viernes, 8 de diciembre de 2023

SIN EL BELÉN DE ROCA NO HAY NAVIDAD

No somos una familia muy tradicional, o al menos eso creemos. Tampoco somos una familia religiosa. Pero sí que hay algunas tradiciones que nos gustan. Como ya estamos cerca de la Navidad confesamos que una de nuestras aficiones durante las Pascuas es visitar belenes. Sobre todo si son como el increíble Belén de Roca.

Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Este nacimiento es uno de los más impresionantes que hemos visto. Tiene un gran número de figuras y nació de la mano de un grupo de amigos que tenían una afición común, conocimientos de escultura y pintura y, como es fundamental, espacio suficiente. 


Nos dirigimos a visitar el Belén de Roca 


El Belén de Roca se encuentra en el barrio de Roca, una pedanía de la población valenciana de Meliana. Se encuentra al norte de la capital, bastante cerca, a unos 7 kilómetros. Una de las ventajas, si estáis en la capital, es que podéis llegar con el tren a través de la línea de cercanías C-6, parando en la estación Roca-Cúper.

En caso de que acudáis con un vehículo particular, deberéis de tomar la V-21 y tomar la salida 15 desde Valencia, o la 14 si llegáis desde el norte, y seguir las indicaciones. Para los que tienen nivel experto, se puede llegar a través de Meliana y otros municipios de la comarca de L'Horta Nord.


Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Una vez estáis en el barrio no es excesivamente complicado encontrar dónde se encuentra el Belén. Un letrero luminoso en la calle principal nos lo indica. Además suele haber bastante cola, formada por los curiosos que quieren ver este belén. No es para menos que haya tanta gente expectante para visitar este nacimiento, que ya se ha convertido en un clásico de la Navidad valenciana.


La historia del belén de Roca


Todo comenzó en el año 1980 cuando un grupo de amigos y vecinos de este barrio empezó a montar un pequeño belén. En aquellos años se montaba duranta la temporada navideña en una planta baja que les dejaban. El primer año que montaron el belén ganaron el tercer premio en el concurso local. Eso les animó a intentar mejorar para el año siguiente. Lo hicieron, y consiguieron el primer premio. A partir de ahí cada año ha sido una mejora constante, no solo aumentando el número de figuras, sino también la realización de escenas y dioramas.

En el año 2005 se trasladaron al local donde se puede ver el Belén de Roca actualmente. En sus inicios estaban justo enfrente, donde ahora hay un restaurante. Esto les permitió que no tuvieran que desmontar el belén al final de cada temporada navideña y volverlo a montar al inicio. Hay que tener en cuenta que son miles de figuras. Cada año el Belén ha ido creciendo poquito a poco hasta convertirse en un emblema, casi en identidad de esta zona de Valencia y de su provincia.


Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Y así, como quien no quiere la cosa, cada Navidad son cientos las personas que se acercan a admirar este maravilloso belén que nació de la iniciativa de unos amigos. El boca a boca y las progresivas apariciones en medios de comunicación, locales primero y autonómicos y nacionales después, supusieron un empujón para que cada vez más personas quisieran acercarse hasta el barrio de Roca para ver su fantástico belén.


Un belén monumental


Monumental es la palabra que mejor define el Belén de Roca porque tanto en tamaño como en número de figuras es absolutamente impresionante. Actualmente ocupa una superficie de 50 metros cuadrados (más que algún pido) y tiene más de ¡7000 figuras!, convirtiéndose en el belén con más figuras en España. De esta manera pueden representar numerosas escenas del Belén tradicional como la Huida a Egipto, la Anunciación a los pastores o la Adoración de los Magos.

Además, el Belén de Roca ha introducido escenas costumbristas valencianas en el local. No en el Belén tradicional, si no fuera del espacio central. De esta manera añaden otros dioramas a este completísimo belén con un toque valenciano que permite salir un poco de la ortodoxia, de las escenas más tradicionales.

Sin el Belén de Roca no hay Navidad

Durante la visita, los numerosos espectadores avanzamos en una procesión lenta porque no queremos perdernos ninguno de los detalles. Porque este Belén tiene detalles… ¡todos! Aquí un niño jugando, allá un perro, un panadero sacando el pan del horno o esta escalera que forma un estrecho callejón lleno de vida. Por no hablar de la búsqueda de caganers y meones... 

Cada cierto tiempo hay un pequeño espectáculo de luces y sonido. Hay una proyección de luces y unos efectos que imitan un amanecer, la Anunciación de la llegada del nuevo Dios. En ese momento todo el público se detiene para observar las luces, muy atentos para no perderse nada de este pequeño show.


