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viernes, 18 de septiembre de 2020

9 CIUDADES EN ESPAÑA PARA VIAJAR CON LA FAMILIA

En este año tan sumamente atípico estamos redescubriendo nuestro país. Iniciativas como En Familia por España están haciendo que muchas familias se planteen visitar más algunos rincones que tenemos cerquita de casa. 

En redes sociales hemos visto muchas publicaciones que más o menos decían “este año no viajamos, nos quedamos en España”. Como si viajar por España no fuera viajar. En nuestro caso es más por una cuestión de logística y economía familiar que otras cuestiones. Tampoco queremos ser chovinistas. Esa frase tan manida de “para que ir al extranjero con la cantidad de cosas bonitas que hay en España” nos da bastante rabia porque es, en nuestra opinión, una paletada. En España hay lugares maravillosos, que no los vas a encontrar en otro sitio del mundo. Pero el resto del planeta tiene muchas maravillas por descubrir. 

Sea como sea, aún nos quedan unos cuantos puentes y fines de semana por delante. Para ello hemos realizado un listado de 9 ciudades en España que nos gustan mucho para visitar con niños. No las hemos ordenado de la que más nos gusta a la que menos. El orden es bastante aleatorio, así que no queráis ver un ránking si no un listado con el que queremos daros ideas: 

MADRID 


Ante la pregunta de que podemos encontrar en Madrid, la respuesta más lógica es ¿qué no podemos encontrar en Madrid? ¡Pero si hasta podemos encontrar un auténtico templo egipcio! Como capital de España que es tiene todos los recursos posibles. Y si no lo tienen están muy cerca. 

Uno de los imprescindibles de Madrid es el parque de El Retiro, el gran pulmón verde de la capital. Además es un sitio lleno de historia con un montón de actividades para hacer. Como amantes de los museos no podemos dejar de recomendar el Museo del Prado, la gran pinacoteca nacional y una de las mejores del mundo. Además las familias numerosas tenemos la entrada gratuita si lo visitamos la familia al completo. Otro gran parque es el del Oeste, junto al que se encuentra el Templo de Debod, ese templo egipcio que comentábamos antes. 

Uno de los grandes alicientes es el Parque Warner, que se encuentra a unos 30 kilómetros de la capital. El gran reclamo, además de las atracciones, es que cuenta con personajes de DC Comics, Looney Tunes y del universo de la Warner Bros. 

En este blog encontraréis unos cuantos artículos sobre lugares a los que ir con vuestros hijos. Y los que quedan. De hecho tenemos una lista bastante extensa de sitios pendientes, a la que cada vez se le suman nuevas propuestas. Empezamos a creer que jamás lograremos verlos todos. 


BARCELONA 


La capital catalana es una de las últimas ciudades que hemos recorrido junto a nuestros hijos. A pesar de los tópicos que se han ido asentando en los últimos años, es una ciudad abierta, amable y acogedora. En ningún problema hemos tenido problemas con la lengua, bien porque la hablamos, bien porque si pedimos que nos hablen en castellano lo hacen sin ninguna contrariedad. 

Las grandes estrellas de la ciudad son los edificios que proyectó el arquitecto Antoni Gaudí. El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, el Parc Güell, la Pedrera, la Casa Milá… Edificios que son casi irreales, tan mágicos como inclasificables. 

Pero además es una ciudad con un magnífico barrio gótico, es cierto que con algunos añadidos posteriores, pero que no deja de ser una gozada para pasear entre edificios como la Catedral, con fama renovada gracias a la famosa novela de Ildefonso Falcones y su posterior adaptación a la serie. 

No olvidemos otros equipamientos como los que hay en la zona de Montjuic, tanto el MNAC, como la fuente mágica, como los protagonistas de los JJOO; un paseo por La Rambla y por el frente marítimo (si nos quedan fuerzas) o una visita al magnífico Cosmocaixa. En definitiva, una ciudad con mucho que descubrir. 

VALENCIA 


Esta es una ciudad casi perfecta para recorrerla con niños. El eje fundamental lo encontramos en el Jardín del Turia. Éste era el antiguo cauce del río Turia a su paso por la ciudad, y tras las devastadoras inundaciones de 1957 se decidió que se construiría un nuevo curso por fuera del casco urbano. En sus 7 kilómetros, y alrededores, nos ofrece una cantidad inmensa de recursos. 

Al inicio del “paso” del Turia por Valencia encontramos el Parque de Cabecera, un espacio de 330.000 m2. Destaca su lago central, que podemos recorrer con unas barcas de alquiler. Justo al lado se encuentra el Bioparc, el nuevo parque zoológico. Ambientado en África conviven unas 100 especies de animales, destacando los elefantes, leones, gorilas y las jirafas que ocupan la inmensa sabana central. En el otro extremo del Jardín del Turia se encuentra la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Este complejo lúdico y divulgativo es conocido en todo el mundo gracias a las arquitecturas diseñadas por Santiago Calatrava y Félix Candela. 

