lunes, 19 de septiembre de 2022
BATALLITAS EN EL LASER TAG
jueves, 8 de septiembre de 2022
BIRDWATCHING EN LA ALBUFERA DE VALENCIA
¿QUÉ NECESITAMOS PARA HACER BIRDWATCHING?
DÓNDE PRACTICAR BIRDWATCHING
MÁS ALLÁ DE LA ALBUFERA
UNA BONITA AFICIÓN
domingo, 28 de agosto de 2022
PORQUÉ DISFRUTAMOS TANTO DEL YACIMIENTO DE KELIN
La historia (y parte de la prehistoria) de la Humanidad es también la historia de las ciudades. Algunas llevan en pie y habitadas desde hace unos 7000 años. Este sería el caso de Byblos, en Líbano. Otras muchas se han perdido en las arenas del tiempo y de vez en cuando logramos encontrarlas. En esta categoría estaría Kelin, en el yacimiento arqueológico de los Villares, a las afueras de Caudete de las Fuentes (Valencia).
Hace unos 10000 años surge la agricultura en Oriente Próximo. Esta manera de producir alimentos es la revolución más importante que ha vivido la Humanidad. Ya no hay que trasladarse para encontrar comida, la comida está donde querían. Esto propicia otros muchos cambios. En primer lugar la creación de asentamientos estables: las aldeas y ciudades. Como no se precisa de toda la comunidad para encontrar alimento, algunos miembros se especializan en distintos oficios. Así hay quien empieza a especializarse en elaborar cerámica, o tejer telas, por ejemplo.
Pero, ¿qué es Kelin? Era una ciudad en el interior de la actual provincia de Valencia que podría asimilarse con la capital de su territorio. Un territorio que se asimilaría con la comarca de Utiel-Requena, o Tierra Bobal, que es su marca turística y de la que después hablaremos.
KELIN, AYER Y HOY
El yacimiento arqueológico de Los Villares oculta parcialmente la ciudad íbera de Kelin y se encuentra a las afueras de Caudete de las Fuentes. Es accesible casi directamente desde la autovía A3, que comunica Valencia con Madrid. Nuestro consejo (y el de los responsables de Kelin) es que no hagáis caso al GPS ni a Google Maps (sobre todo a Google Maps) . Entrad a Caudete para llegar mejor a Kelin y así evitaréis una pista de tierra.
Por las diversas catas que se han realizado, se estima que Kelin tenía una extensión de unas diez hectáreas. Se calcula que podrían vivir en su momento de máximo esplendor alrededor de 4000 personas. Como hemos comentado anteriormente, sería la capital de su territorio y administraría varias poblaciones a su alrededor. Se cree que se fundó allí por su posición estratégica. Está cerca del río Cabriel y en un cruce de caminos. Por un lado una vía que uniría la costa con el interior, y por otra parte, una vía que comunicaría Andalucía y Aragón por el interior. Estas rutas permitirían el comercio de múltiples materias: productos agrícolas (del interior) con pescado y objetos exóticos de origen fenicio (en la costa), y metales (Andalucía y Aragón).
La investigación ha determinado que Kelin tuvo una vida de unos 700 años, más o menos hasta el 75 o 72 a. C. cuando las guerras Sertorianas (una guerra civil por el control de Roma) aceleraron su declive y se abandonó definitivamente. Entre el siglo III o II a. C., durante la II guerra púnica, sufrió un importante incendio que destruyó bastantes edificios. Fue tan importante que incluso acuñó moneda. Por eso conocemos que esta ciudad se llamaba Kelin.
¿QUÉ HACÍAMOS EN KELIN?
Acudimos a Kelin con un triple propósito. Sí, triple. Una tarde más que completa. En primer lugar visitamos el propio yacimiento. El plato fuerte venía al anochecer, cuando se realizó una observación astronómica junto a la Asociación Valenciana de Astronomía (AVA). Por último se hizo un taller de Light Painting. Pero vayamos por partes.
En el yacimiento de Los Villares se puede ver dos zonas donde se ha excavado y se ha puesto en valor las construcciones que se han encontrado. En la parte más alta del yacimiento, que tiene una pendiente hacia Caudete, se pueden ver varias viviendas, entre ellas las de unos comerciantes ricos. La arqueóloga responsable explicó que encontraron acopios de distintos materiales, lo que hace pensar que comerciaban con elementos cerámicos, entre otros. Además localizaron un molino, un taller metalúrgico y una bodega, elementos que no eran frecuentes en todas las casas. Lo que no se puede saber es si era comunal, pero no lo parece.