Tarifas y horarios


La entrada al Belén de roca es gratuita pero hay que aportar un donativo. Este donativo, como ellos mismos explican en su página web, se destina a sufragar los gastos corrientes del Belén y la cantidad restante la dedican a colaborar con una causa solidaria a través de una entidad local. Sin embargo, si la visita se realiza fuera de la temporada navideña, algo que solo se permite a grupos con reserva previa, la entrada cuesta 1 euro.

Otra forma de financiación que tienen es la venta de figuritas y adornos para el belén, para el nuestro, el de casa. Hay figuras listas para colocar, otras que deben pintarse, y objetos de toda clase para darle un poco de realismo y de juego a nuestro nacimiento. Además, es otra manera de poder colaborar un poco con esta iniciativa que, como hemos visto, tiene su cara solidaria.


Sin el Belén de Roca no hay Navidad

En cuanto a las fechas de apertura, el Belén de Roca se puede visitar desde principios de diciembre, cuando parece que la Navidad va tomando velocidad de crucero, hasta pasar el Día de Reyes.  Concretamente en este 2023 será desde el 2 de diciembre al 7 de enero. El horario es de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Durante el período navideño abren todos los días.

Por último un consejo. Os recomendamos que, especialmente si visitáis el Belén de Roca por la tarde, vayáis abrigados. Aunque es una zona urbana se encuentra en un espacio apartado de la ciudad y rodeado de campos, es decir, bastante despejado. La espera se os puede hacer un poco larga ya que estamos en invierno, y aunque en la Comunidad Valenciana las temperaturas son suaves, suele hacer un poco de frío y el viento que sopla es húmedo por la proximidad del mar.



Sí, como a nosotros, os gusta visitar belenes durante las fechas navideñas, uno de los que tenéis que tener en vuestra lista apuntado es el Belén de Roca. No os perdáis este magnífico nacimiento porque estamos convencidos de que os va a encantar y que querréis repetir.

martes, 28 de noviembre de 2023

NOS ADENTRAMOS EN LES COVES DE SANT JOSEP EN VALL D'UXÓ

Julio Verne en sus novelas mezclaba algunos de los adelantos científicos de su época con pasajes de una extrema imaginación. En Viaje al centro de la Tierra describía un planeta bajo la superficie que poco tiene que ver con la realidad. Pero de vez en cuando nuestro planeta nos guarda pequeños lugares dignos de Verne como las cuevas de Sant Josep en Vall d'Uxó.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

Esta localidad castellonense esconde bajo una colina el río navegable más largo de toda Europa. Una experiencia que os recomendamos y qué puede llevarse a cabo casi en cualquier época del año, ya que la cueva guarda una temperatura constante alrededor de 20°C.

Unas cuevas milenarias en Vall d’Uxó


Las cuevas de Sant Josep de Vall d’Uxó son unas viejas conocidas por los habitantes de esta zona. Tanto es así que en la entrada podemos encontrar unas pinturas rupestres y unos grabados que, por la humedad existente y el paso de personas, se encuentran bastante deterioradas. Pero esto nos da una pista del aprovechamiento que tuvo la fuente que surge de este río subterráneo.

En el siglo XX y con el auge del turismo, las cuevas de San Josep de Vall d’Uxó se convirtieron en uno de los referentes turísticos de la provincia de Castellón. Alrededor de este espacio natural se ha ido construyendo un complejo turístico con restaurantes y tiendas de recuerdos que acompañan a la atracción principal.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

Llegar es muy fácil ya que está perfectamente indicado desde la autovía. En nuestro caso fuimos con nuestro vehículo particular. Hay un inmenso parking gratuito, en parte descubierto, en parte cubierto con unos techados que se han aprovechado para crear un parque solar. También cuenta con un espacio reservado para la estancia de autocaravanas, con posibilidad de cargar agua y vaciar aguas grises.

Si optáis por el transporte público podéis llegar en autobús a Vall d’Uxó desde Castellón, o bien desde Valencia o Sagunto. El paraje de San José no está excesivamente lejos del casco urbano y se puede llegar dando un agradable paseo. De hecho, la Oficina de Turismo local está aquí y no el centro del municipio como es habitual.

