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martes, 28 de mayo de 2019

LAS FUENTES DEL ALGAR, NATURALEZA Y LA MANO HUMANA

A 15 km de Benidorm, en el término municipal de Callosa d’En Sarrià (Alicante), se encuentra uno de los parajes más conocidos de la Marina Baixa. Se trata de Las Fuentes del Algar, el nacimiento del río del mismo nombre que desemboca en la bahía de Altea, a sólo 12 kms de su nacimiento. 

  
Lo más espectacular de las Fuentes del Algar es uno de sus saltos, que forma una cascada de unos 13 metros de altura y gran belleza, que se ha convertido en una de las imágenes icónicas de la Costa Blanca. Lo que menos, la terrible explotación turística del lugar, que vende como “natural” un paraje muy transformado por la acción del hombre. 


El problema es que desde pequeño he visitado más o menos regularmente este lugar. Desde hace unos 20 años el paraje se ha ido transformando en un parque temático, donde las piscinas se han construido (no son pozas naturales, o no del todo) y donde restaurantes y propietarios de terrenos intentan hacer negocio (nada de objetar, por otra parte). Después de ir tantas veces de pequeño te decepciona. 


Hace años salí tremendamente frustrado de la visita, pero esta última vez, no sé si porque me he acostumbrado o porque me he sosegado, no me pareció tan terrible. También creo que han eliminado algunos elementos, y que la visita la hice en una hora de poca afluencia, lo que cambia por completo la perspectiva de la visita. 


Yo no recomendaría la visita en verano, pues es cuando más gente visita las Fuentes y se llena hasta los topes y es incomodísimo. Claro que también el verano es la única época del año en que os podréis bañar en sus aguas, gélidas al entrar pero muy confortables al cabo del rato. 


Si optamos por otra época del año, y preferiblemente a primera hora de la mañana, descubriréis un precioso paseo, de alrededor de 1,5 kms., ejemplo de la utilización de los recursos hídricos. Ya que todavía se conserva la presa y el canal que se usaba para el aprovechamiento para riego, y alguna acequía todavía en uso. Cerca de la salida hay un arboretum, es decir, un pequeño jardín botánico con especies autóctonas. La visita para personas con movilidad reducida es muy complicada porque hay que salvar desniveles bastante escarpados mediante escaleras. Por supuesto no llevéis carros de bebé. 


Un consejo si vais en verano: buscad un restaurante que os ofrezca menú y os regale la entrada y el parking. Os ahorraréis algo de dinero y agobios, además no iréis cargando con la comida, la bebida, las toallas… 

Para llegar hay que llegar hasta el centro urbano de Callosa d’En Sarrià y seguir las indicaciones hacia Bolulla (CV-715), desviándonos a un 1 km. tras salir del centro urbano. No hay problema ya que está perfectamente señalizado. Hay un parking gratuito cerca de la oficina de turismo, a unos 800 metros de la entrada. El resto son de pago, y muy de pago. También se puede llegar en bus desde Finestrat y Benidorm, con la línea 18. 


Las entradas en temporada baja (16 de octubre a 14 de junio) cuestan 4 euros para adultos, 3 para jubilados, mayores de 65 años, estudiantes y poseedores de Carnet Joven, 2€ para niños entre 4 y 10, y gratuito para menores de 3. En temporada alta (15 de junio a 15 de octubre) se incrementa 1 € para los adultos, jubilados, mayores de 65 años, estudiantes y poseedores de Carnet Joven. No hay descuentos para familias numerosas. 


Para completar la excursión, o incluso para hacer una escapada de varios días, en el entrono de las Fuentes del Algar hay un camping con una zona multiaventura para niños entre 5 y 14 años, un área infantil tematizada al estilo del Salvaje Oeste para niños entre 3 y 6 años, y también el parque temático de dinosaurios Dino Park Algar, del que ya os hablamos hace un tiempo. 


Sí, las Fuentes del Algar son un paraje precioso. Sí, deberíais visitarlo. Pero también conviene que sepáis todo, tanto lo bueno como lo malo, para que tengáis todos los elementos de juicio. Es una excelente opción para pasar el día, a pesar de todo lo negativo que hemos comentado. 

viernes, 28 de diciembre de 2018

12 MESES, 12 EXCUSAS PARA VISITAR BENIDORM

Benidorm es una ciudad con atractivos para toda la familia. Además de las épocas de temporada alta, esto es Semana Santa y los meses de julio y agosto, durante todo el año hay motivos para visitarla. Vamos a hacer una recopilación por meses de actividades que pueden servirnos de excusa para hacer una escapada. Así que saca tu agenda y anota todas estas citas:


Enero: Como en todos los municipios españoles, la tarde del día 5 hay Cabalgata de Reyes. En realidad hay tres, pero no vamos a ponernos a divagar y vamos a lo que vamos. La cabalgata de Reyes de Benidorm recorre alguna de las calles más céntricas de la ciudad, saliendo del Parque de Elche hasta llegar al Ayuntamiento. La cabalgata tiene dos partes, en la primera desfilan personajes populares (Disney, Patrulla Canina, Pocoyo, etc.), mientras que la segunda es de carácter tradicional, con los séquitos de los tres magos de Oriente. Caramelos, ilusión y... Bueno, la magia os lleva los regalos dondequiera que estéis.


Febrero: Durante un fin de semana los habitantes de Benidorm se transforman. ¿En qué? En unicornios, caballeros, vaqueros, piratas, superhéroes y todo aquello que se os pase por la imaginación. Es Carnaval. Miles de benidormenses participan en los dos desfiles que se organizan, uno infantil y otro adulto, además de fiestas en los colegios y en decenas de establecimientos, desde parques temáticos a discotecas. Ya sabéis que no tiene fecha fija, ya que su celebración depende de la Semana Santa, y este año cae tarde y el día gordo será el sábado 1 de abril. Si os quedáis con ganas de más, el martes es el Entierro de la Sardina, ya sabéis, el sepelio más divertido.


Marzo: Benidorm es una de las muchas ciudades que celebran fallas fuera de Valencia y su área metropolitana. Tres comisiones plantan sus monumentos infantiles y mayores, Benidorm Centro, Els Tolls y Rincón de Loix, que corresponderían con una categoría 6ªC-7ªA (aproximadamente, se definen por presupuesto) de la capital. Si no conocéis las fiestas josefinas es una buena manera de conocerlas sin entrar en el maremágnum de Valencia. Celebran los actos principales, esto es, plantà, ofrenda, mascletá y cremà, con tanta ilusión como quien más. Ya sabéis, a partir del 15 de marzo tenéis una cita con el fuego.

