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viernes, 28 de julio de 2023

LA ISLA DE BENIDORM, ISLA LEGENDARIA

París tiene la Torre Eiffel, Londres tiene el Big Ben Nueva York tiene la Estatua de la Libertad. Cada ciudad busca tener un símbolo que lo represente en todo el mundo y que sea fácilmente reconocible. ¿Y Benidorm? Probablemente cualquiera de los rascacielos más altos podría cumplir esa función. Pero no, la ciudad cuenta con un poderosísimo símbolo de origen natural: la isla de Benidorm.

La isla de Benidorm, isla legendaria

Su forma casi triangular ha dado pie a una iconografía que se repite en multitud de elementos: elementos publicitarios, escudos de clubes deportivos, ¡incluso tuvo su una letra propia! Pero más allá de su icónica figura, la isla de Benidorm es un espacio natural, sobre todo bajo la superficie, ya que sus fondos son muy apreciados para la práctica del submarinismo. 

La formación legendaria de la Isla de Benidorm


Quiso la casualidad que junto a Benidorm se encontraran la isla de Benidorm y el Puig Campana, y la imaginación los unió en torno a una leyenda. Esta leyenda cuenta que el gigante Roldán vivía cerca. Un día encontró a una joven y se enamoró de ella. Roldán era feliz a su lado, pero un malvado brujo, enemigo del gigante, profirió un conjuro: "con el último rayo de sol del día tu amada morirá". Roldán, desesperado, no sabía que hacer cuando el sol empezó a ocultarse. Como último intento golpeó aquella montaña para que el sol brillara unos minutos más entre aquel hueco, hasta que se ocultó definitivamente.

Como spin-off de esta triste historia, el trozo que Roldán desgajó de la montaña acabó en el mar convirtiéndose en la isla de Benidorm. La leyenda tiene otras versiones: que si el tajo lo provocó Roldán con un espadazo al pelear con otro gigante, que si no fue Roldán, que fue el caballo de San Jaime (patrón de Benidorm) quien de una coz al Puig Campana separó la isla. También hay quien se apunta a la teoría OVNI…

La isla de Benidorm, isla legendaria

Como suele ocurrir, la verdad poco tiene que ver con estas historias. La isla de Benidorm es la prolongación de Sierra Helada. La formación se oculta bajo el mar y emerge a unos 3,5 kms en forma de islote. De hecho, la isla forma parte del Parque Natural de Sierra Helada, que comprende 5.564 hectáreas entre Benidorm y el Morro de Toix que separa Altea y Calpe. Casi el 90% de la superficie protegida pertenece al medio marino. Además la isla de Benidorm es Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA).

Visitar la isla de Benidorm


Además de ser el símbolo de la ciudad, y aparecer de manera simplificada como un triángulo escaleno en multitud de lugares, la isla de Benidorm es un gran atractivo. Desde el puerto de Benidorm salen las famosas "golondrinas" y unos catamaranes con visión submarina que llegan hasta el embarcadero que hay en la isla. Dos millas náuticas, o algo menos de 4 kilómetros, separan la isla del puerto. Mi recomendación es coger la golondrina y después visitar el entorno de la isla en un pequeño submarino amarillo. Sí, es estrecho, claustrofóbico y probablemente te des un golpe en la cabeza (además de la mala fama súbita de los submarinos), pero la visión que tendréis de la flora y fauna submarina es espectacular.

Una vez en tierra, para que nos vamos a engañar, hay poco que hacer.. En sus 7 hectáreas solo existe una edificación, que es su bar-restaurante. Pero esto no quiere decir que no sea interesante la visita a la isla de Benidorm, sobre todo desde el punto de vista ambiental. Un sendero recorre la isla en dos direcciones, este y oeste. El este es el más largo, y alcanza la "cima" de la isla a 73 metros de altura. Ambos senderos ni son llanos ni están pavimentados, así que llevad calzado adecuado para poder andar. Si vais con bebés no os llevéis el carro.

Probablemente alguna vez la isla de Benidorm fue refugio de piratas. Su cercanía a la costa lo sitúa en una posición estratégica. Hay arqueólogos que han visto algún resto de construcción en el extremo oeste. Algún autor quiso relacionar la isla de Benidorm con Plumbaria, la isla que cita Estrabón, cercana a Planesia. Incluso directamente con Planesia (aunque es más probable que Planesia sea Tabarca).