Nos embarcamos 


Primera recomendación del post: reservad con antelación las entradas a través de su página web. Les Coves de Sant Josep están muy solicitadas, sobre todo cuando se acercan festivos o vacaciones. De esta manera os aseguráis no hacer el viaje en balde. Las entradas, en principio, no parecen muy económicas. La entrada general cuesta 14 euros. A partir de ahí encontramos varios precios adaptados a un gran número de públicos. Los niños (que midan más de un metro y tengan 13 años o menos) pagan 8 euros, y si cuentan con una discapacidad son 6 euros. Las personas pensionistas, estudiantes o poseedores de Carnet Joven y adultos con discapacidad tienen derecho a entradas de 10 euros. Las familias numerosas pagan 9 y 6 euros, en el caso de los adultos y de los niños respectivamente. Por último, los niños que midan menos de un metro no pagan entrada. Por supuesto, los descuentos precisan de mostrar la documentación acreditativa para ser aplicados.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

La visita a les Coves de Sant Josep en Vall d’Uxó podríamos dividirla en tres partes: en la primera recorremos en barca el río navegable. Este trayecto son alrededor de 800 metros. La segunda parte se hace a pie, ya que llegamos a una galería emergida respecto al resto de la cueva. Este tramo es corto, unos 250 metros. Por último, ta tercera parte es el retorno a la salida con la misma barca. Todo este recorrido se hace en un tiempo total de entre 45 y 50 minutos. La verdad es que se pasa bastante rápido.

Cocodrilos, dinosaurios y murciélagos 


Nosotros tuvimos mucha suerte porque nuestro barquero era un chico joven con bastante gracia para explicar todos los detalles de las cuevas. De vez en cuando metía algún chiste para hacer más dinámica la visita. Además, interactuaba muy bien con los niños, porque bueno, sí, mucha barca, mucho río navegable y mucha roca, pero si lo pensáis fríamente esto puede resultar un poco aburrido.

Como ocurre con otras formaciones geológicas, los humanos vemos formas más o menos familiares en las rocas. Puede ser un cocodrilo petrificado, puede ser una cortina de piedra, las patas de un dinosaurio o cualquier otro animal u objeto. Algunas formaciones ya tienen nombre y otras pueden ser vistas con otros ojos.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

Un dato decepcionante: las grutas no son del todo naturales. En los años 60 del siglo XX picaron y dinamitaron para poder navegar entre una cavidad de la cueva y otra y así exprimir este recurso turístico. Si podéis fijaos y veréis las marcas de los barrenos en las paredes. Reiteramos lo de si podéis, ya que en la mayoría de estos tramos os deberéis de agachar para no llevaros un coscorrón de recuerdo.

Cada una de las cavidades, como la sala de los murciélagos o el lago de Diana, la Galería de Sifones o la Catedral tiene unas características que la hacen única. Por ejemplo, la de los murciélagos se llama así porque habían colonias de estos mamíferos alados, pero con la actividad humana decidieron buscarse otra cueva. Durante el trayecto de vuelta en esta misma cavidad os espera una sorpresa. Aunque no es difícil encontrarla en redes sociales preferimos no hacer spoiler.

Un poblado íbero


Justo sobre la colina en la que se encuentran les Coves de Sant Josep hay un poblado íbero que alargó su vida hasta época romana. Esta es la prueba de que desde hace miles de años había población estable en esta zona y que aprovechaban el agua que surge del río de San José para su uso y consumo. De hecho, nos contaron que actualmente parte del agua potable de Vall d’Uxó procede de esta fuente. 

El yacimiento es visitable y se ha puesto en valor para contar los hallazgos que han localizado durante las distintas campañas de excavación. Os recomendamos su visita, aunque haya que subir por unas interminables escaleras, porque, la pasarela que permite la visita es también un excelente mirador de Vall d’Uxó. También hay una ermita junto al poblado.


Si os quedáis con ganas de más, hay otras actividades que podéis realizar en les Coves de Sant Josep. Una sería el espeleokayak. Esta es una actividad más especializada y se avanza más en el interior de las cuevas que con las visitas habituales. Otra actividad muy chula es el ciclo de conciertos Singin’in the cave (¡bravo por la creatividad!). Tanto los músicos (de primer nivel) como el público asistente se encuentran en barcas, creando una atmósfera especial.


