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sábado, 28 de noviembre de 2020

ESCAPADA AL CASTILLO DE ONDA

En una de nuestras últimas escapadas, queriendo huir un poco de lugares masificados y optando por visitar sitios al aire libre, hizo que recayéramos en la localidad castellonense de Onda, donde visitamos su famoso castillo: el de las 300 torres.

Evidentemente esto fue una exageración de las gordas. Se atribuye a Ramón Muntaner, un escrito y caballero de la época del rey aragonés Jaime I, y a su “Crónica” ese poderío de torres, ya que se decía que tenía “tantas torres como días tiene el año” en su momento de máximo esplendor.

El castillo de Onda está situado en un montículo que domina sobre la población y que está estratégicamente situado. Desde su recinto se divisa el mar y la costa, que se encuentra a unos 20 kilómetros del castillo, y las montañas que rodean Onda, principalmente la sierra de Espadán, la “plana” (llanura) y el curso del río Mijares.

En este mismo lugar hubo asentamientos prehistóricos e íberos, pero fue durante la época musulmana cuando se construyó la fortificación que ha llegado a nuestros días. Como en tantas otras fortificaciones, sobre todo de un tamaño tan considerable como esta, en el interior se encontrarían las viviendas de las tropas militares y demás servicio del sultán. El castillo de Onda tiene tres líneas de murallas lo que unido al gran número de torres les daría un aspecto realmente imponente. 

Si vais con vuestro propio vehículo, en el mismo pie del castillo se encuentran dos zonas de aparcamiento, no muy grandes pero suficientes. La entrada del castillo está formado por una puerta bastante alta flaqueada por dos torres adelantadas, como en otras puertas como en Valencia las de Quart y Serranos, o el Portal de Sant Miquel en Morella. Tiene restos de baldosas cerámicas, que es una de las industrias más potentes de la zona.

Nada más entrar se encuentra, en una posición elevada el antiguo edificio de la Escuela, un edificio que, construido por los frailes carmelitas a principios del s. XX, ubicaba el colegio de Onda. Actualmente este edificio acoge la oficina de información turística y centro de recepción de visitantes del castillo de Onda, aseos, y salas multiusos.   

Si iniciamos la visita hacia nuestra izquierda nos toparemos enseguida con el ábside de la iglesia del castillo. Este edificio también fue construido por los carmelitas, en la misma época que la escuela. De hecho se parecen bastante los dos edificios. En su interior alberga el Museo de Historia y Arqueología de Onda. Este Museo tiene una serie de vitrinas que muestran los restos que se han encontrado en los yacimientos arqueológicos de la localidad. La visita al Museo se realiza por turnos para poder ver un audiovisual que, a través de la historia de Onda y su castillo, guía la visión de las vitrinas. En la entrada, a la izquierda, podréis ver una maqueta del castillo.

La historia que se relata en este museo (pequeño, pero completo) llega hasta el s. XX, ya que el castillo de Onda fue testigo de enfrentamientos durante la Guerra Civil Española. Aunque su recorrido abarca desde los primeros asentamientos prehistóricos, la parte más completa es la que afecta al momento de mayor esplendor del castillo, en la época musulmana. Una de las mejores piezas es la fachada de una casa que se expone en el centro del museo y sobre la que se proyecta el audiovisual a modo de mapping.

En el exterior del museo-iglesia se extiende una enorme plaza interior, también denominada albacar. Desde esta plaza se tiene una fantástica vista panorámica tanto del centro de Onda como de los alrededores. Es desde aquí desde donde se divisa el mar, allá a lo lejos. Junto a la muralla hay unas escaleras que llegan a la parte más alta del castillo. Si vais con niños tened cuidado porque no lo veía muy seguro. Mejor seguir por el camino pavimentado.

Por este camino llegamos a la alcazaba, el edificio más importante de todo el conjunto. Se trata de un palacio construido en el s. XI y en el que residía el sultán y desde el que también se administraban los territorios. Más adelante serviría de residencia a los siguientes señores y alcaides que gobernaron el castillo de Onda.

Es un edificio de forma rectangular con una torre circular en cada esquina, tres torres más en cada lado largo y una en cada lado corto, siendo un total de doce torres (ya nos quedan menos para llegar a 300). El interior, totalmente arruinado, presenta la distribución de las diversas estancias, y se pueden diferenciar gracias a las distintas gravas de colores utilizadas. En el audiovisual del museo se muestra una recreación de cómo pudo ser este palacio.

El resto de la visita consiste en transitar por el resto de zonas, recorriendo las murallas, visitando los restos... Se han realizado parterres con arbusto y plantas aromáticas para decorar el interior del castillo. En la parte sur del recinto hay una pinada con bancos de picnic en los que se puede descansar durante un rato.