¿Más recomendaciones? No podemos dejar de aconsejaros una visita por el centro histórico, que es enorme, por cierto. La Plaza de la Virgen con el Palacio de la Generalitat, la Basílica de la Virgen de los Desamparados y la fachada gótica de la Catedral; la Plaza del Ayuntamiento, tan llena de vida; la hermosísima Estación del Norte; las puertas de Serrano y Quart, tras pasear por la calle Caballeros; el Mercado Central y la Lonja de la Seda… 

Y por supuesto una visita al Parque Natural de la Albufera. No solo por el hermoso lago, también porque dentro de los márgenes de La Albufera se encuentra El Palmar, una pedanía de Valencia donde guardan las esencias de la gastronomía valenciana: la paella y el all i pebre. Además de recomendarlo para toda la familia, lo recomendamos para los cinco sentidos. 

SEVILLA 


Una de las ciudades más bonitas de España. Y una maravilla para visitarla con niños. En algunos momentos Sevilla se tomo como estereotipo para todo el país. El ejemplo más claro es el personaje de Carmen, esa mujer con carácter y arrojo que popularizaron la novela de Prosper Mérimée y la ópera de Georges Bizet. 

En el centro histórico, y a muy poca distancia, encontramos tres de los edificios monumentales más importantes de Sevilla: La Catedral, El Real Alcázar y el Archivo de Indias. Casi nada. Estos tres edificios son testigos de la importancia de Sevilla como Puerto de Indias a raíz del descubrimiento del “Nuevo Mundo” por parte de Cristóbal Colón. Si nos dejáis una recomendación muy especial, no os perdáis el Real Alcázar u os arrepentiréis mucho. 

Relativamente cerca encontramos uno de los espacios más emblemáticos de la capital hispalense: la Plaza de España. Centro de la Exposición Iberoamericana de 1929 (de la que se conserva algún pabellón todavía) es un edificio monumental que sorprende tanto al visitante primerizo como al que repite. Su uso como escenario en varias películas lo convierten, además, en un lugar de culto cinéfilo. Anexo se encuentra el parque de María Luisa, el más grande y conocido de la ciudad. Sus fuentes y cascadas, las esculturas y la frondosa vegetación invitan a un paseo sosegado y tranquilo. Como complemento encontramos el Museo de Artes y Costumbres populares y el Museo arqueológico, separados por la Plaza de América, espacios que también se construyeron para la Exposición Iberoamericana de 1929. 

Por último recomendar una visita a la isla de la Cartuja, isla fluvial del Guadalquivir, donde además de poder visitar el Monasterio que da nombre a esta parte de la ciudad, y que actualmente es sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, acoge también el parque temático Isla Mágica, que aprovecha los terrenos donde se instaló la Exposición Universal de 1992. Este parque fue bastante vilipendiado en su momento, pero aunque no lo hemos visitado, creemos que se puede pasar un día divertido en sus instalaciones. 

GRANADA 


Si Sevilla es bonita, no os quiero decir nada de Granada. ¿Puede ser nuestra ciudad española favorita? Puede serlo, perfectamente. ¿Por qué? Por todo: monumentos, gastronomía, espacios para niños, estilo de vida… 

Evidentemente gran parte de nuestra visita a Granada girará alrededor de La Alhambra, la gran ciudad palatina, uno de los mejores monumentos de España (por no ser exagerado y decir “del mundo”). Este es uno de esos lugares que te recuerdan que el ingenio humano no tiene límites y te empequeñece que con una tecnología que no es la que tenemos hoy en día pudieran construir edificios y estancias tan grandiosas. Obligatorio ir con niños. Obligatorio ver sus caras de asombro. 

Pero Granada es mucho más que La Alhambra. El barrio del Albaicín está a la par en popularidad, con el mirador de San Nicolás y sus puestas de sol a la cabeza. Pero no es menos recomendable visitar el centro de la ciudad, el entorno d ella Catedral, la Capilla Real y el laberíntico barrio de la Alcaicería. Y por suuesto dejarse llevar por el tercer elemento capital en Granada: son sus bares de tapas. Son de sus epicentros se encuentran en la calle Elvira y en la calle Navas. 

Además de lo más típico Granada tiene otros elementos de interés, sobre todo para niños, como el Parque de las ciencias o el parque Federico García Lorca, donde se encuentra la Huerta de San Vicente, que fue propiedad de la familia del poeta y que hoy es una casa-museo. 