Viaje al centro de Les Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó

Si estáis buscando una experiencia única en la provincia de Castellón, emulando a Otto Lidenbrock,  Axel y Hans, protagonistas de la novela de Verne, no podéis perderos las impresionantes Coves de Sant Josep en Vall d'Uxó. Estas cuevas subterráneas ofrecen un fascinante viaje a las profundidades de la tierra, combinando la maravilla natural con una rica historia.

sábado, 18 de noviembre de 2023

DISFRUTANDO DEL MERCADO CENTRAL DE VALENCIA CON LOS CINCO SENTIDOS

Valencia fue fundada por los romanos en el siglo I antes de Cristo. Pero fue más de diecinueve siglos después cuando se levantó el templo pagano más importante que ha tenido la ciudad. Sus dioses provienen de la tierra, del mar, e incluso alguno del cielo. Y además se incita al pecado. Concretamente a la gula e incluso un poquito a la lujuria. Ese templo es el Mercado Central de Valencia.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Este templo es también un lugar donde vivir plenamente eso que sea dado en denominar turismo experiencial. El Mercado Central de Valencia necesita los cinco sentidos para poder ser vivido con plenitud e intensidad.

La historia del Mercado Central de Valencia



Si nos vamos unos pocos siglos atrás en el tiempo veremos que nuestra sociedad no ha cambiado demasiado en algunos aspectos. Uno es la provisión diaria de alimentos. Cuando las ciudades se asientan plenamente y la sociedad se diversifica el grueso de la población ya no se dedica a la agricultura, sino solo una parte que intercambia bienes y servicios. Vamos, lo que ocurre hoy en día. Quien no cultivaba sus alimentos debía ir a la compra para poder tener un cierto surtido. Nada que no conozcamos. 

En el espacio donde actualmente se encuentra el Mercado Central de Valencia se ponía todos los días el mercado ambulante,  parecido a lo que hoy llamaríamos mercadillo. Cada uno en sus puestos o paradas vendía sus productos: carne, huevos, pescado, verduras o fruta, así como especias y otra serie de útiles necesarios para la vida diaria. Fue en este lugar donde a finales del siglo XIX se asienta la idea de levantar un edificio en el que se diera cabida al mercado con unas mejores condiciones higiénico-sanitarias.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Así nace el Mercado Central de Valencia, que es hijo de su tiempo. Una estructura de hierro sostiene un espacio cubierto de 6800 metros cuadrados. En el centro una cúpula a modo de una catedral pagana. Un espacio que cada día miles de personas acuden para hacer la compra. También, simplemente. para visitarlo puesto que se ha convertido en uno de los emblemas turísticos de la ciudad.

Pasear por las distintas calles que se abren en el mercado observando los productos de cada una de las paradas o puestos, es uno de los placeres más grandes que se pueden dar a los sentidos.

La arquitectura del mercado



Como ya hemos comentado antes la estructura que sostiene el mercado es de hierro. De esta manera se consigue un gran espacio diáfano. Bajo el techado se colocan los puestos, que se distribuyen en calles para permitir la circulación de personas. 

En el centro del Mercado Central de Valencia hay una cúpula que ayuda a distribuir la luz por el interior del edificio. La estructura de hierro también ayuda a iluminar el interior, ya que los muros no tienen que sostener el techo y se pueden aligerar para abrir huecos donde situar ventanas. Aunque el clima de Valencia tampoco permite que hayan demasiadas ventanas, ya que hay meses tórridos (y cada vez más).

Otro aspecto importante es la decoración interior del mercado. En su momento el hierro también tiene una función decorativa. Era el material más moderno y con eso casi casi era suficiente. Pero no, porque la cerámica valenciana, los manises, ya eran un elemento de distinción entre una burguesía que empezaba a enriquecerse con el comercio. Se colocan en algunas partes del edificio, con motivos alusivos a los productos que se pueden encontrar, como frutas o pescados.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Las ventanas también se decoran con vidrieras. No es algo generalizado, ya que su función principal es la de permitir que la luz entre en el interior para iluminar, pero ya que están se aprovechan. 

En el exterior, además de las cúpulas, hay dos elementos muy famosos en toda Valencia. Se trata de las dos veletas del Mercado Central. La más conocida, sobre la cúpula central, representa un ave: un loro o una cotorra, y ese ha convertido en símbolo del mercado. La otra es un pez espada, que se sitúa sobre la zona de pescaderías. Quizás la inspiración vino por la veleta de la contigua Iglesia de los Santos Juanes. Quizás. 

Visitando el interior



Dentro del edificio del Mercado Central de Valencia vamos a encontrar, evidentemente, puestos en los que vamos a poder adquirir todo tipo de productos. De unos años a esta parte hemos visto una evolución. Al ser parte de la sociedad progresa con ella, pero al mismo tiempo conviven puestos muy tradicionales como otros muy rompedores.

