miércoles, 28 de agosto de 2019

EN UN CINE DE 1.000 ESTRELLAS: VAMOS AL AUTOCINE


Se apagan las luces y empieza el primer tráiler mientras nos acurrucamos en nuestra butaca. Esta es, grosso modo, la liturgia que se sigue cuando va a comenzar una película. Pero esta vez vamos a un cine donde las luces no se apagan de repente, y el asiento podemos acomodarlo a voluntad. Nos vamos a un autocine.


Los autocines se inventaron en Estados Unidos (¡cómo no!) a principios del siglo XX, pero se popularizaron a partir de los años 30. A nuestro país llegaron a finales de los años 50 a Madrid (exactamente el jueves 17 de abril de 1959), concretamente a Barajas y se llamó motocine. Intentaba atraer tanto a una incipiente clase media motorizada (el Seat 600 se empezó a producir en 1957) como a los soldados norteamericanos destinados en Torrejón de Ardoz, más acostumbrados a este modo de ver cine. Como curiosidad, el motocine cerró a los ocho meses, entre otras razones, porque a la censura le pareció poco moral lo que pudieran hacer los espectadores en la oscuridad de sus coches.

Actualmente en España sobreviven 7 autocines, pero en los años 70 y 80 fueron decenas los que había por todo el territorio nacional. Se encuentran en:

- Madrid (Autocine Race)
- Getxo, Vizcaya (Autocine Getxo)
- Torrelavega, Cantabria (Autocine Cantabria)
- Gijón, Asturias (Autocine Gijón)
- Valencia (Autocine Star)
- Denia, Alicante (Autocine Drive-in)
- Mutxamel, Alicante (Autocine El Sur)



Esta vez fuimos a Autocine El Sur, que lo tenemos razonablemente cerca de casa y es el más grande de España con capacidad para unos 400 coches. Hace años, cuando vivíamos en Valencia éramos asiduos al Autocine Star, sobre todo en verano, que sin duda es la mejor época para ir al autocine, aunque en invierno, al estar a cubierto, tampoco es una mala opción. Aprovechábamos para ir a la contigua playa de Pinedo y cuando se empezaba a poner el sol íbamos al cine.


Dado que el miércoles es el día del espectador, fuimos para allá. Menos mal que fuimos con bastante antelación, algo que recomendamos en época de vacaciones, ya que estaba a tope casi una hora antes de que empezara la primera película. Una curiosidad de los autocines es que conservan la fórmula del programa doble, por lo que por el precio de una entrada veis dos películas, en esta ocasión Mascotas 2 y Aladdin. Generalmente combinan una peli infantil con otra más adulta, o una peli de estreno con otra de reestreno.


Otra de las ventajas de ir en verano es que los espectadores lo convertimos en una terraza de verano, aprovechando la fresca de la noche. Puedes llevarte la cena y comerte un buen bocata mientras ves la película. De hecho eran decenas de familias las que estaban apostadas alrededor de sus coches con neveras, mesas portátiles, sillas de playa, etc. Los cines tienen un bar-restaurante en el que sirven además de palomitas, hamburguesas, bocatas, perritos, etc. y bebidas, a precios módicos (6,50 € por un menú de hamburguesa, patatas y bebida, por ejemplo).


Todavía conservan un poste con un altavoz para poder oír la película, que tienen bastante potencia y se oye estupendamente, pero también emiten el sonido por FM y se puede sintonizar por la radio del coche. Nuestro truco, cada uno lo oímos por auriculares a través de la radio FM del móvil. De esta manera no tenemos que sufrir por la batería del coche (por si las moscas los autocines suelen disponer de pinzas o arrancadores de batería), ni tenemos que tener el motor constantemente arrancado, ahorrando combustible, ruido y gases contaminantes.

Os aconsejamos que os llevéis algún tipo de ropa de abrigo, como una sudadera o una rebequita, ya que aunque vayáis en verano, al ser de noche y a la intemperie, un poco de viento puede fastidiar la velada. De hecho nosotros vimos la segunda película dentro del coche porque estábamos un poco incómodos con el viento, ya que había bajado la temperatura.
 

