domingo, 28 de noviembre de 2021

UN BUEN DÍA EN EL ÁREA RECREATIVA DE OLTÁ EN CALPE

Hace unos meses le dedicamos un post a nuestras tres áreas recreativas favoritas de la provincia de Alicante. En este artículo ya os hablamos del área recreativa de Oltà, en Calpe. Ésta ocupaba un merecido segundo puesto en nuestro ranking. Así que ya tocaba un artículo en el que detalláramos todas las virtudes de este lugar.

Área recreativa de Oltá

Como ya acabamos de explicar, el área recreativa de Oltà se encuentra en el municipio alicantino de Calpe, pero bastante alejado del principal icono de la ciudad, este es el Peñón de Ifac. Tampoco está cerca de sus conocidas playas ni de las Salinas, que se encuentran muy cerca de su casco urbano. Se encuentra en la ladera nordeste de la sierra de Oltà, una pequeña sierra entre los términos municipales de Calp y Benissa y que tiene su cima a 586 metros de altitud. Desde la misma área no es posible ver estos lugares, pero sí desde el camino de llegada.

CÓMO LLEGAR



Llegar no es excesivamente fácil, pero como todos nuestros móviles hoy en día están equipados con GPS no es una misión imposible. Por si acaso, debéis de dirigiros hacia la estación del TRAM de Calpe. Se encuentra fuera del casco urbano, muy cerca de la salida Sur de Calpe por la N-332, junto al Centro Comercial Aitana. Si queréis llegar a Calpe por la AP-7, deberéis de salir por Benissa o Altea, ya que Calpe todavía no cuenta con una salida propia. Continuad desde la estación y a unos 200 metros a la izquierda se abre un camino. Está señalizado, tanto como “Zona de acampada” como Urb. Oltamar. Es un camino cuesta arriba y con curvas cerradas. Llevad precaución porque es una vía estrecha y no se ven los vehículos que salen de frente.

Área recreativa de Oltá

La mayor ventaja que tiene este área recreativa es que es muy completa y grande. Tiene una superficie de unos 10.000 metros cuadrados, que se dividen más o menos a partes iguales entre la propia área recreativa y el área de acampada anexa. La numerosa vegetación, fundamentalmente pinos y cipreses, crea un ambiente muy agradable y es una zona muy tranquila.


Cuenta con un edificio cerrado con paelleros y barbacoas, numerosas sillas y mesas para poder sentarse para comer, agua potable, lavaderos, zona de juegos infantiles y un montón de espacio para que los niños (y no tan niños) puedan jugar a su libre albedrío. También cuenta con un módulo de aseos y duchas en el mismo edificio que las barbacoas (por su parte trasera), pero no suelen encontrarse en las mejores condiciones.

SERVICIOS DEL ÁREA RECREATIVA DE OLTÀ


Área recreativa de Oltá

La zona de fuegos es una caseta cerrada, pero si hay prohibición de realizar fuego se cancela el uso. Nuestro consejo es que, para no llevaros sorpresas y que la zona de barbacoa esté cerrada consultéis tanto la página web del Ayuntamiento de Calpe como la del servicio de información del 112 en la Comunidad Valenciana para aseguraros de que podréis hacer uso de ella. El plan B no es malo, consiste en llevarse bocadillos o preparar previamente un buen picnic.


Las duchas y los aseos también sirven para los usuarios de la zona de acampada anexa. Aunque actualmente, debido a las restricciones que se han adoptado para impedir lo contagios por Covid-19, se encuentra cerrada. Es un espacio muy agradable con mucha vegetación. Pero nosotros no lo recomendaríamos más allá de un par de noches, ya que las duchas no tienen agua caliente y tampoco es que la gente sea muy cuidadosa con su mantenimiento. Si os hacéis a la idea, debéis de solicitar un permiso y pagar la tasa correspondiente. Se puede hacer a través de la sede electrónica del Ayuntamiento de Calp


Respecto a la zona de juegos infantiles, algo que echamos de menos en las áreas que no tienen, no están mal, pero son para niños como máximo de 5-6 años. Eso no quiere decir que cuando los más mayores ven los columpios no salgan disparados hacia ellos. Totalmente confirmado de que ocurre así.

Área recreativa de Oltá

En su amplia explanada se puede jugar a un montón de cosas sin molestar al resto de personas que se encuentren en el área recreativa. Perfecto para los más futboleros, por ejemplo. Nosotros la última vez que estuvimos nos llevamos, a modo de prueba, nuestra cometa y afortunadamente el día fue un poco ventoso y pudimos disfrutar bastante volándola.

LA SIERRA DE OLTÀ



El área recreativa de Oltà está perfectamente situada para realizar la ruta senderista circular que recorre esta zona de la montaña alicantina. La ruta está calificada con dificultad media. Tiene una longitud aproximada de 9 km y está calculada para hacerla en poco más de dos horas. Poco más os podemos decir, está en nuestra lista de pendientes y esperamos por hacerla dentro de poco.

La zona montañosa de Oltà ofrece unas magníficas vistas desde el área recreativa pero también esconde un “peligro”. Excepto en verano, cuando el sol cae y se esconde detrás de la montaña la temperatura baja considerablemente por lo que la estancia es un poco incómoda. Lo habitual es irse a los pocos minutos.

Área recreativa de Oltá

Si por cualquier circunstancia llegáis un poco tarde o ese día hay una especial afluencia, algo que ocurre especialmente los domingos y en festivos como Pascua, os recomendamos otra área recreativa que también se encuentra en el término municipal de Calpe, en esta ocasión en una de sus múltiples urbanizaciones. Se trata del parque de la Vallesa ubicado en la urbanización de La Merced, muy cerca de la iglesia homónima. Es una zona bastante grande (unos 10.000 m²) con una amplia zona de parking, sillas y mesas de picnic, zona de barbacoa y aseos. Por lo general los hemos encontrado en mejores condiciones que los de Oltá. Hay una bonita pinada que aprovechan los vecinos para sacara a pasear a sus perros.


