lunes, 28 de febrero de 2022
UN DÍA EN EL PARQUE NATURAL DE LAS LAGUNAS DE LA MATA-TORREVIEJA
viernes, 18 de febrero de 2022
DESCUBRIENDO EL PASEO ECOLÓGICO DE BENISSA
No cabe duda que somos unos apasionados tanto del mar como de la montaña. Como en tantas cosas en la vida, si nos obligan a elegir lo tenemos muy difícil. Por eso que existan lugares que aúnan ambos paisajes nos alegra muchísimo porque nos evita desechar uno y disfrutar de todo al mismo tiempo. Uno de esos lugares es el Paseo Ecológico de Benissa.
El Paseo Ecológico de Benissa se encuentra en la costa de este municipio alicantino, situado en la comarca de la Marina Alta. El casco urbano de Benissa está bastante lejos de la costa. Más o menos a unos 10 kms. Por ese motivo, aunque hay señalización y se puede llegar, nosotros lo hicimos desde Calpe, que es más sencillo. Si queréis introducir en vuestro navegador GPS algún dato, todo el recorrido discurre en paralelo a la carretera CV-746, que une Moraira y Calpe.
Lo más espectacular de esta ruta es su trazado. Junto al mar, bordeando calas donde el Mediterráneo refleja con viveza la luz del sol, con unas espectaculares vistas al Peñón de Ifach y a la costa de Moraira. En definitiva, un auténtico deleite para los sentidos, en especial la vista.
El Paseo Ecológico de Benissa tiene un recorrido total de 3 kilómetros y medio. Al no ser circular deberemos calcular aproximadamente el doble para volver a nuestro punto de partida. En nuestro caso este fue la Tourist Info Benissa Playa, que también es Aula del Mar y cuenta con un pequeño aparcamiento. El tiempo total estimado se calcula entre los 90 y los 120 minutos. Además el trazado es muy facilito, por lo que lo puede realizar prácticamente cualquier persona. Ese prácticamente excluye, por desgracia, a personas con movilidad reducida: escalones, algún tramo que precisa esquivar algún obstáculo, etc.
¿QUÉ VAMOS A ENCONTRARNOS EN EL PASEO ECOLÓGICO DE BENISSA?
Tanto por la sencillez de su recorrido como por las magníficas vistas que podemos contemplar, se ha convertido en una ruta bastante concurrida, en especial cuando hay buen tiempo. Eso no impide que disfrutemos plenamente de ella, aunque en algún punto, y dependiendo de la hora, puede haber un pequeño atasco. Si no, además disfrutaréis de una tranquilidad muy reconfortante.
Los dos extremos del Paseo Ecológico de Benissa se encuentran en la Cala de Baladrar (al norte) y el Puerto de les Bassetes (al sur). Es cierto que podéis continuar la ruta, bien hacia Moraira, bien hacia Calpe, pero este es el recorrido estándar, los 3,5 kms. que comentábamos anteriormente.
El camino está perfectamente preparado y señalizado. En la inmensa mayoría del recorrido hay una barandilla de madera que nos marcará el límite. Este límite no es casual, ya que en varios puntos hay microrreservas de flora. Salir del camino y pisotear algunas de estas plantas puede significar desandar muchos pasos en un enorme esfuerzo de recuperación de flora endémica, que sobrevive en un equilibrio muy precario.
El recorrido del Paseo Ecológico de Benissa combina diferentes calas con acantilados que nos dejarán sin respiración. Además, gracias a unos paneles informativos que están dispuestos a lo largo de toda la ruta conoceremos muchos datos tanto de la geología de la zona, como de la flora y un repaso histórico.
UN PASEO JUNTO AL MEDITERRÁNEO
Si el día es cálido, la constante presencia del mar Mediterráneo nos invitará a bañarnos en alguna de las calas que atravesare, la Fustera o Les Bassetes hay cerca bares y/o restaurantes para poder descansar mientras nos tomamos un refrigerio.
Otra opción es llevarnos nuestra propia comida y bebida en la mochila y consumirla en alguna de las zonas de picnic que hay habilitadas a lo largo del recorrido. Están muy bien preparadas, en zonas de sombra y con papeleras para que dejemos los restos, para que la zona se mantenga, al menos, igual que cuando llegamos.
Aunque la ruta está muy bien marcada, nosotros nos perdimos e hicimos un poquito de recorrido salvaje. Esto fue tras pasar Cala Pinets. Pronto nos dimos cuenta, pero pudimos admirar brevemente el escullo que levemente se levanta junto a la costa. Aunque estamos convencidos de que el mar no debía de estar excesivamente cálido, había unos cuantos bañistas por la zona.