TARRAGONA 


Poco imaginaban (suponemos) los habitantes de la Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco que más de 2000 años después seguiríamos hablando de ellos y pisando las piedras con las que construyeron sus edificios. Pero es así y Tarragona es una ciudad magnífica para visitar con toda la familia. 

Ha dejado de ser un recurso más que visitar desde Barcelona (que se encuentra a menos de 100 kilómetros) para ser un destino turístico con muchas posibilidades. En el año 2000 la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad al conjunto arqueológico de Tarraco, que cuenta con restos de edificios como un magnífico anfiteatro, foros, el circo, un teatro, o las murallas. 

Pero no solo de Roma vive Tarragona, un paseo por la Rambla Nova hasta llegar al famoso Balcón del Mediterráneo, disfrutar de sus playas o un recorrido por el barrio del Serrallo, el antiguo barrio de pescadores, harán que nos enamoremos más si cabe de esta ciudad. 

Y como no, visitar el que para nosotros es el mejor parque temático de España: Port Aventura. Apenas a 11 kilómetros del centro de Tarragona, es el lugar ideal para toda la familia. Sus atracciones, sus espectáculos, su magnífica tematización… En definitiva, no hay excusa para no hacer una escapada a Tarragona. 

SEGOVIA 


Internacionalmente conocida por su acueducto romano y por su tradicional cochinillo asado, Segovia merece una visita por muchas otras cosas. Como en otros centros históricos, su peatonalización permite a las familias pasear sin tener que preocuparse en exceso (siempre queda algún coche por ahí). 

Si queremos sentirnos en un cuento de hadas deberemos visitar el Alcázar segoviano. No lo decimos por decir, ya que esta fortaleza medieval inspiró a Disney en el diseño del castillo de Blancanieves. Sea como sea, el edificio es espectacular y vale mucho la pena visitarlo. Magníficamente restaurado y conservado, en parte por su uso continuado. Si observarlo desde abajo del promontorio sobre el que se levanta es espectacular, no lo es menos desde su acceso, con la torre de Juan II en todo su esplendor. 

Otro de los puntos más interesantes de Segovia es su Plaza Mayor. Aquí encontramos el Teatro Juan Bravo, el Ayuntamiento y la cabecera de su Catedral. Bajo los soportales hay un montón de bares y restaurantes donde degustar la gastronomía segoviana más allá de sus asadores. 

Porque Segovia es un lugar donde se come fabulosamente. Sus excelentes carnes, con el consabido cochinillo, se complementan con un buen guiso de judiones o la dulzura casi pecaminosa de su ponche segoviano, un postre realizado con un bizcocho empapado en almíbar, con crema de yema y coronado por mazapán. Tan lesivo para la Operación Bikini, como satisfactorio para nuestro paladar. 

TERUEL 


Un ejemplo perfecto de que por ser una ciudad pequeña no deja de ser interesante. Teruel, la capital de provincia con menor número de habitantes de España, lleva unos cuantos años posicionándose turísticamente y es una opción muy interesante para toda la familia

Su centro histórico es una gozada para ser paseado. Gran parte de culpa la tiene su arquitectura mudéjar, que se deja ver en edificios como la Catedral o las torres de El Salvador, San Pedro y San Martín. También un lugar tan emblemático como la Plaza del Torico, verdadero centro neurálgico de la vida turolense. También hay que citar la preciosa escalinata del Paseo del Óvalo, que conectó Teruel con el ferrocarril, y todo lo concerniente a la leyenda de Juan e Isabel, los famosos amantes de Teruel (ríete tú de Romeo y Julieta), incluido su supuesto sepulcro. 

Pero el gran impulso de Teruel llegó de la mano de Dinópolis. La Diputación supo aprovechar los descubrimientos científicos realizados en los yacimientos paleontológicos diseminados por toda la provincia, y se supo subir a la ola de la dinomanía (una ola que parece que no baja) para abrir un parque temático, con subsedes en distintos municipios de la provincia, que es una maravilla y una gozada. Además de ser muy divertido, aprendes un montón de cosas. 

Por si fuera poco en la de Teruel hay unos pueblos preciosos, que por si mismos merecen una visita. Albarracín y su entorno, Rubielos de Mora (y su vecina Mora de Rubielos), Valderrobles o Mirambel. La oferta en invierno se complementa con las dos estaciones de esquí en la comarca de Gúdar-Javalambre. Más es imposible. 

BENIDORM 


Es nuestra patria chica y no podía faltar en esta selección de ciudades para visitar en familia. Para que no nos acuséis de barrer para casa porque sí, os vamos a hacer un ligero resumen: cinco parques temáticos (uno de “atracciones”, dos parques acuáticos y dos parques de animales) más de 5 kilómetros de playas urbanas, un parque natural marítimo terrestre, más de 85.000 plazas de alojamiento sumando hoteles, hostales, apartamentos y campings. Vaya, que el que no viene a Benidorm es porque no quiere. 