Desde que un compañero de trabajo nos recomendó esta área recreativa, hemos ido bastantes veces. Nos gusta mucho y no está lejos de casa. Los niños disfrutan mucho y los mayores podemos relajarnos ya que el espacio es muy agradable. Estamos convencidos que no os defraudará, lo hemos comprobado cuando nosotros la hemos recomendado a algún amigo. 

jueves, 18 de noviembre de 2021

DISFRUTANDO EL MAGNÍFICO JARDÍN BOTÁNICO DE LA UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

En la ciudad de Valencia entre el antiguo cauce del río Turia y las Torres de Quart se sitúa un lugar bastante desconocido entre muchas de las personas que visitan la ciudad. Un lugar donde se unen naturaleza, historia, arte, ciencia y cultura. En este post os vamos a hablar del Jardín Botánico de la Universitat de València.

El Jardín Botánico de la Universitat de València

Desde hace más de 200 años en este lugar crecen árboles frutales, palmeras, plantas ornamentales y un sinfín más de especies vegetales en un auténtico oasis en el centro de la ciudad. Una visita muy recomendable en la que se respira, sobre todo, tranquilidad.

Aunque la historia del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia hunde sus raíces varios siglos en la historia. Concretamente su concepción data del siglo XVI. Fue cuando se crea L' Hort de simples un huerto donde se plantaban y criaban distintas plantas medicinales destinadas a las prácticas de los alumnos de Medicina. Este Jardín Botánico fue evolucionando a través del tiempo hasta convertirse en lo que es hoy en día. Y eso a pesar de que vivió un cierto abandono durante los años 70 y 80 momento en el que la Universidad decide rescatarlo y actualizarlo.



Los números son realmente espectaculares: en un recinto de unas 4 hectáreas se recogen especies de prácticamente todo el mundo. Son 4.500 especies distintas que se agrupan en 27 colecciones diferentes. Estas colecciones, a su vez, están ordenadas en 4 grandes bloques: plantas útiles, colecciones sistemáticas, adaptaciones de las plantas y colecciones biogeográficas.

¿QUÉ VAMOS A VER EN EL JARDÍN BOTÁNICO?


El Jardín Botánico de la Universitat de València


La mayor extensión la ocupan las colecciones sistemáticas. Bajo este criterio encontramos las palmeras, los helechos, las orquídeas, las bromelias y la Escuela Botánica. Esta es la parte más extensa, y es donde los alumnos de botánica podían estudiar las distintas especies de plantas in situ. Su origen se remonta a 1802 y las distintas especies de plantas se encuentran agrupadas por familias. Los distintos descubrimientos han provocado que en estos dos siglos su fisonomía haya cambiado. Es un lugar muy interesante para poder apreciar los cambios que se han ido produciendo en las distintas especies con el paso del tiempo y el cambio de las condiciones ambientales.

Pasear entre las distintas calles trazadas es un maravilloso ejercicio. Tanto por la calma que transmiten como por la observación que podemos hacer de las distintas especies y lo que ocurre a su alrededor, como los pájaros que tienen sus nidos en las ramas de los árboles. Entre éstos se encuentran varios árboles monumentales. Algunos tienen una edad de cerca de 180 años. ¡Si hablaran!


Una de las colecciones que más llaman la atención a los niños se encuentra en la zona norte del Jardín Botánico. Es la colección de plantas hortícolas, que se encuentra con las plantas útiles, evidentemente. Al fin y al cabo son alimentos, así que pocas plantas encontraréis más útiles. Les llamó mucho la atención ver las tomateras, los maizales o las berenjenas, judías, etc. Por suerte estaban en pleno proceso de dar fruto, por lo que podían distinguir perfectamente de que plantas se trataban. Hasta tienen un espantapájaros, más pichi que pichi. En el cole de mis hijos hay un pequeño huerto, pero nada que ver con esto.

EDIFICIOS AL SERVICIOS DE LA BOTÁNICA 


El Jardín Botánico de la Universitat de València


Además de los parterres donde se ubican las distintas familias vegetales, existen en el Jardín Botánico varias edificaciones que ayudan a cuidar y mantener ciertas especies de plantas. Estos edificios fueron construidos a finales del s. XIX. Con algunos retoques y restauraciones han llegado hasta nuestros días, y son un ejemplo fantástico de cómo se trabajaban ciertos materiales en la época, como el hierro. 

Hay cuatro invernaderos pequeños, de unos 40 m2 de superficie. Están semienterrados y aquí se pueden apreciar las preciosas orquídeas, distintos tipos de helechos, bromelias (un tipo de plantas tropicales) y las plantas carnívoras. Tranquilos, no son como Audrey II, la planta protagonista de La tienda de los horrores. Son atrapainsectos y algunas especies no es complicado encontrarlas en grandes superficies o supermercados. 

El Jardín Botánico de la Universitat de València


Enfrente de estos invernaderos pequeños se encuentra el “invernadero tropical”. Fue el primer edificio de España en realizarse en metal y vidrio, al estilo del Crystal Palace construido en el londinense Hyde Park. Tiene una altura de 24 m y cuenta con una superficie acristalada de 465 m2. En su interior se alberga una importante colección de plantas tropicales. Una auténtica jungla dentro del Jardín Botánico.  


Por último hay que referirse al Umbracle (o Umbráculo).Este tipo de edificación tiene como objetivo proporcionar sombra a algunas especies vegetales que sufren con la luz directa. Es uno de los espacios más especiales de todo el recinto del Jardín Botánico. En su interior hay una pequeña balsa, y en el interior una escultura del artista valenciano Andreu Alfaro. El estilo del escultor es fácilmente reconocible y tiene otras obras por la ciudad de Valencia. 