A nosotros nos resultó una visita bastante agradable. La verdad es que es un recinto muy grande y a los niños les gustó mucho. Es un buen recurso para enseñar historia, ya que muchos de los hechos relevantes (sobre todo las guerras) sucedidos en los últimos nueve siglos tienen relación con el castillo de Onda.

La entrada es libre y la visita es gratuita. Abre todos los días del año, excepto durante las fiestas patronales de Onda (a partir del tercer viernes de octubre), Navidad, Año Nuevo y Reyes. La apertura de puertas es siempre a las 10:30 y, dependiendo de la época del año, el cierre es entre las 20:30 (en verano) y las 17:00 (invierno). Pero para mayor seguridad (porque hay días que cierran a mediodía) consulta la web de Turismo de Onda

Tenéis la posibilidad de hacer una visita guiada. Entre octubre y marzo son a las 12:00, todos los días, y, además, de lunes a sábado también a las 16:00. Son gratuitas y solo hay que inscribirse 15 minutos antes en el mismo castillo. Por las condiciones provocadas por el Covid están limitadas a cinco personas, así que tendréis que estar atentos.

Por último, y para completar la visita, os recomendamos dar una vuelta por el casco histórico de Onda. Es una ciudad con mucha historia y eso se nota. Si todavía tenéis ganas de más, os recomendamos ir al Ermitorio del Salvador, y a solo unos kilómetros de Onda se encuentra Fanzara, un pequeño pueblo que se ha convertido en referencia mundial del arte urbano. Como veis, hay muchas y completas opciones.

miércoles, 28 de octubre de 2020

QUE SE PUEDE VER EN BARCELONA EN 2 DÍAS CON NIÑOS

¡Por fin! Eso es lo que decíamos en nuestro coche. Después de muchos meses podíamos hacer nuestra primera escapada. Nos cogimos como un clavo ardiendo a la excusa de que teníamos motivos familiares para ir a Barcelona, y ya que estábamos pues pasamos allí el fin de semana.

Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
Vista panorámica de Barcelona
La verdad es que hacía bastante tiempo que teníamos ganas de ir a Barcelona. La última vez que estuvimos fue de pasada, un alto de camino hacia la Costa Brava. La verdad es que nos quedamos con la miel en los labios. Así que esta vez había que aprovechar para sacarnos esa espinita. Cogimos las maletas, metimos ropa, mascarillas, y unas cuantos envases de bolsillo de gel hidroalcohólico y para Barcelona.


Vamos a contar lo que hicimos durante dos días. No llevamos un plan férreo, más allá de unas cuantas cosas que queríamos ver. De hecho improvisamos bastante. Incorporamos algunas cosas sobre la marcha y tuvimos que desechar otras que teníamos muchas ganas de ver (el Park Güell, por ejemplo). Pero al final vimos, aunque fuera de pasada, bastantes cosas.


DÍA 1

Teníamos tantas tantas ganas de ver Barcelona que no sabíamos ni por donde empezar. Así que ante la duda de qué ver... lo vimos todo. Todo lo que pudimos desde el coche. Como el Bus Turístico, por las restricciones del coronavirus, no tenía servicio intentamos imitarlo nosotros. No fue difícil ya que había bastante menos tráfico del normal en Barcelona.


Las Torres Venecianas y al fondo Montjuic
De esta manera recorrimos las principales calles y avenidas de la capital catalana, recorriendo algunos de los principales monumentos. Nuestro alojamiento estaba a medio camino entre Plaza de España y Plaza de Catalunya, por lo que su ubicación era muy buena para movernos. Empezamos la ruta yendo, precisamente, hacia la Plaza de España, con esa vista de las Torres Venecianas y al fondo el Palau Nacional que alberga el MNAC (Museu Nacional d'Art de Catalunya). Si la fuente de Montjuic hubiera funcionado, hubiera sido ya el acabose.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
El Arco del Triunfo junto a los Jardines de la Ciudadela
Seguimos por Gran Vía de les Corts Catalanes doblando en la Plaza de Tetuán en sentido hacia el Parque de la Ciudadela. Tras ver el Arco del Triunfo volvimos sobre nuestros pasos para buscar el Paseo de Gràcia. Ahí buscábamos los dos edificios más famosos de la calle la Casa Batlló y la Casa Milá (La Pedrera). ¡Qué bonitos! ¡Qué ganas de visitarlos por dentro! Y qué bonitas las farolas de Paseo de Gràcia.


Detalle de la Casa Milá (o La Pedrera)
Nuestra ruta siguió por la Diagonal buscando, sí, el Camp Nou. A pesar de que nuestras filias futbolísticas no son culés, creo que al menos debíamos acercarnos a un estadio que es más que un estadio. Ya para finalizar nos dirigimos hacia el Parque de Joan Miró, coronado por la escultura "Dona i ocell" y de vuelta al alojamiento para comer.