Las entradas de adulto (recordad que son dos películas) cuestan 6€ por persona y 3€ por el coche, mientras que los niños entre 5 y 10 años pagan 5€. Los menores de 5 no pagan, y hay que llevar documentación acreditativa. Los miércoles es el día del espectador y la entrada vale 4€ y 2€ el coche. Discapacitados no pagan de lunes a viernes no festivo ni víspera. Ya solo queda relajarnos y disfrutar del programa de la noche. Os aseguramos que es una experiencia que a los niños les encanta y, como a nosotros, os pedirán volver.

domingo, 18 de agosto de 2019

DIVERSIÓN EN EL AGUA: AQUA NATURA BENIDORM

En verano con los rigores del calor no nos apetece otra cosa más que estar a remojo hasta donde la fisiología nos permita, es decir, dejando por encima de la superficie apenas la cabeza para poder respirar. Si a esta opción le sumamos la necesidad de diversión en verano, tenemos claro que la mejor opción es ir a un parque acuático. Para las familias, en Benidorm, encontramos Aqua Natura.



Aqua Natura es el parque acuático que se encuentra anexo al zoológico parque Terra Natura Benidorm, en el área de influencia del parque temático Terra Mítica. Tiene una superficie de 40.000 m2 y fue inaugurado en el año 2005. Su tamaño y configuración hace que sea especialmente adecuado para las familias, ya que te permite tener controlados a los niños con bastante facilidad. En este aspecto es bastante más manejable que Aqualandia, el otro parque acuático que hay en Benidorm (sí, en Benidorm hay dos parques acuáticos), el decano de los parques acuáticos en España y uno de los más grandes de Europa con 150.000 metros cuadrados.



Una inmensa piscina preside el centro del parque. Sobre ella se alza un faro pintado en blanco y azul y símbolo del parque. Alrededor de esta piscina durante todo el día, para que no nos aburramos, hay una intensa animación: Aqua Gym, Mini disco, la patrulla Natura y, al final del día, aunque junto a los vestuarios, fiesta de la espuma. A un lado de esta piscina se ubica la Escuela de Sirenas y tritones, un espacio para los niños y niñas, que se paga aparte, donde les pintan la cara y se ponen una larga cola de sirena (o tritón). 



El parque cuenta con tres zonas infantiles en las que podréis encontrar toboganes y atracciones para niños de diferentes edades. En To Neró Kaló destaca un gran cubo de agua que vuelca cuando está lleno, convirtiéndolo en una de las grandes atracciones del parque por su espectacularidad. El puente, los toboganes y otras sorpresas les encantan a los niños. En Adventure Island, los niños hasta 12 años podrán recorrer sus toboganes sin descanso. Los más pequeñines tienen la piscina de las tortuguitas, donde pueden jugar sin peligro junto a una tortugas que lanzan agua. Además en El Ojo de las Cícladas, dos toboganes casi paralelos, los niños pueden disfrutar solos o con los padres.



Pero no creáis que toda la diversión es para los niños, también hay toboganes para adultos. Destaca La Cresta, un tobogán que combina una fuerte caída con una cuesta, como si fuera un pipe de skateboard. Para esta atracción se necesita una altura mínima de 1'20 m de altura, una norma general en el resto de toboganes, y pesar más de 50 kg de peso. El Kamikaze, el Black Hole o los zigzags son otros ejemplos de toboganes en el que los mayores pueden disfrutar, así como el Aqua Snake un tobogán que no es muy intenso y donde podéis subir también con los niños.



Respecto a la comida, hay varios restaurantes y kioscos donde podréis adquirir menús del día consistentes en hamburguesas, pizzas y platos variados, además de helados. La verdad es que hay zonas de picnic, aunque en los últimos años se han reducido, pero puedes llevarte tu comida y bebida, siempre y cuando cumpláis una serie de normas como que la nevera debe de medir 30 cm x 20 cm x 20 cm, y no entrar con cristales o latas, ya que está prohibido.