VIDA EVERYWHERE


El Jardín Botánico de la Universitat de València


Las plantas acuáticas también tienen su espacio en el Jardín Botánico de la Univresidad de Valencia. Cerca de los invernaderos hay un pequeño estanque en el que se encuentran algunas plantas. Evidentemente las estrellas son los nenúfares, esas plantas que por la sonoridad de su nombre los poetas del Romanticismo elevaron a los altares. Además, en el estanque, hay carpas koi, lo que siempre es una sorpresa para los niños.

El Jardín Botánico tiene un edificio contemporáneo que sirve para realizar actividades culturales. Se encuentra a la entrada, a modo de los propíleos de la Acrópolis. Cuenta con varias salas en las que se realizan exposiciones, presentaciones de libros, y un salón de actos para actividades que precisen de un aforo mayor. 

 INFORMACIÓN ÚTIL




Podréis visitar el Jardín Botánico todos los días, excepto los de meteorología adversa, el 25 de diciembre y el 1 de enero. Abre a las 10:00 y dependiendo del mes del año en  el que nos encontremos, cierra a una hora u otra. A modo de ejemplo, entre noviembre y febrero lo hace a las 18:00, y de mayo a agosto a las 21:00. El resto de meses entre las 19:00 y las 20:00.

La entrada general cuesta 2,5 €, pero existen numerosos descuentos. Las familias numerosas y monoparentales, junto a pensionistas y jubiladas, personas en desempleo, personas dependientes, alumnado (formación reglada) y menores entre 7 y 16 años, pagan 1,5 €. Los menores de 7 años tienen entrada gratuita, así como los alumnos de la Universitat de València.  

Para llegar os recomendamos el uso del transporte público. Su cercanía a la Gran Vía Fernando el Católico y a la calle Guillem de Castro hace que podáis llegar con las siguientes líneas de la EMT: 5, 60, 62, 63, 64, 73, 79, 80, 81, 92, 95. También con autobuses interurbanos que conectan la capital con municipios del área metropolitana, y en metro con las líneas 1 (estación Turia) y 3 y 5 (estación Àngel Guimerà). 

Si podéis visitad el Jardín Botánico de la Universitat de València. Merece mucho la pena. Una buena opción si vistáis el centro de Valencia. Motivos no faltan: por la gran cantidad de especies vegetales que vais a ver, por lo que vais a aprender (nunca está de más) y por la paz y calma que se respira en este lugar. Un win-win de libro.

lunes, 8 de noviembre de 2021

6 JUEGOS DE MESA MÁS PARA DIVERTIRSE EN FAMILIA

Hace un par de años publicamos un artículo recomendando 7 juegos de mesa para jugar en familia. Aprovechando que las Navidades y los grandes períodos de compras están a la vuelta de la esquina, os dejamos nuevas recomendaciones para guiaros en el proceloso (aunque satisfactorio) mundo de los juegos de mesa.

6 juegos de mesa

Hay un poquito de todo, como en botica, pero os prometemos que todos están testados por nosotros y creemos que ninguno os va a defraudar. Aquí va nuestra selección:

LA FALLERA CALAVERA :


Arrancamos con un juego de cartas que se ha hecho muy popular en la Comunidad Valenciana. Afortunadamente la globalización del comercio online (alguna ventaja debía de tener) ha hecho que no sea complicado encontrarlo en otros lugares de España (o del mundo).

Lo ha publicado Zombi Paella, una pequeña editorial de juegos de mesa con sede en la localidad alicantina de Denia y liderada por Enric Aguilar. Esta es la sinopsis que hacen del juego en us web: “Después de morir en una mascletà a causa de un error de seguridad, una fallera vuelve a la vida convertida en zombi. Sólo hay una manera de calmar su ira apocalíptica: cocinarle una buena paella”.

El objetivo del juego es conseguir reunir cinco ingredientes para poder cocinar esa paella. La Fallera Calavera combina elementos de la cultura y el folclore valenciano, tanto de las fiestas más conocidas, personajes mitológicos, con elementos más pop, como Rita Barberá o J oan Monleón y les Monleonetes, algo que comprenderéis si vivisteis aquellos primeros años de Canal 9, el canal de televisión autonómico.

Continuamente se organizan torneos multitudinarios. Hay muchos fans que incluso son capaces de resolver dudas acerca de la interpretación de algunas reglas o jugadas que no están del todo claras en los foros de internet.

Las ilustraciones, de Esther Méndez, nos recuerdan al mundo gótico de Tim Burton. Sin duda un gran juego que ya tiene segunda y tercera parte, y ampliaciones.

DOBBLE:

6 juegos de mesa

Dobble combina atención y reflejos. Este juego se ha convertido en todo un éxito. Tiene multitud de versiones. Nosotros, dentro de nuestro frikismo, optamos por la versión Star Wars. Puede ser un complicado si no conoces algunos personajes o naves, pero por aquí todo controlado, jeje.

La mecánica de juego es sencilla. Juegan de 2 a 5 personas. Hay unas tarjetas con varios dibujos o iconos. Cada jugador tiene un mazo y todos lanzan una carta al mismo tiempo. Si alguien ve que en ambas tarjetas hay un un mismo dibujo deben de decir que dibujo es en voz alta y se llevan las cartas. Cada carta tiene un dibujo igual a otra carta. Gana el que más cartas tiene al final de la partida. En realidad este es uno de los 5 minijuegos que tiene, pero suele ser el más jugado.