Abril: Primer asalto del llenazo total de Benidorm. Durante unos días Benidorm se transforma en una urbe donde hay gente por todos lados, hasta en los lugares más insospechados. España en Semana Santa se divide en dos: aquellas que lo celebran desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección; y las que lo celebran del Jueves Santo al Lunes de Pascua, como ocurre en la Comunidad Valenciana. Si vuestros hijos tienen vacaciones en el segundo período de la Semana Santa, Benidorm es ideal porque baja bastante la ocupación ofreciendo unos servicios muy parecidos a plena temporada alta sin tanto agobio. Además bajan los precios de los alojamientos respecto a la semana anterior, lo que también es un importante aliciente para las familias.


Mayo: El 8 de mayo Benidorm celebra su cumpleaños. Ese día, pero en 1325, el almirante Bernat de Sarrià, uno de los principales hombres del ejército del rey aragonés Jaume II, concedió al municipio su Carta de Poblament (Carta Puebla) lo que le otorgaba sus derechos como una villa independiente. De esta manera nacía Benidorm como pueblo. Su situación era estratégica para la defensa de la costa y se estableció una fortaleza sobre la punta Canfali (al lugar todavía se le llama el Castillo/Castell) donde poder refugiarse de los distintos ataques por mar. El día 8 se celebra un Pleno Institucional (poco atractivo turísticamente, para que vamos a engañarnos) y durante el fin de semana más cercano se representa aquel momento histórico con una obra de teatro a cargo de un grupo amateur local y se instala un mercado medieval para trasladarnos al siglo XIV. Además de puestos hay animación con cuentacuentos, música y espectáculos callejeros. ¡Feliz cumpleaños!

Junio: Desde hace unos años Benidorm intenta hacerse un hueco en el cada vez más competido sector del turismo gastronómico. Para ello hay una serie de citas a lo largo del año. Quizás la más interesante es el Concurso de Tapas y Pinchos que en 2019 celebra su novena edición. Su interés radica en la participación de más de una veintena de establecimientos que compiten con pequeñas grandes creaciones. Además es la cita gastronómica más accesible, ya que por un par de euros puedes
acompañar la tapa de una bebida. Hay un premio del público elegido por votación de los comensales. Así que si siempre has querido dedicarte a la crítica gastronómica, es tu oportunidad.

Julio: Los amantes de la mejor música actual tienen una cita cada año, el último fin de semana de julio, con el Low Festival. Su undécima edición, que se volverá a celebrar en la Ciudad Deportiva Guillermo Amor ya ha confirmado a los míticos New Order, Foals, Bastille y los madrileños Vetusta Morla. Un festival sin aglomeraciones, con amplios espacios, perfecto para que lo disfrute toda la familia, como ya os contamos como resumen de su última edición. Por méritos propios se ha colocado como uno de los festivales referentes en el verano. Las entradas ya están a la venta.


Agosto: En Terra Natura Benidorm vive Petita, una elefanta con una historia un poco particular. Fue apartada de su grupo ya que no encaja en los cánones de belleza de su especie, vamos que para otros elefantes es fea. Petita vivió sola un tiempo hasta que trasladaron a una vieja amiga con quien había convivido en otro zoo. Las dos amigas se reconocieron enseguida y ahora comparten hábitat. En agosto Terra Natura celebra el cumpleaños de Petita con una gran fiesta holi, es decir, lanzando polvos de colores y litros de agua, además de una tarta de frutas para Petita. El festival holi es bastante desparrame. Además de ganas de divertiros, llevaos una muda seca... completa.


Septiembre: Durante la primera quincena de septiembre se celebra el Benidorm Pride, el último festival LGTBIQ que se celebra en España y Europa. Durante casi diez días se celebra actividades se todo tipo, desde fiestas temáticas a exposiciones artísticas y charlas para visibilizar al colectivo y sus
reivindicaciones. El broche (casi) final es el gran desfile que recorre gran parte de la playa de Levante
para finalizar en el parque de l'Aigüera, en un ambiente festivo y lúdico, no exento de reivindicación.
Benidorm no es ajeno a la tolerancia hacia el colectivo LGTBI, ya que es la ciudad es uno de los
referentes nacionales de libertad, pluralidad y tolerancia.


Octubre: Antes que nada una aclaración, vamos a incluir el Iberia Festival en octubre ya que el año pasado se celebró en este mes, concretamente en el puente del Pilar/Hispanidad. Y es una pena porque un festival que ha apostado decididamente por el rock y pop nacional debería correr mejor suerte. En sus seis ediciones ha cambiado de fechas, siempre entre agosto y octubre, de ubicación y formato. Incluso tuvo una edición invernal en Valencia. Aún con todo el Iberia Festival es muy recomendable. Su última edición tuvo sobre el escenario a nombres como Tequila, Jaime Urrutia, OBK, Coque Maya, Danza Invisible, o Iván Ferreiro, que junto a Teo Cardalda y otros artistas invitados le hicieron un homenaje a Germán Coppini, el malogrado cantante de Golpes Bajos. Loquillo, Estopa, Dani Martín o M-Clan son otros de los artistas que han actuado en ediciones anteriores. Veremos si ya ha encontrado su hueco y repite cita durante el puente de octubre (el 9, además es festivo en la Comunidad Valenciana).


Noviembre: El penúltimo mes del año es el más festivo del año, ya que Benidorm celebra sus Fiestas
Mayores Patronales, en honor de la Virgen del Sufragio y San Jaime. En realidad las fiestas deberían celebrarse en marzo, concretamente el 16, pero antaño los hombres de Benidorm solían estar
embarcados y hasta finales de octubre no regresaban a casa, por lo que las Fiestas se retrasaron hasta el segundo domingo de noviembre. Actualmente se mantiene esta fecha para determinar cuando serán las fiestas, pero se adelantan al viernes anterior, que hay que aprovechar. Durante seis días se despliega un amplio programa de actividades en el que se incluye ofrenda de flores, la escenificación del Hallazgo de la Virgen (que tiene leyenda y es Fiesta de Interés Turístico), procesiones, desfile del humor, mascletaes, conciertos, carrozas y un espectacular castillo de fuegos artificiales para poner el punto y final. Si os quedáis con ganas de más, el jueves siguiente se celebra la Fancy Dress Party, una fiesta de disfraces organizada por los pubs ingleses que en su última edición congregó a más de treinta mil personas, y eso que llovió. ¿Más fiesta? Porque queda la Festa de la Carfoxa (fiesta de la alcachofa) un vestigio del Benidorm tradicional y agrícola que ha pervivido hasta hoy.