Benidorm es mucho más un destino abarrotado y playas de bote en bote. Fuera de la temporada alta, es un lugar muy habitable y bastante tranquilo. Apenas hay aglomeraciones de tráfico y se puede llegar andando a prácticamente cualquier lugar de la ciudad en poco tiempo. Los que vivimos aquí sabemos que el transporte público es un horror, pero oye, si tienes tiempo… 

Cada persona puede encontrar algo que hacer en Benidorm, configurar sus vacaciones prácticamente a medida. Hay un montón de tiendas, rutas cicloturísticas, recorridos senderistas, salones de escape room, bares y restaurantes tanto nacionales como internacionales. También puedes quedarte en tu alojamiento descansando y sin hacer ni el huevo. 

Si echáis algo en falta seguramente los pueblos cercanos complementarán la oferta. Altea con su aire bohemio, La Vila Joiosa con sus casas de colores y sus fábricas de chocolate, el Castell de Guadalest con su centro histórico y su embalse, pueblos con encanto como Polop o La Nucia, Alicante con museos y un sinfín de espacios por descubrir… Como veis hay mil oportunidades para disfrutar. 


Estas son nuestras 9 ciudades favoritas para visitar con la familia. Sabemos que nos hemos dejado muchas que merecerían estar sin ninguna duda en este listado. Toledo, Valladolid, Peñíscola, Salamanca o Girona son solo algunos ejemplos de los muchos que tenemos en toda la geografía española. Hemos priorizado capitales de provincia por la mayor cantidad de recursos que tienen aunque, como veis, también hemos contado con sus entornos. Como no, os animamos a visitarlas todas y a que nos dejéis en comentarios vuestra opinión sobre este listado.

sábado, 18 de enero de 2020

¿SE PUEDE VISITAR PORT AVENTURA EN UN DÍA?

El 1 de mayo de 1995 un hecho provocó una tremenda sacudida en España. Se inauguraba el primer parque temático en nuestro país, concretamente en Cataluña, en la provincia de Tarragona, entre los municipios de Salou y Vilaseca. De esta manera respondíamos a París, que había abierto las puertas tres año antes el parque que entonces se conocía como Euro Disney. Desde el primer día Port Aventura nos fascinó a todos. 


Aunque no creo que haga falta explicar mucho qué es Port Aventura pero para los despistados diremos que es un parque temático que recrea seis áreas: Mediterrània (un pueblecito de pescadores en el Mediterráneo), Polynesia, China, México, Far West y SésamoAventura, una zona infantil inspirada en Barrio Sésamo. La decoración, las atracciones y la restauración remiten elementos típicos de cada una de las áreas temáticas. 

En puridad llamamos Port Aventura a lo que se debería llamar Port Aventura Park, ya que a lo largo de estos 25 años han abierto dos parques más en el complejo: el parque acuático Caribe Aquatic Park, y Ferrari Land. Además seis hoteles, un campo de golf y un centro de convenciones completan la oferta. 


Respondiendo la pregunta que da título a este artículo, sí, en líneas generales nosotros pudimos. Pero nosotros tenemos una particularidad, no somos mucho de montar en las atracciones más fuertes, así que dejamos de emplear el tiempo de las colas en otras atracciones y en los espectáculos. Si quieres montarte en todas la atracciones y ver todos los espectáculos, no, un día no es suficiente ni exprimiéndolo al máximo. 


Tras la experiencia el año anterior en el Parque Warner (visitamos Port Aventura en las mismas fechas, sí, otra vez con el cumpleaños de nuestro hijo mayor como excusa) esta vez nos planteamos planear la visita un poco más para no ir a tontas y locas y aprovechar. A pesar de eso incluso en el orden hubo caos, pero sí que nos dió la sensación de que aprovechamos mucho mejor la jornada. 

La planificación previa fue importante porque ya conocíamos los requisitos de altura para las atracciones y pudimos ir discriminando. No era fácil con tres niños de diferentes edades, alturas y rangos de altura. En la web de Port Aventura hay mucha información útil y nos vino muy bien. 


Lo primero que hicimos es ir al área de SésamoAventura, la zona infantil, así mis hijos montaban en todo y ya podíamos dedicar el resto del día al resto del parque. Para llegar allí aprovechamos el tren que recorre Port Aventura y que es una gozada ya que te ahorra caminata y cansancio. No estoy muy seguro de que ahorre tiempo, pero oye, que a nosotros nos gusta el tren (y el barco, ojo, no nos olvidemos del barco). 