En la parte baja se encuentra el segundo espacio excavado y puesto en valor. Aquí fundamentalmente se pueden ver los restos de una casa agricola de unos 100m2. Esto demuestra una posición económica holgada, pero no eran tan ricos como en la casa de la que acabamos de hablar. Estaba en la esquina de dos calles, y colocaron una piedra para proteger la esquina exterior de conductores de carros poco mañosos. Se puede observar también una ampliación. Algunos muros se realizaron con ladrillos macizos de barro y enlucidos con cal. Probablemente tuvo una cubierta de vigas de madera, ya que localizaron restos. También se encontraron unos enterramientos infantiles. Se sabe poco acerca de las creencias de los íberos, pero sí que se conoce que enterraban a los primogénitos muertos en tinajas en la casa para que fueran sus protectores.
SESIÓN DE NOCHE
Mientras la noche iba cayendo, los asistentes aprovechamos para cenar. El atardecer fue muy bonita, con el sol poniéndose entre las montañas que rodean el yacimiento. De vez en cuando veíamos pasar el AVE, cuyas vías están también muy cerca del yacimiento de Los Villares.
La observación astronómica se dividió en tres partes. En primer lugar explicaron en qué iba a consistir. Inmediatamente, y para que nos fuéramos acostumbrando a la oscuridad (cuanto más oscuro, mejor) hicieron un pequeño juego. Éste consistía en intentar adivinar la distancia (a escala) que separa la Tierra de la Luna. Después el mismo juego pero con los satélites o las estaciones espaciales que orbitan nuestro planeta. Esto nos permite estimar lo que suponen las distancias siderales. Y que somos menos que una mota de polvo para el universo.
La segunda parte de la observación fue una explicación de las constelaciones. Se ponían en contexto las características de cada una, como por ejemplo si eran estrellas son dobles (¡como en Tatooine!), si hay un cúmulo (algunos con millones de estrellas) o la distancia media a la Tierra. También contaban la historia mitológica alrededor de la constelación. Una gozada. Apuntaban con un láser verde, uno de esos que algunas personas con pocas luces utilizan para molestar a aviones en vuelo.
La última parte correspondía con la observación a través de los telescopios que llevaron los y las miembros de la AVA. Así vimos más de cerca algunas de las estrellas dobles o cúmulos de los que nos habían hablado. Uno de los momentos más chulos fue cuando vimos Saturno, y por supuesto sus anillos. Empezó a verse al anochecer y antes de la medianoche estuvo a una altura suficiente para observarlo.
DISFRUTANDO DEL CIELO NOCTURNO
Disfrutamos un montón porque, por fortuna, no había una sola nube. Además aprendimos varias cosas acerca de las observaciones. Ahí van algunos consejos. En primer lugar hay que alejarse de las ciudades, la contaminación lumínica nos impide ver objetos en el cielo nocturno. A simple vista vimos distintos satélites o la estela de un bólido entrando en la atmósfera. Utilizad luz roja (nosotros cubrimos unas linternas con celofán rojo) solo cuando sea imprescindible y siempre dirigida hacia el suelo. Si no habrá que volver a acostumbrarse a la oscuridad. No hace falta un equipo muy caro, unos prismáticos medianamente buenos pueden bastar para disfrutar del cielo. Claro, cuanto mejor sea el equipo más elementos podremos ver. Eso sí, generalmente serán en blanco y negro, los colores que se aprecian en las fotos astronómicas o bien son artificiales, o precisan de unos tiempos de exposición muy grandes.
Al mismo tiempo que observábamos el cielo se realizó un taller sobre Light Painting. Esta es una técnica fotográfica en la que se abre el diafragma de la cámara durante un tiempo bastante elevado. Mientras, con distintos elementos luminosos, se puede realizar dibujos. De ahí el nombre. Es una técnica muy chula y muy curiosa. No es fácil, pero con un equipo adecuado, tampoco el muy complicado.
SE QUEDÓ BUENA NOCHE EN KELIN
Pudimos disfrutar de todas estas actividades de manera gratuita gracias a Tierra Bobal, que es la marca turística de la Mancomunidad del Interior Tierra del Vino, una entidad que agrupa los municipios de la comarca de Utiel-Requena. Tienen una web llena de planes para toda la familia. El nombre proviene de la uva autóctona de la zona, la bobal, y que ha sido fuente de riqueza desde hace siglos. Ya habéis visto que en Kelin elaboraban vino. Además este vino tiene Denominación de Origen Protegida, y la verdad es que está muy rico.
Sus cielos tienen la certificación Starlight, es decir, que una entidad ha certificado que sus cielos reúnen las condiciones necesarias para poder realizar observaciones astronómicas de calidad. Es decir, cielos con poca contaminación lumínica, nitidez y suficientes horas de ausencia de nubes al cabo del año para asegurar buenas observaciones astronómicas. Esta certificación la disfrutan en varios puntos de España, y es sinónimo de cielos de calidad.