Si los niños se aburren (ya sabéis como son estas cosas) hay que intentar que no desesperen. En varios puntos del recorrido hay zonas de juegos infantiles, donde podrán dar rienda suelta a sus deseos de despendolarse y jugar. En concreto son el parque de Fanadix, junto a la Cala del Advocat (en el extremo norte de la ruta), que cuenta, además, con baños, mesas de picnic y juegos biosaludables (si os quedan ganas), y los juegos en la Cala de la Fustera.
DURANTE EL RECORRIDO DEL PASEO ECOLÓGICO DE BENISSA
Respecto a la flora y fauna que os acompañará durante el recorrido, fundamentalmente vais a encontrar un buen número de pinos. Esta es la especie vegetal más abundante, aunque no la única. Especialmente importante es la jarilla de cabeza de gato, una planta que tiene unas flores amarillas, y que es la protagonista de las microrreservas de flora que comentamos anteriormente. También bajo el mar viven las importantes praderas de posidonia, una planta marina, que no alga, muy abundante en el Mediterráneo, aunque muy amenazada. Su pervivencia es imprescindible para el equilibrio ecológico de los fondos marinos.
La fauna tiene como reina indiscutible a las gaviotas. Cuidado en primavera, en los meses de abril y mayo, ya que es la época de cría y suelen estar un poco más agresivas. Otras especies que viven cerca del Paseo Ecológico son ruiseñores, petirrojos, aviones roqueros, lagartos, y con suerte podréis divisar algún conejo, aunque no es frecuente. En los acantilados también viven especies como erizos marinos o tomates de mar, una especie de anémona que destaca por su color rojo.
Por último, y no por ello menos importante, os recomendamos que no os dejéis la cámara de fotos, o en su defecto el móvil. Hay varios lugares a lo largo de todo el Paseo Ecológico de Benissa que son perfectos para inmortalizarlos. Pero mejor que nos guardemos algunas sorpresas para que poco a poco las podáis descubrir.
Si estáis por la zona esta es una de las rutas recomendadas. Una mezcla de mar y montaña donde toda la familia podrá disfrutar de unas vistas y una tranquilidad fabulosas. Un día que sin duda querréis repetir.
martes, 8 de febrero de 2022
VIAJAR CON EL PALADAR: UN FISH PIE BRITÁNICO
COMER EN UN PUB BRITÁNICO
NUESTRO FISH PIE
- Pescado variado. En nuestro caso utilizamos unos 600 de bacalao y merluza, ambos congelados. Pero podéis este u otros pescados (salmón, lubina, halibut...)
- Leche. En la receta original son unos 200-300 ml., aunque nosotros utilizamos 600 ml.
- 1 kg. de patatas para hacer el puré, al que añadimos un boniato mediano (aproximadamente 300 gr.)
- 50 gr. de mantequilla y otros 50 gr. de harina de trigo para hacer la bechamel.
- Sal, pimienta, nuez moscada…
ELABORACIÓN DEL FISH PIE
EL TOQUE FINAL
viernes, 28 de enero de 2022
LO MÁS INTERESANTE QUE VER EN EL CASTILLO DE XÀTIVA
UN POCO DE LA HISTORIA DEL CASTILLO DE XÀTIVA
LA VISITA AL CASTILLO
EL CASTILLO MAYOR
LA CELDA DEL CONDE DE URGELL
EL CASTILLO MENOR
INFO DE UTILIDAD
miércoles, 19 de enero de 2022
VIAJE AL CENTRO DE LA CUEVA DE LAS CALAVERAS
En 1864 Julio Verne publicó una de sus obras más conocidas: Viaje al centro de la Tierra. En la novela un grupo de exploradores inicia una expedición por el interior de nuestro planeta, descubriendo lugares fantásticos. Ya sabemos que la imaginación de Verne era poderosa y que, contrariamente a la novela (que no deja de ser una obra de ficción) en el centro de la Tierra no habitan dinosaurios. Si como ocurre con otras obras de Verne os entra el gusanillo de intentar replicar lo que cuenta, como nos ha ocurrido a todos con La vuelta al mundo en 80 días, lo mejor es visitar una cueva como la Cueva de las Calaveras, en Benidoleig (Alicante).
Esta localidad se encuentra al norte de la provincia, en la comarca conocida como la Marina Alta. Por si acaso no la ubicáis, está cerca de Denia y de Jávea, pero hacia el interior. Encontrar esta cueva es extremadamente fácil, ya que tiene numerosa publicidad e indicaciones desde muchos puntos tanto de la provincia de Alicante como en las zonas limítrofes de la provincia de Valencia.
La Cueva de las Calaveras es la segunda cueva que visitamos en los últimos meses. Anteriormente estuvimos de visita en las Cuevas de Canelobre, en Busot, también en la provincia de Alicante, pero más cerca de la capital.