Lo ha publicado por Zygomatic, la misma editora de Jungle Speed, uno de los juegos que os hablábamos en el anterior post sobre juegos. Una de sus grandes ventajas es que no ocupa mucho espacio y eso ayuda a su transporte. Podemos jugar casi en cualquier parte, por lo que es muy cómodo.

DRAFTOSAURUS:


Este juego se ha convertido en uno de nuestros favoritos en los últimos tiempos. Es sencillo de jugar y las partidas son relativamente rápidas. Este juego de origen francés lo podréis encontrar en la cadena de tiendas Zacatrus, un auténtico templo para quienes nos gusta los juegos de mesa.

La mecánica es bastante sencilla. Cada jugador tiene un tablero en el que se reproduce un parque con varias áreas donde iremos colocando dinosaurios de seis especies distintas. Un dado determinará en que parte del tablero hemos de situar a los dinosaurios.

Los dinosaurios están hechos de madera, pintados con llamativos colores y son relativamente pequeños. Esto es así porque empezaremos con 6 e iremos pasándolos en secreto a nuestros compañeros. El tablero tiene dos caras, verano (fácil) e invierno (un poco más difícil). Es un juego divertido en el que el gran atractivo son las piezas en forma de dinosaurio.

Nosotros, de momento, no nos atrevemos a pasar al modo invierno, ya que no sabemos si será muy complicado para nuestro hijo pequeño. Así también disfrutamos todos juntos de un rato de diversión.

LEO VA AL BARBERO:

6 juegos de mesa

Un juego distinto, puesto que tiene una dinámica colaborativa. Nadie gana o pierde individualmente, si no que todos los jugadores ganan y pierden juntos. Esto es algo bastante original que hará que todos los participantes tengan que estar motivados para conseguir alcanzar el objetivo del juego.

Este objetivo no es otro que llevar a Leo, el león, a la peluquería antes de que su melena le impida ver nada. Pero Leo es muy conocido y son muchos los animales que lo paran por el camino para charlar con el. Si se para a hablar no llega a la peluquería a tiempo, y claro, no puede cortarse el pelo.

La colaboración es esencial. En el camino hacia la peluquería iremos levantando una serie de tarjetas que indican el tiempo que Leo se entretiene de cháchara. Cuanto menor sea el tiempo más lejos podremos llegar. El nombre tal vez os parezca un poco infantil (todo está destinado a que los niños participen) pero veréis que no es tan fácil memorizar un camino para llegar al barbero.

Un juego bastante entretenido en el que toda la familia deberá jugar en coordinación para poder ganar la partida y que Leo, de una vez, se corte esa enorme melena.

VALERIO EL VALIENTE:

6 juegos de mesa

El primer, y único, juego que en este artículo vamos a recomendar de la editora alemana Haba. No creáis que nos han dejado de gustar los juegos de esta editora, pero de esta manera aportamos un poco más de variedad al post.

¿De qué va Valerio el Valiente? Pues Valerio es un caballero ávido de aventuras y siempre está buscando ayudar a quien más lo necesita. Pero Valerio tiene un problema, le pone buena voluntad pero es un poco despistado. De hecho ha perdido su caballo, y claro, caballero viene de caballo, así que...

El juego se basa en unas piezas triangulares que deberemos de colocar en un orden adecuado. Si forman el campamento podremos participar en un torneo, si coinciden dos cruces del mismo color podremos completar una tarea. La primera persona en conseguir acabar con sus tareas ganará.

Es un juego de reglas sencillas y de partidas rápidas, por lo que los niños siempre estarán entretenidos. Un buen juego para regalar estas Navidades.

MONOPOLY JUNIOR.:


Sí, sí, sí. Ya sabemos que dijimos que íbamos a recomendar juegos de otros editores que no fueran las “majors” del juguete mundial. Pero esta versión del clásico Monopoly está muy bien para toda la familia, en especial para los más pequeños de la casa, que pueden jugar con los papás y mamás sin perder un ápice de diversión. Es más, si nos apuráis, casi que nos gusta más la versión junior.

Respecto a la mecánica del juego no hay mucho que explicar. Ya sabéis, caéis en una casilla, os da la oportunidad de comprarla y cobrar un alquiler cada vez que otro jugador cae ahí. Pero todo se simplifica. No hay hoteles ni apartamentos, las partidas duran muy poco, apenas media hora. Eso hace que el juego sea dinámico . Porque no sé si alguno ha acabado alguna vez una partida de Monopoly (el de adultos), pero nosotros tenemos que marcarnos un tiempo máximo.

Todos los billetes tienen el mismo valor, 1M, por lo que los niños pequeños comprenden enseguida la mecánica. Una vuelta de tuerca que lo hace muy recomendable para toda la familia.

6 juegos de mesa

Estas son nuestras seis recomendaciones. Como veis hay opciones para todos los gustos y familias. Por lo general nos hemos decidido por esos juegos que involucran a los niños, que deben de ser los protagonistas de las partidas. Esto no quiere decir que les dejemos ganar siempre, ya que como contamos en el anterior post, perder los prepara para otras frustraciones, y esta, en realidad, es pequeñita.

Un último consejo: muchos de estos juegos se suelen encontrar de oferta con versiones que no están traducidas al castellano. Fijaos bien, porque en la mayoría de casos lo único que está traducido a nuestro idioma son las instrucciones y estas se pueden encontrar sin mucha dificultad por internet. Una manera de poder ahorrar algo de dinero en vuestra compra.

jueves, 28 de octubre de 2021

EL CASTILLO DE PEÑARROYA, PROTECTOR DE LAS LAGUNAS DE RUIDERA

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”. Seguro que habéis reconocido esta frase. Y es que el comienzo del Quijote es una de esas cosas que un montón de alumnos hemos aprendido casi por herencia. Argamasilla de Alba es uno de los epicentros cervantinos. Allí se encuentra, además, el castillo de Peñarroya.

