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lunes, 18 de octubre de 2021

VISITAMOS "ETRUSCOS, EL AMANECER DE ROMA" LA NUEVA EXPOSICIÓN TEMPORAL EN EL MARQ ALICANTE

Los que, como nosotros (los papis) empezáis a tener ya cierta edad probablemente recordareis este glorioso diálogo de "El milagro de P. Tinto", la ópera prima de Javier Fesser:

"Habrás oído decir muchas veces que los romanos inventaron el pan, que los romanos trajeron el agua, que si los romanos esto, que si los romanos lo otro, que vivan los romanos... pues bien, para que te hagas una idea, los romanos... ¡¡¡una mierda al lado de los etruscos!!!"

Etruscos, el amanecer de Roma

Esta licencia la usamos para introducir este artículo dedicado a la nueva exposición temporal que puede verse en el Museo Arqueológico de Alicante, el MARQ, y que tiene de protagonista a la civilización etrusca. Un pueblo al que envuelve un aura de misterio. Por cierto, Luis Ciges, quien pronuncia ese imponente discurso, era un devoto de los etruscos y parece ser que tenía una biblioteca acerca de esta sociedad bastante bien surtida.

¿Quienes eran los etruscos?



Los etruscos ocuparon una importante extensión de la Península Itálica. Hasta el año 750 a. C. (aproximadamente) ocupaban una franja junto al mar Tirreno, entre los ríos Arno (al norte) y Tíber (al sur). A partir de esa fecha comienzan una expansión que los lleva hacia el sur, ocupando las tierras que ahora son el Lazio y la Campania; y hacia el norte, remontando el valle del Po desde su desembocadura en el Adriático. Las invasiones de tribus del norte, y los conflictos con los cartagineses y los griegos empezaron a hacer decaer esta sociedad que al poco fue conquista y absorbida por los romanos.

Precisamente la romanización de los territorios ocupados por los etruscos fue la clave de que su recuerdo se haya ido diluyendo a lo largo de los siglos, aplastado por esa superpotencia que fue Roma. A pesar de eso son muchos los rasgos culturales que los etruscos aportaron a los romanos, y que han llegado hasta nuestros días. El hecho de que haya investigadores que se preocuparan en devolver a los etruscos a su lugar en la historia ha permitido que conozcamos muchas cosas interesantes de este pueblo.

La estructura de la exposición


Etruscos, el amanecer de Roma

Como en otras ocasiones, la exposición se ubica en las tres salas que el MARQ reserva para las exposiciones temporales. Cada una de las salas, como vamos a ver, aborda un tema distinto acerca de este pueblo, que en muchos aspectos es bastante desconocido para el gran público.

La exposición comienza justo antes de entrar a las salas expositivas. Junto al atrio que distribuye las salas de exposición se proyecta un vídeo introductorio. Este vídeo comienza a explicarnos algunas de las cosas que vamos a ver y hace que podamos comprender mucho mejor la exposición.


En el pasillo que conecta las tres salas en las que se ubica la exposición hay un primer mural en el que se contextualiza geográficamente a los etruscos y su expansión, tal como ya hemos contado en un párrafo anterior.

La escenografía en las tres salas es muy sobria, alejada de los montajes que hemos visto a lo largo de años anteriores, en exposiciones dedicadas a los vikingos, los mayas, Irán o al arte rupestre. Sobria no quiere decir sosa, porque las piezas cobran un mayor protagonismo con los fondos negros, en ocasiones adornados con reproducciones de los textos grabados. La escenografía también se apoya en la iluminación.

La primera sala de exposición


Etruscos, el amanecer de Roma

La primera sala realiza una introducción acerca de la sociedad etrusca. Contextualizan su origen (o lo que sabemos acerca de esto) y muestran algunas de las piezas más antiguas que se conocen. Es reseñable que hasta nosotros ha llegado el nombre que les dieron los romanos, y no el nombre por el que ellos mismos se conocían: rasenas (o rassenas o rasna). Para los griegos eran los tirrenos, nombre que se le da al mar que baña las costas del oeste italiano. 

Las piezas que vemos en esta sala recorren varios siglos, y muestran aspectos de la vida cotidiana, como vasijas decoradas, coladores o joyas. También elementos utilizados por los militares, como armas, protecciones o un carro en miniatura que creemos que podía ser un exvoto. Una de las piezas más importantes es una crátera de barniz negro del s. IV a. C., que se muestra al fondo de la sala. Pero si nos permitís, justo en la entrada, hay un sarcófago absolutamente maravilloso. Decorado con una de las escenas más famosas de la Odisea, cuando Ulises pide ser atado al mástil de su barco para evitar sucumbir a los cantos de las sirenas. Es imposible, a ojos inexpertos, distinguirlo de un sarcófago romano o griego.

La segunda sala



La segunda sala se adentra en los aspectos religiosos de los etruscos. Éstos practicaban una religión politeísta. Siempre hemos estudiado que la mitología romana se basa en la griega. Pues bien, el panteón etrusco también se basa en el griego, y es evidente que la traslación en Roma vino por ambas vías. Perviven también algunos dioses de origen itálico, como es el caso de Culsans, Selvans y Voltumna, que pasaron a la mitología romana como Ianus, Silvanus y Vertumno, respectivamente.

Etruscos, el amanecer de Roma

La representación de los dioses etruscos ocupa gran parte de la sala. También hay figuras votivas que representan templos, que eran lugares tanto de culto como de reunión. Las figuras que representan a las deidades etruscas tienen una fuerte influencia helénica, adoptando algunos la famosa curva praxiteliana. 


La figura “estrella" de la sala es una figura de bronce que se conoce como “la sombra de la tarde". Este nombre tan poético proviene de su aspecto extremadamente alargado, que recuerda a las sombras que se proyectan al atardecer. Es mi sorprendente por su aspecto tremendamente moderno. De hecho sirvió de inspiración para artistas de las vanguardias de principios del siglo XX. Uno fue el italiano Giacometti. Éste las vio en los años 20 del pasado siglo. Al igual que a otros artistas como Picasso, influyeron decisivamente en su obra.

La tercera y última sala 


Etruscos, el amanecer de Roma

La tercera y última sala se dedica a dos temas. En primer lugar a los ritos tras la muerte en el mundo etrusco. Como en otras culturas contemporáneas los etruscos creían en una vida después de la muerte. Esto hace que sus inhumaciones adquieran un carácter ritual. En la sala veremos diversos tipos de elementos empleados en enterramientos cómo sarcófagos y urnas cinerarias.

Por otra parte, la tercera sala también se dedica al estrecho contacto que tuvieron entre etruscos y romanos. Estos contactos fueron definitivos. Tanto que los etruscos fueron romanizados, poniendo punto y final a su civilización.

Nos queda por ver unas cuantas piezas. El MARQ siempre intenta vincular de alguna manera las exposiciones temporales con la provincia de Alicante. En esta ocasión se muestran varias piezas de carácter etrusco localizadas en yacimientos alicantinos y que forman parte de la colección del MARQ. Éstas se encuentran en una vitrina en la zona donde se proyecta el vídeo, junto a la entrada/salida del área expositiva.

Etruscos, el amanecer de Roma

Como siempre el MARQ ha realizado una gran exposición que deja un muy buen sabor de boca. 100% recomendada. Aprenderemos bastantes cosas, como que un etrusco es más que el balón con el que se disputó el Mundial de fútbol Italia'90 (veis como ya tenemos una edad...).