Diciembre: Si hay una fiesta por antonomasia en el calendario es Nochevieja. Una cena de gala, vestidos elegantes, y bailoteo hasta que el cuerpo aguante. Antes de la medianoche no puede irse nadie a la cama porque hay que recibir al año nuevo con la docena de uvas al ritmo de las campanadas. Mientras hay lucir con la mayor dignidad posible un gorrito de cartón, unas gafas de plástico con nariz y el matasuegras. En una ciudad con 143 disco-pubs y 25 discotecas/salas de fiesta (datos del propio Ayuntamiento de Benidorm) podéis imaginar que la noche se puede alargar hasta que decidamos ponerle fin con un buen chocolate con churros. Eso sin tener en cuenta que numerosos hoteles ofrecen un pack en Nochevieja en el que incluyen orquesta y barra libre. Vamos que perfectamente podemos llegar a imitar aquel del chiste que felicitaba el Año Nuevo y ya estaban en junio.


¿Necesitáis más motivos para visitar Benidorm? De momento tenéis uno por mes, eventos de todo tipo para que toda la familia pueda pasarlo de maravilla. Y es que en contra de lo que mucha gente cree, y parafraseando a los Coen, Benidorm no es un destino para viejos. O no únicamente...

jueves, 25 de octubre de 2018

LA RUTA SENDERISTA A LA TORRE DE LES CALETES

Domingo por la mañana. Nos levantamos un poco más tarde de lo habitual, que nos lo hemos ganado durante la semana. ¿Qué hacemos hoy? Empezamos a hacer propuestas, algunas más cercanas, algunas más disparatadas. Finalmente nos decidimos por ir al lado de casa, a Serra Gelada, a que nuestros hijos descubrieran un paraje que, a pesar de estar muy cerca de casa, no conocían. ¿Cómo motivarles? Fácil, íbamos a vigilar si venían piratas.


Al Parque Natural de Serra Gelada lo atraviesan tres senderos: el rojo o el del Faro del Albir, del que ya os hablamos; el amarillo, que cruza la sierra de punta a punta; y la ruta azul, o de la Punta del Cavall, en Benidorm, de la que os vamos a hablar. También se la conoce como la ruta de les Caletes, ya que al final del recorrido hay una torre vigía con este nombre.

El recorrido es muy fácil sólo encontramos un primer tramo con una cuesta pronunciada y un tramo final con una pendiente más suave, pero en ningún momento nos pondrán en apuros. Toda la ruta está cerrada al tráfico y asfaltada, y sorprendentemente está en muy buen estado, por lo que se puede hacer a pie, en bicicleta, patines...o silla de ruedas, que os parecerá una locura, pero vimos varias personas con un mobility scooter, una silla de ruedas motorizada, vamos (si habéis estado en los últimos años en Benidorm sabréis de que hablo).


Nosotros los 3,400 km de recorrido (1700 m. de ida + la vuelta) los hicimos en cerca de 75 minutos. Un ritmo muy asequible marcado por nuestros tres hijos. Estoy convencido de que cualquier persona acostumbrada a caminar puede hacerlo en menos de una hora.

Podemos aparcar junto al inicio de la ruta. Para llegar hay que seguir las indicaciones de la Cala del Ti Ximo desde el final de la Avenida del Mediterráneo. Tanto el Ti Ximo como la cala de la Almadrava (en valenciano es con v) son dos pequeñas calas, recogidas, y que en verano son una alternativa perfecta a los grandes arenales de Benidorm.


A lo largo de la podréis divisar bastante vegetación mediterránea, fundamentalmente arbustos como enebros, y plantas con flor como el limonio (Limonium parvibracteatum) o la anteojeras (Biscutella montana). Respecto a la fauna, las gaviotas nos acompañarán durante todo el camino. Tuvimos suerte y vimos un par de lagartijas que habían salido al asfalto a tomar el sol. Al principio nos encontramos con un pescador que había capturado tres ejemplares de un tamaño considerable (cerca del metro). Aunque he buscado no encuentro la especie concreta (puede que congrios). Y es que el 80% de la superficie del Parque Natural de Serra Gelada es mar, y podemos practicar en estas aguas buceo y/o snorkel.


Pronto divisaremos donde finaliza la ruta, en la Torre de les Caletes. Ésta forma parte de la línea defensiva construida en tiempos de Felipe II para prevenir los ataques berberiscos a las costas. Esta torre se comunicaría con señales de fuego y humo con la Torre Bombarda, situada junto al faro del  Albir, y con el castillo de Benidorm y la torre del Aguiló, con las que tiene contacto visual. De la torre solo queda el cuerpo central, construido con piedras y mortero, y hace unos años fue sometida a un proceso de restauración debido a que amenazaba ruina.


Una vez lleguemos a la torre disfrutaremos de las impresionantes vistas de los acantilados de Serra Gelada y la Illa Mitjana (isla mediana) un pequeño islote. Además se llega a divisar una de las dunas fósiles de Serra Gelada. Aprovecharemos que hay que dar la vuelta para tomar un respiro, y tomar todas las fotos que estimemos conveniente. Y no serán pocas.


Esta ruta permite un bonus track, subir hasta el alto de La Cruz. Se conoce así porque en diciembre de 1961 una misión católica instaló una cruz para expiar a la ciudad, cuna del pecado que permitía a las mujeres bañarse en la playa en bikini. Es uno de los puntos más elevados de la ciudad (237 metros de altitud) y las vistas son simplemente espectaculares. Debido a que un temporal arrancó la cruz original de madera, ésta se sustituyó a mitad de la década de los 80 por una cruz metálica con iluminación nocturna, que permite que sea visible por la noche. La cruz se  ha convertido en un lugar de recuerdo de difuntos (vimos incluso una urna cineraria). Para compensar aquí muchas parejas se reparten amor, y hasta se han rodado películas porno.