La columna vertebral del Mercado Central sigue siendo el producto que suministran las huertas de la Vega de Valencia, las carnes y huevos de las granjas cercanas y los pescados de las lonjas de la costa valenciana. Producto de proximidad, kilómetro cero. Pero esa evolución ha llevado a que se vendan frutas exóticas o hayan puestos de productos gourmet, dedicados al vermut o al vino, tiendas de souvenirs o bares, destacando La Central, el bar del chef Ricard Camarena, con 2 estrellas Michelín, que tiene en Valencia cinco establecimientos para todo tipo de públicos, entre ellos uno de los mejores 100 restaurantes del mundo.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

Los puestos no están agrupados por tipología es decir, las carnicerías, por ejemplo, no están todas juntas, ni las fruterías, ni los despachos de pan. Aunque puedan haber algunos grupos de puestos que puedan coincidir. La excepción son las pescaderías, que se agrupan en un apartado, que, como hemos comentado, se destaca en el exterior con una veleta.

 
El entorno del Mercado



En el Mercado Central de Valencia no solo hay puestos en el interior. Se aprovecha para situar en el exterior, pero en el mismo edificio, unos cuantos puestos más. Existe uno que vende, fundamentalmente, cazuelas de barro y paellas. Recordatorio: la paella es el recipiente donde se cocina la paella. El paellero o paellera es el lugar donde se hace, o sobre el que se hace. Por mucho que diga la RAE, en Valencia de esta burra no nos bajan.

Otros de los puestos exteriores del Mercado Central de Valencia alojan bares y establecimientos que preparan comidas para llevar. En Valencia, no solo la ciudad, sigue estando muy presente la tradición del almuerzo. Aquí se entiende como la comida que se hace a media mañana. Suele constar de bocadillo, bebida, algún aperitivo (generalmente encurtidos) y un café. En estos bares del Mercado se puede almorzar a buen precio.

Disfrutando del Mercado Central de Valencia con los cinco sentidos

En las dos esquinas que dan a la plaza del Mercado existen dos edificios adosados. Se conocen como Les Llotgetes (las lonjitas). Son edificios muy distintos al Mercado, con fachadas de ladrillo caravista y tejados a varias aguas. Además están coronados con una aguja. Son propiedad de entidades bancarias y los dedican a realizar actividades culturales.

Por último, hay que reseñar los edificios que rodean al Mercado Central de Valencia. En la misma plaza del Mercado, justo enfrente, se encuentra la Lonja de la Seda, el único edificio de la ciudad que está declarado Patrimonio de la Humanidad. Imprescindible. Al lado la Iglesia de los Santos Juanes, uno de los mejores ejemplos del barroco valenciano. Y muy cerca la Plaza del Ayuntamiento, o la Catedral, o el Palau de la Generalitat, verdaderas joyas arquitectónicas.


Es imposible que en un solo post quepa todo lo que hay en el Mercado Central de Valencia. Nuestra recomendación obvia es que lo visitéis, sin prisa, y que os dejéis llevar por vuestros instintos más primarios. Que sean los sentidos quienes os guíen. Disfrutad, disfrutad mucho esta visita.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

LA MEMORIA DEL PARC MINER DEL MAESTRAT

Una de las experiencias más interesantes que podemos vivir con los niños es visitar lugares que recuperan oficios que han desaparecido o están cerca de desaparecer. No solo por ese romanticismo nostálgico de pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, si no precisamente para mostrar que, con sus fallos y carencias, en la actualidad vivimos mucho mejor de lo que lo hacían en el pasado. Esa es una de las razones que convierten al Parc Miner del Maestrat en un lugar ideal que visitar con nuestros hijos.

La memoria del Parc Miner del Maestrat

Nos vamos a adentrar en el interior de la provincia de Castellón en una zona de duras condiciones, veranos calurosos e inviernos gélidos. La comarca del Maestrat, que es la parte en la Comunidad Valenciana del Maestrazgo, guarda mucha historia y sobre todo mucha memoria.

LLEGAMOS AL PARC MINER DEL MAESTRAT 


Para llegar al Parc Miner del Maestrat no hay más remedio que hacerlo con un vehículo privado, ya sea propio o de alquiler, ya que está en un lugar accesible pero bastante apartado de los dos pueblos más cercanos, Culla y La Torre D'En Besora.

