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jueves, 18 de noviembre de 2021

DISFRUTANDO EL MAGNÍFICO JARDÍN BOTÁNICO DE LA UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

En la ciudad de Valencia entre el antiguo cauce del río Turia y las Torres de Quart se sitúa un lugar bastante desconocido entre muchas de las personas que visitan la ciudad. Un lugar donde se unen naturaleza, historia, arte, ciencia y cultura. En este post os vamos a hablar del Jardín Botánico de la Universitat de València.

El Jardín Botánico de la Universitat de València

Desde hace más de 200 años en este lugar crecen árboles frutales, palmeras, plantas ornamentales y un sinfín más de especies vegetales en un auténtico oasis en el centro de la ciudad. Una visita muy recomendable en la que se respira, sobre todo, tranquilidad.

Aunque la historia del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia hunde sus raíces varios siglos en la historia. Concretamente su concepción data del siglo XVI. Fue cuando se crea L' Hort de simples un huerto donde se plantaban y criaban distintas plantas medicinales destinadas a las prácticas de los alumnos de Medicina. Este Jardín Botánico fue evolucionando a través del tiempo hasta convertirse en lo que es hoy en día. Y eso a pesar de que vivió un cierto abandono durante los años 70 y 80 momento en el que la Universidad decide rescatarlo y actualizarlo.



Los números son realmente espectaculares: en un recinto de unas 4 hectáreas se recogen especies de prácticamente todo el mundo. Son 4.500 especies distintas que se agrupan en 27 colecciones diferentes. Estas colecciones, a su vez, están ordenadas en 4 grandes bloques: plantas útiles, colecciones sistemáticas, adaptaciones de las plantas y colecciones biogeográficas.

¿QUÉ VAMOS A VER EN EL JARDÍN BOTÁNICO?


El Jardín Botánico de la Universitat de València


La mayor extensión la ocupan las colecciones sistemáticas. Bajo este criterio encontramos las palmeras, los helechos, las orquídeas, las bromelias y la Escuela Botánica. Esta es la parte más extensa, y es donde los alumnos de botánica podían estudiar las distintas especies de plantas in situ. Su origen se remonta a 1802 y las distintas especies de plantas se encuentran agrupadas por familias. Los distintos descubrimientos han provocado que en estos dos siglos su fisonomía haya cambiado. Es un lugar muy interesante para poder apreciar los cambios que se han ido produciendo en las distintas especies con el paso del tiempo y el cambio de las condiciones ambientales.

Pasear entre las distintas calles trazadas es un maravilloso ejercicio. Tanto por la calma que transmiten como por la observación que podemos hacer de las distintas especies y lo que ocurre a su alrededor, como los pájaros que tienen sus nidos en las ramas de los árboles. Entre éstos se encuentran varios árboles monumentales. Algunos tienen una edad de cerca de 180 años. ¡Si hablaran!


Una de las colecciones que más llaman la atención a los niños se encuentra en la zona norte del Jardín Botánico. Es la colección de plantas hortícolas, que se encuentra con las plantas útiles, evidentemente. Al fin y al cabo son alimentos, así que pocas plantas encontraréis más útiles. Les llamó mucho la atención ver las tomateras, los maizales o las berenjenas, judías, etc. Por suerte estaban en pleno proceso de dar fruto, por lo que podían distinguir perfectamente de que plantas se trataban. Hasta tienen un espantapájaros, más pichi que pichi. En el cole de mis hijos hay un pequeño huerto, pero nada que ver con esto.

EDIFICIOS AL SERVICIOS DE LA BOTÁNICA 


El Jardín Botánico de la Universitat de València


Además de los parterres donde se ubican las distintas familias vegetales, existen en el Jardín Botánico varias edificaciones que ayudan a cuidar y mantener ciertas especies de plantas. Estos edificios fueron construidos a finales del s. XIX. Con algunos retoques y restauraciones han llegado hasta nuestros días, y son un ejemplo fantástico de cómo se trabajaban ciertos materiales en la época, como el hierro. 