Por la tarde visitamos Montjuic, donde estuvimos paseando por los alrededores del antiguo Estadio Olímpico Lluís Companys explicando a nuestros hijos que supusieron aquellos Juegos Olímpicos, y como de una forma mágica y espectacular se encendió el pebetero bajo el que nos encontrábamos en ese momento. Quisimos ir al MNAC, pero como quedaba poco tiempo para que cerraran, decidimos dejarlo para otra ocasión.



Si recuerdas el espectacular encendido del pebetero en los JJOO de Barcelona 92, no eres muy joven

Como todavía no había anochecido pensamos en apurar la tarde visitando el que es el monumento más famoso de Barcelona, y eso que todavía no lo han terminado. Como ya habrás imaginado estamos hablando de la Sagrada Familia. Mis hijos ya sabían lo que íbamos a ver gracias a los Lunnis de leyenda. Cuando llegamos ya estaba cerrado el templo a visitas, pero pudimos recorrer el exterior. Observamos las notables diferencias entre la fachada del Nacimiento (la más antigua) y la fachada de la Pasión (que se terminó en 2018). También las múltiples diferencias entre materiales, técnicas, estilos decorativos, etc. En definitiva, la prueba del paso del tiempo por este edificio, y las distintas manos y mentes que han trabajado en él, algo que ya aventuró Antoni Gaudí, y que seguirá sucediendo hasta que las obras se completen, previsiblemente en 2026.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
La Sagrada Familia. Still working

La noche se nos echó encima, así que nos fuimos a dormir y descansar, que sabíamos que el siguiente día iba a ser bastante completo.



DÍA 2

Este día lo teníamos claro, íbamos a ir al Cosmocaixa. Este es un museo de las ciencias gestionado por la Obra Social La Caixa. Al ser clientes de esta entidad la entrada es gratuita. Si no lo sois, la entrada cuesta 6 euros para los mayores de 16 años acompañados de un adulto. Si son menores la entrada es gratuita. Con motivo de los protocolos de seguridad para evitar el contagio del Covid-19, era obligatorio el uso de mascarilla, el aforo se había reducido, había que mantener la distancia interpersonal, no se podía tocar los módulos interactivos y, lo más importante solo se podían visitar en dos horas cuatro espacios expositivos. Pero calma, que estos cuatro espacios expositivos son suficientes para este tiempo.


Uno de los muchos módulos de Consmocaixa

En primer lugar visitamos una exposición temporal muy interesante titulada "Sables y mastodontes". A continuación pasamos por el "Muro geológico", una muestra de diferentes estratos donde se muestran diferentes procesos geológicos de distintos lugares del planeta. La "Sala Universo" es el espacio expositivo más grande. Abarca desde el Big Bang hasta el uso de la robótica y de nuevos materiales con propiedades increíbles. Está llena de módulos interactivos que, como ya hemos comentado anteriormente, no se podían tocar. A cambio unos "mediadores", que eran superamables, los hacían funcionar y explicaban que significaban, que demostraban, etc. y daban las explicaciones que hiciera falta. De verdad, de 10. Por último se visita el "Bosque Inundado" un fascinante y sorprendente trocito de la selva amazónica con árboles y peces enormes.


Al salir de Cosmocaixa, y como no estamos excesivamente lejos, decidimos subir hasta la Torre de Collserola, donde hay un mirador desde el que se divisa toda la ciudad de Barcelona. Para eso hay buscar la carretera BV-1417 y desviarse en la BV-1418. Nuestro gozo en un pozo porque actualmente está cerrada. Así que empezamos a buscar alguna ubicación alternativa. Nos decidimos por el "Mirador de los Bomberos". Esta zona en realidad está restringida a vehículos autorizados, pero nos colamos (sí, lo confesamos, espero que no conlleve sanción alguna). El único castigo fue una mirada de desaprobación. Merece mucho la pena. La vista es espectacular. No os lo podéis perder. Otra alternativa menos outsider es el denominado "Mirador de Barcelona", que se encuentra al lado derecho en sentido Barcelona. Muy cerquita de la Torre de Collserola, que es una torre de telecomunicaciones llena de antenas, está el histórico parque de atracciones del Tibidabo, que en esta ocasión no llegamos a visitar.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
¡¡¡Zoltar conoce tu futuro!!!
La pausa para comer la hicimos en un centro comercial que tiene una tienda de juguetes enorme (y restaurantes, claro). Super Drim es tan grande que dentro tiene una noria y una heladería, por si te sofocas ante tanto juguete. Lo que más nos gustó fue una máquina de ZOLTAR, un adivino que te entrega (por 1 € mediante) una tarjeta en la que te lee el destino. Un homenaje en toda regla a Big, esa fantástica película protagonizada por un joven Tom Hanks que tiene una de sus escenas más recordadas en una juguetería.