Por último hablar de los leones marinos. Hace unos años realizaban un show con ellos, pero actualmente se ha convertido en unas demostraciones educativas en las que hablan de las características y hábitos de estos animales y realizan una pequeña exhibición. Bajo el faro hay una entrada a una galería submarina donde podremos ver a estos animales nadando a sus anchas.



Al ser un parque acuático solo abre en temporada estival, que suele ser entre finales de mayo y mitad de septiembre. La entrada de adultos cuesta 32 € y 26 € la de niño. Hay una entrada reducida de tarde, para las tres últimas horas. Las familias numerosas tenemos descuento, quedándose en 19,50 € la entrada de adultos y 16 € la de niños. También existe la posibilidad de comprar una entrada conjunta para visitar también Terra Natura, en un día o dos consecutivos, o un bono que incluye menú y bebidas y completar el día, desde 43 € las de adulto. Para llegar podéis coger un autobús desde el centro de Benidorm que os dejará en la puerta o, si vais con vuestro vehículo, seguid las indicaciones hacia la zona del parque temático. Si tenéis autocaravana, el parque cuenta con una zona camper donde podréis pernoctar. 



Nosotros tenemos el pase de temporada y la verdad es que en verano lo amortizamos de sobra. Para los niños es un espacio fantástico, donde nuestros hijos se lo pasan de miedo. Eso sí, cuidado con el sol, usad una buena protección, no seríais los primeros que salís rojos como un tomate y después pasáis una noche toledana.

jueves, 8 de agosto de 2019

LOS 5 MEJORES PARQUES Y JARDINES DE VALENCIA CON NIÑOS

Como dice el pasodoble, y todos sabemos, Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor. Quizá por eso en Valencia podemos encontrar un buen número de parques y jardines que merecen mucho la pena, tanto para pasear con la familia como para pasar un buen rato en ellos. Por eso vamos a hacer un ranking en este artículo con los 5 parques y jardines de Valencia que, en nuestra opinión, son los mejores para visitarlos con niños:

 
5- Jardines de Monforte: se trata de uno de los jardines neoclásicos mas importantes de España. Un pequeño paraíso situado entre edificios en mitad de la ciudad, concretamente en la calle Monforte, muy cerca del punto donde confluye la Alameda con el Puente del Realjunto a los Jardines del mismo nombre.


Cuenta con tres partes diferenciadas, una junto a la entrada con una elegante disposición arquitecturizada, otra parte con una disposición más libre o informal, y por último una tercera parte con una montaña (elemento romántico por excelencia) y un estanque. Su cuidada estética y la mezcla junto a fuentes y numerosas esculturas de estilo clásico, lo convierten en el jardín más bello de la ciudad. Además cuenta con una sorpresa, dos leones en mármol que fueron desechados, por pequeños, para la escalinata del Congreso de los Diputados.



4- Parque de Cabecera: Está situado al oeste de la ciudad, lindando con el término municipal de Mislata, junto a la Avenida de Pío Baroja. Se aprovechó para regenerar una zona de la ciudad bastante degradada. Su nombre proviene de que está en la cabecera del río Turia a su paso por Valencia, aunque su cauce fue desviado. Enlaza directamente con el Jardín del Turia, por lo que suele servir de continuación para los recorridos de runners y ciclistas urbanos.


Tiene un gran lago central por el que podemos navegar alquilando una barca de remos o un patín en forma de cisne. Alrededor de éste se sitúa el bosque mediterráneo, la colina-mirador, un auditorio al aire libre, la cafetería y unos juegos infantiles muy chulos. Además es la puerta de entrada al Bioparc, el parque zoológico de Valencia.



3- Parque Central: Es el último parque que se ha abierto en Valencia, junto a las calles Filipinas, la plaza de Manuel Sanchis Guarner y el paso elevado de la Avenida de Giorgeta, al oeste del barrio de Ruzafa. Ocupa una superficie triangular que hasta hace muy poco ocupaban instalaciones de servicios ferroviarios (talleres, almacenes, vías) que se han ido trasladando o concentrando junto a las cercanas estaciones del Norte y Joaquín Sorolla. Precisamente los antiguos edificios ferroviarios, muchos diseñados por el arquitecto valenciano Demetrio Ribes (autor de la Estación del Norte), salpican este parque y se reutilizarán para diversos usos sociales, culturales y deportivos. El progresivo soterramiento de las vías ampliará la superficie del parque y transformará profundamente esta parte de la ciudad.