Pudimos (o pudieron, depende) montar en casi todo , excepto en Street Mission, la atracción que se inauguró el año pasado y que siempre tenía una cola de al menos una hora, así que íbamos retrasándolo. En todo el parque hay paneles informativos con la espera en las principales atracciones, y también así puedes decidir si ir hacia un lugar u otro. 


Pero a pesar de toda la planificación también tuvimos que correr, porque si bien teníamos claro las atracciones en las que queríamos montar y en las que no, también sabíamos que queríamos ver el máximo número de espectáculos posible, empezando por el Bang Bang West, el show de especialistas ambientado en el Oeste. Aunque en estos 25 años ha perdido por el camino algunas de las partes más emocionantes, sigue siendo muy divertido. 


También nos gustó mucho Bubblebou, un espectáculo con pompas de jabón que se hacía en el Teatro Mágico de China. En principio no parece gran cosa, pero es realmente sorprendente, tierno y divertido. 150% recomendable. 


Pero si hablamos de espectáculos no os podéis perder FiestaAventura, el gran show que se realiza justo antes del cierre del parque y que es sencillamente espectacular. ¡Y nosotros nos lo queríamos perder! Cuando fuimos el parque cerraba a medianoche, y las fuerzas, sobre todo las de nuestros hijos, ya iban justitas, y estuvimos a punto de irnos tras ver el desfile de artistas. 


¿Pero que es Port Aventura sin atracciones? Nada. Que no no gusten las más potentes no significa que no montemos en ninguna. Si vais, como nosotros, con niños pequeños (el mayor cumplió 10 años el día anterior) os vamos a recomendar dos. Por una parte Angkor, una atracción acuática inspirada en el templo camboyano de Angkor Wat, sin cuestas ni saltos como el Tutuki Splash o el Silver River Flume pero muy divertida ya que debes mojar a otros grupos. La otra atracción recomendada es Street Mission. Os hemos dicho que fuimos retrasándola por la cola, y al final montamos pasadas las 10 de la noche, antes de ir a los espectáculos finales. Es muy divertida y todos, empezando por mi hijo pequeño, nos lo pasamos en grande. 

Por último una última recomendación, nos fiamos de algunos blogs que recomendaban comer en Cactus Express, en México. Hicimos caso. Acertaban. Comida tex-mex. Son menús grandes, tanto que pedimos 4 para los 5, y hubo comida más que suficiente. Perritos calientes, burritos, nachos, patatas fritas… Precios de Port Aventura pero comida abundante. 


Para mis hijos era la primera visita y nada más salir querían volver. Para mi mujer era su segunda visita, la primera fue en un Halloween. Por mi parte era la tercera vez. Estuve hace casi 25 años, cuando el parque estaba recién inaugurado. No será la última vez, estamos convencidos que más pronto que tarde volveremos todos a Port Aventura.

jueves, 28 de noviembre de 2019

DE EXCURSIÓN CON LA FAMILIA EN EL DELTA DEL EBRO

Un viaje está a punto de finalizar. Ha recorrido 930 km. y ha atravesado ocho provincias. Pero el viaje no lo estamos realizando nosotros sino que somos unos espectadores. Nos encontramos a orillas del río Ebro, que está a punto de convertirse en mar Mediterráneo. Estamos de excursión en el Parque Natural del Delta del Ebro.


Al sur de la provincia de Tarragona se encuentra uno de los parques naturales más fascinantes de España, el Delta del Ebro, un delta formado por los sedimentos que este río ha ido arrastrando a lo largo de milenios en su recorrido y que ha ido depositando antes de llegar al mar. Si la imagen vía satélite es sorprendente, las vistas a pie de río son simplemente asombrosas.


El Parque Natural del Delta del Ebro se adentra cerca de 22 km. en el Mar Mediterráneo y ocupa una extensión de 7.736 hectáreas, que se distribuyen entre los términos municipales de seis poblaciones: l'Ampolla, Amposta, Camarles, Deltebre, Sant Carles de la Ràpita y Sant Jaume d'Enveja. Llama poderosamente la atención su forma de flecha, con dos puntas, al norte la Punta del Fangar (del Lodazal), y al sur la Punta de la Banya (del Cuerno) unida al delta por la Barra del Trabucador, un estrecho brazo de tierra. La forma del Delta ha cambiado mucho a lo largo de los siglos, que ha ido conformando islas (como la del Buda y la de San Antonio) y lagunas (denominadas comúnmente "calaixos", cajones), pero las presas y embalses construidos en todo el curso del río, fundamentalmente en el s. XX, limitan los aportes de sedimentos y el crecimiento de este espacio natural. 