SOBRE LAS CUEVAS
El interés que nos suscita estos lugares suele estar en que son espacios con unas formas muy sugerentes. Además suelen combinar estalactitas y estalagmitas, que componen caprichosas formas que nuestra imaginación pone cara (o animal). Nos sorprende este trabajo geológico que la naturaleza ha realizado de manera concienzuda durante miles o millones de años y que podemos disfrutar en cualquier momento. Como las cuevas regulan de manera natural la temperatura y permanece estable entre los 15 y los 20ºC, quizás sea el verano la mejor época, aunque tampoco es descartable visitarlas en invierno.
Haciendo un poco de repaso de la asignatura Conocimiento del Medio (Naturales si sois de EGB), las estalactitas son las estructuras que se forman desde el techo de las cuevas hacia el suelo. Por su parte, las estalagmitas son las que se forman en sentido contrario, del suelo hacia el techo. Su origen procede de la disolución de algunos minerales (principalmente carbonato cálcico) en el agua, que se filtra y gotea depositándose lentamente a lo largo de miles de años.
Si entramos en materia con la Cueva de las Calaveras, comentar que tiene una longitud total de 900 metros, de los que solo unos 450 metros son visitables. Eso sí, se encuentra perfectamente acondicionada para su visita, con una pasarela de madera que salva los desniveles. No sé si por las miles de visitas que pisan las tablas de la pasarela, por las dinámicas del terreno o lo que sea, pero algunos tornillos que la aferran al suelo están un poco hacia afuera y provocan algún tropezón, sobre todo con los niños.
VISITANDO LA CUEVA DE LAS CALAVERAS
Destacan especialmente dos puntos en el recorrido. En primer lugar la llamada sala del clot blau (hoyo azul). Se denomina así porque hace mucho tiempo había aquí una especie de charca, que por el color del agua que se almacenaba daba la impresión de que era azul. Este espacio se desecó para aprovechar estas aguas para su uso por parte de la población.
El otro lugar que llama poderosamente la atención es la que se conoce como sala de la campana. En el centro se sitúa una enorme estalactita que queda a poca distancia del suelo. Del suelo surge una estalagmita que se unirá en unos miles de años. Sí, los tiempos geológicos no esperan a los humanos. Dicen que si se golpea la estalactita tiene un sonido metálico, pero no nos atrevimos a probar, por si las moscas.
Al final del recorrido una verja nos separa de la zona inundada. Esta parte no se puede visitar. A pesar de eso hace varios siglos se excavó un canal desde el interior de la cueva para el aprovechamiento de estas aguas subterráneas. Se oye perfectamente el rumor del agua en este punto y se ve con una claridad inaudita, pero la verja que hay para garantizar la seguridad hace que sea imposible hacer una foto.
UN LUGAR PARA VISITAR Y APRENDER
El nombre de la Cueva de las Calaveras procede del hallazgo de doce cráneos (con sus respectivos cuerpos) en el interior de esta cueva en una expedición científica llevada a cabo en el s. XVII. Los hallazgos arqueológicos que se han hecho demuestran que esta cavidad estuvo habitada hace, al menos, 50.000 años. Además de restos humanos como las calaveras o útiles de piedra, se localizaron huesos de animales como dientes de rinoceronte, que en aquella época vivían en la Península Ibérica. La mayor parte de este material se encuentra en el Museo Arqueológico Provincial, el MARQ.
Los lugares donde se encontraron los esqueletos y los restos arqueológicos y paleontológicos como los útiles de piedra, o pequeños fósiles, están señalizados. También se pueden ver, sobre todo en el caso de los fósiles, algunos puntos donde todavía se encuentran incrustados en la roca.
En la entrada de la cueva hay varios paneles informativos que ayudan en la visita. No solo explican las condiciones de la cueva, su recorrido, su historia, etc., si no que hacen un repaso por la historia geológica de nuestro planeta. Son muy didácticos, y si los niños aguantan un poco, muy útiles.
INFORMACIÓN ÚTIL
El horario de apertura es de 9:00 a 18:00 en los meses de otoño e invierno. Durante los meses de primavera y verano se alarga la jornada hasta las 20:30. El precio de las entradas es de 3,90 € para adultos y de 2 € para niños.
Os aconsejamos llegar con vuestro propio vehículo, ya que es una zona donde el transporte público no tiene demasiadas buenas combinaciones. Hay dos aparcamientos gratuitos, uno más pequeño a pie de la cueva, y otro con bastante capacidad cruzando la carretera de acceso. La oferta en la cueva de las calaveras la completan una tienda de souvenirs junto al acceso y un bar restaurante con una terraza con juegos infantiles.
La Cueva de las Calaveras nos proporcionó una excursión bastante entretenida. Hablamos mucho de la sorpresa que se llevan los niños, pero los adultos también nos dejamos llevar. Aunque sea por unos centenares de metros, pero estuvimos un poquito más cerca del centro de la Tierra.