Flora y fauna

La isla de Benidorm, isla legendaria

Respecto a la vegetación, os vais a encontrar con las típicas plantas y arbustos que abundan en el Mediterráneo. Lo más interesante se encuentra en su fauna. Concretamente con el paíño europeo, un pequeño pájaro de color oscuro que nidifica en cuevas y zonas rocosas. Desde los años 90 esta especie es protagonista de un programa científico para su seguimiento, estudio y protección, y en la isla de Benidorm se encuentra una de las mayores colonias del Mediterráneo. A pesar de su pequeño tamaño es capaz de volar hasta el estrecho de Gibraltar para alimentarse. Está prohibido molestar a estas aves, o acceder a sus nidos, si no es acompañado por personal científico.

Otra de las especies más numerosas en la isla de Benidorm es la gaviota. Especialmente la patiamarilla, que es capaz de poner sus nidos casi en cualquier lugar. Son muy agresivas, especialmente en época de cría, en los meses de abril y mayo. Por este motivo no aconsejamos visitar la isla en estos meses, ya que tienen nidos cerca de los senderos y los padres pueden aparecer de repente y dar un doloroso picotazo a un visitante desprevenido.

Hace unas décadas hubo una introducción de pavos reales. Hoy en día ya no existen. El motivo es obvio, serían muy bonitos, pero al ser una especie invasora acababa con otras especies, como el paíño. Aún puede verse una de las jaulas donde pasaban la noche, junto al restaurante.

Buceo en la isla de Benidorm


Como ya hemos dicho, lo más interesante de la isla de Benidorm no se encuentra sobre ella, si no bajo la superficie del mar. Los aficionados al buceo consideran este espacio natural como uno de los mejores en la costa alicantina para practicar su deporte. La limpieza de sus aguas permiten que haya una visión excepcional de varios kilómetros. La protección de su entorno hace que se puedan divisar muchas especies tanto animales como vegetales. Además se adapta al nivel del buceador. Por una parte la escasa profundidad cerca de la isla convierte este lugar en ideal para aquellas personas que practican el submarinismo por primera vez. Para quien ya está más experimentado puede bucear por La Llosa, un espacio sorprendente de hasta 25 metros de profundidad al sur de la isla.

Hay varios centros de buceo que ofertan inmersiones en la isla de Benidorm. En el puerto de la ciudad se encuentra Diving Stones, con la ventaja de que parten desde la misma orilla hasta la isla, que es su especialidad junto a Sierra Helada. Por su parte Revolution Dive se encuentra en la vecina Altea y también ofrece inmersiones en la isla de Benidorm. En La Vila Joiosa encontramos a Ali-Sub, que también nos permitirá bucear junto a la isla de Benidorm. Por último, con sede en Mutxamel, Posidonia Ecosports también ofrece inmersiones en este espacio de Benidorm, con traslados desde el aeropuerto de Alicante, estación de AVE u hotel. Para más información os recomendamos visitar sus páginas web.

La polémica del restaurante de la isla de Benidorm

La isla de Benidorm, isla legendaria

Antes hemos nombrado de pasada el restaurante de la isla de Benidorm. Este edificio es heredero de la caseta del guarda que se construyó en 1960 para evitar que el Estado Español expropiara la isla, que históricamente había pertenecido a la villa de Benidorm, alegando que estaba habitada. Con el ascenso del turismo de masas, esta caseta se amplió, pasando de caseta de guarda a un bar-restaurante.

Hace tiempo la polémica del restaurante de la isla estaba alimentada por los altos precios que cobraba a los visitantes y la escasa calidad de su cocina. Nosotros hemos comido bastante bien aquí, un arroz (la especialidad) que estaba realmente sabroso y en su punto. La última polémica giraba en torno a las actuaciones ambientales de este establecimiento. O mejor dicho, su falta de actuaciones, ya que estaría vertiendo al mar todos los productos de desecho de la cocina y los aseos del restaurante, sin filtrar ni depurar. A esto hay que sumarle que carece de licencia. Tampoco no se sabe exactamente si paga las oportunas tasas por su actividad a las administraciones competentes.

El Ayuntamiento de Benidorm ha alegado que un derribo sería muy lesivo medioambientalmente y propone reconvertir este edificio en un Centro de Interpretación, pero este proyecto sigue dejando dudas en los ecologistas y vecinos de Benidorm.

Las cosas por su nombre


No sé si os habéis dado cuenta, pero en ningún momento hemos nombrado a la Isla de Benidorm por ningún otro nombre. No tiene. Los habitantes de Benidorm la conocen simplemente como L’Illa, La Isla en valenciano. Durante un tiempo la llamaron la Isla de los Pavos Reales (ya hemos contado antes porqué) y también la Isla de los Periodistas, ya que en 1970 se celebró en Benidorm la asamblea general de la Federación Nacional de Asociaciones de la Prensa de España, y como regalo se llevaron el nombre de una isla.