Uno de los grandes protagonistas de este parque es el agua, que aparece en numerosos puntos y que un poema de Ausiàs March “Aigua plena de seny" (agua llena de sensatez) ha inspirado para su uso. Además de jardines diferenciados de distintos tipos de especies, cuenta con una zona de juegos infantiles y dos amplias praderas, una con dos rocódromos y otra donde se permite que haya perros.


2- Jardines del Real (Viveros): El parque más querido por los valencianos, algo así como el Retiro para los madrileños. Su nombre, jardines del Real viene dado porque aquí se situaba el Palacio Real, que se derribó en el curso de la Guerra de la Independencia de 1812 y que se quería recuperar en excavaciones arqueológicas. Aunque en Valencia todo el mundo conoce a estos jardines como Viveros.


Cuenta con amplios paseos (en uno de ellos se instala en primavera la Feria del Libro), espacios de gran riqueza botánica como la Rosaleda, o un parque infantil de Educación Vial, con sus semáforos, sus pasos de peatones, sus señales... Tanto en Fallas como en la Feria de Julio se celebran conciertos en una de sus explanadas. En su interior se sitúa el Museo de Ciencias Naturales y colinda con el Museo de Bellas Artes, todo un abanico de posibilidades.



1- Jardín del Turia: en octubre de 1955 el río Turia se salió a su paso por la ciudad de Valencia provocando unas catastróficas riadas. Pasada la tragedia se decidió realizar una obra de ingeniería que cambiara el curso del río para sacarlo fuera del núcleo urbano de la ciudad y así evitar en un futuro nuevas avalanchas que provocarán unos daños tan grandes, cosa que ocurría cíclicamente. Una vez se desvió el cauce del río se quiso dotar de uso al viejo cauce. Fruto de la presión vecinal y ciudadana hoy podemos disfrutar de una de las zonas verdes urbanas más grandes de toda España, ya que en un principio se quiso construir una autopista de varios carriles que atravesará Valencia de punta a punta.


El Jardín del Turia no es solo el gran pulmón verde de la ciudad, una infraestructura envidiada en muchos lugares. En sus cerca de 7 kilómetros combina tramos de bosque mediterráneo con equipamientos deportivos, elementos de ocio y patrimonio histórico. Entre los 19 puentes que lo cruzan algunos, como el de Serranos o el del Real, son del s. XV. Y qué decir del Palau de la Música, el Parque Gulliver o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, situado en uno de los tramos finales, solo por uno de estos edificios ya merece la pena visitar Valencia.



Como habéis comprobado, visitar estos parques y jardines es mucho más por la mezcla de elementos que conviven en estos espacios. Una opción fantástica para las familias, ya que combinan deportes, historia, cultura, diversión, ofreciendo una oferta muy variada, sin apenas coste. No dejéis de visitar y disfrutar estos parques y jardines, no os arrepentiréis.

domingo, 28 de julio de 2019

DESCUBRIMOS LOS TESOROS DE IRÁN, CUNA DE CIVILIZACIONES

Por fin. Después de varias semanas (por no decir meses) deseando visitar el MARQ, el Museo Arqueológico de Alicante (del que ya os hemos hablado en este blog), para disfrutar de su nueva exposición temporal: Irán, cuna de civilizaciones , ya hemos podido visitarla. Os lo contamos.


Nombres míticos de pueblos como los medos, los seleúcidas, los aqueménidas o los persas, de lugares y ciudades como Mesopotamia, Babilonia, Susa, Nínive, Persépolis, o de reyes como Asurbanipal, Jerjes, Atajerjes, Darío, Ciro, Cambises... harán que os vengan a la cabeza grandes batallas y conquistas de tierras lejanas. La historia del territorio que actualmente ocupa Irán es rica en culturas y civilizaciones. Esta exposición es una muestra perfecta.