Además de los valores medioambientales, paisajísticos e históricos que atesora esta ruta, si hay algo  que nos sorprende es que estando en Benidorm, una de las ciudades más bulliciosas del Mediterráneo español, parece que estemos en otro lugar. La tranquilidad es asombrosa. Podemos decir, sin lugar a dudas, que es un auténtico tesoro. ¿Lo esconderían los piratas?

jueves, 11 de octubre de 2018

6 CIUDADES DE CINE EN ESPAÑA

Desde hace unos años ha cogido impulso el denominado turismo cinematográfico, es decir, visitar ciudades o localizaciones donde ha rodado nuestras pelis o series favoritas. Incluyo lo de series porque parte de la culpa de este auge recae en la serie Juego de tronos, que ha utilizado por todo el mundo escenarios reales para recrear los reinos de esta saga. El éxito de la serie ha supuesto que los fans quieran visitar Dorne o Desembarco del Rey.



Muchos municipios, que no son tontos, han visto una nueva forma de atraer visitantes y, por una parte, han profesionalizado sus Film Office, es decir los departamentos encargados de gestionar los rodajes (cortes de tráfico, cobro de tasas, etc.) y, por otra, se han coordinado con los correspondientes departamentos de turismo para rentabilizar toda esa publicidad gratuita que los medios audiovisuales les aporta. Tanto es así que, por ejemplo, la Benidorm Film Office fue reconocida por la Agencia Valenciana de Turismo durante el Día Mundial del Turismo por su labor de difusión del destino.

Rodajes internacionales en España han habido desde casi la invención del cine. En los años 50 y 60 la apertura de la autarquía propició que nuestro país fuera escenario de algunas superproducciones (como las de Samuel Bronston) aprovechando la climatología favorable y sobre todo las facilidades puestas por el régimen franquista y por los bajos sueldos de los equipos técnicos y artísticos (más sse comparan con su calidad).


Vamos a dar un repaso por 6 ciudades en España donde practicar turismo cinematográfico:



- Madrid: La capital es uno de los escenarios más usados por la industria, ya que al estar basada aquí los desplazamientos son mínimos. Si tuviera que elegir un escenario, sin duda escogería la Gran Víaescenario de la perturbadora escena inicial de Abre los ojos, y donde se sitúa el cartel de Schweppes protagonista de la icónica huida de El día de la Bestia. La Plaza Mayor fue el escenario que más traumas intergeneracionales ha causado, ya que Chencho el benjamín de La Gran Familia, se perdió en vísperas de la Navidad. Mucho más cerca en el tiempo cabe recordar a Jason Bourne por la estación de Atochaun escenario más de sus aventuras.




- Girona: Para los fans de Juegos de Tronos Girona es Desembarco del Rey. La Catedral gironina fue testigo del paseo de la vergüenza de Cersei Lannister, una de las escenas cumbres de la serie de HBO. El magnífico estado de conservación del centro histórico no solo atrajo a Juego de Tronos, si no que también fue escenario del rodaje de El Perfume, una superproducción europea basada en el bestseller de Patrick Süskind (muy bonita pero un poco fallida). Para los millenials (y sobre todo LAS millenials) Girona fue escenario de algunas escenas de Tengo ganas de ti, la secuela de 3 metros sobre el cielobasadas en las novelas de Federico Moccia y protagonizada por Mario Casas, María Valverde y Clara Lago. Pandora o el holandés errante (protagonizada por Ava Gardner) o Soldados de Salamina también tuvieron como escenario las calles de Girona.




- Sevilla: la capital andaluza es una de las ciudades donde más películas se han rodado y más fácil es reconocer sus escenarios. Es difícil intentar no captar la belleza de la ciudad. Uno de los centros neurálgicos, cinematográficamente hablando, es la Plaza de España. Anakin Skywalker y Padme Amidala (los padres de Luke y Leia), junto a R2-D2, o Lawrence de Arabia han paseado por este espacio. Las calles del centro tampoco han escapado al influjo del séptimo arte. El Real Alcázar es otro de los lugares emblemáticos donde se han rodado películas y series (sí, aquí rodaron Juego de Tronos) La lista de películas rodadas en Sevilla es larga (e interesante): Lawrence de Arabia, 1492 la conquista del paraíso, El reino de los cielos, El viento y el león o El dictador, por citar ejemplos internacionales, o Nadie conoce a nadie, Alatriste, Carmen, Grupo 7 o La peste, como ejemplos de producciones españolas.




- Peñíscola: esta población costera de Castellón y, en especial, su castillo tienen un idilio con los rodajes de cine que viene de lejos. Luis García Berlanga ya vio las posibilidades de esta localidad en su mítica Calabuig. Despues El Cid, una producción de Samuel Bronson protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren, catapultó la fama de esta ciudad. El empujón definitivo ha llegado, como no, con Juego de Tronos. El castillo del Papa Luna fue protagonista del desembarco de la saga creada por George R. R. Martin. También series españolas como El chiringuito de Pepe o El Ministerio del Tiempo han tenido a Peñíscola como escenario. El departamento de Turismo ha editado una guía con los lugares claves de la cinematografía en Peñíscola, que permite a los fans reconocer los lugares utilizados en sus películas (o series) favoritas.



- Almería: No nos referimos a la capital, si no a algunos puntos de la provincia. Como imaginaréis uno de los lugares por excelencia es el desierto de Tabernas, donde se rodaron un buen número de spaghetti western, entre ellos los que rodó Sergio Leone con Clint Eastwood. En los estudios construidos en este desierto se han rodado más de 300 películas. Además de los western también destacan películas como Lawrence de Arabia, Cleopatra (que en su momento fue un fracaso económico), Patton, Conan el bárbaro o Como gané la guerra, dirigida por Richard Lester y protagonizada por John Lennon, que años inspiraría parte de Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba y protagonizada por Javier Cámara. Los estudios se han convertido en dos parques temáticos, pero siguen acogiendo rodajes como el de 800 balas de Alex de la Iglesia, que juega con la realidad-ficción de un actor que fue doble de Clint Eastwood. Pero no solo se ha hecho cine en Tabernas, el Parque Natural de Cabo de Gata fue escenario del rodaje de Indiana Jones y la última cruzada (aunque también se rodó en Tabernas). Uno de los escenarios más reconocibles es la playa de Monsul, aunque tuvo más localizaciones en varios puntos de Níjar.