La excursión a la isla de Benidorm es una magnífica actividad. Se empieza a disfrutar desde el momento que se zarpa del puerto. Las vistas de la punta Canfali desde el mar y la distancia que se toma con el skyline de Benidorm son motivos más que suficientes para embarcar. Si visitamos la isla en verano, además, podremos darnos un chapuzón (llevaos escarpines o cangrejeras), incluso hacer snorkel. Como veis, a pesar de que aparentemente la isla de Benidorm no ofrece demasiado, puede dar mucho de si.

La isla de Benidorm, isla legendaria

No es extraño que sea una de las excursiones más destacadas en Benidorm, y que miles de personas cada año visiten este espacio, tanto en su superficie como bajo del mar.

jueves, 21 de diciembre de 2017

COMO ARREGLAR UNA VISITA A CARTAGENA QUE SE TUERCE

 Durante el pasado puente de la Constitución aprovechamos uno de los días festivos para visitar Cartagena, ya que llevamos bastante tiempo queriendo hacerlo y nunca encontramos una oportunidad. Evidentemente lo hicimos planificando con unos cuantos dias de antelación, visitando los portales oficiales de Turismo, revisando las recomendaciones de los visitantes en varias webs, y finalmente los niños dispusieron que saliéramos más tarde del horario previsto haciendo así que las horas útiles se acortaran. Por suerte teníamos un plan B y esa alternativa consistía en visitar zonas del puerto de Cartagena y aledañas.
Comenzamos nuestra visita por el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) que se encuentra en pleno puerto cartagenero, y que tendrá su propio artículo en este blog dentro de unas semanas. Este era uno de los lugares esenciales de nuestra visita, y uno de los pocos que teníamos planificados que pudimos visitar. Pero ya que estábamos en Cartagena había que aprovechar.

Una vez fuera del ARQUA emprendimos un paseo por el puerto cartagenero. Esta parte de la ciudad me recordaba bastante a otras dos ciudades del Mediterráneo español como son Alicante, por la configuración del puerto, y Palma de Mallorca, porque además del puerto transcurre paralela una muralla defensiva que fue clave en la historia de la ciudad. Esta muralla, que en este tramo se denomina "Muralla del mar", fue construida por encargo de Carlos III dada la importancia que tenía el puerto y la ciudad de Cartagena. Una de las partes más bonitas de esta muralla es una escalinata monumental que conecta la parte superior de la muralla con el paseo de Alfonso XII, construída en 1914 por el arquitecto Víctor Beltrí.
Recorriendo el puerto y llegamos a la escultura denominada "El zulo" una enorme figura humana realizada en bronce que está acurrucada, con las piernas cruzadas y la cabeza recogida, obra del escultor Víctor Ochoa, y que es un homenaje a las víctimas del terrorismo. Un consejo a los padres: no dejéis que vuestros niños se suban a la escultura, principalmente por dos motivos, primero porque es una obra de arte y al igual que no se nos ocurriría escalar por la fachada de cualquier edificio histórico no debemos hacerlo con esta obra y, segundo, el bronce está bastante pulido y los niños pueden sufrir un accidente. Ni aunque se suban otros, como argumentaban mis hijos.

Siguiendo el recorrido llegamos al Museo Naval de Cartagena. Pero ya había cerrado sus puertas. Pudimos ver, eso sí, la batería de cañones de diferentes épocas y usos, que frente a la fachada del Museo Naval apuntan al mar, a la boca del puerto, como si estuvieran esperando para defenderse de un nuevo ataque a la ciudad. o quizás le devuelven el saludo a esa enigmática cola de ballena que asoma del agua. Afortunadamente pudimos ver la pieza estrella de este museo, que no es ni más ni menos que el submarino que creó Isaac Peral. Expuesto en unas antiguas atarazanas anexas al edificio central del museo, unas grandes cristaleras nos permiten observar esta fenomenal creación.
Desde ahí, y para no repetir la ruta a la inversa, nos dirigimos hacia el Ayuntamiento (que nos recordó al de Valencia) pasando junto a la Plaza de los héroes de Cavite, donde hay un monumento dedicado quienes combatieron en Cavite y Santiago de Cuba en 1898. La Calle Mayor estaba totalmente decorada de cara a la Navidad y callejeando regresamos a nuestro punto de partida.

Nos quedó mucho por ver en Cartagena: el teatro romano, las ruinas del foro, el castillo de la Concepción, el propio museo Naval... Nos despedimos con la certeza de que más tarde o más temprano volveremos para visitar todo lo que tenemos pendiente, y volver a disfrutar de esta ciudad que cuenta con tantas atracciones y tan volcada al mar.