Castillo de Peñarroya

Vigilando la última laguna del parque natural de las Lagunas de Ruidera, se encuentra el castillo de Peñarroya. Es habitual que en un valle como este, para posibilitar su defensa, hubiera un castillo en cada extremo. Más si cabe si tenemos en cuenta que en un lugar como este la defensa es muy sencilla, ya que basta con cerrar ambos extremos. En el otro lado se encuentra el castillo de Rochafrida, en el término municipal de Ossa de Montiel, del que solo se pueden visitar sus ruinas.


Por su parte el castillo de Peñarroya ha permanecido en pie durante todos estos siglos y en la actualidad se encuentra junto a la presa del mismo nombre, que posibilita el riego en los campos cercanos. También tiene una importante función hidrológica, ya qué es el nacimiento del denominado Guadiana Alto o Viejo, un cauce que unos kilómetros más adelante convergerá con el Guadiana que todos entendemos, el que surge de los Ojos del Guadiana.

El castillo de Peñarroya se encuentra en el término municipal de Argamasilla de Alba, a 12 km del casco urbano de esta localidad manchega. Supone una de las excursiones típicas de los visitantes que se adentran en el parque natural de las Lagunas de Ruidera ya que está a los pies de la última laguna, que hoy es un pantano.

Castillo de Peñarroya

Para llegar se puede hacer en coche a través de la carretera CM-3115. Hay un inmenso aparcamiento no asfaltado, pero perfecto para realizar la visita. Si preferimos hacer algo de ejercicio, hay una ruta senderista que parte de Ruidera, y que tras visitar la cascada del Hundimiento pasa por las lagunas bajas y el Canal de Villanueva, para acabar en este lugar. Preparaos porque son 21 kilómetros de trayecto.


La historia del castillo de Peñarroya se remonta a la época de la dominación musulmana. Esta fortaleza se construiría con una evidente función defensiva, como ya hemos comentado anteriormente. El año 1198 es conquistada por los cristianos y pasaría a manos de la Orden de San Juan a partir de 1215. Esta orden estableció aquí una encomienda que llegó a ser la más importante de la orden. Esto es decir mucho. Las órdenes militares como la de San Juan, Calatrava o los templarios (Orden del Temple), la más conocida de todas, atesoraron grandes riquezas que repartían entre los necesitados. También establecieron aquí la caja fuerte de la Orden, lo que demuestra la importancia que tuvo. Entre los siglos XIV y XVI este castillo sufrió diversas obras y modificaciones del edificio original, que configuró el aspecto que tiene actualmente. 

La visita al castillo es libre y se realiza bastante rápidamente, en media hora, más o menos. Se entra por una puerta situada junto al acantilado que también da nombre a este castillo. Tras la construcción de la presa esta peña ha quedada bastante desdibujada. Dentro podremos adentrarnos junto a la muralla que rodea la fortificación y que tiene un camino de ronda almenado por el que se puede pasear. La torre del homenaje es la parte más importante del conjunto. Aquí se supone que estaban las estancias tanto para residir como para el resto de actividades que realizaba la Orden de San Juan y sus posteriores habitantes.


Mirando hacia la actual posición de la presa, que antiguamente era únicamente una laguna, se abre una plaza de armas bastante grande. Aquí encontramos también otro de los elementos más característicos de esta fortaleza, la capilla dedicada a la Virgen de Peñarroya que dicen se apareció tras la conquista cristiana de este castillo. Esta Virgen tiene una gran veneración en la zona siendo la patrona tanto de Argamasilla de Alba como de la cercana localidad de La Solana.

Castillo de Peñarroya

La iconografía quijotesca está presente casi en cada rincón de esta zona. No obstante como ya comentamos en el post sobre las Lagunas de Ruidera, en esta zona Miguel de Cervantes situó algunas de las aventuras que viven Quijote y Sancho. Por ejemplo, bastante cerca se encuentran la cueva de Montesinos, y un poco más allá podréis encontrar molinos como protagonistas de la que es la escena más famosa de la novela de Cervantes.

Castillo de Peñarroya

Aunque no queremos, vamos a cortar un poco el rollo. El Quijote es un personaje de ficción. Esto parece obvio pero de vez en cuando hay carteles del tipo "El Quijote pasó por aquí" o "El Quijote comió aquí". Quijote y Sancho son personajes de ficción, tan de ficción como pudiera serlo Harry Potter, Darth Vader o Doraemon. Eso no quita para que, como acabamos de comentar, Cervantes se inspirara en estas tierras para situar las escenas de su novela, y que podamos disfrutar de estos paisajes imaginando al caballero andante y su escudero atravesando estas tierras.


Precisamente en Argamasilla de Alba se encuentra la Casa de Medrano. En este lugar ubican los estudiosos de Cervantes el lugar donde estuvo preso el escritor. También se contempla de manera muy extendida la tesis de que aquí escribió la primera parte del Quijote. Para ello los expertos se apoyan en las citas sobre el cautiverio que hace Miguel de Cervantes a lo largo de la novela y también de la descripción detallada de algunos lugares de Argamasilla de Alba y alrededores. Sea como fuere, cuando visitamos el Castillo de Peñarroya este lugar estaba cerrado por lo que tendremos que volver a visitarlo (toda excusa es buena).

Castillo de Peñarroya

El castillo de Peñarroya es bastante interesante pero si algo se destaca por encima del conjunto son sus vistas. El embalse de Peñarroya fue inaugurado en 1959. Además de su aprovechamiento hidráulico sirve para generar electricidad. Es un marco incomparable. Tanto como el paisaje que se extiende tras la presa.