En resumen, fue una tarde-noche que nos permitió viajar lejos, tanto en el tiempo como en el espacio. En el tiempo porque nos trasladamos a una ciudad que hace siglos que dejó de existir, y que se ha rescatado. Además fue un viaje en el espacio, en el sentido más amplio de la palabra. Nos acercamos a estrellas que están a 30.000 años/luz de nosotros. Es decir, esa luz se emitió cuando el ser humano no conocía todavía ni la agricultura ni la ganadería.
jueves, 18 de agosto de 2022
3 PISCINAS NATURALES PARA REFRESCARSE EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
LAS FUENTES DEL ALGAR (CALLOSA D’EN SARRIÀ, ALICANTE)
RÍO CHELVA (CHELVA, VALENCIA)
FUENTE DE LOS BAÑOS (MONTANEJOS, CASTELLÓN)
lunes, 8 de agosto de 2022
5 CONSEJOS PARA HACER TURISMO EN NUESTRAS PROPIAS CIUDADES
OLVIDAD RUTINAS
UTILIZAD EL TRANSPORTE PÚBLICO Y ANDAD
CONSULTAD LAS AGENDAS CULTURALES
INSPIRAOS EN WEBS, BLOGS Y REDES SOCIALES
TAN CERCA, TAN LEJOS
jueves, 28 de julio de 2022
CAIXAFÒRUM VALÈNCIA POR FIN HA ABIERTO SUS PUERTAS
Un nuevo equipamiento cultural ha llegado a la capital del Turia. Lo del Turia es literal, ya que se encuentra en el antiguo cauce de este río. Un nuevo equipamiento cultural que se sitúa en la Ciudad de las Artes y las Ciencias y que va a multiplicar y diversificar la oferta que brinda este complejo de divulgación. ¡Demos la bienvenida a Caixafòrum València!
La verdad es que la apertura de Caixafòrum València en el Àgora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias es una excelente noticia. No solo por lo que se ha comentado en el anterior párrafo, si no porque por fin el edificio va a tener un uso continuado. Este edificio se inauguró en 2009 y desde entonces ha estado infrautilizado. Dado su carácter polivalente ha albergado torneos de tenis (el torneo de Valencia llegó a ser un Open 500), conciertos y festivales de música, desfiles de moda o actividades navideñas.
Tiene una superficie de unos 5000 metros cuadrados y una altura de unos 80 metros. Esa altura no es aprovechable en su mayoría. Se inauguró pero no está terminado, ni siquiera a día de hoy. Le falta un par de alas que se abrirían en la parte superior y que permitiría la iluminación natural. Hay gente con mala idea que afirma que esas alas tocarían con el puente junto al que se sitúa. También dicen esas mismas malas personas que fue un proyecto de “última hora” de Santiago Calatrava para tapar, en parte, de la vista al Oceanogràfic, obra del gran arquitecto Félix Candela.
CAIXAFÒRUM Y VALENCIA
Caixafòrum ha tardado muchos años en llegar a Valencia. En 2008 ya se publicaron noticias acerca de la búsqueda que había emprendido la fundación que gestiona este espacio para establecerse en Valencia. En principio la zona escogida era el centro histórico. Pero sea donde sea, Valencia ya comparte red con otras ciudades como Barcelona (donde además está el CosmoCaixa), Madrid, Sevilla, Zaragoza, Palma de Mallorca, Girona, Lleida y Tarragona. De esta manera accederá a una serie de exposiciones muy interesantes y relevantes.
Para establecerse en el Àgora se ha realizado una intensa reforma. En la planta baja se han situado las dos salas de exposiciones. Una más grande, para las exposiciones más llamativas, y otra de apoyo. Ahora mismo lo desconocemos, pero creemos que la modularidad del centro permitiría el uso conjunto si hiciera falta. También el la planta baja se sitúan las taquillas y la tienda del Caixafòrum Valencia.
La superficie que cubre las salas de exposiciones se ha aprovechado para aumentar la superficie del centro. En este primer piso encontraremos una de las instalaciones que está llamada a ser una de las referencias visuales de este Caixafòrum. Se trata de La Nube. Aunque visualmente nos quiera remitir a la nube de su nombre, a nosotros nos recordó a una nave espacial. En la base, una serie de espejos nos quieren dar la sensación de ingravidez. Alrededor se ha situado una extensa red de más de 40 kilómetros de filamento realizado con impresora 3D. Esta malla deja ver una serie de leds conectados vía internet a una boya que se encuentra en el mar (no sabemos en que punto del planeta) reportando constantemente la temperatura del agua. Esta temperatura se refleja mediante los colores de los leds.