- Benidorm: La ciudad turística por antonomasia también tiene su hueco en las producciones cinematográficas. Antes de que Manolo Escobar recorriera las calles de Benidorm, cámara mediante, el Benidorm preturístico había acogido el rodaje de Alba de América, una de las primeras películas impulsadas por el régimen franquista, simulando sus playas las del Nuevo Mundo. Desde entonces un buen número de rodajes han tenido como sede Benidorm. Entre las películas destacadas podemos citar Huevos de Oro, que utilizaba un Gran Hotel Bali todavía en obras. Cabe destacar dos series. Por un lado Fugitiva, protagonizada por Paz Vega, y estrenada en TVE. Fue realizada por la misma productora de Cuéntame, que también ha llevado de vacaciones a los Alcántara a Benidorm. La otra serie es Benidorm, así, tal cual, una comedia británica que se localizaba en un hotel y contaba las disparatadas historias de unos turistas. Estuvo 10 temporadas en emisión (hasta 2017), con un gran éxito.

Como estáis comprobando, el cine no solo se disfruta viéndolo, y gracias a numerosos recursos online (muchos de ellos surgidos por iniciativa de los seguidores) podemos conocer sus lugares de rodaje y sentirnos, durante un breve tiempo, estrellas. Hemos arrojado algo de luz con los que habéis visto en este post. Probablemente ya hayáis estado en alguno de estos destinos y seguramente conoceréis más, que los hay, y muchos. ¿Cual es vuestro favorito? No dudéis de dejarnos vuestros comentarios.

jueves, 16 de agosto de 2018

POLOP, PEQUEÑO PARAÍSO

A nueve kilómetros de Benidorm encontramos Polop (oficialmente Polop de la Marina), un municipio que poco tiene que ver, a priori, con la urbe turística.


Polop está custodiado por el "león dormido", que es como llaman popularmente al monte Ponoig, que con sus 1.181 msnm es uno de las últimas montañas que forman parte de la sierra de Aitana. Este monte es especialmente admirado por quienes practican deportes de montaña, tanto trekking como escalada, por sus inmejorables características.

Si llegamos desde Benidorm por la CV-70, os recomendamos que atraveséis la cercana La Nucia, ya que de esta manera podremos observar una magnífica panorámica de Polop, donde destaca el cerro donde está el antiguo cementerio y antes su castillo, aunque luego hablaremos de ellos.



Al llegar nos dirigiremos a la plaza de los Chorros (Xorros en valenciano), uno de los centros neurálgicos de Polop. Aquí se encuentra la fuente homónima, una de las primeras atracciones turísticas contemporáneas de este municipio. La plaza está cerrada al tráfico, por lo que es ideal para que los niños jueguen a sus anchas. Inaugurada en junio de 1976, la fuente consta de 221 caños de los que brota agua procedente de los manantiales del barranco del Gulapdar, a los pies del Ponoig. El agua sobrante no se pierde, si no que va a parar a una balsa para su aprovechamiento para riego. Sobre los caños hay un total de 22 paneles cerámicos con escudos. Además del de Polop, 16 pertenecen a diferentes municipios alicantinos que contribuyeron económicamente para la construcción de la fuente, además del escudo de España, el de la Diputación de Alicante y los de las tres provincias de la Comunidad Valenciana (Alicante, Valencia y Castellón). Los últimos caños están bajo un panel cerámico con un texto de una obra de Gabriel Miró. Éstos caños nos recuerdan la ubicación de la fuente original, inaugurada en 1885 con solo 11 caños.



No es casual que un texto de Gabriel Miró ilustre esta parte de la fuente, ya que apenas a unos metros se encuentra la antigua Villa Pepita, una casa modernista donde hoy se rinde homenaje a este escritor alicantino de la generación del 14, convertida en casa-museo. Inaugurada en abril de 2015, recrea una casa de alrededor de 1920 (el chalé se construyó en 1911) con objetos de la época, algunos pertenecientes a Miró. Éste residió largas temporadas en Polop, inspirando algunas de sus obras como 'Huerto de cruces', 'Las cerezas del cementerio', 'Libro de Sigüenza' o 'Años y leguas'.

La casa consta de dos alturas. En la planta baja se muestran varios objetos pertenecientes a Gabriel Miró como vajillas, una máquina de escribir, tinteros o muebles. También un piano en el que tocaron Eugenio Sagi Barba y Óscar Esplá, ambos amigos de Miró y residentes en Polop. También existen obras del artista Benjamín Palencia, que en su juventud conoció a Miró y residió y tuvo su taller en Polop. En la parte superior se muestra un traje que perteneció al escritor, diversas ediciones de sus obras y fotografías de ese Polop de hace casi un siglo, tan diferente del actual. Os recomendamos que os fijéis bien en los suelos (ya no se hacen baldosas así) y en el trabajo de ebanistería en marcos y puertas.




La casa-museo de Gabriel Miró abre de lunes a domingo de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00. La entrada es gratuita. Además hace las veces de Oficina de Turismo, por lo que podremos obtener información tanto de Polop como de sus alrededores.

Nos dirigimos ahora al centro histórico de Polop. Asentado en la ladera del cerro sobre el que se alzaba el castillo, su urbanismo nos recuerda el pasado musulmán de la villa. Pasaremos junto a la iglesia de San Pedro Apóstol, un sencillo templo construido en el s. XVIII. Podremos visitarlo en horario de culto, por lo que se requiere un respeto a los fieles. Desde aquí se inicia la subida al antiguo castillo.




El castillo fue construido en la época de la dominación musulmana, siendo capital en las guerras por la sucesión de los distintos reinos de taifas. Apenas encontramos restos: el arranque de una torre y el aljibe es lo más importante, pero en la subida también vemos diseminados algunos elementos constructivos. También en el camino de subida encontramos escenas de penitencia, ya sabéis, dadme un punto elevado y tendréis un Monte Calvario.

El espacio del castillo fue aprovechado para construir el cementerio, el antiguo, porque actualmente tiene otra ubicación. Este cementerio sirvió de inspiración para varias obras de Gabriel Miró, en especial 'Huerto de Cruces'. Tanto es así que en la entrada hay expuestas reproducciones de fotografías del escritor en el cementerio. Actualmente el Ayuntamiento polopino quiere incluir el camposanto en una red de cementerios singulares, y fue finalista en 2016 del concurso de los mejores cementerios de España. Uno de los atractivos del cementerio de Polop son las vistas. Para disfrutarlas más (si cabe) podemos tomar algo en el bar que hay en la subida.