Os recomendamos poner el GPS para qué os guíe por la carretera adecuad. Para llegar hay que circular por una carretera de montaña estrecha y revirada desde la que podréis ver los valles cercanos. A lo lejos, y durante el tramo final del camino, veréis la silueta del Peñagolosa. Esta es la montaña más alta de la Comunidad Valenciana, un gigante lleno de leyendas a su alrededor.

La memoria del Parc Miner del Maestrat

En el último tramo se indica la llegada al Parc Miner del Maestrat. Os aconsejamos tener cuidado porque por esa misma carretera por la que nos hemos desviado, y que es más bien un camino, circula el trenecito que nos llevará a visitar las minas.

A nosotros nos sorprendió los edificios que se encuentran en el Parc Miner y que reutilizan los que existían cuando la mina estaba en funcionamiento.  Ahora son un bar-restaurante, dependencias de servicio y la taquilla. Aquí adquirimos las entradas, que hemos reservado previamente en el email parcminerdelmaestrat@gmail.com. El precio de la entrada general es de 12 €, mientras que para menores entre 4 y 12 años es de 6,50 €. Las familias numerosas, además de poseedores del Carnet Joven, estudiantes de la UJI, pensionistas y personas con una discapacidad superior al 33%, se pueden beneficiar de un descuento del 20%.. También se conserva una capilla o ermita muy fotogénica. Para amenizar la espera hay un parque infantil para que jueguen y no se desesperen.

NOS ADENTRAMOS EN LA MINA 



El Parc Miner del Maestrat cuenta con dos minas visitables: la mina Esperanza y mina Victoria. La mina estuvo a un servicio entre los años 1940 y 1962. Extraían mineral de hierro que se llevaba con camiones a Sagunto, a los Altos Hornos, donde se transformaba y se distribuía hacía varias partes de España y Europa. La apertura de la mina fue un revulsivo económico para una comarca que en plena posguerra no contaba con actividad económica más allá de la agricultura y la ganadería, y ambas eran deficitarias.

Cuando la mina dejó de ser rentable se cerró. Hubo un periodo en el que se utilizaron para plantar champiñones, pero la rentabilidad de este negocio tampoco debía de ser muy alta y al final también cerró. Desde hace unos doce años se volvieron a abrir como recurso turístico a través del Parc Miner del Maestrat. De esta manera se ha podido aprovechar este lugar y se han creado puestos de trabajo, que era de lo que se trataba desde un principio.

La memoria del Parc Miner del Maestrat

La primera mina que se visita es mina Esperanza. Se bautizó así porque, como acabamos de contar, el descubrimiento del mineral trajo la esperanza a un territorio que lo estaba pasando muy mal en uno de los peores momentos de la historia reciente. El descubrimiento no fue casual, ya que los vecinos de la zona usaban la cueva natural que existía para extraer pigmentos. Ese fue el germen de la mina.

Llegamos subidos en el trenecito que hemos aludido anteriormente. Andamos apenas unos pasos y llegamos a la boca de la mina. Anteriormente ya nos hemos pertrechado con cascos. Creednos, van a ser mucho más útiles de lo que podríamos haber imaginado en el momento en el que los repartieron. Nos sentamos frente a una pantalla nos disponemos a ver un video que recupera la memoria de aquellas personas que hace décadas trabajaron en la mina a través de sus recuerdos.

UN VISTAZO A UN TRABAJO DURÍSIMO 




La visita a la primera mina nos revela lo que acabamos de ver en el vídeo. El trabajo era duro, muy duro. Además era peligroso, muy peligroso. Afortunadamente durante los años de actividad no se registró ningún muerto, aunque sí que se produjeron accidentes.

Durante el recorrido veremos la maquinaria que se utilizaba y que fue variando con los años. En los primeros años el trabajo era casi exclusivamente manual, a base de picos y barrenos. Poco a poco se añadieron máquinas a motor, pero no por ello fue menos duro. También vemos otros útiles como las linternas de carburo. Nos cuentan que los niños también trabajaban en la mina. Algunos realizaban funciones de aguador, suministrando agua a los hombres que picaban. Nuestros hijos se sorprendieron mucho, les parece inconcebible que niños con su edad realizaran tareas tan duras en vez de ir al colegio.

La memoria del Parc Miner del Maestrat


También conoceremos que en esta mina de la necesidad se hizo virtud. Las galerías se iban excavando siguiendo las vetas del mineral y, para asegurar las zonas, se realizaban muros de piedra en seco, típicos de la zona. Muy seguros no eran, pero a la falta de madera se sumaba el aprovechamiento de las rocas que extraían para no tenerlas que acarrear, ya que en esta mina solo tenían carretillas en unos puntos determinados.