Hay cuatro invernaderos pequeños, de unos 40 m2 de superficie. Están semienterrados y aquí se pueden apreciar las preciosas orquídeas, distintos tipos de helechos, bromelias (un tipo de plantas tropicales) y las plantas carnívoras. Tranquilos, no son como Audrey II, la planta protagonista de La tienda de los horrores. Son atrapainsectos y algunas especies no es complicado encontrarlas en grandes superficies o supermercados. 

El Jardín Botánico de la Universitat de València


Enfrente de estos invernaderos pequeños se encuentra el “invernadero tropical”. Fue el primer edificio de España en realizarse en metal y vidrio, al estilo del Crystal Palace construido en el londinense Hyde Park. Tiene una altura de 24 m y cuenta con una superficie acristalada de 465 m2. En su interior se alberga una importante colección de plantas tropicales. Una auténtica jungla dentro del Jardín Botánico.  


Por último hay que referirse al Umbracle (o Umbráculo).Este tipo de edificación tiene como objetivo proporcionar sombra a algunas especies vegetales que sufren con la luz directa. Es uno de los espacios más especiales de todo el recinto del Jardín Botánico. En su interior hay una pequeña balsa, y en el interior una escultura del artista valenciano Andreu Alfaro. El estilo del escultor es fácilmente reconocible y tiene otras obras por la ciudad de Valencia. 

VIDA EVERYWHERE


El Jardín Botánico de la Universitat de València


Las plantas acuáticas también tienen su espacio en el Jardín Botánico de la Univresidad de Valencia. Cerca de los invernaderos hay un pequeño estanque en el que se encuentran algunas plantas. Evidentemente las estrellas son los nenúfares, esas plantas que por la sonoridad de su nombre los poetas del Romanticismo elevaron a los altares. Además, en el estanque, hay carpas koi, lo que siempre es una sorpresa para los niños.

El Jardín Botánico tiene un edificio contemporáneo que sirve para realizar actividades culturales. Se encuentra a la entrada, a modo de los propíleos de la Acrópolis. Cuenta con varias salas en las que se realizan exposiciones, presentaciones de libros, y un salón de actos para actividades que precisen de un aforo mayor. 

 INFORMACIÓN ÚTIL




Podréis visitar el Jardín Botánico todos los días, excepto los de meteorología adversa, el 25 de diciembre y el 1 de enero. Abre a las 10:00 y dependiendo del mes del año en  el que nos encontremos, cierra a una hora u otra. A modo de ejemplo, entre noviembre y febrero lo hace a las 18:00, y de mayo a agosto a las 21:00. El resto de meses entre las 19:00 y las 20:00.

La entrada general cuesta 2,5 €, pero existen numerosos descuentos. Las familias numerosas y monoparentales, junto a pensionistas y jubiladas, personas en desempleo, personas dependientes, alumnado (formación reglada) y menores entre 7 y 16 años, pagan 1,5 €. Los menores de 7 años tienen entrada gratuita, así como los alumnos de la Universitat de València.  

Para llegar os recomendamos el uso del transporte público. Su cercanía a la Gran Vía Fernando el Católico y a la calle Guillem de Castro hace que podáis llegar con las siguientes líneas de la EMT: 5, 60, 62, 63, 64, 73, 79, 80, 81, 92, 95. También con autobuses interurbanos que conectan la capital con municipios del área metropolitana, y en metro con las líneas 1 (estación Turia) y 3 y 5 (estación Àngel Guimerà). 

Si podéis visitad el Jardín Botánico de la Universitat de València. Merece mucho la pena. Una buena opción si vistáis el centro de Valencia. Motivos no faltan: por la gran cantidad de especies vegetales que vais a ver, por lo que vais a aprender (nunca está de más) y por la paz y calma que se respira en este lugar. Un win-win de libro.