Al igual que en muestras anteriores como Vikingos. Guerreros del norte. Gigantes del mar, Mayas, El enigma de las ciudades perdidas, o Rupestre. Los primeros santuarios, ésta se divide entre las tres salas dedicadas en el Marq a las exposiciones temporales. El montaje es menos “aparatoso” que en muestras anteriores, pero no por ello deja de ser espectacular gracias a los grandes murales con representaciones de los templos o de los mapas con la extensión de los imperios. O la moqueta (¡ojo a la moqueta!). El peso principal de la exposición recae en las casi doscientas piezas que han llegado desde el Museo Nacional de Irán en Teherán y el Drents Museum de Assen (Paises Bajos) y que ofrecen una magnifica muestra de orfebrería, porcelana y escultura en diversos materiales.


Para entender la importancia de esta región para la historia de la humanidad baste este dato: aquí nació la escritura gracias a los signos cuneiformes. Este hecho revolucionó el mundo hasta nuestros días.


En la primera sala se muestran las piezas más antiguas que corresponderían con el Paleolítico y el Neolítico. Desde el principio, con piezas como la punta de lanza, el hacha de piedra o la flauta realizada en hueso, nos damos cuenta que aquellas sociedades y las que vivían en Occidente no estaban tan lejos culturalmente, de hecho en el pasillo que comunica las tres salas existe un gráfico comparando los hechos significativos de los territorios de la actual Irán y de las principales civilizaciones clásicas como Grecia y Roma.


Especialmente me gustaron aquellas piezas que incorporaban escritura cuneiforme, de manera que estábamos frente a algunos de los primeros objetos "escritos" de la historia de la humanidad. Pero no son desdeñables en absoluto las piezas de orfebrería, que demuestran una pericia técnica que se aumentará en los siguientes siglos.


En la segunda sala encontramos piezas de representan los primeros imperios que se formaron en este territorio. Destacar el apartado que se sitúa al fondo de la sala, con una estatua colosal de Darío I el Grande, el primer gran emperador del Imperio Aqueménida, y una reproducción de un templo de la ciudad de Persépolis, realizado para que lo “vean" las personas con deficiencias visuales.


De nuevo el MARQ, junto a la Fundación ONCE, apuestan llevar la exposición a todos los públicos y reproducir mediante una serie de figuras tiflológicas, es decir, hechas para ser tocadas y “vistas" por las personas invidentes, pero que son aprovechadas por otros visitantes para conocer detalles de las piezas que ha simple vista no se ven. Un miembro de seguridad le llamó la atención a mis hijos porque “eso es para ciegos y ya se ha roto una", pero lejos de una mala actitud, mis hijos, que no son invidentes (y son niños) los usan para descubrir como son algunos objetos de la exposición.


La llegada del Islam y la revolución, no solo religiosa sino también cultural, que supuso para lo que era el Imperio Persa centra la muestra en la tercera sala. La sala abre con la reproducción del famoso mosaico de la batalla de Issos entre Alejandro Magno y Darío III, que se encuentra en el Museo Arqueológico de Nápoles, y que marcó un momento de cambio en este imperio, que pasó a ser dominado por la monarquía helénistica. Inmediatamente una escultura nos invita a pasar.


Un gran Corán preside el centro de la sala, que incluye también cerámicas finamente decoradas con elementos naturales, vegetales y algún animal, que las sitúan ya en la tradición islámica o en su transición. Estas piezas nos pueden resultar familiares ya que en aquel momento tanto España (Al-Andalus) como Irán (Persia) vivían bajo el gobierno del Califato Omeya.


Por último, en la antigua capilla, como es habitual, se sitúa un epílogo de la exposición que se centra en las relaciones estrechas y fructíferas que durante el s. XVI mantuvieron la corte española de los Austria con el imperio safaví (Irán), donde la diplomacia hispánica jugó un importante papel.