Precisamente la visita a la mina Esperanza finaliza siguiendo la antigua vía por donde se sacaban las carretillas que desechaban el material sobrante. Un espacio extraño, ya que la mina modificó el paisaje y la tierra que pisamos no existía hace unas décadas.

DE VUELTA A MINA VICTORIA 



Regresamos con el trenecito al inicio de nuestro trayecto para visitar la mina Victoria. En su interior esta mina no es demasiado distinta de la mina Esperanza. La principal diferencia es la altura, superior a la otra mina, y que desde el principio vemos unas vías por las que transportaban las carretillas. Quizás la diferencia más notoria es que desde un principio utilizó más tecnología, aunque fueran carretillas, que en la mina Esperanza. En un principio las carretillas carecían de volquete y había que vaciarlas a mano. Existe una especie de hall, más amplio que por su acústica, se utiliza para realizar conciertos de pequeño formato. 

Volvemos a ver vetas de material, que se quedaron sin extraer porque, lo más seguro, es que fueran escasas y no rentara. En ambas minas se extraían limonita, hematita y goethita, minerales que contienen hierro en bruto, que necesita ser transformado para su uso. 

Como curiosidad, y tal y como afirma el Dr. Ian Malcom, la vida se abre paso. En algunas galerías ha crecido musgo y su presencia está asociada a los focos que alumbran las minas. Esto también se debe a la elevada humedad interior y a las filtraciones de agua, que han empezado a forman estalactitas.  

ACABAMOS LA VISITA AL PARC MINER DEL MAESTRAT 


La memoria del Parc Miner del Maestrat

Os vamos a contar un secreto. Primero por avatares de la vida y después por las condiciones meteorológicas, tuvimos que posponer dos veces la visita al Parc Miner del Maestrat. Ahora que ya lo hemos visitado no nos arrepentimos en absoluto. Puede que la espera también haya logrado que tuviéramos aún más ganas de conocer este lugar.

Esta visita nos ha enseñado la dureza algunos oficios que se realizaban no hace tanto tiempo. Evidentemente siguen existiendo explotaciones mineras donde los trabajadores cada día, a pesar de haber mejorado muchísimo las condiciones de seguridad en el trabajo, se siguen jugando el pellejo a diario. También hemos realizado un ejercicio de memoria a través de los propios mineros que trabajaron aquí y que recuerdan un tiempo que fue duro.
 


Para acabar nos quedamos en la terraza de la cafetería del Parc Miner del Maestrat tomándonos un refresco y admirando un paisaje del interior de Castellón que adivinamos infernal en verano y gélido en invierno. Pero nos gusta. 

sábado, 28 de octubre de 2023

INVESTIGAMOS UN CRIMEN EN LA BASTIDA DE LES ALCUSSES

Se ha cometido un crimen. Alguien ha cometido un asesinato. Lo sabemos porque nos acaba de avisar un investigador que en una placa de plomo ha encontrado un texto con un mensaje en clave. O algo parecido. ¿Qué ha pasado? Vamos a intentar descubrirlo en el yacimiento de la Bastida de les Alcusses.

Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

Este es el punto de partida de una actividad muy chula. Se trata de las XVI Jornadas de la Bastida de les Alcusses, un yacimiento íbero que se encuentra en la población valenciana de Moixent, en el suroeste de la provincia. Organizadas por el Museo de Prehistoria de Valencia, se trató de una visita teatralizada con mucho misterio.

¡SALCUBAS!


Mediante esta visita vamos a conocer de una manera más distendida este yacimiento. No es una visita al uso. Es más, no vamos a conocer muchas cosas del yacimiento, pero nos explican muchas cosas acerca de la civilización y del grupo que habitó aquel poblado. Sus costumbres, su alimentación, las armas que usaban. Pero los elementos informativos y didácticos están ahí mismo y podemos leerlos para conocer algo más.

Pero lo primero es saludar, que la educación nunca está de más. Nos explican que el saludo íbero era salcubas, y que se utilizaba tanto para decir hola como adiós. Algo así como el ciao italiano.


Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

Tras una pequeña introducción vamos recorriendo distintos lugares del yacimiento. Allí nos esperan distintos personajes. Cada uno o cada grupo nos hablarán de un tema distinto de la cultura y sociedad íbera. Y nos darán pistas porque, no lo olvidemos, aquí a lo que hemos venido es a resolver un crimen.