La Rambla, siempre La Rambla
Se nos acababa el tiempo en Barcelona, así que tras regresar a nuestro alojamiento para descansar un poco recargar batería, tanto metafórica como literalmente la de los móviles, emprendimos nuestro último paseo. La de cosas que vimos que mis hijos se quejaron nada más salir de que estaban cansados, pero con el truco de "¡Mira, mira! ¡Ahí está [introduzca aquí el edificio que desee]!" fuimos avanzando poco a poco.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
Ayuntamiento de Barcelona en Plaça Sant Jaume

Andando por la Gran Vía llegamos a la Plaza de la Universidad, de aquí a Plaza Catalunya y bajamos por la Rambla. Aunque había bastante gente no llegaba a ser esa multitud que estábamos acostumbrados a ver por esta calle. Nos imaginamos entrando al Liceo, comprando en el mercado de La Boquería, y nos sorprende esa mezcla ecléctica de tradición y contemporaneidad, de iglesias y franquicias de comida rápida. Llegamos hasta el final, hasta el monumento a Colón, y remontamos para meternos de lleno en el Barrio Gótico buscando la Catedral. Callejeando recorrimos el barrio hasta dar con la Plaza de Sant Jaume. De ahí fuimos a buscar la Plaça Nova, desde donde pudimos observar la magnificencia de la fachada de este bello templo gótico. De ahí a Vía Laietana a buscar el metro. Se lo habían ganado.


La Catedral de Barcelona, protagonista de tantas historias...
Ya sé que nos vais a decir que nos quedaron muchas cosas por ver. ¡Claro! Nos sacamos una espinita, pero se coló el gusanillo por ver mucho más de Barcelona. Y es que en realidad Barcelona son muchas Barcelonas: la de Gaudí, la gótica, la Olímpica... Pudimos ver algo de cada una, pero nos encantaría ver más. A pesar de que el coronavirus ha alterado la vida de esta gran metrópoli, sigue latiendo, a menos velocidad que de costumbre, pero sin perder el pulso. Y es que, como diría el gran Peret, ¡Barcelona tiene poder! 

domingo, 28 de junio de 2020

UN PASEO POR CUENCA, MUCHO MÁS QUE LAS CASAS COLGADAS

Usualmente una referencia a Cuenca se utiliza de manera jocosa. Por un lado para indicar algo que está muy lejos, y por otra, bueno, ya sabéis, la que tiene la consabida connotación sexual. Pero lejos de tópicos y prejuicios bastante infundados, Cuenca es una ciudad muy bonita que merece una visita para conocer todo lo que ofrece, que es bastante. 


Para este paseo nos vamos a centrar en el centro histórico de la ciudad. Su importancia es tal que en 1996 obtuvo la declaración de Patrimonio de la Humanidad por ser “un ejemplo excepcional de la ciudad fortaleza medieval que ha conservado su paisaje urbano original notablemente intacto con muchos ejemplos excelentes de arquitectura religiosa y secular de los siglos XII al XVIII. También es excepcional porque la ciudad amurallada se mezcla y mejora el hermoso paisaje rural y natural en el que se encuentra”. Hace un tiempo ya os hablamos del Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha, que se ubica en las afueras de Cuenca, y de una bonita excursión al nacimiento del Río Cuervo



Vamos a empezar este paseo visitando el lugar más típico de Cuenca, ese que se ha convertido en su símbolo. Hablamos, como no, de las Casas Colgadas. Y hay que ser cuidadosos, porque son casas colgadas y no colgantes, como erróneamente las califica mucha gente. Es absolutamente imposible que no las conozcáis. Actualmente solo se conservan tres, la “Casa de la Sirena” y dos “Casas de los Reyes”, que fueron construidas entre los siglos XIII y XV, aunque hace unos cuantos siglos había una hilera de casas mucho más numerosa. El elemento más conocido son los balcones realizados en madera. 




En el interior de las Casas Colgadas se encuentra el Museo de Arte Abstracto Español. El museo se abrió al público en 1966, y tiene el honor de ser el primer museo de arte abstracto español y el primero con una colección de arte contemporáneo, mucho antes que que surgiera el IVAM, el Reina Sofía o el Museo Patio Herreriano. En su colección figuran obras de algunos de los artistas españoles más importantes del s. XX, como Tàpies, Chillida, Pablo Serrano, Eusebio Sempere, Chirino, César Manrique, Antonio Saura o Gerardo Rueda. La entrada es libre, así que no hay excusa. Si queréis más museos, muy cerquita (justo enfrente) está el Museo de Cuenca, y apenas a 300 metros, se encuentra el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, en el que destaca su planetario. 




El mejor lugar para admirar las casas colgadas es el puente de San Pablo. Si sufrís de vértigo será mejor que no crucéis este puente peatonal, pero si no es así disfrutaréis de unas vistas maravillosas. En primer lugar de las casas colgadas, como os hemos comentado, pero también de las Hoces del Huécar. Fue construido en 1903 en hierro, y de esta manera sustituía otro puente de piedra del s. XVI que se había derrumbado. Mide 100 metros de largo y salva un desnivel máximo de 60 metros de altura. 