La exposición abrió sus puertas el pasado 14 de abril, y permanecerá abierta hasta el 1 de septiembre, por lo que todavía hay tiempo más que suficiente para poder disfrutar de esta muestra que nos sorprenderá muy gratamente.


Como curiosidad, el MARQ prepara una exposición recíproca en Irán, donde viajarán más de un centenar de piezas que repasarán la historia de Alicante, y por extensión de España y de los pueblos que habitaron el Mediterráneo. Sin duda, una acción muy enriquecedora. 

jueves, 18 de julio de 2019

DESCUBRIENDO ALBARRACÍN EN FAMILIA

Si Teruel es una de nuestras provincias favoritas, es por el atractivo que reside en sus municipios, algunos de ellos tan pintorescos (que decían las guías de viaje antiguas) como Albarracín, una villa que cada año recibe miles de turistas atraídos por la belleza de su arquitectura y los paisajes que la rodean.


Su centro histórico se encuentra cerrado al tráfico algo que las familias nos relaja bastante ya que no tenemos que andar esquivando coches ni sufriendo por nuestros hijos. Por ello estaréis casi obligados a estacionar en el parking municipal que se encuentra junto al río Guadalaviar, que en este punto de su recorrido todavía no se ha convertido en el Turia. A escasos metros tenemos la oficina de turismo y justo enfrente la primera de las muchas cuestas que vamos a tener que subir y bajar durante nuestra visita a Albarracín, debido a su indómita orografía, ya que todo el pueblo se encuentra sobre la ladera de una colina coronada por sus famosas murallas.


Uno de los primeros lugares emblemáticos que vamos a visitar en Albarracín es la Plaza Mayor. Aquí se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad. Tres de los cuatro lados de la plaza se encuentran porticados y uno de los elementos más singulares son sus balcones de madera, con unas vistas panorámicas al valle que surca el Guadalaviar, además de a los edificios más conocidos del municipio.


Para proseguir la visita podemos dirigirnos hacia el noroeste por la calle Santiago. A través de su intrincado recorrido llegaremos hasta el portal de Molina una de las aberturas que existen en la muralla, flanqueada por torreones para poder entrar y salir de la ciudad en su momento. Frente al portal nos encontramos con una de las edificaciones más conocidas de Albarracín, la casa de Julianeta, que adquiere forma de una especie de Flat Iron Building medieval.

Pasando el Portal de Molina a mano derecha encontramos la indicación que nos señala el camino para poder visitar la muralla de Albarracín. No hacemos ningún spoiler si os decimos que necesitaréis dos cosas: en primer lugar unas buenas piernas y, sobre todo, mucho ánimo para llegar hasta el final de la visita.


Seguiremos nuestro camino por la calle Portal de Molina donde seguiremos disfrutando de las edificaciones tradicionales de Albarracín. De estas nos van a llamar la atención su abigarrada estructura, que en ocasiones nos pueden recordar a un Lego, el uso de forja en el exterior y el color rojizo que presenta en sus paredes. Esto se debe a que los materiales de construcción empleados se extrajeron de los alrededores, lo que se conoce como rodeno.


Llegaremos de nuevo a la Plaza Mayor, donde doblando la esquina junto al estanco enfilaremos la calle de la Catedral. A pocos metros nos aparecerá en primer lugar el Palacio Episcopal y justo detrás el campanario. La catedral, dedicada a El Salvador, fue levantada en apenas 28 años, entre 1572 y 1600, con una sola nave central con capillas a ambos lados, en estilo gótico tardío. Las vistas junto a la Catedral también son impresionantes y el propio templo merece una visita, ya que además en su claustro conserva magníficas obras de arte.


Si continuamos nuestro paseo, calle arriba calle abajo, llegaremos hasta la Torre de Doña Blanca, una imponente edificación que formaba parte del conjunto defensivo de la ciudad. ¿Queréis más?Entonces os recomendamos el paseo fluvial junto al curso del río Guadalaviar. No solo es interesante desde el punto de vista ambiental y paisajístico sino que también nos proporcionará un punto de vista distinto de la ciudad observando mucho mejor como los edificios se aferran a la roca sobre la que se sitúan.