INVESTIGANDO EN LA BASTIDA DE LES ALCUSSES


Vamos a ver qué contamos sin hacer mucho spoiler. En primer lugar nos vamos a encontrar con un mercader que nos ofrece los productos que vende. Esto nos sirve para conocer una parte de los alimentos que consumían los íberos y que, como podéis suponer, se parecen y al mismo tiempo se diferencian de los nuestros. La dieta básica consistía en cereales y productos agrícolas, incluido el vino, al que se podía acompañar con alguna carne de granja, principalmente cabra, oveja, y pollo. Alguna vez caía algún sisón o un jabalí si se daba bien la caza.

Conocimos a la familia del principal sospechoso para saber como era la sociedad de aquel momento. También se da pie a conocer los distintos oficios que desempeñan los íberos, las herramientas que utilizaban y los materiales de las que estaban hechas. No sólo es importante por conocer a la sociedad sino también por los contactos comerciales que tuvieron con otros pueblos y civilizaciones, en este caso del Mediterráneo.


Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

En otros de los lugares del yacimiento estuvimos una clase de lucha con las armas tanto ofensivas como defensivas (espadas, lanzas y escudos) que utilizaban los íberos. Como no, nos mostraron la reina de las armas: la falcata. Esta es la espada curva típica de este pueblo y que, tras la romanización, se perdió.

Al final de la visita “volvimos” a nuestra época y uno de los arqueólogos que se encarga de la excavación en la Bastida de les Alcusses nos dio una pequeña explicación acerca del yacimiento y su cronología. También sobre la importancia del trabajo arqueológico serio y riguroso, el que evita bulos, fake news y otras trolas que al final van en detrimento de toda la sociedad, porque nos resta conocimientos a todos.

EL YACIMIENTO DE LA BASTIDA DE LES ALCUSSES


El poblado íbero de la Bastida de les Alcusses es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes en la provincia de Valencia. Su excavación comenzó hace casi un siglo. Aunque ha habido altibajos en las campañas de excavación, en las últimas décadas se está investigando más en profundidad. En 1931 se encontró el conocido Guerrero de Moixent, una figurita de bronce de poco más de 7 cms, que podéis ver en el Museo de Prehistoria de Valencia.

Tiene una gran importancia para conocer más del mundo íbero, una fascinante civilización que dejó un gran legado pero de la que desconocemos muchísimas cosas, entre otros motivos, porque no se ha descubierto todavía como descifrar su escritura, no hay una piedra Rosetta.

Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

El poblado se encontraba en un lugar excepcional, a lo largo de unos 150 metros en la meseta que se forma sobre una colina. Esta situación le ofrece unas magníficas vistas de los alrededores, clave para la defensa de estos poblados.

A lo largo del año, y no solo durante las Jornadas anuales, se realizan visitas al yacimiento para conocerlo un poco mejor. Entre otras cosas, se ha realizado la reconstrucción de una casa íbera a partir de los datos que han recopilado los arqueólogos a lo largo de los años, para poder entender mejor como eran las viviendas en aquel momento.

DISFRUTAMOS DE LOS ALREDEDORES 



Nosotros nos lo pasamos muy bien. La verdad es que el formato de estas visitas es muy recomendable para los niños. De hecho están pensadas para poder realizarlas en familia y los responsables intentan que parte de la interacción recaiga sobre ellos y que participen.

El yacimiento, como ya hemos comentado, lo gestiona el Museo de Prehistoria de Valencia, que depende de la Diputación Provincial. Además gestiona las visitas a otros yacimientos y ha creado la Ruta de los Íberos, para dar una coherencia a las visitas y actividades que realizan. En otro post os hablamos de Kelin, por ejemplo, otro de los yacimientos íberos en Valencia.

Investigamos un crimen en la Bastidas de les Alcusses

A esta zona le han puesto la etiqueta de la “Toscana valenciana” por su parecido con la región italiana. No nos gusta nada estas etiquetas, pero la zona es preciosa, por lo que podéis alargar la visita… hasta dónde queráis. La zona tiene una buena producción vinícola y muy buenas bodegas. Un par de vinos de Moixent están entre nuestros preferidos. Desde los íberos que se elabora vino en esta zona, así que tienen práctica.


Nuestro consejo es que estéis atentos a las redes sociales del Museo de Prehistoria de Valencia para poder reservar plaza en las Jornadas de la Bastida de les Alcusses, ya que suelen agotarse con mucha velocidad. Os lo recomendamos vivamente, porque tanto la actividad como el entorno merecen mucho la pena. ¡Salcubas!