Tenía muchas ganas de que mis hijos conocieran este paraje, nunca es un mal momento para aprender cosas nuevas, y aquí hay mucho por conocer. No solo está lo evidente, es decir, la desembocadura de un río en el mar (dicen que es el segundo río más importante que vierte sus aguas al Mediterráneo, tras el Nilo), si no también los paisajes que forma y transforma un río, las actividades relacionadas con este hábitat, y la necesidad de conservar el medio ambiente, entre otras muchas cosas. 


Durante mucho rato, porque como hemos visto el Parque Natural es inmenso, transitaremos en paralelo al río y a los diferentes canales y acequias que toman la preciada agua del Ebro para regar los numerosos campos, donde mayoritariamente se cultiva arroz, sobre las fértiles tierras que forman el delta. Poco a poco, a través de la carretera T-340 nos iremos acercando a Deltebre y a núcleos como Riumar, el más cercano a la desembocadura, donde hay varios campings y bloques de apartamentos.


Evidentemente la actividad turística tiene una gran importancia en el Parque Natural del Delta del Ebro. Tras pasar el núcleo urbano de Deltebre, y antes de llegar a Riumar, encontramos junto al cauce varios restaurantes (por no decir chiringuitos) que ofrecen arroces y menús del día. Justo enfrente encontraremos los embarcaderos de los cruceros que ofrecen visitas panorámicas a este tramo del río y a la desembocadura. 


Si vamos con nuestro vehículo, al poco de dejar atrás estos embarcaderos y restaurantes llegaremos al final de la carretera T-340, hasta el punto más cercano a la desembocadura al que podemos llegar en coche. Hay varios aparcamientos no muy grandes,pero sí suficientes. Sin lugar a dudas veréis el zigurat, un mirador construido en madera con la forma de este edificio de origen sumerio. Os recomendamos que os llevéis unos prismáticos para disfrutar del magnífico paisaje. 


Las rutas a pie son uno de los grandes encantos que tiene este paraje. Están perfectamente señalizadas y en gran parte del recorrido se encuentran pavimentadas o se realizan a través de pasarelas de madera, por lo que son aptas para que las realice casi cualquier persona, y al no tener ninguna pendiente no se precisa de una gran forma física. De hecho esta es la única manera de llegar hasta la misma desembocadura.


La riqueza natural del Parque Natural hace que sea un punto de atracción para hacer turismo ornitológico. Es lugar de paso de muchas especies. Nosotros vimos bastantes garzas, que se encontraban en bastantes puntos, tanto en las lagunas más cercanas al mar como en los arrozales más alejados. Durante el paseo vimos unos cuantos grupos de familias que hacían picnic y aprovechaban para pescar, incluso para coger cangrejos de río. Nosotros por más que mirábamos no veíamos un solo cangrejo, peces sí, unos cuantos. Por otra parte, la vegetación es la típica en estos hábitats, arbustos leñosos, cañas y juncos junto a la orilla, y mucho pino mediterráneo donde no había arrozales. 


El paso de embarcaciones es continuo en este tramo, y es que la práctica de deportes náuticos también es bastante importante. Eran mayoritariamente embarcaciones a motor, como lanchas y motos acuáticas, pero también se ofertan paseos en kayak, mucho más respetuosos con el entorno. En la playa del Trabucador es posible practicar kitesurf, una práctica deportiva que combina el surf con una cometa (aunque parece más un paracaídas) que impulsa a la persona. Se consiguen dar grandes saltos, lo que convierte este deporte en una modalidad muy espectacular.


No desaprovechéis la oportunidad de visitar este magnífico paraje. Podréis disfrutar de un espacio natural en el que se mezclan numerosos tipos de paisaje: un río, llanuras litorales, arrozales, lagunas lacustres y marítimas, playas kilométricas, dunas móviles... y todo muy cerca de casa.

lunes, 28 de octubre de 2019

NOS LO PASAMOS EN GRANDE EN EL CAMPING TRILLAS TAMARIT PLAYA

Acostumbrados a ir a un camping de interior, más pequeño y de trato familiar, este verano hicimos un cambio y probamos un camping muy diferente: cerca de la playa, con un montón de servicios y enorme. ¿El resultado? Mis hijos no querían irse. Os vamos a hablar del camping Trillas Tamarit Playa.


Este camping se encuentra en Tamarit, un antiguo municipio que se despobló por una epidemia y que pertenece a Altafulla, en la provincia de Tarragona, a unos diez minutos de la capital. Esta situación la hace idónea para moverse por la provincia, especialmente para llegar a Port Aventura, que para qué negarlo, era el plato fuerte del viaje (ya os lo contaremos).



Además de por su situación el camping Trillas nos llamó poderosamente la atención por su precio irrisorio fuera de temporada alta. Sin ACSI card ni nada por el estilo, vamos, que pagamos más en peajes que en el camping. Tanto es así que llegamos a llamar por teléfono y enviar un correo electrónico para comprobar que no nos habíamos equivocado y, ciertamente, fuera de la temporada alta es un camping con una excelente relación calidad-precio. En la primera semana de septiembre, cuando fuimos, todavía estaban abierta las piscinas y mantenían el servicio de animación, tanto para niños como para el público en general por las noches.