Precisamente el puente de San Pablo cruza sobre (muy sobre, por cierto) el río Huécar, un afluente del Júcar, que se une a éste en el centro de Cuenca. El Huécar ha ido horadando a través de los siglos un profundo cañón: las Hoces del Huécar. Podéis recorrer estas Hoces por la carretera que discurre paralela a estas. Un paseo muy tranquilo y muy bonito, aunque no hay que fiarse de los coches. Sobre estas Hoces se sitúan las Casas Colgadas, el barrio de San Martín, las casas que dan a la calle de San Pedro… Una maravilla Patrimonio de la Humanidad. 




Si en un lado del puente de San Pablo se sitúa el centro histórico de Cuenca, en el otro encontramos el Parador Nacional, antiguo convento de San Pablo. Construido por los dominicos en el s. XVI, está a caballo entre el gótico (la estructura) y el Renacimiento (decoración). Fue Manuel Fraga quien sugirió en sus tiempos de ministro franquista la posibilidad de dotar a Cuenca de un parador, pero no fue hasta 1993 cuando se inauguró como tal. Ya se sabe como van las cosas de palacio... Vale mucho la pena visitarlo, aunque solo sea para tomarse un café en un entorno tan privilegiado. 




Ya en el centro histórico de Cuenca encontramos la Catedral de Santa María y San Julián. Erigida a lo largo del s. XIII, es un magnífico ejemplo de arquitectura gótica, aunque tiene elementos posteriores, como la fachada, reconstruida a principios del XX. Es una catedral muy bonita, que tiene más parecido con las catedrales francesas que con otras construidas en España. 




En la misma Plaza Mayor en la que encontramos la Catedral, se sitúa el Ayuntamiento. Su construcción se data en 1762, como indica una inscripción en su fachada. Es el edificio barroco más importante de la ciudad y se levanta sobre tres arcos de medio punto. Estos tres arcos le dan un carácter bastante curioso al edificio, acostumbrados como estamos a construcciones de casas consistoriales más compactas. 




Si pasamos bajo el Ayuntamiento y seguimos bajando, ya sea por la calle de Alfonso VII o por la Calle del Fuero y después por la de Santa María, nos dirigimos a la Plaza Mangana. En esta plaza se sitúa la Torre de Mangana, una torre de la que se tiene constancia en el s. XVI. Aparte de ser la torre uno de los símbolos de la ciudad, la plaza es uno de los mejores miradores que hay en Cuenca. 




Como ya hemos hecho un buen paseo, y Cuenca no es precisamente una ciudad edificada en una llanura (ya veréis las cuestas, ya), probablemente tengáis hambre. Estáis de suerte, Cuenca es una ciudad donde se come excelentemente bien, pero no tiene la fama de otras ciudades. Yo me declaro fan del morteruelo. Este es un contundente paté realizado con hígado de cerdo cocido y pan. Se añade carne de caza, tanto de ave (tradicionalmente perdiz, codorniz y gallina) como de mamífero (liebre, conejo y cerdo). Aunque en cada casa varía la receta dependiendo del gusto de cada uno o de la disponibilidad del producto. Es un plato bastante contundente, que no se unta, si no que se come con tenedor y pan. Los zarajos o el ajoarriero son otros platos tradicionales. El postre más típico de Cuenca es el alajú, una torta de origen árabe, compuesta por dos obleas entre las que se coloca una pasta elaborada con miel y almendras. 




Ya veis que Cuenca tiene bastantes razones para ser visitada. Una magnífica propuesta para pasar unos días en familia. Si no la conocéis os va a sorprender bastante, porque es una ciudad muy bonita. Además ya tiene enlace en AVE desde Madrid, Valencia y Alicante. Así que no tenéis excusa y debéis de visitar Cuenca, como decían aquellas pegatinas que decoraron los coches de los 80, ¡es única! 

jueves, 18 de junio de 2020

LAS MIRADAS MILENARIAS DE LOS ÍDOLOS EN EL MARQ



Poco a poco estamos volviendo a recuperar la vida que dejamos en suspenso allá por marzo. Han sido unas cuantas semanas pensando en cuando volveríamos a salir a la calle. Después llegó el momento de pensar cuando podríamos ir a otro municipio. Ahora que ya podemos recorrer de nuevo nuestra provincia, tenemos ganas de viajar al resto del país. Incluso fuera, si tuviéramos la oportunidad. Pero sin prisas y con cabeza, que nadie desea un rebrote. Nuestras sensaciones os las vamos a contar en un post más completo y dedicado en exclusiva a este tema.


Así que decidimos ir al Marq, el Museo Arqueológico Provincial de Alicante, para ver su actual exposición temporal: Ídolos, miradas milenarias. En principio esta exposición se iba a poder ver hasta el mes de abril. Pero se ha tenido que prorrogar, con motivo del confinamiento, hasta el mes de julio. Posteriormente viajará hasta el Museo Arqueológico Regional de Madrid, en Alcalá de Henares.