Pero aquí no acaba la visita a Albarracín ya que en las afueras podemos acudir a Mar Nummus, una de las subsedes de Territorio Dinópolis. Hace 150 millones de años el mar de Tethys cubría el territorio que actualmente ocupa Albarracín. Es por eso que se han localizado en la cercanía restos de unos enormes dinosaurios marinos y de diferentes animales como los antepasados de las actuales caracolas


También os recomendamos la visita al paraje protegido de los Pinares de Rodeno muy interesante por sus impresionantes paisajes, por sus formaciones geológicas y por albergar varios abrigos con pinturas rupestres además tiene áreas recreativas con mesas de picnic y juegos infantiles. What else?

Podríamos estar hasta el fin delos tiempos haciendo recomendaciones sobre Albarracín porque en los alrededores también cuentan con bastantes puntos de interés como el acueducto romano excavado junto a Gea de Albarracín, la serranía de Albarracín o un recorrido por el nacimiento de los ríos Guadalaviar, Júcar y Tajo que se concentran en muy pocos kilómetros, entre las provincias de Teruel, Cuenca y Guadalajara.


Por todo esto y mucho más Albarracín es uno de los lugares cuya visita nunca defrauda. Un municipio al que debería de ser obligatorio ir al menos una vez en la vida. 

lunes, 8 de julio de 2019

UN DÍA EN EL PARQUE WARNER DE MADRID

Llevamos una temporada que estamos aprovechando a tope todos los cumpleaños de la familia para visitar aquellos lugares a los que hace tiempo queríamos ir. Para celebrar el cumple de nuestro hijo mayor decidimos acudir al Parque Warner, en San Martín de la Vega, junto a Madrid, y así cumplir con la promesa que una vez hicimos (y que nuestro hijo nos recordaba frecuentemente).


Lo primero, y aunque nos lo habían advertido, visitar todo el parque en un solo día es absolutamente imposible. Por muy buena planificación que os hagáis, por mucha previsión que queráis organizar, quitaos de la cabeza que vais a ver todo. Porque suponemos que no solo vais a ir a pasear por el parque y querréis montar en alguna atracción o ver alguno de los espectáculos.
El Parque Warner tiene una superficie de más de 31 hectáreas, lo que supone que sea más pequeño que su gran competidor, el parque catalán Port Aventura. Está dividido en cinco áreas temáticas:
  • Hollywood Boulevard: está en la entrada del parque. Fundamentalmente tiene tiendas, restaurantes y un cine 3D, réplica del famoso Teatro Chino de Los Ángeles. Al final del día es el lugar donde transcurre el desfile de carrozas. En el paseo hay placas dedicadas a estrellas del cine que han pasado por el parque, quizá la más grande sea George Clooney.


  • Cartoon Village: esta área está dedicada fundamentalmente para los más pequeños. Aquí podemos encontrar a los personajes de los Looney Tunes (Bugs Bunny, Piolín, el pato Lucas, etc.) y tener la oportunidad de visitarlos en sus casas o en sus atracciones. Al ser una zona destinada a los más pequeños las atracciones no son excesivamente fuertes, aunque hay un par de montañas rusas pequeñas (sin loops ni nada de eso), los rápidos… y una zona con juegos de agua para esos días en los que aprieta el calor. 




  • Movie World Studios: una de las áreas más chulas por la tematización de los edificios. Puedes estar paseando por el Nueva York de principios de siglo XX o estar al borde del mar en un pueblecito marinero (yo miraba con recelo esperando una bandada de gaviotas que empezaran a picotearnos). Una zona muy instagrameable. Hay un pasaje del terror y una montaña rusa, aunque es un área más dedicada a los espectáculos.


  • DC Super Heroes World: el área más friki de todo el parque, la que da significado a todas las camisetas de superhéroes que se ven en el parque. Recrea las dos ciudades que son el yin y el yang del Universo DC: la amable y luminosa Metrópolis y la oscura y decadente Gotham City. En esta área se encuentran las atracciones más potentes del parque, adrenalina al 100%.