Sí, no nos hemos equivocado, hemos puesto piscinas en plural porque el camping Trillas tiene tres piscinas, o mejor dicho, tres grupos de piscinas: la que ellos denominan la antigua, la nueva y otro grupo de piscinas en la cima de una colina que se encuentra dentro del recinto del camping y en el que está un bloque de bungalows y mobil homes.




El camping es enorme. Creemos que en realidad son dos campings que se han unido porque las dos partes se comunican interiormente por un túnel  y exteriormente cruzando la carretera que va hasta la playa de Tamarit. Tan grande es el camping que hay un servicio de transporte de los usuarios con un trenecito. Aunque no tengas que ir a ningún lado la verdad que a los niños les encanta y uno de los platos fuertes es la colina que acabamos de mencionar que tiene unas vistas fantásticas sobre las playas de Tamarit y su castillo.



Además de ser tan grande tiene una serie de servicios muy completos. Supermercado, lavandería, lavacoches, restaurante, creperia, cafeteria-churrasquería... En lo que verdaderamente importa también está muy bien, porque los aseos estaban realmente limpios y eran muy amplios. Las duchas tenían incluso un apartado con una leja para poder dejar la ropa y el resto de cosas sin que se mojaran.

Por su parte, y también es importante, las parcelas para acampar son suficientemente grandes, es verdad que al principio nos tocó hacer un poco de tetris, pero cabía perfectamente nuestro coche, la tienda y nuestras cosas. están delimitadas con moreras lo que hace que haya bastante sombra y el suelo es de grava prensada que no es incómoda. Todas las parcelas tienen una toma cerca de luz, agua y antena. Es de destacar que hay zonas donde no están permitidos los perros, algo que nos vino muy bien ya que mis hijos les tienen miedo. 


Hay dos cosas que nos llamaron la atención. Por un lado la cantidad de parcelas que tenían caravanas fijas. Ya os hemos dicho que estábamos acostumbrados a  otro tipo de camping. Y esas parcelas fijas tienen de todo: cocina portátil, televisión, avances a tutiplén... vamos, que estamos convencidos que hay quien está en el camping mejor que en casa.


También nos llamó la atención la inmensa cantidad de bicicletas que había. Cualquier aparcamiento estaba completo y casi en todas las parcelas había al menos una bicicleta. Alguna situación de riesgo vimos, pero sobre todo tuvimos un déjà-vu a nuestra infancia, cuando todo era un poco más fácil. O eso creíamos. 


Por si todo esto os parece poco, a 60 metros del camping hay una playa y una cala, playa Tamarit y La Jovera, respectivamente, cada una a un lado del castillo de Tamarit, que no se puede visitar porque pertenece a una empresa que organiza eventos, excepto para escuchar misa en una de sus capillas. 


Nuestra opinión no puede ser más que positiva, pasamos unos días en grande. De una cosa estamos convencidos, o el próximo verano volvemos o nuestros hijos se amotinan. Se lo pasaron en grande. Tanto que entre los planes estaba pasar un día en Barcelona y lo tuvimos que dejar para otro viaje.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

GLADIADORES EN EL ANFITEATRO DE TARRACO

Había llegado el gran día. Prisco estaba completamente concentrado. Cerró los ojos un instante y oyó de fondo el rumor del mar. Entonces avisaron. Salían a la arena. Al salir el sol le cegó un segundo y se ayudó de su antebrazo izquierdo para poder ver algo. 12.000 personas les jaleaban, el rugido era ensordecedor. Prisco sonrió al comprender que el momento había llegado, era gladiador y se estrenaba en Tarraco.


Tarraco, la actual Tarragona, fue una de las ciudades más importantes del Imperio Romano. Desde el año 197 a.C. se convirtió, primero, en la capital de la Hispania Citerior y, posteriormente, de la Tarraconensis. Durante siete siglos su esplendor brilló. Su importancia explica que fuera una de las ciudades romanas donde convivían los tres edificios dedicados al ocio en su época, el teatro, el circo y el anfiteatro. En esta ocasión vamos a contaros nuestra visita al anfiteatro.


El anfiteatro era el edificio donde se representaban los combates de los gladiadores, los munera, y las venationes, los combates con fieras. A pesar de la leyenda, no todos eran a muerte, pero un gladiador podía ganarse muy bien la vida y eran admirados como auténticas estrellas. El anfiteatro más famoso es el Coliseo romano, aunque su nombre original es Anfiteatro Flavio, en honor del emperador bajo el que se construyó. El más antiguo conocido es el de Pompeya, que carece de muchas de las estancias que vamos a ver a continuación.