Polop es una excelente excursión para toda la familia. Su ubicación, muy accesible, lo hacen idóneo para una escapada. Podemos completar el día visitando, por ejemplo, Castell de Guadalest, otro pueblo con mucho encanto del que ya os hablamos en otro artículo.

jueves, 2 de agosto de 2018

LOW FESTIVAL EN BENIDORM, TAMBIÉN PARA FAMILIAS

El último fin de semana de julio se celebra en Benidorm el Low Festival. Durante tres días la Ciudad Deportiva Guillermo Amor se llena de música Indie, rock, pop y electrónica. Un festival con muy buen ambiente donde podemos ir con nuestros hijos. ¿Con niños a un festival? Sí, os lo contamos.


Vamos a aclarar, en primer lugar, que nosotros vivimos en Benidorm y eso facilita mucho las cosas para ir con nuestros hijos a un festival así, ya que cuando están cansados o consideramos que es tarde para ellos nos vamos a casa, o están los abuelos al quite para poder quedarse con ellos. Es cierto que a lo largo de los años hemos visto niños pequeños ya dormidos a horas de finalización de algunos conciertos. Suponemos que no tienen otra alternativa. Y si no es así tampoco pienso criticar a los padres, porque cada cual cría como quiere, como hacemos nosotros.


¿Por qué vamos con nuestros hijos a un festival de música? En primer lugar porque queremos estar con ellos, y que ellos estén con nosotros, lo que creemos que de por sí ya es un motivo lo suficientemente bueno. Por otra parte vamos con ellos porque también se merecen disfrutar de un festival donde pueden disfrutar de grandes grupos nacionales e internacionales. Además el Low es muy cómodo para ir con niños. Está muy bien que el recinto no esté abarrotado hasta los topes y que moverte entre un escenario y otro no sea luchar contra una marea de gente. Es digno de elogio que diariamente solo entren 25-30.000 personas cuando cabrían 10.000 más con suma facilidad (en 2003 los Rolling Stones reunieron a 30.000 espectadores solo en el Estadio Guillermo Amor). Por eso cada edición son más padres los que se atreven a ir con sus hijos, algo que este año fue especialmente visible el domingo por la tarde. También ayuda (y mucho) que los niños de hasta 11 años inclusive no paguen entrada, en otros conciertos pagan tengan la edad que tengan, y cueste lo que cueste.

Evidentemente al ser menores hay una serie de condiciones que cumplir para que accedan al recinto del festival. Hay que entregar en la entrada una autorización firmada por los padres (o tutor/a legal). Les ponen una pulsera donde consta el nombre del menor y un teléfono de contacto de la persona responsable. Aconsejan llevar tapones o protectores acústicos para evitar lesiones auditivas ya que el volumen en las actuaciones es alto.


Como os hemos dicho antes, el Low Festival se celebra en la Ciudad Deportiva Guillermo Amor. Cuenta con un escenario principal en el estadio municipal Guillermo Amor, un escenario secundario en la pista de atletismo anexa, un escenario para bandas emergentes y un escenario para DJs junto al Estadio Municipal. En la pista de atletismo se encuentra un numeroso conjunto de food trucks con bastante variedad de comidas de todo el mundo, también vegana y apta para celíacos. En el exterior del estadio hay tiendas con merchadising de grupos, y de ropa y complementos. En la avenida que comunica todos los espacios del recinto, entre la pista de atletismo y el Estadio, hay algunos photocalls de patrocinadores del festival, como Movistar o Radio 3, donde inmortalizar la visita. Además hay barras repartidas por todo el recinto, en especial cerca de los dos escenarios principales. Hay que destacar que este año se haya instalado un "punto violeta" donde informarse acerca del acoso y las agresiones sexuales, y donde poder denunciar si presenciábamos un hecho delictivo de estas características. 


Existen tres tipos de abono: el general, el VIP y el VIP POOL. Comprándolos con antelación, los precios de los abonos arrancan en unos 40, 100 y 150 euros respectivamente, subiendo progresivamente hasta que se agoten o llegue la fecha del festival. Os recomendamos esta opción, ya que los abonos son más económicos incluso que las entradas de día, que este año costaron anticipadas 40 euros para el viernes y domingo, y 60 para el sábado. Nosotros os recomendamos el abono VIP, ya que aunque es más caro, permite acceder a una zona exclusiva de gradas, y un espacio VIP con precios más económicos en consumiciones, food trucks exclusivos, wc con menos usuarios (importante en un festival) y, sobre todo, una zona de sofás y pufs donde descansar y poder ver los conciertos del escenario principal a través de una pantalla gigante. Nuestro hijo mayor se enamoró de los pufs el primer día y no había manera de sacarlo de allí. Por su parte el abono VIP POOL permite acceso a un recinto donde se encuentra la piscina olímpica, con DJs todo el día y barra libre de cerveza (solo para los mayores de edad, obviamente).


Este año se ha celebrado la décima edición del Low Festival, que nació en Alicante pero se trasladó a Benidorm para su segundo año, donde se trasladó a su actual ubicación tras una edición que se realizó en el Parque de l'Aiguera. El jueves 26 se celebró una fiesta pre-festival en la playa de Levante, para ir abriendo boca, con la presencia de Vive la Fête y Joe Crepusculo, y la animación de DJs.

El viernes, primer día de festival, las mujeres abrieron cartel, con Joana Serrat y Christina Rosenvinge. Iván Ferreiro con sus canciones intimistas y la potencia desbocada de León Benavente, precedieron a los franceses Phoenix. Vitalic llenó de música electrónica el escenario principal, en un preludio de lo que sería el plato fuerte del Low Festival de este año.


El día grande fue el sábado, que aguardaba la presencia de los Chemical Brothers, que ofrecieron un show apoteósico, con un setlist que recorría toda su carrera y un espectáculo audiovisual apabullante y muy cuidado (si no estuvisteis buscad el vídeo de los robots con láseres en los ojos). Antes actuaron unos magníficos Vintage Trouble, que fueron la gran sorpresa del festival, Los Planetas, los padres del indie nacional, y los cañeros Biffy Clyro. Carlos Sadness, Javiera Mena y Novedades Carminha completaron el cartel del día. 