¿De que trata Ídolos? Hace un repaso a la representación de humanos, por parte de nuestros antepasados de hace miles de años, en cerámicas, piedra, hueso o metal. Estas figuras tenían carácter simbólico. Los ídolos no eran dioses, eran figuras protectoras y antepasados que están mirándoles, apoyándoles y vigilándoles al mismo tiempo. Estas representaciones se han encontrado en la mitad sur de la Península Ibérica, en yacimientos de Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía o Portugal. Precisamente en nuestro país vecino se hicieron los primeros descubrimientos de estas figuras a finales del s. XIX.


La importancia de estas figuras radica en que nos hablan de los intercambios culturales entre pueblos hace entre 4.000 y 5.000 años aproximadamente, de como ya empezaron a tener unos elementos de representación que repetían y codificaban (unos ojos son siempre unos ojos, un rostro es un siempre un rostro, etc.) y que tienen relación directa con otros tipos de arte prehistórico como las estructuras megalíticas o las pinturas rupestres (que tuvieron ya una gran muestra en el MARQ).

La primera gran diferencia de esta exposición respecto a anteriores muestras temporales, es que ocupa solo dos de las tres salas que tiene el Marq para este tipo de exposiciones. Pero esto no significa que sea menos completa o peor que otras exposiciones, ni mucho menos. En total son 226 piezas de unos 20 museos tanto de España como de Portugal, y la colaboración de dos museos.


Como ya es marca de la casa, la exposición es muy bonita. El pasillo central que comunica las dos salas se convierte en un espacio expositivo más. A través de los paneles se explica perfectamente que son los ídolos y la función que tenían para esas sociedades prehistóricas. Me gustó mucho unos pequeños paneles en blanco y negro, con poca información y sencilla que me recordaban los destacados de los libros de texto. Para los niños son perfectos.

Nada más entrar nos encontramos con dos figuras, una mujer y una niña con la cara pintada junto a un enterramiento. Después descubriremos la función de esas mujeres. Un enorme panel nos hace un recorrido por las “Venus” prehistóricas que se han ido localizando en diversas partes de Europa y la función simbólica de estas figuras, que han estado vinculadas con ritos de fertilidad.


En la primera sala los elementos expositivos se basan en los monumentos megalíticos que, como he comentado antes, tienen a juicio de los expertos una relación directa con los ídolos. Se hace una contextualización de los hallazgos a finales del XIX. Reproducen, por ejemplo, los dibujos publicados en las obras del arqueólogo Luis Seret, que excavó en numerosos yacimientos del sudeste español (fundamentalmente en Almeria). Un mapa de la Península Ibérica sitúa los yacimientos.

En esta primera sala las piezas tienen un diseño muy esquemático, que también se enlazan con las pinturas rupestres esquemáticas, prácticamente contemporáneas de éstas. Apenas destacan unas formas básicas como la cabeza, brazos y piernas o el sexo. Pero si hay un elemento que destaca en las representaciones esto son los ojos. Grandes y fácilmente reconocibles. Se vinculan con el sol, el astro rey.


Antes de entrar en la segunda sala podemos ver un panel donde se recrea un ritual que oficia un chamán (por llamarlo de alguna manera) en una sociedad neolítica. Los especialistas creen que los ídolos están íntimamente ligados a estos rituales. Además el oficiante lleva una especie de máscara que nos recuerda poderosamente a las imágenes que tallaban.


El diseño de la segunda sala remite a varios elementos del yacimiento de Los Millares, donde se encuentran cabañas, fosos, silos y enterramientos que tienen (o tenían) forma circular. Los paneles laterales imitan la textura de la madera o de las piedras. Estas formas redondeadas se repiten varias veces en toda la sala. En el centro del primer "círculo" se encuentra una maqueta del poblado del yacimiento de Los Millares. En el segundo círculo hay un expositor redondo con un cuenco (también redondo, claro) y un ídolo en piedra con formas redondeadas. El tercer círculo representa un enterramiento, concretamente el tholos de Montelirio, en Castilleja de Guzmán (Sevilla), con el esquema de los cuerpos localizados en el suelo. La verdad es que da un poco de cosa pasar por encima, casi como si estuviéramos profanándolos.


Al final de la sala se hace un recordatorio a una serie de mujeres que fueron enterradas en Montelirio y que se descubrió que utilizaban habitualmente cinabrio. El cinabrio, también conocido como bermellón por su color rojo intenso, es un mineral muy tóxico compuesto en un 85% por mercurio y un 15% por azufre. Lo más seguro es que lo usaran para maquillarse para realizar rituales. Tanto las pinturas como las vestimentas reproducirían las imágenes que vemos en los ídolos.