Si estáis en esta zona no dejéis de visitar este castillo, un lugar que se ve bastante rápido y seguro que no os defrauda. Y es que esta zona de España tiene muchas sorpresas que descubrir, la mayor parte de ellas bastante desconocidas.

lunes, 18 de octubre de 2021

VISITAMOS "ETRUSCOS, EL AMANECER DE ROMA" LA NUEVA EXPOSICIÓN TEMPORAL EN EL MARQ ALICANTE

Los que, como nosotros (los papis) empezáis a tener ya cierta edad probablemente recordareis este glorioso diálogo de "El milagro de P. Tinto", la ópera prima de Javier Fesser:

"Habrás oído decir muchas veces que los romanos inventaron el pan, que los romanos trajeron el agua, que si los romanos esto, que si los romanos lo otro, que vivan los romanos... pues bien, para que te hagas una idea, los romanos... ¡¡¡una mierda al lado de los etruscos!!!"

Etruscos, el amanecer de Roma

Esta licencia la usamos para introducir este artículo dedicado a la nueva exposición temporal que puede verse en el Museo Arqueológico de Alicante, el MARQ, y que tiene de protagonista a la civilización etrusca. Un pueblo al que envuelve un aura de misterio. Por cierto, Luis Ciges, quien pronuncia ese imponente discurso, era un devoto de los etruscos y parece ser que tenía una biblioteca acerca de esta sociedad bastante bien surtida.

¿Quienes eran los etruscos?



Los etruscos ocuparon una importante extensión de la Península Itálica. Hasta el año 750 a. C. (aproximadamente) ocupaban una franja junto al mar Tirreno, entre los ríos Arno (al norte) y Tíber (al sur). A partir de esa fecha comienzan una expansión que los lleva hacia el sur, ocupando las tierras que ahora son el Lazio y la Campania; y hacia el norte, remontando el valle del Po desde su desembocadura en el Adriático. Las invasiones de tribus del norte, y los conflictos con los cartagineses y los griegos empezaron a hacer decaer esta sociedad que al poco fue conquista y absorbida por los romanos.

Precisamente la romanización de los territorios ocupados por los etruscos fue la clave de que su recuerdo se haya ido diluyendo a lo largo de los siglos, aplastado por esa superpotencia que fue Roma. A pesar de eso son muchos los rasgos culturales que los etruscos aportaron a los romanos, y que han llegado hasta nuestros días. El hecho de que haya investigadores que se preocuparan en devolver a los etruscos a su lugar en la historia ha permitido que conozcamos muchas cosas interesantes de este pueblo.

La estructura de la exposición


Etruscos, el amanecer de Roma

Como en otras ocasiones, la exposición se ubica en las tres salas que el MARQ reserva para las exposiciones temporales. Cada una de las salas, como vamos a ver, aborda un tema distinto acerca de este pueblo, que en muchos aspectos es bastante desconocido para el gran público.

La exposición comienza justo antes de entrar a las salas expositivas. Junto al atrio que distribuye las salas de exposición se proyecta un vídeo introductorio. Este vídeo comienza a explicarnos algunas de las cosas que vamos a ver y hace que podamos comprender mucho mejor la exposición.


En el pasillo que conecta las tres salas en las que se ubica la exposición hay un primer mural en el que se contextualiza geográficamente a los etruscos y su expansión, tal como ya hemos contado en un párrafo anterior.

La escenografía en las tres salas es muy sobria, alejada de los montajes que hemos visto a lo largo de años anteriores, en exposiciones dedicadas a los vikingos, los mayas, Irán o al arte rupestre. Sobria no quiere decir sosa, porque las piezas cobran un mayor protagonismo con los fondos negros, en ocasiones adornados con reproducciones de los textos grabados. La escenografía también se apoya en la iluminación.

La primera sala de exposición


Etruscos, el amanecer de Roma

La primera sala realiza una introducción acerca de la sociedad etrusca. Contextualizan su origen (o lo que sabemos acerca de esto) y muestran algunas de las piezas más antiguas que se conocen. Es reseñable que hasta nosotros ha llegado el nombre que les dieron los romanos, y no el nombre por el que ellos mismos se conocían: rasenas (o rassenas o rasna). Para los griegos eran los tirrenos, nombre que se le da al mar que baña las costas del oeste italiano. 

Las piezas que vemos en esta sala recorren varios siglos, y muestran aspectos de la vida cotidiana, como vasijas decoradas, coladores o joyas. También elementos utilizados por los militares, como armas, protecciones o un carro en miniatura que creemos que podía ser un exvoto. Una de las piezas más importantes es una crátera de barniz negro del s. IV a. C., que se muestra al fondo de la sala. Pero si nos permitís, justo en la entrada, hay un sarcófago absolutamente maravilloso. Decorado con una de las escenas más famosas de la Odisea, cuando Ulises pide ser atado al mástil de su barco para evitar sucumbir a los cantos de las sirenas. Es imposible, a ojos inexpertos, distinguirlo de un sarcófago romano o griego.

La segunda sala



La segunda sala se adentra en los aspectos religiosos de los etruscos. Éstos practicaban una religión politeísta. Siempre hemos estudiado que la mitología romana se basa en la griega. Pues bien, el panteón etrusco también se basa en el griego, y es evidente que la traslación en Roma vino por ambas vías. Perviven también algunos dioses de origen itálico, como es el caso de Culsans, Selvans y Voltumna, que pasaron a la mitología romana como Ianus, Silvanus y Vertumno, respectivamente.

Etruscos, el amanecer de Roma

La representación de los dioses etruscos ocupa gran parte de la sala. También hay figuras votivas que representan templos, que eran lugares tanto de culto como de reunión. Las figuras que representan a las deidades etruscas tienen una fuerte influencia helénica, adoptando algunos la famosa curva praxiteliana. 