El domingo, y para cerrar esta edición del Low, Woods abrieron la tarde. A continuación Santiago Auserón junto a los Sexy Sadie repasaron algunos de los mayores éxitos de Radio Futura. Perro dejó paso a Izal, con un muy buen directo (por cierto, Mikel Izal agradeció a los padres que habían llevado a sus hijos al Low, por acercarlos a la música en directo). Editors con su potente puesta en escena y los noruegos Kakkmaddafakka fueron las estrellas internacionales de la noche, que acompasaron sus actuaciones con Niños Mutantes y La M.O.D.A. 


En un par de semanas comenzara la venta de entradas para el Low Festival de 2019. Nosotros no nos perderemos la cita, y nuestros hijos tampoco. Al Low le pedimos, como anunció hace un tiempo, que habrían actividades para los más pequeños. Estaría muy bien que hubiera actividades exclusivas para ellos y que se sintieran también partícipes del festival. Esperaremos.

jueves, 28 de junio de 2018

UNO DE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS DEL MUNDO: GUADALEST

Dicen que El Castell de Guadalest (Alicante) es una de las atracciones más visitadas en nuestro país, únicamente superada por el Museo del Prado y justo por delante de La Alhambra. Quizás sea una exageración cargada de marketing y que sería más ajustado a la realidad decir que es uno de los pueblos más visitados de España, lo que no deja de tener un enorme mérito porque con algo más de 200 habitantes recibe alrededor de 2.000.000 de turistas al año (turista arriba, turista abajo) procedentes en su inmensa mayoría de excursiones desde los destinos turísticos de costa cercanos (Benidorm, Altea, Calpe, etc.).


Lo que sí que es cierto es que Guadalest (forma abreviada y popular) fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1974, forma parte de la Asociación Los Pueblos más Bonitos de España desde 2015 y fue confirmada como miembro de pleno derecho de la Federación Internacional de los Pueblos más Bonitos del Mundo en 2016.

Todo esto está muy bien, pero, ¿qué podemos hacer en Guadalest? Para empezar, conocer el casco histórico con el castillo de San José y la casa Orduña en la parte más alta del pueblo, disfrutar de las vistas del valle del Guadalest, hacer senderismo o entrar en alguno de los numerosos museos que alberga. Pero será mejor ir por partes.

El Castell de Guadalest está dividido en tres barrios. El barrio nuevo, donde se encuentra el parking en el que obligatoriamente hay que aparcar (2€ el ticket), el barrio del arrabal situado en las faldas de la peña donde se asienta el castillo, y el barrio del castillo, al que se accede a través del portal de San José, excavado en la roca. Una recomendación antes de la visita: muchas de las calles están empedradas y la cuesta por la que se accede al barrio del castillo está muy empinada. Por el mismo motivo intentad evitar los carritos de bebé, siempre y cuando sea posible.

La mayoría de servicios, bares, restaurantes y tiendas se encuentran en el barrio del arrabal. También la mayoría de museos de Guadalest. Es fundamentalmente peatonal, lo que no quita para que alguna vez acceda algún coche a sus calles. El recorrido lo iniciaremos en la calle del Sol, junto al antiguo lavadero. Podemos optar por dos caminos (tranquilidad, veréis que os podéis perder), seguir recto por la calle de la Peña (escaleras) o doblar inmediatamente a la derecha por la calle del Aire para volver a doblar a la izquierda por la calle de la Virgen. Esta opción carece de escaleras, por lo que está recomendada si lleváis carro o silla de ruedas. A unos 100 metros ambos recorridos vuelven a encontrarse. 

Justo en este punto las vistas son impresionantes. Se ve todo el valle de río Guadalest, la cercana Callosa d'en Sarrià y al fondo el mar Mediterráneo. En invierno se suele dar la situación de encontrarse con las montañas nevadas y ver entre ellas el mar, una curiosa estampa. Es el punto perfecto para inmortalizar el campanario de Guadalest, uno de los iconos de la localidad, que se alza solitario sobre una peña. También en este lugar, bajando una pequeña cuesta, hay un parquecito con un par de bancos, una mesa de picnic y varios juegos infantiles donde podremos descansar unos minutos.


La cuesta de Gabriel Miró desemboca en el portal de San José el único acceso que había al antiguo recinto amurallado. A la izquierda se encuentra una de las puertas originales que se conserva como curiosidad, despojada de su función. Este punto entraña cierta dificultad si vamos con carro o silla de ruedas, la cuesta es muy pronunciada y puede resbalar, cuidado.

El barrio del Castillo esconde la parte más antigua de la población, donde se localizan los restos del castillo de San José y del castillo de la Alcozaiba, del que solo queda en pie una torre. También encontramos la Casa Orduña, la vivienda de los señores de Guadalest que fue adquirida por el pueblo y los vecinos en el año 1994 y posteriormente musealizada; la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y, al final de la única calle, la plaza de San Gregorio, con el Ayuntamiento y la prisión del siglo XII, en los bajos de la casa Consistorial. Éste es uno de los primeros edificios históricos que se pudo visitar en Guadalest. Con mi familia subíamos desde Benidorm un par de veces al año, y recuerdo de visitarlo de niño. Hablamos de finales de los años 80. La prisión (por no llamarla calabozo) es una estancia amplia, diáfana, con unas escaleras por las que se desciende al lugar donde se hallarían los presos, y un aljibe en el que se almacenaba agua para su posterior consumo. Tiene más de curiosidad histórica que de testimonio fiel, ya que apenas conserva mobiliario.

Desde la plaza de San Gregorio tenemos unas vistas bellísimas del pantano de Guadalest, construído entre los años 1953 y 1971 para abastecer a toda la comarca, antes incluso de que se iniciara el boom turístico. Sorprenden sus aguas color turquesa. A nuestra derecha queda la torre del Peñón de Alcalá, en estado de ruina, pero todavía puede verse parte de esta torre vigía a la que se accedía mediante una escala de cuerda. Los aventureros también podéis realizar una ruta senderista circular que parte de la presa del pantano hasta la cercana localidad de Beniardà, y vuelta en paralelo al embalse. No es muy complicada y tiene una duración estimada de unas tres horas y media.



¿Y qué pasa con los museos? Ya hemos comentado que hay nueve (o diez) museos, lo que convierte a El Castell de Guadalest en el municipio con mayor número de museos por habitante, aunque esto no se recoja en los anuarios internacionales por las características de los mismos, que deberían denominarse colecciones mejor que museos, pero bueno. Hay para todos los gustos, y no dejan de ser curiosos:

- Museo de saleros y pimenteros: Situado junto al parking, en el barrio nuevo. Cuenta con unas 20.000 piezas, desde el siglo XIX hasta la actualidad. Solo hay otro museo sobre esta temática en el mundo, concretamente en Tennessee, EEUU. Abre todos los días a las 11:00 hasta las 19:00 en invierno, las 21:00 en verano. La entrada cuesta 3 euros.

