viernes, 8 de enero de 2021

DESCUBRIENDO EL YACIMIENTO DEL TOSSAL DE LA CALA DE BENIDORM

Mucha gente cree que Benidorm es un municipio que se creó ex novo a mitad del s. XX, que carece de historia. Es cierto que su boom turístico ha hecho que la inmensa mayoría de su casco urbano se haya construido a partir de 1955, pero no es menos cierto que la historia de Benidorm se adentra en lo más profundo del tiempo. Como muestra el yacimiento arqueológico del Tossal de la Cala.

El Tossal de la Cala se encuentra al sur del municipio, junto a un extremo de la playa de Poniente. Tossal en castellano sería una colina, una loma, aunque por su situación junto al mar también podría definirse como un peñón. No es demasiado alto, unos 100 metros de altura, pero sí suficiente para tener un importante valor estratégico. Respecto a la altura tened en cuenta que en Benidorm hay 21 construcciones (formadas por 26 torres en total) que superan los 100 metros de altura, incluido el cercano hotel Bali con 186 metros de altura.

La existencia de este yacimiento no es nueva, ni mucho menos. En los años 40 del s. XX ya hubo una primera excavación por parte de José Belda, más conocido como el Padre Belda, ya que además de arqueólogo era sacerdote. Posteriormente, en los años 60, fueron Miguel Tarradell y Alejandro Ramos los encargados de dirigir una nueva excavación.

Ya en este momento empiezan a surgir diferencias de criterio en la datación del yacimiento. El padre Belda lo situó alrededor del s. IV a.C., mientras que Tarradell y Ramos lo situaron entre el s. II y I a.C. Por ejemplo, Belda encontró un pebetero con una cabeza de mujer, conservado en el MARQ (Museo Arqueológico Provincial de Alicante), que identificó con la diosa Tanit y que utilizó para la datación. Esta diosa era venerada por varios pueblos mediterráneos, entre ellos los cartaginenses que la situaban en un lugar preferente en su culto. Pero hoy día se identifica a esta mujer con la diosa griega de la agricultura, Démeter.

También se había localizado cerámicas (como las que se conservan en el Museo de Prehistoria de València) y otros materiales metálicos, por lo que la cronología no acababa de concordar. En los años 80 se realizó una cata arqueológica de urgencia, ya que se iba a construir una urbanización. Por desgracia esta urbanización nos ha privado de conocer más acerca de este yacimiento, y solo se pudo excavar una parte, aunque la cata concluyó que bajo la urbanización no se hallaban materiales. Se dice, se comenta, se rumorea, que donde se encuentra la piscina de la urbanización se habría situado un santuario.

Sea como fuere, en el año 2003 un equipo de la Universidad de Alicante, encabezados por la arqueóloga Feliciana Sala, retomó las excavaciones en el Tossal de la Cala. Y de nuevo viene la polémica, ya que sitúan este yacimiento en el contexto de las guerras sertorianas en el año 76 a.C. Habitualmente se había identificado este yacimiento con los íberos o incluso con una colonia griega. Al menos los estudiosos estaban convencidos de que ambos pueblos habrían mantenido contactos comerciales.  

Esta nueva datación hace saltar por los aires los estudios anteriores y reubican al Tossal de la Cala en un nuevo contexto. Porque no solo se le otorga una nueva cronología, sino que además se le confiere una nueva función, la de castellum o fortín militar. Este castellum tendría una conexión directa con un embarcadero situado en la cala de Finestrat, que estaría situado unos 200 metros tierra adentro respecto a la costa actual.

Tras varios años de excavaciones el yacimiento del Tossal de la Cala se ha puesto en valor y es visitable. El horario de visitas es de 8:00 a 20:30 de lunes a viernes, y los sábados, domingos y festivos de 9:00 a 18:00. La visita es libre y gratuita. Si queremos realizar una visita guiada se puede realizar de lunes a viernes de 16:00 a 18:00 o los sábados de 10:00 a 13:00 previa reserva al correo electrónico patrimonihistoric@benidorm.org. Es cierto que entre finales de los 80 y principios de los 90 se habían instalado unos paneles junto al yacimiento pero con una información muy básica. Además el tiempo y el clima los había arruinado.

Respecto al acceso al yacimiento, se puede llegar en vehículo privado aunque en el tramo final hay que atravesar la urbanización Mont Benidorm, y últimamente los vecinos no están muy contentos. Solo se puede aparcar junto a la Ermita de la Virgen del Mar, apenas a unos metros de la entrada del yacimiento. No hay mucho aparcamiento, apenas para 3 o 4 coches. Cuidado porque el resto es espacio privado de la urbanización. También se puede llegar dando un paseo desde la Cala de Finestrat o desde la Playa de Poniente de Benidorm. No es excesivamente empinado aunque las aceras son muy estrechas.

El yacimiento es muy sencillo de interpretar gracias a los paneles informativos. Han situado unas figuras para facilitar la identificación de cada una de las partes del yacimiento. Además en la web de Visit Benidorm se puede descargar de manera gratuita una audioguía en castellano, valenciano e inglés.

El yacimiento engloba parte de la muralla que rodeaba el castellum, la calle que distribuía las construcciones del interior del recinto y las casas en las que se alojaban los soldados de la guarnición. A nuestros hijos les sorprendió que las casas fueran tan pequeñas. Claro, visto a través de los ojos de hoy en día son minipisitos, pero es que en aquella época las viviendas se reducían a una sola estancia, y más en un ámbito castrense.

En una de las casas se encontró una parrilla, que se pondría sobre el fuego para poder nivelar los cacharros para cocinar. Otras estancias servirían como almacenes de diversos alimentos como vino y salazones que se conservaban en ánforas. También pudo haber un taller de fundición de plomo.

Además del evidente interés que puede despertar este yacimiento, la visita también es muy especial por las vistas desde la cima del Tossal. Hasta la apertura del yacimiento su interés turístico era el de servir de mirador. La vista tanto de la bahía de Benidorm, como de la Cala de Finestrat, como del interior de la comarca, con Sierra Cortina y el Puig Campana al frente, es espectacular. Solo por esto ya merece la pena acercarse.

Así que ya sabéis. Benidorm tiene su historia. Empezó aquí y unos siglos más tarde se trasladaría al actual centro histórico de la ciudad, donde se levantó un castillo. Pero eso ya lo contaremos más adelante en otro post.

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