La figura “estrella" de la sala es una figura de bronce que se conoce como “la sombra de la tarde". Este nombre tan poético proviene de su aspecto extremadamente alargado, que recuerda a las sombras que se proyectan al atardecer. Es mi sorprendente por su aspecto tremendamente moderno. De hecho sirvió de inspiración para artistas de las vanguardias de principios del siglo XX. Uno fue el italiano Giacometti. Éste las vio en los años 20 del pasado siglo. Al igual que a otros artistas como Picasso, influyeron decisivamente en su obra.

La tercera y última sala 


Etruscos, el amanecer de Roma

La tercera y última sala se dedica a dos temas. En primer lugar a los ritos tras la muerte en el mundo etrusco. Como en otras culturas contemporáneas los etruscos creían en una vida después de la muerte. Esto hace que sus inhumaciones adquieran un carácter ritual. En la sala veremos diversos tipos de elementos empleados en enterramientos cómo sarcófagos y urnas cinerarias.

Por otra parte, la tercera sala también se dedica al estrecho contacto que tuvieron entre etruscos y romanos. Estos contactos fueron definitivos. Tanto que los etruscos fueron romanizados, poniendo punto y final a su civilización.

Nos queda por ver unas cuantas piezas. El MARQ siempre intenta vincular de alguna manera las exposiciones temporales con la provincia de Alicante. En esta ocasión se muestran varias piezas de carácter etrusco localizadas en yacimientos alicantinos y que forman parte de la colección del MARQ. Éstas se encuentran en una vitrina en la zona donde se proyecta el vídeo, junto a la entrada/salida del área expositiva.

Etruscos, el amanecer de Roma

Como siempre el MARQ ha realizado una gran exposición que deja un muy buen sabor de boca. 100% recomendada. Aprenderemos bastantes cosas, como que un etrusco es más que el balón con el que se disputó el Mundial de fútbol Italia'90 (veis como ya tenemos una edad...). 

viernes, 8 de octubre de 2021

MÁS QUE HISTORIA EN LA VISITA A SAN MIGUEL DE LOS REYES EN VALENCIA

En este post os vamos a hablar de un edificio que ha tenido una larga vida y, sobre todo, muchas vidas. Si ocurre con los seres humanos que apenas estamos por este mundo unos 80-90 años, imaginaos un lugar cuya historia se remonta al s. XIV. Vamos a conocer mejor y visitar el antiguo monasterio de San Miguel de los Reyes, en Valencia

San Miguel de los Reyes

Este antiguo monasterio se levanta a las afueras de Valencia, en el barrio de Orriols, en el distrito de Rascanya (pronunciado Rascaña), concretamente en el número 284 de la Avenida de la Constitución. Este edificio se encuentra entre la ronda norte, que circunvala Valencia, y el casco urbano de Tavernes Blanques. Este municipio prácticamente forma una conurbación con la ciudad de Valencia y otras localidades cercanas como Alboraya, la cuna de la horchata.


Antes que nada, y con afán didáctico, explicaremos la diferencia entre convento y monasterio, que es muy sencillita. Resumiendo, un convento se encuentra en la ciudad (en su casco urbano), mientras que un monasterio se encuentra fuera de la ciudad. Pensad en algunos monasterios famosos, todos se encuentran (o encontraban) fuera de núcleos habitados. Esta ubicación permitía que pudiera estar rodeados de campos de cultivo para el abastecimiento de alimentos. San Miguel de los Reyes no es una excepción. Aunque ahora se encuentre más o menos cerca de la ciudad de Valencia, en su época se encontraba fuera. Muy fuera. En el quinto pino.

La historia de San Miguel de los Reyes


San Miguel de los Reyes

Aunque antes hemos comentado que la historia de San Miguel de los Reyes comienza en el siglo XIV, esta se remonta algunos siglos atrás. En este lugar se estableció una alquería musulmana. Sus habitantes se dedicaban a tareas agrícolas. Un siglo después de la conquista de Valencia, y del resto del Reino de Valencia, por parte del rey Jaume I de Aragón, en el siglo XIV, se compra el terreno donde se ubicaba esta alquería con la decisión de construir un monasterio: San Bernardo (Sant Bernat) de Rascanya. La orden que se estableció aquí fue la cisterciense, el Císter, famosos por su modestia. Al principio fue un lugar bastante humilde, comparado con la actualidad, con un claustro sobre el que giraba la vida monástica. Las celdas, el refectorio, la capilla y demás estancias para la vida de los monjes estaban dispuestas alrededor de este claustro.

Pero la historia de este edificio cambia con la muerte de la reina Germana de Foix a mitad del s. XVI. Esta reina estuvo casada con Fernando II de Aragón, y V de Castilla, conocido universalmente como Fernando el Católico, esposo de Isabel I de Castilla. Supongo que os sonará. Germana de Foix se casó con Fernando después de fallecer Isabel, pero tras enviudar se casó con un tal Juan de Brandeburgo-Ansbach, del séquito de Carlos I (y V de Alemania), que era su nietastro (o algo así). Pero  Germana volvió a enviudar pronto. Al poco tiempo se casó (por tercera vez) con otro Fernando, también de Aragón, pero más conocido como el Duque de Calabria, para evitar confusiones. Entre otros cargos también fue Virrey de Valencia junto a Germana de Foix. ¡Toma culebrón del bueno!

De San Bernardo a San Miguel



El caso es que Germana de Foix fallece en 1536, y mandó que la enterraran en el monasterio del Císter de San Bernardo de Rascanya. Como al Duque de Calabria aquel monasterio medio en ruinas le pareció poca cosa comenzó las gestiones para construir en su lugar uno digno de su esposa. En 1545 el papa Pablo III desaloja a los pocos monjes del Císter que quedaban y aloja aquí a la Orden de los Jerónimos, que llegan un año después. También cambia el nombre por San Miguel de los Reyes. Esta orden también debía orar por la salvación del alma del Duque de Calabria. Se cuenta que tenían bastante trabajo sólo con esta misión espiritual.