  • Old West Territory: recreación de un poblado del Lejano Oeste. También la tematización es magnífica (¡preparad el filtro sepia en vuestras cámaras!). Aquí encontraréis la montaña rusa de madera y dos atracciones de agua.


Nosotros no montamos en muchas atracciones, algunos tienen miedo, otros se marean, otros son demasiados pequeños… Pero aún así pudimos disfrutar de un día muy completo (y muy cansado).
El parque es enorme y no existe un tren o un barco que lo recorra, como en otros parques, y nos permita ahorrarnos un rato de paseo, por lo que al final del día acabaremos reventados, sobre todo si lo intentáis exprimir al máximo.

Al no montar en muchas atracciones, como ya hemos comentado, evitamos alguna cola infinita, pero al ir con niños pequeños (3,6 y 9 años) nos centramos en el área de Cartoon Village. Esto hizo que después tuviéramos menos tiempo para el resto de áreas, por ejemplo la del Oeste la vimos casi paseando. Por lo tanto poco os podemos contar en este sentido, además de que depende bastante de los gustos personales.

Con todo, subimos a un par de atracciones de agua, los rápidos ACME en Cartoon Village y los troncos en Far West, y en alguna montaña rusa de baja intensidad (también en Cartoon Village). Son muy parecidas a otras del mismo tipo de otros parques, pero por ello no dejan de ser muy divertidas. 

Respecto a los espectáculos vimos los dos shows estrella del parque: Loca Academia de Policía (área Movie World Studios) y Gotham City Stunt Show (área DC Super Heroes World), además del Desfile Nocturno, donde los personajes del parque se despiden de los visitantes. Acerca del show de Loca Academia, no os lo perdáis. Es una mezcla de comedia y especialistas con vehículos. Los cadetes deben de custodiar un banco que quieren robar y… Bueno si habéis visto las pelis ya sabéis como puede acabar. Igual sobra algún derrape, pero el espectáculo está muy bien.


El show de Gotham City recrea el intento de los villanos Joker y Harley Quinn para hacerse con el control de la ciudad, pero Batman y Robin intentarán impedirlo. Se representa en un escenario abierto y los asientos son muy limitados, por lo que os recomendamos que vayáis con tiempo si queréis verlo bien. En la categoría de show prescindible ponemos el cine 3D en el Teatro Chino (Hollywood Boulevard). En nuestro caso vimos un fragmento de El Hombre de Acero, que ya habíamos visto.

Este año estrenan un show nocturno basado en Aquaman que tiene muy buena pinta y lo harán en el lago de Movie World Studios. 

Aunque hay mucha gente que se queja del precio de las entradas no nos pareció excesivamente caro si lo comparas con otros parques similares. Es cierto que aprovechamos una oferta y que el pequeño todavía no pagaba entrada por lo que pudimos visitarlo de una manera un poco más económica. Las familias numerosas tenemos entrada reducida, pero las ofertas suelen mejorar este descuento. Respecto al parking, si vas en un día de calor no dudéis en coger una plaza techada ya que evitareis calor innecesario en vuestro vehículo.


Por último la comida. El parque impide entrar con comida o bebida, aunque vimos a gente que había colado bocatas. No se habla muy bien de los menús y sus precios, aunque hay entradas que incluyen un menú. La alternativa más económica (nosotros lo hicimos, y no fuimos los únicos) es dejar en el coche comida y salir al parking. Te ponen un cuño para volver a entrar. Por este motivo, también os recomendamos las plazas cubiertas. Por el contrario os tocará perder algo de tiempo y dar un buen rodeo. 

Para concluir, la visita al Parque Warner necesita al menos dos días. En un día es absolutamente imposible. Dependiendo de vuestros gustos o del perfil (niños, jóvenes intrépidos, fans de los shows…) os centraréis en un área u otra, y eso determinará finalmente vuestra visita. Hay quien dedica un día a montar en las atracciones y el siguiente a ver los espectáculos.


Lo cierto es que debemos de volver porque nos quedaron bastantes cosas pendientes. Y lo haremos, con las baterías llenas y las tarjetas de memoria vacías.