- Museo microgigante: Creado por Manuel Ussá, muestra creaciones en miniatura, como esculturas talladas en un pelo, la cabeza de un alfiler, etc. Es bastante curioso y sorprendente. Se encuentra en la calle del Sol, frente al antiguo lavadero. Abre todos los días de 10:00 a 20:00. La entrada cuesta 4 euros para adultos y 3 para niños, aunque hay un bono para visitar conjuntamente el de microminiaturas por 6 euros para adultos y 4 los niños.

- Museo medieval de la tortura y pena capital: Está en la calle Honda, perpendicular a la calle del Sol. Su nombre deja pocas dudas de lo que vamos a encontrar. Más de 70 piezas que dejan a las claras que si la humanidad hubiera empleado su inventiva para alcanzar el bien y no para fastidiar al prójimo, mejor nos iría a todos. Abre todos los días de 10:30 a 21:00. La entrada vale 4 euros para adultos y 2 para niños.




- Museo belén ecológico y casitas de muñecas: Se encuentra en la calle de la Virgen. Dispuesto en varios pisos, la estrella es un belén enorme con un tren a escala que lo recorre periódicamente. Completan la colección varias casitas de muñecas, representando cada una una escena cotidiana con bastante detalle. También se muestran juguetes antiguos como complemento a la visita. Abre de 10:00 a 18:00 en invierno, y hasta las 21:00 en verano. La entrada vale 5 euros para adultos y 3 para niños, algo cara en nuestra opinión. 

- Museo mundo del gato: El museo más reciente. Una amplia colección de figuritas acerca de este felino que tan cuqui es en instagram. Se encuentra en la calle de la Virgen. Abre de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 en invierno, y hasta las 19:00 en verano. La entrada cuesta 3 euros para adultos y 2 para niños.

- Museo de arte contemporáneo Ribera Girona: Uno de los primeros museos de arte contemporáneo que abrió en la provincia de Alicante. El artista Ribera Girona reúne tanto obra propia como de otros artistas. La colección se muestra tanto en el interior como en el denominado como Jardín Mágico. Abre de 10:00 a 18:00 en invierno, y hasta las 20:00 en verano. Por la falta de información actualizada que hemos encontrado sobre precios probablemente haya cerrado.

- Museo etnológico: Es una casa típica del s. XVIII en la que se muestran los objetos con los que se realizaban las tareas cotidianas en la época, tanto las domésticas como las laborales, ya fuera en el campo o en oficios artesanales como la carpintería. Es bastante interesante, sobre todo para los niños que no pueden imaginar su vida artilugios contemporáneos (muchos mayores tampoco, para que vamos a engañarnos). Se encuentra en la calle de la Iglesia, frente a la parroquia, en el barrio del castillo. Abre todos los días de 10:00 a 19:00. La entrada es gratuita, pero no está de más hacer una aportación económica que ayude al mantenimiento de esta casa-museo.



- Museo de microminiaturas: Museo hermano del microgigante. Mismo autor, bono conjunto. Se encuentra junto al museo etnológico. Abre todos los días de 10:00 a 20:00 h.

- Museo vehículos históricos: El único museo que no se encuentra en el casco urbano, si no en la carretera que comunica con Callosa d’En Sarrià. Está muy bien señalizado, por lo que no es difícil de encontrar. La colección alberga fundamentalmente motocicletas hasta los años 70, y algunos coches de pequeño tamaño (utilitarios), un biscúter..., hasta casi las 150 piezas. Un guiño a la nostalgia de aquellos viajes con radiocasete y ventanas a medio bajar para mitigar el calor. Quizás necesitaría algo más de espacio, ya que están un poco apiñados. Complementan con una serie de objetos cotidianos antiguos como radios, cafeteras, máquinas de coser, etc. Hay un restaurante y una tienda de recuerdos anexos. Abre de domingo a viernes, de 10:30 a 18:00 y hasta las 19:30 en verano. La entrada vale 3 euros, 2 para niños de 6 a 12 años, y gratis para los menores de 6.

- Museo municipal Casa Orduña - Castillo de San José: Sin lugar a dudas el museo más importante de la localidad, y el más completo. Está situado justo enfrente del túnel por el que se accede al barrio del Castillo. Muestra la casa de la familia Orduña, que se asentaron en Guadalest en el s.XVI como alcaides del castillo al servicio de los marqueses de Guadalest. La familia prosperó hasta llegar a pertenecer a la nobleza. Esta casa muestra el mobiliario, obras de arte y otras piezas que pertenecieron a esta familia, tanto para la vida cotidiana como para el trabajo. Se sabe que la casa fue construida tras el terremoto que asoló Guadalest en 1644. Precisamente este terremoto fue uno de los motivos del arruinamiento del castillo de San José, que se puede visitar conjuntamente. Los daños producidos por el incendio provocado en la Guerra de Sucesión en 1708 (que también afectó a la Casa Orduña) y un posterior terremoto en 1748, acabaron por abandonar esta edificación que fue levantada originalmente por los musulmanes en el s. XI, y que ahora ocupa el cementerio municipal. Ojo, algunas estancias y el castillo solo tienen acceso por escaleras, por lo que las personas con movilidad reducida tienen casi imposible poder visitarlo. Abre todos los días de 10:00 a 18:00 en invierno, y hasta las 20:00 en verano. El precio de la entrada es de 4 euros para adultos y 3 para niños.

Para llegar a El Castell de Guadalest la mejor manera es coger la CV-70 que comunica Benidorm con Alcoi, es decir, la costa con el interior de la provincia. Recomendamos ir desde la costa, ya que la carretera se complica en cuanto a curvas conforme vamos adentrándonos en las sierras. Otra carretera es la CV-755, desde Altea o Callosa d’En Sarrià. También hay servicio de autobuses blicos desde Benidorm.




Dos millones de turistas al año no pueden estar equivocados, Guadalest es un pueblo que no os podéis perder. A pesar de la avalancha turística todavía conserva algo de su esencia original, de su encanto, y eso, a estas alturas, es mucho.