El Duque de Calabria contrata a Alonso de Covarrubias, uno de los arquitectos más importantes del Renacimiento español, que realiza las trazas y comienza a construir el claustro sur. Este claustro se sitúa anexo a las antiguas dependencias de San Bernardo de Rascanya. Entre las muertes del Duque de Calabria, la de Covarrubias y la falta de fondos, la construcción se empieza a demorar. Además los monjes deciden cambiar el programa constructivo, acercándolo más a otros monasterios jerónimos como los de El Escorial, Guadalupe o Yuste.

San Miguel de los Reyes

Para llegar al aspecto con el que cuenta actualmente, se derribó el antiguo claustro de San Bernardo de Rascanya para realizar uno nuevo y nuevas dependencias. Pero estas obras nunca se acabaron y el claustro norte nunca se llegó a construir.

El movidito s. XIX


El s. XIX revitalizó el monasterio de San Miguel de los Reyes, aunque no sé si es el verbo más correcto. El siglo comienza con la Guerra de la Independencia contra el ejército napoleónico. La batalla en Valencia no sólo se salda con el derribo del Palacio Real, donde se ubican actualmente los Jardines de Viveros, sino que también roban parte de la inmensa (y valiosa) biblioteca que el Duque de Calabria había donado.


Pero el s. XIX no acaba aquí. Tras la desamortización de Mendizábal, San Miguel de los Reyes pasa a manos privadas. Su propietario intenta derribarlo, pero el Ayuntamiento de Valencia y la Academia de Bellas Artes de San Carlos lo paralizan. Pasa a manos del Estado que sitúa aquí un asilo de pobres y una prisión. Primero será de mujeres, pero años después albergará también presos masculinos. Para ello se construyen dos galerías alrededor de lo que iba a ser el claustro norte. En este patio, una excavación arqueológica ha dejado a la vista algunos restos del primitivo San Bernardo de Rascanya.

Tras la Guerra Civil se convierte en cárcel del régimen franquista, albergando a numerosos presos políticos bajo unas condiciones penosas. La cárcel cuya capacidad era de 200 presos llegó a albergar a 6.000 personas y los presos se hacinaban en las celdas. En 1962 el Ayuntamiento de Valencia y la Diputación Provincial compraron el edificio, clausurando la cárcel en 1966.

Sede de la Biblioteca Valenciana



Durante los años 70 y 80 San Miguel de los Reyes alojó una escuela pública. En esta época ya comienza a estudiarse el proyecto de su uso actual, sede de la Biblioteca Valenciana. Esta institución cultural no es una biblioteca al uso, de intercambio de libros, sino “la cabecera del Sistema Bibliotecario Valenciano, centro superior bibliotecario de la Generalitat y depósito bibliográfico básico de la Comunidad Valenciana” como dice la Ley sobre el Sistema Bibliotecario Valenciano. Es un lugar de depósito, guarda, salvaguarda y estudio de los fondos bibliográficos valencianos. Para entendernos, es a la Comunidad Valenciana lo que es la Biblioteca Nacional para España.

Y todo este rollazo, ¿para qué? Pues para qué visitéis este edificio que está abierto a la ciudadanía. Además realizan unas más que interesantes visitas guiadas donde os contarán la historia de este edificio. También conoceréis sus funciones y os llevarán a conocer espacios como el claustro y varias salas, incluido el lugar donde están enterrados Germana de Foix y el Duque de Calabria, o los pasillos donde están los depósitos de documentos, un área que normalmente solo es accesible para trabajadores. También para conocer curiosidades, como que en la fachada están representados los reyes más famosos del mundo. Sí, Melchor, Gaspar y Baltasar.

Capítulo aparte merece la iglesia del antiguo monasterio, y que hoy está secularizada y no realiza oficios religiosos. La zona más interesante es la del altar, ya que tiene decoración realizada con insertos de mármoles de diferentes colores. Además de símbolos religiosos, y decoración geométrica, presenta los escudos familiares del Duque de Calabria y de Germana de Foix, que al fin y al cabo costearon las obras. También es muy interesante un reloj que, evidentemente, es posterior. 

Visitas guiadas a San Miguel de los Reyes 


San Miguel de los Reyes

Las visitas guiadas para visitantes individuales y familias se realizan los sábados y domingos y algunos festivos destacados. Hay dos pases, uno a las 12:00 en valenciano y otro a las 13:00 en castellano. De momento, y mientras duren las restricciones por la pandemia del Covid-19 hay que reservar vía telefónica en el número 96 387 40 02 de lunes a viernes, en horario de oficina. Para los grupos grandes las visitas se realizan los martes en horario de mañana, y también hay que reservar. También se realiza una jornada de puertas abiertas el día de San Miguel (28 de septiembre), que además de ser la festividad del santo de la advocación del monasterio, se puede presenciar un evento muy curioso, pero no os lo cuento y os lleváis la sorpresa. Todas estas visitas son gratuitas.

Por último, la actividad cultural en San Miguel de los Reyes también abarca exposiciones de arte (en la actualidad hay una de la artista valenciana Carmen Calvo), representaciones teatrales, conciertos de música, presentación de libros... Una agenda muy completa y muy interesante.


La visita es más que recomendable. El edificio es muy bonito y la historia que alberga, tanto la buena como la mala, es imprescindible conocerla. También para saber la función de esta institución y la tarea que desempeña. En definitiva, una visita muy completa a un edificio que, por su situación, no siempre entra en las guías o en las listas de must de la ciudad de Valencia.