalada está preparada con tres ingredientes básicos: mayonesa, apio y manzana. Su nombre proviene del establecimiento donde fue creada, el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, uno de los establecimientos más lujosos de la Gran Manzana, y uno de los hoteles más conocidos de todo el mundo. 


Dice la leyenda que esta receta nació de madrugada y de repente, ya que un cliente tardío pidió algo para cenar y con los únicos ingredientes que el cocinero tenía a mano realizó este famoso plato. Como esto de las recetas improvisadas (dicen que la fideuà nació también por casualidad) es un cuento, haremos más caso a la historia que dice que el dueño del hotel, William Waldorf Astor, le pidió a su maitre que creara una serie de platos para su distinguida clientela. 


La receta fue creada en 1893 y en 1896 apareció la receta en el libro "The Cook Book by Oscar of the Waldorf", escrito por Oscar Tschirty, el maitre del Waldorf Astoria. Desde el primer momento, esta ensalada se convirtió en un plato admirado por la jet-set del momento. Y desde entonces se ha convertido en el plato más demandado del hotel, además de un hito en el cocina mundial por su audaz combinación de sabores. Un clásico que no pasa de moda.


La verdad es que es una ensalada deliciosa y muy rápida de preparar. Se corta en juliana una rama de apio, y en daditos pequeños una manzana (se suele recomendar roja, pero las amarillas tardan más en oscurecer), todo ello se mezcla con mayonesa. A partir de aquí, y siempre respetando los tres ingredientes originales, hay quien le añade frutos secos como nueces, pasas, piñones o almendras picadas. Hay quien le añade yogur natural, leche o nata a la salsa para aligerarla. Hay quien adereza la mayonesa con una punta de mostaza, nuez moscada, pimienta, (a mi me gusta con mostaza y unas gotas de salsa Perrins), o la aligera con yogur, leche o nata. Hay quien añade a la mezcla pera, miel o limón. Hay quien incluye jamón de York picado o huevo duro. Hay quien lo come sobre hojas de lechuga. En la cocina siempre la imaginación al poder.


Por supuesto un hotel como el Waldorf Astoria ayuda a que esta receta sea algo más que una simple ensalada. El hotel original fue construido en 1893 (el Waldorf) y unido posteriormente al The Astor, construido en 1897). Fue apodado "el guión", ya que un pasillo cubierto unía ambos y por el guión del nombre, que en la actualidad ha desaparecido. En 1929 fueron demolidos y el actual hotel Waldorf Astoria, construido en un nuevo emplazamiento en Park Avenue, fue inaugurado en 1931. En el antiguo solar se edificó el Empire State Building


Este hotel ha sido escenario de varias películas y residencia de numerosas personalidades, desde artistas como Cole Porter o Marylin Monroe, a presidentes y nobleza europea, pasando por gángsters. Una historia apasionante. Nosotros, que todavía no hemos pisado suelo de Estados Unidos, esperamos alojarnos allí algún día. Mientras, nos queda disfrutar con su ensalada.