Por último, debido al control de aforos, desde el Marq recomiendan reservar las entradas anticipadamente a través de su página web. De esta manera nos aseguramos que tendremos entrada para cuando decidamos ir, aunque hay que ser previsor porque el sistema de entradas bloquea los tickets con 24 horas de antelación. También se siguen sacando billetes en taquilla, evidentemente. El pago se debe realizar con tarjeta de crédito/débito contactless. En las exposiciones tampoco se puede tocar nada, incluidas las piezas tiflológicas, que entiendo que serán exclusivas para invidentes.


Una vez más el Marq demuestra porqué es uno de nuestros museos favoritos (bueno, uno no, el favorito). Seguimos a la espera de que llegue la gran exposición internacional de este año compuesta por 9 guerreros de terracota y un caballo de Xian, pero la situación es la que es, veremos. Antes tiene que exhibirse "Las artes del metal en Al-Andalus", que actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional prorrogada hasta el 6 de septiembre, y que seguro que también será una muestra excelente. Pero  ya habrá tiempo para contar todo esto.

lunes, 8 de junio de 2020

CÓMO IR DE CAMPING Y DISFRUTAR AL MÁXIMO

En los últimos años el campismo ha experimentado un auge bastante grande. Cada vez hay más gente que lo practica. Desconocemos el motivo, pero intuimos que proviene de la crisis económica del 2008 y que, en principio, permiten disfrutar de unas vacaciones más asequibles. Tengo la sensación de que aquella confesión de un padre nórdico (no recuerdo el país concreto) en “Salvados”, el programa de Jordi Évole, que dijo que sus mejores vacaciones habían sido en un camping junto a su casa, influyó y el boca a boca hizo el resto.


En lo que no hay duda es que el camping permite disfrutar de unas vacaciones diferentes y no necesariamente tienen que ser más económicas o incómodas que ir a un resort o irte de crucero, porque hay campings con unos excelentes equipamientos, donde no se necesita ni tienda ni caravana ni ná, ya que se puede dormir en un bungalow y en el que se incluye desde el "todo incluido" hasta un circuito de spa o animación para los niños.

La primera y principal norma que tenemos que tener en cuenta es que en España está absolutamente prohibido la acampada libre es decir, coger una tienda de campaña irse al primer monte que quieras y plantarla allí. Lo más cerca que se puede estar de esa práctica es pernoctar en una zona de acampada permitida que suelen situarse en áreas recreativas, generalmente, en parajes naturales, o cerca de parques naturales. Estas instalaciones no son turísticas, por lo que suelen carecer de las infraestructuras sanitarias e higiénicas más básicas y el tiempo máximo de pernocta está limitado. Además hay que pedir permiso a la autoridad que lo gestione y, en su caso, pagar la tasa que corresponda. Nunca lo recomendaríamos para más de una noche.


Con todo esto, el mundo del camping tiene un abanico muy amplio de posibilidades: campings rurales o de montaña, campings de playa, campings sencillos y familiares, campings enormes llenos de bullicio… y a esto sumamos las posibilidades de alojamiento, que puede ser en tienda, caravana, autocaravana, en bungalows, como hemos comentado, o mobile homes, una posibilidad muy parecida al bungalow. Últimamente también se han puesto de moda el glamping, que son campings de lujo con alguna característica especial. Hay carretas de circo restauradas, toneles gigantes, antiguo poblados del oeste donde rodaban películas, jaimas con todo lujo de detalles...

En nuestro caso acampamos con tienda y respecto a los campings hemos probado un poco de todo, y la verdad es que no podemos decidirnos por uno pequeño, familiar y rural o bien uno enorme de playa, porque la verdad es que cada uno tiene sus encantos y sus puntos positivos. En cualquier caso conviene ir bien equipado para disfrutar al máximo. Por nuestra propia experiencia jamás debería de faltar lo siguiente:


PARA DORMIR

Tienda de campaña, y no olvidar nunca todo los elementos: piquetas, palos, varillas, etc.
Martillo de goma
Colchones hinchables y una almohada.
Hinchador para los colchones (si no es con hinchador olvidaos)
Saco/s de dormir, sábanas bajeras o protectores, alguna manta (o nórdico)
Esterillas
Rafia grande para debajo de la tienda y aislarla mejor del suelo.


COCINA

Cocina a gas o eléctrica
Gas (en caso de que la cocina no sea eléctrica)
Nevera portátil (puede ser de hielo o eléctrica)
1 cazo, 1 olla y 1 sarten (os recomendamos dos sartenes de distintos tamaños)
Platos, vasos y cubiertos
Abridores
Mechero o cerillas
Colador grande
Tuppers (sirven de cuencos a la vez que para guardar la comida)
Tijeras cocina
Mantel de plástico, hule o antimanchas
Servilletas
Una mesa o un mueble para poner la cocina
Estropajos
Lavavajillas
Bayetas
Trapos de cocina
Rollo de papel de cocina
Bolsas de basura
Barreño para llevar los cacharros y/o la ropa sucia