LA REFORMA
También en esta planta superior se encuentra el restaurante. Spoiler: estaba cerrado, o eso nos pareció. Se encuentra cubierto por una superficie con una forma orgánica (¿un estómago?) sobre la que se ha instalado un inmenso jardín vertical. Este jardín, por el otro extremo, cae hasta la misma puerta de entrada del Caixafòrum. Por último, y también en esta planta superior, además de los servicios, se encuentra un auditorio donde se celebran charlas, conciertos y otros eventos.
Esta planta también es un mirador del resto del Caixafòrum. Entre las dos escaleras de acceso, unas a cada lado, se encuentra una especie de graderío. Algunos de los asientos se encuentran acolchados, por si queréis descansar durante vuestra visita. Enfrente, sobre la tienda, hay un espacio cubierto. Esta es una de las salas polivalentes que tiene Caixafòrum, aunque nos pareció que es una especie de aula de estudio, o algo parecido. La cubierta, muy colorida, nos recuerda al techo del barcelonés mercado de Santa Caterina.
LAS PRIMERAS EXPOSICIONES DE CAIXAFÒRUM VALÈNCIA
Falta hablar de las exposiciones. Para abrir las puertas de Caixaforum Valencia se ha escogido las exposiciones “Faraón. Rey de Egipto” y “Horizonte y límite. Visiones del paisaje”. Evidentemente el gran gancho es la exposición sobre los faraones, realizada con la colaboración del British Museum. ¿Qué tendrá el Antiguo Egipto que tanto nos atrae?
La exposición nos ofrece una visión muy completa de lo que suponía la figura del faraón en la sociedad egipcia. También a través del hilo conductor de los faraones nos hablan de la vida cotidiana en aquel tiempo. Una exposición que nos dejó un buen sabor de boca, con algunas piezas muy interesantes. Quizás pediríamos alguna cosita más, pero ciertamente es muy interesante. Si vais con niños no podéis dejar de entrar en una sala donde podrán jugar a colocar atributos a las “pinturas” y “relieves” de las paredes. Si os dejan, tampoco dejéis de traducir vuestro nombre al egipcio. Yo por si acaso no utilizaría esta “traducción” para tatuármelo, que de todo hemos visto.
La otra exposición, “Horizonte y límite. Visiones del paisaje” nos muestra el diálogo entre el ser humano y el paisaje. Somos capaces de fascinarnos ante un amanecer y, al mismo tiempo, transformar de manera irremediable un valle construyendo una autopista. Un diálogo bastante interesante, también con visiones del paisaje en otros siglos.
Que no se nos pase por alto citar dos obras artísticas que se han instalado en Caixafòrum Valencia. Sus autoras son dos mujeres que empiezan a despuntar. Por una lado en el exterior se encuentra Palafit, obra de Anna Talens, que nos remite a las arquitecturas tradicionales utilizadas por los agricultores valencianos. En el interior, sobre La Nube, se puede ver en unos horarios determinados Arc al cel, de Inma Femenía, que se basa en el arcoíris y su efecto óptico.
LAS PRIMERAS IMPRESIONES SOBRE CAIXAFÒRUM VALÈNCIA
Nuestra impresión tras la primera visita a Caixafòrum Valencia es muy positiva. Nos sorprendió la cantidad de actividades que alberga este espacio y creemos que más pronto que tarde volveremos. Se nota que es un nuevo espacio cultural en Valencia porque había bastante gente. En algún momento la visita a la exposición de Faraón era un poco complicada al tener que esquivar al público para apreciar algunos detalles. Eso sí, el personal es atentísimo y muy amable, siempre dispuesto a ayudar, incluso se ofrecen a explicarte algunas cosas aunque no se lo hayas pedido.
Para acabar algo de información práctica. Caixafòrum Valencia abre todos los días de 10:00 a 20:00 excepto en día de Navidad, Año Nuevo y Reyes. La entrada cuesta 6 €, pero es gratuita para clientes de Caixabank, menores de 16 o poseedores del Carnet Joven Europeo. Es gratuito para todos los públicos el 19 de marzo (San José), el 18 de mayo (Día Internacional de los Museos) y el 9 de octubre (Día de la Comunidad Valenciana). Lo mejor es adquirir las entradas online para aseguraros la disponibilidad, aunque sean gratuitas.
Como ya hemos comentado al principio, siempre es una buena noticia que una ciudad amplíe su oferta cultural. Que, además, sea un Caixafòrum es doble motivo de satisfacción. No pasará mucho tiempo hasta que volvamos, las exposiciones de Caixafòrum siempre nos han parecido muy interesantes y ahora las tenemos mucho más cerca. ¡Bienvenidos!