En cuanto al anfiteatro de Tarraco, se construyó a finales del s. II d.C y durante el siguiente siglo fue sometido a reformas por parte de Heliogábalo, que lo dejó escrito en una inscripción que rodeaba el edificio y de la que se conservan fragmentos. Estaba situado fuera de las murallas de la ciudad, en una zona cercana a la playa y junto a la Vía Augusta, la calzada que conectaba Roma con Gades (actual Cádiz) casi en paralelo al mar Mediterráneo. Esta ubicación tendría una función política, para resaltar la importancia tanto de la ciudad como del propio edificio. 


Con unas medidas de 109,5 m x 86,5 podía albergar entre 12.000 y 16.000, dependiendo de la fuente que consultemos. Aprovecharon parte de la roca para excavar una parte del graderío, levantando otra parte de las gradas mediante obra. En ocasiones podía desplegarse un toldo (velarium) que protegería a los espectadores del sol.


En la cavea (graderío) se puede observar perfectamente los muros que servían de separación entre los diferentes niveles, cada uno reservado a una clase social. Cuanto más cerca se estaba de la arena, el espectador pertenecía a una clase más alta. En el centro de la grada más cercana al mar, bajo un gran arco, estaría el palco, la "zona VIP" del anfiteatro, donde estaría el mandatario de la ciudad. 


En Tarraco también es muy visible el foso, que estaría cubierto por una tarima de madera y bajo el cual se podían mover gladiadores o fieras que aparecían en la arena a través de trampillas, lo que añadía un elemento sorpresa al espectáculo. Si habéis visto Gladiator sabéis de qué estamos hablando. En un lateral del foso se encontró un santuario dedicado a Némesis, la diosa protectora de los gladiadores. Se conserva una copia de una pintura de esta deidad, el original está en el Museo Arqueológico de Tarragona


Desde que el anfiteatro dejó de tener uso, tras la caída del Imperio, sus distintos elementos constructivos (sillares, columnas, etc.) fueron reutilizados para nuevas construcciones. En la misma arena del anfiteatro se construyó, y se conservan los restos, una basílica visigoda en el s. VI sobre la que se construyó una iglesia románica en el siglo XII, al finalizar la época musulmana. Cabe destacar que en la arena del anfiteatro fueron quemados vivos el 21 de enero del 259 Fructuoso, Aurigio y Eulogio, que fueron canonizados por la Iglesia Católica como mártires. 


Parte del buen estado del anfiteatro de Tarraco proviene de la reconstrucción que se realizó entre los años 1970 y 1973, que nos ha permitido ver gran parte de los elementos que componían este edificio, como los vomitorios (entradas a las gradas) o la Porta Triumphalis (Puerta Triunfal) por la que salían los vencedores tras ser aclamados. En el año 2000 el conjunto de los restos arqueológicos de Tarraco fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Llegar al anfiteatro es muy fácil, hay numerosas indicaciones y podemos pasear previamente por el Parque del Anfiteatro, un jardín donde, además, hay pequeños espacios con plantas típicas del mundo romano, como la vid, el romero, o el espliego, con las consiguientes explicaciones. Este parque, que está en terrazas, cuenta en su parte superior con un bar que hace las veces de mirador. Desde el parque se ve perfectamente todo el anfiteatro, pero si tenéis oportunidad no dejéis de bajar a visitarlo. Eso sí, los carros y sillas de ruedas tienen bastante difícil su acceso a la arena.


En cuanto a precios la entrada individual cuesta 3,30 €, la entrada conjunta a todos los recintos que gestiona el Museo Arqueológico de Tarragona son 11,05 €, y si solo queremos visitar 4 recintos serán 7,40 €. Existe una bonificación para pensionistas y jubilados, desempleados, estudiantes mayores de 16 años, discapacitados y familias monoparentales, que pagarían 1,70, 5,50 y 3,65 respectivamente. Las familias numerosas se supone que tienen un precio reducido, pero es el mismo que las entradas sin bonificar. Por suerte nos pudimos beneficiar de la gratuidad de las entradas a menores de 16 años y para los visitantes de Port Aventura (¡llevad siempre las entradas encima!).

Por último recomendaros que visitéis el anfiteatro los viernes y sábado de agosto, ya que podréis ver el espectáculo Anfiteatrum, que narra una historia con Tarraco y su anfiteatro como protagonistas y recrea una lucha entre gladiadores. Si no podéis descargaros una aplicación gratuita para el móvil, IMAGEEN, que permite mediante realidad virtual visualizar en 360º el anfiteatro y asistir a una lucha entre gladiadores. ¡Vuestros hijos alucinarán!