ACCESORIOS

Botiquín de Primeros Auxilios.
Lámparas y Linternas
Pilas
Alargadera eléctrica apta para uso en exteriores (ojo a lo de uso en exteriores y comprobad que cumple la norma de protección IP44)
Regleta con protección antihumedad
Sillas y mesa plegables
Navaja multiusos
Cuerdas y pinzas de tender.
Mapas, brújula o GPS.
Neceser de coser
Cinta americana
Bridas
Kit pequeño de herramientas con destornilladores, llaves, alicates, etc.
Pala pequeña
Repelente para los mosquitos
Insecticida
Juegos, juguetes, pinturas, libros, consola portátil, tablet…
Móviles y cargadores
Cantimploras
Prismáticos
Cámara de fotos
Libreta y bolis
Tarjetas sanitarias españolas y europeas
DNI y cartilla médica de toda la familia  
Dinero en efectivo y tarjeta de crédito
Bolsas reutilizables
Manta para el suelo
Kit de reparación de pinchazos (parches, pequeña lija…)
Detergente
Cepillo de mano y recogedor


ROPA

Ropa interior
Calcetines
Pantalones cortos y largos
Camisetas de tirantes, manga corta y/o manga larga
Sudaderas y/o chaqueta
Bañadores
Chanclas para las duchas y la piscina
Sandalias para andar
Zapatillas de deporte o botas de trekking
Chubasqueros y paraguas plegables
Gorras y gafas de sol


ASEO

Jabón, gel y champú (existen geles 2 en 1 para todo el cuerpo y ahorras espacio)
Cepillo y pasta de dientes
Equipo para afeitarse o depilarse
Toallas (las de microfibra ocupan menos espacio, pero no secan tan bien como las de algodón)
Peine, secador de pelo y espejo
Gomas y ganchos para el pelo
Papel WC
Clinex
Desodorante
Colonia
Protector solar
After Sun
Toallitas de bebé
Pañales
Compresas /salvaslips / tampones
Medicamentos básicos. (Analgésicos tipo paracetamol e ibuprofeno o similares).


Puede parecer que son muchas cosas, y realmente lo son. No he incluido la comida, pero podéis imaginar que hay que priorizar los productos no perecederos y que no necesitan frío para su conservación. También la práctica ha hecho que nos decidamos por los formatos de menos raciones, incluso monodosis, ya que aunque pueden resultar un poco más caros, hay menor riesgo de desperdiciar o de que se ponga malo el alimento en cuestión. Y también hay que saber sacrificarse un poco. Nosotros nos llevaríamos la Nespresso al fin del mundo, pero nos apañamos con café soluble, y si no siempre existen las cafeterías. Los campings suelen tener una tienda donde comprar alimentos frescos, por lo que no hay peligro de desabastecimiento.

Todo depende también de las características de vuestra familia, del tiempo que vais a estar en el camping o de la capacidad de vuestro vehículo. No es lo mismo viajar con caravana que solo con un coche, por ejemplo.

En todo caso siempre recomendamos primero hacer una prueba. Mejor ir cuatro días y que los niños se cansen al tercer día. Lo más probable es que a los niños les encante y les parezca poco tiempo, pero cada niño es un mundo. En esa prueba lo recomendable es pedir prestado el equipo necesario y no gastarse dinero en un montón de cosas que puede que no utilicemos nunca más.


También la práctica ha hecho que valoremos cosas que no te imaginas en un principio lo que puedes llegar a echar de menos. Por ejemplo, para nosotros toda lámpara o linterna es necesaria, y mejor pecar por exceso. Respecto al equipo, no os esperéis a última hora. Nosotros hemos ido comprando cosas fuera de temporada, en tiendas outlet o de liquidación. Así hemos podido aprovechar un mejor precio, en ocasiones irrisorio, por elementos que de normal podrían costar hasta 10 veces más de lo que pagamos. Respecto a la tienda no escatiméis, al final será el techo bajo el que durmáis. En caso de duda no dudéis en preguntar a gente con experiencia. Y para nosotros la mejor tienda es la que se monta más fácilmente.

Si os gusta la experiencia del camping os recomendamos que os hagáis con una tarjeta de descuento, en nuestro caso nos hemos decidido por la tarjeta Mundo Campista. Cuesta 10 €, con impuestos y envío incluído. Podréis encontrar descuentos para cerca de 200 campings en España (fundamentalmente), Portugal y Francia. También para tiendas de accesorios, parkings de caravanas, áreas campers, talleres... Los descuentos son válidos para todo el año y con una sola vez que la utilicéis ya está amortizada.


Esperamos que con este artículo os haya picado el gusanillo del campismo, una forma de disfrutar de las vacaciones distinta. Descubriréis que se puede estar tan cerca de la naturaleza como de la ciudad o de la playa, y acompañados por un colectivo que no duda en ayudarse mutuamente y que por norma general desprende muy buen rollo.